Los poderes de la luna - Prólogo
La cálida y húmeda mañana que envolvía Hong Kong ese día, hacía imposible a los estudiantes mantenerse con algo de energía. Lan y Shaoran terminaban una de las clases que compartían en la Universidad de Hong Kong cursando la carrera de Historia, aunque, debido a las obligaciones del castaño, se le había exigido llevar la de administración a la par.
—¿Vas a la cafeteria?
—No tengo contabilidad hoy, así que sí, te puedo acompañar —la respuesta de Shaoran esbozo una sonrisa en su mejor amigo. La vida universitaria era un cambio completo y con Shaoran estudiando dos carreras, se reducía el tiempo que podían compartir.
Mientras se dirigían a dicho lugar de tan enorme sitio de estudio, Lan escuchó como el celular del castaño alertaba sobre un nuevo mensaje. El futuro líder del clan Li tomó el aparato y trato de disimular una sonrisa que para su desfortuna Lan notó con facilidad
—Supongo que cierta belleza exótica japonesa ha hecho su aparición del dia —la risa traviesa del peliazul era notable en su rostro haciendo que Shaoran solo rodara sus ojos al contestar el mensaje.
—¿La extrañas?
—Cada jodido segundo. De paso, no creo poder verla en un par de días por los exámenes —el chico suspiró ante el recuerdo de su prometida. Por las sobresalientes notas de ambos muchachos, habían sido aceptados en el segundo semestre universitario sin concluir la preparatoria, con la única condición de regresar en mayo para hacer los exámenes de certificación que la educación secundaria exigia. Así que desde enero, los chicos comenzaron la universidad mientras la dueña de las cartas continuaba en la preparatoria lo que hacía los momentos que pasaban juntos escasos pero valiosos.
Cuando finalmente llegaron a la cafetería, Lan miraba divertido las chicas que desde la mesa continua no dejaban de ver a su mejor amigo y su siempre alborotado cabello. Si bien eran más jóvenes comparados a otros universitarios, el par de chicos ya levantaban suspiros en más de una compañera.
—Y por ahi esta el club de fans del joven Li —Shaoran solo sonrió a la declaración de su amigo mientras continuaba comiendo.
—¿Sabes que una compañera de curso me pregunto si eramos novios?
El peliazul estalló de la risa ante tremenda pregunta cerrando sus ojos pero deseando ver la cara de Shaoran en ese momento. —Espero que le hayas dicho que sí, mi dulce lobito.
—Idiota, le dije que no, pero debí sonar tan frío que la chica no se atrevió a preguntar nada más
—¿Li, Xiaolang siendo frío? Eso es nuevo —el tono de sarcasmo en las palabras de Lan hicieron que el ambarino rodara de nuevo sus ojos mientras una suave sonrisa escapaba de sus labios.
—Al menos yo lo noto
—¿Ah?
—La pelinegro que se sienta a tu lado en todas las clases, vaya... luego el despistado soy yo… —Lan bajó la mirada y esbozó una media sonrisa ante el comentario de su amigo haciendo que Shaoran se preocupara por la reacción.
—Lo sé
—Pero… —al ver que el chico tenía aún más que decir, se mantuvo en silencio.
—No estoy listo —agregó mientras terminaba sus alimentos. Shaoran no necesito mas palabras para entender que el tema aún era delicado. El momento fue cortado por el sonido del celular del ambarino haciendo que sus cejas se juntarán en un gesto de preocupación
—¿Le pasó algo a Sakura? —Lan respiró con más tranquilidad al ver que Shaoran negaba lentamente pero su preocupación seguía reflejada en su rostro.
—Mi madre, ocupa que regrese a casa.
—Extraño, el concilio suspendió todas las reuniones esta semana.
—Sí, es extraño, supongo que tendré que hacer lo de la biblioteca después.
—Ve, igual mi clase comienza pronto —el ambarino asintió y comenzó a levantarse—. Oh, Shaoran, pasa cerca de esas pobres chicas, se van a morir si no huelen tu colonia hoy —el ambiente serio murió al instante ante la broma de Lan y las carcajadas que le acompañaban.
—Idiota
… … … .. … … …
El sonido de unos tacones acompañaban un elegante caminar por los diferentes pasillos del aeropuerto internacional de Hong Kong logrando atraer diversas miradas.
Una joven alta, esbelta, de cabellos rojizos, piel clara como porcelana era la causante de toda aquella atención. La chica se encaminaba a la salida del aeropuerto mientras jalaba su maleta detrás de ella. Una mirada traviesa apareció en su rostro al ver la reacción que causaba en un grupo de jóvenes. No era necesario charlar, una sonrisa bastaba para dejarlos sin habla haciéndola sentir bajo control de la situación. Una vez en la salida, el golpe de humedad y el calor la hizo perder la alegría del momento, ya que había olvidado lo que ella llamaba como "tiempo hostil". Se apuró por encontrar un taxi lo más pronto posible mientras se abanicaba con los documentos que aún tenía en la mano en un inútil esfuerzo de aplacar las altas temperaturas.
Una vez en el vehículo, se limitó a indicar la dirección para luego observar la ciudad y la bahía de la que alguna vez fue su casa. Sentimientos de soledad y frustración la embargaron de nuevo, sensaciones que había encerrado muy profundamente y que con solo pisar de nuevo el país salían a flote. Trataba de luchar contra las emociones causadas por la nostalgia, sin embargo un par de lágrimas cayeron inconscientemente por sus mejillas.
—Ah, eres una estúpida —susurró limpiándose las lágrimas y dejando escapar un suave suspiro. Sacudió levemente su cabeza y dejó el momento de debilidad a un lado para teclear en su celular.
"He llegado" se podía leer en la pantalla mientras apretaba el botón de enviar
La voz del chofer indicando el final del viaje hicieron que la joven saliera de sus pensamientos. Realizó el pago correspondiente y procedió a enfrentar toda aquella nostalgia.
… … … … … …
—Bienvenido joven Li —Un amable Wei recibía al castaño con una reverencia que fue correspondida por el muchacho
—¿Mi madre?
—En el estudio joven, lo está esperando. Está atendiendo una llamada pero me dijo que podía ingresar sin problemas
Shaoran asintió y se dirigió al estudio donde pudo observar a la matriarca efectivamente hablando por teléfono con las puertas abiertas. El hechicero dudó un momento de ingresar pues sentía que era mala educación interrumpir la llamada, sin embargo observó a la mujer haciéndole una señal con su mano y finalmente ingresó.
"Esta bien, nos encargaremos de todo. Siempre es un placer" escuchó a su madre terminar de hablar por teléfono sin tener la más mínima idea de con quién o de que estaba hablando. Justo al colgar la llamada Ieran se levantó y el ambarino correspondió con una reverencia
—Madre, he venido de acuerdo a su mensaje.
—Xiaolang ¿recuerdas a Xiwang? —preguntó sin ocultar la sonrisa llena de cariño que pronunciar ese nombre le causaba.
Por su parte Shaoran sintió que su corazón se detuvo por un segundo al solo escuchar esas palabras. Ieran no pudo ensanchar más su sonrisa al ver el rostro lleno de asombro proveniente del más pequeño de sus hijos.
—No puede ser… Xiwang…
La matriarca se limitó a señalar la entrada del estudio haciendo asombrar aún más al castaño. Shaoran sintió su corazón parar de nuevo cuando la observo ahí, de pie, bajo el umbral de la entrada al estudio. Su hermoso cabello rojizo llegaba hasta la cintura, su piel blanca perfecta y aquellos ojos azul celeste que por más que quisiera esconderlo, aun destellaban una inmensa soledad. Casi por inercia y sin pensarlo mucho el chico caminó rápidamente hacia la pelirroja y la atrapo en un fraterno abrazo que ella correspondió sin dudar.
Ambos chicos sentían que habían encontrado algo valioso que estaba perdido.
—Xiwang...
—Xiaolang…
... ... ... ... ...
N/A
Holaaaaaaa! Apenas volvimos y creo que ya nos quieren buscar con antorchas jajajajaj
Bueno, bienvenidos nuevamente a esta historia, y como siempre, esperamos que la disfruten muchísimo.
Por el momento vamos a publicar semanalmente y como siempre los artes de los personajes los pueden ver en la pagina de Fb (en este caso, Xiwang)
Muchas gracias ppr seguirnos y por haber esperado esta história. Gracias por todos sus comentarios!
Y por cierto, Feliz cumpleaños a Shao ;)
Nos vemos!