Debajo del Mar
Summary: ¿Esperabas a la hermosa sirenita enamorada? Equivocada. Lilyaris es una sirena y está enamorada, aunque le cueste admitirlo, del enemigo mortal de su pueblo. James, el princípe de los tiburones,también está enamorado de su enemiga.¿Qué hará falta para que se junten?
Rated: T
Disclaimer: Todos los personajes que conoscan de los libros de "Harry Potter y…." Que aparezcan en este fic pertenecen a Joanne Kate Rowling, y aquellos que no pertenezcan a sus libros de "Harry Potter y..." me pertenecen a mi.
Capítulo 1:- La princesa sirena
Los besos en el agua son hermosos. Estan rodeados los enamorados del hermoso paisaje maritímo. ¿Quién ignoraría aquel hermoso lugar?¿Tan perfecto, tan único?Un beso, el amor, lo puede todo.
-¡Eres un estúpido!
Pero claro, estos jóvenes aún no confiesan su amor el uno por el otro.
-¡Tú fuiste la tonta que cayó encima mío!
La sirena bufó.
De todas formas el destino les deparará mucho, antes que noten lo mucho que se aman.
Aún así hay algo que sí comparten. Ambos quieren irse, juntos.
La sirena movía su cola inquieta.
-Vienen para aquí...James,¡nada!
Mueven sus colas de una manera única,celestial. La guardia del imperio de las sirenas es la más magnifica de todos los mares y océanos.
La hermosa sirena que avisa a su enamorado la llegada de la guardia, es,sin duda, la princesa Lilyaris. Es una sirena muy hermosa, pero nada original. En este reino de raresas hay hasta mujeres con cabellos de color turquesa.Pero la maravillosa princesa es pelirroja, y sus ojos son tan verdes como las algas de los fondos.
Muy en el fondo de la aguas, todas estas sirenas rien y nadan. Son todas hermosas,diferentes, deliciosas. Menean sus colas largas de diversos colores, y sus pechos bellos de diversas maneras.
Pero para el príncipe James, Lilyaris es única. La conoció de pequeño, en medio de la guerra. Para James, mitad humano mitad tiburón, aquella singular sirena es inigualable. Y para la princesa el bruto tiburón también lo es.
Están enamorados pero les cuesta admitirlo. En este tan perfecto mundo la guerra pende de un hilo. A este ritmo de caracol con reuma jamás juntos estarán,pero pronto el destino un giro dará.
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-Lilyaris,¿Cuántas veces tendré que advertirte sobre él?
El rey Ampharos reñía a su hija. De las miles que tenía Lilyaris era la más trabajadora, la más testadura, la más sincera y la más justa. Todas sus hijas tenían virtudes nada comunes, pero Lilyaris era la única que se juntaba con semejante chusma.
Sí, era verdad que sus otras 22 hijas eran unas santas vírgenes o unas muchachas del Moulin Bleu,pero Lilyaris se rebajaba a juntarse con el príncipe de las tinieblas.
Esa escoria era el miedo de todo el mar, bueno, eso pensaba él.No eran como las sirenas. Eran mitad humanos,mitad tiburones. Pero podían transformarse completamente en tiburones, y en ambas situaciones eran un peligro.
Él, era una amenaza. Incluso una de sus hijas, la monja maritíma, había dicho que a pesar de su depredadora cola, era muy atractivo.Era uno de los más fuertes de su raza, pero era tan tosudo que se convertía en una carga para su padre.
-Tienes prohibido volver a salir del castillo, y menos para encontrarte con ese monstruo.
-¡Es mi compañero!
-¿Compañero de qué?-contestó enfadado su padre- Yo mismo los he visto pelear como si fuesen blanco y negro. ¿Por qué sigues con él entonces?
-Ambos no soportamos la tensión aquí, tengo algunas cosas en común con él padre- sonrió Lilyaris-Sé que me entenderás si lo conoces. A veces resulta molesto con su larga cola, pero ellos son tan impresionantes como nosotros.
-¡Son unas algas del fondo del mar!
El silencio reino la sala del Rey. Semejante insulto había soltado.
-Quiero poder estar con él, y que salgamos a explorar sin que nada no los impida...Tú y su padre son una vergüenza para este extenso mar tan hermoso. Deberían amarse y ayudarse los unos a los otros.
Y dándose media vuelta se marchó enfadada a su habitación, siendo seguida de fondo por los gritos de su padre.
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Marleen era una sirena. Ella trabajaba en un puesto de artesanías junto con su hermana y sus padres. Aquel día se lo había tomado libre para atender a su amiga.
-¿No crees que tal vez tu padre tenga razón?
Lilyaris bufó. Era cierto que lo que hacía ella podía considerarse traición,pero le gustaba pensar que algún día las sirenas y los tiburones pudiesen estar juntos.
-¿Cuál es el motivo de esta guerra?- suspiró- Nosotras, las sirenas, somos hermosas y perfectas. Somos amables con todo ser viviente de este extenso mar, y ayudamos al que podemos. Ellos son los depredadores más temidos,pero son personas muy sabias, y sin duda fuertes guerreros. Tienen una cultura muy antigua,¿Sabías?
-Ellos matan a medio océano para cenar Lilyaris.
-Nosotras también matamos animales indefensos, además lo hacen para sobrevivir, e incluso los peces que comen se comen a otros peces, y esos a otros...
-Y esos a las algas, y es un sistema. Ya lo sé. Pero para este mundo perfecto de las sirenas, son tan imperfectos que deberían morir. El muy tonto de nuestro antepasado le robó tierras al primer Rey Tiburón, y allí comenzó la enemistad.- completó Marleen- Pero tú, Lilyaris, eres una princesa, y tu deber aquí es mantenerte fiel al pueblo, o por lo menos al margen.
-¿Cuántos peces inocentes murieron en medio de esta guerra?- se sentía desolada- Lo sé, sé que debo hacerlo.¡Pero quiero conocer otros mundos, otros lugares, otros seres!¡Quiero estar con él!
-Ustedes no pueden casarse ni tener hijos, son de distintas razas-se burló Marleen
-¡No me refería a eso!- exclamó una sonrojada princesa sirena-Él comparte ciertos ideales conmigo.
Marleen suspiró. Su amiga no tenía remedio.
-Tengo una solución pero es muy arriesgada.-le dijo
-Lo que sea.
-No- parecía seria- Quiero que me presentes al príncipe Tiburón.
-¿Por qué?
-Eres mi amiga Lilyaris, no dejaré irte así como si, sin saber si ese tiburón es seguro.
-¡Pero...!
-No encontraran la solución parando esta guerra. Y aún así si lo lograran y fuese un milagro, les tomaría mucho tiempo, y mucho más para que se lleven bien. Él también es un príncipe y está mal visto que ustedes se junten.
Lilyaris jugueteó con su cabello. La única manera que tenían de poder juntarse a recorrer mundos, y lugares era escapando. Pero odiaba la guerra indetenible.
-Está bien.- aceptó- Mañana, cuando la noche oscurezca las aguas, ven a verme.
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Dos sirenas nadaban sigilosamente por las oscuras aguas. Nada se distinguía ya.
-Pronto llegaremos.-le susurró la princesa a su amiga.
Siguieron avanzando hasta llegar a una enorme roca, donde la oscuridad ahora aún más poderosa.Una cueva enorme se distinguía entre las algas.
-Vamos allí...
-Dios mío Lilyaris, allí no veremos nada.
-No te preocupes adentro de la cueva, hay un poco de luz- su amiga la miró sin entender- Pronto veras.
Se adentraron en la cueva. Al llegar al fondo de esta descubrieron unas lámparas que escondían un extraño fuego que iluminaba toda la cueva. No eran tan poderosas como para atravesar la cueva,pero sí como para iluminarla por dentro.
-Es...Increíble
Lilyaris sonrió complacida.
-Sabía que te gustaría.
De repente un golpe fuerte provocó que Marleen se aferrara a su amiga temerosa.Miró hacia atrás y pudo ver como una cola de tiburón se escondía.¿Y si se las comía a ambas?Un tiburón como ese podría claramente matarlas a ambas.
-Lilyaris, estas segura...
Otro golpe fuerte se escuchó. Esta vez había rozado a Marleen.
-¡AH!
-Deja de gritar tonta- le espetó Lilyaris- James sal de una vez y deja de asustar a Marleen.
De una de las rocas de la cueva se asomo la mitad de un cuerpo humano. Marleen lo miró asombrada. Sonreía con picardía, y sus ojos avellana brillaban a la luz del extraño fuego. Parecía encantador con su cabello azabache. Marleen empezaba a atraerle, cuando el príncipe James se mostró entero. Retrocedió asustada al ver a un ser tan grande y extenso, su cola era larga,y sin duda fuerte.
Lily empujó a James regañadolo.
-Eres malo, Marleen te tiene miedo.
James le dedicó una sonrisa a Lilyaris. Marleen palidecía. Al lado de él Lilyaris era un insignificante ser, pero ella parecía no temerle.
-Eres una tonta, siempre llegas tarde.
-¡Tonta será tu abuela!
Y ya comenzaban sus peleas. Marleen sabía que ambos discutían mucho, a veces, según le había dicho Lilyaris,llegaban a los empujones y carreras.
-Bueno,presentame a tu amiga y no seas maleducada.
Lilyaris le dedicó una mirada de odio, y le sacó la lengua. Estiró su mando hacia Marleen ofreciendole acercarse a ambos.
-No voy a comerte- le dijo amablemente- A menos a que te heches un poco de sal...
-¡Tonto!
James se frotaba la cabeza donde Lilyaris lo había golpeado.Marleen rio.
-¿Viste? Me golpeas y yo la hago reir. Qué tonta eres.
Marleen se acerco y estiró su mano al imponente tiburón.
-Soy Marleen, al principio me has dado miedo, pero eres lo suficiente bueno como para dejar que Lilyaris te golpee. Me agradas.
James tomó su mano y se la beso. Observó a Marleen. Su cabello rosado y sus ojos turquesas denotaban su naturaleza sirena. Su cola era de color morado.
-Soy James. Eres bastante distinta a Lily.
-¿Lily?
-¿No le dicen Lily?- James la miró extrañado-Lily-aris-explicó-Para nosotros es muy díficil decir el nombre entero.
Marleen lo miró estupefacto y rió.
-Eso no era un chiste- bufó el príncipe
-¿Estas velas estan hechas por tiburones?
-Sí- afirmó James, mirando a Marleen-Sé que parecemos inútiles, pero uno de nuestros brujos ha logrado crear esta extraña luz.
-Te dije que eran interesante- dijo Lily emocionada- Si supieras los libros interesantes que tienen.
James rio.
-Son cartas de restaurantes.
-Son unos animales- les espetó Marleen- Digamos que hicieron el estudio de razas maritimas más importante,completo y largo de todos los mares y solo para servir postres.
-Sí-afirmó Lilyaris- Pero no todos los sirven.
-Aunque un par de sirenas...
Y otro golpe para James de Lilyaris.
-¿Podrías ser más caballero?Ya sabemos que eres tonto y bruto,pero disimula.
Marleen los miró extrañada mientras discutían. Lily decía que James era bruto y que la lastimaba, a veces volvía con raspones en la cola. Pero James parecía estar haciendo un gran esfuerzo para no golpearlas con su larga cola. Entonces notó algo. Algo por lo que sonreiría toda esa noche y tomaría la decisión de decirle a Lily su idea.
Mientras discutían la sirena y el tiburón, sus colas estaban entrelazadas. Marleen sonrió enternecida. Las sirenas solían hacer eso como un gesto amoroso.Pero lo que más le agradaba, era el hecho de que los tiburones no podían estar mucho tiempo con sus cuerpos quietos;en cambio el príncipe se esforzaba por no lastimar más la cola de la princesa, a la cual la dura piel del tiburón raspaba.Debía costarle mucho estar quieto, era sin duda un tiburón especial.
-¡Ya cállense tontos!Y cuéntenme que piensan hacer.
Los tres sonrieron, mientras unos ojos rojos los miraban complacidos.
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Lyliaris comía hambrienta.
-¿Te agradó?
-Sí- afirmó emocionada su amiga- Ahora que lo has mandado a averiguar sobre la bruja que te mencione, te diré mi idea.
-Te escucho.
-Esta bruja es muy díficil de encontrar, pero sé que los tiburones la conocen- explicó- Puede cumplir cualquier deseo,pero a cambio de un alto precio.Tal vez si le explican su idea, y al ser dos, el precio se reduzca. Dicen que es una bruja extraña.
Lilyaris suspiró mientras terminaba de comer su último pedazo de Slugath y observaba como Marleen curaba los brutos raspones del tiburón. Esperaba que él encontrara el camino para ir a verla.
Miró a Marleen agradecida. Ya hacía treinta minutos que se habían marchado, pero ya extrañaba al gracioso tiburón.
-Ojala la bruja de ojos rojos pueda ayudarnos.
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Espero les guste, sé que pronto estará el próximo. A los tantos reviews actualizo.
Capítulo 2:El príncipe Tiburón
Estos tres primeros capítulos no serán muy largos, pero de eso se trata. De todas formas serán muy importantes.
Lamister
M.O.M
M.L.L
M.L.M
M.O.S