Perdonad por el retraso pero decidí hacer 2 semanas de vacaciones después de publicar el noveno capitulo, mientras la tercera hice la versión en inglés de mis historia. Con eso, disfruten del décimo capitulo de la semana.

Capítulo 10: Conclusión. Fin del primer enfrentamiento

13/06/2020.


El cuerpo sin vida de Ichigo Kurosaki aún yacía inmóvil en el suelo sin parecer poder moverse nunca. Las pupilas de los ojos se habían oscurecido pareciendo inertes. Su boca media abierta emergía sangre que se derramo al suelo formando un pequeño charco rojo como resultado del ataque de Berseker que no solo aplasto e hizo pedazos muchos huesos, sino que destrozo los pulmones y el estomago, y por eso sangraba así después de que muriera.

Todo el mundo miraba conmocionados y horrorizados el cadáver del adolescente peli naranja.

La primera batalla se había cobrado su primera victima.

En medio de un callejón formado por los contenedores de envío, una silueta se movía lenta y cautelosamente hacia donde ocurría la batalla. Pronto la silueta se mostró con la forma de Orihime Inoue, quien asomo su cabeza sin salir de su escondite para ver el escenario. Lo primero que captaron sus ojos fue más adelante habían en total 6 personas, de los cuales solo podía reconocer la que estaba al lado de uno de los contenedores siendo Mordred quien parecía estar herida.

Frente a ella había una especie de hombre de gran altura, no sabría decir que tan alto era, cubierto con una extensa armadura de caballero como la del Caballero de la Rebelión salvo que era muy negra como la noche y brillaba en un extraño resplandor púrpura parecido a un aura malicioso. Ella dedujo que ese caballero negro podría ser uno de los Servants enemigos y es quien hirió a Mordred de esa forma. Sin embargo, lo que más le llamo la atención fue que como las miradas de los 2 caballeros se posaban hacia la dirección donde estaba ella, pero no se fijaban en su escondite. Llevado por la curiosidad, Orihime hecho un vistazo hacia donde estaban observando los 2 Servants y sus ojos se agrandaron con horror y shock.

A pocos metros a izquierda de ella, se encontraba el cuerpo de Kurosaki tumbado en el suelo totalmente inmóvil sin posibilidad de moverse.

'Kurosaki-kun...'

Su mente había quedado en blanco absoluto al llegar a la posibilidad de que probablemente estuviera muerto tal como le ocurrió cuando lo vio en ese estado en una de las torres de Las Noches cuando Grimmjow la saco de su celda y lo llevó hacia él teniendo un agujero perforado en el pecho. La siguiente vez fue delante de sus ojos encima de la cúpula de Las Noches cuando Ulquiorra lo traspaso con un cero, lo cual fue horrible de presenciar.

No esperaba volver a ver esta escena.

Uryū también estaba conmocionado y horrorizado mientras miraba desde encima del contenedor el cuerpo sin vida de Ichigo, y se sintió impotente por no haber hecho nada al respecto. La verdad es que debió de haber predicho que el ex Shinigami haría una cosa así conociendo como es. Pero no tuvo tiempo para reaccionar ante la situación.

"Kono baka!"

En el carro de Rider, tanto Waver como Kon solo pudieron mirar totalmente horrorizados como el adolescente salió volando cuando Berseker lo había golpeado como una pelota de béisbol como lo hizo con Mordred antes, salvo que a diferencia de la guerrera rubia, el pelinaranja no sobrevivió al golpe.

La mente del Master de Rider estaba en conflicto como un torbellino incapaz de entender lo que había pasado frente a sus ojos. Simplemente no lo entendía. Ichigo se había precipitado antes de que Rider pudiera realizar su carga para acudir al rescate de su aliada, solo para que el primero se adelantara para intentar salvarla, solo para que lo golpeara en su lugar y ahí es donde termino. Él no paraba de preguntarse en su mente una y otra vez por qué lo hizo.

Kon no perdió el tiempo y se bajo del carro de Rider para correr a toda prisa hacia el cuerpo de Ichigo. Llego hasta a él sin problemas y enseguida empezó a reprenderlo.

"Imbécil, ¿por qué te has muerto ahora?"

Incluso Mordred estaba en una perdida de palabras y no sabía que pensar al respecto. Claramente su destino estaba sellado cuando el caballero negro estuvo a punto de hacerle estrellar su arma improvisada hacia ella. Ella había gruñido con rabia ante su inminente destino y maldijo su suerte por no ser demasiado fuerte para machacar a ese desgraciado y continuar su pelea con su 'padre' por donde lo había dejado.

Aquel pensamiento la había mellas en su mente. Ya había olvidado la alegría de volver a encontrarse con la persona más odiada de su vida y chocar espadas contra ella. Pensó que había aprendido de su última pelea con ella en aquella colina y ahora podía luchar en igualdad con su padre, pero la repentina aparición de Berseker y su lucha contra él y el modo en como la había dejado la hizo entender qué aún estaba lejos de estar a la misma altura de su padre.

¿Cómo podía desafiarlo si ni siquiera podía vencer a ese salvaje loco?

Casi quería echarle la culpa hacia su Master por no darle ese suministro de energía que no conocía, y ser un incompetente. Sin embargo, justo antes de que Berseker hubiera realizado el golpe de gracia, había sucedido algo que ella no había esperado. Su incompetente Master había gritado de repente '¡Yamero!' antes de salir corriendo directamente hacia Berseker en un intento inútil de salvarla. Mordred trato de advertirle de que no lo hiciera, pero ya fue demasiado tarde cuando su Master salió volando cuando el caballero negro lo golpeó con el poste y cayó al suelo muerto.

Después de eso no sabía que pensar exactamente de esto. Como caballero, bueno en realidad ya no se consideraba así misma caballero después de las circunstancias pasadas, pero era una gran guerrera que había vivido muchas batallas y había derramado mucha sangre inicialmente de los enemigos del rey a quien servía anteriormente, luego cuando inició su rebelión había derramado la sangre de sus propios compatriotas que se interponía en su camino y finalmente la de su padre. Pese a que en algunas de ellas se haya visto envuelta en situaciones peligrosas que amenazaba su propia vida, ella siempre se las arreglaba para salir de esta sin ayuda de nadie, y jamás había tenido que ser rescatada por otro. No podía recordar el momento en que alguien había saltado delante de una espada por ella.

Una parte estaba enojada por ese idiota por haberse sacrificado y otra parte quería descargar toda su furia sobre el bastardo de armadura negra responsable de su muerte. Incluso en estas condiciones tan lamentables no podía evitar lanzarle la mirada más malévola posible.

Naturalmente, el caballero negro no parecía nada intimidado por eso y pronto levantó el poste para abalánzarlo hacia ella.

*SMASH*

Sin embargo, justo cuando lo abalanzado, Mordred había evitado el golpe de un brinco y aterrizo a una distancia un poco lejos, y corrió hacia donde estaba desplomado su Master ignorando el dolor que sentía por los golpes que le dieron anteriormente. Por supuesto, el caballero negro no dejo que ella se escapara tan fácilmente y fue tras ella.

Justo a mitad de camino una lluvia de proyectiles azules luminosos parecidos a los ataques de Archer descendieron de arriba e impactaron justo delante de Berseker, quien se detuvo de seco y retrocedió por donde había venido. Una vez terminada la lluvia, fijo su atención por donde provino el ataque y vio que venía de encima de uno de los contenedores y el usuario era un chico en su adolescencia sujetando en sus manos una especie de arco circular brillante.

Mordred se paro justo delante del cuerpo sin vida de su Master y no le gustaba lo que veía. Definitivamente estaba muerto como ella temía, y sabía muy bien eso lo que significaba. Si el hecho de haber evitado el segundo ataque de Berseker fuera un alivio, esto no cambiaba demasiado su situación. La vida de un Servant dependía de la de su Master ya que es su suministro de energía lo que la mantiene atada en este mundo, y ahora sin ese vínculo, el Servant ya no vale nada y pronto desaparecería de este mundo.

Mordred se sentía muy frustrada consigo misma de que las cosas hayan tenido que terminar de esta manera ahora que por fin pudo reencontrarse con su 'padre' y ya no podía hacer nada más. Ella sentía la necesidad de culpar a alguien y sería muy fácil echársela sobre su estúpido Master si estuviera aún convida, o también podría echársela a Rider por no haber impedido que Ichigo se precipitara como un loco, pero ya no importaba ahora.

Sin embargo, incluso si su única fuente en este mundo esta muerta, todavía le quedaba algo de maná y lo utilizaría para seguir peleando hasta que se agotara y desapareciera, pero no si antes haberse llevado a ese bastardo loco.

"¡Kurosaki-kun!"

Justo cuando el Caballero de la Rebelión iba a darse la vuelta para enfrentarse al bastardo responsable de esto, escucho una voz familiar y se fijo a la derecha para ver a Orihime Inoue acercándose cautelosamente hacia ellos.

"¡Orihime-san! ¡Estamos salvados!" Exclamo de alegría Kon al ver a la chica burbujeante. Sin embargo, Mordred no entendía el entusiasmo del peluche parlante.

"¡Rápido, tienes que llevar a Ichigo hacia Orihime-san!" Grito Kon a la Servant con urgencia.

"¿De qué hablas ahora?" Preguntó la rubia sin entender.

"Orihime-chan es la única que puede salvar a Ichigo ahora. Recuerda que ella tiene poderes extraordinarios que le permite curar heridas fatales sin importar lo grave que sean, incluso puede resucitar a los muertos."

Mordred quedo desconcertada al oír eso. ¿Resucitar a los muertos? Cierto que recordó por el mediodía durante el forjamiento de la alianza con Rider, la chica habladora había mostrado unas habilidades extrañas e inusuales que haría que su madre tuviera envidia como convocar 7 hadas diminutas y hacer cosas como curar lesiones graves, pero que ella recordaba, no dijeron nada de resucitar a los muertos.

"¡Deprisa! ¡No pierdas más el tiempo y lleva a Ichigo hacia Orihime-san!" Grito una vez más Kon con prisas.

Volviéndose hacia el caballero negro que estaba entretenido por la lluvias de flechas del Licht Regen de Uryū, ella quería reanudar su lucha ahora que Berseker estaba distraído, pero si era cierto de que se podía salvar a su Master de las garras de la muerte, ella no desaprovecho esta oportunidad y cogió el cuerpo de Ichigo entre sus brazos y corrió hacia donde estaba la sanadora.

"¡Espérame!" Grito Kon siguiéndola como sus pequeñas y blandas patas pudieron arrastrarlo.

Orihime se sorprendió como Mordred se paro frente a ella con el cuerpo de Ichigo entre sus brazos. La primera no pudo evitar enfocar sus ojos en el último.

"Oye, ¿es cierto eso de qué puedes salvarlo?" Preguntó Mordred ignorando el estado mental de la otra chica. Sin embargo, la chica pelinaranja aún estaba en un estado de shock y no podía formular una palabra.

Mordred no tuvo tiempo para esto, y dejo una mano libre para agarrar del traje de Orihime.

"¿Me estas escuchando? Te he preguntado si puedes curarlo." Bramo Mordred impacientemente dando una mirada de muerte y desesperada a la otra chica. Esto dio el efecto deseado cuando Orihime despertó de su trance y trago saliva asustada por lo que le podía hacer la marimacho si no hacía lo que le pedía, pero sintió comprensión por ello.

Con un rápido asentimiento de cabeza, las 2 chicas, más el alma modificada, fueron hacia el escondite por donde estaba Orihime, y allí Mordred tendió el cuerpo de Ichigo en el suelo, mientras Orihime se preparaba para curarlo.

"¡Sōten Kisshun!" Una vez que Orihime haya pronunciado su kotodama, 2 de sus horquillas se iluminaron instantáneamente antes de salir volando fuera de su cabello y enseguida formaron una especie de barrera dorada con forma medio oval que descendió y cubrió por completo de Ichigo.

"Watashi wa kyozetsu suru!"

Una vez terminado el resto del kotodoma, la barrera empezó a realizar su trabajo, y tanto Mordred y Kon se quedaron mirando ansiosos por los resultados. Al cabo de unos instantes, el Sōten Kisshun surgió efecto cuando la sangre que brotaba de la boca de Ichigo empezó a retroceder por donde había venido hasta que no quedo nada de rojo en los labios como si nunca hubiera ocurrido, lo que le desconcertó bastante a Mordred.

'¿Qué clase de magia es esa?'

Jamás había visto un tipo de encantamiento como ese, y ni siquiera su madre sería capaz de hacer algo como eso por muy poderosa que fuera. Ciertamente esta chica fue todo un misterio, y se preguntaba qué más podía hacer.

Incluso Waver y Rider estaban mirando intrigados a distancia el extraño encantamiento de curación.

"Hooh, esa chica podría ser una sacerdotisa familiarizada con los dioses." Comento Rider mientras observaba interesado en las habilidades de Orihime.

Berseker también estaba observando en silencio el extraño resplandor dorado que emitía la chica, y difícilmente se podría decir si el caballero de la locura estaba interesado o no debido al yelmo que le tapaba toda la cabeza. Fue en un momento de inspiración que dio media vuelta hacia atrás y miro a los 2 Servants restantes, pero solo se fijo en la Saber azul. Sin dudarlo un instante, se dirigió hacia su otro objetivo.

Al ver al caballero negro venir, tanto Saber como Lancer se pusieron en guardia.

Fue entonces que la voz del Master del último resonó en el puerto.

"¿Qué crees qué haces, Lancer? Esta es tu oportunidad de derrotar a Saber ahora que la otra esta fuera de combate." Hablo Keyneth no tolerando la asociación entre su Servant con el enemigo, y teniendo en cuenta de que Berseker solo iba a por Saber, era probable de que ignorara al resto de Servants y no quería arriesgarse a luchar contra el Servant de la locura.

Lancer solo frunció el ceño por las ordenes de su Master. Como Servant, tenía que obedecerlas sin rechistar, pero eso no incluía en su código de honor.

"¡Yo, Diarmuid Ua Duibhlne, juro qué derrotaré a Saber! ¡Lo juro por mi honor de caballero!" Grito Lancer (recién identificado como Diarmuid) tan alto para que su Master lo escuchara. "Si tanto desea ver su derrota, primero venceré a este perro rabioso. Por favor, mi maestro."

El ambiente quedo en un profundo silencio tras escuchar las palabras llenas de convicción y honor digno de un caballero, y Diarmuid solo esperaba que su Master lo entendiera.

"Por el poder que me otorga este Sello de Comando, te ordeno…"

Los ojos de Lancer se abrieron en shock. "¡Maestro!"

Kayneth no había terminado cuando se quito un guante blanco de su manga, rebelando sus Sellos de Comando. "Alíate con Berseker para acabar con Saber."

Todos escucharon perplejos las ordenes dadas del Master de Lancer incluso utilizando un Sello de Comando. Lancer trato de resistir duramente ante la influencia del hechizo en su cuerpo, pero el control fue demasiado fuerte en sus músculos, por lo que con un simple y veloz movimiento, desato un ataque de su lanza hacia Saber detrás, quien esta última retrocedió evitando así el inminente ataque.

Lancer!" Grito Saber sorprendida antes de darse cuenta de que el primero trataba de resistirse ante la influencia del comando, pero era inútil.

Lancer se incorporo del todo y miro a la rubia con una expresión llena de arrepentimiento.

"Saber, lo siento…"

Eso era lo que tenía que escuchar al confirmar que era inevitable que Lancer también la atacara. Si bien no culpaba al primer caballero de Fianna por volverse contra ella, ya que esto era obra de su desgraciado Master, pero no tenía más remedio que luchar contra 2 temibles enemigos.

Con eso, se preparo para la inevitable batalla.

Entretanto, Mordred gruño con rabia e indignación lo que estaba viendo. Aquel perro rabioso que casi estuvo a punto de matarla había decidido por suerte ignorarla, y se centro en su padre, pero no era eso lo que la molestaba. Por lo visto Lancer se había ofrecido a ayudar a su padre a luchar contra Berseker, pero su Master se mostró muy mezquino ante la asociación y fue tan lejos para usar uno de sus Sellos de Comando para que se garantizara de que Lancer se aliara con Beerseker y que ambos maten a su padre.

Mordred se sintió realmente indignada por esto. En realidad no le importaba lo que le iban a hacer a su padre, solo que no podía permitir que ellos obtengan la gloria de poder matar a su padre en este momento. ¡No! Es ella quien debería enterrar su espada en su cuerpo o decapitarla y no otro que no sea ella. Debería ser la que termine por segunda vez la vida del Rey de los Caballeros. No iba a permitir que una bestia rabiosa y un lanzador se lo arrebaten.

Ella volteo la cabeza hacia atrás para ver a su Master aún en proceso de curación dentro de esa extraña barrera mágica creada por esa chica. Si bien aún se mantenía escéptica por las extrañas capacidades de la otra chica, pero tenía que confiar si su Master se salvaría.

Con eso en mente, ella tomo una decisión.

"Escucha, quiero qué te quedes ahí y cuide de ese idiota hasta que termine, ¿entendido?"

Orihime parecía sorprendida por sus palabras y no entendía a lo que se refería, pero justo cuando iba a preguntar, la Saber roja no perdió el tiempo en ir directamente hacia la batalla de nuevo.

"¡Mordred-san!"

Justo cuando Berseker había pasado de lado de Lancer, de repente fue pateado de espalda por la Saber roja que lo envío a volar lejos y se estrello sobre el suelo aparentemente aturdido. Lancer quedó totalmente perplejo por la acción, pero no tuvo tiempo para procesar lo que había pasado cuando vio que la otra Saber abalanzaba diagonalmente su espada hacia él, pero este último logro bloquear el ataque a tiempo.

*CLANG*

Lancer hizo todo lo posible por bloquear el ataque. Debía de reconocer que tenía bastante fuerza en ello como la de su homologo azul, pero no tanta, seguramente porque estaría exhausta por su combate contra Berseker. Utilizando su brazo libre, Lancer deslizo su otra lanza hacia la cabeza de su atacante para tratar de empalarla, sin embargo ella reacciono rápidamente ante el inminente ataque ladeando la cabeza hacia un lado y la lanza solo atravesó el vació no sin antes rozar la mejilla. El Caballero de la Rebelión decidió separarse del caballero irlandés a pocos metros y se miraron mutuamente.

El lancero irlandés estaba en calma sin mostrar ningún signo de cansancio en él, aunque tampoco se pudo decir de la guerrera rubia quien lucia exhausta además de un nuevo corte de sangre en su otra mejilla, y también se mostraba muy frustrada por eso. Sin embargo, no iba permitir que eso que eso la disuadiera a abandonar el combate. Ella no hará esto e incluso en estas condiciones tan lamentables.

Lancer se quedó mirando expectante a la guerrera que se parecía bastante al Rey de los Caballeros y utilizando la información adicional que le daba el Trono de los Héroes, pudo identificar de quien se trataba.

"Ya veo, así que tu eres la Desgracia de Camelot, ¿no?"

El Caballero de la Rebelión solo dio una gran sonrisa arrogante que enmarco la cara.

"¿Y qué si soy el que destruyo Camelot? ¿Eh?"

"No eres más que la vergüenza de los caballeros, ni si quiera mereces ser caballero." Respondió Lancer con indiferencia.

La sonrisa que adornaba la expresión de la Saber roja desapareció al instante antes de ser reemplazada por un ceño fruncido apretando los dientes con rabia y entrecerró peligrosamente los ojos por el insulto.

¿Cómo se atrevía ese bastardo a insultarla de esa manera como si fuera una escoria?

Ella era la heredera al trono de Camelot y no dejaría que nadie le dijera lo contrario, especialmente su padre quien nunca le reconoció ese derecho, y desde entonces juro hacerle pagar por ello. Pero antes se encargaría de este maldito lancero. Con eso en mente, volvió a la carga.

*CLANG* *CLANG* *SLASH*

A pesar del ímpetu de batalla del Saber rojo que estaba dando, ella se encontraba en desventaja contra su nuevo oponente ya que aún estaba dolorida por la batalla anterior, pero ella siguió adelante tratando de ignorar el dolor.

*CLANG* *CLANG*

Lancer se las había arreglado bien para defenderse de los feroces ataques de su oponente con su lanza y parecía que no iba a parar, sin embargo poco a poco sintió que sus movimientos eran más pesados y lentos, seguramente por el cansancio. Deteniendo otro ataque, de nuevo Lancer dirigió su otra lanza hacia ella, solo que en vez hacia la cabeza, iba directo hacia la abolladura del peto.

*STAB*

"¡Gah!"

Mordred se estremeció por el dolor punzante en su herida cuando la lanza casi se incrusto en el cofre. Ella retrocedió hacia atrás y luego comprobó la herida. Ese maldito bastardo había logrado perforar su armadura maltratada y casi lograba atravesar la carne y llegar hasta un órgano vital, pero por fortuna no lo hizo. Sin embargo, no dejaba el hecho de que podría haber estado casi al borde de la muerte y ser empalada por esa lanza.

Al igual que aquella vez en sus últimos momentos de su primera vida cuando fue empalada por la lanza sagrada de su padre que puso fin a su vida.

Mordred se encogió ante aquel recuerdo y no iba a permitir que eso se volviera a repetir nunca.

Justo en el momento en que la Saber roja iba a atacar, Berseker se levantó y puso su mirada en la Saber azul y se lanzó al ataque.

*CLANG*

Lancer noto esto y cuando estuvo a punto de intervenir, de repente notó que la otra Saber no se lo permitiría cuando esta última cargo nuevamente con la guardia baja.

*CLANG*

Lancer junto sus 2 lanzas adoptando una forma casi de tijeras, y logro bloquear Clarent entre las 2.

"Ghr…" Mordred gruño de nuevo al ver su ataque detenido.

Lancer entrecerró los ojos mientras resistía el ataque de su oponente. A pesar de querer acabar con la vida del caballero traidor por lo que hizo en el pasado, tenía otras prioridades más importante como impedir que Berseker acabe con Arturia y tenía que deshacerse de esta primero.

Giro su cuerpo junto al de su oponente cuya espada aún seguía pegada entre sus lanzas hacia la derecha, captando la atención de Mordred.

"¿Qué crees qué haces?" Preguntó la Saber roja al Lancer irlandés.

En vez de responder, el caballero irlandés empujo sus lanzas hacia adelante, obligando al otro caballero separarse finalmente, y rápidamente levantó una pierna inclinada entre su muslo mientras la otra se quedo de soporte en el suelo.

*BAM*

Fue así que de la misma manera que Archer con Berseker antes, Lancer golpeó a la Saber roja de una patada en el abdomen que la obligo a estrellarse de nuevo en los contenedores. A diferencia de las 2 anteriores, el impacto no fue tan brutal pero la había dejado un poco aturdida pero no inconsciente.

Orihime escuchó desde a larga distancia el golpe y miro a Mordred estrellarse nuevamente.

"¡Mordred-san!"

El caballero rubio salió de su aturdimiento y miro rabiosamente a Lancer. Este último lo miro con indiferencia, levantó su lanza roja y se la lanzó hacia la rubia.

"¡Mordred-san, CUIDADO!"

*STAB*

"¡AAAAH!"

La lanza roja quedó incrustada en el muslo izquierdo de la rubia haciendo que ella gritara de dolor.

"¡Mordred-san!" Gritó Orihime en pánico antes de salir corriendo hacia donde estaba empalada Saber.

"¡Inoue-san!" Trato de avisar Uryū, pero ella no lo escuchó.

Lancer decidió ignorar a la Saber roja ahora incapacitada y decidió ayudar a la otra. Poco después llega Orihime para socorrer a su Saber.

"¿Estas bien, Saber?"

"¿Qué estas haciendo aquí, idiota?" Protestó Mordred a la peli naranja. "Deberías estar con Ichigo."

"Kurosaki-kun esta bien." Respondió Orihime antes de agacharse hacia la pierna empalada de la rubia para ver la herida. Tal como pensaba no tenía buena pinta, pero podría tratar con ella.

"Aguanta, esto va a doler." Aviso Orihime antes de coger la lanza con ambas manos, Orihime trato de empujar hacia atrás para tratar de extraerla del muslo.

Mordred siseo de dolor mientras Orihime hacia grandes esfuerzos por retirarla, pero no podía. Estaba bien encajada.

Entretanto, justo cuando Lancer iba a intervenir de nuevo en la pelea entre Berseker y la Saber azul, de repente su cuerpo dejó de obedecer las ordenes de su cerebro, y de inmediato supo porque.

Lancer, pensé que te había ordenado que no atacaras a Berseker y que te aliaras con él!" La voz de Kayneth hizo eco en el puerto.

Lancer frunció el ceño al escuchar las ordenes de su Master. "¡Pero maestro!"

"No tolerare más tu desobediencia. Además, esa otra Saber aún sigue convida. Mátala de una vez."

Orihime y Mordred se encogieron al oír eso, y esta última solo podía mirar con rabia al ver que esto aún no había terminado y luego se fijo en Berseker aún luchando contra su 'padre' y se dio cuenta de lo lejos que estaba para unirse a la lucha.

Berseker…!" Gruñó Mordred con despreció.

De repente como si la hubiera escuchado, Berseker dejo de atacar a Arturia y fijo su atención a la otra rubia que tenía la pierna izquierda discapacitada. Sin dudarlo, dio un poderoso salto en el aire y aterrizó a pocos metros frente a las 2 chicas. Las 2 se congelaron cuando el caballero negro fijo su mirada en ellas como un guepardo hacia su presa.

"¡Inoue-san!" Gritó Uryū preocupado al ver a Berseker frente a las chicas.

"¡Orihime-san!" Gritó también Kon preocupado.

Berseker comenzó a caminar lentamente hacia donde estaban ellas, y estas últimas no podían hacer otra cosa que mirar algo temerosas del peligro que se aproximaba.

"¿A qué estas esperando, idiota? ¡Huye, qué él solo viene a por mí!" Aviso Mordred a la otra chica quien esta última miraba casi paralizada por el miedo.

Orihime apenas escuchó las palabras de la Servant rubia ya que su mente estaba dirigida hacia el monstruo oscuro que había causado tantos problemas a tanto a Mordred y casi mataba a Ichigo. Interiormente estaba temblando de miedo por lo terrorífico que era su figura oscura incluyendo su fuerza. El miedo que sentía era comparable cuando vio los primeros Arrancars llegar al mundo humano, y aquel grandullón Yammy casi mataba a Chad de un solo golpe.

'¡No! No debo de pensar en eso ahora…'

Tenía razón. No debería influirse más por el miedo y defender a sus amigos y salvar a Kurosaki de una vez.

El caballero negro corto la distancia entre ellas y abalanzó un brazo para apartar la primera molestia.

Santen Kesshun!"

Las otras 3 horquillas se iluminaron como las otras, antes de salir volando fuera de su cabello y enseguida formaron una barrera dorada con forma de triangulo justo en frente entre Orihime y Berseker. El puño del caballero choco contra la barrera mágica y de repente fue desviado de vuelta al contacto como si algo lo hubiera repelido.

Todos los que no tenían conocimiento de eso quedaron desconcertados mientras observaban la exhibición mágica. Solo fue un momento cuando Berseker decidió dar otro golpe a la barrera solo que con más fuerza posible, y aquello dio resultado cuando la barrera no pudo soportar la fuerza del impacto y se quebró como el cristal en muchos pedazos. La fuerza también obligo a Orihime a retroceder y chocar contra la rubia.

Ahora que ya no había nada para impedir que el caballero negro acabe con su objetivo, preparó su arma para terminar con esto de una vez.

El tiempo empezó a ralentizarse a cámara lenta como Mordred y Orihime miraron impotentes como su inminente muerte venía, Uryū preparó sus flechas para atacar, y el resto solo pudieron contemplar lo que iba a pasar hasta que…

Vía Expugnatio!"

Y tras esas palabras, el ambiente empezó a desprender electricidad azul para sorpresa de todos, a la vez que Rider chasqueó las riendas y las bestias divinas que tiraron de su carro se levantaron y despegaron. El grito de batalla de Rider resonó incluso sobre los relámpagos y truenos que parecían generarse alrededor del carro a su cargo, y los gritos de terror de su Master tampoco servían para amortiguarlo. Los dos bueyes galoparon furiosamente hacia donde estaba Berserker quien este último se detuvo en seco cuando vio que las bestias y el carro venían hacia él.

Todo lo que pudo hacer es seguir observando cuando los bueyes embistieron furiosamente al caballero negro haciendo que saliera volando. Orihime convocó de nuevo la barrera para protegerse ella y la Saber roja de los escombros levantados cuando paso el carro como un cohete. Arturia y Lancer también se hicieron a un lado cuando vieron pasar el carro de Rider.

El cuerpo de Berseker rodó por el suelo violentamente tras ser atropellado por la furiosa embestida de los toros hasta que se detuvo y parecía no moverse más. Todos quedaron miraron desconcertados por el increíble poder del carro de Rider y más aún sobre sus intenciones.

Berseker empezó a agitar el cuerpo y trató de levantarse del suelo, pero entonces su cuerpo se desvaneció sin dejar rastro alguno, sorprendiendo al resto.

"Cómo podrás observar, nuestro querido amigo ha decidido dejarnos en esta agradable velada." Comentó Rider al ver como Berseker desapareció, seguramente porque su Master lo habría ordenado. Una vez que todo estuvo en calma, Rider se fijo en el lugar donde se suponía que debería estar el Master de Lancer.

"¡Escucha, Master de Lancer, no voy a seguir tolerando esto por mucho más tiempo!" Gritó Rider tan alto como pudo para que el primero lo escuchará. "No oses interferir jamás en el duelo de dos honorables caballeros con tus artimañas. Más vale que ordenes a Lancer que se retire de inmediato. De lo contrario, si sigues humillándole de esta manera, me uniré a los 2 Sabers. Dudo que solo Lancer tenga posibilidades contra nosotros tres. ¿Qué harás?"

Desde su lugar, Kayneth apretó los dientes con rabia al ver como ahora todo se volvía contra él. Ciertamente había confiado en que junto a Berseker, podría haber haber ganado este primer asalto, pero ahora que Berseker se había esfumado, y que el Rey de los Conquistadores se a unido a las 2 Sabers, sus posibilidades de ganar fueron nulas.

Fue así que decidió retirarse a regañadientes del combate.

"¡Retírate, Lancer! Se acabo por hoy."

Tras ese comando, Lancer pudo finalmente recuperar el control de sus extremidades, lo cual fue una señal inequívoca de que estaba libre de la influencia del primer sello. Levantó un brazo para verse la mano, abriéndola y cerrándolo para confirmar su dominio ahora sobre sus músculos, y una vez visto los resultados satisfactorios, el Lancer irlandés se dirigió hacia donde estaba la Saber roja con su otra lanza aún empalada en su muslo izquierdo.

Viendo como Lancer se aproximaba hacia ellas lentamente, Orihime se puso en medio con una pose de defensa con los brazos extendidos en cada lado. Lancer se detuvo momentáneamente.

"Solo vengo a recuperar mi lanza. No te preocupes."

Orihime apenas bajo la guardia algo insegura sobre las intenciones del Servant enemigo, pero este último no dijo nada más cuando reanudo su marcha tranquilo. Con un poco de vacilación, Orihime se hizo a un lado dejando pasar a Lancer hasta pararse frente al caballero traidor. Esta última seguía mirándolo con rabia y recelo, pero este lo ignoro mientras solo se fijaba en su lanza aún empalada en el muslo. Sin perder ningún tiempo, puso su mano libre en la empuñadura de la lanza y con prisa, la extrajo de la pierna.

"¡Gaaaah!" Mordred lanzó un pequeño grito de dolor al sentir como se le extraía la lanza roja de su pierna y cayó de rodilla.

"¡Mordred-san!" Grito Orihime preocupada mientras fue a socorrerla.

Mirando un poco la punta de su lanza ensangrentada con la sangre del traidor, Lancer se volvió hacia Rider.

"Tienes mi gratitud, Rey de los Conquistadores."

El Servant grande le dio una gran sonrisa amistosa en la cara.

"No pasa nada, hombre. Me encanta ver cómo florecen las flores en el campo de batalla."

Con un asentimiento de respecto se volvió hacia la Saber azul quien esta última da un asentimiento de cabeza, y este lo mismo antes de que su cuerpo se desvaneciera de la vista.

"¡Inoue-san!" Orihime escucho el grito de Ishida y volteó hacia la izquierda para ver a este último correr hacia ella.

"¡Ishida-kun!"

El Quincy llegó a donde estaba Orihime con una Mordred herida con seguridad. "¿Estas bien?"

"Sí." Respondió la chica peli naranja antes de volverse hacia Mordred. La primera apoyo el brazo blindado del último alrededor de su cuello antes de poder levantarla con poco esfuerzo hasta ponerse de pie. "¿Cómo esta Kurosaki-kun?"

"Ya esta casi recuperado, no te preocupes."

Orihime sonrío aliviada al oír eso, y aunque Mordred no lo mostraba, también estaba aliviada de que ese idiota aún estaba convida. Así podría reprenderle sobre lo que hizo.

"¡Oi! ¿Estáis bien?" Los 2 adolescentes se fijaron en Rider a pocos metros de distancia saludándolos. "Perdonad por no haber ayudado antes, pero por el mediodía mientras hacíamos nuestra alianza, Saber y yo acordamos en no entrometernos en nuestros respectivos combates, y yo he cumplido mi palabra hasta ahora. Ya te avise de que después no me vayas a decir que no te lo advertí si te vieras en un gran apuro como este."

Mordred gruñó al escuchar ese comentario. "¡Cállate!"

"Ano…"

Uryū y Orihime se pusieron en guardia al escuchar una voz muy cerca de ellos y vieron de que se trataba de la mujer albina que se supone que era la Master de la otra Saber. Ella estaba a pocos metros de ellos con una cara de preocupación. Cuando ella se puso a vista de los 2 adolescentes y de la Saber roja, no pudieron evitar mirarla extrañados por su apariencia poco inusual en sus rasgos. Se notaba que no era japonesa y debía de ser occidental, pero su distinguido cabello plateado, piel pálida y extraños ojos carmesí indicaban que no parecía ser humana de alguna manera. De hecho, era algo poco común verla.

"Vosotros dos sois amigos del aquel chico, ¿verdad?" La mujer hablaba en un dialecto al que Uryū pudo reconocer bien como alemán, y en el modo en que habla parecía… ¿preocupada?

"¿Esta bien ese chico?"

Uryū y Orihime solo podían mirar sin comprender por la reacción de la extraña mujer. Se suponía que eran enemigos en esta guerra, ¿y de repente se preocupa por ellos?

"Me he dado cuenta de que sois muy jóvenes, ¿cuantos años tenéis?" Preguntó la albina a continuación.

Los adolescentes no podían creer lo que estaban escuchando. ¿De verdad esta preguntando eso ahora? ¿Qué pretende?

"Tenemos 17 años, señora." Respondió Orihime cortésmente. Ella no era quien para no responder el pedido de alguien por extraña y confusa que sea la situación, además de que ella parecía tener intenciones hostiles.

"¡Irisviel!"

Ahora los adolescentes se volvieron hacia la fuente de la otra voz siendo la otra Saber quien se apresuraba en llegar hacia la mujer albina. Cuando la Saber azul se paro al lado de Irisviel los ojos de los adolescentes se agrandaron en shock al verla de frente un poco cerca, mientras Mordred solo daba una mirada de rabia y odio hacia ella.

Cabello rubio dorado.

Ojos esmeraldas.

No cabía la menor duda de que ella era exactamente idéntico a su Saber como si fueran gemelas, e incluso se fijaron a esta última para confirmarlo.

"Sí, estoy muy bien, Saber." Respondió Irisviel con una sonrisa antes de volverse hacia los adolescentes atónitos.

"Disculpad, se que no debo hablar con vosotros teniendo en cuenta de que somos enemigos en esta guerra, pero no dejo de preguntarme si alguno de vosotros o aquel chico al que Berseker mato era el Master de ella." Hablo ella con solemnidad hacia los adolescentes.

Los amigos de Ichigo estaban casi sin palabras y se mostraban casi vacilantes de querer responder, pero enseguida Uryū recupero la compostura y habló.

"Para responder a tu pregunta; sí, aquel chico es el Master de nuestra Saber, y a pesar de haber recibido aquel golpe mortal, podemos salvarle e impedir que muera."

La expresión de la mujer se alivió ligeramente al escuchar eso.

"Menos mal."

Antes de que cualquiera pudiera preguntarle sobre porque se mostraba tan preocupada, la Saber azul habló también.

"Sera mejor qué nos vayamos de inmediato."

"¿Eh? V-vale." Respondió la albina antes de volverse hacia los adolescentes e inclinarse ligeramente en señal de respecto. "Espero qué tengáis cuidado."

Ella y su Saber dan media vuelta y empezaron a alejarse, pero uno no quiso que eso pasara.

"¡Espera! ¿A donde crees que vas?" Ladró la Saber roja de repente para sorpresa de los amigos de su Master. "¡Te estoy hablando a ti."

La Saber azul se detuvo antes de medio girar su cabeza y mirar con el rabillo del ojo hacia su 'hijo' persistente.

"¡Aún no hemos terminado! ¡Lucha conmigo!"

"¡Mordred-san!" Exclamo Orihime preocupada.

"¿Qué estas diciendo ahora?" Preguntó Uryū confusamente. "Ya no estas en condiciones."

Por desgracia, Mordred ignoró las palabras de los adolescentes mientras seguía mirando desafiante hacia su 'padre.' Esta última también la estuvo mirando en silencio sin decir nada como si la estuviera evaluando, hasta que decidió poner la mirada en frente y reanudo la marcha.

Esto hizo enfurecer más a Mordred.

"¿A donde vas? ¿Me estas volviendo a ignorar como aquella vez cuando te revele mi linaje?" Ella no obtuvo respuesta como la imagen de su padre se alejaba más de su vista. Ella apretó los dientes con pura rabia al ver esto e no iba a permitir que la ignoraran de nuevo.

"¡Maldito seas, no huyas!" Gritó como trataba de abalanzarse hacia ella a pesar de que los adolescentes hacían esfuerzos por retenerla. "¡He dicho que no huyas, ARTHUR!"

De repente, Uryū y Orihime se quedaron congelados al escuchar lo último que dijo. ¿Arthur?

Fue así que Mordred logro soltarse de sus captores y fue directamente hacia su 'padre' pero después de unos pasos, el dolor en su muslo izquierdo hizo mellas en ella, obligándola a perder el equilibrio y desplomarse de rodillas al suelo. Arturia vio esto y siguió alejándose como si nada.

Mordred levantó la vista al ver como su 'padre' siguió sin prestarle atención mientras se alejaba de ella como algo que no mereciera la pena ver. Esto la enfureció aún más y trato de levantarse de nuevo, pero el dolor la obligó a quedarse en el suelo sin poder hacer nada.

"¡Mordred-san!" Gritó Orihime preocupada mientras ella y Uryū corrieron hacia ella para socorrerla. "¿Estas bien?"

Mordred ignoro por completo a la otra chica mientras ocultaba su rostro en el suelo, ocultando la rabia, tristeza y humillación que sentía al sentirse tan impotente en estas condiciones por no hacer nada y demostrar que estaba a la misma altura que su padre, pero la realidad era tan lejana como la distancia en la que se encontraban ellas.

Simplemente, aún estaba lejos de ser tan fuerte como ella.

"¡Mierda!" Maldijo el caballero mientras estrellaba su puño en el suelo del pavimento provocando un pequeño hoyo.

Ninguno de los 2 se atrevieron a preguntar por el comportamiento no típico del caballero mientras miraban a esta última con nostalgia y confusión.

Y así termino la primera batalla.


Soledad

Aislamiento

Eso era lo que ella sentía mientras observaba el mundo al otro lado de la ventana de su habitación. Frente a sus ojos, el mundo exterior se expandía por donde la vista alcanzaba desde el campus de la ciudadela donde vivía, los extensos bosques cubiertos de nieve del invierno que se extendían como un mar blanco hasta las altas montañas en el horizonte. Así era la vista panorámica del mundo que veía desde la torre donde se encontraba su habitación y era el mejor mirador que había.

A cada hora del día, cuando ella no tenía nada que hacer, se dedicaba a observar y disfrutar de estas vistas que la naturaleza había regalado al mundo. Se sentía de alguna manera reconfortante y en paz y siempre recurría ir a este lugar de vez en cuando para matar el aburrimiento.

Lastima que su madre no la dejaba salir para disfrutar del ambiente y respirar su aire desde afuera. Por más que le suplicaba a que la dejara salir aunque solo fuera un rato, su madre le había prohibido estrictamente a que no saliera al exterior ya que era muy peligroso. Ella le contó que el bosque por donde vivía estaba plagado de lobos, osos e incluso bandas de bandidos, gente muy mala que le gustan raptar niños y hacerles cosas muy malas. Aquello la había desilusionado terriblemente al pensar que ella estaría destinada a vivir en esta ciudadela donde había nacido desde el resto de su vida, pero su madre la animaba que la dejaría salir a explorar el mundo exterior cuando tuviera la edad suficiente y sea lo suficiente fuerte. Aún así, aquello no parecía animarla y al final se conformó en esperar.

Desde que tenía memoria, la niña confinada en la fortaleza que era su hogar, su madre fue quien la educó y la había enseñado muchas cosas como que ella era una hechicera bastante fuerte, y madre soltera.

Madre soltera.

Una mujer que cuida sola de su hijo/a en la ausencia de un padre.

Padre.

A la joven niña la habían enseñado todo sobre el árbol familiar y sus componentes, y esto la hacía ganar más curiosidad sobre sus raíces, su linaje y quién era su padre y porque no estaba con ellas. Desgraciadamente su madre no quiso hablarle sobre el asunto ya que todavía no había llegado la hora. No sólo fue eso, a medida de que ella aprendía más cosas, más curiosidad y dudas le entraban en la cabeza sobre ella y porque había sido confinada aquí.

Ella quería respuestas, pero sabía que no llegaría hasta que viniera el momento. Lo cual resultó ser un incordio.

"¡Mordreeed! Ya he llegado."

La expresión de Mordred se iluminó al escuchar la voz de su madre quien acababa de volver de algún tipo de recado del que no sabía nada.

Ella salió de su cuarto y corrió por los pasillos de la fortaleza abandonada al que llamaba hogar y bajó por las escaleras para recibir a su madre en la entrada. Al ver nacido y criado en esta fortaleza, ella tenía un amplio conocimiento sobre estos lugares, y sabía cómo guiarse y orientarse con tanta facilidad.

De hecho era un don natural que ella haya nacido con demasiado talento para aprender mejor las cosas que le enseñaba su madre y fue por eso que esta última estaba muy orgullosa de ello, y la niña también estaba orgullosa por el elogio.

Y sin embargo, todavía se preguntaba porque su madre era soltera, porque tenían que vivir solas y aisladas de la civilización en un frondoso bosque.

¿Donde estaba su padre en todo esto y por qué no estaba con ellas?

Todo era muy raro…

"¡Madre!" Gritó la niña al ver a su madre recién llegada. Su madre era una mujer alta, pálida y delgada. Su cabello es largo y de color rubio apagado. Vestía con una túnica negra y un velo en su cara.

Ella le dio una extraña sonrisa antes de inclinarse ligeramente y extender sus brazos para abrazarla.

"Oh cariño…"

Madre e hija se abrazaron mutuamente durante un pequeño rato antes de separarse.

"¿Te has portado bien?"

"Si."

"Bien, entonces vayamos a dentro que nos congelaremos."

Con eso, la madre de la niña se elevó a su altura y empezó a caminar hacia adentro. La niña en cambio, se quedó quieta en su lugar, viendo cómo su madre esquiva se iba. Ella frunció un poco el ceño.

Cada vez que iba a preguntarle a su madre, ella siempre le daba una respuesta esquiva como 'Ya hablaremos más tarde.' y se iba así como así, dejando a la niña ausente.

No lo podía entender.

¿Por qué siempre la ignora de esta manera?

¿Por qué se comporta como si la estuviera ocultando algo?

¿Por qué tienen que vivir una vida tan sola y aisladas al otro lado de las fronteras del reino?

¿Donde estaba su padre en todo esto?

"Mordred…"

La niña apenas se sobresaltó al escuchar la voz de su madre y puso atención. Su madre se giró para mirarlo con seriedad, algo que nunca había mostrado antes.

"Ven, necesito contarte algo muy importante de tí…"

Mordred casi sentía como su corazón dejara de latir y se llenó de entusiasmo y curiosidad tras escuchar esas palabras. Por fin…

Por fin su madre iba a finalmente hablarle y contarle lo que quería saber.

Con eso, ella va hacia su madre para escucharla mejor…


Y con un gemido, Ichigo abre repentinamente los ojos y se levanta repentinamente de su cama. Le tomó unos momentos para darse cuenta de que ahora estaba en la habitación del hotel donde se habían establecido temporalmente, pero no recordaba demasiado de lo que había ocurrido. Sin embargo, su mente estaba ausente sobre lo que había visto en su sueño.

Era diferente a lo que había visto anteriormente y de alguna manera parecía significativo para él debido a que parecía haberlo vivido antes, pero no recordaba absolutamente nada de eso.

'¿Qué era todo eso…?' Se preguntó Ichigo mientras trataba de recordar el significado de aquel sueño.

Unos momentos después de reflexión, el silencio fue interrumpido por una nueva voz.

"Vaya, ya era hora de que despertarás."

Ichigo giró su cabeza hacia un lado, a la derecha y vio a Kon subido sobre las sábanas con una sonrisa.

"Yo, espero que hayas tenido buenos sueños."

"Kon, omae…"

"¡No me vengas con esas!" Grito Kon claramente molesto, ahora que su humor se había ido. "No veas el susto que no has dado. Primero tratastes de imitar al héroe para luego ser lanzado por los aires como una pelota de béisbol y caíste muerto al suelo. Tuviste suerte de que Orihime-san estuviera con nosotros ya que de lo contrario estarías en el Otro Barrio, y habríamos perdido esta maldita guerra y también-

En ese instante, Ichigo recordó finalmente lo que había ocurrido a noche.

"¿¡CÓMO ESTÁ!?" Exclamó repentinamente Ichigo totalmente preocupado mientras agarraba el cuerpo de peluche de Kon antes de que este último terminará la frase.

"Dime cómo está Mordred. ¿Está bien ella? Contesta." Gritó el adolescente histéricamente.

Lo único que pudo hacer Kon fue agitar su cuerpo violentamente ante el agarre del adolescente mientras esté último lo miraba frenéticamente.

"¡Oye, idiota, suéltame!" Gritó el alma modificada tratando de escapar del agarre de su captor. "Si me sueltas, te lo contaré todo!"

Antes de que Ichigo vaya a acceder a la petición del peluche parlante, de repente la puerta de su habitación se abrió, captando la atención del primero, y enseguida vio a un par de caras familiares.

"Ishida. Inoue." Exclamó sorprendido

Orihime no pudo evitar sonreír con gran alegría al ver a Ichigo despierto y bien.

"¡Kurosaki-kun!"

Una vez que el octavo Master hubiera recobrado la conciencia y haberse asegurado de que estuviera en buena forma, Uryū y Orihime procedieron a contarle lo que ocurrió después de que este hubiera quedado 'muerto' hasta que se terminó la batalla con el abandono de Lancer y Berserker. Ichigo escuchó atentamente y absorbió cada detalle de lo ocurrido en su ausencia, y se alegró de que Mordred estuviera a salvo y que no hubiera víctimas mortales. Bueno, excepto él.

"Ya veo, así que eso era lo que a pasado."

"Sí." Respondió Ishida antes de fruncir el ceño al recordar que tenía que declalarle algo cuando despertará. "Kurosaki, ¿eres consciente de lo qué acabas de hacer?"

Ichigo levantó la vista para ver la expresión fruncida del Quincy. "A noche nos diste un susto de muerte cuando vimos que ibas corriendo como un loco hacia Berserker, y te aporreo. ¿En qué pensabas para hacer semejante estupidez?"

Ichigo solo frunció el ceño irritado por el tono en que le hablaba el Quincy. Él no iba a dejar que esto quede así.

"Oye, ¿a quien-

"¡Ya era hora de que despertarás!" Los 3 adolescentes casi se estremecieron al escuchar la familiar voz femenina que sonaba como molesta, muy molesta.

Pronto vieron como se acercaba hacia ellos el Caballero de la Rebelión, y no parecía nada contenta en absoluto. Sus deslumbrantes ojos esmeraldas solo se centraba en su Master y lo miraba como un depredador hacia su presa.

Captando esto, Uryū y Orihime se hicieron a un lado, y Kon se bajó de la cama para unirse a la chica. Ichigo solo se quedó en la cama mientras seguía mirando a la rubia salvaje acercarse con una mirada dura pero enojada al mismo tiempo.

Ichigo tuvo el presentimiento de que esto no iba a ser una conversación pacífica.

A VER, ¿¡SE PUEDE PUEDE SABER EN QUÉ COÑO PENSABAS!?" Bramó Mordred mientras se detenía frente al lado de la cama y mirando a su Master. "¿Cómo has podido hacer una semejante tontería como esa? Podrías haber muerto."

"Oh cállate, no sé si te hubieras dado cuenta, pero ese cabrón te hubiera hecho papilla. No podía quedarme de brazos cruzados mientras eso pasaba delante de mis ojos."

"Tampoco te pedí que me ayudarás, idiota." Espetó de nuevo Mordred. "¿De qué me sirve si tú mueres y ya no tengo a nadie para que me suministre energía, eh? Se suponía que deberías haberte mantenido al margen ya que tú no pintas nada en el combate. Debiste haberte quedado en el carro de Rider como te pedí."

Ichigo casi dejó que la ira lo consumiera y enseguida se levantó de la cama para ponerse de pie y mirar desafiante a la cara de su Servant.

"¿No se suponía que los Masters deberían respaldar a sus Servants en casos de necesidad?"

"Si, pero no deberían hacer cosas estúpidas como enfrentarse directamente a un Servant ya que sería un completo suicidio tal como lo hiciste. Además, ¿qué podías hacer tú aparte de suministrarme energía? Recuerda que tú no eres como los demás Masters ya que no eres un mago. Un humano normal como tú jamás podría vencer a un espíritu heroico en un millón de años."

La declaración enfureció más a Ichigo, pero no dijo nada. De hecho no era la primera vez de que alguien le hubiera dicho de que no podía derrotar a alguien, ni siquiera un 'simple' humano. Byakuya, Grimmjow, Ulquiorra e incluso Aizen dijeron cosas parecidas a él de que no podía vencer.

Y pues mira, al final logró que se tragaran sus palabras y los venció a todos gracias a sus poderes de Shinigami. Sin embargo, ahora todo esto era al revés, y una vez más quedó frustrado por no tenerlos ahora.

"Por favor, Mordred-san, Kurosaki-kun solo quería-

"¡No te metas en esto!" Bramó Mordred a la otra chica, no estando de humor con ella pero decidió aclararles algo.

"Os recuerdo que vosotros 2 también tenéis la culpa de lo que a pasado." Contestó con un tono acusador mirando con dagas a tanto Orihime y Uryū. "Vosotros dijisteis que también tomaríais parte en esto y haríais lo posible para defender a este idiota en mi lugar, ¿no? ¿por qué no habéis impedido a este tarado de que hiciera una locura así? ¿Por qué habéis permitido que casi lo mataran así como así?"

Orihime no pudo evitar estremecerse por el tono acusador del caballero rojo y apenas pudo encontrar las palabras necesarias para responder a eso.

"P-pero nosotros-

"¡Oye, no metas a Inoue en esto!" Grito Ichigo en defensa de su amiga, y la Saber rojo se volvió hacia su Master para mirarlo con más hostilidad.

Justo cuando esté volcán iba a entrar en erupción, Ishida decidió intervenir.

"¡Ya basta, Kurosaki!" Grito el Quincy tan fuerte que hizo romper la tensión entre Ichigo y su Saber, y estos 2 últimos fijaron su mirada en el primero.

"Lo que dice Saber es cierto. Yo y Inoue-san también tenemos parte de la culpa en esto." Ishida habló en un tono de convicción. "Se suponía que nosotros también deberíamos tomar parte en esto para defenderte del ataque de los otros Masters mientras Saber y Rider luchaban contra los otros Servants, pero al final subestimamos la situación, y casi mueres." Ishida se ajustó un poco las lentes antes de seguir. "Se que estabas preocupado por Saber y querías salvarla, pero tal como dijo ella no te hubiera servido de nada si al final ella desaparecería si tú mueres."

Ichigo escuchó las palabras del Quincy y apenas demostró llevarle razón.

"Que sepas, que yo estaba apunto de intervenir desatando mi lluvia de flechas sobre Berserker para persuadirlo y hacer que ella ganará tiempo para escapar, e incluso Rider también estuvo planeando lo mismo, pero ninguno de los 2 tuvimos tiempo para hacerlo cuando de repente te vimos corriendo hacia Berserker como un loco que busca la muerte. No veas los problemas que tuviste que hacer cuando Saber e Inoue-san trataron de llevar tu cuerpo a un lugar seguro mientras yo distraía a ese oni que parecía más peligroso que cualquier hollow, y tuvimos suerte de que ninguno de nosotros hayamos-

"¡Eso no es cierto!" Protestó Inoue de repente. "Kurosaki-kun no tuvo la culpa de esto. Fuimos nosotros quienes no podíamos haber hecho algo para ayudar a Saber-san, y por eso Kurosaki-kun se vio obligado hacer algo y-

No pudo decir nada más cuando las imágenes de Kurosaki tendido en el suelo sin vida llenaron su mente haciéndola estremecerse más y recordar que fue culpa suya por no haberlo ayudado cuanto más lo necesitaba y por ello acababa casi muerto.

No podía evitar culparse así misma con el pensamiento de que algo le ocurriera a Kurosaki-kun por su culpa.

"Perdónanos, Kurosaki-kun…"

"No tienes porque disculparte, Inoue." Dijo de repente Ichigo, captando la atención de los 3. El adolescente peli naranja ya no lucia con su expresión de ira de antes, y en vez de eso, se suavizó aunque aún seguía conservando su ceño fruncido.

"Supongo que Ishida tiene razón y es culpa mía de que todos os habéis preocupado por mí. Lo siento."

Los 2 amigos del ex Shinigami vieron que las palabras del último detonaban sinceridad y compresión.

"Será mejor que te disculpes primero con Saber." Respondió Uryū.

Ichigo lo miro un poco confuso antes de darse cuenta de que sus amigos no eran los únicos que se habían preocupado por él. Volteando su mirada hacia su Servant quien aún permanecía con una expresión rígida como la piedra aunque con un ceño fruncido en la cara, Ichigo tuvo que reprimir su descontento con la rubia y ser honesto.

"Lo siento mucho deberás." Su tono era suave, ya no albergando malicia sino total sinceridad. "Perdóname por lo que hice."

La rubia lo miró con la misma expresión, pero enseguida comprendió que estaba siendo honesto.

"De acuerdo, te perdonó, pero no vuelvas hacer algo sin mi permiso, ¿esta claro?"

"Oye, ¿ahora te crees la líder o qué?" Preguntó Ichigo ahora un ceño fruncido molesto por lo último que dijo ella.

"Pues claro. Se ve que no sabes cómo manejar las cosas y dejas que otros tomen las decisiones por tí como cuando seguistes el consejo de tu amigo para aliarnos con Rider sin problemas y al final resultó que nosotros sólo nos unimos a él como sus subordinados, ¿recuerdas?"

Ichigo se tomó un momento para recordar lo que pasa anoche, y la discusión que tuvieron Saber y ella tras oír la verdad de la alianza con el Rey de los Conquistadores.

"Pues eso. Así que a partir de ahora seré el único que tome las decisiones que nos beneficie y las seguirás, ¿entendido?"

Ichigo solo frunció más el ceño claramente molesto, pero decidió no discutirlo. Tampoco sería la primera vez que alguien le mandarán a tomar las decisiones por él, ya que Rukia fue igual en eso en algunas ocasiones. Lo cierto es que existía un cierto paralelismo entre la Shinigami bajita y la Servant marimacho, aunque de las 2, la rubia parecía ser un poco más irritante.

Cuando los 2 parecían no querer hablar más, Uryū decidió añadir algo para aliviar la tensión de entre los 2.

"Neh, escucha, Saber, la próxima vez que empiece una batalla, nosotros estaremos allí para evitar que este idiota haga algo."

"Oye, ¿a quien llamas idiota?" Preguntó Ichigo ahora mirando molesto al Quincy.

Saber aún se mantenía escéptica, pero no dijo nada al respecto.

"Vaya, parece que he llegado en el mejor momento." Los 4 se encogieron ante la nueva voz y se giraron para ver de qué se trata de Kisuke a pocos metros de distancia con su típica sonrisa.


Una vez que todo se hubiera arreglado, Kisuke procedió a invitar a los adolescentes hablar mejor del asunto en el comedor, y así lo hicieron. Los 7 se sentaron (Kon encima al lado de Ichigo) alrededor de la mesa circular. Sobre sus respectivos sitios frente a ellos estaba el desayuno; tostadas recién hechas.

"Bien, ahora que estamos aquí reunidos, procederemos lo que hemos aprendido hoy." Comenzó Kisuke mirando a los adolescentes, quienes prestaron atención en silencio.

"Parece que esta guerra va a ser más difícil y peligrosa de lo que habíamos anticipado, y no lo digo por los Servants, también por sus Masters."

"¿Uh, los Masters? ¿Por qué?" Preguntó Ichigo sin entender aún por qué los Masters son considerados como una amenaza.

Todavía no había visto muchos de ellos y de lo que eran capaces de hacer. El Máster con el que se había aliado era tan solo un novato e inexperto por lo que parecía, y en cuanto a su profesor de mierda y a la vez el Master de Lancer tampoco vio de lo que era capaz.

Urahara dio una mirada confusa. "¿Ishida-san no te lo había contado antes?" Preguntó haciendo que Ichigo lo mirará más confuso.

"Es verdad, casi se me había olvidado." Dijo Uryū antes de mirar a Ichigo. "Antes de que Urahara-san y yo llegáramos hacia los contenedores para observar la batalla, habían 2 personas; un hombre y una mujer. No sé si eran magos o Masters ya que iban armados con rifles francotiradores, y uno de ellos estaban apuntando al carro de Rider."

Ichigo se quedó visiblemente sorprendido por esto.

"¿Me estaban apuntando con un arma?"

"Si, vi que aquel hombre te tenía en la mira, y no había duda en que no tendría ningún remordimiento en apretar el gatillo y esparcir el suelo con tus sesos. Pero tuve suerte de llegar justo a tiempo e inmovilice al hombre con el Kikanshinki."


Castillo Einzbern

Kiritsugu Emiya no estaba nada contento en lo absoluto.

Su frustración no podía ser igual de confusa cuando él y Maiya habían despertado hace unas horas. Todo lo que podía recordar fue que estaban observando a escondidas la batalla entre Saber y Lancer hasta que vinieron un nuevo oponente que irrumpió la batalla siendo Rider, cuyo nombre si mal no recordaba era Iskandar, más conocido como Alejandro Magno, el Rey macedónico que en el pasado casi conquistaba el mundo conocido. Aparte de eso, también estaba acompañado por otra pareja de Master y Servant, presumidamente una alianza, pero lo que más le había llamado más la atención fue que el Servant que lo acompañaba era sorprendentemente similar a Saber pero con aspecto salvaje y vestía con armadura completa.

Aquello último le llamo un poco la atención pensando que podría ser un tipo de caballero además de la gran espada que llevaba. Incluso en el modo en que luchaba contra Saber era lo más parecido a un Saber también, aunque lo dudaba bastante. De cualquier manera, aquel nuevo oponente resultó ser bastante problemático y tenía que neutralizar a su Master para acabar con esto. Viendo a través del visor de su rifle, localizo al Master del doppelgänger de Saber siendo un adolescente un poco joven de apenas unos 20 años con el pelo anaranjado. El había tomado la decisión de apretar el gatillo y volarle la cabeza del adolescente por joven que pareciera y-

Hasta ahí era lo único que podía recordar el Asesino de Magos ya que cuando quiso darse cuenta, se había despertado en el mismo lugar donde había permanecido antes. Su asistente Maiya también estaba con él tratando de despertarlo, y cuando lo hizo vio que el escenario donde estaba teniendo lugar la batalla de Servants estaba completamente vacío con varios signos de destrucción. Maiya solo le había informado que la batalla había terminado hace unas horas para gran confusión del asesino.

Kiritsugu trato de pedir respuesta, pero ella afirmaba que no lo sabía ya que había sido noqueada por alguien y él también, además de que también les había robado las armas que tenían. Todo esto era muy extraño para el Asesino de Magos ya que no recordaba nada de eso. No recordaba ser noqueado en ningún momento, pero tampoco había otra explicación para que estuviera en el suelo y sus armas hubieran desaparecido así de repente.

Fue extraño, pero sentía como si le hubieran lavado el cerebro de alguna manera o lo hubieran drogado para que no recordara nada de lo sucedido. Esto sonaba bastante ridículo ya que no podía creer que el infame Asesino de Magos hubiera bajado la guardia y se dejará noquear por alguien sin que se diera cuenta y además no sentía ningún dolor en ningún lugar por donde se suponía que le habían golpeado.

Además, no sabía bien quienes eran sus atacantes, pero si se trataban del enemigo, era muy extraño que los hayan dejado vivo así como así. Le sonaba estúpido que su atacante no se haya aprovechado de que él estuviera fuera de combate y lo haya acabado de una vez, y simplemente le haya dejado vivir por alguna razón, y solo le hayan quitado las armas. Le sonaba surrealista esto, pero no tenía otra explicación.

Dejando eso a un lado, Kiritsugu y Maiya regresaron al castillo donde se habían refugiado y serviría como cuartel, y se alegró de ver a su esposa Irisviel, además de Saber bien. Después de un reencuentro amoroso con abrazo y besos, la albina procedió a contarle a su marido lo que había ocurrido durante el combate. Kiritsugu había escuchado atentamente lo que ocurrió en su ausencia y recopilado la información hasta el abandono de Berserker y Lancer.

Después de escuchar lo que ocurrió, por una parte Kiritsugu se alegró de que tanto su esposa y como su Servant hayan salido ilesos de esto a pesar de lo ocurrido, y rápidamente empezó a analizar la situación.

Así que aquel Servant que se parecía tanto a Saber era nada menos que el Caballero de la Traición Mordred, aquel que 'supuestamente' mató a Arturia y puso fin a su reinado de una vez. Dejando a un lado su identidad, se había quedado desconcertado al escuchar que ella también había sido clasificada en esta guerra como un Saber, lo cual era imposible, puesto que solo debería haber un Saber y no 2 en una misma guerra. Su Saber le había confirmado que su 'hijo' había sido convocado como un Saber aunque su destreza en la batalla era muy similar a la de un Berserker, lo cual le extrañó bastante al mercenario.

Dejando eso a un lado, los otros Servants que aparecieron poco después; Archer y Berseker fueron amenazas potenciales por lo que le había contado Irisviel y Saber sobre ellos, y tendrían que tener cuidado en el futuro. La parte que más le conmocionó fue cuando Berseker estuvo apunto de eliminar a esa otra Saber, de repente su Master, aquel adolescente peli naranja, se entrometió y recibió el golpe mortal del Servant de la locura, acabando con su vida y la de uno de los participantes de la guerra.

Kiritsugu no podía creer lo que había escuchado. ¿Un Master sacrificando inútilmente su vida para salvar a su Servant? Se suponía que era el Servant quien debería luchar y sacrificar sus vidas, y no al revés. Un acto noble pero inútil ya que ningún mago orgulloso haría algo tan colosalmente estúpido.

Ahora con su presunta muerte, se a eliminado uno de los competidores de la guerra, y esto podría ser una ligera ventaja por el momento. Sin embargo, todavía le seguía costando que hubieran 2 Sabers al mismo tiempo ya que se suponía que el Grial solo podía convocar una clase de Servant. Definitivamente aquí había algo que no estaba funcionando bien, pero eso no se comparaba en absoluto con lo ocurrido con él y Maiya durante el fragor de la batalla, y todavía se seguía preguntando que había pasado y porque no pudo recordar nada de lo que sucedió.

¡Esto es ridículo!

"¿Quieres un poco de té?" La suave voz de su esposa le despertó de sus pensamientos y se fijó en la albina trayéndole una taza de té caliente.

"Gracias." Contesto Kiritsugu de buena ganas estando sentado en el comedor del castillo, mientras Irisviel dejaba la taza en la mesa frente a él. Él tomó un sorbo antes de mirar a su esposa.

"¿Qué tal esta Saber?"

Ella lo miró un momento. "Todavía ella está reposándose de sus heridas, pero bien."

El Asesino de Magos asintió al oír eso. Honestamente le había sorprendido de las capacidades de combate de su Servant cuando peleó contra Lancer y no hacia falta decir que sus habilidades ya sea en el esgrima y arte marcial eran superiores a la de cualquier espadachín que haya visto, debido a que eran seres que transcendieron a la humanidad tal como se lo había contado el viejo Acht cuando le hablo de los espíritus heroicos. Pero aún así no significa que sean invencibles ya que también son vulnerables ante los ataques de otros Servants y por tanto pueden volver a morir.

Kiritsugu debería tener eso en cuenta antes de volver a actuar con Saber.

"Por cierto, ¿es verdad eso que Assassin está vivo?" Preguntó Irisviel con curiosidad recordando lo que le había contado su marido aunque no sabía muchos detalles.

La expresión de Kiritsugu se oscureció al recordar aquel momento en medio de la batalla. A pesar de no recordar lo que sucedió a continuación, recordó claramente haber vivido a través del visor de su rifle la figura oscura de Assassin posado en uno de los edificios no muy lejos del lugar, observando la batalla.

Estaba muy confuso sobre porque aquel Servant estaba vivo si según su asistente Maiya, Assassin fue eliminado al colarse en la residencia de los Toshaka.

Toshaka.

Si mal no recordaba, el Master de Assassin era Kirei Kotomine, el único en esta guerra hombre que le preocupaba, y según sus informes este individuo fue alumno de Tokiomi Toshaka durante 3 años.

Todavía no estaba seguro al 100%, pero si era cierto que si de alguna manera Assassin logro sobrevivir al ataque de Archer ya sea por pura casualidad o a propósito, entonces podría ser que… ¿de alguna manera Tokiomi y Kirei estaban compinchados?

Era una posibilidad, pero muy remota.

Tendría que tener más vigilado a esos 2 hombres la próxima vez.

"Todavía no estoy seguro, Iri." Respondió tras un momento de reflexión. "No se lo que está pasando en estos momentos, pero la próxima vez tendré más cuidado."

La albina no pudo evitar sonreír con alivio y seguridad al oír esas palabras.

"Estoy segura de que Saber y tú lo haréis mejor."

Kiritsugu también dio una pequeña sonrisa en su cara, lo cual fue un poco raro, pero lo hizo de todos modos al ver la sonrisa de su esposa. Él tomó otro sorbo de su té y mientras lo hacía, pensó en lo que dijo su esposa, y también quiso confiar en ello.


Golden Koi

De vuelta con nuestros protagonistas.

"Ahora dejando eso a un lado, hablemos sobre los Servants." Cambio de tema Urahara para hablar ahora sobre sus enemigos.

"Tal como presenciamos anoche, esos Servants si que son auténticos guerreros formidables y me atrevería a decir que sus destreza de batalla van desde un Shinigami Sub-capitán experimentado hasta un poderoso capitán."

Ichigo y los demás tuvieron que estar de acuerdo en eso, puesto que también fueron testigos de sus increíbles habilidades de lucha, y no sería fácil lidiar con ellos.

"Dejando a un lado a Lancer y la otra Saber, la mayor amenaza son de sin duda Archer y Berserker, aunque yo me preocuparía más por este último."

De nuevo asintieron al estar de acuerdo de que ese demonio era de sin duda el más peligroso.

"Estoy de acuerdo en ello." Argumento Uryū. "Pero hay algo que no entiendo. ¿No se suponía que la clase Berserker solo atacaba a lo loco sin ningún tipo de estrategia o estilo de pelea parecido al Saber? ¿Por qué este atacaba como si lo tenía todo calculado?"

"Buena pregunta." Añadió Kisuke. "Tal como dices, los de la clase Berserker no tienen sentido del yo y siempre están a la ofensiva en vez de la defensiva. Esto si que es bastante peculiar."

"Bueno, ¿y qué podemos hacer al respecto para poder lidiar con eso?" Preguntó Ichigo no contento de ver tanto pesimismo.

Urahara solo se ajustó el sombrero antes de hablar. "De momento solo tendremos que ir con cuidado y pensar bien nuestras opciones antes de enfrentarnos a él."

"Bah, no creo que sea necesario." Ahora todas las miradas estaban fijas en el caballero rubio sentada al lado de Ichigo, y a diferencia del resto, no parecía estar demasiada preocupada.

"Debo admitir que ese maldito bastardo loco logró darme una paliza de muerte, pero solo porque me cogió desprevenido y no pude reaccionar. Pero eso no volverá a pasar ya que me he aprendido todos sus trucos. Esta vez le aplastaré." Dijo ella con convicción mientras chocaba su puño con la mano y luego crujió los nudillos.

"¿De verdad podrás hacerlo?" Preguntó Ichigo con algo de duda.

"¿Qué pasa? ¿Me ves incapaz de hacerlo?" Preguntó de manera amenazante sintiéndose ofendida.

"No, no, no es eso." Exclamó Ichigo agitando un poco las manos con temor de provocar la ira de la rubia marimacho. "Solo pienso que deberías luchar junto a Rider para que podáis-

"¡No necesito a ese gigantón para que me ayude!" Replicó Saber en desacuerdo. "Yo soy un poderoso guerrero, y el Servant que se necesita para ganar esta maldita guerra. ¿Es que no me vistes luchar contra mi padre?"

"Pues-

De repente sus cejas se arquearon con sorpresa y confusión al recopilar la última frase en su cerebro, y de repente recordó algo importante.

"Espera un momento, ¿tu padre?" Preguntó Ichigo con incredulidad cuando las imágenes de la otra Saber se iluminaron en su mente y lo que se reveló de ella.

"Todavía hay algo que no entiendo, ¿quien era exactamente esa Saber que se parece bastante a ti?"

Mordred no dijo nada mientras el pensamiento de aquello se metió en las cabezas de tanto Uryū como Orihime.

"Es verdad, ahora que recuerdo, vi de cerca a esa Saber, y me sorprendí de que se pareciera tanto a Mordred." Dijo Uryū.

"Yo también." Añadió Orihime.

"Espera, ¿qué?" Preguntó Kisuke con confusión. "¿La Saber enemiga se parece a la nuestra?"

"Si, yo estuve allí y lo presencié." Kon, quien no había dicho nada hasta ahora, respondió de repente. "Debo admitir se veía muy linda y eso, pero me sorprendí cuando mencionó que ella es el Rey de Camelot."

Esto sorprendió a casi todos los presentes en el comedor al escuchar la identidad del supuesto segundo Saber.

"Espera, ¿el Rey de Camelot? ¿Quieres decir que…?

"Si, hasta ese chico Waver mencionó que ella era el Rey Arthur." Añadió Kon.

"Es verdad, recuerdo que escuché como ella le llamo a la otra Saber como Arthur." Dijo Uryū recordando esa escena.

Tal era la confusión de Ichigo sobre la identidad de aquella Saber que parecía más a una hermana gemela de su Saber, y le costaba mucho creer de que se tratase de la misma persona que todos afirman ser, y mucho menos el padre del marimacho.

"Oye, Saber, ¿me puedes decir quién era ella exactamente?"

Mordred frunció el ceño ante la pregunta. "¿Es que no te lo acaban de decir o que?"

"Sí, pero me cuesta mucho creer que esa chica sea rey o tu padre. ¿Qué pasa aquí?"

"Es verdad, ¿esa chica es realmente tu padre?" Preguntó Kon también curioso. El resto también fijaron su atención en ella para saber la respuesta.

Sin embargo, vez de responder, el infame Caballero de la Rebelión solo les dio una mirada de muerte que indicaba que no estaba de humor para hablarles del asunto.

"Escuchad bien, esto no es de vuestra incumbencia. Vosotros no necesitáis saber nada del asunto, ¿entendido?"

Todos captaron la mirada asesina y malhumorada de la rubia, y coincidieron en no hacer mas preguntas por su propio bien.

"Bien, ¿qué tal si cambiamos de tema ahora?" Urahara fue el primero en expresar su temor. "Al menos sabemos el nombre de uno de nuestros enemigos, y podríamos aprovecharlo para nuestra ventaja."

Algunos asintieron estando de acuerdo, pero entonces, Uryū decidió añadir algo más.

"Todavía hay algo que falta." Ahora todos miraron al Quincy. "De los Servants que hemos visto hasta ahora, creo que falta uno."

"Es cierto, el Servant que nos falta por ver es Caster, el Servant de la magia y hechicería, que por lo que parece, no apareció anoche." Añadió Kisuke.

"No me extraña." Dijo de repente Saber. "De todos los Servants, Caster es el más débil porque no sabe ni usar una espada o lanza, y por eso no quiso enfrentarse a nosotros porque sabe que no puede vencer ni siquiera a mí."

"Todavía no lo sabemos a ciencia cierta, ya que es probable que esté organizando una estrategia para atacar la próxima noche."


Alcantarillas de Fuyuki

"¡Esto es cool, tío! Así qué esto es la Guerra del Santo Grial."

En lo más profundo y oscuro de las cloacas de la ciudad se pudo escuchar un mar de risas enloquecidas que se hizo eco por los alrededores. Aquellas risas pertenecían a la de un joven un poco mayor de unos 20 años con el pelo anaranjado, portaba 2 piercings, vestía con una camiseta blanca, chaqueta púrpura y el pantalón a juego. Este joven se trataba de Ryūnosuke Uryū, un asesino en serie que le gustaba secuestrar niños y asesinarlos.

Él asesino estaba bailando y gritando como un niño emocionado al ver lo que sucedió durante la batalla en el puerto. Había sido testigo de la acción y de las habilidades de cada Servant que vio, y en vez de conmocionarse o preocuparse, estaba sorprendido y emocionado al mismo tiempo.

"Oye, barba azul… todo a sido real, ¿verdad? Era todo de verdad y no efectos especiales peliculeros, ¿verdad?" El asesino hizo una danza mientras decía eso y luego bailo alrededor del lugar de donde se encontraba.

"Flipante… va a ser muy interesante participar en esa guerra, ¿verdad?"

Sin embargo, su compañero, el Servant de la clase Caster no respondió y permaneció ajeno a la alegría de su Master mientras observaba mediante una bola de cristal mágica por donde había presenciado el combate.

"¿S-señor?" Preguntó Ryūnosuke un poco confuso por el silencio de Barba azul.

"Mi deseo se ha hecho realidad…" Habló Caster en un acento francés con un tono triste y emocionado.

"¿Realidad…? etto…" Dijo Ryūnosuke con una sonrisa incomoda.

Fue así que Caster se giro para mirar a su Master con una sonrisa en el rostro y lagrimas emergiendo de sus grandes ojos.

"¡Mírala! ¡Ella es la respuesta a mis plegarías!" Exclamo histéricamente. "Su adorable rostro, su esbelta figura…"

Luego señala con un dedo cuya uña estaba crecida y afilada a la esfera. "¡No es otra que la musa de mis sueños!"

Ryūnosuke se acerco a la esfera mientras Caster parecía llorar de alegría, y cuando tuvo una buena visión de lo que estaba mirando su Servant, se volvió hacia él.

"¿La conoces de algo?" Preguntó secamente.

"¡Pues claro!" Exclamo de alegría. "Fue abandonada por Dios, muriendo entre pena y sufrimiento, y ahora… finalmente, ¡ha vuelto a la vida! Esto… ¡Esto es un milagro!"

Luego volvió a caminar hacia la esfera y puso sus manos en ella para visualizar de nuevo y observarla una vez más.

"Oh, mi doncella virgen, mi virgen santa, pronto iré a por ti."

Sus ojos estaban tan apegados en la imagen que salía de la esfera que en cualquier momento podría haber salido de su órbita.

Sí. La imagen de su doncella a la que tanto anhelaba era nada más y nada menos que Mordred mostrando su característica sonrisa salvaje.


Eso fue todo por hoy. La primera batalla a concluido sin ninguna vida tomada, excepto Ichigo de momento. Ahora una nueva sombra se cierne entre las cloacas de Fuyuki esperando su oportunidad para atacar, y ahora su mirada esta puesta en nuestro Caballero de la Rebelión. ¿Qué tipo de problemas va a darle esto a nuestros protagonistas cuando se encuentren cara a cara con Caster y que rumbo va a tomar la guerra de ahora en adelante?

Véanlo en el próximo capitulo.

¡Ja ne!