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Lágrimas

(Viaje al Freljord - Fragmento [?])

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El Freljord les había demostrado que era un sitio peligroso, ya no tenían razones para cuestionárselo. Desde el frío extremo, lo cual hacía la supervivencia más complicada de lo habitual, hasta los obstáculos barbáricos que sus criaturas y habitantes suponían en su camino. De sur a norte, una expedición que tomaba más de lo que había esperado. Quizás sí se imaginaba un recorrido de los más largos, pues El Freljord era también peligrosamente extenso, pero no dejaba de sorprenderle cuánto tiempo había pasado junto a aquella demaciana que había jurado matar. Tuvo tantas oportunidades y las perdió todas, a esas alturas solo quería regresar y olvidar todo lo sucedido...

Y después de tanta lucha, de tanto esfuerzo para casi no encontrar nada valioso de búsqueda, creía que finalmente tendrían un descanso.

Sin embargo, ninguno de los dos habría pensado que los obstáculos empeorarían una vez que tuvieran que hacer el viaje de regreso.

Se trataba de un territorio de lucha constante: descuartizar, o ser descuartizado. Quizás habían tenido demasiada suerte, además de poder unirse en un equipo. Juntos... qué raro sonaba eso, pero sin ello ninguno de los dos habría sobrevivido ni una semana en esas terribles tierras. De todas formas, la suerte no siempre iba a estar de su lado, al igual que sus mentes se deterioraban con cada paso dado en medio de la usual ventisca del norte.

Desde un principio ambos habían sido advertidos de lo que se enfrentaban, pero no lo asimilarían hasta que fuera demasiado tarde. O, al menos, debía llegarles ese golpe de realidad. Tanto él como Quinn pensaban distinto y actuaban distinto, así que reaccionarían de diferente manera.

Si bien el golpe de realidad a Talon le había pegado en un sueño hacía unas semanas atrás —si no estaba perdido con el paso del tiempo—, a Quinn, no obstante, le costó el ver cómo los invasores de la Garra Invernal casi le arrebataban la vida a Valor por completo.

La pelea era intensa, solo el ruido del viento y de las armas pesadas chocando podían ser escuchados. El ruido del metal filoso haciendo estragos, la melodía favorita de Talon que lo hacía tener oídos solo para pelear y, principalmente, salir victorioso. Utilizaba la neblina de la tormenta de nieve como si pudiera esconderse en ella, finalmente podía ser él mismo. Nada podía distraerlo, hasta que aquello sucedió.

Escuchó un grito ahogado de Quinn. Si bien ella solía gritar mucho, jamás la había oído quebrarse de tal forma. "¡No, Val!", la voz de la exploradora quedó clavada en su cabeza como si de un flechazo se tratase, y desde ahí la pelea no fue igual de divertida.

Nuevamente, la suerte estuvo de su lado. Se camuflaban bien entre los avarosanos, quienes no los consideraron amenaza en la mayoría de las ocasiones. Un pueblo cercano al incidente les abrió las puertas, no era la primera vez, pero titubearon cuando se trató de atender a aquella águila demaciana que se encontraba herida de gravedad. Ante las palabras de una mujer, a quien parecían valorar mucho, ablandaron sus corazones por el pobre Valor y decidieron salvarlo.

"Sin importar su procedencia, nos han sido de gran ayuda. Por eso, no hay que dudar en ayudarlos a cambio". Esas cursilerías a Talon no le movían nada, pero se dio cuenta de que los avarosanos se dejaban guiar mucho por los sentimientos. A esas alturas, sentía que podía empatizar más con aquellos invasores provenientes de la Garra Invernal.

¿Qué tan débil se podía llegar a ser? Dejaban a unos intrusos, un noxiano y una demaciana, pasar días y noches en su territorio, sin dudar ni por un momento en si debían ser de confianza. Quizás lo dudaban, pero preferían la piedad a la violencia. Y eso, para Talon, era muestra de absoluta debilidad. Ni siquiera los demacianos eran tan ingenuos, Quinn incluso se estaba aprovechando de la hospitalidad que, en ciertos sectores del Freljord, estaban dispuestos a ofrecerles.

Sin embargo, en esta ocasión Talon no la veía relajada a pesar de todo. Quinn pasó la noche entera despierta, el noxiano lo notó en sus ojeras y en la forma errática que ella caminaba de un lado al otro fuera de la tienda que les habían ofrecido para pasar la noche. Él sí había logrado descansar, y no le importaba todas las dificultades que habían tenido: debían retomar su regreso. Tomó su abrigo, escondiendo cada una de las preciadas cuchillas que llevaba consigo, y salió de la tienda para encontrarse de frente a Quinn.

—¿Adónde irás? —le preguntó ella. No había enfado en su voz, parecía como si hasta estuviera preocupada de que se fuera.

—A seguir el camino en el que estábamos, ya hemos perdido demasiado tiempo aquí. —Muchas más palabras de las que acostumbraba pronunciar, eran las suficientes para dejar claro su punto. Dicho eso, comenzó a caminar alejándose de la demaciana.

—Val todavía no se ha recuperado...

El asesino detuvo sus pasos y se dio la vuelta.

—¿Cuánto tiempo planeas seguir estando aquí? Solo tardamos más, y no es un viaje corto. —Sin duda alguna, tanto tiempo en El Freljord no era lo que tenía en mente, no quería perder ni un minuto más. Debía volver a Noxus, debía volver con el General. Su misión llevaba mucho tiempo, era decepcionante.

—No me iré sin Valor, Talon. Él es todo lo que queda para mí. —La voz cansada de Quinn parecía haberse esforzado por sonar firme—. No quiero perderlo, no puedo volver sin él... Ni siquiera lograríamos volver sin él.

El aludido echó un suspiro que parecía haberse llevado toda la energía que guardaba para el resto del día. Cuando pensaba que las cosas no podían ponerse más complicadas, ahí las tenía: más difíciles que nunca.

—Sabes perfectamente que sin él no regresaremos vivos.

—Son los avarosanos quienes nos mantienen con vida, incluso a tu estúpido pájaro tuvieron que salvársela. —Talon no pudo evitar que la comisura derecha de sus labios se elevara un poco, soltó una pequeña carcajada—. Hay un camino lleno de obstáculos por delante, pero en vez de evitarlos prefieres caer en todos ellos... ¿Por qué?

—¿Qué? —Quinn frunció el ceño, finalmente parecía haberse enfadado—. No comprendo lo que intentas decir.

—Es bastante simple. —Talon comenzó a caminar de regreso hacia la demaciana. Por más que ella se tomara todo tan en serio, o que la situación fuera seria en sí, él no podía evitar sonreír. Cuando tenía la seguridad de estar en lo cierto, alardear era su especialidad—. Eres muy similar a los avarosanos. En un principio creí que eras mucho más fuerte, pero ahora no tengo dudas: eres igual de ingenua que ellos.

El noxiano se paró frente a Quinn, ella lo miraba con aquella mirada furiosa. La conocía muy bien, ese enfado lo veía desde sus primeros enfrentamientos. Sin embargo, algo diferente se dejaba ver. Un pequeño detalle lograba probar su punto, aquellos ojos miel que denotaban ira y fuerza ahora solo eran contenedores de un mar de lágrimas que pretendía no dejar escapar. En aquel intento, Quinn desvió la vista hacia un costado.

No, Talon no dejaría que se saliera con la suya esta vez. Siempre ella quería ser la voz de la razón, quien era decidida para absolutamente todo. Pero ahora estaba derrumbada, no había lugar para su razonamiento.

Debía atacarla donde más le doliera.

Con delicadeza, no iba a causar revuelo sin motivo, llevó su mano derecha hacia el mentón de la demaciana y la obligó a verlo a los ojos. Ella se mordía los labios, como si aquello fuera a contener el océano que por sus ojos se asomaba. Nunca la había visto llorar, jamás habría pensado así de ella.

—Tienes mucho potencial, Quinn, pero te dejas engañar fácilmente por tus sentimientos... Una pena. —Las lágrimas comenzaron a caer por el rostro de la demaciana, pero no por ello tardó en reaccionar. Alejó la mano de Talon que sostenía su mentón, y la tomó con firmeza lejos de ella.

—¿De verdad piensas así? ¿Crees que eres más fuerte que yo? —El llanto no parecía haberla debilitado tanto. Pronto soltó su mano y lo empujó más lejos de ella aún. Si no hubiera estado atento, habría terminado en el suelo—. Todavía no lo sabes, pero algún día sabrás lo que es sentir aprecio por alguien más. Y cuando eso suceda... Solo tú encontrarás debilidad en ello, serás el único que no pueda vivir con ese dolor.

El noxiano levantó una ceja. Jamás había escuchado a Quinn dirigirle tanto la palabra, quizás esto se daba por el simple hecho de que no podía amenazarlo con un arma. Ella pasó por su lado, probablemente para dirigirse a la tienda en la que su estúpido pájaro todavía se hallaba recuperándose. Se limpió las lágrimas con la manga de su abrigo, como si aquello pudiera borrar las marcas rojizas en sus ojos y las pronunciadas ojeras que desde la noche anterior tenía.

Pero antes de camuflarse entre los avarosanos, se volteó a verlo para dirigirle la palabra una última vez por esa mañana:

—Eres un ser humano, Talon... Uno muy hipócrita... —No mantuvieron mucho contacto visual, pronto Quinn ya se había dado la vuelta para seguir su rumbo—. Si quieres marcharte, hazlo. Yo no me iré sin Val.

Se quedó mirándola hasta que llegó a su destino: tal y como lo esperaba, iba a ver qué tal Valor se encontraba. Talon podría haberse ido tal y como lo había pensado apenas se levantó esa mañana, era su plan después de todo.

Sin embargo, no contaba con que Quinn no se rindiera con facilidad. Tanto tiempo enfrentándola tendría que haberle enseñado que aquello no sucedería, ni siquiera rompiendo su espíritu lo había logrado.

Quizás sí era fuerte...

¿Y él qué entonces?

"Algún día sabrás lo que es sentir aprecio por alguien más. Y cuando eso suceda... Solo tú encontrarás debilidad en ello, serás el único que no pueda vivir con ese dolor."

Chasqueó la lengua. Imposible, no había nada que pudiera herirlo de esa manera, jamás se quebraría de la misma forma que Quinn esa mañana, no demostraría una debilidad así nunca. Si lo hiciera, sería su perdición. Y no, no perdería contra ella de esa manera.

Al menos, si trataba de convencerse de aquello quizás realmente no pasaría...

Solo quizás.


N/A: Ya hasta parecía que tenía abandonada esta colección, aish. Por suerte ya encontré el equilibrio entre mis estudios, el trabajo y mis hobbies... ¡Espero poder vivir así para siempre!

Tengo muchas ganas de compartir más fragmentos cortos de la travesía de Talon y Quinn por El Freljord (titulado por mí: "Viaje al Freljord"), pero eso sucederá cuando sea el turno de sus respectivas prompts en la lista.

Este fragmento me costó bastante, más que nada porque estaba pensando en otras historias cortas para esta colección. Sin embargo, estoy contenta con el resultado y es lo que, al final del día, más importa. No es para nada romántico, pero sí da pie a un futuro desarrollo sentimental... o eso espero jaja.

¡Gracias por tomarse el tiempo de leer! Los favoritos y las reviews siempre me hacen el día, los aprecio de todo corazón.