¡Hola a todos de nuevo! Aquí os dejamos un capítulo más de nuestra historia. ¡Esperamos que os guste! Si tenéis alguna sugerencia, crítica o lo que queráis estaremos encantadas de escucharlo, de verdad. Además, esta vez no hemos tardado tanto en actualizar ¿no? =)

Y sin más dilación aquí va:

CAPÍTULO 21: CONVERSACIONES, SEDUCCIONES Y SORPRESAS

"Bien, allá vamos"-dijo Amy con determinación a la vez que se ajustaba la falda del uniforme.

Estaba completamente decidida a seducir a Sirius Black, y una vez hecho eso, dejarle en la estacada, como había hecho él con medio colegio. El problema es que con el uniforme era un poco difícil ir vestida de forma sexy, y con tanto que estudiar no encontraba el momento adecuado. Pero finalmente había encontrado el lugar y el momento ideales, ya que eran las 11 de la noche y Sirius se encontraba en la Sala Común, que estaba medio vacía debido a que los estudiantes de cursos superiores estaban estudiando y los de cursos inferiores estaban durmiendo. Además, Sirius estaba solo porque Potter había llegado exhausto del entrenamiento de Quidditch y se había ido a la cama, y Remus estaba ayudando a Pettigrew a entender lo que habían dado en Transformaciones ese día.

Armándose de valor (para algo era una Gryffindor) bajó las escaleras y se dirigió hacia donde estaba Sirius, sentándose en el sofá contiguo a él de forma que dejó que se le viesen las piernas intencionadamente.

"Hola Black"-saludó Amy sonriendo interiormente al ver que éste le miraba las piernas-"¿Qué tal?"

"Bien, Thompson, aunque no tan bien como tú"

Sirius estaba extrañado. Amy se había dirigido a él directamente y con aire simpático, estaban los dos solos en la Sala Común, y además llevaba una falda, cuando esa chica siempre se había identificado por su amor profundo a los pantalones. Seguramente tramaba algo, estaba seguro de ello, pero de todos modos le seguiría el juego para descubrirlo.

"Estos últimos días antes de las vacaciones están siendo un tanto aburridos… la gente no hace más que estudiar. Menos mal que pronto llegan las vacaciones y nos podremos relajar un poco. ¿Tú qué vas a hacer en las vacaciones, Black?"

"¿Pero qué demonios estoy haciendo? ¡Le he preguntado por las vacaciones! Va a notar enseguida que estoy tramando algo. De todos modos tú tranquila, Amy, tranquila…"-pensó Amy tras haber formulado esa pregunta

"¿Qué hace Thompson preguntándome por las vacaciones? Aquí ocurre algo…"-pensó Sirius para después comentar-"Pues me quedaré aquí, ya que volver con mi familia en vacaciones no es algo que me muera por hacer, la verdad. Prefiero quedarme aquí, con mis amigos"

"¿Remus y Potter también se quedan?"

"Y Peter, se te olvida Peter"

"¡Es verdad!"

Realmente Amy, al igual que el resto de sus amigas, pocas veces se acordaban de Peter Pettigrew, ya que éste jamás había hablado con ellas directamente y siempre estaba escondido detrás de sus amigos. Tenía poca personalidad, por no decir que no tenía ninguna, y eso es algo que no les gustaba demasiado.

"Es verdad. ¿Ellos también se quedan?"-dijo Amy cruzando lentamente las piernas a propósito, algo que a Sirius no se le escapó.

"La familia de James está de viaje, por lo que se tiene que quedar aquí. Remus se queda porque la luna llena coincide en mitad de las vacaciones, y no quiere causarles ningún problema a sus padres. El único que se va es Peter"-dijo Sirius-"¿Y tú qué vas a hacer, Thompson?"

"Yo me quedo. Mis padres están ocupadísimos con su trabajo debido a los problemas que ha habido últimamente, así que solamente sería una molestia, por eso, a pesar de que me han rogado que vaya a casa, prefiero quedarme aquí para no causarles problemas. Lily prefiere quedarse en Hogwarts ya que estas vacaciones las pasaría con su "querida" hermana y su "precioso" novio, que no paran de hacerle la vida imposible. Además, está obsesionada con que tiene que estudiar para sacar buena nota, y que en su casa no se concentraría. Mi prima, al igual que yo, se queda en Hogwarts. Los únicos que se van son Adam y Very"

"¿Apple se va? Pobrecito Remus, se va a quedar solito…"-dijo Sirius con una sonrisa picarona.

Amy decidió que ese comentario era el ideal para comenzar su juego de seducción, por lo que respiró profundamente y dijo:

"Bueno, él no es el único que se va a quedar solo"

"¿Qué quieres decir?"-preguntó Sirius arqueando una ceja

"Bueno, yo también estaré solita…"

"Y yo también lo estaré, Thompson"

"Bueno, pero eso se puede arreglar…"-dijo Amy a la vez que se sentaba en el reposa-brazos del sofá donde se encontraba Sirius y le pasaba una mano por el pelo.

"¿Cómo?"-dijo Sirius, que a pesar de saber que Amy tramaba algo se encontraba sorprendido por la situación.

"Reconoce, Black, que tú y yo tenemos química, y que en las vacaciones el colegio se va a quedar prácticamente vacío, algo que se puede aprovechar…"

Amy, que ya no podía aguantar más la vergüenza que sentía al hacer eso, decidió que por esa noche ya era suficiente, así que sin mediar palabra se levantó, y tras desearle buenas noches a Sirius y guiñarle un ojo, se dirigió hacia el dormitorio de las chicas, donde se dejó caer en su cama, procurando no despertar a sus compañeras que ya estaban dormidas, con la cara roja.

No podía creer que hubiese hecho eso. Química. Le había dicho a Black que ellos siempre habían tenido química. ¿Cómo podía ser tan tonta? Eso haría que a partir de ese momento éste se tomase más confianzas, y no estaba segura de que pudiese dominar la situación, ya que ella no era sexy, no se sentía sexy, no se le daban bien esas cosas. En cambio Sirius Black era el hombre más sexy de todo el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, le encantaba producir deseo en la gente y era todo un experto en ello, y Amy estaba segura de que como comenzase un juego de seducción en serio tenía todas las de perder. Pero estaba decidida a continuar, a tener la cabeza fría y no dejarse llevar por el fuego de Sirius Black.

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James no podía dormir. A pesar de estar cansadísimo tras uno de los entrenamientos más duros del año (ya que estaban decididos a ganar la Copa de Quidditch) no conseguía dormirse. Era incapaz de recordar la acción tan terrible que había hecho que Lily le odiase desde el momento en el que le vio por primera vez. Lo había intentado todo, incluso con hechizos y pociones, pero nada. Se levantó, corrió el dosel de la cama y vio como Sirius entraba en la habitación con aire contrariado.

"¿Qué pasa, Canuto?"

"…la verdad es que no lo sé, Cornamenta"-Sirius le contó la escena que acababa de ocurrir en la Sala Común con Amy-"No sé qué le ocurre a Thompson, es como si de repente tratase de seducirme o algo así"

"La verdad es que es bastante raro… ella siempre te evita y se te chilla en cuanto te acercas a ella… Puede que haya cambiado de opinión sobre ti"

"¿Qué haya cambiado de opinión?"

"Sí"-dijo James a la vez que se levantaba y cogía un poco de agua. La verdad es que era una suerte que solamente se encontrasen ellos dos en la habitación, ya que eran más libres para hablar-"Puede que de repente le hayas empezado a gustar o algo"

"Ya, pero es que tenía la actitud que tienen las chicas cuando me quieren llevar a la cama o se quieren enrollar conmigo. Créeme, Cornamenta, lo sé muy bien, he visto esa misma actitud muchas veces. Y sé que Thompson no es así"

"Mira, creo que lo mejor que debes hacer es seguirle el juego, para ver a dónde quiere llegar. Es la única forma en la que descubrirás lo que quiere conseguir"

"Eso haré, muchas gracias, hermano"-dijo Sirius a la vez que se ponía el pijama"-¿Y tú has avanzado algo en la búsqueda del recuerdo perdido?"

"No lo llames así, haces que parezca una aventura de piratas o algo así"-dijo James mientras se tumbaba boca arriba-"No, no he conseguido recordar nada. Parece como si mi cerebro se hubiese cerrado en banda y se negase a que recuerde eso"

"Yo te ayudaría si pudiese, pero ya sabes que mi memoria es malísima, y no me acuerdo de nada tampoco. Y Remus en ese momento no estaba… Además, puede que seas incapaz de recordar eso porque tu cerebro se niega a que recuerdes porque fue algo que hizo mucho daño a la persona de la cual estás ahora enamorado… Ya sabes que las cuestiones de la mente son muy chungas, tío"

"A este paso voy a tener que contratar un psicólogo de esos muggles…"

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"¡Chicos, mirad esto!"-Very, que estaba leyendo el Profeta, les señaló una noticia a sus amigos-"Ha habido otra desaparición"

"Arnold Grampow, dueño de la conocida tienda de artículos contra las Artes Oscuras "Blister Grite" lleva una semana desaparecido. Al principio sus allegados y familiares pensaron que se trataba de una de las muchas excursiones que éste hacia todos los meses, pero al notar que pasaban más de cuatro días y que no daba señales de vida, decidieron ir a su casa a comprobar que pasaba. Al llegar pudieron observar que el interior de la vivienda se encontraba en unas pésimas condiciones, como si se hubiese producido una batalla dentro. Actualmente se está produciendo una búsqueda exhaustiva por todas las zonas que solía visitar"

"¿Blister Grite? ¡Esa es una tienda famosísima!"-exclamó Amy-"Mis padres compran muchos objetos contra las Artes Oscuras allí"

"¿Qué pasa?"-preguntó Lily, que acababa de llegar al Gran Comedor

Sus amigos le contaron lo que había pasado, y ésta, tras hacer una breve pausa, expresó lo que sentía con cara de preocupación.

"Algo muy raro está pasando. Están ocurriendo muchas desapariciones, y la mayor parte de los Slytherin se pasean por el castillo muy ufanos, como si dentro de poco fuese a ocurrir algo que se les hiciese muy felices"

"Además, mis padres últimamente tienen mucho trabajo… esa es la razón por la cual me quedo estas vacaciones en Hogwarts"-dijo Amy con aire taciturno a la vez que movía con la cuchara sus cereales.

"No te preocupes, Amy, no les va a pasar nada a tus padres. No creo que sea nada especialmente grave lo que esté ocurriendo y, además, son unos aurores muy experimentados"-le tranquilizó Adam sonriendo.

"Eso espero…"-Amy no pudo continuar la frase, porque en ese momento entró en el Gran Comedor Sirius acompañado de Remus. Éste, al verla, le guiñó un ojo y se mordió un labio, a lo que Amy respondió con una sonrisa picarona. Al girarse hacia sus compañeros vio que estos estaban con cara de susto-"¿Qué pasa?"

"¿Se puede saber qué cojones acaba de pasar? ¿Acaso te has enrollado con Sirius Black o algo?"-preguntó Aitzi emocionada.

"Para el carro, guapa, que no ha pasado nada de nada"

"¿Y entonces por qué ha habido ese intercambio de gestos de contenido altamente erótico hace unos instantes?"-preguntó Adam con una sonrisa

"Pues veréis, es que tengo un plan…"-dijo Amy a la vez que se acercaba a ellos y les contaba su plan entre susurros

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"Veo que has seguido mis indicaciones de seguirle el juego a Thompson"-dijo James a la vez que salían del Gran Comedor-"Aunque no sé por qué te he tenido que aconsejar eso, si no ha habido ninguna vez en la cual una chica te haya hecho algún gesto y no se lo hayas devuelto"

"Sí, hubo una vez"-dijo Sirius-"¿Te acuerdas de este verano, de la chica morena del Callejón Diagon?"

"Ya, tío, pero es que eso no era una chica, sino un tío con peluca"-se rió James-"Pagaría porque se volviera a repetir"

"Eres taaaan gracioso, Cornamenta…"-replicó Sirius, visiblemente picado-"Pero al menos yo no doy constancia de mi apodo. ¿Te acuerdas de Sarah, no? Aquella novia tuya que conoció tan bien a todo el equipo masculino de Quidditch de Ravenclaw…"

"Tocado y hundido"-James trazó una cruz en el aire con su varita-"Me pregunto qué será de ella…"

"Un momento…"-Remus reflexionó-"¿Seguirle el juego a Thompson? ¿De qué estáis hablando?"

"Ayer Thompson estuvo muy rara conmigo, se comportó de una manera muy dulce, incluso seductora. Y como no sé qué está tramando, he decidido seguirle el juego hasta que lo averigüe"-le explicó Sirius.

"¿Thompson seduciendo a Sirius? ¿Y tú siguiéndole el juego? El castillo se puede incendiar por el calor que vais a irradiar los dos"-Remus se paró de repente, tambaleándose ligeramente.

"¡Lunático! ¿Estás bien?"-le preguntó James ayudándole.

"Sí… solamente ando un poco débil… ya sabéis, entre el estudio y lo de mi pequeño problema peludo…"-sonrió Remus-"Pero bueno, solamente quedan tres días para las vacaciones"

"Sí… y encima ayer me dijo Thompson que todos excepto Very y Adam se quedan aquí"

"¿Evans se queda?"-preguntó James emocionado

"James, para el carro, que ya sabes que Evans te va a dar largas hasta que consigas recordar eso"

"Prometo que en esa semana lo recordaré, ya verás. En fin, vamos a nuestra cita diaria con Minnie"-dijo James antes de entrar a la clase de Transformaciones.

Esa clase, a pesar de la dificultad que tenía, fue una de las pocas en las cuales Remus no se pudo concentrar. Así que Very no se quedaba en el colegio en vacaciones… Eso era un alivio por una parte, ya que así no se tendría que preocupar por su seguridad durante la luna llena, pero por otra parte se sentiría muy triste al no verla. Pero lo principal era su seguridad, así que estaba decidido a pasar con ella los tres días que quedaban antes de las vacaciones y luego centrarse en la luna llena, seguro de que esa vez Very no recibiría ningún daño.

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"¿Qué os vais?"

"Sí, solamente nos quedan dos días aquí, el último día de clase antes de las vacaciones volvegemos a Fgancia"-les comunicó Lèa.

"¡Yo pensaba que os quedaríais hasta final de curso!"-exclamó Lily.

"Al pgincipio iba a seg así, pego debido a las cosas extgañas que están sucediendo últimamente quegemos volveg a casa con nuestga familia, pog si acaso"-dijo Laurent

"¡Te voy a echar de menos!"-exclamó Aitzi a la vez que se abrazaba como una lapa a Laurent

"¡Aitzi! ¡Que no esté Adam delante no significa que te puedas agarrar a otros tíos!"-la riñó Irene.

"¡Es un amigo! ¡Un abrazo de amigos!"

"Vale, pues vete a abrazar así a Pettigrew"-dijo Amy con una sonrisa.

"…ese no es mi amigo"

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Aitzi caminaba despreocupadamente por los pasillos. No entendía por qué la gente se agobiaba tanto a la hora de estudiar. La verdad es que ella, que iba a continuar con el negocio familiar, no necesitaba grandes notas, con aprobar solamente se conformaba. Y además, quedaba todo un año para los EXTASIS, no había de qué preocuparse. Así que ella prefería, cuando estaba estresada, caminar por Hogwarts tranquilamente. Su vida había cambiado tanto en unos meses… Y lo había hecho aún más desde que su novio era Adam. No había ningún chico como él, de eso estaba segura. Era tan atento, dulce… y encima estaba buenísimo. Nada conseguiría empañar su felicidad.

De repente se dio cuenta de que, caminando inmersa en sus pensamientos, había llegado a una zona del castillo en la que nunca había estado. Ese castillo era tan grande que todavía no lo había visto todo. Aunque, la verdad, no se arrepentía de no haber visto esa zona, pues era un tanto siniestra, toda llena de armaduras y sin ventanas que la iluminasen. La escasa luz que había provenía de un par de antorchas colgadas de la pared. Aitzi se giró para irse cuando escuchó unas voces conocidas que venían desde una puerta situada a su derecha. Decidió esconderse y escuchar qué decían, ya que, si iban hasta esa zona del castillo para mantener una conversación, no podían tramar nada bueno.

"…por fin está comenzando. Tanto los muggles como los magos empiezan a tener miedo, todos se han dado cuenta de que algo oscuro se avecina, por mucho que los medios de comunicación estén intentando suavizar las noticias"

"No tienen ni idea de lo que está a punto de suceder, cuando el Señor Tenebroso se alce con el poder será el fin de los sangre sucia y los traidores de la sangre"

Aitzi, al oír esas palabras, se tuvo que agarrar a la pared para no caerse de la impresión al suelo. ¿Quiénes eran los que podrían decir esas cosas tan horribles? ¿Sangre sucia? ¿Traidores de la sangre?

"Baja la voz, Bellatrix, no sabes si alguien puede oírnos"

"Tú siempre tan cuidadoso, Snape. Sabes que nadie pasa por aquí y además, si nos oyesen ¿qué más daría? Ya no hay marcha atrás, pronto el mundo mágico le pertenecerá al Señor Tenebroso"

"No daría igual. Sabes perfectamente que tenemos que terminar nuestros estudios en Hogwarts para no levantar sospechas"

"Tienes razón, Lucius"

En ese momento Aitzi no pudo escuchar más, ya que notó como se acercaban a la puerta, y, con el corazón desbocado echó a correr como alma que lleva el diablo para evitar ser descubierta. Tenía que avisar a sus amigos de lo que había ocurrido.

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"¡Remuus!"

Very se acercó a Remus, que estaba sentado a las orillas del lago aprovechando uno de esos extraños calurosos días primaverales para estudiar al aire libre.

"Hola"-saludó Remus con una sonrisa.

"Pareces cansado"-Very notó que Remus lucía unas profundas ojeras-"Deberías dejar de estudiar un poco, ya sabes que vas a ser uno de los mejores del curso. Se te va a quedar cara de libro, cariño"

"No es solamente por estudiar"-replicó Remus cerrando el libro-"También es por… ya sabes, mi pequeño problema peludo"

"… ¿tu qué?"-preguntó Very con los ojos como platos-"¿Me estás insinuando algo?"

"¿Cómo?"-preguntó extrañado Remus. De repente cayó en la cuenta de lo que se refería Very-"¡No, no, no, no!"

"… a mí tampoco me importaría, la verdad"-continuó Very con una expresión extraña, pero se calló al ver que Remus replicaba-"Ah, vale. Lo siento"

"¿Qué no te importaría?"-pero al ver que se estaba desviando del tema principal, cambió la frase-"Quiero decir, que dentro de poco es… luna llena"

"¡Ah, es verdad!"-Very se golpeó la frente con la palma de la mano-"¡Soy lo peor! ¿Y a eso lo llamas tu pequeño problema peludo?"

"Fue una invención de James"

"Ya me figuraba que Potter estaba detrás"-Very se rió-"No te preocupes, yo te cuidaré"

"¿Cómo? ¿No te ibas a casa en vacaciones?"

"He cambiado de opinión. Prefiero quedarme aquí contigo y cuidarte"-dijo Very con una sonrisa.

Pero esa sonrisa se le congeló en la cara al ver el gesto que Remus tenía en la cara.

"¿Qué pasa?"

"Vete a casa, Very"-dijo Remus con tono cortante.

"¿Cómo? ¿Acaso no quieres que me quede aquí contigo?"-replicó Very, visiblemente dolida.

"¡Sabes perfectamente que no es eso! ¡Pero no puedo ponerte en peligro!"

"¿Ponerme en peligro? ¿Qué demonios quieres decir con eso? Remus, sabes perfectamente que hace años que conozco tu secreto, y que nunca he peligrado por tu culpa"

"¿Y lo que pasó hace unos meses que fue?"

"¡Eso no fue culpa tuya! Fue una imprudencia de Amy el salir fuera de los matorrales directa hacia un hombre lobo. ¡Además ni siquiera le hiciste nada!"-dijo Very, alzando un poco la voz, recordando la aventura que había sucedido unos meses atrás-"No te culpes por cosas innecesarias, Remus"

"Si no hubiese sido por James, podría haber muerto. O peor, se podría haber transformado en un monstruo… como yo"-dijo Remus hundiendo la cabeza en las manos.

"¡No digas eso!"-dijo Very cogiéndole la cara entre las manos-"Tú no eres un monstruo. Eres el mejor chico que he conocido en toda mi vida"

"Y tú eres la mejor chica que he conocido. Por eso no podría soportarlo si te sucediese algo malo… Porque sé que, a pesar de negarlo, el día de luna llena vais a rondar alrededor del Sauce Boxeador, por si algo sucediese"-dijo Remus evitando encontrarse con la mirada de Very.

"Remus, mírame"

Remus alzó la mirada y se encontró con los ojos grises de Very, que en ese momento le miraban con una expresión de infinito cariño.

"Te quiero. Te quiero más que a nada en este mundo, Remus. Y si me pides que me vaya, lo haré, porque no quiero que sufras. Pero piénsalo de verdad, por favor. Porque yo quiero quedarme aquí, a tu lado, ayudándote en los momentos en los que lo pases mal"

Los ojos color miel la miraron, conmovidos. No se merecía a esa chica, no se la merecía. Reflexionó sobre lo que ésta le había dicho. Quería estar a su lado, quería estar con ella. Su sonrisa, sus ojos, el tacto de su piel… lo necesitaba. Y sabía que si se quedaba todo sería mucho más fácil. Eso sí, hablaría con Lily o con Amy, para convencerlas que de mantuviesen a Very alejada del Sauce Boxeador… no quería correr ningún peligro innecesario.

"…quédate"

Y acercó su cara a la de Very para darle un beso.

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"¿De verdad oíste eso, Aitzi?"

Aitzi se encontraba en la habitación de los chicos. Tras haber buscado por todo el colegio como loca a alguien para contarle lo que había escuchado (incluso se había metido por equivocación en el cuarto de baño de los chicos… o eso al menos decía ella) había decidido ir a la habitación de los chicos, y tras encontrar a Pettigrew saliendo de la ducha (a la pobre le había costado cinco minutos el recobrar el conocimiento) había encontrado a Adam sentado en el alfeizar de la ventana, leyendo un libro, y le había contado la conversación que había escuchado.

"Totalmente segura"

"¿Estás segura de que los nervios no te traicionaron?"

"Segurísima. A ver, estaba totalmente acojonada, vete a saber qué me habrían hecho esas serpientes si me hubiesen pillado. A lo mejor aparecía mi cuerpo colgando del molino"-exclamó Aitzi a la vez que se dejaba caer de manera teatral.

"¿De qué molino hablas?"-preguntó Adam extrañado-"¿Seguro que la visión de Pettigrew recién salido de la ducha no te ha producido una conmoción traumática y por eso deliras?"

"Ligeramente… pero eso no es el caso. El caso es que hablaban de manera muy extraña, Adam. No paraban de mencionar a un Señor Tenebroso…"

"Y eso de que dijesen que era el fin de los sangre sucia y traidores de la sangre no pinta muy bien, la verdad. Malfoy siempre me ha parecido un cretino, que solamente sabe presumir, pero Black… Esa chica siempre ha sido una fanática de la pureza de la sangre, y es la que realmente me asusta"

"¿Y qué podemos hacer?"-preguntó Aitzi apoyando la cabeza en su hombro.

"De momento tenemos que investigar más. Tenemos que seguir a los Slytherin y averiguar más cosas, ya que no podemos precipitarnos. En el momento en el que tengamos pruebas, se lo contaremos a los demás"

"¿No se lo vamos a contar a nadie?"

"Yo creo que por ahora lo mejor sería guardar esto entre tú y yo. No debemos preocuparles demasiado, sobre todo a Lily (por eso de los sangre sucia) y a Amy (por lo de traidores de la sangre). Además, ya sabes que esas dos tienen un carácter de mil demonios, y puede que no se controlen a la hora de recibir la noticia"

"Está bien, a partir de ahora les seguiremos. Pero en cuanto aparezca en el periódico algo extraño, se lo contamos ¿vale?"

"Vale"

"Y ahora, un besito para sellar el trato"-dijo Aitzi poniendo ojitos.

"Eres de lo que no hay"-dijo Adam sonriendo. Cogió a Aitzi y le plantó un beso en los labios.

"¡Nunca me acostumbraré a esto! Y pensar que al principio solamente pensabas que era una acosadora loca…"

"Y lo sigo pensando"-dijo Adam-"Pero te quiero igualmente"

"¡Si es que no me puedo enfadar contigo!"

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"Mañana las vacaciones ¡oe, oe!"-cantaba Amy a la vez que daba saltos por los pasillos-"¿Y tú qué miras?"-le increpó a una Slytherin que se le quedó mirando mal.

"Tranquilízate, Amy. ¿Se puede saber por qué estás tan contenta?"-le preguntó Lily cogiéndole de los hombros para evitar que siguiese dando saltos.

"¡Porque mañana nos dan las vacaciones! Y tendré una semana para desconectar y…"

"Te recuerdo que Black se queda en el colegio"

"Tú siempre rompiendo mi burbuja, Lilian Evans"-dijo Amy con una mirada fulminante.

"Fuiste tú la que empezaste con el rollo de "voy a seducir a Black y luego a dejarle con un calentón" señorita Thompson"

"Ahí me has pillado"-dijo Amy

"Anda que… vaya ideas de bombero que tienes. ¿Ya has pensado el siguiente movimiento?"

"Sí… será esta noche. Y si veo que no puedo controlarlo lo dejaré, no me gusta sufrir, no me va el rollo masoquista"

Las dos se echaron a reír, pero la risa de Lily se cortó radicalmente al cruzar una esquina y ver que James Potter le esperaba apoyado en la pared con una sonrisa. ¿Cómo conseguía encontrarla siempre? Se giró para decirle algo a Amy… y se encontró con que ésta se había esfumado.

"Traidora"

Se irguió y pasó dignamente al lado de James sin hacerle el menor caso.

"Evans"

Ella continuó su camino.

"Evans"

Siguió caminando, sin dar señales de haberle oído.

"Evans"

Continuó ignorándole.

"¡LILY!"

"¡QUE NO ME LLAMES POR MI NOMB…!"-Lily se giró para gritarle con rabia a James, pero no terminó la frase al ver que éste había conseguido lo que quería, que le hiciese caso.

"Echaba de menos oír tu dulce voz"-dijo éste con una sonrisa.

"Yo no consigo echarte de menos, porque no hay día en el que no vengas a dar el coñazo"-dijo Lily girándose para irse, pero James era más rápido de reflejos, y se puso delante de ella-"Muévete, Potter. Recuerda lo que te dije: a no ser que recuerdes qué hiciste el primer día de curso de primer año no te haré el menor caso"

"¡Es que no lo consigo recordar!"-exclamó James-"Lo he intentado todo: pociones, hechizos… y nada"

"¿Por qué no pruebas a darte golpes contra una pared? A lo mejor eso funciona, y no te puedes quedar más tonto de lo que ya lo eres"-apuntó Lily con gesto irónico.

"¡Por ti lo hago todo, dulce pelirroja!"

Y James comenzó a darse cabezazos contra la pared

"¡Para! ¡Para! ¡PARA!"-dijo Lily cogiéndole del brazo para evitar que se siguiese golpeando contra la pared.

"¡Te preocupas por mí, Evans! Estoy emocionado"-James la miró con el pelo aplastado por los golpes y las gafas torcidas, pero vio que Lily estaba colocando un cuadro, que estaba a punto de caerse.

"Hala, ya está. El cuadro está bien colocado y no se caerá. Puedes continuar"

Y se fue dejando a James Potter con pinta de loco y haciendo un pucherito.

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Eran las 10 de la noche. Amy sabía que Sirius estaba a punto de salir del aula de Transformaciones, en la cual había cumplido un castigo por haber transformado los libros de Snape en gusanos. Era el momento ideal, ya que nadie se solía pasar por el segundo piso a esas horas de la noche, y la mayor parte de los alumnos se encontraban en sus respectivas habitaciones haciendo el equipaje porque se irían al día siguiente, así que se encaminó hacia allí decidida.

Efectivamente, al mirar por la rendija de la puerta pudo comprobar que Sirius se encontraba dentro, limpiando de forma manual los libros de la estantería.

"Hola, Black"-saludó.

Sirius dio un respingo y se giró.

"Hola, Thompson. ¿Qué haces aquí a estas horas?"

"Estaba en la biblioteca, y al pasar he visto que había luz encendida y he pensado que podrían haberse dejado algo encendido, por lo cual he entrado a apagarlo"-mintió Amy descaradamente.

"Pues no, era yo, que estoy terminando un castigo de la Minnie. La verdad es que se ha pasado, si los gusanos eran muy bonitos…"-dijo Sirius encogiéndose de hombros

Amy se rió y se acercó más a Sirius. Estaba nerviosa, muy nerviosa, pero no podía dejar que los nervios la controlasen.

"Parece que volvemos a estar solos…"-empezó Amy.

"… algo que no parece disgustarte en absoluto"

Sirius dejó el trapo con el que estaba limpiando y la miró. Debido al castigo se había quitado el jersey del uniforme, y en ese momento solamente llevaba la camisa con la corbata floja. Amy tuvo que respirar profundamente para poder decir lo siguiente con aire casual.

"¿Por qué debería importarme? ¿No sueña medio alumnado femenino con estar a solas con Sirius Black?"

"Ya, pero yo nunca he sido santo de tu devoción, Thompson"

"Bueno, las personas cambian"-Amy se acercó más a Sirius-"Los sentimientos cambian"

No sabía por qué había dicho esa última frase. Pero era demasiado tarde para arrepentirse, porque Sirius la había cogido por la espalda y la miraba intensamente.

"Me cuesta mucho pensar que eres tú, Thompson. Parece que te hubiesen sustituido con poción multijugos"

"Pregúntame lo que quieras, Black, y ya verás que soy yo"

A Amy le costaba mucho mantener la mirada de Sirius, estaba sudando y tenía el corazón desbocado. No era buena a la hora de seducir, Black lo notaría enseguida y empezaría a jugar con ella, estaba segura de ello. Pero no podía echarse atrás. No ahora que había llegado tan lejos.

"No, no hace falta preguntar nada. Hay una forma mejor de demostrarlo…"

Y la besó. El beso de Sirius Black hizo que algo dentro de Amy estallase. Ya le había besado en más ocasiones, pero ésta era diferente. Se trataba de un beso salvaje, una lucha entre dos cuerpos para ganar el poder sobre el otro. Sirius Black era un contrincante muy fuerte, pero no estaba dispuesta a perder. A pesar de sus intenciones, cada vez le era más difícil concentrarse, pues notaba como las manos de Sirius subían y bajaban por su espalda, jugando con su pelo y acariciándole el cuello. Sus propias manos estaban enredadas en el pelo de éste, increíblemente suave. Sentía su respiración, el roce de su pelo en la cara. A Amy le costaba mucho mantener la mente fría.

Sirius, de repente, la cogió y la sentó en una mesa del aula. Antes de que Amy pudiese procesar qué estaba haciendo, se quitó la camisa, dejando ver su torso perfectamente formado. La situación se le estaba yendo de las manos, pensó Amy cuando Sirius la abrazó, dejando que sintiese el tacto de su pecho, y comenzó a besarle el cuello. Dentro de ella se estaba produciendo una lucha encarnizada. Por una parte quería tener el poder, volverlo loco, pero otra parte suya quería sucumbir a los encantos de Sirius Black. Pero, finalmente, una tercera parte, la sensata, ganó a las otras dos.

"¡BASTA YA!"-gritó Amy a la vez que empujaba a Sirius para atrás.

Sirius trastabilló y cayó al suelo.

"¿Pero qué cojones te pasa, Thompson?"-replicó éste, frotándose la espalda-"¡Que el suelo está frío y voy sin camiseta!"

"¡Estoy harta de ti! ¡HARTA!"-chilló Amy.

Se sentía tonta. Había intentado por todos los medios seducir y dejar atontado a Black, pero éste siempre la superaba. Además, había sentido algo muy raro dentro de si cuando Sirius la había besado de esa manera.

"¿Harta? ¡Si eres tú la que has venido provocando!"-exclamó Sirius a la vez que se levantaba.

"¡Solamente quería seducirte y dejarte atontado, para que pudieses comprobar en tus carnes cómo haces sentir al resto de personas! ¡Pero ni siquiera valgo para eso!"-chilló Amy.

Amy se levantó de la mesa donde Sirius la había puesto y se dirigió hacia la puerta. Pero al llegar al umbral se giró y corrió hacia dónde estaba Sirius. Éste cerró los ojos, esperando un puñetazo… y cuando los abrió vio que Amy estaba de nuevo en el umbral, con su camisa en las manos.

"¡Y que sepas que te has quedado sin camisa!"-gritó antes de echar a correr

"¡Espera Thompson!"

Sirius se dejó caer en el suelo. No tenía ni camisa, ni jersey… y como alguna chica o profesor le viese desnudo de cintura para arriba por el castillo a esas horas se iba a armar una buena… Pero eso no era lo que más le importaba (¿desde cuándo le importaban las reglas a Sirius Black?) sino las palabras de Amy. Así que era eso lo que tramaba Amy… ¡Él no hacía que las personas se sintiesen así! ¿Verdad? Bueno, por lo menos no lo hacía queriendo… Pero había una cosa que le había dejado descolocado. Amy había dicho que ni siquiera valía para eso ¿tan poco se valoraba? Sirius Black le enseñaría lo mucho que vale, de eso estaba seguro.

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"¡Vacacioneeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeees!"-gritó Amy al despertarse.

Tras una noche de sufrimiento, había decidido pasar de Black. Que hiciese lo le diese la gana, a ella le traía sin cuidado. Simplemente se dedicaría a ser feliz, que tenía 17 años, estaba en la flor de la vida. No se iba a preocupar por ese guaperas con complejo de superioridad.

"No cantes victoria, que todavía queda hoy de clases, y tengo miedo de los deberes que nos pueden mandar"-dijo Lily frotándose los ojos.

Amy, que en ese momento estaba demasiado ocupada cogiendo pasta de dientes para echársela por la cara a Aitzi, no la escuchó, y siguió bailando por la habitación, haciendo que el resto de compañeras se despertasen, lo que le valió unos buenos cojinazos.

"¡Eres una marrana, prima!"-exclamó Aitzi al despertarse y ver que tenía toda la cara llena de dentífrico.

"¿Cómo sabes que he sido yo?"-se quejó Amy.

"La próxima vez guarda la prueba del delito antes de que el inocente se despierte"-Aitzi señaló la pasta de dientes que tenía Amy en la mano-"Bueno, da igual, tiene un aroma mentolado perfecto"

Y se fue hacia el baño dando saltitos.

"¿Por qué está tan contenta?"-preguntó Irene.

"Porque ayer se estuvo morreando con Adam, no es lista ni nada mi primita"-contestó Amy, lo que hizo que se ganase un buen zapatillazo desde el baño.

"¿Por qué no te presentas a las pruebas de Quidditch el año que viene? ¡Tienes una puntería perfecta!"-sugirió Very.

"Ten amigas para esto…"

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Las clases de la mañana pasaron rápidamente, aunque, como bien había pronosticado Lily, la cantidad ingente de deberes que les pusieron provocaron que Amy se quisiese tirar desde la Torre de Astronomía.

"¡Se han pasado! Las vacaciones son solamente una semana y media ¿cómo quieren que haga esto?"-se quejaba mientras acompañaban a Adam a la entrada, pues al final era el único que se iba a casa en las vacaciones.

"Estás en sexto, guapa. Y no te quejes, que yo tendré que hacer todos estos deberes solito, en mi casa…"-dijo Adam poniendo morritos.

"Adam, sabes la razón por la cual al final no he podido irme a casa…"-se justificó Very.

"No pasa nada, cariño, ya sabes que lo digo en broma"

Por fin llegaron a la puerta, donde había gran cantidad de alumnos esperando a los carruajes. Los franceses se encontraban allí, pues ellos también volvían a Beauxbatons.

"¡Os vamos a echar mucho de menos!"-dijo Lily, a la vez que se abrazaba a Lèa.

"Recordad que siempre vais a tener unos amigos en Inglaterra"-dijo Very.

"¡Te vamos a echar de menoooos!"-exclamaron Amy y Aitzi a la vez que se echaban a los brazos de Laurent.

"Nostgos también os vamos a extgañag mucho… Gealmente nos hubiese gustado quedagnos más tiempo… pero cgreo que ahora es el momento de estag con la familia"-dijo Laurent a la vez que les devolvía el abrazo.

Lily avanzaba hacia él cuando de repente notó como alguien la cogía del brazo y la llevaba aparte.

"¡Potter, suelt…!"-pero se paró en seco al ver que no era James Potter quien le agarraba sino Max, el otro estudiante de intercambio que había venido. Al haber terminado en Slytherin nunca había hablado con él, por eso le sorprendió que la cogiese así-"¿Qué pasa?"

"Ten cuidado"-dijo él.

"¿Perdona? No entiendo por donde vas"-dijo Lily mirándole contrariada.

"Ten cuidado con los Slytherin"

"¿Cuidado? ¿Por qué?"

"Cosas malas van a pasag, algo oscugo se avecina. Les he oído hablag y no planean nada bueno. Tienes que estag al lado de la gente que te quiege, no desconfíes de nadie que esté en tu entogno de allegados"

"¿Quieres decir que los Slytherin planean algo?"

"No, los Slytherin no. Es alguien mucho más podegoso que ellos. Ellos no son más que simples vasallos, pego no dudagán en obedeceg a su amo pase lo que pase. Ten cuidado. Tú, tus amigas y el gupo de Potteg"

"No entiendo muy bien lo que quieres decir… pero te haré caso"-Lily se apartó el pelo de los ojos-"Muchas gracias, Max. Siento si suena mal pero… ¿por qué me adviertes a mí?"

"Eges una de las que más peligo corres, pogque tus padges son muggles. Además… no puedo dejag que hagan daño a alguien con esos ojos"

Lily sintió que enrojecía hasta la punta del cabello.

"Vaya, muchas gracias Max. Cuídate tú también"

"Lo haré, no te pgeocupes"

Y, tras sonreírle, se metió en un carruaje que iba de camino a Hogsmeade.

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"¡Cuídate, Laurent, tío!"-dijo James a la vez que le abrazaba-"Ha sido un placer conocerte"

"Lo mismo digo"-respondió Laurent con una sonrisa-"Sois geniales, chicos. Si me pegmitís un consejo, os digia que no desespegaseis gespecto a Amy y Lily, ya que el que la sigue, la consigue. Además… estáis hechos los unos paga los otgos, todo el mundo que os vea lo puede compgobag"

"Gracias por el consejo. Te enviaremos lechuzas informándote de nuestros progresos"-dijo Sirius a la vez que se reía.

"Es una lástima que no te atgaiga yo como tú a mí… Si alguna vez te vuelves gay avísame, pog favog"-dijo Laurent.

"Te prometo que lo haré"-dijo Sirius mientras se reía a carcajadas.

"Bueno, chicas, cuidaos mucho. Por cierto ¿Max, el otro chico, no va con vosotros?"-preguntó Remus.

"Max es… un poco gago. Solamente habla a la gente que le pagece integesante, y pagece seg que pog aquí no ha encontgado a nadie… Bueno, él se lo piegde"-explicó Lèa-"Nos tenemos que ig ya"

Léa cogió de la mano a Olive, que no había abierto la boca, pero de repente ésta se soltó de su mano, fue derecha a Sirius y le dio un beso en la mejilla.

"Adiós. Cuídate"-dijo. Tras haber hecho eso se metió corriendo en el carruaje, roja como un tomate.

"¡Vaya! ¡Y yo que pensaba que era tímida!"-dijo Sirius con una sonrisa-"¡Cuídate mucho, Olive!"

De repente se giró como un resorte, pues había sentido como si alguien le estuviese taladrando con la mirada. Al girarse no vio nada, pero le pareció que Amy, que estaba a unos 20 metros, se giraba rápidamente.

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Los franceses ya se habían ido, al igual que Adam, aunque a éste último le había costado irse, pues Aitzi le había cogido del cuello y no le soltó hasta que éste amenazó con no besarla nunca más si no dejaba que se fuese. Ésta, inmediatamente le soltó, lo que aprovechó Adam para darle un beso rápido en los labios y meterse en el último carruaje, desde donde se despidió de sus amigas con la mano.

Solamente quedaban en la puerta los alumnos que no se iban a casa en vacaciones, es decir, Lily, Amy, Very, Aitzi, James, Sirius, Remus y un par de alumnos de Hufflepuff y tres de Ravenclaw. De Slytherin no se había quedado nadie.

"¿Qué hacemos ahora?"-preguntó Amy.

"Echo de menos a mi niño…"-dijo Aitzi con voz triste.

"Por favor, Aitzi, que no hace ni cinco minutos que se ha ido"-dijo Lily-"Ya tendrás tiempo de echarle de menos"

"¿Vamos a la Sala Común? Empieza a hacer un poco de frío"-sugirió Very.

"Está bien, pero hoy no me agobies con los deberes, Lily, que necesito relajarme"-dijo Amy apuntándola con el dedo.

"Está bien, está bien…"

Las cuatro amigas iban a entrar en el castillo cuando vieron que Aitzi se quedaba parada.

"¿Qué pasa?"

"No lo sé, pero… ahí hay un carruaje"-señaló Aitzi.

Las tres se giraron y vieron que era verdad. Los merodeadores se acercaron a ellas, pues también lo habían visto y estaban extrañados.

"Very ¿tú sabes qué pasa?"-le preguntó Remus-"Todos los carruajes se han ido ya, y éste parece que vuelve"

"No sé, a lo mejor se le ha olvidado el equipaje a alguien…"

Pero sus dudas pronto se vieron resueltas cuando el carruaje paró y de éste bajo una pequeña figura con un gran equipaje.

"¡ZORPREZAAAAAAAA!"

"No puede ser…"-exclamó Amy, como los ojos como platos.

O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O FIN DEL CAPÍTULO O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O

El escenario está en calma hasta que aparecen Saly Black Potter y Unika Evans

"¡Hola, queridos lectores! Esta vez no hemos tardado tanto en actualizar ¿no?"

"¡Muchísimas gracias por los reviews! ¡Sois los mejores!"

De repente se escucha un ruido muy fuerte

Saly: ¿Qué puede haber sido eso?

Se acerca a un lateral del escenario para comprobar qué ha pasado cuando de repente algo explota y sale volando por los aires.

Unika: ¡Salyyyyyyyy!

Se acerca corriendo a ésta, que se encuentra tumbada en el suelo, con gesto trágico

Saly: Unika… venga… mi… muerte…

Y tras decir esta heroica frase, deja caer la cabeza hacia atrás con los ojos bizcos y la lengua fuera.

Unika: ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! ¿POR QUÉ ELLAAAAAAA? ¡LLEVAME A MÍ!

"¿Quegeis dejag de haceg el imbécil?"

Unika y Saly (que se ha recuperado milagrosamente) miran a la persona que acaba de entrar en el escenario.

"¡Laurent!"

Laurent: El mismo. Cgeo que me he pegdido de camino a Beaubatons, mi caguaje tomó mal el camino, ha explotado, y no encuentgo a los demás, pogque veníamos en caguajes difegentes…

Saly: Pobrecito…

Unika: No te preocupes, nosotras te ayudaremos…

Laurent, que no se da cuenta de a quién le ha pedido ayuda, deja que Saly y Unika le lleven hacia un lateral del escenario, sin percatar que una lleva una esposas en las manos y la otra lleva un látigo. El escenario se queda vacío hasta que aparece gritando la Voz en off

Voz en off: ¿¡PERO QUERÉIS AYUDARME CON MI BODA O QUÉ?!