EL AMOR DE MI VIDA

RuHana – MakiSen – MitSen

N/A: A alguien le interesa la Historia de Sendoh y Mitsui, por que aquí esta — Espero que no les parezca demasiado largo el capitulo y que se diviertan ji, ji, recuerden que este es un Universo Alterno y que los personajes no son originales, se los hago notar para que no les sorprendan mucho unas cuantas situaciones en este capitulo, que espero les guste un poquillo!

CAPITULO XI. ANTECEDENTES.

Cuando volvieron a su departamento, sintió unos deseos enormes de refugiarse en su koi, dudo de el por un estúpido y ahora se sentía culpable, además de que por sus propias preguntas sin importancia habían tenido algunas peleas sin sentido, aunque después de todo esas inconsistencias en su relación le volvieron a mostrar que sí tenia problemas y que era necesario seguir asistiendo a las citas con su psicólogo, ahora lo sabia.

Había dejado de asistir después de la segunda consulta pues aquella doctora le había dicho en la primera, que tenían que cancelar las siguientes citas ya que ella debía tomar sus vacaciones, por lo que tuvo que reasignarle un nuevo doctor, y aunque no le parecio tan mal cuando lo conoció, le dio miedo volver, temía que su recuperación fuera dolorosa, pero ya estaba cansado de ser la victima, era hora de aprender de sus errores y seguir adelante.

Contaba en todo momento con el, claro que lo sabia, y hasta escucho alguna vez que su amado se había enamorado de el casi desde que nació, pues tan pronto salio su madre del hospital, y fue a visitar a su hermana – la madre de sus primos – Sinichi lo conoció, al mismo tiempo que sus primos, pues mientras Kaede tenia 6 años, su hermanita Ayako apenas había nacido hacia unos cuantos meses también, y Sinichi Maki estaba ahí, como visita en casa de los Rukawa y al verlo por primera vez con casi 7 años de edad, Sin-chan quedo prendado de ese hermoso bebe de ojos azules casi violeta, de piel de porcelana y sonrisa de sol, en ese momento solo lo sintió pero no lo tradujo a pensamientos solo a hermosos sentimientos por el pequeño bebe Akira.

El tiempo paso y cada vez que sus primos visitaban a los Sendoh's, Sinichi siempre los acompañaba, pendiente en todo momento de Aki-chan, de quien no se separaba y a quien mantenía observado, cuidándolo de que nada malo le pasara pues cuando el pequeño y latoso Hisa-chan estaba cerca Aya-chan y Aki-chan siempre tenían algo por que llorar.

No importaba como, pero este siempre se las arreglaba para molestarlos y solo Kaede podía ponerlo en su lugar con una mirada además de su padre, pues desde que se conocieron Sinichi y Hisashi se declararon la guerra con la mirada al chocar sus energías desde muy pequeños. No todos eran parte de la familia, pero Mitsui y Maki de alguna manera siempre estuvieron cerca de los Rukawa.

Tan pronto entraron a su departamento se lanzo a sus brazos y este le correspondió gustoso. No fue necesario hablar, con una sonrisa todo quedo dicho y se dirigieron abrazados a su recamara.

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—No me crees?

—Adivina.

—Es verdad, cuando me desperté no recordaba nada, solo me dolía el cuello y la cara, me pegaste tu? O fue el... – pregunto con inocencia aun tocando su apreciado rostro.

—No me puedes engañar – se movía de un lado a otro en su oficina arreglando algunos archivos y sin mirar a su amigo.

—Por que no le preguntas a tu padre como desperté, el sabe que yo no tenia... – seguía en pose de victima.

—Hisashi... – lo miro a los ojos seriamente y el otro retrocedió intimidado – Te conozco y Sé de lo que eres capaz, así que no intentes engañarme, que conmigo nunca ha funcionado – nuevamente volvió a lo que estaba haciendo.

—¿Qué debo hacer para que me perdones, se que no me crees y acepto que es difícil por eso quiero ofrecerte una disculpa o... – miraba al suelo, su actuación no funcionaba con Kaede pero no podía mostrarse como un cínico.

—Una disculpa para Hana y Kimi.

—Pero... cuando? y quien es Kimi, solo recuerdo que...

—Kiminobu Kogure, el amigo de Hanamichi, el chico de lentes que bailo contigo casi toda la noche... – alzo un poco la voz, molesto con su Mitsui.

—A sí, claro – si lo recordó, aunque fingió no hacerlo.

—No puedo creerlo, tampoco lo recuerdas a el? – lo dijo con enojo, sabia que todo era una actuación bien estudiada de su hermano – Esto es el colmo!... pero ya no importa, espera a que yo te llame y entonces te diré cuando lo harás – se relajo un poco, molestarse no le hacia ningún bien y no tenia caso – Y no pienses que he creído una palabra de lo que me has dicho, niñito tonto... – por fin se sentó en su escritorio y le quito la vista a Hisashi como dándole una nueva oportunidad de reivindicarse ante el.

—Pero entonces me perdonas? – pregunto como niño bueno, arrepentido de sus maldades, pero en el fondo solo quería estar bien con su amigo, lo demás no le importaba.

—El golpe que me diste? – eso nunca le molesto tanto como lo demás.

—Si, y por todo lo que hice... – se froto la nuca y puso cara de cachorrito.

—No lo se, tal vez si me prometes que intentaras dejar las drogas y la bebida y el cigarro – estaba exagerando?.

—Todo eso, es demasiado, tu también bebes y fumas – se escudo en los vicios de su amigo – No puedo por lo menos hacer eso?

—Fumas y bebes demasiado.

—Esta bien lo haré, pero solo por que es importante para mi estar bien contigo, que si no...

—Ya vete a trabajar.

—OK, Aniki – y salio feliz de la oficina de su amigo, solo le importaba estar bien con Kaede y con su tío, todo lo demás podía irse al diablo.

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Al día siguiente, al terminar con sus tareas de la universidad, llamo a su nuevo mejor amigo y le pregunto si era posible que se vieran pronto. Deseaba contarle sus problemas pues entre las distintas terapias que su psicólogo le menciono se encontraba la de hablar con sus mejores amigos sobre sus sentimientos en sus peores momentos, y decidió que ya era hora de hacer algo por si mismo, además de que nuevamente concertó una cita con aquel agradable doctor.

No fue difícil encontrarlo en casa, y lograron citarse sin problemas al día siguiente, para charlar largamente.

—Tal vez te parezca atrevido de mi parte, pero te cite aquí para contarte algo sobre mi vida, je, je – se sintió ridículo en ese momento – mi doctor me recomendó hacerlo, es un psicólogo muy agradable y... – respiro profundamente por alguna extraña razón comenzaba a sentirse un poco mal – ya se que te estas preguntando por que quiero decírtelo a ti, y es por que me identifico mucho contigo, es decir, sé muy poco de ti, solo un poco mas de lo que tu sabes de mi, pero aun así siento mucha confianza cuando hablamos y me parece que podemos ser grandes amigos – estaba agradecido de que el pelirrojo accediera a ir al departamento que compartía con su novio.

—Claro que puedes confiar en mi – contesto con entusiasmo, cada vez que una persona lo consideraba digno de ser su amigo se sentía bien consigo mismo – Y la verdad es que me encanta que quieras poner en practica ese tipo de terapia conmigo, por que sabes, es la mejor que conozco, por que aunque no lo creas tuve una relación bastante "conflictiva" y gracias a que Akagi me ayudo a salir de ella y me recomendó al maravilloso doctor Anzai, he podido salir de mis crisis siguiendo sus consejos je, je... – tal vez mas tarde también debía contarle sobre su mas conflictiva relación, pero en ese momento estaba ahí para escuchar y deseaba hacerlo.

—Hablas del viejito con lentes, de bigote y cabello blanco? – le parecio que escucho mal, una verdadera coincidencia, pero ahora que veía al pelirrojo tan bien, la confianza en que sus problemas psicológicos se arreglarían pronto le dio alivio.

—Si, el "gordito", je, je... – lo acepto risueño, jamás creyó que Akira lo conociera, pero no le importaba mencionarle al mundo entero que había sido tratado por uno de los mejores, no, se corrigió en sus pensamientos, Hanamichi fue tratado por el mejor Psicólogo de todos.

—Que bien, eso significa entonces que comprendes que lo que tengo que contarte me ha tenido un poco traumado en los últimos – se permitió un largo suspiro – 12 años, prácticamente desde que Sinichi se fue.

—A donde se fue?

—A América, Estados Unidos, Los Ángeles – quiso decir mas pero ya no supo que.

—Y por que se fue?

—El también fue basketbolista, como mi primo, y desde que tenia 18 años decidió irse, por que le otorgaron una beca y me dejo.

—Por que dices que te dejo?

—No me dejo – saco la lengua dejándole claro a Hanamichi que aunque era un reproche para su amado en forma de broma, tenia un poco de verdad – solo lo digo por que, a veces pienso que si el se hubiera quedado conmigo, Yo jamás me habría fijado en Hisashi – volvió a suspirar – Ayako sabe mi historia por que ella siempre fue mi confidente desde que comencé a vivir en casa de mis tíos, pero jamás le he contado a nadie mi turbia relación con ese... – respiro profundamente pues cada vez que deseaba contarle a alguien sobre su pasado, muchos sentimientos se apoderaban de su ser – Quieres saber lo que sucedió entre Hisashi y Yo? – pregunto tranquilizándose y consciente de que era hora de contar los sucesos justo como eran y con lujo de detalle.

—Siii – estaba muy interesado no solo en la historia de su nuevo amigo, sino también en ayudarlo de alguna manera.

Akira suspiro una vez más y decidió hablar hasta que su garganta se cerrara. Comenzó a recordar con rencor y nostalgia, aquella "relación" que logro hacerlo madurar antes de los 13 años.

Le contó sobre la muerte de sus padres, razón por la cual le fue necesario mudarse a casa de sus tíos. Al principio no fue difícil, todos lo trataban bien, excepto Mitsui, a quien sencillamente no lo podía ver sin que este lo mirara pensando en la forma de molestarlo ya fuera escondiéndole su ropa o quitándole sus juguetes al igual que lo hacia con Ayako.

Desde que Hisashi cumplió los 5 años comenzó a vivir en casa de sus tíos, pues su madre sufrió un accidente cuando volvía a casa – después de un largo día de trabajo en el hospital donde trabajaba como enfermera – al cual no pudo sobrevivir.

Pero el tiempo paso, Hisashi creció, y comenzó a fijarse no solo en las jovencitas sino también en los lindos chicos, y sin decírselo a nadie supo que la verdadera razón por la que odiaba a Maki y continuamente molestaba a Akira era sencillamente por que le gustaba. Si, a Mitsui le gustaba aquel chiquillo bonito de cabello negro, ojos azules casi violeta y esa hermosa sonrisa de perlas brillantes, que a pesar de la muerte de sus padres aun se dibujaba en rostro de porcelana.

Desde que cumplió los 11 años a Hisashi comenzó a gustarle el joven Sendoh, pero no lo dijo a nadie, de cualquier forma solo Kaede y Sinichi lo sabían, y por eso siempre los mantenían alejados, por que aunque Akira detestara a Hisashi por molestarlo a el y Ayako, sabían que podría de alguna manera en algún momento atraerlo, para por fin hacer realidad sus deseos y ser el primero en la vida de aquel jovencito.

Era muy joven pero aun así, cada vez que veía al mejor amigo de su primo – que era como su hermano mayor – no podía dejar de suspirar y acercarse a el de forma tímida, pero siempre decidido a llamar su atención, aunque no tenia que hacerlo pues Maki no podía vivir sin verlo por lo menos una vez a la semana.

Siempre le gusto su porte, su elegancia, su inteligencia, su sonrisa sofisticada, su infinita sabiduría, y esa mirada fuerte y penetrante que al fijarse en su persona lo hacia temblar de emoción. Akira nunca lo supo hasta que Maki decidió instalarse definitivamente en Kanagawa, después de volver de América, pero el gran Maki, el mejor amigo de su hermano mayor siempre estuvo enamorado de el. El saberlo le causo confusión, enojo y molestia, sentía que habían perdido mucho tiempo, afortunadamente aun era joven y por fin había decidido separarse de Hisashi definitivamente, por lo que decidió "perdonar" a Maki – aunque nunca le confeso nada – para comenzar la relación amorosa que siempre soñó. De cualquier forma una relación con un chico mayor por muchos años aunque fuera casta y pura hubiera sido imposible, así lo entendió y comprendió las razones de su amor verdadero, para iniciar la más bella relación con alguien que no solo lo amaba sino que también le era fiel y lo respetaba.

Su idilio con Hisashi había durado años. Desde aquella rara vez en la que este se le acerco – pues lloraba desconsolado por que Maki se había ido por fin de Japón – fue que conoció a un Mitsui diferente, uno que intentaba consolarlo de alguna manera, y que desde que cumplió los 11 años se había vuelto muy complaciente y atento, además de que aparentemente le había ofrecido una amistad con una intención oculta.

Meses después de ese repentino cambio en la forma en el trato de Hisashi, dejo de temerle, ya no lo molestaba y le ayudaba con sus tareas cuando nadie mas podía, y en agradecimiento Akira lo acompañaba a sus clases extras, la cuales debía tomar para recuperar las materias que por su propio descuido constantemente reprobaba, no por que fuera retrasado o distraído sino por que simplemente era un rebelde al que los profesores no soportaban mas de media.

De esa manera se hicieron amigos, claro que Ayako nunca confió en ese repentino cambio, nunca confió en ese niño de mirada traviesa, y aunque le aconsejaba a Akira no salir con el a ningún lado, el pequeño Sendoh fue conquistado por los pequeños detalles que el nuevo Hisashi de 15 años tenia con el.

Y aunque ni siquiera había podido tomarle la mano por mas de 3 segundos sin que Akira huyera de el, y el joven Hisashi comenzaba a impacientarse al no conseguir lo único que quería de ese chico, alguien con quien tener sexo en su propia casa cuando le diera la gana.

No eran nada, no tenían parentesco de ninguna clase y le gustaba, le gustaba demasiado, y mas aun cuando le coqueteaba descaradamente – su lívido le hacia creer que así era – o cuando usaba esa ropa entallada en sus poco visibles curvas, era un niño pero no por eso dejaba de provocar la mente del chico que le miraba cada vez con mas deseo, solo que a los 12 años, Akira, no sabia de que.

Lo hacia sentir bien, cuando le daba su abrigo en las noches frías, casi siempre al salir al cine en las mas de tres veces que acepto ir sin la compañía de Ayako, antes de que algo mas que amistad existiera entre ellos. La atención que le dedicaba también le hacia sentir alagado e importante, y aunque meses después tenia la seguridad de que Hisashi quería algo mas que amistad con el, no creyó que llegaría el momento en el que este intentaría forzarlo.

En una noche como cualquiera, llena de armonía, casi 6 meses después de que Maki se fuera, Akira contemplaba la luna desde su habitación. Todo el mundo creía que ya se había olvidado de Sinichi, pero no era así, solo deseaba olvidarse de la tristeza, tenía demasiado con ser literalmente huérfano pues aunque vivía con la hermana de su madre y sus primos, sus padres ya no estaban en el mundo, y solo Hisashi lograba hacerlo sonreír cuando se lo proponía.

A sus apenas 12 años, poseía una madurez increíble, su criterio le hacia pensar que los consejos de Ayako no eran infundados pero ya no quería estar alerta todo el tiempo, solo quería vivir. Desde muy joven se supo homosexual, y parecía no molestarle a nadie. Y la única persona interesada en el comenzaba a gustarle mas de lo que hubiera deseado solo por que estaba ahí, pero ya no le importaba mucho, así que dejo de creer en que todo era malo y creyó en Hisashi por primera vez.

Entro a su habitación antes de que conciliara el sueño, y aunque el recuerdo no era tan malo como Ayako creía aun sentía una opresión en el pecho cada vez que esa memoria se visualizaba en su mente.

——————————FLASH BACK­­————————————

—Ya tengo sueño, hablemos mañana Ayako – hablo al escuchar que la puerta de su habitación se cerraba discretamente – pero rápidamente sintió frió en su espalda y un brazo travieso y fuerte rodeo su cuerpo tocando sugestivamente su estomago.

—Hola precioso – el sonido de una voz masculina le recorrió la nuca haciéndole sentir un raro escalofrió, enfriando su cuerpo totalmente.

—Hi-hisashi-kun, que, que haces aquí? – no volteo a verlo, aun seguía recostado de lado, dándole la espalda al chico que se atrevió a meterse entre las sabanas de su cama.

—Vine a visitarte – y rápidamente se posiciono sobre el cuerpo mas pequeño – no te pongas nervioso – acerco su boca a la de Akira y volvió a hablarle – Solo quiero demostrarte lo mucho que me gustas – y lentamente fue acercando sus labios a los de Akira – No me digas que no lo sabes – junto sus labios, rozando los del chico bajo el con suavidad, esperando la mejor reacción de su parte.

—Pero, tu no me habías dicho nada – alcanzo a decir algo después de aquel roce sin saber que hacer, su mente de niño no sabia como reaccionar.

—Me gustas y se que Yo a ti – nuevamente se acerco y esta vez atrapo con sus labios los del menor e intento introducir su lengua en esa boquita virgen.

—Nomm... – no sabia que debía hacer en un momento así, aunque la verdad era que quería quitárselo de encima, gritar y no volver a ver a Mitsui – E-espera – alcanzo a empujar a su ahora amigo – No creo que debamos hacer esto.

—Solo quiero besarte – acaricio con ternura las mejillas de Aki-cha, que supuso estarían mas que rojas en la oscuridad de la noche – estoy seguro de que tu también lo deseas.

—No, te equivocas Yo no...

—Ah, no? – se altero un poco y jalo el cabello de Akira asustándolo y dejándolo paralizado.

Y ya no dijo nada, solo se limito a besarlo con fuerza introduciendo su lengua en la boca que intentaba penetrar, sin importale que Akira no lo deseara. Nada le importo y tan demandante como siempre lo había sido, beso el cuello del menor haciéndolo temblar, pero ya no sabia de que, si de miedo o placer, pues comenzó a gemir suavemente cuando el chico mayor comenzó a frotar su duro miembro contra el suyo, logrando en el pequeño su primera erección.

Tenía 15 años y sabia todo sobre el sexo, conocía una buena técnica para seducir a niños inexpertos y la puso en práctica. Lentamente introdujo su mano dentro de la pijama de su joven compañero y tomo el pequeño miembro de chico bajo el, logrando posicionarse entre sus piernas de inmediato y sacarle gemidos de placer.

—No grites – le susurro al oído al notar que el mas joven dejo de oponerse a las caricias del mayor, y al recibir la orden de inmediato obedeció, y se mordió los labios para que nadie los escuchara.

Segundos después, su primer clímax sucedió y cansado – después de oponerse al principio y de recibir besos profundos y tener un primer orgasmo – quedo casi inconciente, pero Mitsui aun estaba muy despierto y lleno de energía, totalmente excitado y con una idea en mente.

Le quito la pijama y el calzoncillo con rapidez, Akira no se dio cuenta, solo quería dormir, aun así cuando un dedo frió con alguna sustancia viscosa se introdujo en su ano, chillo de dolor, jamás había sentido algo así, y no le gustaba.

—Cállate – le dijo al oído y nuevamente tapo su boca con la suya, besándolo con fuerza y jugando con su lengua lo distrajo un momento, mientras comenzaba a mover su dedo en la estreches del menor.

—Me duele... – con lágrimas en los ojos, Akira le rogó con la mirada que no continuara, pero Hisashi no se detuvo, solo abrió más las piernas de su "amiguito" y continuo dilatando la estreches del pequeño – No quiero... Ah! – cada vez que abría la boca Hisashi la cubría con la suya, y aunque quería quitárselo de encima ya no podía.

Rápidamente, para no perder más tiempo, sustituyo sus dedos con su miembro erguido y lo introdujo lentamente esperando no romper las paredes que lo acogían contra su voluntad. Hizo lo posible por esperar, callando con sus besos los lloriqueos y gemidos de Aki-chan pero no pudo esperar más y comenzó a moverse con frenesí dentro de el, lo lastimaba pero sus incontrolables deseos lo obligaron a hacerlo.

Akira ya no se movía, solo lloraba y esperaba a que todo terminara, por que aunque era muy niño sabia que esto no iba a durar. Intentaba responder a los besos de Hisashi, pero sus sollozos no se lo permitían, e increíblemente segundos después de intenso dolor, comenzó a sentir algo raro, una sensación rara y placentera se apodero de sus sentidos y sin poderlo evitar ahora también intentaba participar en el acto moviendo un poco sus caderas hasta que su propio liquido volvió a ser expulsado de su virilidad sin siquiera tocarlo.

Segundos más tarde sintió que un líquido caliente lo quemaba por dentro y sin poderlo evitar sintió placer, aunque después comenzó a llorar. Mitsui no espero y de inmediato salio de su cuerpo e intento consolar a Akira, diciéndole al oído mil cosas bonitas, prometiedole amor eterno y secando sus lagrimas con sus labios.

Akira se sentía bien en los brazos que lo acogían calidamente, y creyó todas sus palabras cursis, necesitaba hacerlo, de otra forma se sentiría violado, aunque al final, tuvo que admitir que la experiencia le causo placer.

Días después, la experiencia se repitió y al terminar esta vez Mitsui le pidió que fueran algo más que amigos, y obviamente Akira acepto de inmediato, pero no podía decírselo a nadie aunque todos lo sabían.

——————————FIN FLASH BACK­­————————————

Le contó casi todo, desde su primera vez hasta la primera infidelidad de Mitsui cuando se suponia que le había no solo jurado amor eterno sino fidelidad hasta la muerte. Hasta la forma ruda en que le hacia el amor cuando discutían para después pedirle perdón entre besos y nuevas promesas.

Hanamichi se conmovió, como no hacerlo cuando le conto sobre sus peores experiencias y sobre como tuvo que aguantar mas infidelidades de las que podía contar con los dedos de sus dos manos.

Fueron demasiadas cosas y al final, como lo esperaba Akira termino llorando como Magdalena en los brazos del pelirrojo, que lo miraba no con lastima sino con dolor y entendiendo casi a la perfección las razones de sus traumas.

Pero había mas, mucho mas que Akira no le había querido contar a Hanamichi, las razones eran obvias, aun se sentía humillado y un gran odio al saber que no merecía lo que había sufrido no le permitía hablar, pero a grandes rasgos el pelirrojo casi sabia todo. Y aunque Akira no lo sabia Hanamichi se imaginaba todo lo demás.

El también odiaba las infidelidades, los golpes, y las ocasiones en las que algunos novios, forzan a sus parejas a tener sexo, escudándose en el amor que se supone que sienten, pero el ya había superado sus traumas y estaba dispuesto a ayudar a Akira en todo lo que fuera necesario.

Pero en su corazón comenzó a nacer una extraña sensación, su desagrado por Mitsui creció al conocer la historia de su nuevo amigo, y ahora solo pensaba en que en algún momento de su vida Hisashi Mitsui tenia que pagar todo el daño que estaba seguro les había causado no solo a Kimi, Akira y al mismo Sakuragi, sino también a otras personas en el mundo y aunque se quiso quitar la intención de vengarse no pudo.

Quiso que su miedo se convirtiera en ira, y lo logro, solo para después intentar convencer a sus amigos de darle una lección en conjunto.

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Los días pasaban mas rápido y todo seguía su curso normal, sin problemas y sin grandes desacuerdos Hanamichi y Kaede vivían juntos como en familia, mas felices cada día.

—Tengo algo que decirte Hanamichi – después de la cena, lo miro serio mientras su amado recogía los trastos de la mesa.

—Que? – pregunto despreocupado y se puso a lavar los platos.

—Tendré que salir, es decir, Maki y yo saldremos de viaje, tenemos que ir a Tokio unos días y mi madre quiere que deje a los niños en su casa por el tiempoestaré fuera, no te molesta verdad, es decir, tu no tienes auto y no podrías...

—No te preocupes, tienes razón, además yo tengo que trabajar y no podría cuidar de ellos en todo momento – en el fondo se sintió como si no hubiera sido tomado en cuenta y así fue, su pecho le dolió pero no lo hizo obvio y sonrió.

—No te pongas triste – Kaede lo abrazo por detrás y le beso el cuello – Volveré pronto.

—Lo se – y lo beso con fuerza pero sin tocarlo con sus manos mojadas.

Después de conocer la historia de su ahora amigo Akira, cada vez que pensaba en todo el daño que este le había causado, intentaba de alguna manera quitarse las ganas asesinas de hacerle "algo" a Mitsui, de vengarse de alguna manera de ese tipo que también le pudo haber hecho mucho daño a su muy querido amigo Kogure, además de la pequeña pero fuerte golpiza que le dio por no acceder a sus deseos.

Paso unas horas pensativo y alacompañar a Kaede, después de insistir mucho, le parecio que ya era hora de pensar en alguna manera de darle alguna lección al segundo hombre que lo maltrataba.

Sabia que no hacia bien, que era solo venganza lo que deseaba, pero no podía evitar sentir lo que sentía, estaba muy molesto y mas aun después de conocer la historia de Hisashi y Akira, simplemente ahora no podía quedarse con los brazos cruzados. Su problema era que no podía hacer nada solo, y para conseguir ayuda tenia que explicarles a sus amigos, que lo que estaba planeando hacer, era por el bien de la humanidad y por que Mitsui se lo merecía.

Su primera idea fue mandarlo a golpear por cualquier gangster que se encontrara en la calle pero le parecio peligroso y no había nada mas alejado de la verdad, además de que el no se atrevería nunca a buscar al indicado para el trabajo.

Siguió pensando y decidió que posiblemente entre el, Akira y Kiminobu – los tres afectados por sus egoístas deseos – debían darle una lección, una golpiza fue su primera idea, siendo tres estaba seguro de que podrían dominarlo fácilmente.

Cuando le hablo de su idea a Akira, sin Kiminobu presente tuvo que pensarlo de nuevo, ahora sabia gracias a Sendo que Hisashi al igual que Maki y Kaede podían defenderse muy bien, pues desde muy pequeños asistieron a diferentes escuelas de Karate y Kung fu, después de todo seria muy difícil dominar a Mitsui,ya quea esas clases el joven rebelde nunca falto.

Al hablar esta vez nuevamente con Akira y Kiminobu, la idea de darle una golpiza entre los tres recurrióen su charla y al final entre los tres decidieron que mientras Maki y Rukawa estuvieran fuera de la ciudad, tendrían el tiempo suficiente para aprender a dar golpes, y con esa idea decidieron encontrar a un buen maestro que les enseñara a defenderse o dar patadas en el momento justo en la virilidad de Mitsui para dejarlo fuera de combate y entonces golpearlo con saña. Los tres accedieron en segundos, y en sus cabezas unos cuernitos rojos aparecieron, mientras reían con maldad frotando sus manos.

Era la escena mas graciosa, pero los tres sentían la suficiente confianza para pelear por su dignidad y para consumar su pequeña venganza.

Le pidieron ayuda también a Youhei, pero con sus estudios estaba demasiado ocupado, además este los desanimo al conocer los antecedentes de cada uno de los vengadores.

Akira Sendoh jamás tuvo problemas con sus compañeros de clase, era un chico muy atractivo y de muy alegre carácter, cosa que lo hacia agradable para todos.

Kiminobu Kogure nunca fue un chico conflictivo-busca-peleas, y siempre que tenia problemas con algún chico, su hermano se encargaba de arreglar sus diferencias aunque en ocasiones era necesario levantar los puños. Kimi-chan era muy querido por su hermano mayor, sencillamente Hironobu era su ángel guardián y no le molestaba ser violento para defender a su hermanito y lo hacia cada vez que era necesario.

...Y Hanamichi, el parecía ser bueno solo para recibir golpes, sin lograr defenderse lo suficiente como para no salir muy lastimado. Desde pequeño había tenido peleas con sus compañeros en la primaria, siempre por su color de cabello, pero gracias a que tenia un maravilloso amigo que sabia Judo podía salir ileso de aquellos combates en su niñez, pero ahora ya no contaba con que Youhei estaría a su lado en todo momento.

La verdad era hasta cierto puntocomica pero ni Hanamichi, Kiminobu o Akira, eran buenos en el combate a mano limpia, y casi se podría decir que ese tema les era ajeno, debido posiblemente al ambiente y las condiciones en las que se criaron, por eso era necesario pedirle ayuda a un hombre que tuviera facilidad para dominar casi a cualquiera en una pelea y quien mejor que Takenori Akagi.

Le llamo por teléfono antes de explicarle la situación, y su decisión de vengarse. En primera instancia le parecio loca y arriesgada pero al escuchar que no estaría solo, decidió ayudarle tanto como le fuera posible, aunque aun se preguntaba como era posible que Hanamichi no le hubiera pedido simplemente que le diera una paliza de su parte, con placer lo habría hecho.

Cuando toco la puerta Mito le abrió y con cordialidad le invito a entrar a la habitación destinada para practicar aquello que el gori les enseñaría para su defensa personal.

Cuando toco la puerta observo el lugar y le parecio bien, además ya era hora de que esas "niñitas" aprendieran a pelear, no por que fueran homosexuales tenían que ser torpes y fáciles de someter, además era necesario que pudieran defenderse o por lo menos soltarse para correr cuando algo malo les sucediera.

Solo faltaba que Akira lo conociera y cuando sucedió, simpatizaron de inmediato pues tenían un objetivo en común.

—OK, quien quiere comenzar? – después de estirarse un poco y calentar sus músculos por unos minutos, le parecio que ya era hora de iniciar el entrenamiento.

—Bueno... – hablo Hanamichi, pero los tres chicos se miraron con un poco de miedo, no sabían que tanto podría lastimarlos, cosa que Akagi noto.

—No los voy golpear en la cara ni a romperles nada, lo prometo – les miro a los ojos convencido de lo que decía y Hanamichi le creyó.

—Ok, yo voy primero... – asintió con un poco mas de confianza, no en su fuerza o en su tenacidad para pelear sino en que su Aniki no lo iba a lastimar cuando este se quejara de dolor.

Akagi tomo una posición de defensa e invito a Hanamichi a que lo atacara con una de sus manos.

A Hanamichi le dio risa, y se sintió un poco ridículo frente a sus otros dos amigos, que solo lo observaban esperando a que hiciera algo de una vez, y para hacerlo se concentro, respiro profundamente y se lanzo contra su instructor.

Fallo el primer golpe que tenía planeado, Takenori fácilmente apretó ese brazo en el aire, elevando al pelirrojo con facilidad.

—Auch, no, auch, me duele, espera ya suéltame... – Akagi por fin lo soltó y de inmediato Hanamichi comenzó a sobar su brazo derecho pues sintió que aplico demasiada presión – au... me dolió... – hizo un puchero gracioso con el seño fruncido al mirar a su amigo y este solo movió la cabeza de un lado a otro, reconsiderando la fuerza que debía aplicar con sus aprendices.

—Podrías hacerlo mas lento y con mas suavidad, yo también tengo brazos frágiles y cuando me aprietan fuerte se me marcan los dedos en la piel – lo dijo sin pena y Akagi casi se va de espaldas.

—Yo también me pongo morado con poca presión – Kogure acoto la moción de su nuevo amigo oji-azul y Hanamichi miro a su Aniki pidiéndole menos fuerza en su agarre para la próxima vez.

—Esta bien – acepto en total desacuerdo aunque no quería lastimar a sus hermanitos adoptados.

—Ok! Voy de nuevo – esta vez Hanamichi intento golpear el estomago de Akagi con el puño cerrado pero fue muy lento y el gori pudo contener su puño mas pequeño en su mano y comenzó a apretarlo nuevamente sin mucha fuerza realmente a consideración de Takenori, claro está.

—No, no, ya no me aprietes, hay! – grito casi de rodillas, esperando ser escuchado.

—Será mejor que descanses – lo acomodo en una esquina de la habitación y decidió probar con alguien mas – Quien quiere intentarlo? – miro a los otros y parecía que ninguno quería participar.

—Y-yo! – por fin se dio valor y se adelanto un paso, esperando no ser tan maltratado como Hanamichi, que aun sobaba con cariño su puñito.

Respiro profundamente y adopto la misma posición que el gori e intento darle una patada en sus partes nobles, pero este lo rebatió muy fácilmente, con su mano rechazo el golpe y el talón de Akira pego fuertemente contra el suelo.

—Hay-ay-ay, mi talón, mi talón! – lloriqueo un poco y todos se acercaron a ver que estaba bien, solo era el dolor que lo hacia gritar.

—Quieres continuar? – Akagi se agacho y lo miro a los ojos, y aunque ya conocía la respuesta se enterneció al ver como aquel chico al que acababa de conocer le respondía negativamente moviendo la cabeza y con otro puchero que decía "me duele mi patita"

—No, ya no.

Akagi se levanto y Akira se fue a sentar cerca de Hanamichi. Akagi miro a Kogure que ya se había quitado los lentes y se preparaba de igual manera que sus anteriores amigos, para intentar golpearlo.

Kiminobu inicio lanzándole una patada al hígado pero su pierna fue detenida por la mano de Akagi, e intento soltarse segundos después, y sorpresivamente este lo dejo alejarse un poco para después declarar el combate por terminado.

—Que les parece si descansan un poco y... – le dio la espalada y en ese momento recibió una patada en el trasero por parte de Kiminobu, solo volteo a verlo un poco enojado, cosa que hizo que el chico pálido comenzara a temblar – descansen un poco y después continuamos – y se dirigió al baño, seriamente molesto.

—Perdón – escucho que a lo lejos le pedían disculpas y solo gruño en respuesta – Creen que se haya molestado? – pregunto y los otros dos asintieron de inmediato, el problema fue que Kogure nunca supo que su combate había terminado, por lo menos no hasta ese momento.

—Peleen entre ustedes, primero Kogure contra Sendoh – ordeno al volver, a los tres chicos que ahora descansaban sobre el suelo sentados y un poco adoloridos.

—OK! – ambos creyeron que tendrían de alguna manera ventaja sobre el otro, y Hanamichi solo los observo, listo para pelear contra el vencedor de la nueva contienda.

Adoptaron la pose de defensa y comenzaron a dar vueltas, sin dejar de mirarse, pero después de 10 segundos ninguno de los dos atacaba al otro.

—Ataquen! – Akagi grito y los otros tres chicos saltaron del susto, pero por fin Kiminobu ataco a Akira.

Lo tomo por los hombros con ambas manos pero al presionarlo ya no supo que hacer y volteo a ver a Akagi en busca de algún consejo, desafortunadamente su distracción fue aprovechada por su contrincante, quien a su vez tomo las muñecas de las manos de Kogure con las suyas y también ejerció presión.

Al sentir presión y dolor en sus muñecas Kogure se alejo.

—Ouch! Me duele! – Y se soltó de Akira, quien preocupado por su amigo se acerco a ver si no había presionado muy fuerte.

—Es tu turno Hanamichi, Kogure descansa – con eso le parecio suficiente, para ver la siguiente pelea que comenzó de la misma manera.

—Ya voy gori – se levanto y en cuanto lo hizo le dio una "no tan fuerte" cachetada a Akira que estaba desprevenido.

—Ay! – grito y se sobo su mejilla izquierda con una lagrimita en su ojo derecho, y al ver que Hanamichi se acercaba a el, creyó que lo hacia para golpearlo otra vez, así que para detenerlo agarro un mechón de cabello rojo en su mano derecha y lo jalo hacia atrás con una mueca de molestia.

—Auch! No, espera hay! – volvió a gritar mientras retrocedía y Akagi se vio en la necesidad de intervenir.

Después comenzó a reír, al ver a Akira sobando aun su enrojecida mejilla y a Hanamichi acariciando su roja cabecita con ganas de llorar y haciendo pucheros.

—Perdón – y después se disculpo con el chico más alto quien al ver la sinceridad en sus ojos corrió a abrazarlo.

—Perdóname tu también, es que me dio coraje y después creí que me ibas a pegar otra vez y...

Nuevamente la risa escandalosa de Akagi los interrumpió.

—Y si lo atacamos entre los tres, tal vez logremos algo – pregunto Hanamichi pensativo cambiando de actitud y los otros dos asintieron.

Akagi dejo de reír y Hanamichi le hizo su propuesta, a lo que este solo asintió y nuevamente se puso en guardia.

—Apliquen un poco mas de fuerza en su agarre o en sus golpes – les indico como todo un maestro y los tres chicos asintieron.

Los tres se miraron y por arte de magia al asentir se pusieron de acuerdo en su trayectoria, así que Hanamichi y Akira decidieron lanzarle un golpe al mismo tiempo con su mano derecha y el puño cerrado, pero Akagi fue mas rápido que ellos y con sus manos sostuvo por las muñecas a sus aprendices y los elevo un poco, hasta que sus pies dejaron de tocar el suelo.

Ambos intentaron soltar sus manos de las de Akagi, y aunque lo intentaron con sus otras tres extremidades no pudieron. Miraron a Kogure quien solo esperaba la señal para lanzarse contra Takenori, y así lo hizo pero el se puso detrás de Akagiy con sus brazos rodeo su cuello intentando apretarlo con fuerza, esperando a que soltara a sus otros dos amigos.

No paso lo que Kimi quería, pues Akagi con su barbilla apretó los brazos de quien lo ahorcaba y se inclino hacia delante. Ninguno de los tres aprendices supo que pasaría o que hacer y menos cuando Akagi cruzo sus brazos y dejo caer primero a Akira y después a Hanamichi sobre el, soltándolos para tomar los brazos de Kogure y dejarlo caer sobre ellos. Todos cayeron sobre sus espaldas, uno sobre el otro.

Por ultimo hizo nudos con los brazos y piernas de los chicos amontonados en el suelo y se cruzo de brazos mientras reía sin poderlo evitar, pues los tres jovencitos enredados se quejaban mientras intentaban liberarse.

—Hay niños, son un desastre! – No podía aguantarse la risa, pero lo hizo – no creo que puedan ganarle a Mitsui en esas condiciones y siendo tan delicados como me acabo de dar cuenta que son los tres – les hablaba cuando por fin dejo de reír y se permitió desenredar a sus tres ex aprendices.

—Yo jamás pelee en mis años de escuela – dijo Akira un poco indignado y arreglando su ropa.

—Yo tampoco, por que me daba miedo que me rompieran los lentes, además mi hermano lo hacia por mi.

—Y yo ya perdí la practica hace mucho, lo siento Akagi – ambos cabizbajos se disculparon.

—En ese caso tendrán que hacer algo para vengarse de aquel tipejo.

—Como que? – preguntaron los tres, no tenían idea.

—Podrían... – se froto la barbilla mientras pensaba – supongo que si ustedes han sido de su agrado, quiero decir, el tipo a sentido atracción por ustedes tres o me equivoco? – los tres asintieron ruborizados y sin poder mirar a Akagi, pero escuchaban atentos lo que este les decía – Pues en ese caso podrían seducirlo y cuando lo tengan mas que listo para... ya saben, lo amarran y le hacen algo.

—Algo, como que?

—No lo se, pueden humillarlo de alguna manera, piensen, imaginen que lo tienen amarrado a la cama, semidesnudo y muy deseoso de tener una orgía con ustedes tres, entonces que harían? – les pregunto un poco ruborizado, pero nadie lo noto.

—Yo lo golpearía con un bat – dijo Kiminobu y los cuernitos nuevamente aparecieron en su cabeza.

—Yo mh... no lo se, tal vez podría pegarle un chicle (goma de mascar) en el cabello antes de darle unos buenos golpes en su cara fea je, je – rió maléficamente el pelirrojo y después los demás.

—Pues ya esta, será mejor que se pongan a trabajar en ello, es decir, en su plan para seducirlo – sugirió Akagi y le parecio prudente irse, aunque tenia deseos de conocer el plan final pero tenia que ir a trabajar – No olviden que si necesitan mi ayuda, pueden contar con ella, OK!

—GRACIAS GORI! – los tres hablaron emocionados y Akagi no pudo quedarse mas.

Horas después, una idea maravillosa para consumar su "venganza" llego a su mente, era hora de poner en su lugar a aquel imbécil que se había dedicado a molestar a Akira y hacerle la vida imposible, para después continuar intentando hacerle daño a las personas a su alrededor solo para satisfacer sus deseos y sus caprichos.

Era hora de que recibiera la lección de su vida, el pelirrojo sonrió para si mismo y llamo a sus amigos, ya era tiempo, habían practicado bastante sus comportamientos para su plan y sentían que estaban listos.

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N/A: Muahahaha¿cual será el plan del pelirrojo, ji, ji, ji, les parecio gracioso el capitulo, les parecio interesante la historia de Sendoh y Mitsui, bueno ahora si les prometo que el próximo capitulo será serio y difícil para mi de escribir, ya se dieron cuenta de que el drama no se me da mucho, ni la violencia con la que algunas escritoras hacen fics en los que los protagonistas (últimamente Rukawa) sufren como desgraciados?. Chihuahua, ni siquiera puedo leerlos sin sentirme deprimida y rara je, je, bueno pues ahora quienes leen mis fics, saben que solo hago cosas rosas (yo creí que solo algunos One-Shot's lo eran además de Nuestra Historia), por que Yo lo acabo de notar ja, ja, bueno eso creo... De verdad espero que se hayan reido que me rei mucho al escribir y leerlo otra vez, ja, ja, ja.

Gracias como siempre a Ran, Shadir(Elenita), Caritademanga y Devil por seguir este fic que con el tiempo se vuelve más inverosímil y demasiado Rosa. Espero terminarlo pronto para continuar los demás. Gracias y hasta luego!