EL MEJOR REGALO DE CU MPLEAÑOS

Eran alrededor de las 2 de la madrugada, las calles de Privet drive se encontraban desiertas, solo una pequeña brisa circulaba entre los árboles, y solo una persona no podía conciliar el sueño.

Harry Potter, un adolescente de recién c u mplidos dieciséis años se encontraba tumbado en su cama sin mirar realmente a ningún lado, constantemente se levantaba en la madrugada atormentado por los recuerdos y las pesadillas que nunca faltaban.

Desde que había salido de estudiar su quinto año en Hogwarts había sentido la perdida de Sirius al doble, nunca se había sentido tan solo, o quizás simplemente nunca lo había visto así debido a que en sus primeros trece años, nunca tuvo algo tan cercano a un padre como lo había sido Sirius para el en los últimos años.

Sin ninguna otra ocupación, su mente lo devolvía al pasado desde el día en que había conocido a Sirius hasta el momento en que este había caído en aquel extraño velo.

Sus mejores amigos Ron y Hermione frecuentemente le enviaban cartas de apoyo a las que respondía solamente con frases como: "estoy bien, gracias" "todo igual" ni siquiera tenia ánimos como para preguntar sobre la orden. Francamente todo eso lo tenía harto, si solamente pudiera ser un chico normal, si sus peores preocupaciones fueran las de c u mplir con sus deberes y aprobar en los exámenes.

Todo por esa entupida profecía.- se decía constantemente

Hasta sus tíos se habían percatado de su estado de amino, o quizás simplemente no querían tener que saber nada de aquel grupo de "raros" que los amenazaron al final del curso. Lo cierto es que Harry hacia parte de la decoración de la casa; era ignorado casi las veinticuatro horas del día, los Dursleys le dirigían la palabra para lo estrictamente necesario, tanto así que los regaños habían casi desaparecido y aun mas los quehaceres, el único problema era que tanto tiempo libre le daba la oportunidad de pensar, de recordar, de culparse...

Después de la muerte de Sirius se sentía vació, que le daban igual muchas cosas, le habría dado lo mismo si los Dursleys estallaran contra el, si sus amigos no se mantuvieran en contacto con el... pasaba los días haciendo los deberes encontrando en el estudio ref ugio para estar ocupado y no pensar demasiado en lo ocurrido.

Ya había terminado los de transformaciones, herbologia e historia de la magia que consistían en una redacción de mínimo un metro de pergamino, el los había hecho hasta de dos y medio.

Habían pasado alrededor de semana y media desde su regreso a Privet drive. Estaba en la cocina almorzando con los Dursleys cuando una lechuza parda entro por la ventana y soltó una carta sobre Harry que la alcanzo en el aire mientras la lechuza salía volando de nuevo por la ventana.

-¡¿Qué te hemos dicho sobre esos pajarracos en casa?! –escupió tío Vernon.

-lo siento, no puedo evitar que entren. –dijo Harry simplemente mientras miraba la extraña carta. Era parecida a la de Hogwarts en el sobre excepto porque no llevaba el escudo de armas, la abrió y leyó:

TITULO INDISPENSABLE DE MAGIA ORDINARIA

INFORME DE RESULTADOS

NOMBRE: Evans Potter Harry James

Transformaciones

Evaluación teórica: Excede Expectativas

Evaluación práctica: Excede Expectativas

Encantamientos

Evaluación teórica: Sobresaliente

Evaluación práctica: Excede Expectativas

Defensa contra las artes oscuras

Evaluación teórica: Sobresaliente

Evaluación práctica: Sobresaliente

Pociones

Evaluación teórica: Excede Expectativas

Evaluación práctica: Excede Expectativas

Astronomía

Evaluación teórica: Excede Expectativas

Evaluación práctica: Aceptable

Adivinación

Evaluación teórica: Pobre

Evaluación práctica: Pobre

Cuidado de criaturas mágicas

Evaluación teórica: Sobresaliente

Evaluación práctica: Sobresaliente

Herbologia

Evaluación teórica: Excede Expectativas

Evaluación práctica: Excede Expectativas

Historia de la magia

Evaluación teórica: Aceptable

Y adjunto a esta una carta más que decía.

Estimado señor Potter.

En esta presente le informamos de sus resultados en los exámenes TIMO (Título Indispensable de Magia Ordinaria) realizados en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería el pasado junio. Le recordamos que tras leer la presente carta deberá escoger las asignaturas correspondientes a su futura ocupación en el mundo del trabajo.

Tras leer esta carta, deberá enviarnos su lista de asignaturas escogidas. Atentamente,

Profesora M. McGonagall

Subdirectora del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería

Los exámenes TIMOs fueron corregidos en el mes de junio en el Ministerio de Magia bajo la supervisión de la examinadora Griselda Marchbanks.

Cuando termino de leer una sonrisa melancólica se expandió por su rostro. Estaba suspendido de adivinación pero de hecho mas que una decepción era un alivio, lo único que le preocupaba era pociones, según McGonagall, Snape no aceptaba a estudiantes con notas inferiores a sobresaliente, imaginó que alguna solución debía haber. Después de todo parecía que iba a poder ser un auror.

La muerte de Sirius, lo había cambiado, seguía siendo el chico flacucho con el cabello rebelde, pero su carácter nunca había sido tan fuerte como ahora, sabia que algún día tendría que enfrentarse a una batalla a muerte con Voldemort y ya lo había aceptado, si tenia que matar a Voldemort lo haría, ya estaba harto de verlo matar a gente inocente y salir como si nada, y si la profecía daba cabida para que fuera el quien saliera victorioso, daría todo de él para que así fuera. Tenia casi dieciséis años, edad en la que la mayoría de los adolescentes son totalmente irreverentes a cambio de el, al que los golpes, lo habían madurado prematuramente, a la fuerza.

Termino de comer y subió a su habitación envió una carta a Hogwarts con las materias que estudiaría (DCAO, Pociones, Encantamientos, Transformaciones y Cuidado de Criaturas mágicas) y continuo con los deberes de pociones, siempre que pensaba en Snape lo hacia con desagrado y hasta rabia, siempre había tratado a Sirius como a un cobarde...

Sacudió su cabeza Intentando no pensar en Snape ni en Sirius y tan solo dedicarse a hacer los deberes. Al cabo de unas dos horas llevaba escrito dos metros de pergamino y aun tenia un poco mas para escribir, ahora era cuando entendía a Hermione, ella siempre se concentraba en lo que hacia tal y como Harry lo hacia ahora para no pensar en nada mas y si eso le daba buenos resultados en los estudios, estaba bien.

Dos semanas después se despertó por un ruido de picotazos

habían nueve lechuzas en la ventana intentando entrar, se tiro de la cama de inmediato y fue a abrirles, todas entraron y esperaron en la cama, excepto Pig que revoloteaba por toda la habitación mientras las demás la miraban con desaprobación y Hegwid que se poso en su hombro.

Tomo primero la de Hegwid que resulto ser de Hermione.

Querido Harry

Feliz C umpleaños, ya se que no ha sido el mejor pero tienes que reponerte, puede que el dolor no desaparezca pero con el tiempo disminuirá, aferrate a los buenos recuerdos y sigue adelante, ya sabes que cuentas con Ron, con la orden y conmigo.

Espero que te guste mi regalo y no dudes en escribirnos si necesitas algo.

Besos de

Hermione

Destapo el bien envuelto regalo de Hermione y se encontró con un libro grande y negro con letras plateadas que decían "Oclumencia y legilimenci una guía practica para su estudio" lo dejo a un lado con molesta culpa latiendo en su interior y tomo la carta que traía Pig después de atraparlo en el aire. Era de ron.

Querido Harry

Feliz C umpleaños, espero que te encuentres lo mejor posible, y que pronto nos veamos de nuevo, mamá dice que lo mas posible es que regresemos a Grimmaud Place y que tu vengas con nosotros, solo que toca esperar un poco mas...

Bueno espero que te guste mi regalo y que estés en contacto con nosotros.

Hasta pronto compañero

Ron

Destapo el paquete y se encontró con el paquete más surtido de bromas que allá visto en su vida, lo dejo a un lado pensando que las usaría en cuanto entrara a Hogwarts. Tomo la carta de una lechuza blanca con manchas cafés que resulto ser de Fred y George. La lechuza salió volando una vez Harry le quito la carta.

¡Queridísimo Harry!

¡Feliz C umpleaños! Sabemos que no ha sido el mejor año pero ¡arriba el ánimo! Esperamos que te pases por nuestro local un día de estos y cuando decimos nuestro no lo decimos solo por nosotros dos sino también por ti, ya que sin ti nunca hubiéramos podido abrir nuestro negocio así que como socio capitalista que eres recibirás tu correspondiente porcentaje de las ganancias y NO ACEPTAMOS UN NO COMO RESPUESTA. Esperamos que te guste nuestro regalo, la verdad no sabíamos que regalarte pero al fin nos decidimos por esto y esperamos que hagas buen uso de el.

Hasta pronto

Fred y George

Desenvolvió un pequeño paquete con curiosidad y se encontró con una pequeña, dorada y aleteante snitch junto con una nota.

¿A que te gusto eh? Pues que bien, solo tienes que sostenerla por un minuto en tu mano para que no se te escape muy lejos a menos que así lo quieras.

Así lo hizo, la snitch brilló y luego la soltó y esta empezó a revolotear sobre su cabeza algo que inevitablemente le recordó a su padre cuando lo vio en los recuerdos de Snape.

Entre las demás lechuzas reconoció a Hermes la lechuza de Percy cosa que se le hizo bastante extraña, tomo la carta y Hermes salio por la ventana enseguida. La carta era de Ginny.

Hola Harry

Feliz c umpleaños, te extrañara que te escriba pero se que no estas bien y me preocupas, se que no somos muy cercanos pero aun así quiero que sepas que cuentas conmigo para lo que quieras y aprovecho para agradecerte todo lo que me enseñaste en la AD.

Le pedí prestada la lechuza a Percy por que Pig no hubiera podido llevar el regalo de ron y mío juntos, por cierto Percy esta muy apenado contigo es posible que ron, Fred o George no te hayan mencionado que ya esta de nuevo en casa y que nos pidió disculpas a todos por que ellos aun están molestos con el. Espero que nos veamos pronto y que te guste mi regalo.

Con cariño

Ginny

Desenvolvió el paquete y se encontró con un montón de chucherias de Honeydukes, tomo una rana de chocolate y dejo el resto a un lado para tomar la siguiente carta de una lechuza parda. Se extrañó al ver que era de Neville.

Querido Harry

Feliz C umpleaños, se que nunca te he escrito pero aun me siento mal por haber roto la profecía y quería disculparme de nuevo, además de que siento muchísimo lo que le paso a tu amigo Sirius Black, ya que se que para que fuera amigo tuyo tendría que ser inocente y una buena persona, nos vemos en Hogwarts. Ojala y te sea de utilidad mi regalo.

Nos vemos.

Neville

Destapo un pequeño paquete y se encontró con lo que parecía una brújula y una nota.

Esta no es una brújula común, ésta en vez de apuntar al norte apunta a la dirección exacta a la que necesitas ir, yo tengo una igual y he de decir que me ha servido muchísimo, espero que te guste.

Dejo la brújula a un lado agradecido con Neville y tomo la siguiente carta de una lechuza gris que se quedo esperando aparentemente una respuesta. Y se sorprendió al ver que era de la orden del fénix.

Querido Harry.

Te deseamos un Feliz C umpleaños aun cuando sabemos que no es lo mismo sin Sirius presente de carne y hueso, pero suponemos que el poder hablar con el es suficiente una vez que lo creímos perdido para siempre.

Este es nuestro regalo, hicimos todos los arreglos (en especial Dumbledore) para que el espejo de doble sentido que tenia Sirius acá en el cuartel fuera introducido en el velo –a Harry el corazón le dio un vuelco, podría hablar con Sirius de nuevo. –suponemos que ya sabes lo que significa esto, así que corre a hablar con el y dale saludos de nuestra parte. Estamos seguros que con esto se habrá compuesto un poco tu c umpleaños.

Hasta muy pronto.

Albus, Remus, Arthur, Molly, y Tonks

No necesitó pensarlo dos veces, salio disparado a su baúl y busco el espejo pero un hueco se hizo en su estomago cuando vio que estaba roto, podría haberlo reparado en un segundo con magia pero esto era imposible mientras estuviera fuera del colegio, pero entonces pensó en intentar llamar a Sirius aun cuando no pudiera verlo.

-Sirius Black. –pronuncio frente lo que quedaba del espejo con emoción.

-¿Harry? ¡Harry! –dijo la voz de Sirius con alegría, al cabo de unos segundos y a Harry se le resbaló una lagrima silenciosa por las mejilla derecha, realmente podía hablar con Sirius.

-¡Sirius! –aulló Harry. -¡Sirius! Lo siento, todo... todo fue mi culpa, si tan so...-Sirius lo interrumpió.

-No fue tu culpa Harry, fue nuestra, debimos haberte dicho todo en un principio, pero ya no importa, después de todo estoy bien, estoy con James y Lily, pero ¿Cómo estas? Veo que no tan bien como quisiera, pero espero que a partir de hoy lo estés –Harry estuvo seguro que su padrino estaba sonriendo. –La verdad es que no tengo ni idea de que día será pero estoy casi seguro que estamos cerca de tu c umpleaños...

-Es hoy. –le dijo Harry sonriendo. - y eh de decir que este a sido el mejor regalo de todos, no soporto el haberte perdido a ti también.

-No me has perdido, ya se que no es lo mismo, pero aun así sigo estando cerca de ti, Harry, además... después de todo... podrás hablar también con tus padres. –Harry sintió que su corazón iba a estallar, nunca habría esperado tal cosa.

-¿e... es... es posible? – dijo en un susurro mientras mas lagrimas pugnaban por salir.

-Después de que tengas algún vinculo familiar con alguien de este "lado" si, es posible. –le respondió la voz de su padre con voz alegre.

¿Papá? –pregunto sin saber que hacer o que decir, había pasado dieciséis años deseando haber conocido a sus padres y finalmente podría hablar con ellos. –me... me gustaría poder verlos, pero es que rompí el espejo cuando intente la primera vez hablar con Sirius, pero como aun no tenia el otro espejo, de la decepción lo tire a mi baúl y se rompió.

-entonces, solo toma tu varita y...

-pero no puedo hacer magia fuera del colegio. –interrumpió Harry.

-¿Cómo no se lo dijiste, Canuto? –le pregunto James a Sirius con fingido reproche.

-Ups, creo que se me olvido. –respondió la voz de Sirius aparentemente apenado.

-en todo caso, hijo, toma tu varita y colócala sobre el espejo, déjala sobre él pero no la toques, pon tu mano a unos diez centímetros de distancia y solo pronuncia el hechizo, fue algo que descubrí accidentalmente en mi segundo año, puedes hacer magia sin tener problemas con el colegio mientras no tengas la varita en tus manos.

Así lo hizo Harry, después de tener su mano a diez centímetros de distancia de su varita dijo- ¡Reparo! Y el espejo se reparó, dejándole ver el sonriente rostro de su padre.

-Me han hecho tanta falta. –dijo Harry.

-A nosotros también nos has hecho falta, aun cuando te hemos visto crecer. – le respondió esta vez la voz de su madre, con los ojos llorosos.

-¿Por... por que nunca nadie menciono que podría hablar con ustedes por medio de este espejo? –Interrogo Harry

-Quizás por que la única manera era que el espejo fuera regalado en vida. –le respondió Sirius.

-¿así que decidiste asegurarte que para cuando vinieras Harry pudiera hablar con nosotros? – le dijo James a Sirius con agradecimiento

-Si, bueno, no quería que pasara lo mismo que con ustedes. Pero bueno aquí lo que importa es que Harry esta de c umpleaños y le voy a hacer conocer mi regalo.

-¿acaso tuviste tiempo para dejarle un regalo a nuestro hijo? –Pregunto Lily

-Si, bueno, hacia tiempo lo había hecho, no tengo mas familiares decentes, y que mejor que mi querido ahijado para tener mi fortuna y la de mi familia.

-OH, amigo ¿Cómo... como pudiste? Gracias. –le dijo James.

-muchas gracias Sirius. – dijo Lily sonriendo.

-Gracias, Sirius. –dijo Harry.

-Pero eso si, te voy a dar una orden respecto a ese dinero...

-¿Cuál? – pregunto inmediatamente Harry.

-Que cada nueva escoba que salga y que te guste, te la compres, ¿lo viste volar James? ¡Es increíble! Creo que hasta mejor que tu y tu que decías que nadie podría superarte. –le dijo con una sonrisa burlona.

-bueno pero me supero mi propio hijo, así que estoy satisfecho, todo queda entre familia. –le respondió james alegremente, a lo que Sirius y Lily solo movieron la cabeza de lado a lado, como diciendo, "no cambia".

-bueno ya lo sabes, -continuo Sirius la fortuna es lo suficientemente grande como para unas cuantas miles Saeta de Fuego así que no creo que por comprar las que te gusten te vallas a quedar sin nada antes de vivir mas que cómodamente.

Ah y algo más, regálale a Ron la nueva escoba que salga. Un buen guardián amerita una buena escoba. –Dijo sonriendo.- Y a Hermione... no se... a esta chica solo le gustan los libros. ¿Qué propones Lily?

-¿Por qué me lo preguntas a mi? Después de todo los mejores estudiantes eran ustedes dos. –dijo Lily con una sonrisa burlona.

-ya se, hay una enciclopedia, ¿la recuerdan? –Intervino James

-¡claro! Dijeron a la vez Sirius y Lily.

-¿Cómo se llamaba? –pregunto James.

-algo así como... Enciclopedia universal de magia creo. –respondió Sirius.

-es un libro sorprendente, hijo, tiene todas las asignaturas, todos los hechizos, maleficios, en fin si logras encontrar algo que no este ahí seria un acontecimiento. –le dijo su madre.

-puedes encontrarla en Flourish and Blotts, tiene el valor aproximado de una buena escoba, si no me equivoco, y lo mejor es que es del tamaño de un libro grande pero no demasiado.

-de acuerdo. –dijo simplemente Harry.

-estamos muy orgullosos de ti. –le dijo su padre con los ojos brillantes.

-así es, hijo. Y queremos que sepas no estas solo, que nunca has estado solo, confía en Dumbledore, es un gran hombre y quiere lo mejor para ti.

-¿pero que se supone que haga? –les pregunto Harry. – es decir, según esa profecía, tengo que matar a Voldemort, pero no puedo, no se como. –les pregunto derrotado.

-por ahora no te preocupes por eso, preocúpate por tus estudios, que de mucho te pueden servir. –le respondió su madre.

-¿vas a continuar con la AD? –le pregunto Sirius tratando de cambiar de tema.

-no se, lo mas probable es que ya no sea necesario, claro si nos ponen un buen profesor este año...-le respondió Harry.

-a mi me parece que estaría bien que continuaras con la AD, así de paso te va mejor en los estudios, y... tampoco estaría mal que intentaran clases "extras" con Hermione sobre pociones, Harry. –le dijo su padre.

-ya sabemos que si no te va muy bien en pociones es en gran parte gracias a Snivell... digo el profesor Snape, pero aun así te falta mejorar, recuerda lo que te dijo McGonagall, solo entran los mejores para ser aurores. –le dijo su madre.

-Tu madre tiene razón, es posible que Snivellus te lo quiera hacer mas difícil, así que no le des ese gus... -decía James mientras se despeinaba inconscientemente pero se interrumpió al ver que Sirius y Harry tenían una sonrisa burlona en sus caras. -¿Qué? –pregunto confundido.

-Ya ves que lo sigue haciendo, tu padre no ha cambiado en absoluto. –le dijo Sirius a Harry aun sonriendo.

-¿Por qué lo dices?–le pregunto James.

-por que aun te sigues despeinando. – le respondió Sirius divertido.

-bueno... no lo puedo evitar. –les dijo también sonriendo.

-que bueno que Harry no saco ese mismo vicio tuyo por que a veces es un tanto desesperante. –le dijo Lily a su esposo sonriendo.

-¿a si? Pero eso no te impidió enamorarte de mi ¿no? –le respondió este con voz coqueta y un tanto arrogante.

-bueno... no, pero si recuerdas bien, si lo retraso unos años. –le dijo Lily en el mismo tono.

-hay no, ahora se van a poner de tórtolos este par. –le dijo Sirius a Harry sonriendo. –todo el tiempo es lo mismo.

Harry no cabía de felicidad.

-¿Cómo se te pudo pasar mencionarme lo de hacer magia fuera del colegio?

-no se, se me olvido... pero supongo que ahora le puedes dar un buen susto a tu primo ¿no? –le respondió Sirius divertido.

-si, eso me parece bien, te ha fastidiado bastante. –dijo James volviendo a la conversación.

-¿Por qué odiabas tanto a Snape? –le pregunto Harry a su padre.

-por que era un idiota, un bicho raro celoso, siempre intentando fastidiarme en cuanta cosa podía, insultaba a tu madre, y siempre andaba presumiendo que sabia artes oscuras cuando yo las aborrecía, era simplemente una de esas personas que no puedes evitar odiar. – le respondió James.

-pero... esa vez, en los recuerdo de Snape, cuando lo atacaste no te estaba haciendo nada.

-justo antes de atacarlo, no, pero cuando estábamos entrando al examen de los timos, recuerdo bien, me lanzo una bola de estiércol que me cayo en la cabeza, y eso claramente significaba guerra. –se defendió su padre.

-había olvidado ese detalle. –dijo Sirius riendo. – te pusiste rojo de rabia, si no hiciste nada en ese momento era por no perder puntos para Gryffindor justo al final del año, pero bien que te vengaste afuera. –dijo muerto de risa.

-no fue gracioso. –reprocho Lily. –te pusiste a su nivel.

-bien sabes que nunca me importaron ese tipo de niveles mientras se metieran conmigo o con los míos. –se defendió de nuevo James.

-bueno, pero no se van a poner a discutir por Snape. –les dijo Harry. –Ouch! -la lechuza que llevaba la ultima carta, cansada de esperar decidió picarle un dedo.

Harry le desato la carta a la lechuza y esta se echo a volar.

Hola Harry

Feliz c umpleaños. Espero que estés bien, lamento lo que le paso a ese amigo tuyo, aprovecho para agradecerte la paciencia con las lecciones del AD, apropósito ¿las seguirás dando? Ahora me encuentro en Suecia como ya les había comentado estoy buscando con mi padre Snorkacks de cuernos arrugados hemos visto un par pero no los hemos podido atrapar.

Besos.

Luna

Desenvolvió un pequeño paquetito en el cual se encontró con una especie de colmillo de un animal muy grande junto con una nota que decía:

Esto es un colmillo de dragón, he leído que tiene propiedades mágicas que favorecen a la concentración y a la disposición para hacer las cosas, pensé que te podría servir con tus estudios. Espero que te guste.

Luna.

El colmillo venia con una delgada cadenita que a Harry le parecía que seria plata.

La sostuvo unos minutos mientras la observaba.

-¿es un colmillo de dragón? –pregunto Sirius por el espejo.

-si. –dijo Harry.

-he leído que tienen muchas propiedades mágicas. –comento su madre. –algunas incluso no se han descubierto.

Otra lechuza que también estaba harta de esperar revoloteo se poso en su cabeza con la intención de llamar su atención, y Harry recordó que debía escribirle una respuesta a la Orden. Rasgo un pedazo de pergamino y tomo la tinta y pluma y empezó a escribir una nota rápida.

Profesor Dumbledore, Lupin, Señores Weasley y Tonks

Muchísimas gracias, es el mejor regalo que me podrían dar, además de que no he podido solamente hablar con canuto sino también con mis padres. –se detuvo un momento.

-le quieren enviar algún mensaje a Dumbledore, Lupin, los señores Weasley o Tonks? –pregunto a sus padres y a Sirius.

-solo dale saludos. –le dijo Sirius después de mirar a los padres de Harry un momento. –supongo que regresaras a Grimmaud Place ¿no? –Harry asintió. –entonces ya hablaremos con ellos allá. –le dijo sonriendo.

Ellos les mandan saludos a todos y dicen que ya hablaran con ustedes cuando vaya con ustedes a Grimmaud Place. De nuevo gracias, me han devuelto una gran parte de mí.

Hasta pronto.

Harry

Enrolló el pergamino y se lo ato a la pata a la lechuza gris que salio volando de inmediato por la ventana.