***Amor en tiempos de
Guerra***
Por Lady Silver Moon
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Cap. 1.- El comenzar por el comienzo donde todo comenzó
Esta historia se comienza hace tiempo, tal vez hace 149 años, tal vez más, tal vez menos, pero es una historia por la que venimos tú y yo
-pero abuelita ¿cómo íbamos las dos a pertenecer a la misma historia?-preguntó una pequeña de hermosos ojos verdes
-oh pequeña no te compliques la vida, tú tan solo escucha, que seguro te gustará- dijo la mujer que a pesar de que se veía de edad, era bella, de rasgos delicados, muy finos, al igual que la pequeña
-está bien, si tú lo dices...-dijo la niña casi con fastidio- pero.... no lo sé....-volvió a decir haciendo una cara graciosa
-si que eres desconfiada-comentó la anciana divertida ante la mueca de "aburrimiento"- bien, comenzaré-dijo la mujer de ojos cafés mientras tomaba asiento
-vamos, vamos
Hacía mucho tiempo, en la época de hermosos carruajes y vestido largos, en que los prejuicios estaban sobre todo, donde la mujer no hacía casi nada, pues era considerada muy inferior al hombre, donde era sumisa a cualquier decisión de esa persona que la tuviera en protección bajo su manto
Había una hermosa joven de 18 años, de cabellos castaños y hermosos y grandes ojos verdosos que caminaba tranquilamente por la plaza de aquella ciudad, iba tranquilamente hasta que se detuvo en la puerta de una gran mansión perteneciente a la familia de su mejor amiga
-disculpe ¿se encontrará Tomoyo?-pregunto a la domestica que le abrió la puerta
-claro señorita, pero pase por favor
-gracias...
La joven Sakura Kinomoto entró a la gran sala y tomo asiento en uno de los elegantes sillones rojos
-¡oh Sakura, que alegría verte!-le decía una señora de aproximadamente 38 y 40 años de edad que era la madre de Tomoyo, la Sra. Sonomi Daidouji- ¡hacía mucho que no venías a visitarnos!
-había estado de viaje, señora-le contestó Sakura mientras la señora Daidouji tomaba asiento a lado de ella
-¿y te ha ido bien?
-oh muy bien señora
-oh, pero que servicio tan malo hay en esta casa- dijo al ver a las jóvenes encargadas del aseo, preparación de alimentos y demás, paradas detrás de ellas tranquilamente- ¿por que no ofrecen algo a la señorita?
-no se moleste por favor-dijo al ver como todas las jóvenes corrían de un lado para otro para atenderle- no es necesario...
-¡Sakura, has regresado!-dijo una bella dama de cabello oscuro y ojos azules muy profundo que se abalanzó a abrazar a la chica de vestido rosa.
-¡Ay Tomoyo, como te extrañe!-dijo abrazando a la joven de vestido azul pastel
-bueno, las dejo solas, espero que nos vengas a visitar más seguido, Sakura. Siempre vas a ser bienvenida en esta casa, recuérdalo
-gracias...-dijo la chica haciendo una pequeña reverencia
Tomoyo siguió con su mirada y rostro sonriente a su madre, hasta que esta salió de aquella habitación
-ay Sakurita, me alegra tanto que estés de regreso
-je je, a mi también me da mucha felicidad estar aqu
-pero vamos, no nos quedemos aquí. Tenemos que celebrar-dijo feliz tomando un sombrero del mismo color que su vestido que tenía hermosas flores amarillo pastel
-¿celebrar?-preguntó la joven Kinomoto
-claro, tu regreso a la ciudad, es muy buen motivo, además el día esta soleado, mejor ocasión no hay
-tienes razón, ¡vamos!-dijo tomando el sombrero rosa que se había quitado
-demonios, la cosecha no se esta dando bien, jamás la tendré a tiempo para el pedido del Sr. Komishi-dijo fastidiado viendo unos papeles
-vamos amigo, no te mortifiques, salgamos por ahí, ya verás que te relajas y hasta conoces una bella dama-dijo de manera pícara
-tal vez....-dijo reflexionando
-¿cómo que tal vez? ¡Así será!
-bien, vayamos ahora que es temprano
-aguafiestas...-susurro el otro mientras salían de la casa
Sakura y Tomoyo caminaba por el parque, que estaba verde en esa época del año, platicaban de todo, de lo que habían hecho en esos largos 2 meses que no se veían, Sakura había partido a la ciudad vecina, que se encontraba más al norte para ver a su abuela que se encontraba enferma pero que gracias a Dios se había recuperado
-entonces mi hermano y madame Suu me mandaron, decía que no necesitaba estar más tiempo lejos de casa, pero realmente me sigue preocupando la salud de ella, la edad la ha alcanzado...-dijo cerrando los ojos y colocando sus manos en su pecho – y no creo que...
-hay que tener fe, mi estimada Sakura, fe más que nada...
-si...-dijo tratando de animarse- ¡mira Tomoyo, ahí hay un puesto de comida!-dijo comenzando a correr mientras demás: jóvenes tanto varones como chicas, señoras de todas edades y señores que caminaba por ahí observaban a la joven mientras a Tomoyo le caía una gotita por la nuca, su amiga Sakura jamás cambiaría
La hermosa Sakura Kinomoto, era alguien sin duda muy alegre y que vivía muy feliz a lado de su familia, por lo cual la inmensa tristeza que la invadía cuando perdía a algún miembro de ella. Era simpática, tierna, encantadora, amable, respetuosa, en fin... todo lo que un hombre buscaba en una esposa en esos tiempos, por lo cual a Sakura no le faltaban miles de pretendientes, y no era solo su carácter lo que los acercaba a quererla conocer; sino también la majestuosa belleza que poseía
Tomoyo estaba la par, tal vez solo era que ella era un poco más tranquila y no tan activa como su prima, que siempre estaba buscando que hacer, desde ayudar un poco con la cena de la casa y hacer pequeños adornos con flores, hasta ayudar a los pobres.
Si que eran felices, pero la madre de Sakura había fallecido cuando tenía a penas 3 años y aunque tenía fotos-blanco y negro- la extrañaba mucho, su hermano era... bueno.... era un hermano que le celaba mucho y siempre buscaba lo mejor para su familia especialmente para la dulce Sakura, también estaba su padre que era muy amable, sus cabellos ya pintaban algunas canas, pero tampoco se podía olvidar a esa extraña, que había entrado a su familia: Suu Tsuki, que se había "enamorado" de su padre y su padre al estar solo la aceptó y vivía con ellos, a Touya lo trataba bien, pero ella si lo quisiese podría reclamar y alejarla de su hogar, pero su padre era muy feliz con ella, no podía ser egoísta y dejar a su padre nuevamente solo...
-sabes muy bien que tu hermana ya esta en edad para poder contraer matrimonio, además es necesario por que la crisis de este hogar esta cada día peor-decía Madame Suu quien era escuchada por Touya
-sabes que mi padre no te dejará....-le había contestado el joven de 25 años- o por lo menos no por ahora
-¿y por que tu padre tendría que saber algo?-dijo malévolamente mientras se paseaba por la elegante sala de estar de la mansión
-siempre está al pendiente de nosotros-dijo alterado- de Sakura...y mío...
-bueno, bueno, cálmate mi querido Touya...-dijo acariciando la mejilla de él seductoramente, haciendo que el joven más que se asustara se sorprendiera- yo arreglaré que "Sakurita" – dijo acentuando el nombre de la joven de una manera sarcástica- salga de esta casa como Dios manda: con un hombre bien, poderoso, pero sobre todo rico....
Touya salió de golpe de esa sala y luego de la casa, estaba molesto de verdad ¿que le pasaba a esa señora, que se hacía pasar por su madre? ¡Y más! ¿Pensaba que lo podía estar acariciando como a un prometido? ¡Estaba loca! El único que podía recibir ese trato de parte de ella era su padre, cosa que no hacía
-"bueno, cálmate..."-pensó respirando profundamente-"iré con Kaho, debe de estar con ese tal Eriol Hiraguizawa"-continuó comenzando a caminar
-¡esta delicioso!-gemía Sakura probando una especie de pan con una cremilla- ¿verdad Tomoyo?-dijo caminando de espaldas
-si, es verdad-dijo después de haber probado un pan similar al de Sakura
-pero creo que...-calló al sentir chocar su cuerpo con alguien y al ver salir volando su postre
-Ah! Lo siento e...-dijo con la cabeza baja y luego para subirla y encontrarse con el hermoso rostro de Sakura- ....e....en.....verdad....-dijo mientras la miraba profundamente
Sakura se sonrojó un poco, se había tropezado con un joven bastante apuesto, de cabellos oscuros y ojos color miel, alto y joven, al parecer de su misma edad, de piel pálida casi tanto como la de Tomoyo
-Ho ho ho- reía la joven de vestido azul al ver el rostro sonrojado de su amiga, y es que Sakura no conocía muchos jóvenes, amigas no le faltaban pero, los varones.... solo primos, su hermano, prometidos de sus amigas, de su primas y era cierto que unos eran y otros no tan agraciados, pero este era lo que jamás había visto hasta entonces....
-señorita, un joven llamado Touya Kinomoto viene a buscarle...-dijo una doméstica al entrar a la sala donde se encontraban 3 personas
Una hermosa mujer de cabellos y ojos marrones, delgada de al parecer la misma edad de Kinomoto-y dos jóvenes, de 19 años uno de tez pálida cabello negro con reflejos azules y ojos azul profundo, intenso, que se veía apacible y tranquilo; el otro, poseía cabellos marrones y ojos del mismo color, de piel un tanto más oscura aunque no mucho, que tenía un gesto de ¿enfado? Que parecía un poco frío y callado pero ambos muy apuestos
Ambos sujetos vestían igual, de azul ambos con espadas y armas de fuego atada al cinto y en cada uno de los hombros de los trajes el de cabello oscuro tenía dos estrellas de oro, y el de cabello marrón una pero igualmente de oro, de botas altas hasta las rodillas, negras, el traje de cuello alto y ambos sostenían con su brazo izquierdo un sombrero uno con 2 estrellas y el otro, con una.
-hágale pasar-dijo el joven de ojos azules
-muchas gracias Eriol-le dijo la mujer
-no es nada Kaho, después de todo hace días que no lo ves...
-eso es verdad...
-¿que es de usted, Mitsuki?-pregunto el joven serio y de cabello marrón
-Oh, es mi prometido...
-ya veo ¿se casarán pronto?-preguntó todo curioso
-en menos de un mes
-mis felicitaciones
-gracias...-dijo sonriente
-por favor tome asiento-dijo al ver a el apuesto joven de cabello negro y ojos cafés
-hola-dijo besando la mano de la bella dama mientras los otros dos se ponían de pie
-vaya Kinomoto, hace meses que no te veía....-decía mientras el joven Touya estrechaba la mano del de ojos azules
-si coronel Hiraguizawa, hace mucho...-volteándose hacia él de gesto serio
-bueno, él es Shaoran Li, capitán del ejército-dijo presentándolos mientras el mencionado hacía una breve inclinación
-Shaoran Li a sus servicios-dijo estirando su mano
-Touya Kinomoto, para servirle...-dijo tomando la mano del sujeto un poco desconfiado
Los varones tomaron asiento, el joven recién llegado al lado de la dama única en la sala
-¿y como ha estado tu hermana?-pregunto Hiraguizawa
-bien, acaba de llegar de su viaje
Li escuchaba toda la conversación de la hermana de Kinomoto sin ningún tipo de interés, no le prestaba nada de atención; es más pensaba en todo el trabajo que había que entregar para esa noche y Kaho sonreía
Llegó la noche mientras Touya y Kaho por las calles caminaban, Kinomoto dejo en la puerta de su casa a la bella joven, dándole un suave beso en los labios como despedida y habían quedado en verse mañana de nuevo
Llegó a casa sonriente, se pasó a la sala de estar, luego a los jardines, buscando a su hermosa hermana y la había encontrado, pero apenas estaba llegando con una sonrisa extraña, se despidió de alguien que estaba al otro lado de la puerta con rostro sonrojado y al cerrarla se apoyo en ella con aire soñador
-¿Sakura, que te sucede?-le peguntó mientras la observaba subir las grandes escaleras
-Ah, hola hermano, no te había visto-dijo a lo que una pequeña gotita corrió por el cuello del hombre de 25 años ¿no le había visto? ¡Pero si estaba parado enfrente de ella!
-¿donde estabas?-preguntó subiendo ya con ella
-en la plaza con Tomoyo
-¿solas?-pregunt
-si-mintió, pero su hermano sabía que si era mentira, su pequeña hermanita no sabía mentir
-entiendo...-dijo mientras ambos entraban a la habitación de la chica de pronto su hermano se puso serio, había recordado a Madame Suu
-¡Touya, Sakura, bajen a cenar!-se oyó la voz de la madrastra
La joven caminó hacia la puerta y observó a su hermano
-¿Touya?-preguntó acercándose preocupada-¿estás bien?
-si, anda, apurate monstruo- dijo adelantándose- que en la noche no quiero oír tus rugidos de bestia por no haber alcanzado comida...-dijo maliciosamente saliendo de la habitación
-¡¡¡NO ME LLAMES MONSTRUO!!!-le gritó haciendo que toda la casa se estremeciera- ¿¡¡¡CUANTAS VECES TE LO TENGO QUE DECIR!!!?
-si, como digas, monstruo-le contestó desde las escaleras
-¡¡¡HERMANO!!!
-es la más bella, la más delicada, la más... la más-decía un apuesto joven no encontrando lo más hermosos calificativos para la mujer que esa tarde le había cautivado el corazón
-Ran Azurite ¡tu ya estás enamorado!-dijo alegre el otro joven que le acompañaba llamado Hayoko Kobasashi
-si, ay! Mi amada Sakura...-suspiró el joven de cabellos negros
-espera, aunque tú le hayas agradado no quiere decir que ella este de la misma manera que tú, además ¿no viste? Son de clase alta y déjame decirte, amigo, que tú no cuentas con un solo centavo encima....- explico Kobasashi
-es verdad, pero ya verás, haré hasta lo imposible para que se fije en mí y el dinero, no sé como lo conseguiré pero lo haré y... y...-decía impaciente-me casaré con ella, le compraré una gran hacienda y ahí crecerán nuestros hijos
-te estas adelantando mucho ¿no?-le interrumpió- además ¿que tal que esté comprometida?
El rostro del joven cambio por completo a uno de suma tristeza
-Ran....-susurró la bella niña mientras estaba asomada por la ventana apoyando su cabeza en el marco de la misma- hoy fue un día magnífico, conocí al hombre de mi vida...
---------Fin del capitulo 1.
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