Ladies and Gentlemen!

Esta historia fue sacada del baúl de historias que deje ahí sin terminar de escribir. Es una historia pequeña y corta de lo que se me ocurrió al momento de pensar en muchas cosas y entre esas, que por recomendación mía sobre ir a varias exposiciones de libros como ventas y descuentos que realmente me interesaban en ir y así llevando a mis padres como mi hermano a esos eventos, fue que ellos empezaron a interesarse más por querer leer y sobre aquel mundo que me inculco la persona más importante a la edad de 3 años. Ellos empezaron a interesarse a leer y yo no les podía negar aquellos deseos. Fue de esta manera en la que se me ocurrió tomar esta historia y aprovecharla.

It's showtime!


Aclaración: Fairy Tail no me pertenece. Es propiedad de Hiro Mashima. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias.


Natsu odiaba leer. Era así fácil y sencilla aquella idea que el de pelo rosa, tenía desde que era un pequeño niño y empezó a crecer en compañía de su padre dragón, el cual, de vez en cuando se daba por vencido porque el niño no quería aprender algo que es esencial para todo humano, además, era bastante cansado porque no paraba de equivocarse o hacia cualquier ruido pequeño para afirmar que ya no estaba prestando atención a lo que en ese momento le trataba de enseñar. Le era aburrido y algo desesperante, tener que leer aquellas palabras que apenas podía comprender, claro, en ese entonces siendo un niño, era bastante complicado entender palabras difíciles. Aquellas tramas que le aburrían y que no era para nada interesante. Dejo de leer en el momento que Igneel se fue y empezó su recorrido, solo conocía algunas palabras por los dibujos de la misma. Eso fue también hasta que entro al gremio y algunos se dieron cuenta de que no sabía leer.

Si intentaba buscar algún libro que realmente quería leer con una trama sobre dragones, ninjas, guerras u otra cosa más que para todo niño era completamente llamativo, no existía o simplemente no lo tenía el gremio y para comprarlo, era bastante dinero y al final, perdía interés alguno, olvidaba lo que quería y mejor se enfocaba en hacer otras cosas. Pero para su desgracia, teniendo a Erza como su maestra porque era realmente importante que aprendiera. Ella al final en cuenta, fue la que le enseñara a leer como a escribir, era algo obligatorio y que al final, terminará por odiarlo cada vez más. Más por la forma horrible que le enseño y porque no tenía paciencia con él. Pero al final en cuenta, aprendió.

Sabía leer, sabía diferenciar palabras pero si tenía que sentarse en algún lugar y tomar un libro con quien sabe cuántas hojas que sólo iba a terminar botando en algún lugar porque para él no fue nada divertido. Realmente prefería no hacerlo y evitar la pena de que sucediera aquello.

Cuando Lucy llegó al gremio, tuvo que soportar que su compañera maga se la pasará todo el tiempo en la biblioteca, buscando algún libro con información para aquel libro, que nunca lo mencionaría pero era bastante interesante, o con historias realmente aburridas que sólo le causaban sueño y prefería irse a pelear con alguno de sus amigos. O eso creyó cuando escuchó a la maga celestial leer un libro en voz alta cuando se supone, nadie escucharía. No pudo separar su mirada de ella, se sentaba en algún lugar cercano para poder escucharla y saber que lo que estaba leyendo, era bastante entretenido y no aburrido como siempre esperaba de un libro como esos. Incluso, poco a poco era que se acercaba a ella para saber que más seguía. Quedaba hipnotizado bajo esa dulce voz que leía en voz alta y que le sonreía al saber que prestaba atención a un aburrido libro de princesas, caballeros y dragones, que prestaba atención a un libro de historia porque había veces en las que al terminar de leer, era imposible que no le preguntara sobre alguna u otra cosa de la que hablaba el libro. Natsu pedía que leyera otro libro bajo el pretexto de que si ella leía, le interesaba más el libro. Y ella aceptaba leerle con mucho gusto, porque le gustaba ver aquella cara de satisfacción en su rostro a pesar de que lo mantenía en secreto para que nadie se burlara de él. Cosa que le pareció bastante tierno.

-¿Alguna vez intentaste leer algo así? -Preguntó Lucy con curiosidad.- Se nota que se te da bastante bien este tipo de historias, estoy segura que encontraras millones de cuentos que podrías leer

-Erza me obligaba a leer cuando era niño, incluso Igneel me enseño pero era muy difícil el comprender cada palabra -Natsu alzó sus hombros para al final, solo suspirar.- Odio hacerlo porque recuerdo las veces en que llegó a torturarme, al final, nadie tuvo paciencia para enseñarme

-Yo te puedo enseñar si quieres -Lucy le sonrió, Natsu la miro con bastante atención en busca de alguna broma de parte de ella pero sabía que no era así, aquellas palabras eran realmente buenas.- Yo no seré dura como ella y tengo toda la paciencia del mundo para poder enseñarte, te juro que nunca te gritare ni te regañare -Alzo la mano como si de una promesa de campistas se tratara.- Y sabes muy bien que una maga celestial siempre cumple sus promesas

Natsu dudo un poco pero de alguna u otra forma, termino por aceptar, una pequeña promesa que solo estaría entre ellos dos, un pequeño secreto que se encargarían de cumplirlo después de llegar a una misión y encerrados en la biblioteca para que nadie opinara o que Natsu fuera cruelmente molestado por todos del gremio. Para Lucy, fue algo difícil al principio, le recordó a un pequeño niño que apenas podía leer pero de igual manera, fue algo tierno porque se notaba bastante el esfuerzo que hacía para poder leer bien y comprender cada una de las palabras. Se trababa en algunas palabras y había veces en las que llegaba a equivocarse, siempre soltaba algún suspiro frustrado porque ni eso sabia hacer bien. No se molestó en enseñarle desde un principio, fue divertido y de alguna manera, también le servía cuando este se encontraba bastante entretenido leyendo, ella podía conseguir un poco más de información para su historia que esperaba, algún día poder terminar. Era aquel pequeño pero gran secreto que guardaban.

Natsu entendió que no recibiría golpe alguno si se equivocaba en pronunciar alguna palabra, tampoco un grito o seria torturado cruelmente, Lucy había sido la primera persona en ser dulce y gentil con él. Que solo soltaba una pequeña risita cuando encontraba algún error y le trataba de explicar de la manera más simple lo que no podía entender. Realmente agradecía que fuera de esa manera. Fue así como le empezó agarrar un gusto culposo por la lectura, pidiendo incluso que una vez que Lucy terminara de escribir su libro, que fuera una de las primeras personas para poder leer aquello de lo que tanto, ella se había esforzado en escribir. De vez en cuando, le pedía ayuda a la maga para poder escribir más. Quería saber un poco más, quería leer un poco más, quería enterarse de todo y así no querer volver a ser llamado un idiota, aunque había situaciones en las que realmente se lo ameritaba.

Después de eso, disfrutaba de ese pequeño hábito gracias a Lucy que nunca se rindió con él. Incluso ahora.

-Papi ¿Me puedes leer un cuento?

Al momento que Natsu escucho a su pequeña dragón pedirle que leyera un cuento en lo que mamá regresaba de hacer algunas compras. Natsu no pudo evitar negarse ante aquella sonrisa donde le faltaba algunos dientes y su cabello rosa tan desordenado por ponerse su pijama para ya irse a dormir. No pudo evitar sonreír al momento de ver uno de los libros infantiles de Lucy entre sus pequeñas manos. Tomo a su pequeña entre sus brazos para poder llegar a la sala y poder sentarla en su regazo. Una vez que estuvo preparado, no dudo en leer cada una de las palabras escritas en el libro. A veces exagerando un poco sobre sus acciones y otras veces narrando con aquella pequeña sonrisa en su rostro porque se sabía de memoria cada una de aquellas palabras. Al notar que su pequeña ya se encontraba totalmente dormida, no pudo evitar soltar una pequeña risita mientras guardaba silencioso el libro y la cargaba en sus hombros para poder llevarla a su pequeña cama y que durmiera. Lo que no espero en ese momento, fue ver a Lucy con una pequeña sonrisa en su rostro mientras se acercaba a él y le otorgaba un pequeño beso en la mejilla.

-Lo hiciste muy bien Natsu, te felicito

-Tuve una buena maestra que me enseño y que me tuvo paciencia

-Alabada sea -Bromeo un poco Lucy, Natsu no pudo evitar soltar una risita pero guardaron silencio al ver que su pequeña se movió un poco ante el ruido.- ¿Al fin pudiste encontrar una historia que realmente te interese leer?

-Entre miles gracias a ti -Beso la frente de Lucy que no pudo evitar abrazarlo un poco.- Gracias Lucy

-Nunca es tarde para aprender Natsu y para Nanshy, es bastante satisfactorio saber que su padre le puede leer toda historia que ella quiera leer

-Y eso que su madre tenga millones de historia que ella quiera saber

Ambos no pudieron evitar sonreírse. Natsu siempre pensó que leer y escribir, nunca le llegaría a servir en la vida pero al conocer a Lucy, se dio cuenta de cuán importante era. Al momento que llego Nanshy a su vida y esta le pedía cada noche su cuento de buenas noches, se dio cuenta que todo aquello realmente había valido la pena. Miro a Lucy y miro a Nanshy. Estaba realmente orgulloso de lo que él había logrado, sin duda, fue en ese momento que se dio cuenta que si servía de algo el aprender cosas tan maravillosas como lo era leer y escribir. Ahora sin duda, estaría más emocionado por saber que pasaría.


¡Muchas gracias por leer!

Una corta pero muy interesante historia la que tenía escondida entre todas mis historias. Sin duda, sacare cada una de las historias para que vea y conozca al mundo, como para que todos ustedes puedan llegar a disfrutarla como yo lo hago al momento de escribirlas.

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Por cada comentario el escritor desvelado tendrá una gran sonrisa en su rostro y más energías al seguir escribiendo.

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¡Nos vemos a la próxima!


Atte.: AnZuZu Dragneel

Fecha: Jueves 16 de Abril de 2020