Capitulo 26 Código BN

Comienzo de Flashback

Harry dejó la Oficina de Dumbledore preguntándose quien lo llamaría. Ángela era la única que sabía de su retorno pero le había dicho a Harry que era casi improbable que lo llamara al menos por unos días.

"Ángel negro." Dijo Harry contestando el teléfono.

"Ven a Heathrow ahora." Ordenó Ángela muy seriamente.

"Ángela, acabo de llegar después de estar casi 2 meses fuera y ni siquiera he podido hablar con mis padres todavía. ¿Por que debería irme ahora?" Quiso saber el adolescente.

"Mataron a Michelle en una misión en Italia. Salimos de inmediato." Contestó la agente seriamente.

"Voy para allá ahora mismo." respondió tomando un respiro luego de colgar.

Michelle era una antigua compañera suya de operaciones con la que trabajó durante su misión encubierta y también había sido fugazmente su novia. Pero eso no era todo. En una noche de mucho alcohol, con ambos bastante borrachos, los dos agentes terminaron en la cama teniendo sexo, con ambos perdiendo su virginidad esa noche.

Harry le debía mucho a ella y no solo el perder su virginidad. Por eso no lo dudó dos veces antes de informarles a todos que se iba, e ir a empacar sus cosas antes de irse luego de hablar brevemente con sus padres. Esta era una misión que debía hacer.

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Al llegar al aeropuerto, 2 agentes del MI-5 lo llevaron directamente a un jet que esperaba en la pista. Cuando entró, vio a Ángela, al General Blutther, además de otros varios militares y hombres y mujeres. Al verlos, Harry supo que eran de servicios de Inteligencia por su manera de hablar y actuar.

"Damas y Caballeros, déjenme presentarles al Diablo en persona." comentó Ángela cuando vio a Harry.

"Ángela, General." Saludó Harry a los dos que conocía luego de dejar sus cosas en un asiento y acercarse al grupo.

"Gracias por venir tan pronto, Sr. Potter." Saludó el General antes de presentar al resto. Como supuso, todos eran de servicios de inteligencia. Los militares eran todos de rango muy alto también, cosa que lo hizo pensar que esa era una misión muy importante.

"Tengo mis razones para hacerlo. Si no les molesta quisiera saber la razón de la llamada. Dudo que la muerte de una agente del MI-5 sea la razón de la cumbre de tantos militares y agencias de inteligencia." Dijo Harry seriamente yendo al grano.

"Al grano directamente." Dijo Ángela mientras se sentaban a punto de despegar. La agente del MI-5 se sentó junto a su agente:

"Hace cosa de dos meses, se robó una Bomba Nuclear de una base de los Estados Unidos. Para no crear el pánico general, esto se mantuvo en secreto.

"Hace 3 semanas, se descubrió quien la robó." Aquí Ángela le dio una carpeta al adolescente que la abrió y comenzó a leerla, mientras ella continuaba hablando:

"Su nombre es Yasser Al-Minnet, árabe, miembro de células terroristas de Medio Oriente, buscado en todo el mundo debido a acciones terroristas en todos los continentes. Se cree que estuvo detrás del atentado a una mutual judía en Argentina en el 94, aunque nadie logró confirmar o desechar esa teoría."

"¿Que hacía en Italia?" Quiso saber Harry al terminar la carpeta.

"Se cree que esta metido con un grupo terrorista italiano o que fue contratado por otras células para hacer algo allí." Dijo el general sumándose a la charla desde su asiento detrás de ellos.

"¿Que necesitan de mí?" Preguntó el adolescente a los dos adultos.

"Colaborar para detenerlo. En esto estarán metidos todas las agencias. Necesitamos a alguien de la nuestra." Explicó Ángela.

"Trabajo solo, Ángela, lo sabes." Dijo Harry encendiendo un cigarrillo.

"Hecho. Lo harás solo si deseas. Solo dime que necesitas." Asintió Ángela antes de que alguno de los demás se quejara.

"Una casa rodante pequeña, paso por todos los países sin ser detenido, Armas y municiones, Mapas de toda Europa." Dijo Harry luego de pensar un poco.

"¿cuando aprendiste a manejar?" Quiso saber Ángela luego de anotar todo en un papel.

"No es asunto tuyo." Dijo harry antes de dormirse.

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Ya hacía cuatro días desde que Harry había comenzado su misión. En ellos había pasado por 6 países distintos y no había estado cerca de encontrar ni a la bomba ni al terrorista. De Italia fue a Suiza, de allí siguió camino por Austria, Eslovaquia, Polonia y Republica Checa antes de llegar a Alemania Donde estaba ahora.

En ese momento estaba mirando varios informes de inteligencia que Ángela le había dado en el Aeropuerto de Roma al llegar. Mientras tomaba un café, alguien golpeó la puerta de la casa. Tomando su arma fue hacia allí y miró por la ventana a ver quien era. Afuera había un hombre. Al verlo, el hombre mostró una placa de policía.

"¿En que puedo ayudarlo, Oficial?" Preguntó Harry manteniendo el arma segura mientras abría la puerta y hablaba con el hombre.

"Estoy haciendo una ronda de rutina y vi la casa rodante. Me preguntaba a quien pertenecía." Respondió el hombre mirando el interior desde afuera, sin ver mucho.

"estaba descansando. Salgo en poco tiempo." Dijo Harry simplemente, aun con el arma escondida. Algo le daba mala espina del hombre.

De repente, aparecieron varios hombres y rodearon la casa rodante, todos ellos armados. Harry cerró la puerta de golpe y fue hacia el volante y arrancó a toda velocidad mientras comenzaban los disparos. Uno de ellos explotó una rueda y harry debió hacer una peripecia para no estrellarse. Saliendo del volante, mientras las balas seguían, Harry fue hacia las armas y tomó un lanzamisiles. Fue hacia la ventana y lo apuntó hacia donde estaban la mayor parte de los atacantes y lo disparó. El misil estalló volando en partes toda la zona donde lo hizo. Mientras los atacantes se recuperaban del Shock, Harry tomó una ametralladora y comenzó a disparar a diestras y siniestras hasta estar seguro de que todos menos uno estaban muertos.

El único sobreviviente fue el oficial que se acercó a la casa. El hombre estaba aterrorizado al ver a Harry con el arma y trató de tomar la suya, antes de perder la mano con una ráfaga de balas disparada por Harry.

"¿donde esta Al-Minnet?" Preguntó Harry seriamente.

"Volvió a Italia." Dijo el hombre tratando de pararla hemorragia de la mano.

"¿Que planea hacer y cuando?" Preguntó Harry.

La respuesta le erizó la piel y supo de inmediato que debía volver a Italia de urgencia. Luego de matar al hombre y mientras Diabalo arreglaba los destrozos de la casa rodante, harry llamó a su Jefa.

"Sé lo que planea y cuando. Encuéntrame en el Vaticano mañana al amanecer." Dicho esto, colgó al tiempo que Diabalo acabó los arreglos y Harry comenzaba la carrera hacia Italia.

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Harry se reunió con Ángela y el general cerca de la Basílica de San Pedro al amanecer. Ambos entraron en la casa rodante y vieron algunos destrozos que Diabalo no había arreglado el día anterior.

"Supongo que la casa estando así y el tiroteo cercano a Berlín con alguien lanzando un lanzamisiles y más de 40 muertos no estás relacionados, ¿verdad?" Preguntó Ángela tan pronto como ambos los tres estaban sentados.

"No sé de que me hablas." Dijo el adolescente con su sonrisa más inocente.

"¿Que has averiguado?" Preguntó el General yendo al grano.

"Al-Minnet tiene dos objetivos: uno es hacer explotar la bomba, la segunda es hacerlo aquí matando al Papa cuando de la misa del domingo con todos los fieles alrededor." explicó Harry diciendo lo que había averiguado.

"Di que estás bromeando." Rogó Ángela al escuchar el plan.

"¿Crees que hubiera hecho el recorrido entre Alemania e Italia en menos de 24 horas si fuera una broma?" Contestó harry mostrando los signos de no haber dormido esa noche, al estar manejando todo el recorrido.

"Esto es peor de lo que pensábamos." Dijo el general seriamente.

"Tenemos 4 día para hallar la bomba y detenerlo." Comentó Ángela viendo el calendario y que estaban a miércoles.

"¿Se puede contar con los servicios de seguridad papales?" Preguntó el adolescente encendiendo un cigarrillo y ofreciéndoles a los adultos.

"De poder, se podría, pero no se podrá mover la misa." Contestó el militar aceptando el cigarrillo.

"es mejor que nada." Murmuró Harry antes de informar que se iba a dormir unas horas.

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Ese mismo día, el general había concertado una cita con el Papa entre él, Ángela y harry. Al adolescente le informaron que debido a este cambio de planes, le habían cambiado el nombre de Ángel Negro a Coyote Willy, ya que Al-Minnet recibía el nombre del Correcaminos.

"Además no se puede decirle a la máxima autoridad católica en el mundo que su seguridad depende del Diablo." Dijo Ángela riéndose entre dientes antes de que los 3 entraran a reunirse.

Junto al Papa estaban varios Obispos y miembros de su servicio de seguridad esperándolos. El General se acercó y saludó con reverencias a los miembros eclesiásticos, gesto hecho también por Harry y Ángela. Luego de que las presentaciones fueron hechas, el Militar comenzó a exponer la situación y la información que tenía sobre el atentado a realizarse.

Todos comenzaron a discutir el mejor plan de acción tratando siempre de preservar la seguridad del papa, quien se negaba a suspender la misa. Harry había permanecido en silencio, mientras Diabalo intentaba hallar l a Bomba, pero sin éxitos hasta el momento.

Mientras las discusiones continuaban, harry comenzó a mirar por la ventana en busca de algo que le diera una idea de donde buscar la bomba. Por lo que había leído. El terrorista querría colocare la bomba en un lugar donde hiciera el máximo daño. Y al ser esta de gran tamaño se necesitaría un espacio grande para colocarla.

De repente algo le llamó la atención: una camioneta furgón estacionada cerca de una de las entradas de la plaza.

"Revisa la camioneta, Diabalo." Pidió el adolescente al Dios.

"Detecto algo extraño allí. No sé si es o no la bomba, pero no es algo normal." Respondió el Dios.

"Pidan refuerzos y expertos en bombas. Creo que la hallé." Dijo Harry antes de abandonar el sitio a toda velocidad con el arma en la mano, seguido por todos los miembros de seguridad.

Al llegar al sitio donde estaba la camioneta, el adolescente les hizo señas para que no se movieran. Todos mantuvieron sus sitios hasta esperar la orden. Diabalo estaba chequeando las puertas para ver si al abrirlas no explotarían.

"luz verde." Dijo el Dios.

El joven les hizo una seña a los demás para que avanzaran despacio y que lo cubrieran mientras él abría la puerta. Con todos sus acompañantes, y él mismo, levantando sus armas, Harry abrió la puerta y halló...

"Damas y Caballeros, encontramos el juguete perdido." Dijo el Buscador antes de mostrarles a los demás la bomba.

Hubo respiros de alivio y gritos de júbilo entre todos al haber resuelto la mitad de la situación. Todavía faltaba hallar a Al-Minnet. Momentos después expertos nucleares llegaron para desactivar la bomba, causando una gran conmoción entre los fieles de la Basílica.

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Unas horas después del hallazgo, Harry, Ángela y el general estaban reunidos en las habitaciones del primero, cedidas por el Vaticano hasta el final de la misión de la comitiva inglesa. Mientras leían varios informes, alguien golpeó a la puerta. Tanto el adolescente como los adultos, tomaron sus armas por reflejo antes de que Ángela fuera a la puerta a ver quien era.

"Su Santidad." Dijo Ángela al ver al papa en la puerta junto a un Cardenal. Al oír esto, Harry y el general guardaron sus armas inmediatamente, al igual que lo hizo la Agente sin que fuera notado.

"Buenas noches a los tres." Saludo el papa entrando en las habitaciones.

"Sea bienvenido." Saludó Harry haciendo una reverencia. Aunque no era católico (de hecho no creía en las religiones), sabía que significaba esa persona para el mundo.

"Deseo hablar con este joven a solas si es posible, por favor." Dijo Juan Pablo II a los tres adultos, que asintieron y lo dejaron solo con Harry.

"¿A que debo la reunión, Su santidad?" Preguntó Harry a solas y con curiosidad.

"¿Es usted católico?" Preguntó el Papa tomando asiento al igual que harry.

"Creo que existe un Dios, pero no creo en las religiones. Según mi punto de vista, la religión es un arma usada para muchos fines, y no todos son buenos. Muchas muertes fueron causadas en nombre de ellas, por eso no me gustan. Discúlpeme si esto lo ofende, pero soy directo." Contestó el adolescente con total sinceridad y seriedad.

"Agradezco su sinceridad, y no me ofenden sus palabras." Aseguró el papa, antes de proseguir: "Por lo que he escuchado, su nombre clave es el Ángel Negro. ¿Sabe quien es y su leyenda?"

"El Diablo. Antes era un Ángel que quiso sobrepasar a Dios y este lo desterró al Infierno, si mal no recuerdo." Contestó harry pensando unos momentos.

"He visto y escuchado de mis hombres de seguridad que es algo sanguinario y no tiene piedad si debe matar." Continuó su Santidad.

"Señor, le aseguro que todas las personas a las que he matado lo merecían. No soy alguien que por tener un arma y una placa sale a matar por el solo hecho de hacerlo." Dijo Harry creyendo ver a donde iba la charla.

"Eso también he oído." Sonrió el Papa antes de sacar del bolsillo un rosario y decir: "Sé que no es católico, pero me gustaría que tuviera esto. Tal vez no crea en la religión que yo predico, pero tómalo como un regalo de Dios al Diablo en esta difícil misión."

"Será un honor y un Placer, su Santidad." Dijo Harry colocándose el regalo alrededor del cuello.

"Ruego por el bien de todos que tenga éxito en esto." Dijo el papa antes de retirarse.

"También yo, también yo." Murmuró Harry para si mismo antes de que Ángela y el General entraran de nuevo y siguieran con las discusiones.

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Cinco días más tarde, Ángela estaba en el hospital maldiciendo a todo el mundo, sobre todo a la comunidad de inteligencia de la cual era parte.

Al-Minnet había seguido con el plan de asesinato y lo trató de llevar a cabo en el medio de la misa dominical en la Basílica. Harry estaba allí como ayudante del papa mientras miembros de la seguridad Papal estaban entre la gente. Tanto Ángela como el general también estaban dispersos, pero siempre cerca del Sumo Pontífice.

En medio de la misa, hubo una explosión de una granada de humo que causó una gran conmoción y confusión. El terrorista hubiera cometido el asesinato en ese momento, sino fuera porque Harry desvió al Papa de la bala que Al-Minnet disparó contra él justo a tiempo.

El árabe, al ver su fracaso, comenzó a correr entre la gente, con todos los miembros de la seguridad papal, Ángela, el general y Harry detrás de él. El terrorista al verse acorralado comenzó a disparar, con todos sus perseguidores devolviendo el fuego armado. En determinado momento, lanzó una granada hacia ellos y explotó antes de que alguno pudiera escaparse del sitio. En la explosión murieron el General y varios hombres de la seguridad papal. Tanto Harry como Ángela fueron heridos, aunque el adolescente recibió heridas de mayor envergadura que las de la Agente.

"Voy tras él aunque me muera!" Gritó Harry levantándose como pudo y corriendo tras Al-Minnet al tiempo que policías del Vaticano llegaban,

El adolescente regresó media hora más tarde con el terrorista muerto de 8 balazos. Tan pronto como lo hizo, se desplomó inconsciente en el suelo. Todos los heridos, fueron llevados de inmediato al hospital. Aunque sus heridas eran varias, Ángela no necesitó estar internada, y se quedo esperando noticias de su joven agente.

Harry había sido lesionado en el tendón de su pierna izquierda, perdido un dedo de esa mano y tendría una gran cicatriz en ese lado de la cara. Si sufría otras heridas neurológicas o motrices no se sabría hasta que despertara del coma en el que llevaba 2 días.

Desde que sucedió toda la cacería y muerte de Al-Minnet, todas las agencias que estuvieron involucradas en el BN, pero se habían abierto de la situación cuando se la encontró y no creyeron el plan de asesinato, ahora reclamaban todo el crédito por la muerte del terrorista. En estos informes, se omitía la participación de los 3 ingleses y hasta el atentado al Papa. Incluso algunos llegaron a afirmar que Harry estaba con el terrorista al igual que Ángela y el general. Hicieron falta 8 agentes de distintas agencias de inteligencia para evitar que Ángela matara al agente que sugirió esa posibilidad.

"Hay noticias sobre el Ángel Negro, Sra. MacKinnon?" Preguntó una voz entrando en la reunión. Todos se dieron vuelta para ver al papa entrando allí con un Cardenal y el jefe de su Seguridad, que llevaba un cabestrillo en su brazo izquierdo, recuerdo de la batalla.

"Continua en coma, su Santidad." Informó Ángela calmándose lo suficiente como para mantener la compostura frente al papa.

"¿Que han dicho los doctores sobre sus oportunidades de supervivencia?" Preguntó el anciano sentándose.

"Hay que esperar. Dicen que tiene buenas oportunidades pero hasta que no despierte del coma no se sabrá nada." Contestó la Agente del MI-5 seriamente.

El Papa se acercó a Obispo que estaba con el y le susurró algo al oído. Este asintió y dejó la sala a gran velocidad. Luego se giró a su Jefe de seguridad y le hizo otra seña. Este asintió y se levanto, tomó del brazo a Ángela y se retiraron de la sala.

"No quieres ver la ira del enviado de Dios." Dijo Paolo a Ángela mientras iban caminando al hospital.

"¿Como esta tu brazo?" Preguntó Ángela masajeándose las dos costillas rotas que tenía debido a la explosión.

"En unos días estará bien." Respondió el italiano entrando con la inglesa en la habitación del joven, en el momento en que este comenzaba a tener una convulsión. Paolo salió disparado de la habitación a llamar a un medico mientras Ángela revisaba las intravenosas de su agente.

Dos médicos y una enfermera entraron junto a Paolo y los retiraron del sitio mientras comenzaban a ayudar al adolescente, pero no antes de que Ángela tomara del suelo un frasco que no correspondía. Ambos salieron y lo revisaron: era un medicamento que causaría la muerte del adolescente si era dado en gran cantidad. Ambos sabían que significaba eso: alguien quiso matar a Harry.

"Dame tu arma. Perdí la mía en el tiroteo." Pidió la agente del MI-5 a su colega.

"Me quedaré aquí y te llamaré si hay novedades." Dijo el italiano mientras le daba su arna, mientras Ángela se iba directamente a la reunión de las agencias con el Papa.

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De esa reunión, 4 no salieron vivos. Ellos habían orquestado el intento de asesinato y no vivieron para contarla. Ángela directamente los fusiló a quemarropa, antes de retirarse diciéndole al Papa:

"En unos días iré a confesarme con usted, su Santidad."

Afortunadamente, la situación de Harry no empeoró, sino todo lo contrario: las heridas comenzaron a curarse sin que los médicos encontraran una respuesta lógica a eso. Si todo seguía a ese ritmo, harry podría despertarse en unos días.

Paolo, bajo órdenes del Papa, había colocado a dos de sus mejores hombres en la puerta de la habitación. A ella solo accedían Ángela, Paolo, dos médicos y dos enfermeras, uno por cada turno. Ángela estaba allí casi todo el tiempo, excepto cuando iba a dormir a la habitación brindada para ella.

El jefe del MI-5 y superior suyo había ido para enterarse de toda la situación. La reunión había sido tensa por decir lo mínimo y Ángela casi lo mata también por criticarle la falta de juicio y no haberse comunicado con el para informarle de todo en todo momento.

"Estaba más preocupada por parar el maldito atentado como para acordarme de hacerte una maldita puta llamada! No me vengas a romper las pelotas!" Le gritó la agente a su Jefe de muy mal humor.

El Jefe, quien también había sido su esposo y estaban en pleno proceso de separación sabía que lo último que debía hacer era molestarla. Decidió enterrar ese tema definitivamente. Sabía que pelear con ella era lo último que alguien debería hacer, a menos que quisiera morirse.

"Quiero la recompensa de los 10 millones para Ángel, Steve. El fue el que paró todo y el que lo mató a Al-Minnet." Declaro Ángela cuando se calmó un poco.

"Ya pasé el dinero a una cuenta secreta. Cuando se despierte veremos que se hará con el dinero." Informó el hombre.

Antes de que agregaran algo, uno de los guardias entró en la habitación y dijo: "se despertó."

"Después seguimos!" Gritó Ángela a su jefe antes de salir corriendo hacia el hospital a ver a su joven agente.

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Casi 10 días después de la batalla, Harry por fin se despertó del coma en el que había caído y Ángela lo puso al tanto de todo lo ocurrido en esos 10 días.

"Encuentra mi placa y mi reglamentaria y dile a tus superiores que se las metan en el culo! Si así es como agradecen haber hecho lo que hice, no me quiero imaginar lo que pasaría si hubiera fallado!" Dijo Harry cuando Ángela le dijo sobre el atentado contra su vida.

Antes de que Ángela dijera algo, entraron su Jefe del MI-5, con Paolo y el Papa. Después de saludos entre todos los presentes, Paolo se llevó a Ángela y a Steve afuera. El Papa quería tener una reunión privada con el joven.

"Me alegro de verlo despierto, Ángel." Dijo el papa sentándose al lado de la cama del adolescente.

"A mi también me agrada estarlo, su Santidad." Dijo Harry acomodándose lo mejor posible en la cama. Sabía que su milagrosa recuperación se debía a Diabalo, aunque no pudo curar la perdida de visión y oído ni reparar el tendón. Si lo hacía habría demasiadas sospechas.

"Le debo la vida además de todos los presentes ese día." Agradeció el santo padre.

"Sus agradecimientos son bienvenidos. Además debo confesar que mi misión no era la seguridad, sino cazar al terrorista. Vine aquí en busca de venganza personal." Confesó el mago antes de explicar la serie de eventos que lo llevaron a meterse en la misión.

"La venganza a veces es mueva motivación, pero también es dañina. Ten cuidado con ella siempre." recomendó Juan Pablo II antes de tomar un rosario y dárselo al adolescente.

"Me entere que el anterior fue destruido en la explosión." Sonrió el Papa mientras el joven se lo colocaba nuevamente en el cuello.

"Espero que me ayude en la misión que tengo en la vida." Dijo Harry antes de resumirle la situación del Mundo mágico a grandes rasgos al Papa además de explicarle su función.

"Rezaré por que tenga tanto éxito en esa misión como la que tuvo en esta." Dijo el papa antes de darle una bendición en latín al adolescente.

"Gracias, Su Santidad." Dijo Harry al final de la bendición antes de que el papa se retirara y entraran Ángela y Steve para discutir varias cosas entre ellas, que sucedería con la recompensa que recibiría por la muerte del terrorista.

Fin del Flashback

Casi sobre el final de las vacaciones de invierno, Harry estaba en su departamento revisando Internet cuando vio una noticia sobre la salud del Papa, en la cual se informaba que había sufrido unos problemas de salud. Mientras leía todos los diarios que pudo hallar, en su mano estaba el rosario.

"No sabía que fueras católico." Dijo una voz desde atrás sorprendiendo al adolescente, que giró con su arma en la mano.

"Deberías dejar de asustarme así, mamá." Dijo Harry guardando su arma al ver a Lily viendo las noticias y mientras él se colgaba el rosario de nuevo.

"No me has dicho nada a lo que te dije." Contestó Lily mientras su hijo apagaba su computadora después de imprimir las noticias que más le interesaban.

"No, no lo soy."

"¿Entonces por que el rosario y las noticias que leías?" Preguntó Hermione que había entrado unos momentos después de Lily y visto todo.

"El rosario es un regalo hecho por Karol Wojtyla en persona. Por eso leía las noticias. Le salvé la vida durante el BN." Explicó Harry mientras preparaba café.

"¿Quién es Karol Wojtyla?" Preguntó Lily mientras Hermione veía a su amigo con los ojos abiertos como dos platos.

"Juan Pablo II, el papa católico." Contestó Harry antes de contarles toda la historia del BN.