Cuando Kaito supo el destino que le esperaba a la organización negra una vez que fuera atrapada, no podía contener su emoción y preocupación, el plan lo era todo, sin mencionar que ciertas personas dentro de poco aparecerían.

—Oh estas de buen humor.

—Quizás ha encontrado un nuevo objeto que robar.

El mago dirigió una mirada a su amiga Aoko que iba llegando acompañada de su novio, el insufrible de Hakuba. Aun cuando el rubio ingles desistió de perseguirlo no dejaba de hacerle insinuaciones y de vez en cuando burlarse de él.

Aun le costaba aceptar que Hakuba se había resignado no obstante la charla que tuvo con él, semanas antes de encontrar a pandora, lo hizo entender porque lo hacía, y si bien jamás admitió que era KID, ahora podía decir que su relación era un poco más amena.

Incluso admitía que en ocasiones Hakuba ayudo durante sus enfrentamientos contra la organización aun cuando el rubio desconocía lo que sucedía, sin mencionar que estaba alegre porque dos de las personas que apreciaba (más Aoko que a Hakuba) estaban juntas y felices.

—Ya te dije, que no soy KID —respondió mas por costumbre que por discutir realmente con el rubio.

—Por cierto Kaito, ¿Cuánto tiempo se quedara Uni-nee? —Interrumpió Aoko, sabiendo que ambos se enfrascarían en una discusión.

Aoko había conocido a Uni, y varios de sus hermanos durante sus visitas, aunque su amiga no sabía a lo que se dedicaban pero parecía haber congeniado con alguno de sus familiares adoptivos.

—Al parecer tiene negocios en Japón por lo que no sabe cuánto tiempo será.

Después de la llegada de su abuelo, Uni llego dos días después al parecer estaba preocupada por él, sin mencionar que había dejado a Gamma sin decirle nada, quien por cierto estuvo histérico por no encontrar rastro de ella.

— ¿Uni-nee? —cuestiono Hakuba algo curioso.

—Larga historia —Fue lo único que respondió antes de que la profesora entrara para el inicio de la siguiente clase.

El transcurso del día fue lento y en la opinión de Kaito aburrido, no había realizado alguna broma ya que estaba un poco distraído con los planes que tenía para atrapar a la organización. No obstante se percató que sus compañeros le miraban con incredulidad o curiosidad, quizás por su falta de interés en divertirse con ellos.

Lo cual solo le provoco algo de risa, estaba tentado a meterse con alguno de sus compañeros pero le era más entretenido saber la tensión que provocaba en todos ellos. Las clases terminaron tranquilamente para él, mientras que sus compañeros estaban nerviosos esperando algo.

De camino a la salida, Aoko no dejaba de mirarle sorprendido al igual que Hakuba, tal parecía que ellos también estaban desconcertados por su falta de interés en las bromas.

Kaito solo bufo ante las expresiones de incredulidad de ellos pero no podía culparlos, sabía que estaba actuando algo fuera de carácter. De pronto se detuvo atrayendo la atención de sus amigos, la sensación de peligro aumentaba en su cuerpo, no era la misma sensación que tenía con los de la organización esta era distinta y a la vez familiar.

—Es bueno saber que sigues alerta, Kuroba Kaito.

El mago no pudo ocultar su sorpresa al ver quien estaba frente a la salida de la escuela, recargado en un hermoso coche negro último modelo, vestido con ese elegante traje negro y de camisa morada.

— ¿Kyo-nii? —No pudo evitar decir.

No todos los días veía al imponente Hibari Kyoya siendo rodeado por chicas y sin intentarlas morder hasta la muerte, pero era más probable porque ellas no estaban entrando en su espacio personal, al parecer tenían sentido de supervivencia.

—Vamos Kai, no tenemos todo el día —demando el mayor mientras se subía al coche.

Kaito camino en dirección del coche no sin antes despedirse de su amiga, quien no tardo en reconocer a Kyoya, la chica solo le sonrió como forma de despedida mientras que Hakuba seguía observando todo con curiosidad.

El viaje en coche fue silencioso, lo cual no era inusual, ambos se enfrascaron en un la tranquilidad que el otro proporcionaba. Hasta que el suave aleteo llamo su atención, una pequeña ave amarilla se posaba en su hombro.

~Kai

Era lo que repetía la pequeña ave amarilla, mientras que el joven mago con una sonrisa acariciaba al ave.

—Hola Hibird, yo también te extrañe.

Una de las razones por la que Hibari permitió que Kaito le siguiera a todos lados cuando este tenía 8 años, fue por Hibird, el ave no dejaba que nadie se le acercara a excepción de su amo, ni siquiera con Tsunayoshi se dejaba hacer, así que cuando el prefecto se percató de que el ave seguía a todas partes al nieto del hitman le causo algo de curiosidad, no dijo nada y solo se dedicó a observar.

Fue cuando noto la máscara que el mocoso ponía, las fingidas sonrisas que daba para no preocupar a los demás, la forma tan tranquila que declinaba sus invitaciones con excusas algo tontas, podía ver a ese niño estar quebrado y aun así podía reconocer la fortaleza que tenía para no caerse.

—Nii-sama podrías hacerme un favor.

—Mmmmm —Fue lo único que murmuro, como reconocimiento de que lo escuchaba.

—Podrías prometerme que no morderás a esos tipos hasta la muerte.

Kyoya frunció el ceño ante la petición que le daba Kaito, pero a la vez no podía sorprenderse entendía la razón por la que lo pedía aunque no le hacía gracia, esos sujetos merecían pagar y estaba seguro que la manada de herbívoros de Tsunayoshi también pensaban lo mismo.

—Lo intentare —fue su única respuesta, porque honestamente no creía contenerse no si encontraba un oponente digno entre ellos.

—Gracias —Fue la única respuesta que dio Kaito.

El viajo transcurrió sin contratiempos y en silencio, Kaito se percató que estaban yendo a uno de los hoteles más lujoso, por lo que solo pudo suspirar, días atrás su abuelo le informo que tendrían una junta para empezar a planear como atraerlos y sobre todo darle los nombres de a quienes deberán atrapar.

Al llegar al hotel la gente empezó a murmurar, no le sorprendía, sus hermanos siempre atraían la mirada, mas Kyoya por su porte y carácter serio. El recepcionista no dejo de temblar bajo la fría mirada de su hermano hasta que le dio el número de habitación y le entrego la llave.

Cuando ingresaron a la habitación mantuvo su póker face aunque por dentro estaba sorprendido de ver a Kudo Shinichi sentado bebiendo una taza de café con Uni.

—Qué bueno que llegaste Kai —sonrió cálidamente Uni.

Kaito tenía tantas preguntas y aunque no dudaba que el detective ya había averiguado su identidad no se sentía cómodo en esa situación pero no tenía otra opción, necesitaba atrapar a la organización.

— ¿Dónde está Reborn-san? —pregunto notando que no estaba su abuelo.

—Él bebe tuvo que hacer un encargo a pedido de Sawada Tsunayoshi.

Kaito sonrió de manera nerviosa, después de todo su hermano no le había quitado ese estúpido apodo a su abuelo, no desde que Gianini jugando con la bazuca de lambo la descompuso, y fue disparada al hitman quien obtuvo una apariencia de un bebe de al menos un año.

Fueron los tres días más raros en sus palabras, en palabras de su hermano Tsuna fueron los tres días más infernales de su vida.

—Pero descuida —Hablo Uni—. En su lugar seré yo quien les informare los pormenores de la misión.

Kaito se sentó a lado de Kudo sin decir palabra alguna, por su parte Hibari se mantuvo recostado en una pared cercana, Uni procedió a explicar el plan.

En los próximos días, un joven rico poco conocido en los círculos sociales hará un anuncio sobre la joya más intrigante que haya encontrado, incluso revelara su peculiaridad la cual solo puede observarse a la luz de la luna, KID enviara una nota de atraco.

Ya tenían la ubicación preparada y ya estaban empezando a implementar las medidas necesarias para el día del robo.

— ¿Qué opinas Kai? —pregunto Uni.

—Me parece que todo suena bien, incluso la posición de los guardias.

—Yo solo tengo una duda —interrumpió Shinichi atrayendo la atención de Uni, quien silenciosamente espero a que continuara—. Has mencionado que no deseas involucrar a inocentes pero es claro que la policía estará ahí, además sería extraño si esa persona no pone guardaespaldas para proteger la joya.

—Kufufufu

Fue la risa que resonó en el lugar, provocando que Hibari frunciera el ceño sabiendo lo que venía, que Uni solo sonriera, que Kaito solo suspirara mientras que Shinichi sentía los vellos de su cuello erizarse.

—Descuide Kudo Shinichi-kun, de eso nos encargaremos nosotros.

Una intensa niebla cubrió una pequeña zona de la habitación, segundos después esta desapareció dejando ver a cuatros personas.

—Ha pasado tiempo —Sonrió Kaito al ver a Mammon, Fran, Chrome y Mukuro.

Después de todo ahí estaban 4 de los usuarios más fuertes de la niebla.

—Es bueno verte Kaito-Kun —sonrió divertido Mukuro.