Hola a todos: este es mi primer fic en esta página, por lo que agradeceré a los que lean esto que me dejen reviews . . El título está medio sugestivo pero fue una sugerencia de mi querida gemela y pues no se podía rechazar.

Disclaimer: los personajes de este fic pertenecen a Masami Kurumada y la autora los emplea sin fines de lucro.

Bueno, sin más diviertanse...

EL ÚLTIMO VIRGEN DEL SANTUARIO

por: Sher-Jo

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El amor da sentido a nuestras vidas, puede hacer la diferencia entre una existencia vacía y el delicioso éxtasis de compartir tu ser con alguien más. El amor no tiene edad, condición social, raza, ni siquiera género.

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CAPÍTULO 1: AHORA QUE ATHENA NO ESTÁ

Anochecía en el Santuario, todo era paz y quietud, los templos de las doce casas del zodiaco estaban tan silenciosos como si no hubiera nadie en su interior. De pronto un súbito sonido estremeció las antiguas ruinas como si una exclamación de Athena acabara de ser ejecutada, pero no... sólo se trataba del muy famoso equipo de sonido de Aldebarán de Tauro a toda su potencia. Había fiesta en el coliseo esa noche, lo cual en realidad no era una sorpresa, Saori Kido había anunciado esa misma mañana que se ausentaría durante un mes por cuestiones de negocios de la fundación Graude, dado el periodo de paz del que todos gozaban desde que derrotaran a Hades, Athena había partido únicamente con su sirviente Tatsumi y con Kiki; por supuesto al enterarse de la noticia los santos (que en realidad de santos no tienen nada) se apresuraron a organizar un zafarrancho aprovechando que su querida diosa no estaba ahí para regañarlos, y por supuesto podrían dar rienda suelta a todas sus diversiones favoritas que se vieron en la necesidad de suprimir para dar su mejor imagen a la diosa.

Con la música a tope y un gran surtido de sus bebidas favoritas preparadas por los conocedores Dohko y Shion (no en balde han vivido tanto) los santos dorados, de plata y bronce empezaron a bailar, beber, comer y flirtear. Aiolia de Leo estaba un poco nostálgico esa noche, necesitaba algo que le levantara el animo, o mejor dicho a alguien; un buen amante sin duda lo alegraría, echó un vistazo alrededor, ahí estaba Kanon, conversando animadamente con Camus de Acuario, ambos con un martini en la mano, sin duda el gemelo de Saga era el mejor que había tenido en su cama, de hecho le producía una especie de obsesión, pero aquella noche no tenía ganas de cosas exóticas y desenfrenadas, le apetecía más bien un poco de ternura por lo que se giro sobre si mismo buscando a otro de los santos "accesibles", a Shun para ser más precisos, pero oh! decepción, el joven Andrómeda ya había sido abordado por Shura quien en ese momento lo tenía consigo en su mesa y lo instaba a beber unos tequilas; todo eso claro vigilando de reojo a Ikki quien en ese momento hacía de DJ, en el santuario los rumores estaban a la orden del día, por lo que todo el mundo sabía que el pequeño Andrómeda era una "cortesana" por decirlo de algún modo, siempre estaba accesible si sabías como ganártelo; el único despistado que ignoraba eso era su hermano, la primera Ley de la Dinámica Relacional Degenerada entre Santos de Athena, también conocida como Ley de Shion (dado que fue quien la descubrió y más ventaja le saco) dice "el último en enterarse de la información circulante en el santuario será aquel a quien le concierna más". Sin duda Shura estaba haciendo bien su trabajo e Ikki aún no lo notaba por lo que probablemente Capricornio lograría su cometido sin ser asesinado brutalmente. Aiolia descartó a Shun y consideró dejar por la paz el asunto del amante cuando de pronto sus ojos se fijaron en un solitario Mu de Aries, otra de las cortesanas del santuario, dudó por un momento pero cuando notó que desde el otro extremo del coliseo Shaka se dirigía hacia Mu con dos copas en las manos se decidió

– hola ¿cómo estás?– saludó a Mu

– hola Aiolia¿te diviertes?– inquirió Aries con ese tono inocente que derretía a sus compañeros, Leo sonrió y acarició el cabello lila de Mu.

Milo de Escorpio contemplaba a sus compañeros, estaba a mitad de una conversación con Aldebarán cuando su atención fue atrapada por Camus; Acuario, era tan diferente de los demás, elegante, apuesto y frío, tres cualidades que lo hacían irresistible, algo que no sólo Milo opinaba, Camus había tenido varios amantes ya entre los Santos, que después desdeñaba aburrido, era tal su reputación de difícil que no más de uno cesaba en sus intentos por conquistarlo, en esos momentos el francés bailaba con Kanon, ambos se llevaban bien, tal vez porque eran polos opuestos; Kanon era el más descarado, atrevido y cínico santo del lugar, como cortesana era complaciente aunque había ciertos rumores sobre sus excesos de bebida y otras cosas

– ¿te gusta verdad?– dijo Aldebarán interrumpiendo los pensamientos de Milo

– no – respondió este, mirando con ensoñación en dirección de Camus

– no creo que te haga caso– siguió Tauro ignorando la mentira de Milo, el cual sonrió animado y empinó su copa de vino un poco apresurado

– ¿quieres apostar?– dijo

– ¿quieres apostar tú?– le contestó Aldebarán significativamente, Tauro era la almohada de muchos en el lugar, sabía que en el fondo Milo nunca se había atrevido a cortejar a Camus por temor a enamorarse, Escorpio comprendió la indirecta, la sonrisa se borró de su rostro un momento, le arrebató la copa de la mano a Aldebarán y tras vaciarla de golpe caminó con paso firme hacía el maestro del hielo.

Kanon se quedó sin pareja, pero más tardó Milo en apartar a Camus de su lado que Dohko en tomarlo atrevidamente de la cintura, el gemelo de Saga iba a protestar pero fue acallado por un beso del rejuvenecido maestro de los cinco picos, rió mostrando su perfecta dentadura, echó un rápido vistazo hacía su hermano Saga, que un poco sombrío como siempre, bebía con Seiya y Shiryu para luego alejarse del lugar bien acompañado.

En el centro del coliseo, Misty realizaba un atrevido striptease para alegría de los demás Santos de plata, Afrodita ya entonado tras varios vodkas estaba tomado del brazo de Cáncer, ellos dos eran pareja regular aunque si Afrodita decidía marcharse con alguien más Deathmask nunca protestaba, Piscis era solo una diversión. La fiesta terminó tarde, los mismos de siempre se fueron en pareja: Mu, Kanon, Afrodita y Shun; Camus era otro miembro del grupo pero había cortado de súbito su conversación con Milo y se había retirado temprano. Con quién se habían ido era lo de menos, entre los Santos de Athena no había rivalidad de amores. Hubo que sacar a Hyoga en calidad de bulto, se había enfrascado en una tonta competencia con Shion de ver quién bebía más, había perdido por mucho y Seiya, líder compadecido de los santos de bronce, tuvo que cargarlo hasta su habitación, los demás casi tan ebrios como Hyoga pero con mejor equilibrio se marcharon tras la fiesta dejando que los muy molestos pretorianos del santuario limpiaran el desastre por ordenes directas del Gran Barman / Patriarca Shion.

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Continuará

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