Dualidad
Advertencia – Yaoi (relación chico-chico)
Petición: En caso de que usted, lector, encuentre ofensivo el contenido de esta historia, Hágamelo saber, y cambiaré su Rating; así como tomaré acciones correctivas. Gracias por su comprensión.
Capitulo 1 - La vida ¿Sigue?
Se encontraba durmiendo, soñaba con esa persona en la que tanto le gustaba pensar, esa persona por la que daría la vida si fuese necesario, se sentía tan bien cuando se encontraba con esa persona, hacia que todo lo que pasara alrededor simplemente se esfumara, cuando estaba con esa persona, sólo existían ellos.
Fue entonces cuando sintió que algo estaba sobre él.... Lentamente despertó y noto que alguien lo abrazaba, eran inconfundibles esos hermosos cabellos celestes sobre su pecho, esa banda en la cabeza, esos brazos rodeando su cintura de forma posesiva.
- ¿¿¿Horo??? – Preguntó, pero no recibió respuesta alguna... - Horo, ¿Qué haces aquí?, deberías estar en la otra recamara.... – le susurró, mientras que el otro joven se levantaba lentamente para mirarlo directo a esos hermosos ojos dorados que siempre lo hacían suspirar...
- lo siento Ren, pero extrañaba sentir cerca a mi koi – le contestó el joven ainu un poco apenado
- yo también Hoto-Hoto, pero sabes que mientras estemos de visita en casa de Yoh no podemos.....
- entonces regresemos a nuestra casa – dijo Horo, ya que desde hace tiempo Ren había comprado una casa junto a la de Yoh para poder estar con su Horo, y no molestar a los demás, claro las casas no estaban pegadas una a la otra, ya que entre ellas se encontraba un gran campo de plantas que el joven ainu había hecho y cuidaba con mucho cariño, ya que ese era su sueño, y gracias a Ren lo había logrado...
- Horo no podemos irnos en este momento, Yoh nos invitó a su fiesta y a pasar la noche en su casa, sería una grosería para él, Anna y Hao si después de lo hospitalarios que se portaron nos vayamos sin avisar – le respondió Ren.
Como ya era de imaginarse, después de la gran pelea de shamanes Hao vivía en la pensión Asakura ya que él era un Asakura.
Obviamente Ren a referirse a "Anna y Hao hospitalarios" se refería a que por ese día, por ser el cumpleaños 19 de Yoh, ambas personas habían prometido a Yoh que no iban a ser groseros, claro fue bastante difícil para Yoh convencerlos, sobretodo a Hao, ya que la presencia de Ren molestaba bastante al shaman de fuego debido a que cuando buscaba shamanes para que se le unieran, Ren tuvo el descaro de negarse.
- cuando menos ¿Puedo acostarme a tu lado Ren? – le preguntó el otro shaman, a lo que el chino sólo asintió y se volvió a acostar con su koi a un lado...
En la pensión también vivían Ryu, y Tamao, obviamente Anna no los dejaría irse nunca, ya que ellos eran los que mejor cocinaban, Opacho también vivía ahí, dormía en el mismo cuarto que Hao.
Ese día también estaban de visita Manta, Fausto y Chocolov, todos por festejar a su amigo Yoh, lamentablemente sólo faltaba un amigo de Yoh.
Lyserg no podía ir a la pensión ya que ahí vivía la persona que mas odiaba en el mundo, y por eso prefirió no asistir a la fiesta de Yoh, claro estaba bastante apenado con su amigo, pero eso no significaba que se la estuviera pasando mal en Inglaterra.
A pesar de las visitas era una noche normal en la pensión Asakura, en la cuál Hao como todas las noches llegaba alrededor de las 4 o 5 de la mañana a dormir.
Yoh y Anna conocían el extraño horario del gemelo de Yoh, pero aun no entendían porque, sabían que Hao estaba muy afectado por el incidente que había pasado meses atrás, de hecho, todo el mundo se enteró del pequeño accidente de Hao, pero nadie entendía el porque Hao no había hecho nada todos esos meses por remediarlo, ya que sabían que el mismo Hao se arrepentía demasiado, simplemente no se pudo contener, no pudo controlarse, no lo pudo evitar.
No era la primera vez que se expresaban su amor, se querían mucho, se amaban y no dudaban en expresarlo. Se besaban, a veces el joven shaman sentía la necesidad de abrir los ojos y verlo ahí, admirarlo, acostado, inocentemente, besándolo, en ese momento el beso se detuvo, y esa otra persona abrió sus hermosos ojos azules para admirar al shaman de igual forma en la que era admirado.
Cuando el shaman vio esos ojos azules que tanto amaba, pudo ver infinito amor, y no lujuria como lo había visto en otros ojos, eso lo tranquilizaba, y le daban ganas de continuar...
- ¿Qué pasa Lyserg? – le preguntó el chico de los ojos azules, al shaman que se encontraba arriba de él...
- nada Kouichi, sólo te admiraba – le decía sonrojándose
Lyserg se agachó de nuevo y comenzaba a besar a Kouichi, pasaba su mano por el pecho de este, le encantaba sentirlo, saber que lo tenía debajo suyo, lo acariciaba, tocaba sus pezones haciéndolo gemir de placer, lo dejó de besar para comenzar a saborear su cuello, lamía lo mas que podía, ya que ese sabor era único, no como el de aquella persona...
- "Demonios porque después de tanto tiempo aun pienso en esa persona" – se dijo a si mismo, quería olvidar para disfrutar lo mas que podía con el joven que ahora estaba en su corazón, pero siempre aparecía en su mente esa otra persona...
Su Lengua pasó de su cuello a su pecho, aunque ya lo conocía perfectamente, le gustaba explorarlo una y otra vez, esta vez sus manos se encontraban en la entrepierna del chico de ojos azules, masajeándolo, volvió a levantar su cabeza para besarlo de nuevo, pero el beso fue roto por un suspiro de Kouichi mientras Lyserg le empezaba a quitar la única prenda que le quedaba, después de que lo hizo, en un pequeño descuido Kouichi cambió las posiciones, dejando al shaman de ojos verdes abajo, pero antes de que el joven pudiera reaccionar se puso a morder y lamer lentamente su oreja, sabia que esa actividad le gustaba a Lyserg y que no se podría resistir si se la hacía, haciendo estremecer a Lyserg, quien con un gemido avisó a Kouichi que su pareja ya no pensaba en esa otra persona.
Kouichi lentamente quitaba la prenda que cubría a su pareja, dejándolo en las mismas condiciones en las que él estaba, y comenzaba a acariciarlo todo lo que podía, tenia la necesidad de sentirlo, te tocarlo de nuevo, una y otra vez, primero rozaba con las yemas de los dedos la erección del shaman, haciendo que Lyserg arqueara la espalda, ese roce lo enloquecía, lo hacia temblar, lo hacia perderse, y Kouichi lo sabia, después aumentaba el roce hasta tener la erección de Lyserg completamente en sus manos, moviéndolo Lentamente, cada vez aceleraba un poco el ritmo, esperaba escuchar al shaman decir su nombre, le gustaba escuchar su nombre entre suspiros, entre gemidos, eso lo excitaba mucho y siempre lo lograba...
- ahh............Kouichi - decía el otro chico mientras acariciaba el pecho de su novio, estaba muy cerca, pero debía aguantar lo mas que podía, también quería tocar a su chico, quería que su chico sintiera, pero con el movimiento de Kouichi sobre su excitación no podía hacer mucho.
Lyserg llegó con un fuerte grito de placer, eso era lo que su Kouichi le hacia hacer, sentirse completamente en el cielo, mientras que Kouichi bajaba su boca para limpiar lo mas que pudiera a su novio
Haciendo esto la erección de Lyserg volvió, con nuevos gemidos, con mas sensaciones, cuando logró reaccionar, quitó a Kouichi y lo lanzó al suelo, sujetando las manos de Kouichi sobre su cabeza, para que no pudiera moverlas, mientras que con la otra mano comenzaba a masajear también a su pareja...
- .....Lys....ahh - no podía pronuncias palabra alguna, en realidad ni siquiera podía pensar cuando sentía lo que Lyserg le hacia, el sentirse prisionero le empezaba a gustar, no podía creer que Lyserg fuera agresivo y posesivo, pero le gustaba esa agresividad, claro Lyserg lo hacia con cuidado, sus movimientos eran mas seguros, sabia donde tocar y como tocar, conocía más del tema, tenía más experiencia.
Con mucho cuidado Lyserg comenzó a introducir su primer dedo, mientras le susurraba a Kouichi que se relajara, que le dejara todo a él, que sólo sintiera y disfrutara, y Kouichi lo hacia, agradecía la delicadeza a pesar de la agresividad, sólo podía gemir de placer, ya que no podía mover sus manos que aun eran presas de Lyserg.
El joven de ojos verdes dejó de prepararlo, pensaba que estaba listo. Comenzó a introducirse en él, lo hacia con cuidado, dejando que su chico se acostumbrara, los sonidos producidos por su pareja le decían en que momento podía hacer mas fuertes sus movimientos, aumentándolos cada vez mas, haciéndolos mas rápidos, tocando el punto exacto de Kouichi, disfrutando cada embestida, ambos lo disfrutaban desde la primera vez que lo hicieron.
Lyserg con su mano disponible comenzaba de nuevo a estimular a Kouichi, lo estimulaba con el mismo ritmo con el que lo embestía, se escuchaban sus gemidos, ambos lo disfrutaban, para ambos esos eran los mejores momentos.
Kouichi ya no aguantó mas y se liberó, llenando el pecho de Lyserg, mientras que el otro seguía sus embestidas, hasta que en una llegó lo mas adentro que pudo gritando y dejando a Kouichi lleno, salió de el y se acostó a un lado, necesitaba respirar un poco, ambos necesitaban aire, se abrazaron y así se quedaron hasta que el día se anunciara con la salida del sol.
- Yoh eres un perezoso levántate YA ES TARDE - grita cierta itako a cierto shaman dormilón.
- Annita aun es temprano – le respondió el aun dormido chico
- Yoh, tus amigos ya están desayunando, dos de ellos ya se quieren ir, cuando menos ve y despídelos perezoso –
- si Annita perdón jiji – dijo con su ya conocida risa despreocupada
Mientras tanto en el comedor una pelea comenzaba...
- ¡¡¡COMO DEMONIOS TE ATREVES!!! , ESA ERA MI LECHE – dijo cierto chino muy molesto
- pues si tanto coraje te da que yo me tomara esa leche puedes irte retirando de mi casa, que tu presencia es insoportable - le contestó el shaman mas poderoso con un tono de voz tranquilo, en realidad no se tomó la leche, pero para hacer enojar al joven y tener una razón para correrlo tiró la leche sin que este se diera cuenta y dijo que se la había tomado.
- Ren sólo regresemos a casa, allá hay mas leche, sólo para ti – Le dijo Horo un poco asustado, tratando de calmarlo, porque sabia que en cualquier momento podría sacar su cuchilla, y atacar a Hao, cosa peligrosa ya que Hao le superaba en fuerza
- ¡¡¡COMO QUIERES QUE ME VAYA SI ESTE IMBECIL TOMA LO QUE NO ES SUYO Y NO LE IMPORTA!!! – le contestó a su koi, quien se sorprendió un poco al ver que esta vez Ren si estaba enojado, no como cuando peleaban entre ellos, este enojo era un tanto aterrador.
(Ríe de forma sádica) - ¿En realidad quieres que tome algo tuyo Tao? – peguntó de forma aun mas aterradora que Ren molesto. Para sorpresa del Tao, Hao miraba de una forma extraña al ainu
Ren no entendía que tipo de mirada era la que le dirigía Hao a su koi, no sabia si era de deseo, si era de lujuria, pero sabia que estaba relacionado con eso, y se asustó un poco, pueden hacerle lo que sea, menos meterse con su amado Horo, claro, Ren no hizo ninguna expresión en su rostro, no podía reflejar el miedo que sintió de sólo pensar en perder a su koibito, y no podía creer tampoco lo que dijo Hao y en la forma en la que lo dijo, ¿Acaso en realidad era por eso que Hao odiaba tanto a Ren, porque él tenia el amor del ainu?, esa pregunta atacó la mente de Ren, confundiéndolo completamente.
- Hola chicos – dijo el joven de los audífonos naranjas saludó a todos, con su misma cara despreocupada, como siempre todos pensaban que Yoh era muy despistado como para darse cuenta de lo que estaba pasando en ese momento, pero Yoh sabia que había llegado en el momento justo para detener una posible pelea, una verdadera pelea, no sólo palabras, sino quizás algo mas, ya que con los gritos del chino, sabia muy bien lo que había pasado, aparte de que conocía muy bien a su hermano, y sabia lo que pensaba.
- buenos días Yoh – dijo Horo, también con una apariencia de distraído, pero también sabia lo que hubiera pasado si no se hubiera interrumpido en ese momento la pelea.
Después de que todos saludaron a Yoh, y lo volvieran a felicitar por su cumpleaños, Ren y Horo se despidieron y Hao subió un tanto molesto a su habitación seguido por Opacho, quien sabía mejor que nadie lo que le pasaba a su señor Hao.
Mientras tanto dos jóvenes caminaban hacia su casa a través de un jardín de plantas muy hermoso.
- Ren – dijo Horo, casi como un susurro, la escena que vio en la casa lo asustó mucho, entendió perfectamente las palabras de Hao, pero no entendía porque lo había dicho, Hao era su amigo, platicaban seguido, a Hao le gustaba estar en el hermoso campo de plantas, y siempre que lo veía, se sentaba a platicar con él, por la misma razón Horo y Hao siempre habían sido buenos amigos.
- ...... - estaba sumido en sus propios pensamientos que prefirió ignorar a su pareja, lo escuchó perfectamente, pero no podía hablar en ese momento, solo pensar, preocuparse, no podía desconfiar de Horo, no podía, no era capaz Horo, ¿O si?, no, no podía ser, pero siempre estaban juntos, habían días en los que se iban su Horo con Hao y regresaban tiempo después, no, Horo era suyo, Horo no era capaz, porque Horo lo amaba, ¿Cierto?, lo tenia que amar..
- Horo, ¿Me amas? – no pudo evitarlo, le tenia que preguntar, tenia que escucharlo, pero no podía verlo, sabia que caminaba atrás de él, pero no podía darle la cara ya que estaba dudando de Horo, se sentía muy apenado, ¿Cómo podía dudar de su koi?. pena era otro sentimiento que no podía ni debía expresar.
- Ren......... - Horo no entendía el porque de la pregunta de Ren, ya le había dicho cuanto lo amaba, le había entregado todo, lo quería más que a su propia vida, entonces, ¿Porque le hacia esa pregunta?......
Ren dejó de caminar, sólo escuchó su nombre salir de la boca del shaman de hielo, pero no escuchó las palabras que esperaba escuchar, ¿Enserio no lo amaba?, no pudo evitar sentir como su corazón latía cada vez mas rápido, se empezaba a romper, sentía como su corazón empezaba a deshacerse en ese momento, incluso le empezó a costar trabajo respirar, nunca se imaginó que en ese momento sintiera mas dolor que cuando su padre lo entrenaba y lo golpeaba, mas dolor que la vez que casi muere en la batalla, un dolor insoportable, un dolor indescriptible.
- Ren – volvió a decir el ainu, ya que vio que Ren sólo dejó de caminar, aun pensaba en como su koi le había hecho esa pregunta, pero sabia que si no la contestaba iba a ser peor – Ren, claro que te amo, te lo dije anoche, te lo dije en la mañana, te lo he repetido varias veces, ¿Cómo puedes dudar de algo así? – Se acercó a Ren y lo abrazó por atrás, sentía como el corazón de Ren latía muy rápido, pero aun así lo sentía frío, muy frío – TE AMO – dijo el ainu al oído de Ren
Ren de un movimiento brusco se separó del shaman de hielo, y corrió lo más rápido que pudo, sin voltear atrás, no podía, sólo desapareció a lo lejos, Horo se quedó helado, petrificado, nunca imaginó una reacción así de Ren, no lo podía creer, él contestó a la pregunta, entonces ¿Porqué se iba, Porque corría?, no reaccionó a tiempo para poder seguirlo, sólo pudo ver como Ren desaparecía a lo lejos, cayó de rodillas y una solitaria lagrima rodó por su mejilla, "¿Qué está pasando?" pensó....
Continuará...
Dedicado a dos personas muy especiales Dan y Ben, los quiero mucho.