EL SILENCIO, POR TEMOR AL RECHAZO
Por Roquel

CAPITULO 1

SENTIMIENTOS OCULTOS

En aquella hermosa ciudad, donde la vida nocturna es en verdad interesante y las luces aparecen en cada esquina, un chico caminaba de forma distraida por las calles de Rusia. La lluvia ligera resbalaba por sus mejillas, donde unos llamativos triangulos azules brillaban ante su contacto.

No sentia la ventizca helada que golpeaba su cuerpo, ni mucho menos las gotas del agua fria que se deslizaban sobre sus brazos desnudos. Estaba demasiado concentrado en sus pensamientos, como para preocuparse por eso... Un suspiro escapo de sus labios, mostrandose molesto y confundido por la situación en la que se encontraba. Los mechones de su cabello bicolor, entre un azul palido y un azul oscuro, ocultaban su rostro, mientras que sus hermosos ojos rojo-oscuro, con aquella mirada gelida, se fijaron en el camino. ...

Las manos en sus bolsillos eran las unicas que se resguardaban del frío. Sus pasos suaves, pero firmes, resonaban en aquella solitaria calle.

Deseaba ser ignorante de lo que le estaba sucediendo. Deseaba, por todos los medios, desaparecer esa inservible emoción. Deseaba no sentir lo que estaba sintiendo...

Lamentablemente, si sabía lo que le sucedia. Y también sabia que no solo con desearlo, esa emoción desapareceria.

Eso le frustraba totalmente, porque ¿Desde cuanto él habia empezado a sentir esas inutiles emociones?. ¿Y desde cuando él se dejaba dominar por ellas?. Odiaba sentirse nervioso, odiaba sentir como su corazon se aceleraba, odiaba sentir aquel calor recorriendole... Odiaba todas esas sensaciones y otras tantas... Pero ese no era su mayor problema. No!!!. El problema era la persona a quien estaban dirigidas, y la causante de todas ellas.

Y ahora estaba él, ahi, en medio de la ciudad, tratando de evitar a esa persona. Tratando de ignorar todo lo que ahora sentia. Y sin embargo, aun cuando se encontraba lejos, no podía dejar de pensar en eso... Gruño a sus propios pensamientos, y su paso se apresuro.

¿Hubiera sido mejor que después de terminado el torneo, todos ellos se hubieran separado?... Tal vez, tal vez no... Ni él conocia la respuesta a esa pregunta. Pero de eso ya eran casi dos semanas, y hasta ahora él no se habia atrevido a arreglar dicha situación. ¿Por que?... Era doloroso admitirlo, pero tenia miedo... ¿A que?... No lo sabía, o tal vez, no queria aceptarlo... Pero tenía miedo de ser rechazado, porque sabía que esa persona no corresponderia a sus sentimientos...

Y decidido a no aceptar dichos sentimientos, se habia convencido de que era solo cuestión de tiempo, para que ellos, poco a poco, desaparecieran. Asi que durante esas dos semanas, habia ignorado a su equipo, y habia buscado refugio en otras partes... Evadiendolo, ignorandolo... Tratando de no acercarse al chico chino, e intentando no pensar en él...

Era increible, él, Kai Hiwatari, enamorado de un chico... Y no cualquier chico. Rei Kon no era cualquier chico. No con sus llamativos ojos dorados, no con su largo cabello negro, no con aquella mirada dulce, no con sus curiosas facciones... Y ese tipo de pensamientos, sacaban de quicio al joven Hiwatari, porque jamás los habia tenido, y ahora se presentaban tan frecuentemente que le sorprendian y le desquiciaban.

¿Desde cuanto había comenzado a sentirse así?... Sería difícil decirlo... Pero todo inició cuando aceptó ser parte de los Bladebrakers, y, pensó, que la 'amistad' que llevaba con Rei, era muy parecida a la que llevaba con el resto del equipo. Pero ese sentimiento había traspasado su barrera de hielo, de forma lenta, sutil, e invisible, que, sin darse cuenta, Rei le había robado el corazón. Y nose había percatado de ello hasta que casi lo vio morir en la batalla contra Bryan... Fue ahi cuando, por primera vez, demostró cierto afecto por él, y acepto, para si mismo, que Rei le gustaba...

Y hasta ahora su plan iba de maravilla. Hasta ahora lo habia evitado... Incluso él mismo habia empezado a creer que esos sentimientos eran olvidados, que todo regresaba a la normalidad. Que él regresaba a ser el chico frio, impasible, solitario, y que no era dominado por ninguna emoción o sentimiento hacia Rei... Pero...

¡Que fácil se habia engañado!...

Ese mismo tarde se habia enterado de que Rei tendria una cita... Una cita, con la chica pelirosa del equipo White Tigers!!. Y eso le habia sacado de sus casillas. Los celos habian brotado inmediatamente, y él se vio obligado a marcharse, a salir para despejar su mente, y sus pensamientos...

Y fue ahi cuando se percató de que aunque quisiera ignorarlos, y evitarlos, esos sentimientos jamás desaparecerian. Y él, únicamente se mentía al decir que ya no existian. Ya no volveria a ser el mismo chico solitario, e indiferente... Ya no más!

Una prueba de ello, es que, aun cuando habia caminado por toda la ciudad, no habia comido nada en todo el día, y no se habia resguardado de la lluvia desde que iniciara, sus pensamientos siempre estaban en la cita de Rei. Nada de lo que hiciera, o de lo que no hiciera, lograba que sus pensamientos se alejaran de ello...

Por ahora, ni siquiera tenía que preocuparse del control de la abadia, ya que después de la fuga de Voltaire, Boris habia sido despedido. Y los abogados que se encargaban de sus bienes, y que cuidaban de sus intereses, habian dejado al mando a Kotaro Isumi, quien ahora se encargaba de cuidarla, administrarla, además de vigilar el entrenamiento de los Demolition Boys. Era un buen hombre, con un gran sentido del humor, inteligente, y guapo por añadidura, y mientras Kai no tuviera la edad suficiente para hacerse cargo de la corporación, Kotaro trabajaría para él... Pero ni aun después de una practica ardua, en la abadia, se sentia tranquilo. La inquietud aparecia ante sus recuerdos.

Aun podía escuchar la conversación de Tyson y Max:

" - ¿Donde esta Rei? - había preguntado Tyson, saliendo de su habitación - Crei que iba a acompañarnos. Es una de las mejores peliculas de terror, y pense que le gustaria verla."

" - Salió - habia contestado el chico rubio, que veia fijamente la televisión"

Kai tenia sus ojos fijos en la ventana viendo como el sol comenzaba a declinar, ajeno a la conversación, hasta que escuchó el nombre del joven chino. Eso era algo que no podía evitar, siempre que escuchaba el nombre de 'Rei' sus oidos cobraban vida propia y prestaban atención a lo que se dijera de él. Aun cuando sus ojos seguian fijos en el paisaje...

" - ¿A donde? - preguntó Tyson, haciendo la pregunta que Kai se negaba a dejar salir"

" - No lo sé - contesto Max, fijando su ojos azules en el rostro bronceado de Tyson - Se fue después de que terminamos de comer. Iba a ir por Mariah, pero no me dijo a donde irían."

Los puños de Kai se apretaron, sin que nadie lo notara, pues sus brazos se matenian cruzados sobre su pecho, escondiendolos. Y recargado sobre la pared, nadie notó como todo su ser se tensaba ante tal noticia. Escuchó con más atención...

" - Bueno. Ya me las pagara - dijo Tyson molesto, y tomando su chaqueta del sillón - Vamonos Max"

Sin embargo el chico rubio se levantó, más no lo siguió. Kai sintió la presencia frente a él, y volteo a verlo con la mirada más dura y fría que pudiera llegar a tener.

" - ¿No vienes, Kai? - preguntó - No te hemos visto en los ultimos dias, y seria divertido que nos acompañaras"

Kai no contestó.

" - Max, no pierdas tu tiempo con el señor don simpatia. - dijo Tyson - Si no lo hemos visto, es porque él no quiere que nadie lo vea. Además de que él no disfruta de nuestra compañia. Prefiere irse con los Demolition Boys a estar con nosotros"

" - No digas eso, Tyson - reprocho Max - Eso no es..."

Kai dejo de escuchar la conversación, o mejor dicho la pelea que ellos sostenian. Enderezandose, y alejandose de la ventana, paso a un lado de Max para salir de ahi. El chico rubio dejo de discutir cuando vio como Kai se dirigia a la puerta.

" - Oye, no nos ignores! - gruño Tyson al ver el rostro de confusión del chico rubio por no obtener una respuesta de Kai - No ves que es por ti por quien estamos discutiendo, al menos deberias tener la decencia de contestarle a Max. ¿Vas a venir? ¿Si? o ¿No?"

" - No me molestes, Tyson - le habia dicho él, sin voltear a verlo - No estoy interesado en ir con ustedes."

" - No te lo dije, Max - dijo el chico de cabello azul oscuro - El señor cortesia no se tomara la molestia en acompañarnos. Y no veo el porque te molestas en invitarlo"

Kai no escucho la contestación de Max, pues ya habia desaparecido por el pasillo, dirigiendose a la abadia para tratar de poner sus pensamientos en orden...

Y ahora se preguntaran. ¿Por que suponia que eso era una cita?. Pues bien, aun podía recordar lo que le habia escuchado decir a la chica pelirosa, después de su batalla con Rei, en el torneo asiatico.

" - Oye, Rei. ¿Crees que algún día podamos salir juntos?"

Esa pregunta... Esa pregunta repicaba en su cabeza, desde que habia escuchado la conversación. Pero más le frustraba la respuesta.

" - Eso me gustaria mucho, Mariah"

Y no se necesitaba de muchas neuronas para suponer que tarde o temprano esa famosa cita tendria lugar. Asi que ahora era de esperarse que ellos estuvieran teniendo una cita... Un pensamiento que le provocaba ira y malestar...

Su ojos rojo-oscuro se fijaron en el edificio que tenía enfrente. Gruñó al pensamiento de entrar. Ese era el edificio de departamentos, donde ellos se hospedaban.

Él habia conseguido rentar un departamento para que todo su equipo se hospedara ahi, junto con él, mientras la mansión, en Rusia, de su abuelo era investigada debido al problema con Voltaire. Se frustraba cada vez que pensaba en la razón por la cual habia rentado el departamento, porque tenia que ver con cierto chico de llamativos ojos dorados, y el deseo escondido de tenerlo cerca... Pero en ese momento ese era el ultimo lugar donde queria estar...

El departamento que compartia con los otros tres chicos, pues Kenny habia regresado a Japón la semana pasada, se encontraba en el cuarto piso, y estaba hasta el final del pasillo. Mojado y exhausto, Kai caminó decididamente a través del pasillo, y al abrir la puerta el silencio de la habitación le rodeo.

Era un departamente bastante amplio, contaba con tres habitaciones, y en cada una de ellas, habia dos camas. Todas ellas contaban con un ropero, un pequeño librero, y alguna otra cosa, además de una gran ventana que daba vista a la calle o a los edificios aledaños. La sala era lo primero que se veia al entrar, a la derecha estaban las puertas de las tres habitaciones, y enfrente estaba la ventana que daba a la calle. La cocina estaba del lado izquierdo, y junto a ella estaba el baño. En la sala estaba la televisión, y habia dos sillones medianos y dos pequeños...

Se dirigio directamente al cuarto de baño. Tomo una toalla y se coloco frente al espejo.

Sonrió amargamente al ver su reflejo. Los triangulos azules brillaban por el agua, aunque parecia que de un momento a otro fueran a desaparecer. Sus labios rosas formaban la sonrisa triste que tenía su rostro. Sus mejillas estaban ligeramente coloreadas por el frio, y su respirar era pesado y lento.

Aquellos ojos rojo-oscuro no tenían ni brillo, ni muestra alguna de cansancio... Solo molestia estaba alojada en ellos. Talló vigorozamente su rostro, eliminando la humedad en él, y desapareciendo la pintura de los triangulos. Y mientras él trabajaba con ello, la tina se llenaba de agua caliente. El vapor comenzó a inundir el baño cuando cerro la puerta y se dirigio a la tina.

Suspiro, y agradecio internamente el conforte que eso le traia. El agua caliente recorriendole era un placer inexplicable, sus musculos se relajaban, y sus pensamientos eran apartados de su cabeza. Su cuerpo comenzó a recuperar el calor que habia perdido bajo la lluvia.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Los ojos dorados brillaron al ver su destino cerca. Su respiración era agitada, y sus pulmones reclamaban un descanso. Aun cuando habia corrido para evitar que le lluvia le alcanzara, esta habia sido más rápida y ahora le golpeaba ferozmente.

Las frias gotas le calaban los huesos, el cabello mojado le impedia ver el camino y corria riesgo de tropezar. Sus ropas humedas le pesaban, y sus pies comenzaban a dolerle. Había tenido que atravezar toda la ciudad, solo porque Mariah habia querido ir a ver la presentación de beyblade.

Esa misma tarde, habia tenido una cita con Mariah. La misma cita que habian acordado desde que el torneo asiatico terminara. Pero no fue hasta después de la victoria de Tyson, que Mariah se la recordó. Y ahora habian ido al parque, y a la exposición de los blade antiguos, hasta el otro lado de la ciudad.

Y sin embargo no fue lo que él esperaba. No es que no hubiera sido divertido, lo fue. Pero fue una diversión muy diferente. La misma diversión que si hubiera estado con Tyson o Max. Rei se sentia algo extraño pues pensaba que no era sincero al decir que queria a Mariah de otra manera que no fuera como a una amiga, o incluso como una hermana.

Habian reído, bromeado y hablado como cuando él vivia en China, como cuando eran pequeños. Y el tiempo no hubiera transcurrido. Aun podía recordar las palabras de Lee:

" - ¿Como les fue en su 'cita'?" - preguntó Lee, mostrandose ansioso de conocer la respuesta al ver el rostro confundido de ambos.

" - Fue bastante extraño - habia respondido Mariah - No se si podría llamarse cita. Después de todo, cuando una cita termina debe haber un beso - Y aqui miro larga y fijamente a Rei - Pero no tengo necesidad de besarte. No me malentiendas Rei. Me agradas, pero no siento..."

" - No te preocupes Mariah - contesto Rei con una sonrisa aliviada, y sintiendose extrañamente agradecido y tranquilo - Te entiendo. Yo tampoco la senti como una cita, creo que fue más bien como uno de esos paseos que soliamos tener cuando eramos niños. No creo que debamos llamarla cita"

" - Los hermanos no tienen citas"

Eso era lo que les habia dicho Lee, y eran las palabras que más resonaban en su cabeza. Y le apoyaba totalmente. Mariah era su hermana, la amistad que tenía con ella era enorme, pero sin llegar al amor o a algún sentimiento semejante. Muy parecida a la amistad que tenía con Lee, con Gary, con Kevin, con Tyson, con Max, con Kenny... Y se atrevia a pensar que era muy parecida a la que tenia con Kai. Aunque dudaba de esto ultimo...

Después de que Lee les hubiera dicho eso, se habian estrechado las manos, y se habian despedido. Pues al dia siguiente, los White Tigers se marcharian. Y quien sabe cuanto tiempo pasaria para que volviera a verlos. Pero prometió mantenerlos informados de lo que haria.

Y es asi, como habia terminado la 'cita' con Mariah, que habia sido de todo, menos una cita.

Y Rei se sentia confundido. Habia creido que el sentimiento que tenía hacia Mariah era de amor. Pero no!. Aunque una parte de él se sentia aliviada, otra parte sentia la inquietud de no saber lo que le sucedia.

Apresuro su paso pensando unicamente en el delicioso baño con agua caliente que tomaria al llegar al hotel. Y aunque sonara egoista, no deseaba encontrar a Tyson ahi, pues recordaba que él queria ir a ver un pelicula, y seguramente lo arrastraria a él. Y lo único que deseaba en ese momento era descansar...

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Los fuertes golpes en la puerta, distrajeron su atención del libro que leía. ¿Quien podía ser a esas horas?. Convencido de que no le abriria a nadie, trato de ignorar como los golpes se volvian más insistentes. Pero su frustración aumento al ver que aquella persona no se daba porvencida. Decidido a matar a quien fuera que estaba del otro lado de la puerta, se levanto de la alfombra, de en medio de la sala, y con un paso rápido, y un furioso "Va", Kai se encamino hacia la puerta.

Sus ojos se estrecharon al ver a la persona frente a él. Su entrecejo se arrugo ante tal interrupción. Y la mirada fria no intimido al chico que permanecia inmóvil en el marco de la puerta. Aquellos ojos azules le veían divertidos.

- ¿Que quieres Tala? - pregunto fria y duramente

- Ni creas que por voluntad propia estoy aqui - dijo el chico pelirrojo, sin mostrar emoción alguna - No soy de los que disfruta esa mirada de muerte que siempre diriges a todos los que conoces.

Kai le miro fijamente sin decirle nada, mostrando únicamente el destello de irritación que brillaba en sus ojos.

- ¿No me invitas a pasar? - pregunto burlonamente Tala - Vaya, veo que tus modales no han mejorado. Creo que nadie te ha enseñado que cuando un invitado toca a tu puerta, debes ser amable y cortes con él.

- Tu no eres mi invitado. Y por lo tanto no me veo en la necesidad de ser amable contigo. - respondio mordazmente Kai

- Uh! - dijo Tala, mostrandose divertido ante la situación - Creo que te has levantado con el pie izquierdo. Todo el día has estado de un humor pésimo.

El recuerdo trajo un amargo sabor a la situación, y Kai se sintió más enfadado.

- ¿Me diras porque estas aqui, o tendre que escucharte detrás de la puerta después de que la cierre?. No estoy dispuesto a tolerar tus insolencias. - dijo enfadado.

- Te dije que no estoy aqui por voluntad propia. Y si me tome la molestia en venir, bien puedo intentar sacarte de tus casillas, lo cual es realmente fácil, y deliciosamente divertido - dijo Tala sonriendo satisfactoriamente y mostrandole a Kai una carpeta negra que ocultaba bajo su brazo - Te fuiste demasiado rápido que Kotaro no pudo entregarte estos papeles que necesitan tu firma. Y me envió a mi para que te los entregara.

- Que amable de tu parte - contesto Kai de forma ironica

Kai le arrebato la carpeta de las manos, y entro en la habitación, sin tomarse la molestia, siquiera, de invitarlo a pasar. Tala no se ofendio, solamente sintió como su sonrisa aumenta, y entrando, cerro la puerta trás de si.

Siguió a Kai a través de la habitación, y se dejo caer pesadamente en el sillón.

- Y... ¿Que estabas haciendo? - preguntó fijandose en la mesa donde aun se encontraba el libro que Kai leía.

Al no obtener respuesta, regreso su vista hacia Kai, y se extraño de no verle la siempre bufanda blanca que llevaba en su cuepo, en su lugar, había una toalla que recogia las gotas de agua que se deslizaban por su cabello, aun húmedo. Los triangulos azules brillaban de nuevo sobre sus mejillas, y su rostro serio y duro estaba fijo en los papeles que le habia entregado.

Kai no pensaba en contestarle, había decidido ignorarlo. Estaba demasiado concentrado leyendo lo que decia los papeles. Se sento en la alfombra, mientras escuchaba como la televisión era encendida.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Los ojos dorados se fijaron en el lujoso auto negro que estaba frente al hotel. Sin prestarle demasiada atención se apresuro a entrar y subir las escaleras. Sus manos le dolían debido al frío, y ni siquiera sentia los dedos de sus pies. Le dolía el respirar, y sus costados punzaban ante tal esfuerzo... No habia sido una buena idea correr. Después de todo, se habia mojado tanto o más que si se hubiera venido caminando.

Los delicados pasos resonaron en cada escalón, y mientras el agua escurria por su ropa, el se apresuro buscando la llave entre sus bolsillos. Sus manos temblaban y le impedian colocarla en la ranura. Maldijo para si mismo su débilidad. Todo su ser se agitaba por el frío... Necesitaba urgentemente sentir el agua caliente bajo su cuerpo.

La llave se deslizo por sus dedos empapados y congelados, y sin poder resistirse gruño para si mismo. Dandose por vencido, toco varias veces la puerta, en espera de que alguien le abriera. Pero no recibio respuesta alguna, y ningun ruido en el interior le dio la esperanza de que alguien más estuviera.

Tala vio como Kai no planeaba moverse de su lugar. Sonrió para hablarle.

- ¿Que? ¿No vas abrir?. Mira que si tus modales dejan mucho que desear - dijo burlonamente mientras dejaba caer el control remoto

- La ultima vez que abri la puerta, recibi una desagradable sorpresa. - dijo friamente sin dejar de leer los papeles. - Y aun no me deshago de ella.

Tala pronuncio un incomprensible "Como sea". Se levanto y se dirigio directamente a la puerta. Al abrirla, sus ojos se estrecharon al ver a la persona en ella.

- Lo siento, mis llaves...

Las palabras no terminaron de ser pronunciadas, pues la sorpresa apareció en el rostro de Rei. ¿Que estaba haciendo él ahi?. Se obligo a detener su temblor, y sus ojos recorrieron a Tala de pies a cabeza, en busca de algo equivocado.

- ¿Que miras? - pregunto friamente Tala, sintiendose incomodo ante tal inspección

Los ojos de Kai dejaron los papeles y se fijaron en la puerta, curioso de saber quien era la persona causante del enfado de Tala. Pero Tala le impedia ver hacia afuera, y no sabia con quien estaba hablando.

- Lo siento - dijo Rei, mostrando una sonrisa - No esperaba verte aqui. - Tala levanto una ceja - Pero ya que me has abierto, podrias dejarme pasar. Me muero de frio, y deseo tomar un baño.

Los ojos azules de Tala le recorrieron. Le sorprendio verlo en ese estado. El cabello negro brillaba debido al agua, y dejaba caer sobre sus hombros las gotas frias de la lluvia, sus mejillas estaban sonrojadas por tanto esfuerzo, mientras que sus manos, al igual que su cara, se mantenian palidas debido al frio, pero sin que eso quitara lo llamativo de su rostro. Pero le sorprendio ver que la sonrisa, formada por los llamativos labios rosas, estaba presente, como si no le importara haberse empapado... La ropa húmeda que él llevaba dejaba correr el agua sobre la alfombra. Y después de unos minutos, Tala se hizo a un lado para dejarlo pasar.

Kai abrio los ojos al ver a la persona que acababa de llegar. La sorpresa aparecio en su rostro pálido, mientras que el sonrojo cubria sus mejillas al verlo de la misma forma como Tala lo habia contemplado, solo que eso logro que las palabras se escondieran en su cabeza, tratando de controlar el acelero de su corazón, Rei estaba simplemente hermoso... Estuvo más que tentado a levantarse y prestarle ayuda. Pero al recordar que Tala estaba ahi, su vista regreso a los papeles, aunque esta vez su concentración no era la misma...

Rei miró de reojo a los chicos antes de dirigirse al baño. Vio como Kai descansaba en la sala, leyendo quien sabe que cosa. Y pudo sentir la mirada azul sobre él, pero no se atrevio a voltear a ver a Tala.

- Siento molestarlos chicos - dijo dirigiendose al baño - No sabía que estaban ocupados. Tomare un baño, espero no les moleste. Tala, un placer verte! - recibiendo solo un gruñido como saludo.

Y con un ademan, entró en el baño, cerrando la puerta al entrar. Tala sonrió ligeramente cerrando la puerta y dirigiendose al sillón. Encendio de nuevo la televisión y no pudo evitar que sus ojos fueran a posarse en Kai, la duda apareció en sus llamativos ojos azules, al darse cuenta de la poca concentración que Kai mostraba. No por nada lo conocía, y sabía que la atención de Kai no era la misma... ¿Que era diferente?

Decidido a averiguarlo, apago el televisor y tomó el libro que estaba sobre la mesa. Kai no le reprocho, de hecho no parecia importarle lo que el chico pelirrojo hiciera o dejara de hacer.

- Kotaro dijo que en cuanto terminaran con la investigación de tu casa - dijo tratando de que Kai le mirara para lograr decifrar lo que en sus ojos habia - Podras ocuparla de nuevo. Está en verdad molesto, ya que dice que los abogados no le dejan hacer nada.

Kai siguio ignorandole.

- Y nuestro entrenamiento fue reducido debido a toda la investigación que hay en la abadia. Ahora nos sobre mucho tiempo libre. Además, creo que pronto tendremos que buscar otro lugar para hospedarnos, mientras dure la investigación, claro esta, después, podremos regresar. ¿Tu que opinas? ¿No podrias hacer algo para que toda esa tonteria termine?

Tala suspiro frustrado al ver que no obtenia respuesta alguna del chico ruso-japones. Dejo caer el libro, y se levanto dirigiendose a la ventana. Los ojos azules se fijaron en la lluvia que caia incesantemente, y con gran fuerza, produciendo un ruido muy curioso al golpear los vidrios. Se recargo en el marco de la ventana, viendo hacia afuera, sin ver nada exactamente. De pronto sus ojos se fijaron en el vidrio, donde la figura de Kai se reflejaba tenuemente. Le sorprendio ver lo que hacia.

El rostro de Kai estaba fijo en los papeles, y cualquiera que lo viera pensaria que estaba leyendolos. Pero Tala no era cualquiera, conocía lo suficiente a Kai como para saber cuando estaba leyendo y cuando no. Y en ese momento, Kai no estaba leyendo. Los ojos rojo-oscuro, del lider de los Bladebrakers, se encontraban viendo otra cosa que no eran los papeles. Espiaban detrás de él... Y lo que quedaba detrás de él, era el cuarto de baño.

Tala miro más insistentemente el espejo, tratando de ver que habia reflejado en aquellos ojos. Pero la distorsión del agua no le dejaba ver nada más. Y si se movía, seguramente Kai regresaria su atención a los papeles y él perderia la posibilidad de saber que le estaba sucediendo.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

El agua golpeando su cuerpo, le producia la sensación que tanto tiempo habia estado pensando. Pero en ese momento ese no era su conforte. Algo le estaba molestando, y cuanto más se lo preguntara, más alejado se encontraba de la respuesta.

Su largo cabello negro, brillaba ante las gotas de agua caliente que se deslizaban por él. Sentado en la tina de baño, Rei miraba fijamente el techo tratando de saber el porque su estomago parecia retorcerse...

"Tal vez tengo hambre" pensó tranquilamente, sin querer aceptar la verdad, todavía oculta para él.

Los mechones de cabello se deslizaban por su rostro, y por su cuerpo, acariciando su suave piel. Sus brazos, apoyados a ambos lados de la tina, jugaban con las hebras de su cabello. Los ojos dorados se veían nostalgicos, tristes y melancolicos, sin una razón aparente.

Decidido a dejar de sentirse asi, Rei tomo entre sus manos su cabeza y comenzo con la tarea de lavar su cabello. Los ojos dorados se cerraron, mientras tallaba vigorozamente su cabeza, los musculos de su cuerpo se tensaron, para después relajarse, y adquirir la perfección...

Rei sonrió para si mismo cuando se vio frente al espejo, que se mantenia empañado por el vapor del agua caliente. Se sentía mucho mejor, y ya no lucía como un gato mojado después de que corriera bajo esa lluvia. Los ojos dorados habian recuperado el brillo, sus mejillas habian dejado el color rosa, y se sentía con mucho más vigor que antes...

Pero la sonrisa no duro mucho cuando se percató de que no habia llevado ropa al baño. Tanta habia sido la sorpresa de ver a Tala ahi, que habia olvidado llevar algo para cambiarse. Y ahora tendria que atravesar toda la sala, para llegar a su habitación...

Tyson y Max, dormían en la primera habitación. Después estaba su habitación, y por ultimo la de Kai. Asi que tenia que pasar junto a los sillones para llegar hasta ella.

"¿Y porque eso ha de molestarme?" se preguntó confundido, al ver el sonrojo en su rostro que habia aparecido ante ese pensamiento.

- No hay nada de malo en eso - se dijo a si mismo - He visto muchas veces salir a Tyson y a Max, incluso a Kenny, de esta manera... - se detuvo un momento a pensar - Aunque nunca he visto a Kai no creo que haya mucha diferencia, y tampoco la habra si él me ve salir asi...

Tan ensimismado estaba, que no noto como el sonrojo cubria de nuevo su rostro, al pensar, e imaginar, de cierta forma, a Kai saliendo del baño, cubierto unicamente con una toalla...

Armándose de valor, Rei enredo una toalla alrededor de su cintura, y dejo que su cabello cubriera por completo su espalda, pues la cinta con la que lo llevaba amarrado estaba empapada. Coloco otra toalla sobre su cabeza, para después salir.

La puerta abriendose distrajo a Tala de sus pensamientos, y volteo a ver al chico que salía del baño. Pero antes de fijar sus ojos azules en la puerta del baño, se posaron en Kai, ¿Era su imaginación, o acaso el cuerpo de Kai se habia tensado al escuchar aquel ruido?...

No pudo contestarse, pues el chico chino salió del baño. No pudo ver su rostro, pues tallaba su cabeza intentando secarla... Y no parecia deseoso de quedarse por mucho tiempo ahi. El aroma a... Tala no pudo saber que era... Inundo la habitación, la cálidez del vapor del baño tambien se sintió. Y el chico ruso se sorprendio de no escuchar sus pasos... Eran demasiado suaves como para detectarlos...

En cuanto Rei desaparecio por la puerta, regreso su vista a Kai, y noto como en verdad estaba tenso. El sudor cubria su rostro, y sus ojos habian dejado los papeles, para fijarse en la nada. No parecia haber levantando el rostro, ni haberse movido desde que ese chico habia salido del baño...

Sonrió mientras se acercaba a él. Pudo ver como Kai regresaba a la realidad al escuchar sus pasos.

- ¿Terminaste? - pregunto Tala dejandose caer en el sillón, pero sin lograr que Kai le viera. Y ni siquiera recibio una respuesta.

Apenas habia regresado a la realidad. Esas emociones que odiaba, y que a la vez le gustaban, se habian presentado de nuevo. El aroma a canela inundo sus sentidos. Habia suprimido un suspiro, largo y prolongado, mientras que sus entrañas se habian agitado al verlo, por la esquina de sus ojos, caminar hacia su habitación. Esa corriente, que le cosquilleaba siempre la espina dorsal, le provoco una incomodidad jamás antes conocida. El calor le inundo, pero trato por todos los medios no salir corriendo. Y al escuchar a Tala acercarse, se obligo a regresar a la normalidad, aunque le costo bastante trabajo hacerlo...

Después de que leyera la cuarta hoja, Kai tomo la pluma, e intentando no hacerla temblar, firmo en la parte final. Se levantó y extendio los papeles al pelirrojo.

- ¿Eso es todo? - pregunto Kai a su vez, y Tala se sorprendio al ver de nuevo aquella mirada gelida que dirigia a todos. Sobre todo después de que lo vio... - Entonces ya puedes irte. - la orden de Kai le tomo por sorpresa.

- Me sorprende escuchar la amabilidad con la que me lo pides - dijo sarcasticamente - Y aunque mi mayor deseo es complacerte. Creo que eso no se va a poder.

- ¿Por que? - dijo Kai mostrandose confundido

Tala movio la cabeza para señalar las ventanas

- Has notado la lluvia que hay!!. Me ire cuando la lluvia amaine un poco. Es peligroso viajar con este tiempo. Y el auto que me trajo puede tener problemas para regresar - afirmo sonriendo

- ¿Y? - inquirio friamente Kai, sin mostrar importancia a las palabras de Tala.

- Wow!. Agradezco tu preocupación por mi seguridad - dijo burlonamente - Pero no me ire!

Y Tala se dejo caer en el sillón para frustracion de Kai. Suficiente tenía ya con lidiar la forma de comportarse para no demostrar como se sentia, y lo que le devoraba, como para ahora tener que tratar de ocultarlo ante Tala. Ya que él lo conocía muy bien, mucho más de lo que a él le gustaria admitir, y si no tenia cuidado era posible que Tala se enterara... Y él no queria que nadie se enterara, hasta que él mismo hubiera arreglado la situación. Pero en esos momentos, no se sentía capaz de actuar friamente como siempre lo habia hecho.

- ¿Que? ¿No me invitaras a comer algo? - pregunto Tala con la sonrisa en su rostro - No comí nada por venir aqui, y ahora tengo hambre. Se cortés y dame algo.

- Jamás te pedi que vinieras. Y a quien debes culpar por no haber comido, es a ti. No me veo en la necesidad de ofrecerte algo.

Tala estuvo a punto de contestar ironicamente, cuando el telefono sonó. Ninguno de los dos se movió para contestarlo. Cuando sono por quinta vez, la contestadora se escuchó:

- Por ahora no podemos contestarte - dijo la alegre voz de Max - Por favor deja tu mensaje después de escuchar el tono... Pero si lo que quieres es conocer en persona a los campeones mundiales - se escucho la voz de Tyson, después de un gemido ahogado, señal de que Tyson habia apartado a Max - Deja tu numero, y tu dirección y nosotros nos comunicaremos contigo... Tyson!!! - se escucho la voz de Max y Rei - Esta bien, esta bien!. - volvió a decir Tyson - Solo es por si las dudas. No tienen porque enojarse, después de todo...

Y la comunicación se cortó. Tala miro burlonamente a Kai, mientras este lo miraba de forma asesina. Pero entonces volvió a escucharse la voz de Tyson.

- Rei!. Rei!!. Sabemos que estas ahi!! - dijo escuchandose enfadado - Acabamos de hablarle a Mariah, y sabemos que ya es hora de que estes ahi!!... Rei!!! Contesta!!!... Me...

- No le hagas caso, Rei - se escuchó la voz de Max, y un no muy lejano, "Hey, Max" - Solo esta molesto porque no nos acompañaste. Pero debes estar ahi. Vamos contesta!!

Ninguno de los dos se movió. Pero entonces la figura del chico chino aparecio en la puerta de su habitación.

- ¿Nadie va a contestar? - dijo sonriendo. Hasta que escucho la voz de Max

- Eh! Rei, si estas ahi contesta!

Rei se apresuro y levanto el auricular

- Hola Max! - saludo alegremente. - Si... No, me estaba bañando... Lo siento, no los escuche... No, Kai esta aqui, y tambien Tala... No lo se - y aqui volteo a verlos - Creo que no escucharon el telefono... ¿Ahora?... No, prefiero quedarme aqui... Hace frio, esta lloviendo, y no deseo volver a correr bajo la lluvia... No creo que quieran, pero les preguntare. Oigan!. Max dice que si no quieren ir al restaurante de la esquina para cenar - Rei sonrió ampliamente, y Kai mantuvo su semblante frio, aun cuando su interior comenzaba a derretirse

- No - contesto mecanicamente Kai, con un tono que sorprendio a Tala pues era diferente a lo que siempre le habia escuchado. Pero para Rei, ese tono le parecia demasiado normal.

- No, gracias. Prefiero quedarme a comer aqui. - dijo Tala sonriendo, sin ver la expresión de muerte que Kai le dirigio.

- No. - dijo Rei regresando su atención al auricular - Asi es, dijeron que no... No, no fue una cita! - aquella afirmación hizo que Kai temblara imperceptiblemente, pero no tanto como para que Tala no pudiera notarlo. El chico pelirrojo frunció el entrecejo ante la duda - No lo se. Mañana se iran... Si, claro... Creo que antes del mediodía... De acuerdo. Nos veremos luego!

Y mientras Rei colgaba. Tala no pudo dejar de notar la ropa que llevaba. Eran ropas chinas, y tenian el simbolo del ying-yang. Su pantalón holgado de color negro, estaba cubierto por una camisa china, de mangas cortas, cuello alto, y cuya parte delantera y trasera esta mucho más larga que todo el conjunto, luciendola como un tipo de falda.

La toalla que llevaba aun sobre su cabeza, fue retirada, y mientras iba a dejarla sobre la ropa sucia, dentro del baño, ambos chicos notaron que su cola no estaba amarrada por la siempre banda blanca. Su cabello, sujeto a la altura de su nuca, estaba descuebierto. Tambien llevaba la cinta que cubria su frente.

- ¿Quieres comer algo? - pregunto Rei apareciendo con una gran sonrisa, y dirigiendose a Tala

- Eso me gustaria mucho. - contesto Tala, adelantandose a Kai, y sonriendole al chico chino.

- Entonces vamos. Yo tambien tengo hambre. Kai ¿Nos acompañaras? - Tala volteo a ver a Kai para escuchar la respuesta, y pudo notar como los ojos rojo-oscuro miraban fijamente al chico frente a ellos. Cuando Rei sonrió, Kai apartó rápidamente su mirada, gruñendo en respuesta.

Rei se dirigio a la cocina, seguido de Kai y de Tala. El chico pelirrojo estaba decidido a averiguar el porque de las actitudes, y las expresiones de Kai. No era común verlo espiando a las demás personas cuando creia que nadie más lo veia. Tampoco era común que mostrara tanto interes por una persona... Y él tenia que averiguar el porque.

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Tala veía fijamente las expresiones de Kai, sin que este se diera cuenta, mientras sostenia una amena conversación con Rei, quien preparaba la cena.

Rei se movía de aqui, allá, picando, moliendo, sazonando, cocinando y demás, sin posar sus ojos sobre los chicos que permanecian sentados en la pequeña mesa de la cocina, detrás de él. Tala estaba jugando con su silla, meciendola ligeramente hacia atrás, viendo como Kai mantenia los ojos cerrados, y con sus brazos cruzados sobre su pecho parecia no escuchar la conversación que sostenían... Pero Tala pensaba lo contrario y estaba dispuesto a saber si se equivocaba.

- ¿Quien es Mariah? - pregunto sin perder detalle del chico de cabello bicolor, pero este mantuvo su postura

- Es una amiga. Una integrante de los White Tigers. - contesto Rei sin darle mucha importancia

- Oh!... ¿Y es con ella con quien tuviste una cita hoy? - volvió a interrogar y por primera vez pudo notar como los musculos de Kai se tensaban, y sus manos se apretaban ligeramente. Sonrió al ver que si tenia razón al pensar que Kai estaba mas atento a la conversación, de lo que demostraba.

- Yo no la llamaria cita - dijo Rei riendo, sin preguntarse como es que Tala sabía eso, después de todo se lo habia dicho a Max en el telefono.

- ¿A no? - dijo riendo - ¿Y como la llamarias?

- No lo se. Pero no la llamaria cita. Solo fui con una amiga a ver la presentación de beyblade que habia en el museo. Mariah, adora el beyblade.

- Vaya!. Y dime, esta amiga, ¿Es más que una amiga? - dijo felizmente, viendo como Kai se ponía aun más tenso, y logrando que su seño se frunciera.

- Si - contesto Rei, y Tala notó como el rostro de Kai cambiaba a uno más sombrió - Es como una hermana.

Tala volteo a verlo al escuchar tal afirmación. En verdad no esperaba esa respuesta.

- ¿Hermana? - repitio incredulo

- Si. Ella y todo el equipo White Tiger son mi familia, todos ellos son como mis hermanos. Y los hermanos no tienen citas. - repitió las palabras de Lee.

- oh!! - exclamo Tala, entre sorprendido y divertido. La expresión, de incertidumbre y asombro, en el rostro de Kai, le producia curiosidad, pero tambien le hacia sonreir. - ¿Y quien se ira mañana al mediodía?

- El equipo White Tigers regresara a China. - contesto Rei sacando los platos de las alacenas

- Entonces, ¿Tu tambien te iras? - Tala deletreó cada palabra contemplando el rostro de Kai, que parecia haber perdido el color...

- No. Yo no regresare a China. - Y Tala observo como el rostro de Kai mostraba asombro - Tengo planeado viajar.

- ¿Viajar? ¿A donde? - interrogo Tala, haciendo la pregunta que devoraba a Kai.

- Aun no lo se. Pero antes de unirme a los Bladebrakers, lo hacía. Y como el equipo se disolvio, soy el único que no tiene un lugar a donde regresar. - dijo sin emoción alguna impresa en su voz - Tyson y Max regresaran a Japón, donde Kenny los espera. Y creo que Kai se quedara aqui, ¿no?

Rei volteo su rostro, sonriendo amablemente, para fijar sus ojos dorados en el rostro impasible del chico ruso-japones. Pero Kai no volteo a verlo por temor a encontrarse sumergido en aquella mirada tan dulce. Si se movía, su cuerpo podría temblar, involuntariamente.

- Pero, podrias regresar con tu 'familia' a China. ¿O no? - pregunto Tala tratando de saber más acerca de las reacciones de Kai. Le sorprendia verlo tan multifacetico en ese momento, cuando siempre se mostraba indiferente a lo que hicieran los demás.

- Tal vez - contesto Rei comenzando a servir - Pero aunque es mi familia, y la considero como tal, ya no me siento con deseos de regresar. Es difícil explicarlo, pero mi casa ya no esta en China, aun cuando todas las personas a quienes quiero se encuentran allá.

- oh! - exclamo un confundido Tala, dejando de ver a Kai, y centrando su atención en la comida - Muchas gracias! - le dijo sonriendo al muchacho chino

Rei sonrió y comenzó a comer, pero al percatarse de que Kai no comía, se levanto, se inclino lentamente sobre la mesa, y coloco su rostro cerca del de Kai para que pudiera escucharle.

Kai trataba de analizar todo lo que habia escuchado, encontrar la respuesta a cada pregunta que aparecia en su cabeza: ¿Que significaba eso de que Mariah era su hermana?. ¿Que habia significado eso que su casa ya no estaba en China?. ¿Y porque demonios se sentia enfadado de que Tala conversara tan amenamente con Rei?... Esa era otra tonta emoción, que no tenía ni base ni fundamento... Lo que muchos llamarian Celos... Y Kai odiaba tener celos...

- ¿Kai? - pregunto una suave voz cerca de él. Pudo notar el tono de preocupación que habia en aquellas palabras, y sus nervios se erizaron al sentir el tibio contacto de un aliento sobre su rostro.

Los parpados se abrieron, y sus ojos temblaron al verse frente a frente con aquellas orbes doradas que le veían con preocupacion. Todo su ser se agito, y un nudo se formo en su garganta al ver su cercanía...

Tala alterno su vista en uno y otro, sintiendose confundido ante la situación. No podía equivocarse, aquello que veía en los ojos de Kai era diferente a lo que siempre habia visto, pero no podía distinguir que era. ¿Y porque Kai temblaba?

Rei sonrió ante, lo que él creia que era, la mirada siempre fria de Kai, regreso a su lugar, y comenzó a comer. El chico ruso mostró su semblante frío, y tambien lo imito. Mientras que Tala no entendía que hacer para saber lo que le sucedia a Kai... ¿Como iba a saber acerca de sentimientos, cuando nunca antes les habian hablado sobre ellos?... Pero de algo estaba seguro, Rei era la causa por la cual Kai se encontraba en ese estado: De tan mal humor, y lo que provocaba que actuara tan extraño.

Tenía que comprobarlo.

- ¿Puedo acompañarte? - dijo de pronto, y Rei volteo a verlo confundido por la pregunta

- ¿A donde? - preguntó a su vez el chico chino

- A dejar a tus amigos. El entrenamiento en la abadia no sera sino hasta la tarde, y tengo toda la mañana libre. No quiero quedarme sin hacer nada.

- Claro. Max y Tyson tambien me acompañaran. Puedes venir a las 9 de la mañana, para que vayamos a despedirlos.

- Genial!. - exclamo Tala

- ¿Vendras, Kai? - pregunto Rei, pero sin obtener respuesta de su lider.

- No te molestes en invitarlo - dijo Tala. - A Kai no le gustan ese tipo de cosas. ¿Verdad, Kai?

Los ojos rojo-oscuro, se fijaron en el chico pelirrojo y le miraron mortalmente. Tala solo sonrió burlonamente ante su mirada. Y Rei se extraño de que Kai le viera de esa forma, ni Tyson lograba que le mirara asi. ¿Por que Tala tenía la capacidad de hacerlo enfadar de esa manera? ¿Y por que a él le importaba?

- Pero Rei, cuentame algo sobre China - dijo de pronto Tala, haciendo que Kai desviara la mirada - ¿Hay alguien que te gusta?

Y los ojos azules no dejaron el rostro de Kai. La expresión que vio en aquel rostro serio, le hizo entender, al fin, lo que estaba sucediendo... Le parecia sorprendente y a la vez imposible... Kai Hiwatari, el mismo Kai que él habia conocido desde pequeño, el mismo chico frio y orgulloso, estaba enamorado... Enamorado de la persona que estaba en esa misma mesa: Rei Kon...

Lo habia conocido durante toda su infancia, y sabia cuando algo molestaba Kai, y ese algo, en esos momentos, era el joven chino. Las miradas que le habia dirigido, aunque para todos fueran las de siempre, él sabia que eran diferentes. Las expresiones que habia adoptado durante toda su conversación apoyaban sus suposiciones. Y el verlo tensarse ante aquella simple pregunta confirmaba sus sospechas...

- No - contesto Rei, sacando a Tala de sus pensamientos, pero sin lograr que su mirada se fijara en él.

Tala sonrió ampliamente al ver como el cuerpo de Kai se relajaba, pero la sonrisa desapareció cuando lo vio levantarse.

- Gracias por la comida - dijo Kai recogiendo su plato y llevandolo al lavabo. - La lluvia ya se calmo - dijo con voz gelida, y Tala comprendio que intentaba decirle.

- Entonces creo que sera mejor que me vaya - dijo Tala levantandose de la mesa. - Un placer hablar contigo Rei. Nos veremos mañana.

- Hasta mañana, Tala. - dijo Rei quedandose a limpiar la cocina.

Kai salió de la cocina, y Tala le siguió, sonriente e incredulo, todavia, a lo que acababa de descubrir. Queria hacer a Kai enfadar, pero no iba a decirle lo que habia averiguado, todavía no era el momento. Asi que tomando la carpeta que estaba sobre la mesa, se dirigio a la puerta. Antes de llegar a ella, esta se abrio repentinamente.

- Hola, Tala!! - saludaron amistosamente Max y Tyson.

- Hola, chicos! - contesto Tala sonriendo, y acercandose a ellos. - ¿Que tal estuvo la cena?

Pero antes de que Max pudiera contestarle. Tyson le interrumpió:

- Hey! - exclamo Tyson después de olfatear el aire - Huele a comida!!

- Tyson, acabas de comer! - le regaño el chico rubio y le siguio mientras Tyson se dirigia a la cocina.

Tala sonrió ampliamente y antes de marcharse, volteo a ver a Kai. Decidido a hacerlo confesar lo que él ya sabía, le dijo:

- Rei es muy lindo. - los ojos de Kai centellaron - Dale las gracias, y dile que su comida estuvo exquisita.

En cuanto dio la vuelta para salir, escuchó la puerta cerrarse trás de él con más de la fuerza necesaria. Sonrió satisfecho al haber conseguido lo que queria... Iba a lograr que Kai aceptara lo que se negaba a admitir. Y tenía un plan para lograrlo, además de que se divertiria al hacerlo.

En cuanto subio al auto, y dio la orden de avanzar, Tala comenzo a detallar su plan más a fondo. Si bien para él era un juego, no sabía lo que ese pequeño juego iba a acarrearle. Pero sabía que iba a divertirse al ver las expresiones de Kai, de las cuales, él era el único que notaba la diferencia. Y eso le ocuparia el tiempo que le sobraba por la falta de entrenamiento. En verdad se sentia aburrido!...

Continuara...

N/A:

De nuevo ando por aqui. Mi segundo fic de Beyblade. Y al parecer las preguntas han comenzado a plantearse. Además de que los problemas van apenas a comenzar.

¿Cual sera el plan de Tala? ¿Sera bueno, o sera malo? ¿Como les ayudara?... Como se habran dado cuenta, este es un fic Yaoi, asi que si no les gusta el genero, son libres de marcharse. La pareja, obviamente, sera KaixRei, pero tambien he pensado en otra... Talax??... Quien, les aseguro, no estara feliz con el plan de Tala, aunque claro que no va a saber de que se trata... Asi que, como veran, los celos estaran más que presentes. Ya veremos como comienzo a desenredar este embrollo... La verdad no creo que dure mucho, considerando el tamaño de los capitulos, pero ya veremos después...

Por ahora me despido, esperando verlos en el siguiente capitulo: "Juego peligroso"... Nos vemos!!... Por cierto, no duden en escribir a [email protected], si tienen alguna duda. =^^=