Sé que debo rendirme a tu beso de fuego,

Al igual que una antorcha, prendes fuego al alma dentro de mí

Debo seguir, estoy en este camino sin retorno

Y aunque me quema y me convierte en cenizas

Mi mundo entero se estrella sin tu beso de fuego.

Fragmento Kiss of fire

Hugh Laurie

Estaba sentada en su pupitre con la mirada en su profesor de biología, estaba muerta de aburrimiento; en ese momento deseaba que la chicharra sonara para que terminar su sufrimiento. Cuando miro la pantalla de su celular eran las 12:00 p.m. justo en ese momento vibro anunciando la llegada de un mensaje, discretamente lo desbloqueo y empezó a leerlo.

Iré al supermercado,

Te espero frente al hospital.

Repentinamente su estado de ánimo cambio, tras el acontecimiento al final de aquella fiesta las cosas entre ellos se habían vuelto raras, de alguna manera Neflyte había conseguido su número de celular, al principio le escribía solo para molestarla pero conforme pasaba el tiempo esos mensajes se volvían invitaciones para salir juntos.

Makoto sabía a la perfección que si alguien más se enteraba de aquello se armaría una tremenda bronca, opto por poner un nombre diferente al número de Neflyte, así cuando le llamara o escribiera todos pensarían que era un chico ajeno a la familia.

¿Juagaban con fuego?, por supuesto, era la sensación más fascinante con la que estaban experimentado. Resulta que desde la pubertad se le había hecho un chico atractivo y atento y el tiempo de ausencia solo había ayudado a que su atracción hacia el incrementara; tal parecía que entre ambos siempre había existido y a partir de aquella fiesta era aún más intensa.

Nuevamente su celular vibro y en la pantalla vio el nombre de Tora y el mensaje visible

Los chicos irán al cine después de clases,

¿Te parece si vamos nosotros también?

Se sentía la persona más despreciable de mundo, la realidad era que no habían cortado su relación pues tras la fiesta Tora la había ido a ver al día siguiente argumentando lo arrepentido que estaba tras su comportamiento, al verlo ahí parado en la puerta de su casa su corazón se encogió y terminaron por reconciliarse. Las cosas con él se iban apagado gradualmente y la complicaban cada vez más, claro que era muy guapo, enérgico y un buen bailarín pero ya no era suficiente; últimamente cada que se veían no lograba dejar de pensar en Neflyte, de hecho el rubio empezaba a parecerle irritante, siempre quería llamara la atención y su vanidad era insoportable; si alguien llegaba y le preguntaba cómo es que ya no quería nada con él esas dos últimas excusas serian perfectas para ocultar la verdad.

Si decía que si era alentarlo a que las cosas estaban bien entre ellos pero le partía el corazón decirle que no…

Estaba en eso cuando la chicharra anuncio el final de las clases y con ello el tiempo para pensar bien las cosas. Todos guardaban sus cosas con rapidez excepto ella que aún estaba meditando las cosas.

– ¿Entonces iras conmigo? – ahí estaba parado frente a ella, con unos jeans negros muy entallados y una camiseta sin mangas

Levanto la mirada para verlo directamente los ojos –me encantaría pero prometí que acompañaría a mi madre al súper

–Si quieres puedo acompañarlas– su mano acariciaba un mecho de cabello castaño

Makoto estaba en un verdadero aprieto, se levantó de su silla –te lo agradezco pero hay una situación que debemos arreglar entre nosotras. Tora observaba como ella metía todo a su mochila.

Inesperadamente él se acercó a Lita y tomo entre sus manos su rostro para depositar un dulce beso en sus labios –está bien ya será en otra ocasión, espero que las cosas mejoren entre ustedes

Sin decir más Tora fue directo a la salida para alcanzar a los demás. Ella estaba aturdida no esperaba para nada esa acción, desde que se habían reconciliado no habían tenido contacto físico, ni siquiera un roce de manos y ahora el había tomado la iniciativa, lo peor era que ese beso significaba algo para él y ella no había sentido nada. Debía actuar rápidamente y con la cabeza fría poner un alto.

Como era de esperarse la camioneta blanca estaba estacionada y las intermitentes estaban encendidas, su corazón latía desbocado y sentía las mejillas calientes. Intento actuar normal, abrió la puerta del copiloto y subió. Neflyte arranco suavemente y freno de golpe haciendo que Lita casi se estampara en el tablero

– ¿¡estás loco!? – sus manos estaban sobre el tablero

–Ponte el cinturón- su primo la miraba serio y fijamente

Sin protesta alguna volvió a acomodarse y se lo puso, durante un rato ninguno de los dos hablo, hasta que él rompió el silencio

–Tu novio se viste como todo un Axl Rose, debe ser popular entre las chicas– Makoto lo miro un tanto sorprendida – no me mires así… sé que aun sales con él y que lo nuestro es algo distinto– Neflyte mantenía la vista sobre la avenida y por intervalos miraba a su acompañante

–"lo nuestro" no es correcto imagina que pasaría si nuestros padres se enteran lita lo miraba preocupada

– hasta ahora solo hemos salido un par de veces y nunca he hecho algo fuera de lugar

– ¡claro que sí!, esto de salir…

–no estamos haciendo algo malo, y si te refieres a lo que paso ese día fue porque tú así lo querías y antes de que te pongas loca debes saber que no te culpo, debes saber que me gustas y mucho pero también soy consciente de la situación…

Makoto seguía mirándolo –entonces ¿Por qué me buscas?

El semáforo se puso en rojo –Solo quiero pasarlo bien a tu lado…

Escuchar esa declaración la tomó por sorpresa –es una locura, además Zoycite lo sabe

Él agarro la mano de su prima para darle seguridad– ninguno de los dos haría algo para dañarte

Su mirada le transmitía amor lo cual termino por robarle el corazón pero era realista, entre ellos no podía existir nada más que ese lazo fraternal.

Llegaron a la plaza comercial, entraron al estacionamiento y aparcaron la camioneta, ambos iban más relajados y entre risas recorrían los pasillos poniendo las cosas dentro del carrito.