»»Frío y Cálido««
Serie: Beyblade
Categoría: Yaoi, Lemmon, e intento de Rape.
Pareja: Bryan x Kai
Disclaimers: (Odio esto) Beyblade no es mío y no lo será jamás, aclarado el punto...
Summary: ¿Que pasaría si la persona que amas, es la misma a la que crees odiar?
DEDICATORIA: A mi amiga y hermosa Twin NekoT, la cual me ayudo muchísimo en esta historia, sin ella la historia no sería la misma...y el titulo tampoco XD GRACIAS DE VERDAD POR TU AYUDA!!
FORMATO:
––Diálogos–
"pensamientos"
.recuerdos.
Ø ø ø ø ø ø ø ø ø ø ø ø Ø
...Llevándolo a cabo...
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–– Pues simple... Solamente le dices a Rei que se venga a Rusia, una vez que esté aquí, que busque un lugar para quedarnos y exactamente una semana después de que lleguen de Japón, nos espere fuera de la abadía, nos escapamos los tres y nos refugiamos en el lugar que previamente él consiguió al llegar aquí. De cualquier modo no podremos salir pronto de la ciudad por que estoy seguro que nos encontrarían rápidamente. – comentó sonriendo ante su, al parecer gran idea.
–– Pero que idea más buena. Eso si, no le comentes nada a Kai, esto será cuando volvamos y le digamos que lo sabemos, no se te vaya a ocurrir decirle las cosas. ¡¿Trato?! – Preguntó alegremente pues al parecer era una buena idea, claro que esto era "aparentemente" solo esperaba que las cosas salieran como lo planeado.
–––––––––––––––––––––––
–– Está bien. Es un trato, pero también es un trato que si Boris vuelve a tocar a Kai, lo mataré. – dijo Bryan mientras Yuriy sentía un estremecimiento por todo el cuerpo ante el brillo reflejado en los ojos del peli–lavanda al mencionar lo anterior. Sabía que ese maldito amigo suyo era todo un demente y no le importaría hacer justicia por su propia mano, y eso no debía permitirlo.
–– Bryan de eso hablaremos luego. ¡¿Esta bien!? Pero recuerda que debes cuidar bien de Kai. Y no pelear tanto con él. – aclaró.
–– No tienes ni que decírmelo que lo haré me lo pidas o no. – habló retomando la seriedad acostumbrada frente a los demás.
–– Bien, ya solo quedan unas horas, y luego viajaré... Solo espero que nos vaya bien. Sabes, también hay algo que me parece extraño, siento como si lo estuviera chantajeando con algo pero ¿Con que? Además por que me va a llevar a mi y no a él, lo más lógico sería llevarse a Kai y aprovecharse de él en el tiempo que viajen. Es ilógico o ¿no? – expuso Yuriy dejando pensativo a Bryan quien solo levantó los hombros negando saber algo.
Después de haber tenido aquella platica, pasó la hora del desayuno y la de la comida, la noche había llegado y en ambas ocasiones Kai no había comido nada¿Pero de que rayos se alimentaba ese hombre?, se preguntaba ¿Acaso se estaba queriendo suicidar de hambre o que le estaba sucediendo? Esa era la duda que todos tenían pues todos los chicos de la abadía se daban cuenta de la ausencia del chico, además de la falta de color que presentaba cuando llegaba a pararse en los entrenamientos en los últimos días. Bryan y Yuriy se preguntaron ese día como habían podido pasar por alto algo tan notorio como lo que le sucedía a Kai, pero esto estaba por terminar, al menos pensaban en que el bicolor tendría unas vacaciones pues Boris se iría de viaje, dándole así, tiempo a Kai mínimo de salir de su habitación a comer, ya que de eso se encargaría Bryan, lo quisiera o no aquel terco y testarudo bicolor.
Después de haberse despedido como no lo hacían normalmente, Bryan y Yuriy habían quedado en algo ya, y solo faltaba a lo mucho una hora para que el pelirrojo en compañía del mas horrible ser de ese lugar, salieran de ahí rumbo al aeropuerto para abordar su respectivo avión.
–– Nos vemos Bryan me voy a mi habitación a terminar mi maleta, y recuerda cuidar a Kai y sobre todo ser discreto en lo que digas o hagas. ¿Está bien? Ya que en ocasiones llego a creer que no conoces la discreción. – comentó el pelirrojo viendo divertido la expresión que aparecía en el rostro de su amigo peli–lavanda. – Bien yo solo comentaba, no es para que me pongas esa cara. – rió una vez más.
–– Ya te dije que no tienes por que pedírmelo. Pero tú, cumple tu parte del trato que yo voy a cumplir la mía. – Terminó diciendo para después girar hacia su habitación, levantando una mano en señal de despedida mientras decía. – Spokoynoy nochi! Do Svidaniya! (¡Buenas noches¡Hasta pronto!)
–– Gracias. – Murmuró Yuriy al viento – espero tener suerte – se dijo mentalmente, después de dar un largo suspiro.
Luego de esa noche, Yuriy había partido, Kai no sabía exactamente que día iba a partir ya que habían cambiado tanto la fecha que a última hora ni recordaba, además no se sentía muy bien de salud, llevaba casi una semana ya, que no comía bien, si bien le iba comía una vez al día y nada más, habiendo días en que no comía nada, solo tomaba algo. Estaba mal de salud, pero no le importaba, le daba igual, era algo que desde hacía unos días para acá le era indiferente, la razón, obvia.
Como siempre se puso de pie, se dio un buen baño para poder despertar bien, ya que sus pocas energías últimamente daban pie a que tuviera demasiado sueño. Una vez que terminó de bañarse salió de aquella pequeña habitación de baño, para dejarse caer sobre su cama, sinceramente no tenía ganas de nada, ni siquiera fuerzas para mantenerse en pie, mucho menos para ir al entrenamiento, y menos ahora que sería Bryan el encargado, le parecería eterno el día solo viéndolo a él.
Perdió el conocimiento al quedarse profundamente dormido nuevamente sobre la cama a medio vestir, pues solo traía puesto el pantalón. Cuando unos fuertes golpes a la puerta lo hicieron despertar. Pero cual fue su sorpresa al intentar levantarse y volver a caer al suelo llevándose consigo el mueble que permanecía a un lado de la cama, junto con las cosas que sobre este se encontraban. El ruido fue algo estruendoso lo que hizo que la persona que tocara lo hiciera con más insistencia, para después entrar sin avisar.
–– Kai¿Estás bien? – preguntó preocupadamente el peli–lavanda entrando de prisa a la habitación del bicolor, quien se encontraba tomando su cabeza entre las manos, mientras en su rostro se formaba una mueca de dolor.
–– Déjame... estoy... bien– dijo entrecortadamente, su voz apenas audible se encontraba, su apariencia completamente mal, parecía un muerto, no tenía color.
–– ¿Como que déjame¿Acaso quieres morir o que te sucede¡Por si no sabes, las personas debemos alimentarnos para no morir! Durak!(estúpido) – dijo molesto Bryan, deduciendo por que le sucedía esto a Kai, al tiempo en que lo tomaba entre sus brazos para acomodarlo en la cama. El bicolor no dijo nada, simplemente se mantuvo callado. – Ahora vuelvo, no quiero que te muevas de aquí, voy por algo para que comas y una pastilla para el dolor. – dijo Bryan.
–– No te molestes, no necesito nada de eso. – habló Kai, comportándose tan terco como siempre.
–– Kai, si vuelves a decir una estupidez como esa, te voy a callar la boca y no precisamente con un golpe, es más, te aseguro que te va gustar la forma en la que voy a callarte, así que tú sabrás si quieres volver a decir una estupidez como esa. – dijo sonriente al verle la cara a Kai, quien se sonrojó y solo volteó el rostro sin mencionar palabra alguna. – Bien, ahora si, en un momento vuelvo. – repitió saliendo de la habitación.
Kai había girado su rostro hacia la puerta, observándola detenidamente, pensando en la última persona que había salido por ella. Así duró unos cuantos minutos hasta que escuchó los pasos de este acercándose, hasta su habitación. Entonces se hizo el dormido.
–– Kai te traje esto de comer. – dijo mostrando la charola en sus manos, al momento en que cerraba la puerta del cuarto con el pie. – ¡Genial!– bufó mirando como Kai parecía dormido. – Ni creas que por esto no vas a comer – dijo Bryan colocando la charola a un lado para después sentarse al borde de la cama, pasando un brazo por un costado del cuerpo del bicolor. Su atención estaba detenida fijamente en la figura recostada sobre aquella cama, después de unos segundos, talvez minutos, no sabía cuanto había pasado, solo sabía que debía despertarlo, y así lo hizo, acercó su rostro al del bicolor peligrosamente, plantándole un tenue beso en los labios, el cual fue suficiente para que el bicolor abriera los ojos grandemente. – Sabía que así despertarías rápidamente. – dijo Bryan mostrando una cínica sonrisa en su rostro. – Ahora si me haces el favor de sentarte. – dijo levantándose de la cama para tomar la charola entre sus manos.
–– Te dije que no necesitaba de eso. – dijo nuevamente Kai, mientras se sentaba un poco, pues aun mantenía la almohada tras su espalda.
–– Y te dije como te iba a callar si volvías a decir tal estupidez ¿Cierto? Cuando me las cobre no te sorprendas ni preguntes el por que. –Advirtió sonriente. – Ahora vas a comer primero, para después tomarte la pastilla que te traje para el dolor de cabeza. – dijo Bryan viéndose bastante curioso en su faceta de enfermera. – Vaya que contigo solo me falta traer bata blanca y un gorrito para parecer una maldita enfermera – dijo sarcásticamente pues ya era la segunda ocasión en muy poco tiempo que la hacía de enfermera debido a Kai.
–– No recuerdo habértelo pedido en ninguna ocasión, si lo haces es tu problema. – refutó el bicolor, mirando de forma molesta aquella sonrisa en el rostro de Bryan, la cual aumento al observar el gesto que Kai hacía debido a su comentario.
–– Bien no importa, ahora comete lo que te traje, todo, y no acepto negativas, no me obligues a darte de comer en la boca. – dijo un sonriente Bryan.
–– Cállate estúpido – dijo Kai ya molesto por los tontos comentarios que Bryan estaba haciendo.
–– ¡Ja! – rió. Después observó como Kai terminaba la comida ignorando la pastilla que el peli–lavanda había traído, pero por supuesto este se encargó de recordárselo para que la tomara.
–– ¿Ya puedes dejarme en paz? – preguntó Kai colocando la charola a un lado.
–– Claro que no. – dijo Bryan.
–– ¡¿Pero qué diablos?! – habló sorprendido ante la rápida respuesta de Bryan. – ¿Quien te estás pensando, acaso te crees mi niñera o que? – rezongó molesto.
–– Pues te diré una cosa – dijo mientras caminaba a lo largo de la habitación para sentarse del otro lado de la cama, junto a Kai, mientras lo miraba directo a los ojos. –Yuriy me pidió que te cuidara, y que no te dejara de molestar en lo que él no estaba, así que créeme que tendrás que soportarme de nuevo ¿Entiendes? – preguntó sonriendo sádicamente una vez mas.
Aquel comentario había hecho estremecer a Kai, quien solo tragó saliva, puesto que sería demasiado difícil el soportar tenerlo cerca. Además de que aquella sonrisa le encantaba, pero sabía que era por el bien de ese maldito bastardo que debía alejarse totalmente de él.
–– 'Es por tu bien Bryan, es por tu bien' – Kai se repetía mentalmente, intentando hacerse a la idea de que era el bien de su peli–lavanda el que estaba en juego, por lo cual debía mantenerse completamente al margen. – Bryan, quieres dejarme solo por favor. – pidió Kai.
–– Mmm – comenzó a hacer un ademán como si estuviera meditando un poco las cosas, después sonrió malévolamente y contestó. – Creo que no escuchaste lo que acabo de decir. – comentó riendo, haciendo enojar aparentemente a Kai de esta forma. – Sabes, debería ser yo el que se sienta molesto por que no me pusiste atención, no tú. – terminó.
–– Bryan, de verdad no entiendo cual es tu afán por hacerme imposible la vida. – dijo ya intentando parecer de verdad molesto. La verdad es que se sentía de lo mas a gusto, pues recordaba los momentos en que siempre peleaban antes de haberse confesado lo que sentían, y ahora después de haber terminado por razones fuera de ambos, volvían a discutir como siempre lo hacían, lo cual lo tenía verdaderamente feliz, pero por otro lado no le gustaba, ya que era una tentación demasiado fuerte para él, sobre todo tomando en cuenta el hecho de que Boris volvería pronto y no debía acostumbrarse otra vez a tenerlo cerca, aunque solo fuera como amigos, ya que aquel maldito ni siquiera eso aceptaría, de eso no cabía duda.
Kai se había levantado intentando parecer enojado, pero al momento en que puso un pie sobre el suelo, volvió a sentir aquella molestia, ese molesto bajón que se siente cuando uno esta mareado.
–– Kai, no te has tomado la pastilla que te traje, y no me vas a despreciar mi noble gesto o ¿Si? – preguntó haciendo una inocente voz. Viendo como Kai volvía a sentarse rápidamente, pero claro, era de esperarse. – Sabes, creo que si no te sientes bien para en la noche, tendré que dormir contigo, aunque talvez con la pastilla te mejores¿No crees? – habló intentando con esto que Kai se decidiera a tomar la dichosa pastilla que le había traído.
Sin pensarlo dos veces mas, Kai había tomado la dichosa pastilla, tomándole un trago al vaso de agua que el peli–lavanda le había llevado junto a la charola.
–– Así por las buenas si. – dijo Kai sonriendo sarcásticamente, por primera vez en la mañana.
–– Al menos eso te hizo sonreír... – comentó un tanto alegre el peli–lavanda.
–– Claro, si tus ocurrencias no dan para menos. – comentó volviendo a mostrar una diminuta mueca parecida a una sonrisa. – Ya, ahora ya me tome la dichosísima pastilla, ya te puedes largar de mi habitación, que aunque parezca una maldita cárcel es MI habitación. ¿Entiendes? – preguntó sonando agresivamente alegre.
–– Uy! Discúlpeme señor, no sabía que estaba en territorios ajenos, Uyy!! Uy! Perdón¿Cree que podrá perdonarme la vida joven? – habló fingiendo la voz, para después ponerse serio. – Kai, quiero que entiendas algo, no se si te quede claro pero ahora me tienes que obedecer a mi, ya que durante el tiempo en que el engendro bastardo de Boris no esté, YO soy el encargado, y si a él lo dejas entrar en tu habitación durante bastante tiempo para hacer no se que chingaderas! ME VAS A DEJAR ESTAR AQUÍ PARA CUIDARTE!... – Habló mientras mantenía su dedo índice levantado apuntando a Kai, al tiempo en que su rostro demostraba demasiada molestia. – 'Maldición, pero que chingados dije Bryan, eres un estúpido de primera, echaste todo a perder' – meditó en su mente al ver en el rostro de Kai bastante confusión, además de cierto dolor el cual por supuesto que trataba de esconder.
Sin decir una palabra mas, ni esperar una por parte de Kai, comenzó a dar unos cuantos pasos atrás, para luego salir rápidamente de aquella habitación, había cometido un error, quizás Kai solo lo tomara como una escena de celos infundados, bueno al menos infundados para Bryan quien se suponía que no sabía nada, pero si comenzaba a sospechar que él sabía algo, estaba seguro que Yuriy lo mataría, aunque pensándolo bien, a quien le importaba lo que pensara aquel pelirrojo loco, ahora lo importante era ayudar a Kai, quien era la victima ahí.
Después de un rato, había decidido entrenar junto a los demás chicos los cuales diariamente se esforzaban, para al menos distraer su mente en algo y no estar pensando en el error que cometió o lo que pudo volverse mayor aún, de cualquier modo no había hablado con Kai después de eso, pero sabía que el bicolor solo esperaría el momento oportuno para conversar sobre eso o sacar el tema a flote.
–– Bien ya sabré decir algo para que me crea...– se dijo a si mismo habiendo pasado bastante tiempo durante todo el día pensando en lo mismo, ya que si había visto a Kai pero solo en el comedor y cuando salió a entrenar un poco, o en los varios descansos que tenían en el día.
Pero ahora ya se encontraba a salvo en su habitación, recostado sobre la cama, esperando a que el cansancio se apoderase de él para poder caer en un profundo sueño, el cual a su pensamiento merecido se lo tenía ya que había trabajado bastante en todo el día. Eso de ser el que dirigía le traía problemas, al menos él si hacía más que Boris, quien era un maldito haragán que seguro no tenía ni la mitad de condición que cualquiera de ellos en la abadía.
–– Maldición – se dijo Bryan al sentirse completamente cansado pero había algo que no lo dejaba dormir, no sabía que le estaba pasando exactamente, aunque había algo de lo que si estaba casi seguro, aquello que no lo dejaba dormir tenía que ver con una personita de cabello bicolor.
Sin poder conciliar el sueño, decidió levantarse a dar una especie de ronda por toda la abadía, hasta que llegó al patio, donde se sentó en una pequeña bardilla que había en el centro. De ahí comenzó a ver al cielo, de verdad que por culpa de ese tonto de Kai había cambiado demasiado su forma de ser, se había vuelto un poco mas distante y no tan patán como a él le encantaba ser siempre con los demás, aunque hasta cierto punto solo se le había quitado con Yuriy y Kai, ya que los demás seguían teniéndole el mismo miedo de antes, eso era genial.
Estuvo un rato más ahí sentado, cuando decidió que aún no llegaba el sueño a él, así que optaría por cansarse para así intentar dormir más fácilmente, se encaminó al gimnasio que ellos tenían, pues había uno exclusivamente para los calificados al equipo como ellos. Se encaminó hacia este, cuando entró solamente aventó la puerta sin fijarse si había cerrado o no, luego se quitó la playera que traía, quedándose en pantalón, para comenzar con algún aparato.
El rato pasaba seguía haciendo ejercicio como si le hiciera falta, dejó atrás los aparatos para comenzar a golpear un costal con todas sus fuerzas, parecía como si aquel fuera la persona que mas odiaba en el mundo, su rostro serio, su mirada fija en su objetivo, se notaba un tanto molesto mientras azotaba fuertemente aquel objeto que colgaba desde el techo de la habitación.
No sabía ni siquiera que hacía parado fuera de aquella habitación mirando como su amor, hasta cierto punto 'platónico' golpeaba aquel costal fuertemente, se veía realmente bien, tan antojable, lo único que deseaba en esos momentos realmente, era entrar y comenzar a besarlo sin miedo ni remordimiento alguno por haberlo hecho, solo deseaba estar cerca de él.
Estaba por entrar, sin poder resistirse ni un momento más ante aquella figura dentro, pero no podía hacerlo, no debía hacerlo, se dio media vuelta para regresar a su habitación, e intentar conciliar el sueño, aunque ahora con esta imagen menos iba a poder dormir, pero lo intentaría al menos.
Se dio la vuelta tropezando de lleno con un chico que andaba caminando por aquel pasillo.
–– ¿Qué te sucede porque estás aquí? – preguntó Kai enojado bajando la voz.
–– Es que no podía dormir. – dijo el chiquillo intentando excusarse. – y al escuchar ruido decidí venir para acá.
–– Pues muy mal, vete a tu habitación ahora mismo. – ordenó al chico quien solo asintió con rapidez y se retiró en dirección a su habitación nuevamente, tan a prisa como había llegado. – Maldición. – murmuró Kai comenzando a caminar para que Bryan no lo descubriera ahí.
–– ¿Qué haces aquí Hiwatari? – preguntaron a su espalda aquella voz que deseaba escuchar y a la vez no deseaba hacerlo, no respondió y siguió caminando. – Te hice una pregunta por si no me escuchaste, y me gustaría que me la respondieras.
–– Pues simple, escuché ruido y vine a verificar que todo estuviera bien, eso es todo. – se justificó comenzando a caminar cuando fue detenido de golpe, siendo empujado a la pared.
–– No mientas Kai, admite que estabas espiándome mientras estaba ahí dentro. – habló justamente en el oído de Kai, quien tragó saliva pues esta situación lo estaba poniendo demasiado a prueba.
–– Bryan aléjate de mi quieres...– dijo Kai intentando sonar molesto.
–– Pues realmente no quiero, y tú tampoco lo quieres. – dijo mirándolo fijamente a los ojos para después comenzar a acercarse lentamente, Kai solo tragó saliva y no apartaba la mirada de aquellos ojos lavanda, era como si ambos estuvieran bajo un hechizo que los fue acercando poco a poco hasta comenzar a rozar sus labios, ambos cerraron inmediatamente los ojos dejándose llevar por el sentimiento que los unía, Bryan de pronto rompió todo lo dulce que hubiese podido tener cuando comenzó a besar a Kai con desesperación, arrebato, había pasado de ser tierno y dulce a un beso apasionado y poco gentil como era su costumbre, Kai inmediatamente lo separó pues la imagen de Boris asaltando sus labios había llegado a su mente.
No había podido evitar sentir miedo ante aquel contacto en cierto modo brusco, pues la única imagen que en su mente apareció fue la de Boris cada vez que lo forzaba. Sin querer su cuerpo se había tensado ante aquel contacto de Bryan e irremediablemente lo separó con brusquedad mirándolo con miedo, luego de darse cuenta de lo que había pasado no pudo evitar sentir vergüenza y mejor salió casi corriendo de ahí.
–– Estúpido Boris, me las vas a pagar maldito engendro, debes morir. – se dijo Bryan al ver la expresión que Kai demostraba, era obvio porque, aunque el bicolor no estaba enterado de que los otros dos chicos sabían, Bryan se había podido dar cuenta del miedo que le tuvo, aquel miedo en sus ojos solo desapareció cuando lo miró fijamente, quizás fue solo para asegurarse que era Bryan y no Boris.
Quería seguirlo y asegurarse de que todo estaba bien, pero sabía que en ese momento explotaría y le diría que lo sabía todo sin poder evitarlo, ya que los celos que sentía en ese momento eran demasiados, y mas que celos sentía coraje, impotencia ante lo que le sucedía a Kai¿Cómo le podía estar pasando esto a él? Se preguntaba con coraje aquel chico de cabello lavanda mientras caminaba directamente hasta la ducha para después irse a su habitación e intentar dormir.
Japón 10:00 AM
–– ¿Ya nos vamos? – preguntó Yuriy al ver como Boris se alistaba y no le decía absolutamente nada.
–– Así es, vamos a ir a la sede de la BBA, tenemos asuntos que arreglar ahí. – dijo seriamente, mientras comenzaba a caminar, llevaban alrededor de una semana en Japón, el tiempo se le estaba agotando y no había podido localizar a ninguno de los compañeros de Kai ya que Boris no lo había dejado ni por un momento solo como para poder escaparse, pero de algo estaba seguro, de Japón no se iría sin antes cumplir con lo que había prometido.
Ambos salieron del lujoso hotel en el que se estaban hospedando actualmente, iban rumbo a la sede de la BBA como lo había dicho antes aquel viejo rabo verde, mientras iban en el taxi que los dirigía a su destino Yuriy pensaba en como hacer para poder hablar con uno de los Blade Breakers o más específicamente con Rei.
–– Llegamos. – anunció el chofer de aquel taxi recibiendo su respectivo pago por parte del viejo, después entraron en aquel lugar.
Al entrar en verse ahí dentro Boris habló con la recepcionista, quien le dijo que ya lo esperaban.
–– Ahora vuelvo voy a atender unos asuntos, quiero que me esperes aquí. – ordenó Boris al pelirrojo quien solo asintió para después irse a sentar en una de las sillas que había en dicha lugar, parecía ser como un tipo sala de espera o algo similar..
Una vez que el viejo se había perdido por un largo pasillo que seguro lo llevaba a alguna oficina, se paró y preguntó a la recepcionista.
–– Señorita¿Usted sabe si los integrantes del equipo Blade Breakers están en Japón? – cuestionó mientras veía a la chica un tanto dudosa en contestar así que prosiguió. – mire lo que sucede es que se supone que los iba a ver pero pues no he sabido nada de ellos, soy el capitán del equipo de Rusia. – habló cuando la jovencita aquella sonrió y respondió.
–– Bueno pues de hecho los integrantes se encuentran ahora en este edificio hablando con su representante, están en el tercer piso. – sonrió la muchacha mientras Yuriy le daba las gracias con una sonrisa por demás coqueta y subía rápidamente pues se estaba arriesgando a que Boris bajara y no lo encontrara ahí esperándolo y vaya que se le iba a armar si eso pasaba.
Subió rápidamente por el elevador, cuando este marcó el tercer piso salió de dentro y volteó a ambos lados encontrándose con la imagen de una personita que le serviría de mucha ayuda.
–– Max – habló capturando la atención de aquel pecoso y rubio amigo de Kai.
–– ¿Yuriy? – cuestionó incrédulo el rubiecito ya que tenía entendido que aquel pelirrojo estaba en Rusia, pero ahora ¿Qué hacía en Japón? – ¿Cómo esta todo Yuriy¿Qué haces por acá? – preguntó un tanto curioso de saber más sobre aquel chico para después preguntar por Kai.
–– Bueno pues estoy bien, gracias por preguntar veo que tu también. – dijo Yuriy no queriendo ser descortés con aquel chico que siempre había sido tan amable aún después de lo déspota que se había portado antes de el juego final del torneo. – Y bueno estoy aquí por asuntos de Boris, pero ahora no tengo mucho tiempo dime ¿Está Rei por aquí? – preguntó siendo contestada de inmediato su respuesta.
–– ¿Me hablaban? – preguntó el aludido saliendo de una oficina. – Yuriy. ¿Cómo está Kai? – preguntó directamente el pelinegro antes que nada en cuanto lo había identificado.
–– Puedo hablar contigo. – preguntó mirando de reojo al rubio quien entendió la indirecta y solamente agregó.
–– Bueno, yo me paso a retirar, nos vemos, me saludas a Kai y Bryan aunque sea un grosero. – rió amigablemente para después perderse por la puerta donde había salido minutos antes el chico oriental.
–– ¿Y para que soy bueno? – preguntó Rei algo intrigado y hasta cierto punto preocupado.
–– Rei ahora no tengo tiempo para explicarte todo a detalle pero necesito que me ayudes, es Kai, está en un grave problema. – dijo Yuriy para captar por completo la atención de aquel chico chino.
–– ¿Qué le pasa?. ¿Qué sucede?. Dime... ¿En que puedo ayudar? – preguntaba desesperado y muy preocupado por aquello que había dicho el chico pelirrojo.
–– Rei no puedo explicarte ahora porque si Boris nota que no estoy esperándolo abajo como debería me va ir mal, pero ve al hotel Luxor ahí me estoy hospedando, ya no tengo mucho tiempo, necesito que vayas a media noche te voy a esperar en la puerta de la recepción por favor no faltes y si te dices amigo de Kai no le cuentes a nadie de esto, te veo ahí. – habló para rápidamente perderse por un pasillo que daba al elevador, el cual apenas estaba bajando desde un piso muy arriba y el tiempo se le acababa así que corrió por las escaleras, una vez que llegó a recepción encontró a Boris que lo esperaba ya.
–– ¿Dónde estabas? – preguntó bastante molesto por ello.
–– Estaba buscándote. – dijo no ocurriéndosele algo mejor.
–– Que raro, hubiera jurado que me habías visto ir por aquel pasillo y no para arriba. – aclaró Boris para después comenzar a salir de aquel enorme edificio sin decir más, dejaría el tema por la paz, cosa que alivió a Yuriy.
Rei bastante desconcertado entró de nuevo a la oficina donde se encontraban sus demás amigos esperando al Sr. Dickenson, estos únicamente le preguntaron que había pasado pues no tenía una buena cara.
–– ¿Qué sucedió?. ¿Le pasó algo a Kai? – preguntó un preocupado rubio seguido de Tyson.
–– Aunque sea un gruñón es nuestro amigo, si está en problemas hay que ayudarlo. ¿Todo está bien Rei? – preguntaron mientras el aludido sonreía y negaba para luego aclarar.
–– Claro que está bien, solo que me pareció extraño que Yuriy viniera a hablar conmigo. Eso es todo, pero díganme ¿Aún no les dicen nada sobre el Sr. Dickenson? – preguntó desviando el tema de la conversación. Aunque por dentro solo esperaba a que la hora que había marcado Yuriy llegara, ya que no podía con aquel sentimiento que oprimía su corazón al saber aunque fuera a medias, que Kai no estaba bien.
–– 'Pensé que al estar allá te iría mejor, estando en tu lugar de origen serías feliz, Kai¿Qué está pasando?. ¿Por qué Yuriy vino a mí?. ¿Por qué?' – se preguntaba mentalmente mientras los demás chicos observaban algo en la computadora de Kenny.
Eran las doce y cinco minutos, Yuriy se encontraba en la puerta de recepción aprovechando que Boris estaba sumamente dormido desde hacía un rato, pasaron otros quince minutos y no había ni luces de Rei en aquel lugar, se comenzaba a desesperar, unos minutos mas pasaron y al pensar que se había equivocado se giró para entrar de nuevo en aquel gran hotel, no lo fueran a descubrir nuevamente fuera de su lugar.
–– ¡Yuriy! Espera... – exclamó mientras llegaba corriendo al lugar donde el pelirrojo había estado aguardando desde hacía rato.
–– ¿Por qué no habías llegado? – preguntó un tanto molesto.
–– Lo siento, es que los chicos no se dormían y no me dejaban en paz, si me veían salir sospecharían, y como tú me dijiste que no hablara sobre esto a nadie pues... – dejó la frase inconclusa.
–– Bueno eso ya no importa, estás aquí y eso cuenta. Rei voy a necesitar de tu ayuda ahora más que nunca. – comenzó con su relato mientras el chico estaba completamente atento a cada palabra que Yuriy mencionaba. – Y es así como me di cuenta que Boris estaba acosando a Kai, me da coraje recordarlo pero créeme que tuve que contenerme cuando lo vi y pues no hablemos de Bryan quien casi lo mata si no es porque lo detuve antes de que cometiera una locura, recuerdo haber visto en sus ojos tanta furia contenida que en ese momento hasta miedo sentí yo mismo de él. – contaba Yuriy ante el sorprendido rostro de Rei, quien igualmente estaba furioso por lo que le contaban.
–– Dime en que puedo ayudar... Haré lo que pueda, lo que sea. – habló decidido.
–– Necesito que vayas a Rusia. Bryan y yo pensamos en huir los tres una vez que yo vuelva, pero no vamos a tener a donde ir una vez que salgamos de la abadía, es ahí donde tú nos serás útil. – habló.
–– Su idea es que yo vaya y consiga un lugar para quedarse mientras las cosas se calman o ¿No? – preguntó entendiendo rápidamente la idea.
–– Así es, veo que no eres tan tonto como pensé. – rió ante su comentario.
–– Gracias, supongo.– dijo sarcásticamente por aquello que había sido un ¿Cumplido? En fin no era momento para eso. – ¿Cuándo vuelven ustedes a Rusia? – preguntó.
–– En un par de días mas si todo sale bien ya que Boris es muy cambiante pero estoy seguro que si cambia de opinión, solamente va a ser para adelantar el viaje y no para atrasarlo, así que el plan sería vernos en una semana mas a partir de hoy para el escape. – comentó.
–– Bien, una semana a partir de hoy... – se repitió nuevamente. – ¿Hora?
–– Igual a media noche, mejor a las tres de la mañana. – pensó ya que Boris no era de los que se dormían muy temprano, además siempre andaba rondando por aquí y por allá en las noches para cerciorarse de todo.
–– Me parece perfecto, entonces nos vemos en una semana más, el otro jueves a las tres de la mañana. Bueno, vendría siendo el viernes muy temprano... – dijo analizando mejor pues el día terminaba a las doce así que para las tres ya sería parte del viernes.
–– Esta bien, ahora me voy porque en la mañana que te vi me descubrió bajando y no quiero que vuelva a sospechar algo más. – dijo un tanto asustado mientras se daba la vuelta para entrar de nuevo a ese gran hotel.
–– Yuriy – habló mientras el otro se detenía para escuchar lo que el otro tenía que decirle. –A ti no te ha hecho nada ¿Cierto? – preguntó tratando de calmar sus nervios con respecto a eso.
–– No, al que quiere es a Kai, hasta ahora a mi no me ha hecho nada. – dijo bastante aliviado en cierto modo, aunque claro que preferiría que fuera a él a quien atormentara y no a su amigo, casi hermano.
–– Bien, eso me tranquiliza bastante, créeme. – habló mientras le dedicaba una sonrisa al pelirrojo para después terminar despidiéndose. – Nos vemos en una semana más, verás que todo saldrá bien...– dijo para después girarse y comenzar a correr hacia su destino, pues no debían descubrirlo si no ¿Qué diría?
Realmente eso no importaba ahora, no podía creer que Kai estuviera pasando por algo tan horrible como eso, era completamente increíble y además injusto, pero realmente la vida nunca había sido justa para nadie, y menos para Hiwatari a quien desde niño la vida le había arrebatado a sus padres, dejándole únicamente un familiar como su abuelo, a quien le importo muy poco su nieto pues lo mandó a una abadía donde lo entrenaron hasta hacerlo huir de ahí, realmente la vida no le había sonreído hasta ahora a ese chico, y sabía que no era al único.
Pero eso se acabaría pronto, y de eso se encargarían, claro que lo iba ayudar, no importaba cuanto tuviese que gastar de dinero, eso era lo de menos, tampoco importaba el riesgo que pudiese correr, nada importaba fuera de su amigo, quien ahora era la prioridad para él y sabía que no solamente para él...
Continúa...
¤Žhёиα HîK¤
"...Sé sobre tus hechos el primer magistrado, sobre tu vida el último abogado y sobre tu prójimo ni se te ocurra hacer de jurado..."
ANÓNIMO
–––––––––––––––––––––––––
Bien, pues solo me queda disculparme... ¿Qué mas puedo hacer? Realmente pues tengo excusas pero para que agobiarlas y enfadarlas con mis molestas disculpas, mejor espero que les haya gustado el capitulo y créanme que ahora si, el capitulo siguiente es el final y ahí habrá acción de todo tipo, esperando también sea de su agrado claro. Espero sus comentarios sobre este capitulo el cual no tuvo mucha acción pero pues debía hacerlo ya que es el paso para el que sigue... ¿Obvio? Jeje! Bien, las dejo no sin antes agradecer brevemente a aquellas que me dejaron Review en el pasado capitulo.
KaT Ivanov, GabZ, Dani Hiwatari, Alexa Hiwatari, Pucca H, Mayari HiIvKu, BelleHiwatari, Aika Mizaki, NekoT, Ann Saotomo, Ishtar, HiO Ivanov, H.Fanel.K y Finalmente Kai a secas...
Gracias por sus reviews, espero sea de su agrado esta historia aún...
«Versión re-editada -- Julio 2007»
¡¡Do Svidaniya!!