Capítulo 17: "Harry, el irresistible"

El profesor Severus Snape sabe que su clase es una de las más temidas por los estudiantes. Solo porque no es maternal como McGonagall (y ese pensamiento es raro, pero ustedes entienden lo que el profe quiere decir), o gracioso como Flitwick, o viejo como Dumbledore, no significa que tengan que etiquetarlo como el profesor con disfunción eréctil y amargado. Pero supone que alguien debe jugar ese rol, y si los estudiantes quieren las cosas difíciles, pues les dará gusto. Excepto a los Slytherin, ellos son mas buenos que el pan integral; solo son incomprendidos de la sociedad, como él.

Claro que viendo como está su clase de pociones en este momento, Snape se cuestiona si debería matarlos a todos, y al demonio con Voldemort.

Potter está sentado al lado de Hetler; es la primera vez que el profesor los ve juntos desde que entraron a Howgarts. Potter nunca se separa de Granger y Weasley, así que esto es algo que hace a Snape sospechar que de nuevo los elfos mezclaron filtros amorosos con el jugo de naranja. Atrás de Potter y Hetler están Draco Malfoy y Blaise Zabini. Nada raro ahí, aunque Malfoy prefiere estar con sus 'amigos'. Y Weasley…

- Usted no está en esta clase, Boot – Snape fulmina al Ravenclaw con la mirada.

Terry Boot estaba sentado con Weasley, luciendo resignado.

- Es que somos novios – anuncia Weasley como si nada.

Snape siente que le va a dar un paro cardiaco. No es porque Weasley diga que es gay, después de todo en las apuestas que organizan los profesores esto ya se había abordado (pero todos asumían que sería Potter y Weasley), sino porque toda la clase empieza a hacer ruidos cursis de amor. Eso es algo que Snape aun no puede superar.

- ¡No somos novios! – Boot grita - ¡Me secuestraste!

- Claro que no – Weasley sonríe – te pedí venir de manera amable y cordial.

- ¡Aun estoy en pijama!

Ahhh, eso es lo que se ve raro en Boot. Snape estaba tratando de dilucidar qué era lo que se veía diferente en el Ravenclaw. Su pijama de ositos no es parte del uniforme reglamentario.

- Weasley, deje de secuestrar compañeros de otras casas – dice Snape con calma.

- ¡Pero yo –!

- Y Boot, vaya a cambiarse. Aun puede llegar a su primera clase – Snape interrumpe lo que Weasley iba a decir.

- ¡Gracias, profesor!

Por primera vez en su vida alguien le da las gracias de manera sincera. Si Snape tuviera corazón, eso le conmovería. Pero como no, decide seguir rompiendo esas parejitas que están perturbando su clase.

- Weasley, deje de llorar y muévase con Potter. Hetler, al lado de Malfoy.

- Uh, esto se pondrá bueno – dice Zabini en tono sarcástico.

- Cállese, Zabini. Usted se va con Granger.

- ¡Profesor Snape! – Weasley se levanta de golpe – no quiero estar al lado de Harry. Lo odio.

Esto si que es una sorpresa. ¿Qué acaso Sprout estuvo fumando de nuevo en el invernadero y el humo llegó hasta el castillo? ¿Por qué todos están actuando así de raro?

- Ya te dije que no estoy interesado en Terry – Potter dice con calma.

- ¡TE LE METISTE ENTRE LOS OJOS!

¿Cómo? ¿Qué? ¿Por dónde? ¿Qué esa no es una de las posiciones sexuales más difíciles según el Kamasutra? No que él hubiese leído el Kamasutra… los dibujitos le llamaron la atención una vez y… momento, eso no es el tema.

- No me interesa su vida personal – Snape trata de recuperar un poco de control – muévase con Potter.

- No – Weasley se cruza de brazos – no voy a convivir mas con ese quita hombres.

- ¡Eso, Harry! – anima Brown y Patil – tu si que los tienes fintos.

- ¡BASTA! – Snape grita – no estamos negociando, Weasley. O se mueve, o lo repruebo todo el año.

- Pues repruébeme.

Las exclamaciones de todos no se dejan esperar. Es la primera vez que Weasley muestra algo de valor frente a él, y aunque sorprendente, también es insubordinación. Ojala y aun pudieran colgar de los pulgares a los estudiantes. Pero aparentemente eso es muy cruel. Esos idiotas del ministerio de magia no saben lo que es la crueldad. Estar enamorado de una persona desde que tienes 9 años, verla casarse con otro, verla morir y tener a su hijo de estudiante… ESO ES CRUELDAD.

Y como no quiere llorar de nuevo, Snape decide enfocar su furia en Weasley. Está a punto de gritarle hasta de lo que va a morir, cuando nota otra persona que no debería estar en su mazmorra en estos momentos.

- ¿Y usted que hace aquí, Goldstein? – Snape masajea sus sientes, tratando de evitar usar una maldición imperdonable en alguno de los estudiantes.

- Estoy tomando una clase remedial de pociones… ¿Qué no le dijo la profesora Sprout? Usted dice que soy un negado en cuanto a Pociones, y necesito mejorar mis calificaciones.

Eso tiene sentido… pero no recuerda haber accedido en dejar que tomara clases remediales. Quizás Sprout lo agarró muy borracho o algo así.

- Y profesor, ya que Weasley claramente tiene uno de sus dramas gays…

- ¿No te mordiste la lengua? – dice Zabini con burla.

- … yo me ofrezco a sentarme al lado de Harry, después de todo somos amigos, ¿Verdad, Harry?

- Um… - Potter ve a Hetler con duda.

- No, Potter se queda aquí – dice Hetler.

- Yo estoy a cargo de esta clase, Hetler – Snape intenta poner orden – y si estoy ordenando que Potter se mueva con Weasley…

Hetler ve con furia a Snape, lo que hace que el profesor reconsidere eso de cambiar a Potter. Total, el chico parece muy cómodo con el psicópata Slytherin, y si hay algo que ha aprendido en todos estos años es a nunca molestar a estudiantes inestables. Al parecer las clases de manejo de ira no han funcionado como McGonagall esperaba.

- Pensándolo bien, mejor quédese ahí con Hetler – Snape reconsidera su postura de poder – Weasley, con Granger.

- ¡Eso es aun peor! – Weasley se queja.

- ¡Hey! – Granger finalmente habla. Y si que es extraño que apenas haya decidido protestar.

- Yo me voy con Granger, profesor – se ofrece Zabini.

- ¿Y yo con quien me quedo? – Goldstein frunce el entrecejo.

Al final Potter se quedó con Hetler, Granger se quedó con Zabini y Goldstein con Malfoy. Y esto apenas era el inicio del día.

Hermione trata de ignorar las imágenes mentales que tiene de Blaise Zabini haciéndole de todo y por todos lados. Sabe que es su culpa que las cosas estén así, pudo haber bebido la poción y dejarse de cosas, pero algo la detuvo. Quizás eso de fantasear con todos los hombres en Howgarts no es tan malo. Ciertamente ha abierto sus horizontes… si se usa el doble sentido, ni siquiera sabía que tenía tantos horizontes que abrir. Así que en conclusión, la poción no es tan mala.

- ¿Y tu por qué tan calladita, primor? – Zabini pregunta en lo que parece ser un tono seductor.

- Veo tu entrepierna y pienso si estas sobrecompensando algo – Hermione contesta de manera automática.

- No necesito esas cosas – Zabini ríe como si nada. Al menos no se ofendió – pero rumores me dijeron que ya tenías la solución a tu problemita candente. ¿O acaso así eres aun sin los efectos de la poción?

Hermione deja caer el mortero ruidosamente, ganándose una mirada de odio por parte de Snape. Como quisiera embarrarlo de mermelada y deja que le hiciera cosas sucias y pecaminosas… como elaborar pociones prohibidas.

- ¿Tu como sabes de eso? – Hermione lo fulmina con la mirada - ¿Tenemos sexo?

- No, gracias – Zabini declina amablemente. Decepcionante – yo lo sé todo, primor. Sé todo sobre tu dilema, sé todo sobre Hetler y su nuevo romance gay con tu amigo Potter, y sé que Weasley ha decidido pichar después de haber bateado en tercera base.

- ¡Eso es por un filtro amoroso! – Hermione siente que debe defender a su ¿Novio? A estas alturas del partido ya ni sabe que es Ron. A ella no le molestaría compartirlo con Terry; un trío de esos debe ser fabuloso. Pero ella va en medio.

- ¿En serio? Porque tu amigo Weasley siempre dio esa vibra de rarito. Esos músculos que se carga… como que trata de compensar algo. Potter, por otro lado, está igual de bofo que cuando entramos en primero. No le importa mucho su apariencia, lo que lo hace aun más encantador. ¿Sabes quién de tus compañeros de casa ha sido el que más ha cambiado? El chico del sapo… ¿Longbottom? Todos pensamos que sería feito e insignificante, pero lo hemos visto en las duchas y… Holaaaaa, LONGbottom… si sabes a que me refiero.

Con Zabini diciéndole sobre los encantos de Neville (¿Quién lo viera?), Hermione sabe que no puede seguir así. O viola a Neville, o toma la poción que detendrá todo esto.

Neville se acerca mucho a Seamus, el cual lo ve con duda.

- Amigo, sé que bromeamos acerca de ser gay y eso, pero estás demasiado cerca.

- Hermione me está viendo muy raro – Neville dice en tono asustado. Y luego que porque piensan que juega para el otro bando.

- Solo está molesta por lo de Ron, estoy seguro de que no te ve raro.

Seamus levanta su vista, y nota a Hermione moviendo su lengua de forma sugerente mientras Zabini arquea las cejas.

- Pensándolo bien, mejor quédate acá con nosotros. Hermione ha estado actuando muy raro.

- Me está asustando…

- No pasa de que te viole. Y aquí entre nos, como que te hace falta.

- Deja de decir esas cosas perturbadoras, Seamus – pide Dean – y Neville, solo ignora a Hermione. Quizás tiene fiebre.

- O está ardida por lo de Ron – Seamus asiente lentamente – mujer despechada, mujer aventada.

- Este ha sido otro espacio pervertido, patrocinado por el estudiante más perverso y perturbado que ha pisado Howgarts.

- Gracias, Parvati, no era necesaria esa nota – Seamus la ve con enojo - ¿No deberías estar preocupada por tu amiga? Quiere violar a Neville.

- No quiere violar a Neville – Parvati chasquea la lengua – solo quiere tener sexo desenfrenado con él. Le está haciendo un favor.

- ¡HEY! – Neville dice, ofendido. Que no tenga novia, ni prospecto de novia, y que solo Trevor lo escuche por las noches no significa que será fácil de atrapar. Pensándolo bien…

Mientras los Gryffindors discuten sobre como Hermione va a introducirle cosas perversas a Neville y el chico pretende que eso le asusta (pero en el fondo le gusta. Todos son iguales), con Anthony el chico está fulminando con la mirada a Hetler y a Harry, los cuales están actuando como si estuvieran de luna de miel. Por dios, Harry incluso se está riendo. ¡Eso es el colmo!

- No puedo creer que Hetler esté haciendo esto – Anthony se queja.

- Llevas media hora quejándote, Goldstein – Malfoy lo ve con enojo – ya cállate y ponte a trabajar.

- Puedo quejarme y trabajar, Malfoy – Anthony sigue ofendido - ¿Acaso no se te hace raro que Hetler actúe tan mansito? Tu sabes que es un asesino serial en potencia.

- Según Zabini, Potter encanta a las serpientes – Malfoy dice con enojo, y si no fuera porque Anthony sabe que Malfoy odia a Potter, diría que esta celoso.

- Zabini es un imbécil.

- No te discuto eso – Malfoy dirige una mirada hacía la mesa de Hetler y Harry.

- Quizás tomó un filtro amoroso – Anthony teoriza – oye… ¡Claro! ¡Eso es lo que pasa! ¡Hetler tomó un filtro amoroso, como Weasley!

- ¡Cállese, Goldstein! – exige Snape - ¿Y qué es eso de un filtro amoroso?

- Pensaba en voz alta, profesor – Anthony pone su mejor cara de inocencia.

Anthony decide que no hay otra opción. Hetler está bajo la influencia de un filtro amoroso. Y aunque sabe que aparentemente no hay un antídoto ante ese tipo de pociones, excepto dejar que pase por el sistema de quien la bebió, también sabe que hay una forma de hacer que ese proceso sea más rápido de lo esperado. Y a él le urge que Hetler deje de estar encimoso con SU mercancía. Hasta ahora ninguno de sus planes ha salido como espera. Excepto Hermione, que viéndolo bien, parece aun estar bajo los efectos de la poción que le dio hace semanas, si el hecho de que este metiéndole mano a Zabini es un indicio de esto.

Harry siente que este día será muy largo. No solo porque hoy entregará su flor silvestre, sino porque Ron sigue odiándolo porque aparentemente le dio baje con Terry, y Hermione sigue viendo a todos con lujuria. Eso sin contar que Snape decidió dejarlo con Hetler, y eso indica que hasta los profesores le tienen miedo. Eso, por alguna razón, no lo hace sentir muy seguro sobre lo que pasará en la noche.

- ¿Cortaste las raíces? – pregunta Hetler de manera cordial, y ya es mucho decir.

- Si, aquí están. ¿Quieres que empiece a mezclar?

- No, lo haré yo. Goldstein y Malfoy te están viendo mucho.

- ¿Si? – Harry finge demencia. Ya había notado que esos dos volteaban a verlos, pero no quiso decirle a Hetler por miedo a que hiciera algo visceral, como matarlos. Al parecer lo está tomando muy bien.

- Los idiotas probablemente piensen que te tengo amenazado – Hetler dice con calma.

- Malfoy sabe que no es así – Harry comienza a cortar mas las raíces, a falta de tener algo mejor que hacer.

- Malfoy parece olvidar que la única razón por la que estás aquí es por sus fotos. Si te hubiera besado, no estarías ofreciéndote como una oveja en pleno sacrificio.

Sabe que Hetler tiene razón, pero Harry también tiene responsabilidad, no está tan cerrado a ver que si él le hubiera dicho a Zabini que le daba igual si enseñaba sus fotos, nada de esto estaría pasando. Pero no quería mostrar que Malfoy tiene el control de esta relación inexistente, y no quiere probar los rumores que ya existen desde que Malfoy y él estuvieron solitos en el bosque prohibido cuando estaban en primer año. ¡Tenían 11 años, por favor! Aun eran demasiado jóvenes para hacer lo que los rumores afirmaban que paso entre ellos durante ese tiempo que Hagrid los dejó solos. Harry jamás pensó que 'ver al señor tenebroso' podría ser usado como eufemismo de 'Malfoy me hizo de todo'.

Y lo peor, él jamás iba arriba en esos rumores.

- La verdad es que aunque no es algo ideal, prefiero que sepas la verdad. Al menos tu no estarás engañado sobre mis intenciones – Harry dice con calma.

- Sigo diciendo que no entiendo porque el señor tenebroso te quiere matar – Hetler ve a Harry con calma – eres muy insignificante, y esa honestidad solo te causará problemas.

- Yo digo lo mismo – Harry suspira.

- Goldstein se muere de envidia. Ríete para que piense que estamos teniendo un momento romántico – Hetler hace una mueca que Harry asume es una sonrisa.

- ¿Qué?

- ¡Ríete! – Hetler aprieta los puños.

Harry se ríe, tratando de aparentar calma. No es bueno hacer enojar a quien después de puede hacer pagar esto de manera dolorosa.

- ¿De verdad crees que Hetler tomó un filtro amoroso? – pregunta Draco al ver como su ligue esta riéndose como idiota con Hetler.

- No hay otra explicación. Antes de Harry, Hetler jamás había mostrado interés por los chicos. O por algún otro ser humano en general. Esto debe ser obra de la magia.

- Es cierto, Hetler jamás hizo insinuaciones y se la pasaba siempre solo. Creo que tienes razón, no eres tan tonto como pensábamos.

- Gracias. ¡Oye!

- Si es un filtro amoroso – Draco sigue como si no hubiese ofendido a Goldstein – no hay antídoto.

- No, no hay algo que detenga la poción. Pero si hay algo que puede acelerar que el filtro se absorba y se evapore del organismo de quien lo tomó.

Draco ve con calma a Goldstein. Sabe que este también tiene intenciones no muy puras hacía Potter, pero necesita un aliado contra Hetler (porque dado el tamaño y fuerza bruta de Hetler, al menos se necesitan dos para detenerlo).

- Yo también quiero participar.

Draco y Goldstein voltean, sorprendidos de ver a Hermione Ganger al lado, al parecer escuchando toda su conversación.

- ¿Qué no sabes que es de mala educación meterte en pláticas ajenas, sangre sucia? – Draco dice con molestia.

- ¿Te hago sexo oral? – Granger pregunta como si nada.

- ¿Aun no tomas el antídoto? – Goldstein interrumpe antes de que Draco pueda decir que de momento solo le interesa tener a Potter de rodillas.

- No estoy segura de que eso sea un antídoto. ¿Qué tal si es veneno? – Granger ve a Goldstein con molestia - ¿Sabes que te ves excepcionalmente sexy cuando estás planeando algo?

- Gracias – Goldstein la ve con duda – ¿Qué me gano con envenenarte? Ni siquiera te quería dar el antídoto, todo fue un accidente.

- Y a todo esto, ¿Por qué quieres ayudar? – Draco decide que ya se ha aburrido de hacía donde ha ido esta conversación. Particularmente porque no lo incluye.

- Ron también tiene los efectos de un filtro amoroso. Necesito que despierte y deje de decir cosas sobre Terry, o no me haré responsable de lo que pase.

- A diferencia de Hetler, todos sabíamos que Weasley era gay – Draco dice con calma – que quisiera ocultarlo contigo es diferente.

- Aquellos que quieren meterle juguetes raros a Harry no deberían tirar la primera piedra.

- ¿Cómo supiste eso? – Draco se sorprende. Eso apenas es algo que está aceptando, la sangre sucia no tiene derecho a balconearlo así.

- No lo sabía, pero me lo confirmaste con tu reacción – Granger ríe irónicamente – ahora, no me opongo a que uses esos juguetes conmigo. Puedo pintarme una cicatriz si quieres… o tomar una poción multijugos para verme como Harry. Lo que sea que mueva tu mundo, Malfoy.

- Si vas a ayudarnos – ahora interrumpe Goldstein – tienes que controlar esos impulsos sexuales. No me gusta robar segunda base.

- Ni a mi las sangre sucia – Draco se cruza de brazos.

- Por favor, solo digan que los dos son gays – Hermione suspira – que desperdicio. Con tu lengua y tus pensamientos pervertidos, realmente hubiéramos podido hacer algo muy divertido.

Draco tiene ganas de golpearse contra la mesa hasta quedar inconsciente. Solo Potter hace que se meta en estos problemas.

Anthony sale de clase de pociones con una meta en mente. Jamás pensó que con tal de ganar una apuesta, él hubiera sido capaz de darle un filtro amoroso a Hetler, pero claro, debió suponer que era capaz de todo. Eso explica porque Hetler de repente se puso posesivo con Harry.

- Parece que perderás la apuesta – lo último que quería Anthony era cruzarse con él justo cuando tiene prisa.

- Claro que no, aun tengo tiempo.

- Si lo que los rumores dicen es cierto, Potter va a darlas esta noche.

- Pero no a Malfoy – Anthony aprieta los puños con enojo.

- Ah, ah, pero esa no fue la apuesta. Lo que dijimos fue que él besaría a un Slytherin… nunca especificamos que tendría que ser Malfoy. Eso solo lo asumiste tu.

Anthony está a punto de discutir, cuando se da cuenta de que su interlocutor tiene razón. Cuando hicieron la apuesta, dijeron que Anthony besaría a Harry antes de que un Slytherin.

- ¡Pero es trampa! ¡Sabes bien que nos referíamos a Malfoy!

- Claro que no, lo único que se dijo es que no sería un Slytherin. Y por lo que he escuchado, Hetler no va a desistir.

- Eso lo veremos.

Anthony tiene una nueva misión. Y así tenga que dejar a alguien inconsciente, no perderá esta apuesta.

Hermione entra rápido a su cuarto, sintiendo como alguien la taclea al piso. Está a punto de defenderse, cuando se da cuenta de que es Lavender.

- ¿Pero qué demonios haces? – Hermione la ve con duda.

- Es por tu bien – Lavender se sienta arriba de Hermione, y si la chica bateara para ese lado, pensaría que están a punto de filmar 'chicas candentes de Howgarts: Que la magia comience'.

- Sabemos que no te tomaste la poción – Parvati se acerca a ella – así que haremos que la tomes a la fuerza.

- ¡No! ¡Esperen! – Hermione trata de razonar con ellas.

- Nada, nada – Parvati se hinca al lado de Hermione – abre la boca, o te obligaremos a tomarla.

- ¡Es que no entienden! – y ni siquiera ella entiende, así que no sabe que argumento puede usar para convencer a las chicas de que no la hagan beber el antídoto.

- Hermione, tu inconsciente hizo que dejaras la poción encima de tu cama, para que Lavender la viera.

- De hecho casi me siento encima de ella – Lavender ríe.

- Lo que sea. No pasamos por todo esto solo para que decidas seguir de caliente – Parvati dice con desaprobación.

- Eso se escucho muy crudo – Lavender niega con la cabeza – pero somos tus amigas, Hermione, y no dejaremos que cometas una estupidez.

- Exacto, así que abre la boca.

- ¡NO! – Hermione cierra su boca, apretando sus labios. No va a dejar que le quiten su recién encontrada sensualidad.

- Como de que no.

Parvati trata de abrir la boca de la chica, mientras Lavender le hace cosquillas.

- Oh, si. Ahora entiendo porque todas las porno empiezan así.

Las tres voltean a la puerta, viendo a Seamus de pie, con una cara de pervertido que no puede con ella.

- ¿Qué rayos haces aquí? – Lavender dice con enojo - ¿Cómo pasaste las trampas?

- Por favor, supe como desactivarlas desde que estábamos en tercero – Seamus dice como si nada – venía a regresarle a Parvati su libro. No se detengan por mi, señoritas.

- Lárgate de aquí – advierte Parvati.

- Hey, ¿Por qué tanta hostilidad? Si yo solo quiero ayudar. Yo apruebo esta experimentación que ustedes llevan a cabo, y hasta puedo darles mi punto de vista sobre como…

- ¡CÁLLATE, SEAMUS! – gritan Lavender y Hermione al mismo tiempo.

Aprovechando que Hermione abrió la boca, Parvati vierte la poción sin dejarle otra opción más que beberla.

Hermione queda congelada. No siente nada diferente, pero sabe que esto va a cambiar las cosas de manera drástica. La razón por la que había evitado tomar la poción es porque le gustaba como se desinhibía. No temía nada, ni le daba vergüenza el expresar como se sentía. Ahora volverá a su timidez y represión.

- ¿Y? – pregunta Lavender - ¿Funcionó?

Hermione voltea hacía Seamus. Solo ve a su pervertido amigo, sin querer desnudarlo, o sin preguntarse cómo será en la cama. Funcionó.

¿Cómo cambiara las cosas esto? ¿Hetler seguirá empeñado en quitarle su flor silvestre a Harry? ¿Y estará bajo los efectos de un filtro amoroso? ¿Y por qué Terry usa Pijama de ositos? Lo veremos en el próximo capítulo (excepto lo de la pijama; ese es un misterio sin resolver).


NdA: Tres capítulos para el final… ¡Por fin! Lo sé, llevo como 10 años con este fic, pero prometo que lo terminaré. Gracias a todos aquellos que lo siguen leyendo, y… ¿Feliz 2013?