En un diei muy soleado iba caminando Axel, un niño con muchos problemas en domus, se tropezó con una lapis y escucho que alguien le hablaba por su nombre. Se levantó y miro a su alrededor, pero lo único que alcanzo a ver fue una silueta de un joven, camino hacia la sombra y quedo asombrado.

-Hola me llamo Virgilio y de ahora en adelante seré tu acompañante de vida, olvídate de todos tus problemas, toma mi mano y sigue vox.

- ¿A dónde iremos, acaso esto es un somni?

-No es un somni, visitaremos distintos lugares para poder llegar al paraíso. Axel se dejó llevar por su cordis y lo siguió.