Los dados fueron lanzados una vez más en el tablero, este juego se tornaba repetitivo para ellas.

Una de ellas no pudo más y volteó al tablero con enojo, entonces señalo el juego favorito de todas.

—El Reino Canopia... Nuevo Meridiano... —habló una con la voz totalmente distorsionada—. Je, listilla.

—Ya han pasado 7 años, ¿no? ¿Por qué no lo hacemos ahora?

Todas asintieron felizmente, era hora del espectáculo.

Juntas, formaron lo que parecía ser un corazón. El corazón comenzó a caer a la nada y mientras lo hacía... Tomaba la forma de un cráneo.

Las diosas jugaban con el mundo como si fuere otro tablero, enviando un Skullheart cada 7 años sin que nadie se les pudiera oponer... Bueno, eso era una mentira.

Está vez algo no andaba bien y una de ellas lo sintió.

—«E-esta es... ¿Voluntad? ¡No puede ser así!»

Disimuladamente se apartó del resto y observó al mundo inferior.

Ahí estaban, separados pero con un objetivo que nacería de la aparición de la nueva Skullgirl.

—"Pew", ¿qué se le va a hacer? —se rindió fácilmente, aunque aún habían atisbos de estrés en todos sus gestos—. ¡Es hora del show!"