Miraculous Ladybug pertenece a Thomas Astruc, ZagAnimation, Disney y TF1, hago esto sin fin de lucro.

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De las razones tontas para un beso

Por Mimi chan

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Como si las cosas de las películas realmente funcionaran… aunque quizá.

Alya había amanecido aquel día de un humor… pícaro. La noche anterior había estado con Nora viendo una de esas películas románticas y cursis hasta las lagrimas que su hermana adoraba, pero que nunca admitiría en voz alta ver. Viendo una de esas películas, donde la heroína siempre se queda con el amor de vida, se puso a pensar.

¿Funcionaria uno de esos tontos planes en la vida real?

Y su apuesta era, que funcionaria si encontrara solo a un par tan tonto como los protagonistas de esas historias y ella tenía a sus dos tontos favoritos.

— Buenos días Adrien – saludó Alya al chico que se había quedado esperando en la entrada del colegio, y este llegaba puntual como siempre.

— Buenos días Alya – saludó a su vez el joven modelo con la misma simpatía que le dedicaba a todo el mundo.

— Me preguntaba. ¿Puedo pedirte un favor?

Y procedió a contarle una historia increíble de un acosador/admirador que no dejaba a su "pobre" mejor amiga en paz. Y quizá, solo quizá si Marinette tenía un compromiso con alguien más este chico la dejaría en paz.

— No lo sé, Alya…

— Está bien, sé que es un favor extraño de pedir – sacó entre su arsenal su expresión más apesadumbrada, la misma que funcionaba cuando quería comprar una nueva memoria para su teléfono y tenía que pedírsela a papá — se lo pediré a alguien más. Seguramente Marinette tiene un amigo que la aprecie más y no confunda las cosas.

¿Alya sintió pena por aprovecharse de ese complejo que Adrien tenía por ser aprobado…? No, no realmente.

— Está bien, si tú piensas que la solución para el problema de Marinette es esa, supongo que vale la pena intentarlo.

— Estoy casi segura de que esta será la solución exacta para este problema.

Con una sonrisa en el rostro Alya se alejó lista para la segunda parte de su plan.

[...]

— Absolutamente no – dijo en voz alta y clara Marinette, dándole énfasis en su respuesta, rematando cerrando su libreta de diseños con energía.

— Oh vamos Marinette, solo es una pequeña mentirita blanca.

— No, no es una pequeña mentira, es engañar a todos y no… — bajó la mirada mirando su regazo con menos determinación que antes — no quiero tener un beso de Adrien así.

— Entonces debo ir y decirle que no quieres hacerle este favor. Creo que va a estar muy decepcionado.

— Alya…

Marinette jaló sus coletas indecisa. Obviamente si Alya hubiese ido y le hubiera dicho a su amiga lo que le había dicho a Adrien esta no hubiese aceptado, tenía que admitir que era un plan triquiñoso, pero ¿realmente era tan malvado lo que quería conseguir con él? Pero si iba con su amiga y le decía que Adrien estaba siendo acosado por una admiradora y él creía que si corría el rumor con ciertas evidencias de que él tenía un romance con una chica, esta admiradora lo dejaría de molestar. ¿Qué clase de amiga de negaría a hacerle un favor tan especial?

— Quizá debería decírselo a Chloé – dijo Alya dándole la espalda a su amiga — tú sabes, ella también estima mucho a Adrien, estoy segura que ella no se negara, solo que ya sabes, dudo mucho que Chloé no aproveche la situación y se vuelva todo más complicado y…

— Está bien, lo hare. – No definitivamente Chloé solo lo haría peor, ella jamás admitiría que había sido un beso falso y solo exigiría más por ello — Si Adrien piensa que esto puede ayudarlo. Aunque si te soy sincera creo que es una idea muy mala, esas cosas solo funcionan en las películas.

— Lo sé, pero ya conoces a Adrien, tiene una mente tan inocente y no pude convencerlo de otra cosa.

[...]

Y todo funciono justo como en esas cursis películas de romance juvenil. Alya solo tuvo que reunir a los dos chicos que estaban completamente convencidos de que estaban haciéndose un favor uno al otro y decirles que estaría escondida tras un árbol filmando su encuentro como si lo hiciera a escondidas, eso sería mucho más creíble que si lo hiciera directamente.

— Solo ya saben, luzcan relajados – dijo Alya tomando las manos del chico y pasándolas por la espalda baja de su amiga – si se ven nerviosos simplemente no creerá nada de lo que vea. Suerte.

Y Alya hizo justo lo que les dijo dejándolos solos. Los dos adolescentes se miraron entre ellos ligeramente sonrojados.

— Admiradores – dijo Adrien respirando profundo, preparándose mentalmente para lo que haría.

— Sí... – Marinette aspiró aire profundamente antes de poner sus manos sobre el pecho del chico — algunas personas no saben respetar límites.

— Da miedo a veces – siendo bien consiente de las manos de su amiga sobre su pecho, se preguntó si podría sentir el acelerado latido de su corazón.

— Supongo que sí. – la chica se mordió el labio inferior saboreando su propio lipstick de sabor cereza – tú… ¿Realmente crees que esta es una buena idea?

— No estoy seguro de eso – dijo sin querer decir en voz alta que la idea de Alya no sonaba realmente tan lógica como ella quería creer que era – pero supongo que vale la pena intentarlo.

Buena idea o no, ya no había oportunidad de dar marcha atrás. Marinette cerró sus ojos y inclinó su cabeza hacia atrás invitándolo a dar el siguiente paso, sintiendo como el corazón le latía en la garganta. Se repitió a si misma que este solo era un beso para ayudar a Adrien, que no era un beso real. Se sentiría de verdad y quizá fuera tan agradable como un beso verdadero pero no era de verdad ¿Verdad?

Adrien se sintió incomodo con sus manos alrededor de la cintura de su amiga, ella estaba allí tan entregada a esta idea, seguramente desesperada por quitarse a ese acosador de encima, pero si iba a tener su primer beso de esa manera al menos iba a hacer que valiera la pena. Puso sus manos rodeando su cuello y sus mejillas, su pulso se sintió acelerado allí y su piel tan suave que se dio el gusto de mimarla un poco, el pequeño gesto cariñoso llenó sus mejillas de color rojo como si la hubiera acariciado con un pincel cargado de acuarelas rojas, era tan bonito…

Y Alya vio que igual, justo como en una película romántica sus dos tontos favoritos compartían un beso dulcemente, del tipo de besos de princesas de hadas. Los pies de Marinette en punta, mientras sus manos se cerraban sobre las solapas de la chaqueta de Adrien, su pecho completamente quieto olvidando respirar. Adrien con los ojos cerrados con una perfecta expresión de paz, disfrutando el momento. Casi deseaba tener palomitas y refresco.

Cuando esos dos finalmente estuvieran juntos. Porque así iba a ser algún día, solo lo sabía. Alya se prometió que les pondría el video que estaba tomando en ese momento el día de su boda y probablemente usaría esa anécdota como su discurso de dama de honor, hasta ese día disfrutaría de su dulce éxito.

Fin

21 de febrero de 2020

11:52 p.m.

nota de autora: Una cosita pequeñita que andaba en mi cabeza, quiza le haga una segunda parte. Ademas quiero avisar, no es que nadie lo recuerde... quiza... estoy trabajando en ciertos premios que debo desde hace siglos, lo crean o no aun me pesan en la conciencia, quien aun recuerde Pas a Pas quiza quieran ir a darse una vuelta por alli y si no la conoces igualmente te invito.

¿Review?

tata

Mimi chan