Disclaimer: The Owl House y sus personajes son propiedad de Disney y Dana Terrace, y al igual que los personajes que hacen cameos, ninguno me pertenece. El propósito de esta obra no es otro que el de entretener.


Así Comienzan los Recorridos

Con rodillas y brazos temblorosos gritando su cansancio, Amity se levantó para seguir su ardua rutina.
La joven bruja practicaba en el salón de entrenamiento de la mansión Blight. No dejaría escapar su oportunidad de unirse al aquelarre del emperador, y si debía dormir ahí, lo haría.

—¡Emerge! —La agotada bruja ordenó formando un círculo mágico.

—Goargh —Una abominación obedeció, levantándose del caldero instalado en una carreta, pero rápidamente colapsó, volviéndose un charco que dejaría manchado el suelo de piedra y el caldero.

Junto con su abominación, la cansada bruja cayó de rodillas en la sala de entrenamiento de la mansión Blight.

—¿Qué quieres? —Amity preguntó poniéndose de pie cuando escuchó que la puerta de la sala se abría.

—Mitt… —La voz de Edric fue suficiente para forzarse a restituir su abominación para disparar un proyectil a la puerta, evitando la entrada del insufrible ilusionista que tiene por hermano.

—… —Amity esperó pacientemente a escuchar los pasos Edric alejándose para retomar su experimental entrenamiento, o eso quería, pero al ver que su abominación volvió a colapsar, supo que había llegado a su límite.

Con un último esfuerzo, la extenuada muchacha regresó toda la masa de abominación al caldero y se dispuso a volver a su habitación.

—¿Ilusión sónica? —Amity preguntó al ver a Edric justo a su lado tras salir.

Sin esperar respuesta o siquiera prestarle atención a su hermano, Amity siguió su camino.

—Espera, Mittens —Edric pidió sujetando el hombro de su hermana menor.

—¿Qué quieres? —Finalmente, Amity se dispuso a hablarle, no tenía la energía para apartarlo a la fuerza.

—Sólo… poner las cosas en orden —Edric habló avergonzado.

—Hm —Con un simple forcejeo, Amity se libró de la mano del ilusionista y retomó su caminata de regreso a su habitación.

—¡Amity! —Edric volvió a llamar a su hermana, esta vez con un tono más autoritario— No puedes-

El muchacho fue interrumpido por el sonido de la carreta de Amity siendo dejada abruptamente en el suelo. Sin prestarle atención, su hermana abandonó el transporte de su abominación y apresuró el ritmo de su caminata.

Sabiendo que esta vez no lograría nada con su hermana, Edric decidió rendirse en su intento de hablarle, al menos por hoy.

—¿Crees que necesita más tiempo, Ed? —Emira preguntó deshaciendo su hechizo de invisibilidad, rebelándose junto a su gemelo.

Ninguno de los dos había recibido algo diferente a desprecio por parte de su hermana desde la noche de la estrella sollozante. Cuando encontraron la portada de su diario sobre un montón de ceniza frente a su habitación, supieron que habían cruzado una línea.

—¿Funcionó la canasta de disculpas? —Edric preguntó en un tono decaído.

—Sólo la dejó en la puerta de mi habitación —La respuesta de Emira fue triste, pero era lo que ambos esperaban tras dos semanas así.

Ambos gemelos llevaron la carreta de su hermana a la salida trasera de la mansión, ahí la estacionaba para los días de clases.


Al regresar a su habitación Amity se desplomó sobre su cama, realmente estaba extenuada por tanto entrenamiento. Por costumbre, la joven Blight hizo aparecer su pergamino de penstagram, pero rápidamente recordó que había borrado sus redes sociales, y volvió a deshacer su pergamino.

—Par de basuras —Amity susurró cuando escuchó a Ed y Emira caminando por fuera de su habitación.

Sin darles más atención de la que merecían, la joven bruja se dirigió a su ventana. Al abrir las cortinas vio que la oscuridad abrumando la infinidad de estrellas había reclamado su dominio en el cielo.

Sin más nada que su cansancio le permitiera hacer, Amity se envolvió en sus sábanas.

—Descansa, Mittens —Un susurro llegó a los oídos de Amity, quien sólo frunció el seño y de envolvió aún más en su cobijo para la noche.


—¡Hoot! ¡Hoot! —Hooty gritó apareciendo en la ventana principal, haciendo a Eda saltar en su nido y aplastar un esqueleto de animal.

—¿¡Quién jirafas es a esta hora!? —Edalyn (Eda) Clawthrone, la Owl Lady gritó de furia —¡Si es otro maldito vendedor ambulante te voy a usar de leña para el fuego, Hooty!

Un círculo mágico para formar un conjuro le permitió despedirse de sus ropas de dormir para lucir su vistoso vestido rojo y aros dorados, además de enrojecer sus labios y delinear sus ojos. Pese a que el sol aún no brillara, no iba a recibir a una visita con un aspecto descuidado.

—Hola, Edalyn —El director Bump, de la academia de magia y demonología Hexside, saludó con un semblante indiferente a ser apuntado por el cetro mágico de su exalumna de pálida e indomable cabellera—. Espero no ser inoportuno.

—Hm —Eda bajó su arma sabiendo que su visita no estaba ahí para amenazarla, y al mismo tiempo sorprendida por quién era esa visita—. Adelante, Bumpikins.

Con una confiada sonrisa, Eda se hizo a un lado y extendió su mano para invitar a pasar al académico, quien correspondió al gesto e ingresó a la vivienda.

—¿Se te ofrece sangre de manzana, Bumpstein? —Eda preguntó al tiempo en que una jarra de un líquido rojo levitó hasta su mano junto con un par de copas.

—Por favor —El dirigente académico respondió con una cortés reverencia, y aceptando la fina copa que, vista más detenidamente había sido moldeada con siluetas de búhos.

Debido a la hora, director y exalumna desayunaron en silencio y con una calma que, años atrás ninguno de los dos hubiera creído posible.

—No es que no disfrute tu visita, Bumpski —Eda habló algo incómoda por el silencio que se formó tras terminar ese improvisado desayuno—. Pero… ¿A qué debo el placer? ¿Hoy no hay clases? Con todas mis ausencias no recuerdos las festividades que celebraban en Hexside…

—Si hay actividades académicas hoy —El director aclaró sin perder su aura de seriedad—. Y Luz está involucrada en una de ellas.

Antes de continuar, el director hizo un círculo mágico para suspender en el aire los cubiertos y trastos que usaron en el desayuno, acto seguido sacó de su manga un pergamino y lo extendió en la mesa.

—Si bien no tengo dudas de que Luz podrá sobresalir en los cursos de demonología, sus capacidades mágicas son… diferentes —Bump aclaró señalando uno de los símbolos que se veían en ese pergamino —¿Se te hace familiar, Edalyn?

—… —Eda de inmediato supo que se trataba del símbolo que Luz usaba para su hechizo de orbe reluciente.

—Je. Nunca fuiste reveladora —Bump comentó con una amable sonrisa—. Incluso cundo te echabas la culpa por los errores de Lilith.

—¿Y qué sucede con el aprendizaje de Luz? —Eda rápidamente interrumpió a su exdirector, era evidente que no quería hablar de su hermana, y Bump respetaría ese deseo.

—Incluso si Luz pudiera conjurar hechizos, estaría muy atrasada en comparación a los estudiantes de su edad-

—Ve al grano, Bumpson.

—… Este pergamino fue enviado a mi residencia por uno de mis colegas —Bump volvió a formar un círculo mágico para hacer levitar al pergamino y regresar los levitantes trastos de cocina a su lugar—. Tres días después de que le dije que una humana entraría a Hexside.

—¿El pintor ermitaño? —Eda comentó al ver la marca al final del pergamino.

—Un maestro del arte que sin duda explotará el potencial de Luz —El académico aclaró cerrando el pergamino y ofreciéndoselo a Eda—. Se ofreció a enseñarle a Luz, el resto depende de ti.

Eda recibió el pergamino sin mucha confianza, y de inmediato Bump se dirigió a la entrada de la casa.

—¿En serio haces todo eso por tu cuerpo académico? —Eda preguntó una vez su exdirector cruzó la entrada. Eda no demostraría el mal sabor de boca que le causó hacerle esa pregunta.

—¿Cuánto tiempo crees que tardaste en darme motivos para expulsarte de Hexside? —Bump preguntó visiblemente confiado— Un estudiante expulsado es un fracaso de todo mi cuerpo académico.

—¿Y qué me dices de una bruja criminal? —Eda preguntó fingiendo confianza.

—¿Volverías a formar un ejército de abominaciones si alguien lastimara a Lilith?

—… —Eda sólo pudo hacer silencio.

—Si tu corazón está donde debe estar ¿Puedes llamarte criminal? —Con confianza, el académico se retiró del hogar de su exalumna.

Sabiendo que el director aún tenía que llegar a la academia e iniciar la jornada de clases, Eda sólo lo despidió con una sonrisa.

Una vez cerró la puerta, Eda se dirigió al sillón para centrarse en el pergamino, ese ofrecimiento le dio mucho en que pensar.


—Buenos días —Somnolienta, Luz saludó a su maestra, quien estaba en la mesa principal la cual tenía varios trastos de cocina sucios.

—Hola Eda —King saludó viajando cómodamente en los brazos de la humana.

—¿Oh? Buen día —La Owl Lady saludó sin desviar la mirada, estaba demasiado concentrada en un pergamino flotante frente a ella— Luz ¿Tienes un minuto?

—Un momento —La latina pidió mientras levantaba los vasos de sangre de manzana—. Parece que alguien despertó con sed.

—Tuve una visita y no quise despertarlos.

—¿Otro exnovio pidiendo que regreses con él? —King se burló sentándose en la mesa— ¡Ah!

Un hechizo de levitación volteó la silla del pequeño monstruo, haciéndolo caer.

—¿Y qué sucede, Eda? —Luz preguntó finalmente sentándose en la mesa.

—Verás…


—Eh…—Luz no sabía cómo anunciarse en la casa cubierta por enredaderas espinosas que sólo dejaban a la vista cuatro cuernos blancos, una entrada y una piedra cúbica que parecía una banca— ¿Hola?

No hubo respuesta.

—¿Y si sólo entras? —Eda sugirió con tranquilidad, pero más centrada en los enormes insectos acorazados de las cercanías.

—¿Sólo así? —La latina preguntó dudosa— ¿Y si es de esos ermitaños peligrosos que mata tolo lo que entre a su dominio?

—¿Entonces volvemos a casa?

Sin más opciones, pero aún llena de entusiasmo por la idea de recibir clases de magia (magia que podía utilizar), la latina se adentró por la cortina de enredaderas que colgaba en la entrada.

Pese al descuidado aspecto exterior de la vivienda, el tratarse del hogar de un maestro le dio altas expectativas a Luz, expectativas que no se cumplieron al ver que la única iluminación era un tragaluz en el centro de la casa, dejando ver un techo de tela desgastada y rota sobre muros de madera que parecían ser menos firmes que las enredaderas espinosas que se colaban al interior. Lo que sin duda impresionó a Luz fueron los enormes cráneos llenos de púas y las finas y elegantes espadas que había atadas a los maderos.

—¡Un visitante! —Con sorpresa, una grave voz masculina habló. Provenía de una robusta figura cuyos hombros y nuca estaban cubiertos por una peluda superficie de la que iniciaba una capa gris que llegaba hasta el suelo, también se podía distinguir tres puntiagudos y blancos cuernos hacia lo alto sobre su cabeza. Viéndolo más detenidamente se podía notar que pintaba en un lienzo— ¿Qué te trae hasta aquí, pequeña intrusa?

Al voltearse, el aparente dueño del hogar mostró su acorazado y pálido rostro que con dos hendiduras correspondientes a sus ojos sobre los cuales tenía una cinta roja, al igual que sus muñecas y botas, el resto de su atuendo eran ropas negras salvo por su delantal marrón muy manchado. Sin duda un pintor.

—Tal vez, al igual que yo… —Al ver más detenidamente a su visita, el pintor pudo apreciar sus orejas, sin duda una humana.

—Je… Hola, soy Luz, la humana —La latina habló intimidada por el imponente aspecto de ese sujeto—. Me aceptaron en la academia Hexside, y…

Luz se detuvo cuando el pintor le indicó que lo hiciera.

—El viejo Bump me comentó de tu situación —El pintor explicó—. Toda mi vida anterior fue dedicada al arte de la espada hasta alcanzar la maestría, llegando a creer que medir mi fuerza con las armas era lo único que el mundo tenía para mí.

—… —Luz miraba y escuchaba impresionada, un sabio maestro con una historia de desarrollo de fondo era como sacado de las aventuras de Azura.

—Pero ese sentimiento acabó con el tiempo, mi alma gritaba no un deseo de probarme contra otros, sino un deseo de crear. Años he pasado tratando de dominar el arte de la creación. Pintando, esculpiendo… y en mi camino al dominio de mi arte descubrí que la pintura fue la primera forma de magia —El maestro elevó su pincel, y en un veloz movimiento que Luz a penas pudo ver, docenas de runas luminosas fueron pintados en los maderos.

—Eh… —Luz se mostró sorprendida cuando el maestro le ofreció su pincel. Aún con dudas, la latina recibió la herramienta.

No había palabras que Luz podría usar para describir la belleza los resplandecientes enjambres de orbes bailarines de diferentes colores.

—Antes de artista, soy un maestro —El pintor hizo otro veloz movimiento y las runas dejaron de concentrar magia al ser tachadas—. El maestro pintor Sheo ¿Quieres aprender el arte de la creación?

—S-Sería un honor —Luz respondió haciendo una respetuosa reverencia en la que le devolvió el pincel al maestro pintor.

—Ahora vamos, la decisión final de cambio de maestro debe ser tomada— El maestro Sheo ordenó dirigiéndose a la salida de su hogar.

Luz lo siguió sin ser capaz de ocultar la emoción en su rostro. Era tal como se había imaginado en sus fantasías como una aprendiz de magia en el mundo mágico de Azura.

—Sheo ¿No? —Eda preguntó algo insegura, el cartel junto a la casa estaba demasiado deteriorado para entenderlo.

—Owl Lady —El maestro pintor saludó con calma a la bruja rebelde para luego dirigirse a la piedra cuadrada junto a la entrada de su hogar, esperaría sentado a la decisión de maestra y aprendiz.

—La decisión fue tomada antes de venir —Eda aclaró interrumpiendo al maestro pintor, quien volteó a Eda.

—En ese caso, haz los honores —Sheo indicó ofreciendo su mano.

—Como maestro, proteges y guías a tu aprendiz hasta alcanzar la maestría en el arte que impartes— Eda sentenció formando un sello mágico de juramento eterno—. Jamás herirla o dejarla ser herida más de lo que la instrucción demande.

—Me entregarás la tutela de tu aprendiz hasta el inicio del semestre en Hexside.

Con ambos habiendo indicado la condición, el juramento eterno fue sellado.

—Las dejaré para despedirse, Luz: cuando acaben entra a mi hogar —El maestro ordenó regresando al interior de su casa.

—Luz… no te mueras —Eda habló con una confiada sonrisa, para luego acariciarle el cabello—. Él te dará raíces en la instrucción de magia.

Con una sonrisa, Luz vio cómo la Owl Lady montaba su cetro mágico para volar de regreso a su hogar, y sin su anterior maestra, la latina se dirigió a su nueva casa de estudios.


En la oficina de dirección de la academia Hexside, el director Bump revisaba varios papeles en su escritorio, había recibido algunas quejas y sugerencias no sólo del comité de padres de Hexside, sino que también del ayuntamiento de Bonesborough por el desempeño deportivo de las Banshees en el último enfrentamiento contra el equipo de la academia Glandus.

—Adelante —El director indicó cuando se escucharon toques a la puerta de su oficina—. Por favor siéntese, señorita Blight.

—Con su permiso. —Amity pidió entrando a la elegante oficina, para luego sentarse frente al escritorio.

—¿En qué puedo servirle, director Bump? —La joven bruja preguntó cortésmente.

—El profesor de la clase de abominaciones básicas me manifestó su preocupación por tu salud física y mental, Amity —El dirigente académico entregó una nota con la firma del profesor en cuestión.

—Con el debido respeto, el profesor de abominaciones exagera —Amity se explicó haciendo un buen intento de esconder su cansancio—. Mis calificaciones jamás habían sido más altas.

—Aplaudo tu tenacidad, pero las observaciones de tus somnolencias en clases, ojeras cubiertas por maquillaje y piernas temblorosas en los cursos físicos son más honestas que tus palabras.

—… —Amity sólo hizo silencio, es cierto que se sentía más cansada ¡Pero era por sus sesiones de entrenamiento adicionales! No por pasatiempos irresponsables— ¿Director Bump?

—¿Has oído del incidente 3421? —El director preguntó enseñando un extracto del registro disciplinario oficial de la academia, donde aparecía una joven de melena brillante cual flama abrasadora.

Amity estaba más concentrada en las enormes abominaciones que parecía estar liderando.

—Un momento. —Al ver más detenidamente la imagen notó que aquella chica estaba vistiendo el uniforme del aquelarre de pociones— ¿Cómo es posible?

—¿Un ejército de abominaciones creado por una estudiante del aquelarre de pociones? —Bump preguntó confiado mientras escribía en un documento con muchos sellos—. Esa chica modificó la fórmula de sus abominaciones.

La joven Blight sintió como si un nuevo horizonte se había abierto en su mente, quizá por su intachable disciplina o por una ceguera creativa, a Amity jamás se le había ocurrido abordar sus fallas en el dominio de abominaciones desde ese punto de vista.

—Firma este documento y tendrás una orden y permiso académico extraordinario de asistencia a las clases de la profesora Monomon del aquelarre de pociones, viendo tu horario de clases creo que la sesión del medio día será la apropiada.

Cuando Amity se disponía a firmar, el director retiró el documento.

—Si accedes tendrás prohibido practicar todo tipo de magia o actividad académica por iniciativa propia durante la noche. —El académico aclaró ofreciendo su mano dentro de un sello de juramento eterno.

Muy consciente de la advertencia del director Bump, con su firma y un apretón de manos, la joven bruja aceptó el trato.

—Con eso está todo listo —Bump comentó guardando el documento de permiso extraordinario en su escritorio—. A partir de mañana podrás asistir a la clase de pociones.

—Se lo agradezco, director Bump.

—Ahora retírate, Amity, no debes llegar tarde a tu primera clase de pociones —El director indicó abriendo la puerta de su oficina con un círculo mágico—. Y recuerda: nada de desvelarte entrenando.

—Si señor —Amity se retiró cortésmente de la oficina.

Con una sonrisa de satisfacción, Bump la vio marcharse, teniendo plena fe en que Amity podría volver a tener un desempeño académico excepcional sin sacrificar su salud. Pero su deber académico aún no terminaba.

—¡Caw! —Un cuervo entró por la ventana de la oficina y se ubicó en el hombro del dirigente.

—Profesora Monomon, una estudiante proveniente del aquelarre de abominaciones se unirá a sus clase de pociones intermedias, lamento la inesperada decisión administrativa, pero tiene mi palabra de que ella será un valioso aporte al alumnado de su salón —El director habló a la boca del cuervo y lo dejó irse.

—Espero sea suficiente —El director comentó aún circunspecto por Amity, pero una torre de papeleo que levitando hasta su escritorio lo forzó a posponer ese asunto— ¡Ugh! …Y ahora sueno como Eda.

Tras golpearse la frente con su palma, el académico miró de reojo una de las decoraciones de su oficina: una especie de gusano cubierto completamente por vendas que a medida que subían por su cuerpo se tornaban en placas metálicas doradas y ya a la altura de su cuello eran una limpia armadura que acababa en una máscara con dos agujeros en sus ojos, y con una corona en forma de hoja.

El académico le dedicó una sonrisa a la extraña figura, para luego retomar su habitual deber administrativo.


—Ha-ha… —Completamente extenuada, Luz respiraba al borde del colapso por cansancio.

—Me atrevo a decir que fue un buen día —El maestro Sheo comentó con un semblante de relajo.

El maestro pintor guiaba a Luz entre los árboles del bosque para regresar a Bonesborough. Pese a que la noche había reclamado su dominio en los cielos de las islas hirvientes, el camino resplandecía por los orbes que Luz conjuró.

—Si- todo un día corriendo de un lado a otro- con un pincel de acero- y con tarros de pintura en la espalda- fue glorioso —Entre pesados respiros la latina le respondió a su maestro.

Podría parecer sarcasmo, pero Luz apreciaba cada segundo de entrenamiento que tuvo durante el día.

—Me alegra escucharlo —El maestro respondió al ver el brillo en los ojos de su alumna—. Ya viste lo más básico de las runas ancestrales.

Casi parecería que los ojos de Luz tomaban la forma de estrellas, dibujó docenas de runas antiguas, y cada una de ellas formó una magia primitiva que la hizo sentir más viva que nunca.

—La magia antigua es… magnífica —La latina se centraba en los orbes que la seguían, para conjurarlos hizo los dibujos habituales de los orbes de luz, pero al dibujarlos dentro de una runa de movimiento, causó que los orbes luminosos giraran a su alrededor.

Ya en las calles iluminadas de la ciudad Luz deshizo los orbes resplandecientes al tachar la runa antigua que dibujó en un trozo de madera que recogió en el bosque, este se había consumido mucho desde que conjuró el hechizo.

—Aquí nos despedimos —El pintor sentenció una vez llegaron a la casa del Búho.

—Gracias por acompañarme, maestro Sheo —Luz habló en una reverencia que su maestro imitó, para luego dar media vuelta y emprender su camino de regreso al alejado bosque de púas en el que vivía.

Una vez el pintor se alejó, Luz miró a las estrellas y extendió su mano. En el mundo humano se sentía impotente, incapaz de lograr lo que quería, por mucho que anhelara ser como Azura, sabía que jamás lo lograría, pero ahora… ahora sentía que hasta la más lejana de las estrellas estaba a su alcance.

—Hola Luz —El tótem de la entrada principal extendió su cuello para saludar a la humana que estaba en las cercanías, sacándola de su fantasía.

—Hola Hooty —Cariñosamente, Luz correspondió al saludo dándole un beso en la frente— ¿Cómo están Eda y King?

—¡Siente el poder de la reina de los búhos! —La voz de Eda se escuchó en un grito decisivo.

—¿Hexes Poker? —Luz preguntó algo incómoda al tiempo en que una explosión se escuchó desde dentro de la casa.

—Dijo algo de un nuevo set, los señores de los cielos… creo ¡Pero ahora la forzamos a tomarse su elíxir!

—¿Y King?

—Sigue planeando su ascensión al trono del parque de juegos.

—Creo que saldré de paseo por el pueblo, quizá te pueda traer un regalo —Sin querer ayudar a King o ser apaleada por Eda, Luz decidió retirarse de la casa del búho.

—¡Alguien me consciente! ¡Hurra! —Con una visible felicidad, Hooty se despidió regresando a su lugar en la entrada principal.


Amity miraba por la ventana de una de las salas de estudio individuales de la biblioteca de la ciudad, realmente le era útil ese lugar para evitar a sus hermanos (resultaron baneados de la biblioteca), pero a alguien con tal necesidad de sobresalir en su academia, un centro de estudios con gran acceso a la información no viene nada mal.

—¿Las frutas con altos contenidos de targonio podía hacerlos más ligeros? ¿Menos consistentes? ¿Volátiles? —Amity se preguntaba ya sin ideas, cuando se acercó a preguntarle a la profesora de pociones sobre los efectos de distintos ingredientes en la composición de criaturas animadas con magia, la respuesta la dejó abrumada— Supongo que la primera clase no me hará descubrir los secretos del mundo…

—Estamos cerrando, por favor desalojen las salas de estudio —La voz de uno de los bibliotecarios se escuchó por las bocinas de las salas.

Aún emocionada por seguir descubriendo, la prodigiosa joven bruja dejó los libros que había pedido en el carro del bibliotecario y se dirigió a la salida.

Pese a que la clase de la maestra Monomon le dejó más preguntas que respuestas, también la dejó más entusiasmada.

—¿Luz? —Amity se preguntó para sus adentros al ver a la humana que tantos problemas le trajo, caminando sola en las cercanías.

En su enérgica y despreocupada caminata, Luz dejaba ver su felicidad en su sonrisa mientras apreciaba los techos y las estrellas sobre la ciudad.

—Hola, Luz —Amity saludó a la humana sin estar del todo segura de por qué lo hizo.

—¿Amity? —La latina respondió dudosa cuando vio a la reservada chica prodigio— Que coincidencia vernos aquí… de nuevo.

—Si…

Un incómodo silencio se formó entre ambas chicas, el monstruoso Otabin queriendo sellarlas para siempre en un libro no era el más feliz de sus recuerdos.

—Y… ¿No se han indigestado con sus búhos fritos? —Amity comentó visiblemente incómoda, no sabía de qué hablar, pero era hablar con Luz o volver a su casa.

—¿Búho frito? —Luz habló extrañada— No, todos han salido en su punto.

—Me… alegro.

El silencio incómodo regresó.

—¿Supiste que me inscribieron en Hexside? —Luz preguntó rompiendo el hielo con mucho mejor tacto que Amity.

—Me… alegra —La joven bruja no estaba del todo segura de esa idea, hasta donde sabía Luz sólo podía conjurar un pequeño orbe radiante, y con eso no aprobaría ninguna clase en la academia—. Si necesitas ayuda, cuenta conmigo.

—Oh vaya, no pensé que fueras así —Luz apreció sonriendo.

—¿Así cómo?

—Ya sabes, los chicos populares suelen ser pedantes y todo eso.

—Si quieres puedo volvamos a luchar a muerte como en la convención —Amity respondió con una sonrisa.

—Creo que prefiero a la Amity cool ¿Me ayudarás a ser popular cuando entre a la academia?

—No soy tan popular —Amity admitió desviando la mirada.

—¿Sabes? Siempre estoy ayudando a Eda con su tienda de objetos humanos ¿Hay algún lugar divertido en la ciudad?

—A esta hora… —Amity tomó su semblante pensativo—. Sólo se me ocurre el puerto del muerto… Sé que no es el mejor nombre para una cafetería.

—¿Y que sea gratis? Aún no he cobrado mi sueldo… que es de cero.

—Ja, ja, ja —Amity no pudo evitar carcajear por el mal chiste—. De acuerdo, Luz, yo invito.

Con una sonrisa, Luz siguió a Amity a esa cafetería de nombre tenebroso.


Y así inicia esta pequeña historia centrada en Luz y Amity.

¿Cómo acabará la relación fraternal de los gemelos con su hermana menor? ¿Logrará Amity ser aceptada en el aquelarre del emperador? ¿Luz podrá ponerse al día para su futuro ingreso a la academia? ¿La historia evolucionará en algo de proporciones épicas que decida el destino de los mundos? Todo se responde con un quizá. xD

Espero hayan disfrutado este prólogo.