Jajajajaja…
Este es un fic algo inusual, pero este es uno de mis ships favoritos.
Umi x Eli
Bueno, en parte, me basé en los doujins de la gran autora tMnR, de la cual recomiendo mucho ya que sus one-shot son de buena calidad y de los mejores que he leído.
Bueno, tal vez tome mucho de sus doujins y de otros, pero la historia la haré de manera original.
Bueno, ya mucha habladuría, solo quiero comenzar con esto.
Sin más, comencemos…
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Academia Otonokizaka.
- ¡Honoka, llegas tarde! – dijo una chica de cabello azul mirando a su mejor amiga llegar suspirando fuertemente.
- Lo lamento Umi-chan, es que el trafico estaba muy feo.
- Honoka, en primera, ni andas en carro, es más, te vienes a pie.
- P-Pensé que iba a funcionar la excusa – se dijo en voz baja la peli jengibre.
- Si serás.
- Umi – la voz de alguien se acercó a la peli azul desde atrás – déjala por ahora, debemos concentrarnos más en la práctica.
- Eli – Umi miró fijamente a la rubia y solo soltó un suspiro – está bien, pero que sea la última vez Honoka.
- Bien.
- Bueno, ahora que estamos todas, vamos a entrenar.
- ¡Sí!
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El grupo μ's se había formado hace unos meses y estaba teniendo un éxito grande, de hecho, desde su primera aparición, logró llamar la atención de muchas personas y ahora eran conocidas por toda Akihabara.
Pero quitando eso, lo que nadie sabía era que muy pronto, pasarían los problemas amorosos dentro del grupo.
Pero eso… sería más adelante.
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Justo en esos momentos, Umi pasaba por los pasillos cuando escuchó como varios pasos se acercaban a ella.
- ¡Sonoda-Senpai! – eran unas chicas de primer año.
- ¿Qué ocurre? – dijo.
- E-Este… - una de ellas se acercó a ella con algo que escondía en su espalda - ¡t-tome por favor!
- ¿Eh? – Umi notó que esa era una carta para ella, la cual estaba con su nombre.
- G-Gracias Sonoda-Senpai.
- E-Esperen… - antes de que la peli azul pudiera seguir, las chicas de primer año se fueron del lugar corriendo dejando a Umi con la palabra en la boca.
- ¿Qué te pasa? – dijo la voz de nuevo llegando detrás de ella.
- ¿Me estabas espiando Eli?
- No te estaba espiando, solo estaba viendo como esas Kouhais te daban esa carta.
- Sabes que a eso se le llama espiar.
- Qué más da, solo quiero saber si es cierto que esas Kouhais te dieron una carta de amor.
- N-No es una carta de amor.
- ¿Ah no? – Eli miró fijamente a la peli azul – por lo que tu mirada dice, puedo notar que escondes algo y eso solo me lleva a la conclusión que eso que te dieron las de primer año es una carta de amor.
- N-No la he abierto, pero creo que tal vez tengas razón.
- Veo que alguien es muy popular – río Eli.
- ¡N-No lo soy!
- ¿Ah no? Entonces dime una cosa Umi, ¿Por qué te siguen dando esas cartas?
- No lo sé, se supone que las rechazo, pero me siguen llegando.
- Vaya, eso quiere decir que son duras de darse por vencidas.
- ¿Cómo haces para evitar esto Eli?
- ¿P-Por qué me preguntas?
- ¿Crees que no sé que te llegan cartas iguales a la mía?
- Y-Yo me llegan…
- Nozomi y Nico me han dicho que te llegan cartas de seguidoras que quieren estar con la gran Eli Ayase.
- ¡N-No es cierto!
- Ahora a quien estoy molestando – dijo Umi riéndose un poco.
- Que mala eres – respondió la rubia – volviendo al tema, ¿acaso las rechazas a todas?
- P-Pues… no las rechazo, así como que les escribo una carta y les digo que no acepto sus sentimientos… pues no.
- Si no lo haces, entonces ¿Por qué no aceptas alguna carta? Podrías tener una pareja.
- ¡P-Pero eso es indecente!
- No lo es, ya en esta edad es donde nos empezamos a sentir atraídas hacia alguien – dijo Eli – creo que deberías de responderlas, si no, creo que eso afectará tu popularidad y descenderá.
- ¿Qué? – Umi sintió un golpe en el pecho, como si le hubieran dicho una gran verdad.
- ¿Dije algo malo?
- N-No… tal vez tengas razón. No puedo seguir huyendo de esto por siempre, pero es que…
- ¿Qué pasa?
- No puedo responder por ahora.
- ¿Por ahora? – eso dejó confundida a Eli - ¿Por qué?
- Es que… - Umi pensó mejor en sus palabras – sería algo incorrecto de mi parte responderles ya que a veces no logró entender las emociones y sentimientos que me transmiten las chicas con sus cartas. Creo que, si no comprendo nada de esto, no tengo derecho a responderles.
- Umi.
- Siento que el amar, así como se ama a una pareja, aun no comprendo ese sentimiento, más como soy yo, no creo que lo pueda entender por ahora. Si le gustara a una persona de ese modo, no creo ser capaz de corresponderle.
- Umi, estás siendo muy…
- ¿Eh? – luego de un momento, la peli azul se dio cuenta de lo que dijo y se sonrojó - ¿q-que acabo de decir?
- Jeje – río ligeramente la rubia – a veces te sale lo poética Umi, no hay duda que por algo eres la letrista del grupo.
- ¡Eli!
- Lo siento, lo siento.
- Caray – la peli azul miró hacia otro lado – b-bueno, lo que quiero decir es que aún no estoy lista para responderles a esas chicas las cartas.
- Bueno, eso depende de cada una – dijo la rubia – pero entonces, respóndeme algo, ¿Qué opinarías de una chica que te dé una carta?
- ¿Qué? – Umi se impresionó por eso - ¿Qué estás diciendo Eli?
- Imagina algo – Eli sacó uno de sus cuadernos, arrancó una hoja y se la extendió a Umi.
- ¿Qué es eso?
- Imagina que soy una chica entregándote una carta de amor.
- ¿Q-Que? – la cara de Umi se puso roja al escuchar eso - ¿p-por qué me dices eso?
- S-Solo finge que es eso, quiero ver tu reacción – dijo la rubia.
- ¡No gracias!
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PDV Umi.
Desde hace tiempo, Eli me ha estado molestando con esto, realmente es alguien que, aunque se le conoce como sobresaliente y educada, nosotras que la conocemos más, a veces creemos que eso que dicen las demás, es puro cuento.
El sentimiento del que las demás llaman amor, es algo que no comprendo aún.
Por algo dicen mis amigas que a veces soy algo densa.
¿Realmente… lo soy?
Ahora que lo pienso, el tiempo que Eli y yo ha sido muy bueno, más porque conocí a alguien coherente y que iba mucho con mi personalidad.
Aún recuerdo cuando el día que se unió, lloré un poco diciendo que por fin conocía a alguien que era coherente.
Seré sincera, todas en el grupo a excepción de Eli y yo somos serias y pensamos en la realidad.
Aunque… sin darme cuenta, creo que realmente me hice muy apegada a Eli.
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Mientras Umi se iba a su salón, Eli solo la miró irse.
- Quién diría que Umi estaría creciendo – la rubia fue a su casillero y cuando abrió el casillero, solo miró una carta dentro de este – al fin y al cabo, creo que no seré capaz de darle esta carta.
Eli miraba una carta con un corazón como sello y tenía un nombre escrito… "Umi Sonoda".
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Durante el resto de las clases, Umi solo pensaba en la conversación con Eli, desde que habló con ella, la conversación no desapreció de su mente.
¿Por qué sigo pensando en eso?
Entonces, el pensamiento de Eli fingiendo darle una carta, se le vino a la mente de repente a la mente.
El ver el rostro de la rubia hizo que sus mejillas se tornaron rojas, pero no entendió porque pasó esto.
Sacudió un poco la cabeza y solo prestó atención a la clase, aunque cuando miró, ya se había acabado.
Ese día no tenían práctica, así que cada quien fue a su respectivo hogar para descansar.
- ¡Libertad! – gritó Honoka - ¡es viernes y el cuerpo lo sabe!
- Honoka, no hagas tanto ruido.
- Umi-chan, pero es que es fin de semana, además, tengo salida hoy con Tsu-chan y…
- ¿Tsu-chan?
- I-Ignoren lo que dije – dijo la líder que se empezó a alejar y cuando menos acordaron, solo se miró una silueta de ella en el lugar.
- ¿Qué le pasa a Honoka-chan? – dijo Hanayo.
- Ni idea – respondió Nozomi – aunque creo que tal vez nuestra Honoka-chan esté enamorada.
- ¡¿Enamorada?!
- ¿Nadie sabía nada? – todas se miraron entre sí, pero luego notaron como Kotori desviaba la mirada algo nerviosa.
- ¿Kotori?
- ¿Q-Que pasa Umi-chan?
- ¿Sabes algo sobre lo que le pueda pasar a Honoka?
- ¡Y-Yo no sé nada! – dijo con total nerviosismo – no sé nada sobre la salida que Honoka-chan tiene con Tsubasa-san, ni sé nada sobre la posible relación amorosa que estén teniendo y sé que tal vez la regué así que también me voy.
Y acto seguido, dejando a todas boquiabiertas, pro antes de que pudieran decir algo, la peli gris salió corriendo.
- ¿Q-Que fue eso? – dijo Nico.
- Ni idea Nico-chan – dijo Maki.
- Lo importante es que tenemos el fin de semana libre.
- Yo iré a descansar.
- Yo también.
- Hoy tengo trabajo en el hospital.
- Ni siquiera sé que haré-nya.
- Iré a entrenar un poco en el dojo – cuando Umi tomó sus cosas, alguien se le acercó por detrás - ¿Qué pasa Eli?
- Umi – la cara de la rubia se sintió algo roja, pero de suerte logró hacer que Umi no lo viera - ¿p-puedo acompañarte?
- ¿Acompañarme? – eso confundió a Umi - ¿Por qué?
- Es que… - Eli pensó en una excusa – m-me preguntaba si puedo practicar un poco contigo.
- ¿Practicar? Espera, ¿te interesa el kendo o artes marciales?
- S-Solo quisiera practicar un poco, me han contado que es desestresante.
- B-Bueno, a esta hora ya han cerrado, pero si quieres te enseño algo.
- M-Me gustaría.
- Bueno, pero ¿no dirán nada tus padres porque faltes?
- No lo creo, además, vivimos solo Arisa y yo, llamaré a Arisa para avisarle que no llegaré temprano.
- ¿Segura?
- No te preocupes, Arisa no entiende, no es la primera vez que se queda sola.
- Eres una vergüenza de hermana mayor ¿sabes?
- Sí, lo sé, y estoy orgullosa de ello.
- Eli.
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Cuando llegaron a la residencia Sonoda…
- ¡Ya llegué!
- Bienvenida hija – dijo una señora con un kimono azul celeste – veo que trajiste invitada.
- Sí, ella es…
- Soy Eli Ayase, Senpai de Umi, un gusto – la rubia hizo una reverencia y dejó a Umi extrañada ya que Eli no acostumbraba a hacer ese tipo de saludos.
- Un gusto Ayase-san, por favor, pasa.
- Permiso.
Ambas chicas entraron y fueron directo a la habitación de Umi.
De ahí, pasarían un rato hablando sobre distintos temas, pero luego de un rato, se pusieron a lo que Eli dijo que venía.
- ¿Con que comienzo entonces? – preguntó la rubia ya vestida.
- Mira, depende que es lo que quieras.
- ¿Qué me recomiendas para comenzar?
- Si vamos a comenzar por algo, te recomendaría hacer algo de estiramiento.
- ¿Estiramiento?
- Sí.
Umi le enseñó varios estiramientos a la rubia, incluso logró hacer 50 golpes con el Shinaí.
Luego de varios momentos, la rusa estaba cansada por eso.
- ¡Ya no puedo más!
- ¿En serio? Y eso que solo lo hiciste casi lo básico para un principiante.
- ¿Para un principiante? – eso sorprendió a Eli - ¿Cómo lo haces Umi?
- Desde pequeña he sido entrenada y esto ya es un calentamiento para mí, es más, cada vez antes de irme lo hago y cuando vengo también.
- Eres increíble.
- No lo soy tanto, simplemente estoy más acostumbrada.
- Me imagino cómo será la persona con la que te cases.
- ¿Eh? – eso sorprendió a la peli azul - ¿p-por qué me sigues preguntando ese tema?
- No lo sé, solamente se me vino a la mente – Eli desvió la mirada – no me has dicho algo Umi, ¿caso no te gusta alguna persona?
- Y-Ya te respondí de eso.
- No es cierto, solo me dijiste que no sabías como responder a las cartas.
- E-Eso… - la peli azul desvió la mirada – a-aun no entiendo como sentirme así, pero realmente por ahora no siento algo así, aunque, quien sabe, a lo mejor me enamoro de alguien.
- Y-Ya veo – Eli bajó la mirada mientras veía el suelo.
- ¿Eli?
- N-No te preocupes, solo que me sorprendió un poco eso.
- Ahora dime tu Eli, ¿t-te gusta alguien?
- P-Pues… - la chica desvió la mirada un poco - ¿p-por qué me preguntas eso?
- Ni creas que me la harás – respondió la peli azul – solo quiero que me respondas, así como yo te respondí.
- V-Verás – la rubia sabía que no ganaría nada si competía contra Umi, así que, confesó – s-sí… me gusta alguien desde hace tiempo.
- ¿En serio?
- Sí – la rubia desvió la mirada – no sé porque, pero me empezó a atraer desde hace tiempo, hasta que la final me di cuenta de lo que siento por esa persona es amor.
- Eli – Umi no creía lo que decía su Senpai – p-pero… ¿esa persona lo sabe?
- No - respondió con algo de tristeza – es más, no creo que le diga alguna vez, a lo mejor no me corresponde.
- ¿Cómo puedes saber eso? A lo mejor ella si…
- Ya la he escuchado hablar, y créeme, no creo ser su tipo.
- Lo lamento Eli.
- No te preocupes – la chica se levantó – iré a cambiarme.
Cuando Eli se retiró, Umi solo quedó pensativa por lo dicho por la rubia.
- ¿Quién será esa persona tan especial para ella? – se dijo para sí misma en voz baja – espero que pueda ser correspondida.
Aunque su boca decía eso… por alguna razón… su pecho le dolía un poco.
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Continuará…