Ahora qué estamos en cuarentena y luego de ver por cuarta vez Cowboy Bebop me decidí a subir este fic.

Cómo advertencia tendrá un OC qué espero sea de su agrado y en el cual se va a centrar la primera parte de este fic, intentaré que conviva con la tripulación sin alterar el curso natural antes del capítulo 9 y en delante.

Sin más espero poder llegar a algo con esta historia.

Disclaimer: Cowboy Bebop no me pertenece, si así fuera ya tendríamos otra temporada.


Capitulo 1

Jet caminaba tranquilamente por las calles de Venus, en unas horas partirían y quería aprovechar para comprar algunas cosas. Una mujer llamó su atención, era bonita, delgada y curvilínea, con el cabello lacio y castaño, largo hasta la altura de los hombros, cubierto por un pañuelo blanco. Usaba pantalones negros, blusa de manga larga verde claro y sandalias blancas. A parte de las sandalias, toda su ropa era innecesariamente abrigadora, estaban en Venus, que era bastante caluroso.

A parte de todo eso, lo que le llamó la atención a Jet fue la intensa tristeza con que sus ojos azules miraban el cielo del cual comenzaban a caer esporas.

La mujer pareció darse cuenta de su escrutinio y lo miró. Jet le sostuvo la mirada, a pesar de sentirse de pronto cohibido, la mujer entrecerró los ojos y fue el turno de ella para inspeccionarlo.

Ella sonrió de medio lado, casi de manera irónica y se metió al local que estaba a sus espaldas.

Jet despertó del extraño trance y continúo con sus compras, aunque no podía quitarse de la cabeza la mirada triste de aquella mujer.

Una hora después entró a un restaurante, Spike le había dicho que iría al hospital y Faye seguramente estaba gastando el dinero en apuestas, así qué se encontraba sólo. Pero nunca le había gustado mucho comer a solas.

Se sentó en la mesa y revisaba el menú cuando sintió que alguien se sentaba frente a él. Levantó la vista y se sorprendió al encontrar a la mujer de la mirada triste frente a él, recargaba la cara en la mano izquierda, cubriendo parcialmente los labios con los dedos.

—No eres de por aquí— Dijo ella.

—No— Respondió Jet con cautela.

—Yo tampoco— Comentó ella, críptica. Aquello era algo obvio por sus características.

—¿Puedo ayudarte en algo?— Preguntó Jet.

—Eres cazarrecompensas ¿Verdad?— Aquella afirmación descolocó un poco a Jet y se tensó.

— Quizá — Respondió.

—Necesito que me saques de Venus— Comenzó ella— Pero no quiero pasar por los controles de las estaciones espaciales, tengo algo de dinero.

—No somos transporte público— Respondió Jet, algo molesto por la petición de aquella desconocida.

— Les pagaría cien mil woolongs— Ofreció ella.

—¿Por qué te buscan?— Preguntó Jet.

—Por nada en realidad— Respondió ella, —Deben pensar que estoy muerta y deseó que siga ese pensamiento.— Ante la duda del hombre, continúo— Bien, puedo ofrecerte esto, en el remoto caso de que alguien ofrezca recompensa por mi cabeza, tienes todo el derecho de entregarme, te pagaré igual y tendrías el dinero de mi captura sin ningún esfuerzo.

Jet se quedó observando a aquella mujer, si ella lo ponía de esa manera, no veía mucho que perder.

—De acuerdo— Dijo— Pero al primer problema te abandono en el primer sitio al que lleguemos.

—Gracias— Respondió ella, con la mirada brillosa por la emoción— Soy Lily.

—Jet.


Lily no podía creer que su plan hubiese funcionado, le había temblado el labio inferior cuando hizo aquella propuesta a aquel imponente hombre. Pero había algo en la mirada de Jet que le inspiraba confianza, eso y saber que era de Ganimedes, lo recordaba vagamente.

Esperaba no estarse equivocando, había sobrevivido en las sombras por casi cinco años, pero ahora deseaba tentar a la suerte, buscar un poco de libertad, aunque está fuera falsa.

Terminó de guardar sus cosas, cerró la maleta y salió, dispuesta a no mirar atrás.


—Jet viene con una chica— Informó Faye en un susurró al mirar el pasillo por dónde Jet iba acompañado de una mujer.

Spike qué estaba tirado en el sillón, abrió un ojo y observó a su compañero, quién efectivamente iba en compañía de una mujer bonita, aunque algo delgada.

—Spike, Faye— Comenzó Jet, Ein ladró—Ein— Completó — Ella es Lily, viajará por un tiempo con nosotros.

— Mucho gusto— Respondió Lily, con una leve inclinación de cabeza.

—Al fin una chica con la cual platicar— Celebró Faye y se acercó a la mujer, para inspeccionarla de cerca.— ¿A ella sí le vas a dejar viajar gratis?— le preguntó de manera inquisidora a Jet.

—Para tu información, ya pagó un adelanto de su renta— Anunció Jet mostrándole una tarjeta a Faye— No es cómo otras.

—Que grosero al comparar a dos mujeres— Recriminó Faye con aire orgulloso.

—En vez de molestar, enséñale dónde hay habitaciones disponibles— Ordenó Jet.

Faye pensó en protestar, pero no le vió el caso, así que encogiéndose de hombros, guío a Lily hacía las habitaciones.

—Eso es algo impropio de tí— Comentó Spike cuando las mujeres se perdieron de vista.

—Lo sé— Respondió Jet y le aceptó un cigarrillo.— Quizá nos meta en problemas, pero sentí qué debía ayudarla.

—Todas las mujeres son problemáticas— Dictaminó Spike y se volvió a recostar en el sillón.


Lily observó con entusiasmo como la atmósfera de Venus se hacía cada vez más lejana, casi suspiró de alivio. Aún había algo de amenaza, pero confiaba en que ese hombre creía que estaba muerta.


—¿Qué ha pasado aquí?— Preguntó Spike sorprendido por lo limpio que estaba la Bebop.

No solía estar muy sucia, aunque siempre había colillas o latas en algún sitio, pero ahora estaba completamente limpió, casi hasta brillaba. Y de la cocina salía un delicioso aroma.

Se acercó y descubrió a Lily preparando el desayuno.

—Hola— Saludó ella— ¿Quieres desayunar?

Spike asintió, algo descolocado por aquella mujer qué ya llevaba más de una semana viviendo con ellos, pero aún así se sentó en el sillón amarillo.

Lily le llevó una taza de café y un plato con huevos revueltos. Spike comenzó a comer mientras la observaba llevarle una ración a Ein.

—Vaya— Exclamó Jet que bajaba en aquel momento.

—¿Te sirvo?— Ofreció Lily.

—Si...— Dudó un segundo.

La mujer le llevo la comida y Jet tomó asiento junto a Spike, para poder ver mejor a la mujer.

—Lamento haberme adueñado de la cocina— Se disculpó al ver la mirada curiosa de los dos hombres.

—Tonterías — Respondió Faye qué recién bajaba — Como si alguien se quejara por ésto.

Lily sonrió levemente y le sirvió una porción a Faye.

—Definitivamente seremos buenas amigas— Comentó Faye al probar su comida.

— Sólo no la vayas a usar de sirvienta— Advirtió Spike.

— ¿Así como tú con Jet?— Ironizó.

—Basta los dos— Intervino Jet antes de que las cosas se salieran de control. Observó a Lily que miraba divertida la mirada molesta que compartían Spike y Faye. — ¿No vas a comer?— Le preguntó.

Lily lo miró seriamente y con una leve sonrisa le respondió.

— Ya lo he hecho, antes de que ustedes bajaran. Pero si puedo tomarme otra taza de café.

Se sirvió una taza de café completamente negro y se sentó en la sala con los otros. Cuándo terminaron el desayuno, ella levantó los trastes y comenzó a lavarlos, aquellas tareas mundanas la ayudaban a mantenerse entretenida, para no pensar en su pasado, por eso de pronto le había dado por limpiar y hacer el quehacer, no quería pasar otra noche llorando, mejor haría de todo para estar tan cansada que no pudiese soñar.


En el salón, Jet podaba un bonsai, Faye se arreglaba las uñas y escuchaban las noticias sin prestar mucha atención. Comenzó el programa de cazarrecompensas y tanto Jet como Faye se interesaron en la presa del día, un extraño y desconocido hacker.

Un rato después estaban reunidos en la sala.

—Ocho millones— Saboreaba Faye, mientras Spike declinaba el trabajo y Jet se quejaba de que no quería trabajar sólo con ella.— Es mejor dividirlo entre dos qué entre tres.— Apuntó Faye.

Lily estaba sentada con la cabeza de Ein recargada en el muslo.

— Tráeme un recuerdo de la tierra — Dijo Spike antes de desaparecer por el pasillo.

Jet suspiró ofuscado, descubrió a Lily mirándolos con gesto amable.

—Cuidense— Recomendó ella

Jet asintió, de pronto se sentía ligeramente incómodo por la preocupación de esa mujer.


Lily miraba con curiosidad los extraños dulces que Jet había llevado. Estaban en la sala, hablando sobre la información que habían encontrado.

Jet había evitado que Faye tomara alguno de los dulces y se comió uno, Lily iba hacia la cocina, cuando Jet la detuvo tomándola gentilmente del brazo.

—Toma— Dijo y le entregó el pollito de dulce.

—Gracias— Respondió ella genuinamente agradecida y continúo hasta la cocina.

—De nada.

—Oye— Se quejó Faye— ¿Por qué a ella le das y a mí no?

—Por que ella sí hace cosas de utilidad.

Lily escuchó aquella respuesta, y se sonrojó, nadie había nunca pensado que ella fuera útil. Sonrió. Descubrió qué gustaba sentirse útil.


Ed había llegado para formar parte de sus vidas, aunque fuese temporal. Aunque no a todos les hacía gracia.

— Ay Jet, ¿Sabes cuales son las tres cosas que más odio— Preguntó Spike a Jet, quién nego, así que Spike continúo— Los perros, los niños y la mujeres avaras. Y los tres han subido a nuestra nave.

—Ya está la cena— Anunció Lily asomándose por la puerta de la cocina.

—Creo que ella es una excepción— Comentó Jet.

Spike asintió y se sentó en el sillón, Ed estaba sentada en el piso, con la barbilla recargada en la mesa. Lily sirvió los platos con arroz blanco y carne con verduras.

—¿Tú quién eres?— Preguntó Ed a Lily cuando ella se sentó junto a Spike y quedando a un lado de Ed.

—Soy Lily — Respondió ella simplemente y le sonrió.

Ed se sintió complacida con aquella escueta respuesta y comenzó a devorar su comida, Lily la observaba con mirada tierna.

—Toma— Le ofreció su plato a Ed— Debes tener hambre.

—Gracias — Expresó Ed con una enorme sonrisa y las mejillas cubiertas de arroz.

Lily se puso de pie y recogió los platos libres, se dirigió a la cocina, de pronto se le había atenazado el nudo en el estómago, sabía que no era sano dejar de comer así, pero no se sentía capaz ni de masticar.

Sintió enormes deseos de llorar, pero respiró hondamente hasta que el escozor de los ojos se le desvaneció.

Suspiró antes de ponerse a recoger la cocina.


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