Naruto No me pertenece

Love me

Naruto ama a Hinata.

Bueno, es poco normal decir eso con alguien con quien apenas tienes tres meses juntos, sobre todo si es alguien que hace mucho no sabía la diferencia de amar a un amigo o una pareja. Pero es que Naruto en realidad ama a su novia, puede que en la misión de rescatar a Hanabi, todo fuera tan fresco y emocionante, pero es verdad. Fuera de recuerdos que solo le hacen ver cuánto ella le ama, su emoción por recibir un amor tan puro y su normal forma impulsiva de ser, solo le hacen sonreír a la chica.

Pero incluso si en ese entonces él ya estaba enamorado de ella.

Ahora lo está más.

Es curioso ver como el amor también puede crecer, pero es imposible no hacerlo con Hinata. Incluso después de hacer amigos y ganar parte del respeto del pueblo, Naruto no puede evitar sentirse algo solo. No importa el grado de amistad con sus camaradas, la ausencia de familia y el saber, que todos sus conocidos duermen en una casa con gente que le ama, le duele a pesar de los años. Ver a niños riendo con sus familias, a hermanos luchar o incluso padres hablar con sus hijos, le hacen sentir un agridulce en su interior.

Por eso ama hacer misiones, compartir tiempo con sus camaradas, estar siempre con otros y confiar en los demás. Era lo más cercano a una familia que tendría, pero luego las misiones acabarían y él terminaría encerrado en su departamento sintiendo soledad.

Pero eso acaba cuando conoce a Hinata.

No solamente por tener a una chica linda como ella a su lado, cuando se topaban en la aldea, la soledad dentro de él parecía correr espantada. La chica solía salir de su camino solo para verle un rato y no para una misión como sus amigos, pasaban tiempo juntos hablando de cualquier cosa y mientras más la conocía, más la amaba. Ella iba a su departamento para pasar el rato viendo películas o incluso cocinándole, haciendo que el vacío de su departamento cambiara a un ambiente cálido.

Hinata también había tomado la costumbre de esperarlo en la puerta de la aldea cuando se iba de misión, no pudo evitar su sonrisa de estúpido la primera vez que le dio la bienvenida. Era como lo que siempre quiso, Hinata era familia, mucho más de lo que Sakura y Sasuke lo eran, era incluso un poco más del nivel de familia de Iruka-sensei. Porque mientras su sensei aún se preocupaba por todos sus alumnos, Hinata parecía enfocada en él.

Eso le encantaba.

No es que no le gustara la atención de toda la aldea, era reconfortarle ver que le habían aceptado finalmente y le respetaban. Incluso con sus fans, no es que a veces no le incomodaran, pero era un pequeño alivio para su yo de 12 años ser popular entre chicos y chicas. Pero con Hinata era diferente, ella siempre lo había querido, incluso cuando para otros era un perdedor, eso le daba un calor en su interior, que nadie había hecho.

Por eso y muchos más, por amarla cada vez más, comenzaba a odiar las misiones largas.

Pero no las suyas, él no podía esperar por ir a una misión y volver para ver a Hinata, era infantil, pero le gustaba ser bienvenido de esa forma.

Odiaba las de ella.

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Como en ese momento.

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Kiba y Shino estaban casi estallados de risa, bueno Shino no, pero se veía divertido, viéndolo a él en la puerta de la aldea, con los brazos cruzados y un puchero que no le importaba ocultar. Con su novia era un poco mimado, pero quien no lo seria, si ella siempre estaba para él, lo había hecho algo dependiente de ella. Hinata por otro lado, mostraba una sonrisa algo arrepentida, pero también parecía divertida de la situación.

Casi se molestó.

Casi.

De no ser porque su novia era preciosa sonriendo.

—Solo será por un mes—hablo su novia intentando consolarle, ya lista con sus ropas de misión (se veía hermosa con ellas) y maleta en su espalda.

Él se congelo.

¿Un mes?

Era como un tercio del tiempo de la relación en la que estaban, tal vez ella podría enamorarse de otro bastardo que la mereciera más que un ciego como él. También puede que sufriera alguna herida, no es que ella no fuera fuerte, una ninja que sobrevivió en la guerra y miembro del clan Hyuga respetado, no tenía que temer. Pero tal vez en algún momento quedara sola en medio de una cueva sin poder usar chacra.

Ladeo la cabeza intentando dejar de lado sus pensamientos negativos, Kurama se rio internamente de él.

No quería hacer una escena frente a su novia y sus amigos, pero estaba cerca de abrazarla y no dejarla ir.

Tomo tímidamente su mano, ganando un sonrojo ante las burlas de Kiba, no es que él fuera tímido. En general él amaba abrazar a Hinata y tomarse de las manos por Konoha, como una muestra de que había conseguido a la chica más guapa de toda la aldea y que esta lo amaba. Pero odiaba hacer muestras muy efusivas frente a los compañeros de Hinata, ellos solían burlarse de él todo el tiempo.

Noto como Hinata apretó un poco más su mano, dándole una leve sonrisa.

Era tan hermosa.

No quería que se fuera.

No quería sentir la soledad que tendría cuando ella se fuera.

Se había acostumbrado a pasar casi todos los días juntos, que no quería alejarla de su lado, no quería perder a su familia. Nunca había prestado atención a lo peligroso que podrían ser las misiones, incluso cuando él estuvo a punto de morir en muchas ocasiones. Pero es que no sabría qué pasaba si perdía a Hinata, no quería ni pensar en que podría pasar.

¿Ella sabría el poder que tenía sobre él?

Trago saliva ignorando sus pensamientos negativos, de nuevo.

—Cuídate mucho—susurro algo temeroso y poniendo cada sentimiento en su voz.

Escucho ahora burlas audibles de Shino con Kiba, mientras que Hinata fruncía el ceño, notando que algo estaba mal. Pero no había tiempo y ellos debían marcharse, así que con un suave beso en su mejilla y una sonrisa amorosa de ella.

Los tres (cuatro con Akamaru) miembros del equipo 8 se despidieron.

Él solamente suspiro viéndolos partir desde la puerta, incluso quedándose un rato más.

Miro a su espalda a la aldea, pensando vagamente, ¿Cómo perdía el tiempo antes de Hinata?

.

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La primera semana no fue fácil para nadie, la mayoría de sus amigos (Shikamaru y Sakura) estaban hartos de verlo revolverse en su propia miseria por la partida de su novia. Sus amigos no comprendían como hizo para sobrevivir tanto sin Hinata, pues ahora parecía un desastre y luego de verlo tres veces con la camisa al revés, comenzaron a dudar si podría sobrevivir solo. Eso sin decirles, que había llorado como un crio cuando después de dejar a su novia, al llegar a su departamento, había visto que ella le dejo varios tuppers con comida en la nevera.

La segunda semana comenzó a mejorar, tomando más misiones de las que debería y dejando de lado sus teorías conspiratorias sobre que Kakashi quería volverlo loco. Sin saber que una parte del sexto Hokage, esperaba no mandar a la chica a una misión larga nuevamente, al menos que fuera algo de vida o muerte. Todo iba bien, las misiones lo dejaban tan exhausto que no pensaba en nada más que dormir al llegar.

Pero incluso entonces en la soledad de su habitación, suspiraba pensando en su novia.

Patético.

La tercera semana comenzó muy similar a la segunda, con él corriendo por todos lados, pensando seriamente en tomar una misión cerca de la del equipo 8 y siendo detenido solo por una Sakura especialmente molesta. Shikamaru logro mantenerlo algo ocupado, hablando sobre cosas de ser hokage y manteniéndolo estudiando cuando lo veía deprimido.

La cuarta semana parecía haber una mejora, la ansiedad comenzaba a inundarlo y no podía esperar por la llegada de su novia. Cada día sonreía más y tenía el día señalado en su calendario. La aldea parecía especialmente feliz de ver a su héroe volver a la normalidad, las señoras sonreían al verlo y algunos le preguntaban por la heredera Hyuga y él respondía feliz, un gran cambio a como casi lloraba cuando le preguntaron por ella la primera semana.

El viernes estuvo desde antes de la salida del sol en la puerta, no era guardia e incluso los guardias asignados suspiraron. Prácticamente tomo asiento en una de las murallas con el chacra de la naturaleza activado, esperando el momento en que pudiera sentirla. Nadie le dijo nada, temiendo que este atacara alguien por distraerlo. Cerca del mediodía, su espera desapareció cuando sintió el chacra de su novia cerca. Estuvo a punto de salir corriendo a buscarla, pero decidió ser paciente y esperarle en la puerta.

Para su completo alivio, ella y sus compañeros no lucían heridas, en su lugar venían caminando con una alegre plática. Salto a la puerta casi revotando sobre sí mismo antes que ella llegara. Se miró de reojo esperando no lucir tan desesperado, pero los guardias le dieron una mirada de lastima, que decía que no estaba haciéndolo bien.

Se encogió de hombros.

Pocos metros antes de la puerta, en una caminata de 16 minutos desde que los sintió, Hinata ladeo la cabeza.

—¿Naruto-kun?—llamo la chica claramente confundida.

No resistio.

Salto prácticamente sobre la pequeña chica, abrazándola con fuerza haciendo que esta se sonrojara gravemente, pero luciendo confundida. No quería decirle de la soledad del último mes, de las veces que solo miro al techo en busca de un pensamiento positivo, de cuanto la había extrañado, de lo inútil que era sin la chica. No quiso decirle de lo desesperado que estaba por ella, sin saber que haría si la lastimaran.

Que no le dejara de nuevo.

—Bienvenida a casa—dijo mientras le daba un beso en la cabeza.

La chica parecía feliz con su atención, pero luciendo claramente confundida.

Ignorando a Kiba y Shino, quienes gruñeron cuando prácticamente desapareció en una nube de humo con la chica a cuestas. Apareció de inmediato en su departamento ante la confundida chica, esta seguía sin entender que había pasado, sobre todo cuando en medio del sofá, el chico solamente la mantuvo abrazada como si tuvieran pegamento.

—¿Naruto?—repitió nuevamente claramente confundida.

Pero el chico no la soltó.

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Hinata solamente suspiro algo apenada, había esperado llegar a su casa primero, tomar un baño y ponerse presentable antes de ver a su novio. Estaba algo sudada y no había tenido un buen baño en días. Además de tener un poco de sangre seca de sus enemigos.

Qué vergüenza.

—Te extrañe tanto—

La chica quedo muda ante las palabras del chico, pero incluso en su sorpresa, noto un extraño aliento de alivio del chico. Levanto el rostro notando una gran cantidad de emociones en los ojos de su novio, ya de expresivo en todo momento. Pero había algo en sus ojos que le preocupo, una leve desesperación y miedo, que había notado el primer día de su misión.

Puso una mano en su mejilla, sintiendo como este la tomaba algo desesperado y suspirando, alargando el tacto lo más posible.

Había tenido miedo.

¿De qué?

Una parte de ella quería preguntarle, pero otra se limitó solamente a dejarlo ser. Habían cosas de las cuales Naruto no le gustaba hablar, pero que él diría cuando estuviera listo, como cuando le conto una tarde sobre Jiraiya y sus viajes. No le gustaba presionarlo, ella sabría que vendría a su persona tarde o temprano, había esperado tanto por él, que no le molestaba esperar un poco más para conocerlo completamente.

Aunque estuvo preocupada por esta apariencia.

Solamente sonrió.

—Yo también—

—Estuve muy solo sin ti, Sakura y Shikamaru no saben cómo sobreviví tanto tiempo sin ti—

—…—

—La aldea también se preocupó…Kakashi parecía preocupado cuando amenace con soltar parte de Kurama si hacía una estupidez como esta—

Hinata comenzó a sudar nerviosa, aun con la sonrisa en su rostro.

¿Qué había pasado en su ausencia?

¿Qué había hecho su novio?

Dejo de lado sus pensamientos, cuando esta vez Naruto puso una mano en su mejilla. Se sonrojo ante la intensidad de su mirada, que siempre había sido su debilidad.

—No vas a dejarme…¿Verdad?—hablo con tantas cosas detrás de sus palabras, que eran tan fáciles de leer para ella.

Miedo.

Terror.

Soledad.

Angustia.

Y una pisca de esperanza.

Imito su anterior movimiento con su propia mano, manteniendo la mano de él en su mejilla mientras sonreía. Esta precio aguantar la respiración por algún motivo.

—Con lo que me costó atraparte, jamás te dejare ir—hablo con diversión y algo de un sonrojo que jamás se iría de ella tan cerca de él, ganando una tímida sonrisa de sus labios—te amo demasiado—añadió con algo de vergüenza.

Pero valió la pena.

Todo sentimiento negativo dejo los ojos del chico y estos brillaron intensamente, antes de darle un suave beso en sus labios, que la hizo suspirar. Este se alejó con una sonrisa brillante y resplandeciente que tanto amaba ella.

Ambos sonrieron.

Todo era perfecto.

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Al día siguiente Hinata tuvo varias gotas de sudor en su nuca, cuando entrego su parte del informe y Kakashi le informo que no tendría misiones largas hasta nuevo aviso y la mayoría de los aldeanos de Konoha la saludaban como si fuera su salvador, suplicándole que no se fuera tanto tiempo nunca más.

¿Qué rayos había hecho su novio?

Fin

Espero les gustara.

Amo a Naruto y Hinata.

Nota:

Por si no lo saben en mi perfil tengo un link de mi página en Facebook donde publico mis actualizaciones y donde chateo con los chicos sobre temas de anime, manga, juegos, libros, series…etc por si alguno quiere comunicarse conmigo o visitar un rato para conocerme mejor.

Sayonara sexys lectores.