Dicha

Tras un buen y prolongado entrenamiento de simulación de combate a campo abierto Erio, Kyario y Lutecia quedaron exhaustos pero satisfechos con los resultados que lograron obtener. Megane felicito al trío de jóvenes y los envió a ducharse.

Luego, en la habitación de Lutecia...

Kyario y Lutecia estaban acostadas una al lado de la otra en la cama de la pieza charlando de sus cosas con mucho ánimo pero llegado un momento Lutecia sorprendió para bien a Kyario al decir lo siguiente:

– ... Kyario, no soy mucho de contar a los demás algo así pero déjame decirte que noto una gran sensación cálida en mi pecho y también noto la cabeza muy ligera. ¿Qué crees que me podría estar pasando?

Kyario sonrió ampliamente al escuchar a su amiga y le respondió en los siguientes términos:

– Lu-Chan, estoy segura de que lo que notas ahora mismo es dicha.

– ¿Dicha?

Lutecia abrió los párpados a más no poder y Kyario siguió diciendo:

– Sí, ahora mismo tenemos como una especie de vida de ensueño. Claro, no todo es de color rosado y hasta yo lo entiendo... pero Lu-Chan, cuando te veo que la pasas bien junto con tu madre, con nosotros y con los demás se me contagia tu alegría.

– Kyario...

Entonces Kyario besó suavemente en la frente a Lutecia.

– Je je, ¿a qué se debe ese beso? ¿Tanto me amas?

– Sí, yo te amo Lu-Chan.

– ¿¡Eh!? ¡Yo lo decía en joda!

– Pero yo no.

Lutecia observó que la mirada de Kyario se volvía cada vez más seria.

– No creo que esto vaya a funcionar... porque... a mí me gustan los chicos...

Lutecia se sentó al borde de la cama mirando para un lado.

– Lu-Chan, eso no tiene por qué cambiar sino que sólo pasará que yo te empezaré a gustar de forma romántica.

– Supuse que eras más "inocente"...

Kyario entonces la abrazó por la cintura desde atrás.

– Pero ambas amamos a Erio-Kun y eso lo sé muy bien. Así que... es mejor que aprendamos a...

– ¡Kyario...! Creo que sé lo que vas a decir y no me gustaría nada que me lo dijeras...

– Pero entonces amémonos los tres juntos, ¿sí?

La de cabello rosado entonces agarró la cajita de pockys que tenía cerca, sacó uno, se lo colocó en la boca e iba acercando el rostro cada vez más hacia el de Lutecia pero esta última no se alejó…

– Lo que me dices es un poco fuerte... pero... *Muack* Mmmm...

Cada una consumía la mitad del pocky y como tal se estaban besando con cariño por parte de Kyario y con nerviosismo por parte de Lutecia. Cuando se separaron un poco para respirar mejor ambas estaban sumamente coloradas.

– Uh, nunca pensé que me gustara besar los labios de otra chica... Tienes un sabor de saliva y un aliento muy dulces...

– Je je, me gustó comer este Pokcy con vos. Te amo Lu-Chan.

Lutecia no sabía cómo corno era que iban a contarle a Erio sobre lo que supuestamente Kyario tenía planeado para sus amados amigos... Pero al carajo, la sensación de dicha no había hecho más que aumentar en el pecho de la jovenzuela y en el fondo se lo agradecía a Kyario…

Y a mitad de los sucesos Megane que por mera casualidad había observado cuando su hija y su amiga se besaban con el pocky de por medio a través de la ventana que tenía una de las dos cortinas corridas notó un leve sonrojo en su ser mientras pensaba en lo siguiente al momento en que reanudaba la marcha hacia la puerta principal de la casa llevando la ropa en un canasto:

– Ay je je, mi Lutecia está creciendo tan rápido... Ya su graduación de la secundaria está muy cercana al igual que las de sus amigos... Ah, me pone un poco triste que se aleje de mi lado pero debo dejarla crecer…

FIN