Celos, eso era exactamente lo que sentía y la tristeza apareció también, se llevó las manos al rostro como si con eso se borrara la imagen que acababa de ver, decidió solo darse la vuelta e irse, aclarar su mente pues tener la cabeza fría a la hora de tomar decisiones siempre era mejor, aprendió que con el calor del momento muchas veces decimos cosas que realidad no sentimos, además de que jamás le había gustado hacer espectáculo en la calle solo para que todos se dieran cuenta de sus problemas.
Así que mejor se fue, camino a casa pensando en él en todo el camino, no sabia que hacer simplemente sabía que al verlo las palabras jamás saldrían de su boca porque él lograba aturdirla con solo una mirada, pero parecía que no era la única que reaccionaba de ese modo.
Sintió el estómago revuelto cuando recordó las miradas cómplices de ellos dos, por que sin duda tenían mucha química, eran como dos almas acorde cuyo corazón palpita al mismo tiempo. Quizás es que Ban simplemente no era para ella, porque había sido un milagro que él le correspondiera. Pero no era la única enamorada de Ban él tenía un séquito de admiradoras mucho más hermosas que ella, pero por alguna razón él la eligió.
Sin embargo la llegada de su ex novia irrumpió su felicidad.
Jericho había estado loca por Ban desde hace dos años desde que Meliodas los presento, se volvieron buenos amigos ella no había tenido ningún amigo, jamás en su vida había socializado con nadie, a sus 18 años era muy tímida e insegura de sí misma. Se había criado con su padre quien no hacia mas que hacerla sentir inferior, ella quien no tenía la culpa de no ser un varón la hizo sentir miserable, había destruido toda su confianza en sí misma, no había tenido nunca amor por parte de nadie lo que la había convertido en una persona seria, dura y muy tímida.
Era heredera de una fortuna y gracias a eso había estado teniendo clases en casa sin contacto con jóvenes de su edad, había crecido con el constante rechazo de sus propios parientes por ser mujer, que gracias a ella el apellido se perdería al casarse.
Su primera amiga fue Elizabeth y con ella vinieron más amigos, King, Diana, Meliodas, quien la hicieron sentir ese amor fraternal de una verdadera familia. Pero con Ban era diferente podía ser ella y era como ser libre él la trataba como igual, hacía que en su interior se desencadenará millones de emociones que jamás había tenido, desde la ira, el enojo, la frustración, la camaderia y la felicidad más inmensa, él podía hacerla enojar con cualquier simple comentario hasta hacerla sentir tanta paz interior con una simple sonrisa.
Apenas si tenían un par de meses juntos y cada día se enamoraba de él, y por primera vez se sentía querida y no solo por él si no también por su pequeño grupo de amigos que hacían que recuperará su fe en ella misma animandola para tener aventuras con ellos, desde visitar pueblos mágicos en pequeñas ciudades, hacer obras en asilos de ancianos, buscar playas escondidas, ver el amanecer en algún lugar distante y hacerla sentir como en una familia de verdad.
Pero desde que Elaine regreso se sentía perdida, ellos habían tenido una relación muy intensa por tres años, terminaron por que ella consiguió una beca para estudiar en el extranjero y aunque se amaban decidieron que debían poner su futuro y sus sueños primero y así ella partió dejando a él.
Al regresar vio como ellos se miraban, como no podían estar separados mucho tiempo, decían ser amigos Ban se lo dijo aun se tenían cariño pero solo eso. Pero para Jericho no fue así pudo notar enseguida su actitud, donde Ban al verla se iluminaba su rostro, prefería estar con Elaine que con ella, podía ver como su amor continuaba siendo el mismo, que ese reencuentro podría significar empezar donde se quedaron. No necesito preguntarlo estaba muy claro, pero tenía que hablar con él, quizás aún había una pequeña posibilidad de la cual aferrarse y pensar que él quería estar con Jericho, pero su corazón le decía que unos cuantos meses no podían borrar tres años de perfecto amor hacia la rubia.
Llego a casa aun con la imagen del albino y la rubia muy juntos riendo de una manera muy afectuosa. Frustrada se fue a la cocina para preparar algo de comer, optó por un simple emparedado de atún pero al verlo ya preparado le dio asco y lo dejo aun lado, no tenía apetito, recostó su cabeza sobre la mesa y suspiró, no quería que esos sentimientos se adueñaran de ella, quizás todo era un mal entendido y nada de lo que pensaba era verdad y no quería se la novia tóxica que le prohibía a su novio ver a cualquier otra chica pero mentiría, se moría de celos al verlo tan amistoso con otra, sus emociones le estaban jugando una mala pata, debía hablar con él y borrar sus dudas además no tenía porqué desconfiar de Ban, él siempre había sido muy sincero y directo.
Vio el reloj, eran apenas las 4 de la tarde, resopló y decidió irse a dormir, qué más daba, no tenía nada que hacer ni nadie la vendría a ver. O eso es lo que creyó cuando dos horas más tarde el timbre de su apartamento sonó, despertó algo desorientada y al abrir la puerta tuvo un mal presentimiento.