Hola a todos, me disculpo por el tiempo que han tenido que esperar..., bueno ley la orden del fénix y decidí cambiar algunos detalles de mi fic , espero que les guste

Advertencia:

Esta fic contiene sexo explicito, relaciones entre personas del mismo sexo (slash), sexo grupal, también contiene violencia, incesto y tendencias suicidas, si estas en contra de esto por favor no sigas adelante.

No escribo esto con intención de ofender la susceptibilidad de nadie, los personajes no me pertenecen y escribo este fic sin fin de lucro.

Espero que les agrade, esta es mi visión de un Harry adulto, viviendo en un mundo creado por el, aceptando un nuevo rol dentro de la sociedad mágica.

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Recuerdos de un pasado distante

Capitulo 1

The Night

Mañana empañada, nubes en el cielo
Sin advertencia el hechicero pasa
Echando su sombra, teje su hechizo
Ropa cómicas, tintinea la campanilla

Nunca hablando
Sólo sigue caminando
esparce su magia

El poder maligno desaparece
Los demonios se inquietan cuando el hechicero se acerca
Vuelve lágrimas en alegría
Todo el mundo está feliz cuando el hechicero pasa

Nunca hablando
Sólo sigue caminando
extiende su magia

El sol brilla, las nubes se han ido
Todo las personas dan un suspiro feliz
Ha pasado, dando su señal
Dejó a todas las personas sintiéndose bien

Nunca hablando
Sólo sigue caminando
esparciendo su magia

La tormenta arreciaba, negros nubarrones cubrían las estrellas, casi podría pensarse que los cielos estaban llorando por los pecados de los seres humanos, el mar azotaba con inmensas olas la pequeña isla casi desierta excepto por un castillo, era inmenso y majestuoso, se podían apreciar cuatro grandes torres rodeadas de un gran bosque; casi todas las habitaciones estaban oscuras con excepción de una de la torre norte que se encontraba suavemente iluminada, era una sala amplia llena de extraños objetos, estaba decorada en suaves tonos rojos y dorados, con algunos detalles plateados; se podía apreciar una espada colgada descuidadamente en la pared, una mesa llena de documentos escritos en pergaminos se encontraba arrebujada en un rincón en medio de la habitación se encontraba un gran espejo plateado y aun lado de este un gran sofá de color rojo una chimenea dejaba ver un intenso fuego que llenaba la habitación de un suave calor.

Una figura se encontraba echada al pie de un antiguo sofá, era un hombre joven de aspecto tranquilo, alto, su cuerpo era delgado pero se podían apreciar que unos músculos finos y ágiles tras su túnica negra, algunos podían pensar que poseía un aire de calma casi femenino sino fuera por el aura de poder que emanaba, tenia el largo cabello negro cayéndole desordenadamente por la frente, cubriendo una misteriosa cicatriz en forma de rayo, sus intensos ojos verdes se encontraban velados por un aire de melancolía, se podía advertir en ellos una gran sabiduría, la que podría encontrarse en alguien que hubiera vivido miles de vidas o que hubiera visto morir a miles de personas, había también un extraño cansancio en ellos, el de un viejo guerrero que hubiera sobrevivido a cientos de guerras y que llevara en al alma grandes y terribles cicatrices; el hombre estaba tranquilo, observaba placidamente el fuego y parecía tener la mente perdida en viejos recuerdos.

Una mujer entro a la habitación, llevaba puesto un delgado camisón blanco, se podía ver que era seda con bordados azules en el escote y las mangas, ella era mas bien baja, delgada con una figura dulcemente femenina, su cabello castaño muy enmarañado se encontraba suelto por su espalda, se podía ver en sus inmensos ojos café una gran tristeza, sostenía en la mano una varita que despendida una suave luz, entro a la habitación con suaves pasos inaudibles por la gruesa alfombra que cubría el piso de esta, sus pies descalzos estaban cubiertos por unas finas medias.

- Harry, debes descansar, mañana será un largo día- la voz era suave pero se podía advertir en ella una gran preocupación

El hombre volteo y una suave chispa de felicidad ilumino sus ojos haciéndolo parecer repentinamente mucho mas humano

- Si Mione, lo sé, solo estaba recordando los viejos días

La mujer sonrió suavemente mientras rápidamente aparecía en sus manos una manta, caminando pausadamente se echo al lado del hombre cubriéndolo con ella mientras acariciaba su rostro.

Harry solo sonrió con tristeza mientras abrazaba a la mujer, su mirada vago por la habitación mientras pasos apurados se escuchaban acercándose, dos figuras aparecieron, parecía que se hubieran acabado de levantar, los hombres observaron a la pareja y sonriendo se acercaron a ellos abrazándose mutuamente, uno de ellos era muy alto con el cabello de un rojo fuego y unos ojos azules que transmitían serenidad, su cuerpo era recio, parecía alguien que practicaba activamente algún deporte, sus movimientos eran firmes y seguros; a su lado iba un hombre delgado un poco mas bajo que su compañero, su cuerpo era delicado pero firme, caminaba ágilmente deslizándose con una habilidad que recordaba el movimiento de una pantera, rubio y de tez pálida, parecía un ángel vengador, sus ojos eran grises llenos de orgullo, brillaban con altivez solo ligeramente suavizados por un ligero matiz de felicidad.

- Recordando vidas pasadas Harry- el pelirrojo parecía preocupado

- Vamos Potter, es muy tarde para ensoñaciones, si deseas deprimirte debiste habernos avisado, te hubiéramos traído una buena botella de vino. – el rubio hablo con diversión

- Ron, Draco no es nada, solamente deseaba escuchar la tormenta mientras observaba el fuego

Los hombres se acercaron al moreno y rápidamente tomaron asiento al lado de este.

Las cuatro figuras se abrazaron por largo tiempo, cada cual sumida en sus propias reflexiones mientras el fuego moría.

Harry observo a despacio a cada uno de sus hermanos, porque eso era lo que ellos eran para el, hermanos que siempre estarían a su lado, la única familia que le quedaba, era consiente de que en los difíciles años que habian vivido, ellos habian sido su único soporte, eran lo único que le quedaba y las únicas personas que aun podían ver una sonrisa en sus labios, con ellos no era el mago mas poderoso, no tenia necesidad de aterrorizarlos un poco para que aprendieran sus lecciones, no tenia que usar la careta de asesino y dictador que debía ponerse cada vez que abandonaba la isla, para ellos era simplemente Harry, un Harry al que habian visto llorar el día que el ultimo de aquellos que el llamaba padres había muerto, un Harry al que habian elegido aun por encima de sus propias familias y por quien habian sacrificado sus almas.

Eran llamados los cuatro grandes, los asesinos que habian exterminado sin piedad a los bandos que habian sumido al mundo mágico en una guerra sin fin, aquellos que luego de terminada la misma habian decidido entregar el poder a un ministerio controlado por ellos con un Neville Longbottom como ministro, no había decisión importante que ellos no aprobaran primero, el mundo mágico estaba agradecido pero también temeroso, todos los magos eran consientes del inmenso poder que poseían y resentían saber que sus destinos eran manejados por ellos de manera arbitraria, sin embargo a pesar de todo esto no había nadie que se atreviera a oponérseles, eran legendarios y misteriosos, pero sus enemigos sabían que por sobre todo eran poderosos y letales.

Harry sonrió amargadamente, muchos codiciaban el poder pero pocos estaban dispuestos a pagar el precio que este exigía, miro orgullosamente a sus amigos, cada uno de ellos habian pasado terribles pruebas, habian perdido casi todo, habian sido torturados, golpeados y traicionados por aquellos que debían protegerlos, aun así habian sobrevivido, todos eran fuertes pero ya no inocentes, el mismo había perdido la fe y la amabilidad que lo habian caracterizado de joven, al igual que la mayoría de sus escrúpulos y sus antiguas inhibiciones, sabia que el Harry de 15 años que difícilmente podía recordar hubiera sido incapaz de cometer un asesinato, el Harry que ahora existía se había manchado las manos mas de una vez con sangre derramada sin piedad ni misericordia.

Durante un segundo se permitió llorar por el joven cándido y confiado que un día había sido, antes de que aprendiera de la manera mas brutal que la única piedad que existía era la del vencedor y que a veces la línea que dividía el bien del mal era mucho mas delgada y difusa de lo que nadie podría creer.

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Harry se encontraba mirando por la ventana, había pasado un mes desde que había vuelto de Hogwarts, un mes desde la ultima vez que había podido dormir sin pesadillas.

No podía dejar de ver las imágenes de Sirius cayendo... muriendo, podía sentir el frió que lleno su corazón, los brazos de Remus rodeándolo deteniéndolo, durante unos segundos había deseado desesperadamente morir.

La primera noche que paso en la casa de los Dursleys se había deslizado lentamente a la cocina, sus ojos llenos de lagrimas, había agarrado un cuchillo y había cerrado los ojos... podía sentir aun el latir de su corazón mientras cortaba lentamente sus muñecas... la sangre había goteado ensuciando el pulcro piso, se había arrastrado hacia su habitación mientras su mente se llenaba de imágenes queridas, los rostros de Hermione y Ron , el viejo castillo donde se había sentido tan feliz... los abrazos de la señora Weasly....

Lentamente se fue despidiendo de todos, estaba tan cansado... tan terriblemente agotado de vivir , harto de ser el culpable de miles de muertes... había visto cada asesinato, por lo visto Voldemort se complacía mandándole visiones detalladas de cada uno.

Sus ojos se cerraron lentamente, ya no existía el dolor solo una sensación de languidez... podía sentir la vida fluyendo por sus muñecas....

No podía decir en que momento de esa noche su alma había despertado, exigiendo venganza, sacándolo del trance en que se encontraba, cuando volvió a abrir los ojos supo que no podía morir, al menos no hasta haber destruido a Voldemort, todas las dudas se habian desvanecido, en algún momento de esa agonía su corazón había aceptado lo inevitable, tenia que matar a Tom Riddle, no habría culpa ni tampoco dudas, sonrió amargamente, era curioso que justo antes de morir deseara tan desesperadamente continuar vivo, ya no por el futuro irreal que había imaginado cuando creía sinceramente que podría vivir con Sirius y ser feliz... tenia que vivir para hacer pagar a Voldemort cada una de sus muertes....

Su cuerpo se rodeo de una extraña energía, nacida talvez de su desesperación, lentamente las heridas se cerraron y Harry cayo al suelo de su habitación desmayado....

El Harry que despertó era completamente diferente del que había sido, lo único que conservaba del antiguo era el amor hacia sus amigos, todo lo demás había sido barrido por una férrea decisión, empezó a leer obsesivamente sus libros, no era mucho lo que podían ayudarlo pero eran lo único que tenia, repaso una y otra vez hasta memorizarlos, no podía practicar pero poda analizar toda la teoría, un ansia indescriptible se había creado en su mente, necesitaba saber, estar preparado, por primera vez en su vida empezó a cuestionar las decisiones de Dumbleore, porque nunca lo había entrenado, porque no le había dado las armas para defenderse, el había sabido siempre el peligro en que se hallaba, lo mas lógico hubiera sido prepararlo, había estado a punto de morir desde primer año y Dumbleore no había hecho nada....

Harry miro tristemente su habitación, desde que había vuelto los Dursleys se habian limitado a dejarlo tranquilo, no mas labores domesticas, claro que tampoco le hablaban pero el lo prefería así....

había tenido mucho tiempo para pensar....

Era ciertamente interesante darse cuenta que el asesinato estaba permitido si era "para hacer el bien", claro que siguiendo esa lógica Voldemort estaba en pleno derecho de matar a su antojo... el bien era algo tan subjetivo, dependía bastante de las consideraciones personales de cada uno...

Hermione y Ron no habian escrito, suponía que Dumbleore se los habría prohibido, probablemente todo el mundo mágico estaría muerto del pánico.

Lupin se daba una vuelta cada semana por la casa, apenas el tiempo suficiente de asegurarse que estuviera vivo, imaginaba que la señora Figg lo estaba vigilando y a veces había sentido una presencia siguiéndolo cada vez que salía de casa, claro , eso era antes de que le prohibieran hacerlo...

Extrañaba la compañía humana, tener alguien con quien conversar , pero al mismo tiempo temía que se pudieran dar cuenta del cambio que había sucedido con el, continuaba siendo mas chico que la mayoría de muchachos de su edad, sin embargo su cuerpo había crecido un poco y su voz era mas gruesa y firme, suponía que Sirius le habría dicho lo mucho que se parecía a su padre una vez mas...

Sirius... lentamente se acerco a baúl y saco el espejo que este le había regalado, cuantas cosas se hubieran evitado si hubiera abierto el obsequio a tiempo, claro que , pensó cínicamente , en ese caso el ministerio no habría aceptado el regreso de Voldemort y hubieran continuado en su tarea de desprestigiarlo, a veces se preguntaba cuanto de eso era simple coincidencia, tenia que aceptar que las cosas habian salido extremadamente bien para Dumbleore, volvía a tener el respeto de la gente, además claro del apoyo del ministerio y todo a cambio de la muerte de un mago acusado de asesinato incapaz de colaborar con su dichosa orden del fénix....

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Harry aparto esos recuerdos de su mente, había sido la primera vez que había dudado de lo que le habian dicho, el en ese momento no se había dado cuenta pero la semilla de la duda había sido plantada ya en su mente, a partir de esa noche parte de la inocencia se había ido, nunca pudo volver a creer que los de su lado eran buenos, podría decirse que por primera vez se dio cuenta que las cosas no siempre eran sencillas.

Hermione se encontraba preocupada, la carga que suponía los recuerdos era mucho mas pesada para Harry que para ninguno de ellos, sabia que al final el que mas había sufrido había sido su amigo, sonrió orgullosa, ella había pagado un precio inmenso también pero había podido sobrevivir, era conocida como la dama de la muerte, fría y tranquila podía torturar a una persona mientras le recitaba a su victima cada sensación que esta estuviera viviendo, sabia que podía ser considerada un monstruo al igual que Harry, Ron y Draco; pero sinceramente dudaba que ninguno de aquellos que se atrevían a pensarlo pudieran sobrevivir a la mitad de sus pruebas.

Una mascara de absoluta calma disfrazaba sus emociones, hacia mucho tiempo que no seguía un impulso, todos sus actos eran analizados hasta el mas mínimo detalle; esa era su fuerza, el talento que la convertía en una de las brujas mas poderosas que jamás existieron, el talento de conocer de manera intima y completa su propia esencia humana, casi podía ver los hilos impresos en el subconsciente de la raza, hilos que manejaban a las personas sin que estos se dieran cuenta.

Habian entrenado juntos cada músculo de sus cuerpos, habian llegado a dominar completamente su cuerpo a tal grado que podían permanecer horas sin moverse o atacar con un solo despliegue de energía en un movimiento tan rápido que su victima estaba muerta antes de que ella acabara de moverse.

Habian pasado seis años desde el fin de la guerra, años en que algunas heridas habian cerrado y otras simplemente habian dejado de doler, hace tiempo había aceptado sus destino, sin embargo Harry aun se sentía traicionado, a pesar de todo aun soñaba con escapar de la trampa que la vida les había tendido casi desde el día en que habían nacido.

Aun podía escuchar los sollozos de su amigo cuando volvieron ese terrible año a Hogwarts, nunca se pudo perdonar el no haberle escrito a pesar de todo lo que pudo haber dicho Dumbleore.

Un suspiro se escapo de sus labios, Harry había estado pensativo, siempre se ponía así en la misma fecha, era halloween y sabia que el moreno se perdía en ensoñaciones acerca de lo que pudo haber sido, Ron y Draco también lo sabían y por eso habían venido a hacerle compañía, una ligera mirada a su amigo la convenció de que era momento de utilizar otro tipo de métodos para disipar la melancolía de Harry.

Despacio, Hermione se acerco al sombrío hombre de ojos verdes mientras con una mirada seductora se desataba el ligero camisón, inmediatamente empezó a besar tentadoramente sus labios mientras sentía las manos de este recorriendo con movimientos delicados sus pechos, atrás sabia perfectamente que el rubio había empezado a besar su espalda mientras mas allá su otro amigo se encontraba acariciando las piernas del moreno.

Harry empezó a recorrer con la lengua la dulce piel del cuello de Hermione mientras una de sus manos acariciaban aun uno de sus pechos la otra se encontraba tocando suavemente la mejilla de Draco, Ron había empezado a quitarse la chompa mientras desanudaba con movimientos ágiles la capa del moreno, Draco se encontraba concentrado en la espalda de Hermione pero también había empezado a desnudarse…

Casi no recordaban la primera vez que habían dormido juntos, se habían acostumbrado a hacerlo, al principio tratando de olvidar el miedo y los gritos que los rodeaban, después se había convertido en un ritual, una forma de sellar el amor que sentían, porque ellos se amaban, cada uno de ellos moriría sin dudar por los otros, jamás se traicionarían, era un sentimiento intoxicante, lleno de pasión y dolor, se convertían en uno y durante solo unos segundos podían volver a ser los niños felices que habían sido, sus cuerpos se unían de la misma manera como hace años se habían unido sus corazones y sus almas.

En muy poco tiempo los cuatro se encontraban desnudos en el piso del salón, Hermione se coloco sobre Harry empezando a besar su pecho mientras sus manos acariciaban su dureza.

Por otro lado las leguas de Draco y ron se encontraban furiosamente mientras sus manos se recorrían con la confianza de los antiguos amantes

En cuestión de minutos la habitación se lleno de gemidos, Harry se sujetaba a los cabellos de Hermione mientras esta besaba ansiosamente el cuerpo de Harry, despacio, casi lánguidamente empezó a describir círculos con la boca antes de apoderarse de el y empezar a succionarlo mientras lo acariciaba con las manos.

Draco se había levantado bellamente desnudo, con cuidado acerco su miembro a la boca del moreno mientras acariciaba dulcemente sus cabellos

Ron por su parte empezó a acariciar las piernas de Hermione, poco a poco fue subiendo hasta llegar al centro de su ser, una corriente eléctrica recorrió su espina dorsal.

No paso mucho tiempo para que la habitación se llenara de gemidos contenidos, los cuatro formaban un hermoso cuadro desnudos con la piel bañada por la luz del fuego, Harry se arqueaba mientras succionaba con fuerza al rubio que había empezado a mover sus caderas con frenesí, Hermione gemía sintiendo las manos de ron frotando entre sus piernas.

Harry sonría mientras su cuerpo se llenaba de dulces sensaciones, atrajo a Hermione a el mientras empezaba a acariciar la suavidad entre sus piernas, tranquilamente la fue llevado cada vez mas alto, sentía el cuerpo de ella temblar de anticipación a cada roce de sus dedos...

Ella mientras tanto acariciaba frenéticamente su pecho besándolo con furia mezclado en su boca sus sabores...

Ron entro en ella con un gemido largo, se empezaron a mover lentamente mientras Harry y Draco empezaban a posicionarse, el rubio se echo encima del moreno acariciando suavemente con movimientos circulares de sus dedos la entrada del moreno

Harry gemía cada vez mas fuerte, Draco despacio se introdujo en el moviéndose suavemente primero y cada vez mas rápido después, Hermione mientras tanto atrapo con sus labios el sexo del moreno y succionaba fieramente a cada embate que daba detrás de ella el pelirrojo

Los cuerpos unidos en una frenética danza se movían cada vez mas rápido mientras la habitación se llenaba del olor de sus cuerpos, sudor y excitación corrían por sus poros.

Draco sintió que su cuerpo se estremecía mientras con un último empujón llenaba el cuerpo del moreno, este a su vez gimió fuertemente al sentir que su semen llenaba la boca de Hermione.

Ron siguió moviéndose para unirse unos segundos mas tarde a sus amigos en el suelo....

Los cuatro se abrazaron mientras sus cuerpos trataban de recuperar la tranquilidad, suavemente Hermi se abrazo a Harry sintiendo las manos de Ron en su espalda y al rubio abrazado al otro lado del moreno

Sus ojos se cerraron suavemente, silenciosamente los amigos se quedaron profundamente dormidos sintiéndose seguros, en paz, como siempre se habian sentido cuando yacían juntos...

La tormento se detuvo poco a poco, el mar se tranquilizo bañando suavemente las playas de la isla, la luna apareció en medio del cielo despejado iluminando suavemente con su luz plateada el castillo.

Cuando yo primero te encontré, no te diste cuenta
No puedo olvidarlo, para tu sorpresa
Me introdujiste a mi mente

Mi vida era vacía, para siempre en un plumón
Hasta que me tocaste, me mostraste el alrededor
Mi vida es libre ahora, mi vida es clara
me encantas dulzura echa hojas, aunque no puedas oír

Vamos ahora, prueba

Las personas rectas no saben, en que consistes
te rebajan y te silencian
Me diste una creencia nueva
Y pronto al mundo le encantaras dulzura echa hojas