Planeta Vegeta

Bardock gruñó al salir de su cápsula en una de las plataformas de aterrizaje del planeta Vegeta. La misión en el planeta Karze había ido según lo planeado, y su escuadrón había eliminado todo rastro de vida, pero él había resultado bastante herido en el proceso.

Del resto de cápsulas salieron sus compañeros; Tomma, Totappo, Fasha, Panppukin, y la integrante más reciente del grupo, Gine.

Bardock frunció el ceño (más de lo habitual) al ver a esta ultima.

Gine solo llevaba unos pocos meses formando parte del escuadrón y su rendimiento había sido cuanto menos decepcionante; Dejando de lado su bajo poder de pelea, estaba el problema de que era muy blanda y no le gustaba luchar, lo cual era absolutamente inaudito en una Saiyana.

Bueno eso tal vez no era del todo exacto. Por lo que había podido ver cuando todos entrenaban en grupo, Gine no tenía ningún problema en pelear, lo que no soportaba era matar a sus oponentes. En más de una ocasión la había visto apartar la mirada antes de acabar con un oponente derrotado y la mayoría de las veces parecía odiar lo que estaba haciendo con toda su alma.

Sacudiendo la cabeza para alejar a Gine de sus pensamientos (era frustrante y molesto lo mucho que esa chiquilla parecía estar en su cabeza, últimamente) se cruzó de brazos y miró a todo su escuadrón.

"Voy a presentar el informe de nuestra misión, no es necesario que me esperéis, podéis ir a descansar, a emborracharos o hacer lo que os de la gana, pero tener los comunicadores activados. Tal vez nos den algunos días de descanso o tal vez tengamos que volver a salir de inmediato así que estar localizables ¿entendido?"

"Lo que tú digas, jefe" Dijo Fasha con un saludo burlón "Yo voy a la cantina ¿quien me acompaña?"

Totappo y Panppukin siguieron a su compañera, Tomma también fue con ellos, pero antes se acercó un momento a hablar con Bardock.

"Deberías ir a que te miren esas heridas"

Bardock gruñó como respuesta aunque en el fondo sabía que su amigo tenía razón. Tomma sonrió ante la reacción de su capitán y se despidió con un movimiento de cabeza antes de ir a reunirse con sus compañeros.

Al final quedaron solo Bardock y Gine y si bien el capitán del escuadrón quería ir de una maldita vez a presentar el informe de su misión exitosa, y luego al centro médico a curarse, se dio cuenta de que la su subordinada estaba con la mirada baja, mordiéndose el labio, un gesto que siempre hacía cuando intentaba reunir valor para hablar con él.

"¿Hay algo que quieras decirme?" Preguntó bruscamente, sin tiempo ni paciencia para esperar a que ella se decidiese a hablar.

La Saiyana más joven lo miró sorprendida por su tono contundente, pero enseguida se recuperó.

"Yo... Quería darte las gracias una vez más por salvarme. Y lamento mucho que te hayan herido por mi culpa"

Bardock la fulminó con la mirada. Afortunadamente no había nadie cerca para oír eso.

"Ya te he dicho que lo olvides" Le espetó irritado "Y no vuelvas a mencionarlo. ¿Lo has entendido?"

"Pero..."

Bardock se dio la vuelta y se fue, dejándola con la palabra en la boca. Una pequeña, minúscula, parte de él le estaba diciendo que había sido demasiado duro ya que Gine solo estaba siendo... En fin solo estaba siendo Gine, pero estaba convencido de que era mejor así.

Sabía que ya empezaban a circular algunos rumores y burlas sobre él y Gine, y no quería dar motivos para avivar dichos rumores.

A él personalmente le daba igual lo que otros pudiesen decir a sus espaldas porque sabía que esos comentarios eran solo fruto de la envidia. Pese a que su escuadrón era solo de guerreros de clase baja habían logrado convertirse en uno de los mejores de todo el planeta, hasta el punto de que les llegaban encargos que por lo general estaban reservados solo para la elite. Debido a eso los comentarios mezquinos de sus "camaradas" no se habían hecho esperar.

El más reciente era que Gine solo había logrado unirse a su escuadrón debido a favores sexuales. Y pese a que intentaba no demostrarlo, saltaba a la vista que esos rumores molestaban mucho a la pelinegra.

Una autentica Saiyana habría ignorado por completo esos comentarios o se habría encarado con todo aquel que se atreviese a difundirlos, pero Gine era diferente al resto incluso en eso. Lo más curioso era que si bien la mayoría de veces lograba sacarlo de quicio también había algunas ocasiones en las que no podía evitar sentirse protector con ella . Por eso la estaba siempre vigilando durante las misiones y por eso quería evitar darles más motivos al resto de Saiyanos para estar hablando a sus espaldas.

Sin querer pensar más en eso, ya que últimamente Gine había estado demasiado presente en su cabeza para su gusto, entró en el centro de mando.


Gine realmente no tenía ni idea de como sentirse acerca de su capitán. La mayoría de las veces era hosco, bruto y maleducado (como la inmensa mayoría de su especie, siendo justos) pero en cambio cuando luchaban siempre la estaba protegiendo y casi siempre resultaba herido por eso.

Y cuando ella intentaba agradecérselo él la mandaba a paseo.

No soportaba esa incertidumbre.

Sabía que, con la excepción de sus compañeros de escuadrón, casi todos los demás Saiyanos la despreciaban, en especial debido a su débil poder de pelea y su naturaleza anormalmente amable, pero al menos ellos eran abiertos y claros en eso. En cambio Bardock parecía que a veces la toleraba, otras veces la odiaba y, en algunas contadas ocasiones, habría podido jurar que estaba genuinamente preocupado por ella.

Y tampoco ayudaba el hecho de que lo encontraba condenadamente atractivo. Sabía que eso era una estupidez, más aún tratándose de su superior pero no podía evitar pensar de ese modo, en especial cuando estaban los dos solos.

Claro que tal vez eso se debía a todas las veces que la había salvado. No era estúpida, sabía perfectamente que llevaría tiempo muerta de no ser por Bardock y también sabía que hacía tiempo que iban circulando rumores muy desagradables sobre la relación que mantenían. Lo cual era francamente absurdo. Como si Bardck alguna vez pudiese verla como algo más que un estorbo con el que cargar...

Se detuvo en seco, bastante molesta, sin estar segura de donde había salido ese ultimo pensamiento. Vale que no fuese la saiyana más poderosa del planeta, y que odiase matar personas inocentes que solo querían vivir en paz, pero eso no significaba que fuese una inútil. Tan solo necesitaba entrenar más duro para mejorar. Si, eso era una buena idea. Tal vez podía pedirle a Bardock que la ayudase a entrenar para mejorar aunque solo fuese un poco sus habilidades de combate y no tener que depender siempre de su ayuda en las misiones.

Pese a que ya casi había llegado a su casa, se dio la vuelta y fue en dirección al centro médico, donde Bardock debía estar tratándose las heridas que había sufrido protegiéndola.

Al llegar fue al mostrador donde estaba uno de los trabajadores que el gran Freezer había prestado para que se ocupase de esas instalaciones. Era una criatura pequeña de apenas un metro y cuerpo de reptil. Gine era incapaz de recordar el nombre de la especie.

"¿Puedo ayudarte en algo?" Preguntó sin apenas apartar la vista de la pantalla que tenia delante.

Gine puso su mejor sonrisa amable "Si, estoy buscando al capitán Bardock, acabamos de volver de una misión y creo que tenía que venir a tratarse las heridas que ha sufrido"

"¿Bardock, dices?" El reptil tecleó rápidamente "Si, aquí lo tengo. Lo han metido en un tanque de regeneración pero no parecía estar muy grave así que seguramente saldrá pronto. Está en la sala 8. Al final de este pasillo gira a la derecha y lo encontraras"

"Muchas gracias"

La amabilidad de la saiyana pareció confundir al trabajador, pero Gine lo ignoró y siguió las indicaciones que le había dado. Enseguida se encontró frente a una puerta con el numero 8 al lado y llamó un par de veces antes de entrar.

Dentro había un único médico, de la misma especie, comprobando las lecturas del tanque de regeneración en el que estaba Bardock.

"¿Y tú quien eres?"

"Me llamo Gine. Soy miembro del escuadrón de Bardock" Explicó ella "Me han dicho que estaba apunto de salir del tanque y necesito hablar con él"

"Hmm" Murmuró el médico "Pues llegas justo a tiempo. Ahora mismo iba a vaciar el liquido. Por suerte en esta ocasión estaba bastante ileso. Al menos para lo que Bardock está acostumbrado"

Gine asintió con comprensión. Bardock solía acabar bastante herido en todas las misiones, por lo que sabía desde mucho antes de que ella se uniese al escuadrón. Al ser el miembro más fuerte del equipo era el que asumía mayores riesgos y se encargaba de los enemigos más poderosos, en especial recientemente ya que cada vez les tocaba ir a planetas más peligrosos.

El médico vació el liquido del tanque y poco después Bardock salió, completamente desnudo.

Gine se puso roja de vergüenza al ver a su capitán en ese estado y rápidamente se dio la vuelta, aunque fue un gesto inútil ya que la imagen había quedado grabada a fuego en su mente.

"¿Que estás haciendo aquí Gine?" La voz de Bardock sonó a sus espaldas. Pese a que sonaba bastante calmado, podría jurar que no estaba muy feliz de verla allí.

Gine tragó saliva varias veces, sintiéndose repentinamente estúpida por no haber esperado un poco más antes de hablar con él, pero ahora ya era tarde para echarse atrás.

"Quería hablar contigo" Logró musitar con una voz más o menos normal "Hay algo que me gustaría pedirte"

Bardock la observó con una ligera curiosidad, preguntándose que querría pedirle.

"Puedes darte la vuelta, ya estoy vestido" Gine lo miró de reojo para comprobar que efectivamente ya se había puesto la armadura "Y tampoco importaría demasiado si me vieses desnudo... A menos que quieras aparearte conmigo, claro está"

Gine se puso incluso más roja que antes y abrió la boca con incredulidad "¡N-No digas estupideces!"

Bardock se rió de su reacción "Tranquilízate. Solo te estaba tomando el pelo"

Gine se cruzó de brazos y desvió la mirada. Por algún motivo el hecho de que Bardock bromease tan tranquilamente sobre acostase con ella la había molestado bastante.

"Espera Bardock" Lo llamó el médico cuando se disponía a irse "Estoy viendo aquí que el ultimo registro oficial de tu nivel de poder fue hace casi 8 meses. Si no te importa creo que deberíamos actualizarlo"

"Como quieras" Dijo Bardock, queriendo irse cuanto antes mejor.

El médico cogió un rastreador que había encima de la mesa y se lo colocó. Gine lo observó todo con bastante curiosidad ya que en realidad ella no sabía cual era el poder exacto de Bardock. Se decía que era el guerrero de clase baja más fuerte de toda la historia de su raza así que probablemente su poder debía rondar las 3.000 unidades.

El rastreador emitió algunos pitidos y mostró el nivel de poder de Bardock. El rostro del médico mostró absoluta incredulidad al ver el numero "I-Impresionante. Estás ligeramente por encima de las 7.000 unidades"

Los ojos de Gine se abrieron como platos al oír eso. ¿7.000 unidades? Eso era imposible, ningún guerrero de clase baja había llegado nunca a tener tanto poder. Incluso entre la clase alta lo normal era rondar las 5.000 o 6.000 unidades. Un poder como el de Bardock solo solía encontrarse en la elite del rey Vegeta.

"7.000 ¿eh?" Comentó Bardock como si no fuese gran cosa "No está mal"

Y salió sin decir nada más. Gine tuvo que correr para alcanzarle ya que parecía que él no iba a esperarla.

"Es increíble" Dijo Gine al llegar a su lado "Eres más poderoso que la mayoría de guerreros de clase alta. No entiendo como puedes estar tan tranquilo al respecto"

"Aún no he alcanzado a la elite del rey Vegeta, por no hablar del propio rey" Replicó Bardock mientras ambos salían del centro médico "Y en un ejercito tan grande como el de Freezer seguro que habrá bastante tipos que son mucho más poderosos. 7.000 unidades está bastante bien, pero mientras siga habiendo gente más fuerte que yo no estaré satisfecho"

Gine miró a Bardock asombrada. Su poder era de solo 409 así que en comparación la fuerza de Bardock se le hacía inalcanzable y en cambio él le quitaba toda importancia porque aún había gente que era más fuerte que él. Sin duda era un autentico guerrero, siempre intentado superarse a si mismo y alcanzar su máximo potencial.

"¿Y bien?" Preguntó Bardock después de que estuviesen un rato caminando en silencio "¿Que querías pedirme?"

Gine parpadeó sorprendida, prácticamente había olvidado lo que iba a decir "¿Sabes si tendremos que volver a irnos pronto?"

Bardock negó con la cabeza "Al parecer nos quedaremos en el planeta por varios días, puede que más que una semana. No me han dicho el motivo, pero hay rumores de que se está preparando una invasión importante, en colaboración con las fuerzas de Freezer y quieren a los mejores escuadrones disponibles.

Gine frunció el ceño "¿Una invasión conjunta con el ejercito de Freezer? Eso es inusual"

Si bien técnicamente estaban todos al servicio de Freezer, el ejercito sayano estaba bajo el comando del rey Vegeta y casi nunca colaboraban con el resto de fuerzas de Freezer.

"Supongo" Bardock se encogió de hombros "¿Eso era todo lo que querías pedirme?"

"No. Quiero que me ayudes a entrenar"

Eso hizo que Bardock se detuviese y se girase para observarla con una sonrisa burlona en sus labios "¿Y por que crees que iba a hacer eso?"

Gine se mantuvo firme, sin dejarse intimidar por la proximidad entre ambos "Es obvio que soy el punto débil del equipo. Necesito hacerme más fuerte o acabaré muriendo. Y no puedo seguir contando con que tú me estés salvando todo el rato"

Bardock la observó atentamente hasta que su expresión cambio a algo que casi parecía amabilidad "Tu fuerza es solo la mitad del problema Gine. Ni todo el entrenamiento del mundo cambiará el hecho de que no te gusta matar" Ella lo miró sorprendido, no había esperado esa respuesta "¿Vas a negarlo? Te he observado lo suficiente para darme cuenta de que odias las matanzas y no soportas quitar una vida con tus propias manos"

"Odio matar a los inocentes" Respondió Gine finalmente "A los que huyen, a los que solo quieren vivir en paz. Pero cuando alguien me ataca me defiendo, seguro que eso también lo has notado y mi bajo poder hace que los rivales que son fáciles para el resto de vosotros supongan un gran esfuerzo para mí. Por eso necesito que me ayudes"

Bardock sintió una pequeña satisfacción al oírla. Allí estaba el orgullo saiyano. Tal vez no estaba tan presente en Gine como en el resto de su especie, pero claramente lo seguía teniendo. Su deseo de ser más fuerte para no seguir dependiendo de él a todas horas era prueba suficiente.

"De acuerdo, me has convencido, vamos"

De nuevo Gine se quedó sin palabras "¿Quieres decir ahora?"

"¿Acaso tienes algo mejor que hacer?" Preguntó Bardock con una sonrisa engreída en su rostro "Date prisa antes de que cambie de opinión"