LA VIDA MODERNA ES... BASURA

.-.-Lothluin-.-.

Aunque todos se nieguen a aceptarlo, la Cuarta Edad para los elfos es todo menos emocionante. Lo he notado desde que, pasada una serie de incidentes que no quiero recordar, me compré un piso en Tirion (si, un piso; a esto nos ha orillado la explosión demográfica.). Tengo por vecinos a una pareja de simpáticos sindar y a un noldo loco que pasa el día (y a veces también la noche) tocando el cello como un poseído.

Por lo menos desde mi ventana se ve el mar (perdón pero lo teleri no se me quitará nunca.)¡y que menos que ver el mar después de que el piso me costara lo mismo que todas las perlas que recogí en un año! Malditos noldor capitalistas... Y debajo del elegante edificio hay un lindo jardín donde la gente suele pasar el rato, claro, para chismear. Y vaya que yo les doy de que hablar, porque nadie ve con buenos ojos a una elfa de la Primera Edad que siga soltera.

Precisamente estoy esta mañana en el dichoso jardín dejando pasar horas muertas mientras veo a una elfa controlar a su insoportable chiquillo.

"Buenas mañanas tenga, Dama Lothluin." – giro la cabeza para encontrar a un respetable elfo que lleva la respetable insignia del 'Comisionado de Limpia en Tirion'. – "Por fin la encuentro. Subí a vuestro piso pero no estabais allí."

"Pues no me he escondido muy bien ¿eh?" – digo para encubrir que en realidad si me estaba escondiendo de él, pero no he sido muy lista, y claro... Para provocarle una risa que sabe esconder muy bien como el respetable elfo que es.

"Dama Lothluin... (Aquí serviré, amables lectores, de traductora del protocolar lenguaje noldor) sabe usted que si Tirion tiene fama de cosmopolitismo se debe a su riqueza de razas (y a los noldor, que con lo buenos que somos, toleramos a todos) pero esto nos obliga a poner cierta clase de normas (que con lo aburridos que estamos ya no sabemos ni qué inventar) para el buen funcionamiento de esta tan bella (tan bella y noldo) ciudad"

"¿Y eso qué tiene que ver conmigo?" le pregunto sonriendo

"En los últimos días varios nobles ciudadanos (noldor) han tenido algunas molestias respecto a la propaganda de su nuevo negocio y han puesto quejas (vinieron a hacernos un berrinche al Ayuntamiento)"

"¿No se contaba alguna tal Elennare entre esos ciudadanos?"

"Usted sabe que la identidad de las quejas es confidencial (o Ello me arrancaría la cabeza)"

"Yo no veo cual sea el problema..."

"Dama Lothluin(no se haga tonta), arroja miles de hojas desde la torre màs alta de Tirion en tiempo de ventisca para que se esparzan por toda la ciudad (¡y espera que nosotros, tan refinados, no nos enfademos!)"

"No me diga que no fue buena estrategia de mercadotecnia ¿O no está usted harto también de esos bares de champañas noldo que no lo dejan ir a uno en sandalias?"

El comisionado se aclaró la garganta en un gesto que podremos interpretar como:

Que él también odia esos lugares pero para ser políticamente correcto no lo debe admitir o...

Que debería considerar dejar de andar siempre en chanclas (creo que esta opción es más posible ya que me ha mirado muy mal los pies).

"El asunto que he de comunicarte, Dama, es que las molestias han sido muy grandes (cuentan las leyendas urbanas que uno de los famosos papelitos se fue a embarrar en las narices de Galadriel y que algunos más le taparon las tuberías a Amarië) por tanto el Ayuntamiento se ve obligado a aplicarle una sanción"

"¿Sanción¿Por unos cuantos papelitos? Además todo el mundo quedó encantado; no paran de preguntarnos que cuando inauguramos - Esto ha sido culpa de Lindórië, que yo insistí en que nos pusiéramos las máscaras y fuéramos vestidas de negro pero no, "claro que no, si no pasa nada, si aquí nadie se entera de nada!"

"Va a tener antecedentes en su expediente por disturbios y alteraciones del orden público."

"Es que tanto ocio les ha convertido a todos en unos exagerados..." – digo molesta – "Pues póngame la sanción y ya está, con que no nos impida abrir el Bar..." – me levanto del banco.

"De momento no será así, Dama... por cierto¿dónde se encontrará ese bar suyo?"

Suelto una sonora carcajada : - "¿No que Tirion se ahogaba en propaganda?... A unas calles de aquí. En el número 13 de la Avenida Principal" – digo sonriente y emprendo mi camino hacia el lugar para ayudar a Lindórië con los preparativos de la inauguración.

Llegando al #13 de la Av. Principal me encuentro con Elladan que esmeradamente serrucha una viga.

"¡Pero que haces¡¡Tu también estás atentando contra el lugar como los del ayuntamiento!"

El medio-elfo voltea sonriente : - "Primero tengo que abrirla para luego reforzarla... ¿Has tenido problemas con los del ayuntamiento?" – me pregunta con expresión sorprendida.

"Claro, quien no es noldo y no es hijo de Elrond se las ve un poco más complicadas..." – le respondo y luego añado – "El Comisionado de Limpia me hizo una visita hoy y me puso una sanción por lo de la propaganda."

Elladan suelta una carcajada : - "Seguro que fue por lo de mi abuela... Salía a su paseo matinal, majestuosa como siempre, cuando una hoja azul húmeda de rodar por las calles se le estampó en la cara." – se saca un papel del bolsillo y me lo tiende – "Un papel como este."

Como no. Se me hacen bien conocidos... En él se puede leer :

"EL PRIMER BAR MULTIRRACIAL EN TIRION"

Con gran variedad de cervezas, vinos e hidromieles en ambiente bohemio y agradable. Espéranos en el #13 de la Avenida Principal."

"Gran idea de soltar los mentados papelitos cuando hace más viento." – me dice Elladan negando con la cabeza.

"Claro, estrategia de mercado..." – le digo y le guiño un ojo – "Por cierto ¿dónde se ha metido Lindórië? Hay mucho trabajo que hacer todavía."

"Está en la trastienda con Elrohir, desempacando cervezas."

"Claro... ¡desempacando cervezas! Es lo que hace con Elrohir en la trastienda!"

.-.-Lindórië-.-.

¡Pero que les pasa a estos noldor¡¡Pedimos 20 cajas de cerveza y nos traen 50! Al final va a tener razón Lothluin y no van a ser más que un atajo de capitalistas que sólo piensan en su propio negocio...

Y aquí estoy yo sola, con 50 pesadas cajas para entrar en la trastienda... Bufo y contemplo mi reflejo en el cristal de una de las ventanas. ¡Un momento¿Qué es esto de al lado del párpado? Me acerco más para verlo de cerca.

Lo sabía... Sabía que esto pasaría algún día... ¡Es una arruga! A 16 días de cumplir mis 20 siglos me ha salido mi primera arruga... Que vieja estoy... Espero que Galadriel no esté muy enfadada con lo del papelito de la propaganda y quiera venderme una de sus famosos preparados antiarrugas...

"Estas vigas no me gustan un pelo..."

Volteo para quedar cara a cara con Elladan y Elrohir. El primero se mira las vigas de nuestro local como si fueran la cosa más interesante del mundo. Elrohir (que mono él) me mira a mi, sonriente.

"¿Cómo dices?" – pregunto a Elladan, intentando centrarme y apartar la mirada de su gemelo.

"¿Quién os ha hecho estas vigas?"

"Pues... Luin, el elfo con más experiencia en construcción que encontramos en Tirion... ¿por qué?"

"Porque deben reforzarse. Así te aguantaran un año... Dos tal vez. Pero dentro de tres años todo se vendrá abajo." – me contesta Elladan como si fuera un experto.

Alzo las cejas, incrédula.

"¿Y desde cuando eres tu un experto?"

"Perdona, pero estás hablando con un ingeniero superior en estructuras." – Elladan hincha pecho. Eru... Lo que hace el aburrimiento. ¿Realmente se ha apuntado a uno de los cursillos por correspondencia de Gandalf?

"Esta bien, haz lo que quieras con las vigas." – suspiro. Le conozco, y si no cedo me estará cada día dando la lata. – "De mientras yo voy a entrar estas cervezas."

"¿Quieres que te eche una mano?" – se ofrece Elrohir.

"¡Claro!" – respondo. Pero quizás lo hago con demasiado entusiasmo...

Cargo con un par de cajas, mientras Elrohir, para no ser menos, carga con tres y me sigue a la trastienda. Al descargar mis cajas en el suelo, me clavo una pequeña astilla de madera en el dedo. Suelto un par de maldiciones y casi automáticamente me llevo el dedo a la boca.

"¿Qué ocurre?" – pregunta el elfo.

"Me he clavado una astilla." – respondo al tiempo que coloco el dedo delante de mis ojos y fijo la mirada para ver donde está la maldita. La localizó y hago presión con otros dos dedos para que salga. Pero parece que no le apetece – "No puedo sacarla" – refunfuño.

"Déjame ver."

Elrohir se acerca y me toma la mano para examinarme el dedo. Eru... Estos subidones de hormonas de buena mañana no pueden ser buenos... Por desgracia este es el momento que eligen Lothluin y Elladan para entrar en la trastienda. Les dirijo una mirada que dice claramente 'podría mataros por esto'.

"Vaya, curiosa manera de desempacar cervezas." – comenta Lothluin con una sonrisa sarcástica pintada en el rostro. Maldita teleri entrometida y altamente inoportuna...

"Me he clavado una astilla en el dedo y Elrohir me estaba ayudando a sacarla." – explico, liberando mi mano de las de él y notando como me arden las mejillas.

"Ya... Pero si te quiere sacar algo más tampoco vas a hacerle ascos ¿verdad?"

Eru... ¡Quiero meterme debajo de una piedra y desaparecer! Cuando pille a Loth se va a enterar... Juro que de esta se acuerda! Para disimular, salgo precipitadamente fuera, fingiendo que voy a por más cajas de cerveza, mientras mi mente se acelera pensando en venganza

.-.-Legolas-.-.

Tengo que reordenar mi vida y poner en orden mis prioridades... Y ahora mismo mi máxima prioridad es independizarme de Gimli (Eru, que mal suena dicho así). Este enano está haciendo cosas muy raras últimamente... Para empezar ronca como diez trolls juntos. Luego también habla en sueños, y no, no os creáis que se contenta con decir lo típico que dice todo el mundo de 'Cinco minutitos más mami...', no, me tenía que salir un enano con la mente pervertida por vete a saber que cuentos de la mitología de los enanos, que se pasa la noche murmurando cosas acerca de Galadriel que tendrían que ser censuradas hasta a los elfos menores de cinco siglos...

Y la gota que colma el vaso (y no menos importante por enumerarla en último lugar)... ¡me ha llenado la habitación de porquerías suyas!

"Gimli..." – digo intentando armarme de paciencia, viendo como está sentado en el comedor, sin hacer nada más que fumar de su pipa – "¿Por qué no aprovechas para ordenar un poco y sacar 'tus' cosas de 'mi' habitación?" – bueno... tal vez no me haya armado de la suficiente paciencia y haya sonado un tanto exasperado.

El enano murmura algo en voz muy baja de lo que sólo llego a entender 'elfos de las narices, obsesionados con el orden y afeminados'... ¿debería tomármelo mal?

"¿Pero vas a ordenarlo o no?"

"No podías salir desordenado y despreocupado como los elfos modernos de hoy en día?"

"Lamento mucho no ser moderno, pero..."

"No es que no seas moderno Legolas, es que estás pasado de moda... Muy visto. A eso me refiero. Debes dejar paso a las nuevas generaciones."

"No digas chorradas Gimli." – frunzo el ceño y me cruzo de brazos – "Quiero todo esto limpio YA"

Y me voy. No sé a donde pero cualquier sitio mejor que en compañía de este enano que consigue hacerme poner de los nervios. ¿Qué estoy muy visto¡Ja! Seguro que salgo a la calle y un par o tres de elfas me paran para hablarme, sonreírme y coquetear. ¡Se va a enterar Gimli de quien es Legolas!

.-.-Eärmereth-.-.

Estas elfas están piradas, lo digo muy en serio. ¿Pues no han decidido abrir un bar? Desde luego lo que hace el aburrimiento. Y sino que me lo digan a mi que he acabado abriendo una tienda de ropa hippy silvana.

"Perdone…"

Me doy la vuelta con una sonrisa (completamente falsa) y veo a una joven noldor agarrando una de mis camisas como si fuera un trapo. ¡Pero es que esa niñata no sabe lo que cuesta que no se arruguen!

"¿En que puedo ayudarte?"

"¿La tienes en otro color?"

Oh.Oh ya se de que va esto. Últimamente se ha puesto de moda entre las noldor más jóvenes intentar parecer silvanas. No se porque…..será por fastidiar porque les queda tan mal como a un trol un lazo, pero a mi me da lo mismo, el negocio es el negocio.

"Si claro"- respondo sonriendo. Como siga así me van a doler las mandíbulas…- "Sígame"

Dos horas después de aguantar a la niñata y a tres de sus amigas que se han unido he vendido ¡Una falda!. Los noldor me atacan los nervios…¿Y ahora a quien le toca colocar todas esas camisas que han desordenado¡A mi!

Lo único que espero es que hoy no venga Galadriel, esa mujer siempre intentando ir a la moda…debería vestirse con respecto a su edad. Aunque quizás no debería pensar eso que es mi mejor clienta… ¡pero es que me revuelve la tienda entera probándose todo!.

¿Y para que! Si las dos sabemos que solo compra ropa de color blanco. Lo hace para fastidiar que lo se yo, que a mi me ha cogido manía desde que me vio de borrachera con su nieto. ¡Yo no tengo la culpa de que se emborrachara y me tocara a mí llevarle a casa!

Y hablando de nietos… ¿No es ese Elladan¿De donde viene? No lo se, pero ¡Viene hacia aquí! Vale, a ver, tranquilidad…intenta aparentar calma. Que no se note que te apetece verle… ¡Pero que balrogs ni que niño muerto! Si sabe que me encanta que me venga a distraer de las noldor pijas estas…

"Aiya Elladan"-digo sonriendo por una vez de forma sincera.

"Buenas Mer"-contesta sonriendo y apoyándose en el mostrador

Pero que manía tiene el personal de mutilar mi nombre en serio…

"¿Cuántas veces te he dicho que mi nombre es Eärmereth?"-suspiro- "Tu hermano lo recuerda…"

"Pero es que yo no soy mi hermano…"-dice acercándose a mi.

Yo me aparto y carraspeo un poco. Ag, como le odio siempre me hace lo mismo. Vale, si, no le odio, pienso que esta buenísimo y además es simpático. Pensé que después de conocerle algunos siglos se me habría pasado pero se ve que no…y no hay manera de ser algo más que amigos.

"No sé para que insisto"

"Si en el fondo te gusta que te llame Mer."-Elladan me saca la lengua haciendo que sonría.

"Vale, si, me has pillado. Pero solo porque eres tu."-digo dándole un golpecito en el pecho- "¿Qué has estado haciendo hoy Dan?"

"Ayudando a Lindorië y Lothluin con el bar"

"Ohhh… ¿Y cuando abren?"-pregunto entusiasmada. Joer conozco a las dueñas, supongo que me harán algún descuentillo de vez en cuando y además estaba harta de los bares noldor.

"Pronto. ¿Por qué¿Quieres ir a la inauguración?"

Le lanzo una mirada que dice claramente ¿Tu que crees? El elfo se ríe. Vaya, no sabia yo que era tan divertida…

"Vale, cuando sepa algo te aviso y nos tomamos algo allí"

"Más te vale"- le digo guiñándole un ojo.

Un rato más tarde Elladan se va y me deja a mí colocando la tienda. Sabia que tenia que haberle liado para que me ayudara, pero cuando estoy con el, se me va el santo al cielo.

"Perdone"

Ale, otra vez a aguantar niñatas noldor…

.-.-Legolas-.-.

¡Ni una¿Os lo podéis creer? Ni una elfa me ha detenido para comentar que buen día hace hoy, ni que bien me sienta la ropa que he elegido esta mañana, ni como brilla mi pelo con el sol... ¡Nada! Esto es el fin... El fin de Leg...

"Disculpe..."

Oh! Voz femenina! Me giro con una radiante sonrisa. Vaya... Es un poquillo joven, casi más del estilo de Glorfindel que del mío... ¡Pero que balrogs¡Es una elfa!

"Perdone señor... Pero lleva los cordones de la bota desabrochados. Se va a caer. Debería atárselos. ¡Adiós!"

Creo que después de esto mi mandíbula toca al suelo de la boca abierta que se me ha quedado. Y lo más fuerte del asunto no es lo de los cordones... Si no que me ha llamado señor! Esto es asunto de crisis... ¿Y si Gimli tiene razón y...? NO, NO, NO! Seguro que no es más que pura coincidencia.

Oh mira, ahí está Lindórië, barriendo la calle delante de la puerta del bar que va a inaugurar junto a Lothluin. Ella estaba coladita por mi hace algunos siglos... Seguro que algo se le ha quedado y puede ayudarme en mi crisis.

"¡Buenos días Legolas!" – me saluda con una amplia sonrisa.

¿Qué os he dicho? Esto es que se alegra de verme. Vamos a ir al grano porque no tengo tiempo que perder.

"Hola Lin." – sonrío yo brevemente – "Oye¿Puedo preguntarte algo?"

"Pues claro."

"Cuando tu me espiabas desde lo alto de ese árbol, cuando vivíamos en Bosqueverde... ¿Qué era lo que te atraía de mi?"

"Bueno..." – ella se lleva un dedo a los labios y parece meditarlo – "No sé... Era pequeña, así que el echo de que fueras príncipe debió influir mucho. Me podía pasar horas embobada mirando como acertabas con tooooodas las flechas que tirabas, cuando entrenabas ahí en el bosque..."

JA! La he pillado. Mi puntería con el arco y el ser príncipe son cosas que no he perdido. Y se lo digo.

"Si, tal vez. Pero creo que el problema es que te tengo muy visto... Ya sabes..." – me guiña un ojo, pero yo ni la veo ya.

¡Muy visto¡¡Me tiene muy visto! Gimli tenía razón... He pasado a la historia... Esto es mi fin... Estoy acabado. No soy moderno, estoy muy visto y ya todo el mundo se ha cansado de mi. Con la cabeza baja me alejo. Pero todavía alcanzo a escuchar como Lothluin que acaba de salir del bar, le pregunta a Lindórië : - "¿Ese no era Legolas¿Qué le pasa?"

"Pues no sé... Creo que hoy se ha despertado algo neurótico..."

Uh, genial... Y encima neurótico. ¿Qué más puedo pedir?

.-.-Lothluin-.-.

Pues sí, que se ha llegado el día. Esta semana me he encargado de que todo Tirion se entere de que abrimos un bar (para bien o para mal)... nadie me negará que les pica la curiosidad. Y estoy orgullosa de que mi campaña de propaganda haya funcionado... no me refiero solo a los mentados papelitos, sino a mi especial facilidad por enemistarme con la gente; que si, que todos mis archienemigos no se aguantarán la tentación de ir a pasarse por el bar a escupirme los ojos y claro, para compensar la pérdida de saliva seguro que se toman una cerveza. Este negocio de hacerse enemigos (ultimadamente en estos tiempos todo es negocio) es muy lucrativo.

Miro el mar repleto de barquitos; unos pescan, otros simplemente pasean (la gran mayoría)... y yo desde aquí trato de captar el movimiento y la claridad del gran mar con un trozo de carbón y un papel de algodón. Lo bueno es que el bar me dará para comprar unos buenos pigmentos y ponerme a trabajar. Me siento perezosa, los miles de años por fin empiezan a pesarme y la verdad es que más me pesa que todos me miren raro por que nunca me casé y ni siquiera tuve un amorío comentado. Y si no fuera suficiente con que lo comenten en el mercado mis propios amigos se encargan de que lo tenga presente siempre.

Glorfindel parece especialmente preocupado por mi situación y no se cansa de decirle Lindorië lo bien que me vendría un novio. Pero creo que ya hasta perdí esa capacidad... yo no sé por que no les preocupaba cuando era una teleri casadera y linda (que fea no me siento, vamos, aunque por ese entonces igual que ahora el pelo corto me hacía lucir como una friki... ahora parece no importar) cuando en los puertos de la antaño perdida Beleriand los elfos me respondían solo con indiferencia (si, soy una rencorosa y lo de Glorfindel no se me olvidará nunca... pero ese no es el punto ahora).

Por fin dejo descansar a mi improductiva mano y decido que es hora de mirar el armario para ver qué ponerme esta noche. La gran noche.

¿Pero cómo diablos llegó esto a mi armario?... en lo que estaría pensando mi madre cuando me regaló este modelito amarillo, repleto de moños y capaz de causar un coma diabético si se mira fijamente más de 5 minutos...

Vaya... como se nota que hace tiempo que no miraba esto a fondo... siempre con los mismos vestidos de gasa hippies que ya se están desgarrando de abajo; no me había dado cuenta de lo feos que se veían...así colgados parecen los vendajes de una momia...¡ Pero si yo tenía buen gusto¡¿Cómo me he descuidado así¿Cómo me he permitido terminar siendo la elfa más desaliñada de Tirion!

Tomo las llaves y sin verme en el espejo una vez más salgo corriendo para la tienda de Mereth... hace poco miré un modelito que no estaba nada mal...¡Y LO NECESITO!

¡Si, las llaves, el bolso! Tendré que correr...

(Lothluin¿Te faltaba pasar más verguenzas este día? Pues aquí tienes la cereza del pastel) Me he dado tremendo golpe... solo he visto un montón de hojas volar por los aires y...

-¡Oh, por Eru, cuánto lo siento!- Le he tenido que tirar todas las partituras a mi vecino el noldo siniestro... su mirada violeta me saca un escalofrío

-No te preocupes- dice tranquilamente, como si le hubiera pasado ya cinco veces en el día. Lo ayudo a recoger sus cosas con la mejor de mis sonrisas y para ganarme un cliente (aunque la verdad es que el elfo tiene una pinta de raro que...) le suelto un

-Para enmendar el daño ¿por qué no te pasas por mi bar esta noche? Es la inauguración, yo invito- claro, yo invito por que si es medio vicioso, que ultimamente todos lo somos, se quedará ahí más de lo que le dura una copa

El elfo me mira detenidamente lo cual en realidad me está poniendo más nerviosa de lo que ya estoy...

-Tengo que ensayar...- dice secamente- Pero tal vez pueda pasar un rato; soy Irimar-

dice tendiéndome la mano con una formalidad casi ridícula, que ni en Doriath de la primera edad

-Lothluin. Nos vemos entonces, tenna rato!-

¡Tonta tonta tonta. Y ni siquiera eres joven para tener esa excusa!

.-.-Eärmereth-.-.

Veo entrar a Loth como si la persiguiera el mismísimo Morgoth y no puedo evitar levantar las cejas. ¿Qué mosca le ha picado? Si hay alguien en Tirion que tiene alergia a comprar ropa esa es Lothluin.

"Mereth!"-se apoya sobre el mostrador con cara desesperada-"¿Aun tienes el modelito ese que estuve mirando?"

Ahora si que levanto las cejas. Deben haber desaparecido ya entre mi pelo.

"Loth...de eso debe hacer un par de meses"-respondo suavemente viendo como la teleri se desespera aun mas- "No se si aun quedara alguno"

"Pues búscamelo!"- me agarra desesperada de la camisa-" Necesito ropa nueva para la inauguración del bar!"

Me quito con cuidado las manos de Lothluin. Lo del bar la ha puesto neurótica por lo que se ve...Aunque bueno también es verdad que no le vendría mal algo de ropa nueva.

"Vale tu quédate aquí y relájate."-la respondo suavemente- "Voy a ver si queda alguno en el almacén y sino revolveremos todo hasta encontrar algo."

La di unas palmaditas en la mano para tranquilizarla

"Tranquila que de aquí no te vas sin modelito nuevo..."

Más de dos horas después y tras revolver media tienda y casi todo el almacén, encontré algo que convenció a Loth. En serio para ser una elfa que nunca compra ropa es de lo más quisquillosa. Yo creo que ni Galadriel me vuelve tan loca...

"Ale aquí tienes"-digo suspirando- "Y la próxima vez, hazme el favor y compra con un poco más de tiempo. Que agobio-"

"Gracias Mereth, eres un cielo."-sonríe la teleri, abrazando la bolsa como si le fuera la vida en ello. Y en cierta forma es cierto porque si tengo que volver a pasar hoy por esto la mato.- "Te debo una"

Agito una mano restándole importancia.

"Con que me invites a un par de cervezas esta noche me conformo."

Con eso se va contenta con su compra a arreglarse para la inauguración mientras yo me quedo en medio de la tienda como si fuera una superviviente de la destrucción de Beleriand.

"Mierda"-murmuro- "Con todo lo que me va a costar recoger esto, ya podía haberle dicho que me invitara a algo más. Habrá que recurrir al plan B"

Me acerco al mostrador y agarro el teléfono.

"¿Daaaaaan?"-digo poniendo voz dulce y a la vez desesperada (porque se perfectamente que si intento ser inocente no va a colar)- "¿Estas muy ocupado ahora? Es que necesito un favor..."

.-.-Lindórië-.-.

Vaya... A lo mejor me he tomado esto de la inauguración demasiado a la ligera... ¿Como debería interpretar el echo de que Loth se haya ido a comprar ropa para la ocasión? Ella que tiene alergía a las tiendas. Ella que le estuvo una semana entera calentando la cabeza a Mereth para que abriera cualquier otro negocio que se le pudiera ocurrir menos una tienda de ropa... Me miro en el espejo que está detrás del mostrador. Uh... Como poco debería haberme pasado por esa peluquería que ha abierto esa elfa que según dicen estuvo liada con el hermano del primo segundo del mejor amigo de Glorfindel, el cual ha hecho el gran acto de caridad de ser la imagen pública de dicha peluquería (lo que se tiene que inventar Glorfindel para ligar con las pobres ilusas noldor jovencitas que pululan por Tirion...). Y hablando de Glorfindel, miralo, ahí entra. No sé como su ego ha podido entrar por la puerta. Para mi gusto, se lo tiene un poco demasiado creído.

"Buenas noches, preciosas." – dice apoyandose en la barra, con lo que intenta ser un gesto sensual. Yo pongo los ojos en blanco y me abstengo de responderle.

Loth carraspea un poco antes de hacerlo : - "Creo que te has equivocado de lado. Las elfas que te gustan a ti están justo al otro lado de la calle."

Jo. Eso si ha sido un golpe bajo. Me río entre dientes mientras contemplo los columpios que están en el parque de en frente del bar. Cierto que Glorfindel tiene tendencía a encapricharse por elfas un poco... ejem... Cortas de edad pero... Ohh... OH! A no ser que Loth aún no haya superado... Nah, olvidemoslo. Eso es una tontería. ¿Quien en su sano juicio seguiría enamorada de un egolatra, que nunca ha demostrado el más mínimo interés por ella, y que además se pasa el día flirteando con elfitas?

"Sin duda me he equivocado de lado. No quería ir para nada con viejas solteronas gruñonas." – dice Glorfindel con una sonrisa de escaparate. El noldo me mira unos instantes, y cuando ve que yo estoy 'jugando casualmente' con un cuchillito de los de cortar jamón se apresura a añadir – "No va por ti, Lin, por supuesto."

En ese momento para salvar la situación (o no), llega Legolas. Trae peor cara que antes cuando lo he visto.

"Ey Leggy ¿que tal?" – le digo. Sé que el mote siempre le arranca una sonrisa. Por eso, cuando me mira con cara de muerto viviente me empiezo a preocupar – "¿Estás bien?"

Legolas niega muy lentamente con la cabeza : - "Estoy acabado Lin... Ya no soy nadie."

"Ehh..." – alzo las cejas mirandole. ¿Le habrán sentado mal los humos de la pipa de Gimli?

"¿Me pones un whisky?" – me pide – "Doble."

Cualquiera le dice que no... Se lo sirvo y se va a una mesa de un rincón. Cuando todavía no he salido de mi sorpresa llegan Mereth, Elladan y Elrohir.

"¿Como va la cosa?" – me pregunta Mer con una sonrisa de oreja a oreja. Anda que no. Como para no sonreír con lo bien acompañada que me ha llegado.

"Bien, bien. Entretenida la cosa. Pederastas egolatras en esa mesa de ahí." – digo mientras señalo a Glorfindel – "Elfos con trastorno de personalidad en esa otra." – y señalo a Legolas – "¿Que será lo próximo?"

"Vigoréxicos a las tres en punto." – apunta Elrohir con una sonrisa, señalando hacía donde está Haldir con sus socios. Porque si, al final se ha salido con la suya y ha montado el maldito gimnasio de fitness.

Nada, sin duda esto de tener un bar va a ser todo menos aburrido...


Bueno niñas esta es la primera y risible entrega de una tríada de elfas atrapadas en el mundo globalizado y postmoderno de La Cuarta Edad jejejeje... que los edain se hagan bolas mientras los elfos sufren las bondades de la sobrepoblación, el ocio y las depresiones introspectivas que causa el pensar demasiado (no más orcos que matar, no más guerras, no más héroes de leyenda... UU)

Así que ahí tienen a los elfos de leyenda sufriendo como un ente globalizado corriente con la crisis de la edad adulta y el consumismo jajajaa... en fin, este es un fic colectivo (Lindorië pertenece a Nariko y Mereth a Alba... Lothluin, obviamente es una extensión de mi retorcida personalidad donde desahogo mis frustraciones) aunque esté a mi nombre y espero que esto les guste y se diviertan tanto leyéndolo como nosotras escribiéndolo

Tenna Rato!

Mariadita la teleri neuras