Título: El regalo de toda una vida

Autor: chibineko

Nota: Los personajes de esta historia, pertenecientes a la serie "Saint Seiya", son propiedad de su respectivo autor Masami Kurumada.

Nota2: . Este fic sigue siendo por supuesto un regalo para mi adorada amiga Namida, asi que Nami n-n disfruta de este último cap, espero que todo el fic te haya gustado, recuerda que te quero muuuucho.

Capítulo 9: Una reconciliación con el pasado y un futuro por delante

Milo y Kanon se alejaron de los pocos que habían quedado en la mansión luego de que el último DVD finalizase y Shun un poco más repuesto exigiese hasta la saciedad que los que tenían que hacerlo fuesen a sus trabajos o a las clases que aún pudiesen alcanzar.

Ellos lo habían discutido mucho; en susurros y a veces tan solo con gestos y miradas escondidas, pero lo habían discutido y habían decidido de manera determinante que aunque había sucedido mucho tiempo atrás, aún así Tatsumi necesitaba un castigo por todo lo que había hecho... y ellos se encargarían de otorgárselo.

Y con esa idea en mente se habían escabullido y habían registrado tooooda la mansión, pero no habían encontrado al hombre por ningún rincón.

- "¿Y ahora?."- preguntó Kanon un tanto decepcionado por lo infructuoso de su búsqueda.

- "Pues seguimos buscando."- repuso Milo- "Aún nos falta revisar todo el jardín y las instalaciones que están allí."

Y tal como fue dicho, ambos fueron camino al jardín y comenzaron a inspeccionar rastreando con ojos, oídos y cosmos... y fue entonces que obtuvieron una pequeña respuesta. Al parecer Tatsumi se encontraba allí.

Se miraron en complicidad y presurosos fueron a donde sus instintos los llevaron, que misteriosamente era la misma pequeña bodega donde Ikki encontrase los viejos rollos... donde Tatsumi alguna vez le propinase aquellos golpes.

Estaban por abrir la puerta cuando sintieron otra presencia, una por completo desconocida; así que con cautela comenzaron a empujar la puerta de madera y asomaron ambos sus cabezas al interior del recinto.

Cual no fue su sorpresa al ver que la presencia desconocida no lo era tanto; un por primera vez en persona Terasu estaba allí muy feliz, sentado sobre una banquita y con Tatsumi amarrado de cabeza al techo, amordazado, solo en calzoncillos y al parecer mojado hasta los huesos y a punto de resfriarse en tanto que el maduro director tarareaba una canción a la vez que fumaba uno de sus puros; acciones que se vieron interrumpidas con el ingresar de los dos jóvenes caballeros. Ambos se quedaron allí, estáticos, mirando perplejos a un ahora igualmente sorprendido Terasu.

- "Emmm... hola."- dijo finalmente el mayor.

- "Hola."- respondieron los otros dos al unísono.

Un tenso silencio se insertó en el ambiente hasta que de nuevo Terasu lo cortó.

- "¿Me creerían que le enseño al buen señor aquí presente una nueva técnica de relajación."- preguntó con una brillante pero nerviosa sonrisa.

Milo y Kanon se miraron, luego miraron a Tatsumi, luego a Terasu; de nuevo se miraron entre ellos y ENORMES sonrisas aparecieron en sus rostros.

- "En ese caso."- un muy alegre Milo dijo sin dudar- "Nosotros nos retiramos; no queremos interrumpirlos más."

- "Si... ya le preguntaremos luego a Tatsumi que tan relajante es el método."- secundó Kanon a Milo con un gesto pícaro y un guiño hacia Terasu, y luego de una ultima mirada a Tatsumi, dio junto a Milo la media vuelta para irse.

Obvio que Tatsumi les echó una mirada entre suplicante y acusatoria en esos momentos, pero a esos dos ni les iba ni les venia, y se fueron aunque no sin una última miradita atrás, alegres como pocas veces antes.

Terasu sonrió en su interior y en el exterior también... ¡Pero que muchachos tan simpáticos que eran los amigos del Boy Scout!. Bueno, pero por el momento el negocio que le competía necesitaba de su atención. Miró a Tatsumi de nuevo, de sus sonrientes labios un nueva bocanada de oscuro humo.

- "Bien bien, entonces señor 'Yo me aprovecho de los Boy Scouts mas pequeños' ¿donde nos habíamos quedado?."

Bueno, si la mirada de Tatsumi expresase algo, eso seria sin duda alguna terror puro... y si no hubiese estado amordazado de seguro lo escuchaba medio Tokyo... pero para su mala fortuna ninguno de los que sabía que estaba allí estaba con ganas de dar información alguna. Eso daría para rato.

Eran casi las 2:30 de la tarde cuando la puerta de la mansión se abrió, dejando paso a tres cansados viajeros; uno de los cuales tenía además la moral y el corazón por los suelos. Y si los otros dos no decían nada era solo porque eso hubiese hecho que todo fuese mucho peor.

Ikki, por completo abatido, llegó al lugar y observó todo... estaba callado, demasiado callado para su gusto. Entonces haciendo acopio de la poca moral que en ese momento le quedaba, Ikki encendió su cosmo un poco y luego se acercó a las escaleras y llamó, pues logró sentir el cosmos de Shun... y alguno que otro más, en el segundo piso, cosa extraña pues Shun debía de estar en clases.

- "Shun... ya llegue."- dijo sin ánimos, pero aspirando profundo... puede que el cumpleaños de Shun hubiese sido el día anterior, pero iba a celebrarle el día como mejor le saliese, y es que algo le decía que si Shun no había ido a clases la culpa la tenía él... pues su pequeño ototo estaba deprimido.

Y entonces mientras terminaba de hacer estos y otros pequeños razonamientos una cabecita peliverde se asomó por los barandales de las escaleras y una exclamación ahogada medio de sorpresa medio de emoción se dejó escuchar al tiempo que Andrómeda bajaba corriendo las largas escaleras.

Y entonces sucedió... de pronto Shun se encontraba frente a Ikki, e Ikki se encontraba frente a Shun... pero a diferencia de lo que usualmente sucedía, el menor no se le tiró encima a Ikki con febril efervescencia; sino que se le quedo mirando fijo a los ojos por varios segundos (lo cual hizo que el corazón de Ikki se hundiese aún más en la miseria) tras lo cual, casi un minuto y medio después las verdes orbes esmeralda comenzaron a anegarse en lágrimas.

Decir que Saori y Saga (quien había estado para ese momento más ocupado observando el sospechoso comportamiento del resto de los presentes que se encontraban en susurros llamando por sus celulares a Dios sabría que personas) estaban más que sorprendidos por aquel comportamiento y se sentían de pronto muy pero MUY culpables, era decir poco.

- "Shun... usabi... no, no llores. Lo siento, lo siento mucho; fue mi culpa, te defraude Shun... en serio lo siento..."- se desvivía Ikki de pronto sin saber muy bien como actuar o que decir para evitar que su ototo sufriese de esa manera.

Shun entonces negó, sollozó y con un fuerte abrazo se arrojó contra el pecho de Ikki dispuesto a refugiarse allí por tiempo indefinido.

- "Nii-san baka."- sollozó bajito y comenzó a llorar casi desconsolado en brazos de un perplejo Ikki que apenas y lograba conectar sus pensamientos tratando de dilucidar que era lo que había pasado allí.

No se dio cuenta cuando la puerta se abrió y una mancha de caballeros entraba presurosos al salón de estar y se les quedaban viendo a el y a Shun, observándolos con enormes y emocionadas sonrisas al igual que los que previamente se encontraban allí.

Ikki por su lado ya se estaba desesperando, no entendía pero nada de nada en verdad de la actitud de su ototo, y estar de pronto rodeado por un sin número de curiosos ojos y cosmos (y digo de pronto porque el pobre, como dije antes, ni cuenta se dio del momento en que todos entraron) no ayudaba mucho a sus nervios. Trató de alzar un poco la barbilla de Shun para mirarlo de frente a los ojos, pero todo lo que logró enfocar fueron las llorosas esmeraldas clavadas en su propio rostro.

- "Ototo..."- empezó Ikki

- "Te quiero."- lo cortó emocionado Shun- "Eres el mejor hermano mayor de todos los hermanos mayores del mundo y te quiero."

- "Aaaaaw, ¿no son tiernos?."- preguntó bajito un entretenido Milo que junto a Shura, Ayoria, Kanon y otros daba cuenta de las ahora frías pero igualmente aún deliciosas palomitas.

- "Mucho."- respondió Ayoria con una sonrisa.

Saga y Saori seguían mirando todo cada vez más confundidos, y si alguno iba a decir algo fue definitivamente cortado cuando Kamus llamó la atención de la joven diosa con un rostro por demás serio.

- "Discúlpeme mi señora, pero desearía intercambiar algunas palabras con usted."- el tono serio del caballero de Acuario acompañado de las miradas igualmente serias tanto de este como de muchos otros más, hicieron que la joven no supiese ni que decir y tan solo se limitase a asentir contrariada.

- "Esto será interesante."- Kanon susurró a Milo, este asintió con una sonrisa que ya rayaba en lo perverso y no era el único con esa expresión.

Por su lago Kamus continuó.

- "En ese caso, ya que mi señora da su venia, le ruego vayamos a otro lugar. Esos dos..."- dijo señalando con un movimiento de cabeza a los dos hermanos aún fundidos en un tierno abrazo- "tienen mucho con lo cual ponerse al día. Y aunque también creo que el Fénix debe de tener una larga conversación con nosotros, primero debe de hablar con su hermano."

Todos asintieron en silencio pero de tal forma que daban a entender que a diferencia de los recién llegados del viaje, si entendían de que se trataba aquello.

- "Entonces grupo, es hora de retirarnos."- Kamus sentenció y todos dieron una última mirada a los hermanos que aún estaban en un mundo aparte; y obviamente Ikki aún trataba de entender el comportamiento de un Shun que por nada del mundo parecía querer despegarse del abrazo de su nii-san.

- "Shun..."- Ikki continuaba su preocupado discurso que a cada rato era interrumpido- "Por favor hermanito, no llores más... dime que te pasó ¿Es que acaso alguien te lastimó? ¿Es eso?."

Shun negó una vez más a la última pregunta de Ikki dejándolo ya sin más preguntas y sin saber que hacer.

Y entonces, de pronto, como caído del cielo (literalmente hablando) un gastado osito cayó sobre su cabeza, y al reconocerlo el rostro del Ikki se tiñó de un fuerte rojo escarlata... es que... es que... ¿es que acaso eso quería decir...?. Su boca se abrió en sorpresa pero no salió ningún sonido, por un momento lo único que atinó a hacer fue mirar el viejo y querido peluche hasta que cayó en cuenta de algo... Shun NO era el que tenía el osito... alguien más lo pasó y fue alguien a sus espaldas... entonces... osea... Los ojos de Ikki se abrieron grandes al tiempo que su corazón se desbocaba y comenzaba a sudar frío mientras casi con miedo comenzaba lentamente a voltear en un giro de 180 grados... y lo único que atinó a ver fueron las espaldas de los pocos caballeros que aún quedaban por retirarse. Aunque uno de ellos volteó y luego otro y otro más, y con el más absoluto temor Ikki notó en las sendas sonrisas de Milo, Shura y Kanon que su regalo había sido más que entregado.

- "Viste... tu viste... ellos vieron..."- Ikki no lograba terminar de manera coherente las frases, y aunque hubiese querido Shun no le iba a dar la oportunidad de hacerlo.

- "¡¿Porque nii-san!."- reclamó de pronto Shun con los ojitos anegados y la voz llorosa- "¡¿Porque me tratas como a un muñequito? ¿Por qué no me das una oportunidad para compartir contigo no solo lo bueno sino también lo malo!."- el pequeño se separo de pronto del mayor y lo miró con aquellos ojitos llorosos que lo desarmaban- "¡¡¡¿¿PORQUE MALDITA SEA DEJASTE LOS ESTUDIOS!."- estalló de pronto Shun descolocando por completo a Ikki una vez más, quien solo atinó de nuevo a abrir grandes los ojos y una vez más abrir y cerrar la boca como un pez fuera del agua, sin saber que decir durante casi un par de minutos, hasta que por fin le salió de algún lugar la voz en tanto que su cerebro trataba de reorganizar las ideas al conectar de nuevo las shockeadas neuronas.

- "Shun... yo..."- Ikki comenzó pero una vez más y para no perder la costumbre fue interrumpido.

- "¡Por Kami-sama Ikki, no tenías que sacrificarte a tal punto!."- Shun respiró hondo tratando de tranquilizarse- "Yo sé que es importante para ti el que yo tenga una carrera nii-san, pero... pero... ¿Que nunca te has puesto a pensar que para mi también es importante que tu tengas algo en que sustentarte y que te guste? ¡¿Es que las mil veces que te pregunté algo sobre el asunto no te dieron una pista!."- claramente Shun se debatía entre estar o no furioso con el Fénix.

Por su parte el caballero de bronce estaba una vez más mudo, tratando de dilucidar de donde demonios Shun había sacado esa información, repasando en su mente mil veces lo que se suponía debió de haber estado en los videos... los videos que él no revisó porque... porque... fueron finalizados por Terasu.

- "Ese viejo..."- se le escapó a Ikki de manera amenazante de los labios y lo que vino a continuación, si antes se había sorprendido por la actitud de su ototo, ahora definitivamente sufriría de un shock nervioso.

- "¡¡¡NII-SAN! ¡No te atrevas...! y lo estoy diciendo completamente en serio ¡Ni pienses ni te atrevas en reclamarle nada a Terasu-san, que TODO lo que ha hecho lo considero como lo mejor que pudo hacerse!."- a esas alturas ya los ojitos verdes de Shun hasta parecían sacar chispas.

Ikki decidió entonces en una súbita iluminación mental que el paso más sabio para él a seguir era quedarse callado y dejar que Shun terminase de decir todo lo que obviamente tenía que decir. Tan solo asintió mansamente con la cabeza a las últimas amenazantes palabras de su ototo, el cual ya parecía haberse tranquilizado de nuevo y según creía el Fénix, ahora pensaba en lo siguiente a decir.

- "Nii-san..."- Shun retomó la palabra- "lo que en verdad quiero decir... es gracias. Gracias por habérmelo dado todo Ikki; pero creo que ya fue suficiente y creo que es hora de que seas ahora tú quien sea velado y cuidado y salga adelante. Nii-san, yo ya estoy encaminado y también deseoso de encaminarte si es que me lo permites."- Shun tomó una de las manos del mayor y lo enfrentó con una mirada que iba firme desde sus ojos esmeraldas hasta los azules oscuros de Ikki- "Nii-san, si en verdad quieres hacerme feliz, date una oportunidad. Termina tus estudios secundarios y luego continua los que deban de seguirse... aunque más por mi quisiera que lo hicieses por ti Ikki, porque la verdad es que me es virtualmente imposible estar más orgulloso de ti de lo que ya estoy... tu Ikki, tú eres mi héroe."

Ante tales palabras, el Fénix no pudo evitar temblar de emoción, y es que las palabras de su hermanito le habían calado hondo en el alma.

- "Shun yo... yo no se que decir..."- Ikki sentía un nudo en la garganta.

- "No digas nada hermano, solo dame ese gusto; déjame apoyarte a ti como durante toda una vida tu me has apoyado a mi; déjame compartir contigo como tu igual... déjame ser tu hermano."

Ikki decidió entonces dejarlo, y sin más palabras acepto... aunque luego de la belleza del momento casi le vino un infarto cuando de pronto Shun le dijo que adoraba las canciones que le había dedicado por su cumpleaños... y que nadie cantaba tan bien como él.

Saori no podía creer lo que escuchaban sus oídos... estaba muy confundida y sorprendida ante los temas tratados.

- "Perdón Kamus... pero creo que no he entendido del todo."- la joven diosa dijo algo sacada de onda y tratando de normalizar la situación. Se encontraba por sobre todas las cosas bastante avergonzada.

- "Pues mi señora, lo siento mucho pero creo que debo decir que he sido... hemos sido bastante claros todos con respecto al primero punto. Exigimos que de ahora en adelante deje al caballero Fénix en paz con su vida, lo mismo que al resto de los de bronce cuando estos necesiten su tiempo para estudiar o trabajar o lo que sea que hagan para forjarse un destino. Si lo que necesita en un futuro son guardaespaldas para alguna misión nosotros los dorados estaremos más que complacidos con cumplir con la tarea. ¿Fui lo suficientemente claro ahora mi señora?."

Saori se puso por completo colorada porque a diferencia de lo que se esperaría tras un discurso como aquel que seria un tono burlón casi retando a la joven, el tono del dorado era por completo serio y eso lo hacía aún peor; y encima de todo lo que más la hería no era eso, sino que el resto de los presentes no hacía nada con respecto al asunto como en cualquier otro momento lo hubiesen hecho, y que a Saga (el único que había tratado de dar un paso en su defensa) hacía rato que lo habían parado varias miradas serias y leves negaciones de cabeza de más de uno de los presentes, todo en combinación de los fuertes apretones de las manos de Kanon y Shura en sus hombros. El Santo Dorado de Géminis había visto sorprendido y confundido a sus camaradas pero se había quedado quieto, por supuesto con el deseo de saber en un muy próximo futuro de que se trataba todo aquello.

- "Bastante claro."- Saori contesto con toda la dignidad que pudo, y entonces en el más que obvio de los pasos a seguir en aquella conversación preguntó- "¿Y puedo saber a que viene ese pedido?."

Más de una docena de pares de ojos cayeron sobre ella como esperando justo ese momento. El ambiente se cargó aún más para la pelilila.

- "Bueno Saori-sama, es bueno que lo pregunte porque en definitiva ese es el tema que deseamos tratar con usted; y que por supuesto trae consigo mucho más que tan solo los turnos para protegerla."- Kamus se acomodó en su asiento frente a Saori, pues ambos estaban sentados, al igual que muchos otros- "Creo que comenzaremos por hablar de los beneficios prometidos a nuestros hermanos de bronce en el momento de sus adopciones; promesas que va siendo hora que sean cumplidas."

Saori abrió los ojos como platos y la boca en completa sorpresa; aquello había sido en duda algo que no se esperaba. Cerró la boca, aspiró hondo y trato de calmarse llegándolo a hacer finalmente luego de un largo momento.

- "¿Y exactamente de que beneficios hablamos?. En todo caso el que trata esos asuntos en su mayoría es Tatsumi, así que no creo que podamos hacerlo en estos momentos."- aseveró la diosa ahora con calma.

- "Esto.. Saori-sama."- Milo interrumpió brevemente la conversación en la que nadie más que Kamus y Saori habían participado hasta el momento- "No creo que Tatsumi-san venga por algún tiempo... estaba, em, probando nuevos métodos de relajamiento la última vez que Kanon y yo lo vimos."- dijo el caballero de Scorpio con una muy bien fingida sonrisa inocente que dirigió a su peliazul cómplice quien de pronto lucía igual de inocente.

- "En ese caso..."- Kamus retomó la palabra- "Creo que tendremos que tratar estos asuntos sin Tatsumi-san. Verá mi señora, habló de aquellos beneficios que su abuelo adoptivo, el Sr. Kidoh dio a los muchachos durante sus entrevista iniciales con ellos; y que para un mejor entendimiento y para suerte nuestra tenemos en una grabación.. por favor deje que le mostremos ¿Nashi, nos harías el servicio?."- el dorado de Acuario pidió al caballero Lobo mientras que este asentía y sacando un DVD de una caja lo colocaba en un equipo conectado a una amplia televisión en la sala donde se encontraban.

En menos de un minuto la escena fue seleccionada y en los siguiente minutos Saori palideció al escuchar lo dicho por su abuelo a un pequeño Ikki que protegía visiblemente a un mucho más pequeño Shun tras de si; y no era la única, Saga también parecía papel de lo blanco que se estaba poniendo. El fragmento deseado terminó y Nashi sacó el disco de la máquina; aquello era más que suficiente para poner en evidencia el tema deseado, tampoco era para profanar más el obsequio de un hermano hacia el otro.

- "¿Como...?."- comenzó a preguntar Saori pero fue cortada.

- "Eso no importa mi señora, lo que importa es que tenemos esa información y pensamos hacer algo al respecto. Pero en este momento más que tratar de los de bronce aquí presentes en general, hablaremos de los hermanos de bronce, los caballeros Fénix y Andrómeda para ser más precisos ya que son los que mas nos atañen el día de hoy."- Kamus entrecruzó los dedos sobre el regazo al tiempo que alzaba una pierna y la apoyaba sobre la otra entrecruzándola de una manera muy masculina- "Comencemos con el hecho de que el Fénix tienen el derecho a estudiar lo que desee y hacer lo que desee sin tener que darle cuentas mi señora pues no estamos en tiempo de guerra... así mismo como no tiene porque preocuparse de que Andrómeda pierda exámenes o clases por no darle a usted dicha información; y es que al igual que el resto de los de Bronce, creemos que se ha ganado a pulso el derecho a su tranquilidad y con creces, pues incluso la han protegido de nosotros mismos."- mientras Kamus hablaba, Saori iba palideciendo cada vez más y más ante lo dicho al tiempo que la culpa la iba llenando y un solo pensamiento chocaba una y otra vez en su cabeza... ¡¿Y como demonios sabían ellos eso!... que vergüenza Kami-sama ¡QUE VERGUENZA!.

- "Saori-sama ¿me esta escuchando?.". Dígame si esta de acuerdo con lo que le estamos sugiriendo."

Saori parpadeó y casi sin atreverse a mirar a sus caballeros asintió.

- "Bien, entonces las propuestas que tenemos seguro serán aceptadas. Verá mi señora, estamos concientes de que necesita protección hacia su persona, y es obvio que los muchachos aquí presentes...- "dijo refiriéndose a los de bronce- "son bastante capaces de realizar el trabajo, pero como ya señalamos algunos de ellos se están haciendo una vida como en el caso del Dragón y Andrómeda... y del Fénix en un futuro; y muchos otros por supuesto se enaltecen con trabajos honrados, por lo cual creo que faltará ayuda; con lo que hablando entre todos hemos decidido turnarnos de a dos caballeros dorados cada semana aquí a su lado, después de todo no solo estamos en paz sino también estamos acostumbrados a que por lo menos dos o tres casa estén sin guardianes, así que no será difícil la adaptación. Ya el Patriarca Shion está elaborando el cronograma de turnos... ¿Está hasta aquí de acuerdo con lo dicho mi señora?."

¡Oh Kamisama! Incluso Shion estaba en aquello... ahora si definitivamente Saori no sabía ni donde meterse. Mordiéndose un labio aceptó sin palabras pues hasta ella misma se daba cuenta que aunque doloroso, ellos tenían la razón... y algo en su interior le dijo: A partir de este momento muchísimas cosas van a cambiar.

Y así la conversación siguió con Kamus como el portavoz, dando tanto para la diosa como para el resto de presentes las pautas que iniciarían una etapa con un gran borrón y cuenta nueva en sus vidas.

Muchos sucesos marcaron a partir de aquel momento lo que seria el futuro de los hermanos.

Shun por ejemplo, por primera vez en su vida tomó la revancha en relación a algo, y para completo horror de Ikki y a su vez orgullo tanto del Fénix como del resto, sentó una denuncia en contra de la vieja directora que aún gobernaba, más que dirigía, el humilde orfanato Nisshoku; y cuando llegó el día en que las autoridades llegaron a destituir a dicha dama con cargos por abuso de autoridad y maltrato infantil, el peliverde no dudó en esperar en las puertas para confrontar con su de pronto dura mirada esmeralda los ojos sorprendidos de quien otrora tuviese tanto poder en su vida; y en su pecho su corazón se sintió aliviado al ver las caritas sorprendidas y alegres de los actuales niños que casi y lloraban de emoción al ver como llegaba una mujer joven y de rostro amable a ocupar el lugar... se había hecho justicia.

Fue entonces que el joven se atrevió por fin a pedirle a su onii-san que lo llevase a ver la tumba de la joven que dio toda una vida para protegerlo tanto a él como al mayor. Fue una amplia comitiva sin embargo la que fue a honrar la memoria de Mayonaka, todos aquellos a quienes les había robado el corazón con su dulzura en tan solo unas cuantas imágenes.

- "Muchas gracias Mayo nee-chan, gracias por cuidar de Ikki nii-san y de mi con tanto cariño... te quiero."- dijo el muchacho con lágrimas en los ojos al postrarse frente a la pequeña tumba.

- "Mayo nee-chan, tanto tiempo... pero ya estoy aquí."- una lágrima viajó solitaria por la mejilla del mayor, en ella la carga de tantos años caía y se perdía en el viento.

Luego de eso Shun convenció a Ikki de que visitase al joven Sugi ahora que Ikki había, de cierta manera obligada, hecho las paces con el pasado; fue una sorpresa saber que esos 10 años lograron que el joven se transformase en el ayudante del director del orfanato donde había crecido y probablemente el sucesor del mismo, aunque no lo fue tanto saber que bajo sus cuidados los niños eran felices.

- "¿Seguro que no vienes conmigo ototo?."- preguntó Ikki una vez más.

- "No nii-san, tú eres quien más tiene que hablar con él. Yo voy contigo la próxima vez."- Shun insistió mientras empujaba a su nii-san metiéndolo cariñosamente por la puerta y quedándose en esta mientras instaba a Ikki a continuar su camino. Y el mayor lo hizo.

El Fénix avanzó entre corredores y pasillos llenos de niños jugando alegres y en un ambiente sano y protegido... ¡Que diferente del lugar donde creció él mismo!. Por fin llegó a la oficina que le fue indicada de manera previa y tocó la puerta de una manera muy tímida para su propio gusto.

- "Adelante..."- la voz de un hombre joven se dejó oír e Ikki inhaló y exhaló antes de atreverse a abrir la puerta.

- "¿En que puedo ayud...?."- la pregunta murió en los labios del joven hombre sentado tras un escritorio lleno de papeles y carpetas, y sus ojos abiertos en sorpresa hacían competencia con unos labios que no encontraban como cerrarse, hasta que por fin lo lograron- "¿Ikki-chan?."- fue entonces lo único que pudo decir el mayor.

- "Sugi-san... cuanto tiempo."- de nuevo la voz a Ikki le salió inusualmente tímida, pero es que no podía solucionar eso de momento.

Sugi por su lado, luego de dejar la sorpresa inicial, sonrió casi con euforia al tiempo que se paraba y daba un rodeo a su escritorio para poder llegar al joven que aún se encontraba en el marco de la puerta... al cual abrazó sin dudarlo un segundo.

- "¡Ikki! ¡Por Kamisama, esto es un milagro!."- exclamó feliz alejándose un poco para poder mirar a su visitante mejor y de manera más detenida- "Mirate, estas enorme ¡Todo un hombrecito!. La última vez que te vi apenas y me llegabas un poco por encima de la cintura... fue hace tanto, estaba tu y Shun... ¡Shun-chan! ¡¿Donde esta el pequeño Shun? ¿Le pasó algo malo a tu ototo? ¿Porque no esta aquí contigo!."- preguntó de pronto Sugi muy preocupado, e Ikki quien aún estaba algo atontado por tanto abrazo y pregunta, apenas y logró articular una respuesta.

- "No... esta bien... se quedó afuera..."

Sugi miró a Ikki, le sonrió de nuevo y asintiendo a la respuesta dada guió a Ikki hasta una silla frente a su escritorio, y jalando otra la puso al costado y se sentó él mismo sin dejar jamás de ver al peliazul.

- "La última vez que supe de ustedes, Shun estaba en la televisión en el tan mencionado 'Torneo Galáctico'... apenas y lo reconocí, se veía enorme también."- Ikki enrojeció recordando aquel torneo... en realidad no le gustaba mucho hacerlo, no se había comportado nada bien con su ototo.

- "Mmm... si, hace ya casi cuatro años de eso."- Ikki dijo restándole importancia- "Ha seguido creciendo..."

- "¿Y porque no vino contigo?. No entiendo porque se quedó afuera... Él... ¿está enojado conmigo por algo?... tal vez por no haberlos adoptado como prometí."- Sugi terminó en un tono triste.

- "No, no creo... Shun es una persona muy noble... y es muy bueno, nunca odiaría a alguien, menos por algo como eso. Él... cree que debemos de tener muchas cosas de que hablar nosotros dos... dijo que la próxima vez vendría el mismo a darte un abrazo."

Sugi sonrió aliviado y miró a Ikki con detenimiento una vez más.

- "¿Y tienes mucho que hablar conmigo?."

Ikki se encogió de hombros.

- "Tal vez... la semana pasada fuimos a visitar a Mayo- neechan..."

- "Oh!."- Sugi se sorprendió por ello, luego un aire de nostalgia lo invadió- "Yo voy cada vez que pudo, si pusiese ir a diario lo haría; apuesto que la hicieron muy feliz... ¿le gusto a Shun volver a verla?."

Bien, ese fue sin duda el inicio de una conversación... una que duró varias horas, donde se habló del pasado, el presente y el futuro... una por la cual a Shun no le importó esperar sentado en la acera viendo las nubes pasar.

Son las 6:30 am y las primeras muestras de vida en la mansión Kidoh se dejan sentir... es un día miércoles, un día normal varios meses después de aquel día del cumpleaños de Shun. Nuestra vista va vagando desde la puerta cerrada de la entrada, yendo lentamente por el pasillo del vestíbulo que va hacia el living.

- "¡Buenos días Shun! ¿Ya está el desayuno? La verdad es que muero de hambre."

- "Buen día Aldebarán-san ¡Ya casi!. Buen día Shiryu, buen día Máscara-san, hola Hyoga... siéntense para desayunar... ¿Aún no han despertado Seiya y los demás?. Se les va a hacer tarde."

- "Pues Seiya no quería levantarse, ya sabes como es."- la voz divertida del Cisne se dejó escuchar y como respuesta un corillo de risas divertidas y leves se dio.

Mientras, nuestra vista sigue paseando por el lugar... alfombras rojas en un piso de madera pulida dan un aspecto elegante pero familiar y cálido, y dentro de poco pasamos del living con sus asientos cómodos y las mesillas para apoyar alguna tasa de té o café a las siguientes habitaciones.

- "Buen día todos."

- "Buenos días Saori-sama."- se escucha el saludo en un coro perfecto y el sonido de la silla siendo arrimada para que la persona se proceda a sentar.

Poco a poco nuestro camino da un curva, vamos en dirección a la sala; que es el lugar al cual queremos llegar.

Unos pasos apresurados se escuchan bajando a la carrera por la escalera.

- "¡Estoy tarde!... hola Shun, pásame una tostada ¡Ya me voy!."

- "¡Ikki del Ave Fénix! ¡NO SON ni las siete de la mañana, así que ahora te sientas Y COMES que por gusto NO cocino!."

- "Uuuuuh, papá Shun se enojó."

- "¡Seiya, Jabú, Nashi!... ya pensaba que tendríamos que ir a levantarlos. Siéntense."

- "Gracias Shiryu... pero ni creas, el olor de esos Hot Cakes despierta a cualquiera ¡Si huelen riquísimo!."

- "Ay Seiya... tu nunca vas a cambiar."

Una sonrisa general siguió a aquella aseveración.

Mientras, nosotros por fin llegamos a la entrada de la sala, y poco a poco nos vamos moviendo por encima de la mullida y cómoda alfombra crema de pelo alto que tapiza el lugar.

- "Ahora si ya me voy, gracias por el desayuno."- suenan las sillas moverse sin cuidado.

- "¡Nii-san! esperate... te olvidas tu almuerzo. Ay Ikki, tranquilizate, saldrás bien en tu examen de Química, ¡si estudiaste toda la noche! y se que lo hiciste bien porque Shiryu y yo te ayudamos."

Un suspiro.

- "¿Tú crees ototo?... espero que tengas razón."

- "Ikki, hazle caso a Shun, él sabe lo que dice... además hasta ahora haz ido bien en todos tus cursos... es increíble que solo te falte un año para terminar... apenas termines este semestre ya iremos planeando tu cronograma de estudios para cuando postules a la universidad."

- "Gracias Shiryu..."

- "¡Listo nii-san! aquí está tu refrigerio de hoy... y hay un envase extra de sushi para Terasu-san, dáselo cuando llegues a su oficina por la tarde a trabajar... y recuérdale el almuerzo del sábado."

Mientras Shun parlotea alegremente, nuestra vista se posa en un bonito mueble labrado, empotrado justo contra la pared este de la sala, y vamos subiendo lentamente por sus repisas.

- "Ototo... ya deja de invitar a ese viejo pevertido a la casa... no vaya a ser que un día llegue y ya no lo podamos sacar."

- "¡Nii-san! No hables así de él... además yo se que digas lo que digas tu lo quieres mucho."

- "¡¿QUE!... Shun, tantas horas con el viejo te están afectando (gruñido y bufido exasperados)... mejor me voy, no quiero llegar tarde a clases."

- "Adiós nii-san."

- "Adiós Ikki."

- "Que te vaya bien Fénix."

- "¡Tú puedes con esos tontos elementos químicos Ikki!."

- "¡Suerte!."

- "Nii-san, ¡No te vayas a olvidar lo de Terasu-san!... mira que voy a llamarlo para preguntar por la noche."

- "Si, si... lo que sea. Pórtense bien y cuídense... tú también Saori."

Pasos apurados y un abrir y cerrar de puerta.

Y mientras tanto nosotros llegamos a una repisa en especial, en ella descansa un primoroso cofrecito trabajado en metales... bronce, plata y oro entrelazados; el cual muestra en sus múltiples caras la imagen más cálida. Una cándida y encadenada Reina Andrómeda se protege con satisfacción entre las llameantes y amorosas alas de un enorme Fénix que se encuentra a su lado custodiándola; y a su alrededor como cuidando de esos dos, las 86 constelaciones restantes y el símbolo de la siempre justa Nike se dejan ver.

- "Nosotros también ya nos vamos... gracias por el desayuno Shun, te esperamos."

- "De nada Hyoga, si espérenme por favor... dejo esto en el lavadero y nos vamos juntos a tomar nuestros buses... mientras coja cada quien su refrigerio."

Y debajo de aquella escena, una inscripción se deja ver.

- "¡Hasta luego chicos! Nos vemos a la noche."

- "Adiós, adiós... que les vaya bien en clases."

"Aqui se encuentran las memorias de la niñez de Ikki y Shun Kidoh... del Fénix para Andrómeda, he aquí el regalo de lo que puede ser contado como toda una vida."

La puerta se cierra, las voces se alejan del comedor en todas direcciones, el día acaba de comenzar...

Y es que esta vida aún tiene muchas historias que contar... y muchos regalos que dar.

FIN Notas de la autora

Wiiii! Alouuuuu n.n pues que les parece, se terminó. Shi, así como lo leen; y espero que les haya gustado este final. Por lo pronto a Namida... nena, como siempre lo he dicho un millón de veces, este regalo fue especialmente para ti espero que te haya gustado, lo escribí de corazón.

Y a todos mis maravillosos lectores ¡Gracias! Gracias en serio por apoyarme durante todo el camino, son mi pilar y mi más grande tesoro.

A mis lectores de Fanfiction net, pues no se si ya se enteraron... pero desde el 21 de Noviembre Fanfiction decidió poner la opción para contestar los reviews firmados, así que no solo considero algo inútil el contestar reviews dentro de los capítulos, sino tambien algo PROHIBIDO... así que estaré contestando ahora los reviews firmados y luego dejare un mensaje en los mismos reviews contestando los que no estén firmados como hice con el capítulo 7.

Quiero dejar este capítulo además como un pequeño regalo de Navidad adelantado para todos, así que.. (chibi llama al resto de la Manada 7, y mientras todos se ponen su gorritas rojas de Santa se van poniendo ordenados uno al lado del otro). Ahora si... todos juntos:

¡¡¡FELICES FIESTAS 2005!

QUe todos tengan una muy felina Navidad y un gatuno Años Nuevo. Recuerden que siempre los querré.

Y como siempre ¡Pronto nos estaremos viendo!.

Beshitos felinos babosos cariñosos mil para todos.

chibineko chan

(Miembro de la Orden Sirusiana)

Este capítulo se terminó el 19 de Diciembre del 2005.