N/A: Disfruten la lectura y nos "vemos" abajo~


Habia sido llamado a una misión en solitario esta vez. Era la primera vez en semanas que Inosuke y Zenistu no lo acompañarían. Realmente esperaba que esos dos no se mataran estando solos, ambos habían sido heridos en una misión y tendrían que reposar en la enfermería de la finca de las mariposas por un tiempo.

Esta vez solo tendría a Nezuko como compañía.

La misión parecía fácil pero confusa.

Los niños de los poblados vecinos a la montaña dedicada a un santuario antiguo, habían estado desapareciendo durante la madrugada, para después reaparecer al medio día en sus respectivas casas. Lo curioso de ello, es que los niños que habían estado involucrados, habían padecido diversas enfermedades las cuales habían sido curadas o desparecidas por completo después de regresar a sus casas.

Si bien esto parecía un acto milagroso, algunos pobladores temían que esto se tratara de una artimaña para atraer a las personas al santuario abandonado para agradecer los milagros.

Varias personas habían informado ver fuego y actividad en la montaña a lo lejos, pero nadie se atrevía a visitar el lugar. Así que era trabajo de la Sociedad de Cazadores de Demonios cerciorarse.

Tanjirou habia estado investigando durante el día y en cuanto el sol se oculto dirigió su camino hacia la montaña en busca de ese santuario.

Y era eso lo que lo habia llevado a encontrase con la vista frente a él.

Si las circunstancias hubieran sido otras, la escena ante los ojos de Tanjirou pudiera haber parecido hogareña y reconfortante.

La chica sentada en el pórtico del desgastado santuario lo miraba con una expresión desconcertada y sospechosa, sus manos se mantenían ocupadas tejiendo una bufanda de un profundo color rojo que ni la oscuridad del cielo nocturno podría atenuar.

La imagen de su madre remendando la ropa de sus hermanos a altas horas de la noche invadieron su mente de manera melancólica.

La joven ante él no parecía superar los dieciocho años de edad.

Su cabello era inusual, si, pero no completamente extraño para él, después todo era un tono mas claro que el color de cabello de Kanroji-san. Los ojos esmeraldas de la chica estaban sobre él examinándolo de pies a cabeza, sin detener sus manos que aun se centraban el la tarea de tejer. Claramente habia notado la espada que colgaba de la cadera de Tanjirou.

"¿Puedo ayudarte con algo?" La voz de la chica salió firme y afilada. Tanjirou podía olerlo. Mas que una pregunta era una recomendación para que se marchara y la dejara sola.

Podría hacerlo, después de todo la chica frente a él era completamente humana, aun con sus extraños rasgos, no habia ni un solo rasgo de sangre demoniaca en ella. Pero…

No podía decir lo mismo de las dos pequeñas figuras que la rodeaban acurrucadas en el piso.

"Mi nombre es Kamado Tanjirou." Levanto sus brazos en un signo universal de paz, alejando sus manos de la espada en su cadera. "Fui enviado a investigar el avistamiento de Demonios rondando el área".

Era casi un protocolo en este punto, normalmente no se presentaba de esta forma frente a los demonios que debía exterminar, pero este no parecía ser un caso normal.

Los alrededores estaban extrañamente en calma, y el olor a brotes de sakuras y desinfectante parecía rodearlo, la primavera estaba a punto de terminar, pero el olor que percibía no pertenecía a ningún árbol, era la joven ante él.

"No hay ningún demonio por aquí." Respondió calmada la joven deteniendo su trabajo y apartando la bufanda incompleta. "Si eso era todo puedes marcharte, Kamado-san".

"No creo que lo entienda señorita". Tanjirou podía jactarse de lo perceptible que era su nariz, Zenitsu podía escuchar el tartamudeo en los corazones de la gente cuando mentían, y era casi lo mismo para él. La joven frente a él no olía a malas intenciones, pero estaba ocultando algo y el olor a resignación al dar su respuesta habia sido clara. Ella estaba consiente que las pequeñas figuras durmientes que la rodeaban no eran humanas. "Los demonios son peligrosos…"

"¿Es por eso que llevas uno en esa caja en tu espalda?"

Sorprendido Tanjirou dio un paso hacia atrás, casi tomando su espada en el proceso. Ningún civil habia antes adivinado el contenido de la caja en su espalda.

"Ella es mi hermana". Realmente no quería sonar tan acusador, pero sus palabras salieron duras, Nezuko era lo mas valioso para él en el mundo, era lo único que le quedaba. No podía evitar ser protector con ella.

La joven ante él tomo delicadamente ambos cuerpos a su lado y los acuno contra su pecho. Ahora dos cabezas de color dorado y negro se apoyaban en los hombros de la joven. Con un movimiento fluido se puso de pie, procurado no alterar el sueño de los demonios en sus brazos. Era algo digno de ser admirado, una destreza que solo habia visto realizar a los Hashiras. Era una simple acción, pero estaba cargada de experiencia y gracia solo presente en personas que trataban su cuerpo como un instrumento.

El olor a viento de verano y ozono cargado se combinaron a la perfección con las flores de cerezo en floración.

"Ellos tambien son mis hermanos".


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Hola de nuevo a todos! Ah sido un tiempo. Uno muy largo (¿?)

Así que esto esta pensado para ser un One-shot... O tal vez no (¿?) Realmente tiendo a emocionarme con las cosas que me gustan y en estos momentos KNY absorbio todo de mí.

Estuve sufriendo mucho con cada actualización del manga pero percevere y llegue al fin junto con la publicación del capítulo 205... Después de eso ya no se en que ocuparme, así que decidí hacer esto~

Muchas gracias por leer~

Y lo siento por las faltas, pero esto fue escrito a las 1 am ...

Si tienen alguna idea sobre que escribir, no duden en decirmelo~