The Crying game (Parte de Mi Ángel de la guardia)

Por Candymaru, que el 7 de Julio cumplió un año en este sitio

Candy-chan: .-. Onii-chan se jue... ¡Me he quedado sola celebrando mi aniversario! (Que By the way fue hace tiempo XD)

Camarita amiga: OxOU Yo estoy aquí... ¿Pero dónde está el Tony Pulguita?

Candy-chan: -0- Bien, ahora la vida me sonríe... XD Ya, pero weno... n.n Ya salí de vacaciones, así que voy a actualizar más rapidito! No es lindo?

Lectores: ....cri...cri...cri...

Candy-chan: X.x Wenu... Mejor me pongo a hablar de algo que sí les interese... Bien, ya estoy aquí con el capítulo 13, en la continuación de mi querido fic MAG! Les había dicho que el fic taba dividido? Pos si no se los dije, al fin y al cabo no importa -0- Y siempre, Lamento muuuuuuuucho la demora!

REVIEWS! REVIEWS O ME MUERO!

A propósito... A esa tal Chika Tao... Lo siento, no entiendo ladridos de perras n.n

Y a la señorita Ai... n.n Hola XD Me alegro que haya encontrado mi fic

---Dedicado a Toos! XDDDDDDDD---

0OoO00OoO00OoO00OoO00OoO00OoO00OoO0

Frío... Y no de aquel frío acogedor, no el de mi aldea...

¿Qué sucedía? ¿Por qué de pronto sentía como si todo en este mundo estuviese congelado, como si la tierra ya no hiciera sonido alguno?

Quise abrir mis ojos, pero algo me lo impedía. Algo, en el fondo de mi corazón, me suplicaba que no abriera los ojos ¿Pero por qué? ¿Por qué? ¿En dónde estaba? ¿Y qué era aquello que estrechaba entre mis brazos, aquel liviano y frío bulto que se hallaba en mi regazo?

De pronto, algo tibio cayó sobre mis manos... ¿Lágrimas? Sí, eran lágrimas, pero no mías...

"Son de él. Es él quien está en mis brazos, es él."

En un abrir y cerrar de ojos, todo lo sucedido aquel día pasaba frente a mis ojos.

-Jun...- Murmuré casi por instinto, mientras abría mis ojos para encontrarme con la fría habitación. Len dormía en mi regazo, llorando en sueños...

Miré hacia la camilla, y cual fue mi horror al no encontrar a Jun allí... Ya se habían llevado a nuestra hermana

-Ya... Ya despertó- Una voz me salvó de caer de nuevo en ataque de llanto. Era una de las enfermeras que nos habían conducido hacia donde se encontraba Jun en sus últimos minutos de vida. Era bastante joven, y su largo pelo estaba tomado en una larga trenza.

-¿Qué...- Mi voz nuevamente me sonaba ajena, al igual que todo a mi alrededor -... Qué pasó?

La mirada de la enfermera pareció enternecerse y a la vez entristecerse –Estuvieron llorando así por horas, hasta que se quedaron dormidos...-

Y entonces me di cuenta de dos cosas. Uno: Que por la ventana se podía ver el cielo, oscuro y sin estrellas. Y dos: La frazada que nos cubría a ambos

-... No nos alcanzó el coraje para despertarlos...- La enfermera pareció notar mi curiosidad por la frazada -...así que decidimos dejarlos tal como estaban, hasta que decidieran despertar-

-Y... ¿Y Jun?- Me atreví a preguntar, cerrando mis ojos para evitar ver aquel desolador paisaje que ahora nos envolvía

La enfermera se agachó hasta quedar a la misma altura que yo –Hemos tenido que retirarla de su camilla...- Murmuró, evitando mirarnos –Ya sabe... No podíamos dejarla aquí en su estado...-

-Ya veo-

-Sí...-

-Hmmm...-

De nuevo el silencio reinó en la habitación, y tuve que resistirme a cerrar los ojos nuevamente

-...¿Puedo preguntarle algo?-

No pude evitar suspirar... No tenía ningún ánimo de responder preguntas, pero la enfermera había sido realmente amable -Claro- Dije, tratando de sonar lo más normal posible, aunque dudo que diese resultado

-¿Es usted Horo-Horo?-

-...Sí...- Respondí, un poco extrañado -¿Por?-

-No sé si yo sea la indicada para hacer esto, pero...- Y entonces la conmovida enfermera sacó un papel de su delantal blanco –Mire...- Me pasó el papel , con manos temblorosas, como las mías

"Díganle a Len y a Horo-Horo que busquen en el 4to cajón de mi armario."

Eso era lo que decía aquel papel estrujado, con la clara y delicada letra de Jun... ¿A qué se referiría con que buscáramos en el 4to cajón de su armario?

-¿Qué es usted de ellos, joven? ¿Es pariente?-

De todas las preguntas que pudo haber hecho, eligió la más difícil...

¿Qué era yo de ellos? ¿Era sólo un empleado? Pero también era compañero de clases de Len (Por alguna razón, no se atrevía a pensar que eran amigos), pero...

¿Cuántas veces Jun actuó como si fuese mi hermana, o incluso mi madre?

"Eres parte de la familia" Había dicho ella una vez...

-Soy...- Y dudé un momento antes de hablar –Soy amigo de la familia, creo...-

Conste que dije "Amigo de la familia", no "Amigo de Len" o "Amigo de Jun". Y es que no me sentía seguro de si eran mis amigos, pero no podía decir "Son mi familia adoptiva", porque eso sería un descaro... Amigos, sí...

Eso era lo que más se acercaba a los sentimientos que tenía hacia ellos...

Aunque Len...

-Ah, ya veo...- Dijo la enfermera, quien ahora miró a Len... Y de pronto se sonrojó de sobremanera.

-...¿Sólo...- Preguntó, volteando la cabeza hacia otro lado -Usted es sólo amigo de la familia?-

-..Eso creo...- Respondí yo, intrigado por el repentino comportamiento de la enfermera. Y entonces volví a mirar a Len, quien seguía en mi regazo...

–Se nota que son muy buenos amigos...- Sonrió un poco nerviosa la enfermera –Y eso que es difícil ser amigo de gente como ellos.-

-Supongo...-

-Ah! Se me había olvidado presentarme... Yo soy Kyoko-

-...Mucho gusto- Respondí yo, y recién me percaté de que sin darme cuenta mis manos habían estado acariciando las mejillas de Len durante toda la conversación...

Ahora ya entiendo el comportamiento de la enfermera...

"Ya qué mas da..." Pensé, mientras suspiraba... No tenía ganas de aparentar, no en esa situación.

-Enserio, lo siento mucho por ustedes... – Y al instante siguiente y sin previo aviso, pequeñas lágrimas negras salían de sus ojos... Lágrimas y rimel, mezcladas, que me tomaron por sorpresa

Eran las lágrimas de Jun. Las lágrimas derramadas aquella vez por sus padres, por sus hermanos y por su propia miseria... Sus lágrimas de compasión por la decadencia de nuestra sociedad, que aún mezcladas con licor fueron verdaderas.

Eran lágrimas negras, como las de esta enfermera.

-Lo siento...- Dijo ella, disculpándose –No debería comportarme tan patéticamente frente a usted, quien acaba de perder a un ser cercano como ella...-

-No se preocupe, está bien...- La tranquilicé yo, aunque mi atención no estaba centrada en ella, sino en Len...

¿Cómo va a estar él?

Él fue quien lo perdió todo, no yo...

...Yo no merezco la compasión de nadie por esto.

-¿Cómo murió?- Finalmente pregunté eso que ni siquiera me había atrevido a imaginar ¿Qué había sucedido? ¿Alguien le hizo eso, alguien la obligó?

-Se suicidó...- Balbuceó la señorita Kyoko

"Así que ella decidió quitarse la vida..."

- La encontraron en su camarín, inconsciente. Al parecer, fue por sobredosis de sedantes, mezclados con alcohol. Una verdadera bomba para el organismo... Aunque ya su cuerpo estaba débil e intoxicado de antes...-

-¿...Cómo...?-

-¿Ha escuchado usted sobre lo que hacen las modelos para verse más delgada?-

- Dietas...- Respondí yo -...Y creo que se sacan costillas-

La señorita Kyoko pegó su vista en el suelo, sus manos apretando con fuerza su bitácora –No, no... La señorita Jun era anoréxica-

Fue como si alguien me hubiera pegado una bofetada muy fuerte...

Anorexia...

-Dios...- Susurré avergonzado, golpeando mi puño contra el piso -¿Cómo pude ser tan estúpido?-

Estaba todo tan, tan claro... Y yo nunca supe nada, yo nunca pude darme cuenta...

Quizás en el fondo ella estaba pidiéndonos ayuda...

...Y yo no la vi

-No es su culpa. Esta enfermedad es a veces muy difícil de percatarla...-

-Aún así...-

-Usted no tiene la culpa, enserio...- Me interrumpió ella, levantando sus ojos para mirarnos a ambos –Es el mundo en que vivía, que al final terminó destrozándola por completo, reduciéndola a una sombra de lo que fue en vida. Imagínese, ingerir toda esa cantidad de sedantes, más alcohol... Ya es mortal, sin contar de que su cuerpo estaba débil...Y...-

-¿...Y?-

-Hay otra cosa... Otra cosa más. No los sedantes, ni su anorexia- Y aquí hizo una pausa – Y tampoco era su depresión, sino algo más...-

-¿Había algo más? ¿Algo más, aún teniendo todo lo que tenía?-

-Así es- Asintió ella -La señorita Jun llevaba un tiempo con heroína-

Esto ya parecía demasiado... ¿Heroína?

-Las modelos suelen usarla para verse más delgadas. Es un método bastante usado, que incluso marcó tendencias... ¿Ha escuchado hablar Del "Heroin Chic Look"?

-...No sé...- Apenas respondí, horrorizado...

¿Qué había hecho Jun para merecerse tanto?

¿Cuál fue su gran pecado?

-...Horo-Horo...?- El Frágil cuerpo de Len tembló, y luego se acurrucó de nuevo, mientras se llevaba una mano a la cara, donde yo aún tenía mi mano

"No despiertes, Len... ¡Por lo que más quieras, no despiertes! No quiero que despiertes solo para ver lo que hay enfrente de nosotros"

-Voy por café y algo para comer...- Al instante, y de forma asombrosamente rápida, la enfermera se paró de su asiento -Deben de tener hambre...- Tartamudeó, sonrojada de nuevo

-No es necesario- Levanté mi mirada hacia ella, quien estaba ya saliendo de la habitación

-Si lo es...- Respondió en el mismo tono nervioso de antes, sin voltearse -Es mi deber como enfermera cuidarlos. Y ustedes han estado fríos durante horas-

Y nos dejó solos

-Hmmmm...- Len se removió un poco, y finalmente abrió sus ojos, que recorrieron lentamente toda la fría habitación y terminaron encontrándose con los míos.

-...Perdóname...- Fue lo único que se me ocurrió decir, mientras lágrimas caían por mis mejillas

"Perdón por llorar frente a ti...

Por mostrarme débil frente a ti...

Por no darte apoyo...

Por caer contigo y no poder levantarme"

Len no respondió, pero ahora su mirada se veía vacía y ausente, mientras se volteaba para ver mi mano, que Dios sabe por qué aún no la había sacado

-...Ah, yo...- Al instante quise remover la mano, pero él fue más rápido. Él ya había posado su mano sobre la mía, contemplando la habitación en silencio, como un muñeco sin vida, sin decir ni una sola palabra ni mover ni un solo dedo

-Entiendo...- Suspiré yo, cerrando mis ojos.

No era tiempo para luchar contra mis sentimientos...

No era tiempo de nada...

0OoO00OoO00OoO00OoO00OoO00OoO00OoO0

Ok, no hubo mucha acción... Pero me encantó la escena que se formó... Es decir ¿No es lindo, aún en esos momentos?

Amo a esos chicos...

Y bueno, ese fue el capi. Ya saben la rutina, así que vayan a ese botoncito de debajo y déjenme sus tomatazos

Próximo capítulo en "The crying game": Funerales y reencuentros. Horo-Horo conoce por fin a los padres de los Tao ¡No se lo pierdan!

PD: A la enfermera no le gustaba Horo u.u

PD2: Tampoco el shonen-ai u.u

Ryuuro No Ren