Just deal with your fate
Disclaimer: Esta nota aparecerá tan sólo en el primer capítulo. Final Fantasy pertenece a Squaresoft...
Notas de la Autora: Quee... Siento este retraso v.v... Para variar la historia ha sido completamente revisada y en parte reescrita para conseguir cierta mejora en lo posible v.v...
CAPÍTULO I¿DÓNDE TERMINA LA CORDURA?.
Es increíble lo que el trabajo puede llegar a hacerte. Sobre todo cuando ese trabajo consiste en sentarse todo el día tras un escritorio y revisar montañas y montañas de papeles llenos de letras y números... Tantas letras y tantos números que acabas llegando a un punto en el que no eres capaz de distinguir una letra de otra y es imposible leer nada.
En ese mismo punto se encontraba Squall Leonhart. Eran sólo las 8 de la mañana y él ya llevaba tres horas enterrado bajo informes y propuestas de misiones.
El chico había pasado los dos últimos días sin poder pegar ojo durante las noches, y cansado de dar vueltas en la cama siempre acababa siendo el primero en rondar por los pasillos del Jardín de Balamb, como un alma en pena, de camino a su despacho.
Aquello estaba siendo demasiado para el joven Comandante de aquella academia militar. Habían pasado tres años desde que se convirtió en el Comandante y empezaba a sentirse algo cansado de aquel trabajo, sobre todo en los últimos meses. Acababa ya el verano pero ocho semanas atrás la gente parecía algo removida por el calor y los delitos eran cada vez más frecuentes. Sin duda alguna los días de verano eran los más rentables para el Jardín y los más exhaustivos para Squall, que debía atender decenas de clientes y demandas de SEED's al día.
Gracias a Dios el verano había pasado, justo hoy, 21 de Septiembre, comenzaba el otoño y, con él, algo de paz para nuestro Comandante y su Jardín. Aun así las cosas seguían algo agitadas en la vida cuotidiana de nuestro héroe y por eso se había seguido resintiendo en las últimas semanas, le costaba dormir y la única manera de no pensar demasiado en sus problemas era trabajar más de lo normal... Pero ésta era una decisión que igualmente le estaba trayendo más problemas...
(Knock! Knock!)
Squall¡Adelante!
Tras las palabras del Comandante la puerta se abrió de par en par y Rinoa, la nueva secretaria de Squall, hizo acto de presencia frente a su jefe.
Rinoa¡Buenos días, Squall!
El chico no tenía ni idea de qué era lo que desayunaba su novia pero sin duda a él le bastaría con una décima parte de aquella energía.
Squall: ...
Rinoa: No pareces muy animado... ¿Desde cuando estás aquí...?
La chica se acercó a él y apoyó parte de su cuerpo sobre el escritorio mientras examinaba las marcas oscuras que se veían bajo los ojos del chico.
Squall: ...
Rinoa: Vale... Si no tienes ganas de hablar no seguiré...
Era una situación a la que ella había aprendido a acostumbrarse. Después de tres años saliendo con él había aprendido a saber lo que pasaba por la mente de aquel hombre en cualquier momento. Por mucho que se hubiese abierto a veces necesitaba leer su mente.
La joven se recostó hacia delante buscando en la parte más lejana del escritorio el micrófono con el que se acostumbraba a comunicar por megafonía las novedades más importantes del Jardín y con el que Rinoa acostumbraba a saludar a su manera al resto de los habitantes de aquel edificio.
Rinoa Megafonía¡BUENOS DÍAS, JARDÍN DE BALAMB!
La voz de la joven bruja podía ser oída por todos y cada uno de los pasillos del Jardín. Quistis Trepe, que se encontraba de camino al pórtico, miró hacia arriba mientras esbozaba una ligera sonrisa.
Quistis: 'Rinoa...No cambiará nunca...'
Rinoa MegafoníaEL SOL HA VUELTO A SALIR POR EL ESTE Y EL JARDÍN SE PREPARA PARA AFRONTAR ESTE NUEVO DÍA CON TODA LA ENERGÍA Y FUERZA CON LA QUE ACOSTUMBRA ¿VERDAD?...¡VENGA COMANDANTE... SALUDA A TUS ESTUDIANTES Y DALES ALGO DE ÁNIMOS!
Squall Megafonía: ...
Rinoa Megafonía¿Squall...?
Squall Megafonía: Apaga ya eso anda...
Rinoa Megafonía: No creo que esta vez puedas escapar... ¿Por qué no dices algo?...
Squall Megafonía: No... Apágalo o lo desconecto...
Rinoa Megafonía: Pero...
Se oyó un sonido acústico y un pitido y después el sonido de los altavoces paró en seco. Quistis no pudo evitar sonreír ante lo que acababa de oír, al igual que lo hacían la mayoría de SEED's y cadetes que se encontraban en aquel mismo pasillo; no había duda que el Jardín tenía una manera muy peculiar de comenzar el día.
Selphie: ...
Irvine: ...
En la cafetería del Jardín Selphie Tilmitt e Irvine Kinneas permanecían en completo silencio mirándose a los ojos. Ninguno de los dos se atrevía a hacer un solo movimiento. Ninguno era capaz de poner orden a lo que pensaban y sin embargo no hacían más que intentar adivinar lo que pensaba el otro.
Selphie: Te toca...
Selphie hizo un gesto al chico y éste miró las cartas que había sobre la mesa. Tenía exactamente lo que necesitaba para ganar, pero sin la regla Abierto era algo difícil prever el siguiente movimiento de su oponente. Una situación complicada y una atmósfera espesa y tensa. El joven empezaba a estar algo nervioso y no veía más posibilidad que usar a Edén... Su carta más poderosa...
En un solo movimiento el resto de la partida estaba decidida. Selphie miró la carta de Irvine y vio que había girado la mayoría de las cartas que la hacían ganar. Sonrió y dejó caer su última carta: Álagar. La carta más débil de la baraja hizo un efecto en cadena gracias a la regla Suma y dio un giro completo a la situación anterior. En un minuto todas las cartas estaban bajo la posesión de la Instructora de Cadetes de Primaria Tilmitt.
Irvine¡AHH!. ¡NO ES JUSTO!
El joven SEED se llevó las manos a la cabeza en señal de desesperación mientras su contrincante recogía las cartas con una sonrisa triunfante en los labios.
Selphie¿Si sabes que siempre acabo ganándote para qué sigues retándome?...
Zell¿Sabéis que es muy triste veros así cada día?... No hay día que baje a desayunar y no estéis liados con las cartas... Además siempre gana Selphie, así no tiene gracia tío...
El joven cowboy levantó la mirada enfurecido hacia su amigo dejando bien claro que el comentario que su compañero y amigo Zell Dintch acababa de hacer le había hecho de todo menos gracia.
Selphie¿Verdad que soy maravillosa...?
Zell: Deberías apostar Selph... Te saldría muy rentable. Por cierto ¿habéis visto a Quistis?... Cid quiere hablar con ella...
Irvine: No... No la hemos visto... Y yo me tengo que ir... Tengo que dar una charla a unos estudiantes sobre los rifles de asalto usados en el ejército de Galbadia...
Zell: Suerte entonces... Yo voy a ver si la encuentro por ahí...
Selphie se levantó, besó en la mejilla a Irvine y se acercó a Zell.
Selphie¡Te acompaño, Zell! Yo no tengo clase hasta dentro de una hora así que me sobra algo de tiempo libre...
Edea: Ahhh... Seifer... ¿En qué demonios te has metido esta vez?...
Sobre la cama de la enfermería descansaba el cuerpo inconsciente de Seifer Almasy. Un par de costillas rotas, un hombro dislocado y varias magulladuras y cortes eran el pronóstico del paciente que había llegado hacía apenas unas horas a la enfermería del Jardín.
Junto a la cama Edea cuidaba del chico que había sido encontrado en los alrededores del Jardín aquella madrugada por varios guardias de seguridad. No se sabía cómo había llegado hasta allí pero en cuanto Edea supo lo ocurrido ella y Cid ordenaron que fuese ingresado y atendido de inmediato, y tras mucho discutir con su marido la ex-bruja lo había convencido de que colaborase en su plan.
Seifer: Mmmm...¿Dónde...?
El chico abrió los ojos y miró a la mujer que se sentaba frente a él. La mujer le devolvió la mirada con una sonrisa y colocó una de sus manos sobre su pecho para evitar que intentase incorporarse.
Edea: Shh... No te puedes mover aún...¿Qué hacías a las puertas del Jardín?
Seifer: Jeje... Parece que al final lo he conseguido ¿Eh?...Tenía... Cosas que acabar aquí...
Edea: Lo sé... Y el Tío Cid y yo estamos dispuestos a ayudarte... No podemos dejar que una de las semillas de este Jardín se pudra y muera sin haber brotado antes ¿Verdad?...
Seifer miró a la que años atrás lo cuidó como a su propio hijo y no pudo evitar sentir un pinchazo en lo más profundo de su pecho.
Seifer: Gracias... Mamá Ede...
Edea: Gracias a ti por haber cuidado de mí en el pasado... No sé qué le hubiese ocurrido a esta bruja sin su caballero...
La mujer se inclinó sobre la cama y besó al joven en la frente mientras éste cerrabas los ojos notando cómo el cansancio y la tranquilidad de haber vuelto al único hogar que había conocido lo arrastraban de nuevo a un pacífico y profundo sueño.
Las 9.45. Aún faltaba una hora y media para que empezase la clase sobre extracción y uso básico de magia que Quistis debía dar en el segundo piso. No sabía para qué quería verla el director pero le extrañaba que la avisase tan de repente sin haber avisado antes por megafonía como solía hacer.
El caso es que acababa de llegar al tercer piso y estaba sentada en el sofá de la sala de espera frente a las puertas del despacho del director esperando para ser atendida. Viento, la nueva secretaria de Cid, se llevó el teléfono a la oreja en el mismo momento en que vio parpadear la luz del aparato y un minuto después hizo un gesto a la Instructora Trepe en señal de que podía pasar a la estancia.
Nada más entrar la chica advirtió la presencia de alguien sentado en el sofá que había en el centro de la habitación, alrededor de una pequeña mesa de cristal, justo frente al inmenso escritorio que con algunas estanterías y archivadores decoraban la gran habitación.
Edea¡Quisty! Pasa cariño...
Quistis: Mamá Ede... ¿No tenías que ir a buscar a Ele al puerto de Balamb?
Edea: Sí... Pero parece que llegan algo más tarde y mientras tanto estoy aquí matando un poco el tiempo...
La mujer señaló un canasto lleno de agujas, bolas de lana y todo tipo de utensilios para hacer manualidades que descansaban en el sofá de cuero negro, justo en el mismo lugar en que se encontraba sentada antes.
Quistis¡Vaya¿Qué estás haciendo?... Esto...
La chica echó mano al canasto y desenterró un par de diminutos calcetines de color azul claro que había en el interior. Aún no estaban acabados pero por su tamaño se podía ver perfectamente que estaban hechos para un recién nacido.
Quistis: Em... No me gusta ser entrometida Mamá Ede... Pero... ¿No crees que esta clase de noticias deberíamos saberlas los que fuimos como tus hijos?
Quistis dedicó una sonrisa curiosa y al mismo tiempo molesta a Edea que intentaba captar lo que la chica frente a ella intentaba decirle.
Edea¡Oh¡No es lo que crees! Eso... ¡No tiene nada que ver conmigo!
Quistis¿Entonces?... No me digas que...¿Rinoa...!
Edea: Em... No... Últimamente los poderes de Ele han aumentado bastante... Y a veces sueña cosas sobre el futuro... Cosas que aún han de llegar... No sé si me entiendes...
La joven Instructora dejó aquel trozo de lana inacabado en su sitio mientras trataba de adivinar a dónde quería llegar Edea...
Quistis: Entonces... ¿Quién va a ser la afortunada?...¿La conozco?...
Edea: Creo...Que no... Pero igualmente no te lo puedo decir Quisty...
Quistis: Lo suponía...
Cid¡Ejem!
Cid hizo un gesto al mismo tiempo que intentaba captar la atención de las dos mujeres que parecían ignorarlo por completo. Quistis se giró a la izquierda y saludó apresuradamente en cuanto recordó que no había llegado allí sólo para charlar sobre pequeñeces.
Quistis¿Quería verme, Señor?
Cid: Em... Sí... Tengo... Algo que proponerte...
Quistis sabía por el tono de voz de su superior que no podía pedirle algo normal. Fuese lo que fuese no le haría mucha gracia...
Cid: Verás... ¿Cómo te lo explico? ... Anoche... Encontraron a Seifer a las puertas del Jardín algo... Accidentado... Hemos hablado con él y queremos que vuelva al Jardín.
Quistis: 'Seifer... ¿Qué demonios está haciendo ese aquí?'
Quistis empezó a sentirse algo incómoda con el tema de conversación. Desde hacía mucho tiempo Seifer había sido su alumno. Un alumno problemático cuya educación escapaba a las posibilidades de aquella Instructora.
Edea: Siéntate Quisty... Cid... Se lo explicaré yo...
La muchacha se sentó en el sofá, mientras, Edea tomó una de las dos butacas que al otro lado de la mesa desafiaban la majestuosidad de aquel mismo sofá.
Edea: Verás... Él... Estuvo en el bando contrario al vuestro durante todo el tiempo que luchasteis contra Artemisa... Se convirtió en un enemigo y un traidor para muchos... Pero lo cierto es que no era más que otra víctima...
Quistis: No empieces de nuevo con el cuento de que Artemisa podía controlar su voluntad igual que controlaba tu cuerpo... Todo el mundo sabe que para que alguien se convierta en el caballero de una bruja ha de acceder siendo completamente consciente de ello...
Edea: Lo sé... Por eso precisamente él se comportó como otro héroe en aquella batalla... Si no lo hubiese tenido a mi lado Dios sabe lo que podría haber hecho... Aunque sólo fuese un poco, él podía influir en Artemisa... Así es como no llegó a tomar total posesión de mí y pude reprimirla... Hasta cierto punto...
Quistis: Y después... ¿Por qué siguió apoyando a Artemisa?
Edea: Supongo que... Se sacrificó por vosotros... Pero entonces su mente estaba demasiado aturdida y no era capaz de controlarse a sí mismo...
Quistis se quedó unos minutos en silencio, pensando en todo lo que le había sido revelado, en cómo se debía haber sentido Seifer en aquella situación... Sacrificando su propia cordura a manos de una bruja despiadada por proteger su mundo...
Quistis¿Y qué tiene esto que ver conmigo?
Cid: Queremos que Seifer pase el próximo examen de SEED... Y queremos que tú lo instruyas...
Quistis: Intenté instruirlo hace ya tiempo y fracasé... Perdí mi trabajo por mi ineficacia y él perdió su oportunidad... Si me ponéis a cargo de Seifer volverá a ocurrir lo mismo...
Cid: Tú.. Eres de lo mejor en cuanto a Instructores... La mayoría de los SEED's graduados en el último año han sido alumnos tuyos... Si hay alguien capacitado para este trabajo eres tú...
Quistis: Te equivocas Cid... Si fuese cualquier otro alumno tal vez tendrías razón... Pero con Seifer es distinto... Está muy por encima de mis posibilidades...
Cid se quitó las gafas con la mano izquierda mientras frotaba sus cansados párpados con los dedos índice y pulgar de su mano derecha. Sabía lo que había ocurrido tiempo atrás entre Quistis y su alumno, y que aquello le había costado su licencia de Instructora. Ahora que la había recuperado no estaba dispuesta a perderla de nuevo y Cid sabía que era casi imposible que lo que ocurrió en el pasado no volviese a repetirse... Pero si alguien podía ayudar a Seifer esa era Quistis.
Cid: No es sólo instrucción Quistis... Queremos que lo ayudes... Él... no lo ha tenido fácil desde el principio en esta academia... Pero creíamos que con el tiempo cambiaría.
Quistis¿Y crees que ha cambiado ahora?
El director dirigió sus cansados ojos hacia la chica frente a él y le dedicó una cálida y suplicante sonrisa.
Cid: No sabemos si ha cambiado... De hecho... Es muy difícil que lo haya hecho... Por eso Edea y yo hemos pensado que no estaría mal echarle una mano y darle un empujoncito para que pueda cambiar de una vez...
Quistis no lo entendía del todo. ¿Le estaban pidiendo que cambiase a un insurrecto como Seifer? Eso era imposible.
Edea: Sé lo que estás pensando Quisty...Y te aseguro que si eres capaz de entender por qué hace lo que hace... Serás capaz de cambiarlo...
Quistis: Pero Mamá Ede... ¡No tengo ni idea de por qué hace lo que hace!
La ex-bruja se levantó y le indicó con la mirada que hiciese lo mismo.
Edea: Si te interesases más por el pasado de la gente... Tal vez podrías aprender a entenderlas...
Tras esto Edea la acompañó a la puerta y la despidió con un abrazo y un beso en la frente y Quistis se giró para dirigirse a su próxima y de hecho última clase intentando poner algo de orden en su cabeza.
Bueno pues, hasta aquí el primer capítulo... Como veis no ha cambiado mucho, esceptuando el formato en cuanto a los diálogos y un par de detalles como haber situado la historia en un punto en el tiempo algo más concreto, el 21 de Septiembre, no es algo que tenga gran relevancia pero espero que así os situéis algo más y que eso me ayude a mí también :P
En el siguiente capítulo...
Han pasado tres días, Seifer se ha recuperado por completo y las clases de Quistis acaban de comenzar. Por otro lado Squall sigue igual de raro y Rinoa pierde un poco los estribos... Pero sólo un poco ¿Eh? Ñejejejeeee.