-Horohoro-

Si en alguna ocasión se han encontrado en la sala de un hospital esperando a saber qué es lo que les pasa, supongo que comprenderán bien lo que yo siento en este momento. La semana pasada me dejé convencer por mi querida asistente de acudir a un doctor. El hombre después de escuchar mis dolencias me sometió a una serie de estudios que ni siquiera sabía que existían… incluso pidieron mi orina… ¡ORINA!... ¿pueden creerlo?. De cualquier forma ahora sólo espero que el médico interprete mis resultados.

"pase por favor" me dice la enfermera inmediatamente al salir del consultorio. Me levanto con pesar, como un acusado a punto de ser juzgado, siento mis entrañas retorcerse ante la posibilidad de lo que el hombre pueda decirme.

"buen día" saludo al hombre sentado detrás de un escritorio, mas por llamar su atención que por cortesía, lee los papeles en su mano con una mirada que me hace que la sensación en mi estomago empeore.

"buen día" responde mirándome de arriba abajo "señorita podría dejarnos solos" le pide cortésmente a la enfermera, la cual sólo asiente con la cabeza y sale sin decir más, lo que crea una atmosfera de silencio muy pesada mientras los ojos del hombre se fijan en mi como si buscaran algo en mi rostro… "disculpe si soy rudo con la pregunta pero…" duda en continuar pero lo hace "joven Horohoro… ¿Qué clase de vida ha llevado?"

"¿disculpe?" no sé si he entendido bien pero él continua en silencio "pues soy dueño de una florería, a eso me he dedicado casi toda mi vida" al menos desde que soy humano "trato de dormir antes de las 10, no hago mucho ejercicio, procuro limpiar mi casa los domingos y…" ¿Qué quiere que le diga? No le puede decir mi pasado no me creería y dudo mucho que influya en lo que me pasa ahora.

"¿eso es todo?" pregunta como si no me creyera… pienso un poco mas… no sé que mas podría decirle… a menos que… siento mis mejillas enrojecerse ante mi pensamiento.

"mi pareja es de mi mismo sexo… si a eso se refiere" contesto como lo único que se me ocurre que podría ser importante, pero sólo recibo un suspiro de parte del doctor.

"Horohoro, necesito que sea honesto conmigo" lo oigo hablarme como lo hacen los maestros a sus alumnos en las novelas que en ocasiones veo… ok, lo acepto, las veo casi siempre que puedo "sé que no es farmacodependiente porque sus análisis están limpios, pero debe haber algo más…"

"¿Por qué habría de haber algo más?" le interrumpo arto de no entender que pasa… una vez más el hombre suspira bajando la cabeza observando los papeles sobre su escritorio, lo que creo son mis resultados.

"sus resultados son totalmente increíbles ¿sabe?" yo sólo atino a mover mi cabeza negativamente "sus huesos están descalcificados, tanto que deberían haberse quebrado… su niveles de triglicéridos y colesterol están tan altos que me sorprende que no le haya dado un infarto, además usted es hipertenso y…" antes de que pueda continuar lo detengo

"¿Qué… ¿Qué significa todo eso?... es que no entiendo…" trató de que me hable más claramente

Su mirada me da miedo parece como si me tuviera lastima… suspira nuevamente y con voz triste me aclara todo.

"es sólo que todo su organismo parece pertenecerle a un anciano" ¿Qué? "lo peor es que en realidad su organismo esta tan degenerado que no entiendo como su único síntoma ha sido los dolores en el pecho, que muy probablemente fueron amenazas de un infarto… pero eso es normal… en una persona de 80 años no es una persona en sus veinte y…"

¿Qué más dijo?... no lo sé, no lo recuerdo o tal vez ya no le escuche… bueno al final de la visita al médico él ha ofrecido el quedarme en el hospital para realizarme más estudios… pero ¿para qué?... si le dijera que la realidad es que si tengo en promedio esa edad… dudo que lo entienda.

Camino sin rumbo sé que debería ir a casa o Ren saldrá a buscarme, pero la verdad es que no quiero enfrentarlo en estos momentos, no quiero ver a nadie… es que simplemente no lo entiendo, sé bien que soy humano y que tengo las mismas necesidades que ellos pero… es que simplemente no envejecí me veo exactamente igual que él día en que me volví humano… ¿por qué todo envejeció menos mi apariencia?... y entonces ¿qué va a pasar conmigo?...

Me siento tan vulnerable, tan débil, y tan lleno de preguntas… tal como un humano… creo que nunca me había sentido tan humano como hoy… y Ren, por dios que le voy a decir, ha estado preguntado y la verdad es que no sé qué le voy a decir… si sólo pudiera contestar alguna pregunta… si… creo que tengo una idea.

Camino rápidamente, o al menos lo más veloz que puedo sin que sienta la opresión en mi pecho, me dirijo al lugar más espiritual que conozco, el lugar donde sin importar el sexo, la religión y todas las cosas que definen a un persona, todos los hombre son iguales.

Por suerte los cementerios abren todos los días, me adentro un poco al lugar, no busco ninguna tumba en especial, sólo un lugar donde no me encuentre con alguien más, lo que es fácil pues en realidad no hay mucha gente visitando en estos días. Por fin encuentro un lugar vacio justo debajo de un viejo roble que intenta darle más vida al lugar, que para mala suerte sólo lo hace más tétrico.

"Kororo" lo llamó, sé bien que está cerca, siempre lo está, no lo he vuelto a ver desde hace tantos años, pero puedo sentirlo, siempre puedo sentirlo, supongo que él me extraña tanto como yo a él.

En los viejos días el permanecía todo el tiempo a mi lado, supongo que fue una costumbre difícil de romper. Kororo era el mensajero que Anna usaba para contactarme, pero para mí era mi mejor amigo, siempre conmigo. Cuando me volví humano, aun podía sentirlo, y sabía que estaba ahí, pero nunca le pedí que se materializara, pues un espíritu de tan bajo rango y tan débil no tenía permitido el materializarse, sería un peligro para él mismo, y no puedo arriesgarlo.

"Kororo sé que estas ahí" sólo esta vez… te juró que sólo esta vez te lo pediré… te necesito una vez más "por favor amiguito… te necesito" justo cuando termine de decir eso, la pequeña criatura tomo forma frente a mi… tan lindo como lo recuero, sus ojos enormes que me miran con duda sin hacer un movimiento "hola pequeñín… te he extrañado mucho" y como si oprimiera un interruptor, sus ojos se llenaron de lagrimas y se lanzo a mi pecho con tal fuerza que casi logra que pierda el balance, lo abracé tratando de consolarlo mientras unas lagrima escapaban de mis ojos "en verdad que te he extrañado" sólo son algunos momentos en los que pienso si lo que hice en aquel entonces fue lo correcto… este es uno de ellos pues nunca pensé en lo dependiente que esta pequeña criatura era de mi.

Aprieto un poco más a Kororo, sin lastimarlo, el pobre sigue llorando sin control, al punto que me ha hecho reír por lo absurdo de la situación, en realidad el siempre estuvo cerca, pero por experiencia sé que es muy diferente estar cerca a poder comunicarte hablar y tocar a alguien que quieres.

"Kororo debes controlarte, no tenemos mucho tiempo" digo separándolo de mi mientras lo sostengo en la palma de una mano y con la otra limpio sus lagrimas "¿ya estás bien?" pregunto observando como el mueve la cabeza afirmativamente mientras trata de parar sus lagrimas con sus manitas sobre sus enormes ojos "pequeño… necesito una vez más que vayas con…" no puedo continuar, siento una enorme cantidad de energía que se acerca… hacía años que no tenía esta sensación… y me sorprende que aun la conserve.

Siento un sudor frió recorrer mi nuca, mi cuerpo se ha quedado inmóvil, y mi pensamiento en blanco… estoy asustado… estoy aterrado… sé que alguien se ha materializado detrás de mi… y por la reacción involuntaria de mi cuerpo sé quién es.

"olvídalo… ya está aquí" le sonrió a la pequeña criatura en mi mano, mientras me armo de valor para encarar a la persona detrás de mi… "Anna" saludo sonriendo tratado de disimular mi nerviosismo.

"Kororo sabes que el materializarte es una grave falta al reglamento" da la impresión de que me está ignorando

"no es su culpa, yo fui quien…"

"las reglas son claras y tendrás que ser castigado" me interrumpe sin dejarme acabar mi explicación… sigue ignorándome

"espera ya te dije que no es su culpa yo quería…" siento su mano firme estrellarse contra mi mejilla… la magnitud del golpe ha sido tal que me ha mandado a volar, se que su mano estará marcada ahora mismo en mi mejilla… como en los viejos tiempos. He quedado perplejo y no atino a decir nada… debo decir que en realidad esto no es algo que extrañe.

"y a ti simple humano… ¿quién te ha dado el derecho de llamar una criatura del mundo espiritual?" se le oye enojada… como siempre que se dirigía a mi

"yo… yo…" tartamudeo sin sabe que decir… tal como antes "yo…" por fin tomo valor "quería hablar contigo"

Ellas sólo levanta una ceja en contestación esperando a que continúe.

"sé que no debí haber usado a Kororo pero él estaba cerca y"

"tampoco debería haber estado cerca" dice viendo a Kororo con enojo

"si pero… es sólo que… necesitaba hablar contigo"

"y quien te crees que eres para hablar conmigo… ahora eres un simple humano…"

"ese es el problema… no soy un simple humano… al menos no uno normal" interrumpo tratando de hacer que me escuche "no sé qué me pasa y la verdad es que tengo miedo y…"

"eres humano… es normal" contesta fríamente la rubia

"lo sé…" bajo la cabeza, creo que no sacare ninguna respuesta de ella… bueno, al menos lo intenté.

Escucho un suspiro de resignación "¿Qué quieres saber?" pregunta cansadamente... yo sólo levanto mi cabeza sorprendido "y bien" dice perdiendo la paciencia.

"yo… yo…" ¿Qué quería saber?... de pronto me siento confundida "¿Qué me pasa?" no quería preguntar eso, porque conociéndola sólo me contestara algo como ¿Cómo voy a saberlo? pero no se me ocurrió nada más.

"¿En verdad quieres saberlo?" pregunta ella seriamente, sorprendido de la seriedad que ha tomado, sólo afirmo en silencio. "los humanos tienes un ciclo de vida… cuando te volviste humano de apegaste a todas sus reglas y también a su inevitable destino" Anna me mira seriamente… incluso y no apostaría por ello, pero creo que me mira con cierta ternura

"¿Qué quieres decir?" Anna sabe como soy y sabe que soy algo lento, por lo regular cuando le preguntaba esta misma pregunta después de que me diera una explicación, ella se enojaba y me abofeteaba, pero ahora… ahora parece que no le he molestado, incluso creo que la he puesto triste, acaso la estoy forzando a decir algo que no quiere.

"Horohoro… estas muriendo"

Anna me da miedo... pero la clase de sentimiento que tengo ahora no se compara, ni un poco, estoy… estoy… ni siquiera sé una palabra que describa como me siento.

-Ren-

Es tarde y Horohoro no ha regresado, por lo regular llega a estas horas para comer algo aun cuando después tenga que regresar a su trabajo. Es como una rutina y yo lo espero, si se retrasa salgo a buscarlo aunque por lo regular lo encuentro en el camino, el problema hoy es que, ya he ido hasta la tienda y no esta, Pillica no me dijo donde estaba… argumentó que no sabía y aunque sé que miente no puedo obligarla a decir la verdad… después supuse que tal vez si volvía al departamento él ya estaría aquí pero… tampoco… creo que comienzo a preocuparme.

Salgo al pequeño balcón, tratando de despejarme y pensar donde podría estar Horohoro, el viento en mi cara me ayuda a pensar… una presencia conocida… siento que alguien se acerca, alguien que conozco muy bien… no esperé volver a sentir su presencia, menos aun en el mundo humano.

"no deberías estar aquí" digo al momento que siento al demonio materializarse junto a mí.

"hola a ti también… Ren" su voz tan hermosa como siempre… observo al demonio a mi lado… hermosa como siempre, tan seductora y bella que nadie se imaginaria lo cruel que puede llegar a ser.

"hola, Jun" digo secamente

"pensé que mi hermanito estaría más contento de verme" dice irónicamente

"no pensé que te volvería a ver… ¿Cómo saliste de infierno?" pregunto, no me alarma su presencia… tampoco me preocupa… en un lugar como el que vengo no se puede confiar ni en tu propia familia… pero mi relación con ella es diferente, es la única persona que se podría decir que extrañe del infierno… somos hermanos, y nuestra relación era muy parecida a la de los hermanos humanos.

"de la misma manera que tú" responde con simpleza acercándose un poco a mi

"Hao"

"exacto" sonríe inocentemente "quién diría, ese chico es poderoso entra y sale del infierno como si fuera sólo un paseo"

"no debes confiar en él"

"me dijo que me traería con mi hermano… y eso hizo"

"¿sigues con él?" ok… eso si podría preocuparme, después de cómo término nuestro último encuentro realmente no deseaba volver a verle, y mucho menos que este cerca de Horohoro siendo tan vulnerable "¿se encuentra en los alrededores?"

"puede ser…" responde de forma aburrida, mientras se acerca a mí y rodea mi cuello con sus brazos "pero es aburrido hablar de él… te he extrañado… ¿tú a mi no?" trata de besarme pero la esquivo.

Cuando dije que nuestra relación era parecida a los hermanos humanos cabe recalcar que dije parecida, no totalmente igual, en el infierno no existen muchos prejuicios que digamos.

"te he extrañado… pero no de esa manera" contesto mientras tomo sus brazos para separarla de mi.

"Así que Hao dijo la verdad" dice en tono enfadado mientras se aleja de mi para recargarse en el balcón. Mi rechazo no la molesta, no tendría porque, sólo lo hacíamos por diversión o incluso por aburrimiento, nunca guardamos grandes sentimiento uno por él otro diferente a los de hermanos.

"¿qué te dijo Hao de mi?"

"que te habías vuelto débil" dice crudamente "que eras una desgracia, que tenias sentimientos por un ángel y vivías con él junto a los humanos" me ve con recelo, supongo que espera que niegue los cargo que Hao me ha impuesto. Pero yo sólo sonrió… ya no me importa… estoy con Horo y eso es lo que importa.

"es verdad… si eso es todo lo que te dijo Hao… no te mintió" sonrió observando a la calle, deseaba que Horo llegara para comer juntos hace unos instantes, ahora sólo espero que no aparezca, no desconfió de Jun, pero tampoco quiero que este cerca de él. Ella me observa, siempre hablaba con ella antes… era la única que me conocía… ahora me observa como si viera a un perfecto extraño… la oigo suspirar mientras desvía su mirada a la nada.

"si te extrañe… eso era verdad… te fuiste y de pronto no tenía nadie más con quien hablar… pero pensé que si te habías ido sería por una fuerte razón, y en verdad deseaba que pudieras encontrar eso que estabas buscando…" hizo una pausa supongo que recordado "cuando me entere que Hao había vuelto fui a buscarlo esperando encontrarte con él… no estabas… y cuando le pregunte por ti… pues ya te he dicho lo que me contesto… y quise verlo con mis propios ojos, no podía creerlo… por eso deje el infierno"

"lo siento" me disculpo… no sé bien porque lo hago pero siento la necesidad de disculparme.

"¿lo vale?" pregunta de repente

"¿qué?"

"vale la pena el olvidarte de ser un demonio y pasar tu tiempo con un humano… ¿es tan especial como pare que lograra cambiarte?..." hace una pausa dudando sus próximas palabras.

Tomo un poco de aire para despejar un poco la mente, nunca le he mentido a ella, tampoco quiero lastimarla… pero si quiero hacerla entender.

"cuando estábamos en el infierno, en la mansión Tao, torturando y haciendo todo lo que nos enseñaron a hacer… no importaba donde y no importaba con quien… siempre me sentía vacio, como si algo me faltara" me detengo un momento y sonrió "pero eso tú ya lo sabías… cuando llegue a este mundo no me interesaban los planes de Hao en lo absoluto, pero sé que en el otro mundo no había encontrado algo que llenara ese vació, por eso vine… deambule por mucho tiempo sólo y sin encontrar lo que estaba buscando… luego, un día sin pensarlo Horohoro me encontró a mi… él no me necesitaba, pero vió algo en mi que nadie mas había visto, ni yo mismo… supongo que me hizo sentir diferente… especial si quieres llamarle así, él quería estar conmigo, no por lo que pudiera ganar, por mi fuerza o por ser un demonio, sólo por ser yo… cuando me di cuenta que yo quería estar con él… ese vacío se fue, era como si nunca hubiera existido ese vacío, como si todo mi tiempo hubiera estado congelado hasta el día en que lo encontré" paro para respirar y pensar mejor las cosas "tal vez si soy más débil… y no me importa lo que digan de mi los otros demonios… ellos no tiene lo que yo, jamás lo comprenderían"

Ella me escucha lo sé, nunca muestra emociones cuando lo hace, sólo fija un punto en la nada para observar mientras procesa mis palabras, es mi hermana mayor y sé que aun tiene algo que decirme.

"¿tú crees que soy una desgracia?" tal vez, en todo el universo, ella sería, aparte de Horohoro, la única persona de la cual me importa su opinión… la escucho suspirar recargada en el balcón viendo a la calle.

"eres diferente… tal vez no seas el heredero Tao que mi padre esperaba… pero eres más fuerte que cualquier demonio que conozca… haz luchado por conseguir lo que quieres sin importarte nada… eso no es debilidad… eso requiere agallas" por fin gira su rostro para observarme "fue difícil encontrarte ¿sabes?, tu energía demoniaca ha disminuido de forma terrible…" se detiene un poco y sigue mostrándome una sonrisa de complicidad "pero estoy casi segura que eso tiene una razón diferente a ser débil"

Sólo atino a devolver su sonrisa, no creo que sea bueno explicarle en este momento.

"ya debo regresar… no sé como ustedes aguantan estos cuerpos, sólo llevo unos minutos así todo me duele" me dice al tiempo que levanta sus manos para estirarse "pero tengo que decirte que estaré cerca"

Entiendo, supongo que Jun tiene miedo que haya espías de Hao, sin embargo ya ha contestado mi pregunta de si él está cerca.

"él son malas noticias" prevengo a Jun, pero ella sólo me sonríe

"él me ayudo a llegar hasta ti… así que tú debes saber bien a quien pertenece mi lealtad" gracias… me gustaría decirlo, pero sólo puedo sonreír, sé que ella me entiende "nos veremos pronto" sin mayor ceremonia su presencia desaparece.

Conozco a Jun y si no me ha pedido conocer a Horo es porque quiere protegerme, además en los Tao lo más importante es el honor y la lealtad, y a la familia no se le traiciona. Jun me ha distraído de mi preocupación inicial, y ahora que sé que Hao está cerca debo ser más cuidadoso y cuidar de Horohoro… y eso será cuando el muy imbécil se digne a regresar a casa.

-Horohoro-

"lo siento" escucho la voz de Anna a lo lejos, que me saca de mis pensamientos confusos… la observo… nunca antes se había disculpado y ahora parece triste. Morir… nunca lo había pensado, me lo habían advertido pero realmente nunca reflexiones sobre eso…

"¿estoy muriendo?" necesito escucharlo de nuevo, que me diga que es una broma, que no es verdad que… que eso no puede ser

"eres un ser vivo ahora…"

"pero es imposible" contesto aun sin comprender nada "¿Por qué…?"

"no es imposible… de hecho eso es lo único seguro que tiene un ser vivo" ¿Qué…¿Qué voy a hacer ahora... yo… yo pensé que… pero entonces ¿Por qué…

"entonces ¿Por qué nunca envejecí?" pregunto por fin… yo nunca envejecí, no soy nada diferente a cuando me convertí en humano… no lo entiendo

"Yoh…" dice simplemente pero supongo que mi rostro le informa que no entiendo a que se refiere "Yoh sabía que Ren no envejecería a la misma manera que tu lo harías, por eso decidió regalarte una juventud permanente, para que tú apariencia no te ocasionara problemas ni levantara sospechas" de pronto algo aun más importantes de viene a la mente

"¿y Ren?... ¿Qué va a pasar con Ren?" si muero ya no voy a poder seguir con él… ¿Qué es lo que harán ellos con él?

"era tu eternidad por la de él… eso no ha cambiado… mientras siga comportándose como hasta ahora se quedara en el mundo de los humanos si él lo desea…" eso es un alivio… supongo… él estará bien "pero tú ya no estarás con él… tu presencia… tu esencia se volverá una con el todo… tu alma no estará más aquí y será juzgada como la de cualquier humano"

Sus palabras penetran profundamente en mi pensamiento… ya no estaré aquí… ya no estaré con Ren… 'si tu mueres… ¿Cómo vas a quedarte conmigo?' sus palabras en aquel entonces retumbaban en cerebro… al final era yo quien había fallado… sería yo quien no podría mantener la promesa…

Siento mis ojos humedecidos… las lagrimas han brotado sin que yo pueda detenerlas… fue una mentira… lo que le dije a Ren fue una mentira… no puedo quedarme con él… no… no quiero alejarme de él…

"… aun tienes una opción" escucho la voz de Anna que me saca de mis pensamientos

"¿Qué?" no existe forma alguna de que un ser viviente se libre de la muerte… ¿a qué se refiere Anna?

"tú en especial aun tienes una forma de no morir" su mirada es severa, parece que habla en serio…

Entonces ¿si existe alguna forma de librarme de eso?... no tendría que separarme de Ren… ¿es eso verdad Anna?

"¿Cómo?" la observo suspirar mientras desvía la mirada, siento su duda… como si no quisiera tener que decirme… rasca su nuca con nerviosismo… esta es una faceta de Anna que es casi imposible ver.

"tu eternidad aun está intacta" dice de pronto como si simplemente eso respondiera todas mis dudas

"eso… ¿eso qué quiere decir?" pero es imposible para mi entender con tan poca información

"no son muchas las veces en las que se le ha permitido a un ángel volverse humano… pero en todas esas ocasiones los sujetos se adaptan tanto a la humanidad que para cuando mueren ya no son dignos de su eternidad… en otras palabras a lo largo de la vida cometen tantos errores y pecados como cualquier humano que ya no son dignos de ser ángeles, y su eternidad, que es custodiada por nosotros, desparece con el tiempo"

"eso…" comienzo con duda "¿eso que tiene que ver conmigo?"

"eres un imbécil" me dice mientras sonríe con ironía... pasado un momento suspira aliviando un poco la tensión del ambiente "pero supongo que es eso y lo inocente que eres lo que ha mantenido tu eternidad intacta"

Me sorprendo al oír eso… eso quiere decir que… ¿acaso aun soy…

"aun eres digno de ser un ángel… aun tienes la pureza necesaria" Por fin contesta la pregunta que no me atrevía a preguntar "y tu eternidad puede ser devuelta a ti"

Continuara…