CAP_01

Era un día normal en el instituto Salvatore. Los pasillos estaban desiertos y las aulas llenas de jóvenes que trataban o al menos fingían poner atención en su clase aunque nadie podría pensar que funcionara bien. Era su penúltima clase del día así que ni los profesores esperaban toda la atención.

Hope se encontraba en la biblioteca sola. Sentada con varias hojas regadas en la mesa a su alrededor que tal vez no necesitaran estar ahí aunque era algo distraída en ocasiones y tenía la ventaja que esto alejaba a la gente. Nadie quería molestar a la tribrida de su tarea.

Realmente era una buena estudiante. De esas que están en el cuadro de honor y los profesores ni los miran porque saben que no tienen que vigilarlos. Pero realmente nunca ponía atención en clases, solo en algunas cuando desconocía el tema o cuando lo había olvidado y pensaba que sonaba lo bastante útil como para tomar apuntes pero aquella tarde no se encontraba en la biblioteca por ninguno de ellos.

Ella era una buena estudiante, pero de una de las brujas más poderosas del mundo y la historia. Su tía, Freya Mikaelson.

Y ella le había dejado una tarea. Reconocimiento rápido de hechizos.

Así que le había enviado un círculo mágico realmente difícil hasta para realizar el hechizo aunque no debía hacerlo. Tenía que desenmarañar todos los símbolos y diferentes niveles mágicos para saber lo que hacían, por supuesto haciendo una lista que explicara cada uno y su función.

Esa era su verdadera tarea y en la que ya tenía dos días trabajando sin parar. Por supuesto su tía no le dio fecha de entrega como los profesores comunes. No. Ella había terminado la comunicación con un amable y petulante "Llámame cuando termines".

Un silencioso reto que por supuesto molesto a la más joven de la familia.

Así que ahí estaba. Con su ceño fruncido por completo, sus labios apretados con cierta frustración y su lápiz escribiendo ideas al azar sin orden mientras sus ojos cristalinos saltaban de la misma hoja a un libro avanzado y luego al pergamino original.

-¿No deberías estar en clase? –. Susurro una voz a su lado que reconoció enseguida.

La cobriza elevo su mirada un poco sorprendida por la presencia tan cercana y sonrió levemente –¿No debería decir lo mismo?

Josie sonrió y se sentó a su lado –Touche. Aunque al menos yo tengo un pretexto para estar aquí por si alguien me atrapa.

-¿Y cuál sería? –. La morena elevo el libro que llevaba en sus manos y en cuanto vio la portada Hope hizo una mueca –¿Tarea de literatura?

-Así es –. Sonrió relajadamente la hija de los directores.

-Pobre de ti… –. Mascullo Hope volviendo su mirada a su hoja sucia porque una pequeña idea se le había ocurrido –El mercader de Venecia es un poco aburrido.

Josie la miro con curiosidad pero no se atrevió a espiar en lo que hacía aunque no pudo evitar sonreir suavemente al ver ese lado de la loba. Uno relajado aunque evidentemente estaba concentrado en algo pero a la vez parecía feliz, como si disfrutara de lo que fuera que le hacía soltar más de 7 bufidos frustrados según había contado mientras le observaba desde la lejanía.

No es que fuera a decirlo, no quería que nadie le preguntara sobre su atenta mirada en la mayor.

-¿Ya lo leíste?

-Sip...

La bruja quiso golpearse en la frente pero no lo hizo. Soltó un bufido casi silencioso –Por supuesto que si. Estas un año por delante. Ya tomaste esta clase

-Eso y... –. La loba dejo de escribir y sonrió suavemente sin voltear hacia la chica que lo noto –Mi padre amaba la literatura así que desde niña me enviaba libros por montones. Leí todos.

Entonces Josie entendió su mirada nostálgica y aunque sintió tristeza por el dolor de la mayor también sintió su corazón aletear porque ella se lo estaba contando.

No eran las mejores amigas.

Podían estar juntas y a veces se sentaban juntas gracias a la formación del escuadrón de superhéroes. A veces eran compañeras de trabajos de clase. A veces conversaban en el lago por la tarde cuando se encontraban. A veces su padre les hacía entrenar juntas y a veces MG les convencía de tener una tarde de películas todos juntos pero no eran mejores amigas. De hecho, en la mayoría de esas cosas siempre había personas a su alrededor en todo momento.

Este era uno de los pocos que estaban a solas y no pudo evitar sonreir al sentir la confianza que la loba le daba. Tal vez. Eran amigas.

-¿Enserio? Pensé que lo suyo era el arte.

Hope sonrió y volteo a verla con ojos brillantes mirándola solo a ella. Robándole el aliento –Lo era pero también le gustaba el teatro y la literatura. Supongo que apreciaba cualquier cosa que fuera una muestra de creatividad y se pudiera mostrar visiblemente.

Josie apretó los labios y elevo una ceja mirando al aire –¿Eso no incluye todo? ¿Hasta la música?

-Muy lista –. Rio por lo bajo la loba volviendo su atención a mirar el hechizo –Lo es pero cada hermano tiene una predilección. La música era el campo de tío Elijah. El teatro es de tío Kol. La moda y escultura de tía Rebekah. Y la pintura era de papá.

La miro con curiosidad –¿Por qué estaban separados?

-Supongo que fue su forma de darse un poco de espacio. Cada hermano apoyaba el campo elegido y lo disfrutaba casi solo, creo que la literatura era algo que todos apoyaban pero cada quien reunió por separado su colección.

Josie tenía a Lizzie, así que realmente entendía eso de querer tener hobbies separados.

Su atención fue llamada por el hechizo y se acercó un poco atreviéndose a entrar en el espacio personal de la loba que sintió el golpe de su suave aroma al instante y aunque se tensó no gruño o mostro molestia. En silencio inhalo profundamente y sonrió con suavidad por un segundo a la vez que inclinaba la hoja para que la bruja pudiera ver.

-Eso luce complicado. No recuerdo que lo tengamos de tarea –. Susurro mirándolo concentrada y con cierto pánico de que hubiera olvidado una tarea tan difícil.

Hope sonrió al ver su ceño frunciéndose lentamente pero callo. En su lugar volvió sus ojos a la hoja –No lo es. Al menos no de aquí –. Sintió la mirada curiosa de la bruja y suspiro –Tía Freya me da clases particulares. Esta es mi tarea.

-Oh. Ya veo.

-No le digas a tu papá. Se volverá muy molesto y estoy segura de que la llamara para que deje de hacerlo –. Gruño la cobriza por lo bajo.

-Puedo imaginarlo –. Susurro animadamente la morena imaginando a su padre discutiendo al teléfono –Lo prometo.

Bajo la cabeza dando un leve asentimiento –Gracias.

-Se ve difícil. ¿Qué tienes que hacer?

-Reconocer cada elemento.

Josie hizo una leve mueca –Si. Es difícil, ni siquiera reconozco la mayoría.

Hope rio y suspiro bajando la hoja. Sabía que pronto tendría que ir a clase así que mejor se tomó un momento de descanso –¿Y…? ¿Tú qué tienes que hacer?

La bruja suspiro con desanimo al volver su atención al libro en sus manos –Oh, nada complicado. Un ensayo. Leer y analizar.

-Fácil aunque entiendo tú alegría mal ocultada –. Dijo la loba con una sonrisa burlona a la vez que tomaba el libro de sus manos y leía la sinopsis –Bueno. Al menos este no es tan malo. Shakespeare tiene peores cosas que ofrecer.

Se rio por lo bajo ante su evidente desagrado –No te gusta, eh.

-No realmente. Es un moralista de primera pero aun así disfruto un poco de Ricardo III. Noche de reyes. Otelo o la Tormenta –. Sus ojos cristalinos se elevaron al techo recordando algún detalle –Y tienen algunos buenos momentos feministas que por desgracia son terminados estúpidamente.

Josie abrió sus ojos sorprendida a la vez que sonrío atontada –Wow...

Hope suelta un suspiro risueño –No soy solo una salvaje, sabes.

La bruja ríe –No lo pensaba. Es solo que usualmente te he visto leer poesía...

La loba voltea a verla con su usual sonrisa arrogante pero suave adornando su rostro y su ceja elevada –No sabía que me observaras tanto.

-Y-yo... yo no... –. El sonrojo ilumino por el completo el rostro de la morena que bajo la mirada por un momento y al volver a levantarla y ver que la sonrisa que tanto le gustaba seguía en el rostro de la bruja, soltó un bufido –Cállate.

No pudo evitar reír un poco pero no de manera burlona. Realmente solo rio para evitar que fuera su sonrojo el notado. Hope negó en silencio aun sonriendo –Bueno. La verdad es que detesto la poesía. Solo intento leerla porque a mi papá le gustaba y quería ver que tenia de bueno.

Josie asintió sonriendo. Aun algo sonrojada prefirió cambiar un poco el tema –¿Y no te gusta Romeo y Julieta?

La loba hizo una mueca visible –No. Ni un poco. Es tan tonta y sin lógica. No entiendo eso de enamorarte a primera vista y creer que es real en menos de dos semanas hasta el punto de suicidarte. Me suena muy inverosímil.

-¿No crees en el amor a primera vista? –. Pregunto la morena casi dolidamente.

-Creo en la atracción a primera vista…

Josie la miro confusa y Hope clavo sus ojos en los de ella con intensidad a la vez que recargaba en la mesa su codo pero se inclinaba sutilmente hacia la más joven que sintió su corazón tartamudear al sentirse como una presa. Si. Exactamente eso fue lo que la mirada de la loba le decía, le estaba acechando y no tenía salida simplemente porque no la buscaría. No tenía el aliento para hacerlo, o quizás realmente no la quisiera.

-Ya sabes. Ese instante cuando ves, realmente ves a alguien y sientes que te golpea un rayo. El mundo deja de girar y los segundos se vuelven infinitos mientras tu estomago da vueltas y tu pecho se acelera tanto que no importa que tanto aire trates de tomar. Nunca es suficiente.

Y en esos segundos lo único que reacciona en tu cuerpo, es tu mente que intenta guardar cada pequeño detalle de la persona. Como sus preciosos ojos expresivos que son de lo más lindos y que sabes que podrían tenerte de rodillas en un segundo, su brillante sonrisa contagiosa o sus labios que tientan tanto como consuelan y te convencen de que el mundo no es tan malo...

Josie la miro aturdida. Completamente perdida con la mente en blanco sintiendo su pecho agitado porque en ningún momento la suave mirada cristalina abandono a la propia y mientras hablaba la sonrisa suave de Hope se llenó de una calidez única a la vez que su voz se volvía un susurro secreto que la hizo estremecer hasta lo más profundo mientras se quedaba sin aliento.

Hope se movió y acomodo un mechón de la bruja tras su oreja con una suave caricia. Arrebatándola de su ensoñación y deteniendo por un instante su pulso – Creo en ese extraño y anormal evento cósmico. Lo veo como el precursor de un posible amor. Tal vez sea porque soy muy insegura y sospecho de las personas pero para mí el amor a primera vista es un cuento de hadas.

Josie quiso decir algo. Quiso pensar en algo, lo que fuera pero su cabeza simplemente parecía haberse desconectado. Lo único en lo que podía fijarse era en los preciosos ojos de la tribrida y por un instante también en sus labios, cosa que hizo que sus mejillas se calentaran haciendo que desviara la mirada al fin.

Y con eso se liberó del hechizo que la loba tenía sobre ella. Pudo respirar. Pudo pensar y sentir como su pecho no dejaba de retumbar o que su garganta estaba muy seca para decir algo pero aun así se forzó.

-E-eso... eso casi sonó como la definición de amor a primera vista –. Susurro casi sin voz.

-¿Tú crees? –. Respondió Hope sonriendo.

Ocultando la sorpresa que se había llevado al encontrarse tan cerca de la morena casi como si le estuviera contando un secreto, a demasiados pocos centímetros de sus labios a los que no pudo evitar mirar pero por suerte antes de que hiciera algo tonto, la bruja se alejó y ella hizo lo mismo.

Se concentró en reunir sus cosas y alejarse todo lo posible para poder calmarse aunque realmente sabía que no se iba a sacar ese momento de la mente en un futuro cercano.

Por fortuna, la campanilla se hizo sonar. Sobresaltándolas y obligándolas a despedirse.

Al menos por algunos necesarios minutos. Su siguiente clase la compartían.

Hope entro en el aula y sin fijarse en su alrededor simplemente tomo asiento en la última mesa de la fila junto a la puerta y volvió a abrir su libreta para seguir con su trabajo aun cuando el profesor entro en el aula.

De hecho, que fuera Dorian la convenció de que no tendría problemas al seguir con lo suyo.

-Su profesor no se ha recuperado de sus últimas heridas pero no se preocupen. Está bien. Solo está esperando que las mordidas de ratas terminen de cerrar –. Dijo Dorian con una sonrisa tranquila –Ahora. Les enseñare algunos hechizos ancestrales. La mayoría han dejado de funcionar o fueron olvidados en el tiempo...

Dorian le dio la espalda aunque ella lo ignoro por completo y también a su clase que siguió...

-... a lo largo de la historia, los matrimonios fueron fundamentales en las casas nobles como fortalecimiento o forma de realizar alianzas familiares. Los brujos ancestrales tenían la misma práctica. Este hechizo se realizaba para hallar a la persona ideal para el líder de un aquelarre. Básicamente, buscaba su alma gemela –. Explico Dorian mientras escribía en la pizarra el hechizo. Ignorando los murmullos entusiasmados de sus estudiantes –A lo largo de los años, evoluciono hasta terminar de esta manera. ¿Por qué cambio? Por las envidias u odios. Asesinatos solo para herir al líder o porque alguien más deseaba la posición de su pareja, así que eventualmente solo los compañeros podrían ver la unión.

-Uhm. Esto suena muy útil –. Dijo Penélope volteando a ver a Josie con una sonrisa pícara en su rostro.

La morena se estremeció en su lugar a la vez que Lizzie le gruñía a la bruja –Ni se te ocurra, satán.

Dorian sonrió –Y aunque se le ocurra, no pasaría nada –. Sus estudiantes comenzaron a quejarse –Recuerden que estos hechizos se volvieron inservibles por una razón. La magia evolución así como la sangre de los aquelarres que aun cuando siguieran con sus prácticas tradicionales iban perdiendo su conexión a la magia más pura...

Penélope bufo –Entonces no pasa nada si lo intento –. Su profesor quiso dar un paso hacia ella y dio una exclamación que fue ignorada –… Et expecto signum in caelum.

Sus compañeros sonrieron y se quedaron expectantes mirando a todos lados para ver algo. Lo que fuera.

Hope sintió como una calidez punzo en su pecho y poco a poco fue creciendo hasta parecer que tenía agua hirviendo en sus venas pero no de forma dolorosa sino todo lo contrario. El aliento le fue robado y su ceño se frunció confuso por el aturdimiento en su mente. Un aroma la rodeo de golpe y sintió la magia vibrar en su interior a la vez que sus ojos se cerraron ante la intensidad de todo y sacudió la cabeza.

Al abrirlos de nuevo, noto algo. Una calidez confortable en su dedo meñique izquierdo. Un hilo mágico resplandeciente en tono rojo lo rodeaba formando casi un anillo pero este no terminaba sino que se iba alejando de ella.

Su mirada confusa lo siguió. Viendo como casi en el centro del aula se unía y volvía uno solo con otro hilo que estaba anudado en la mano de alguien más. Al levantar su mirada se encontró con la de Josie que congelada en su asiento del primer escritorio, que también había girado siguiendo al hilillo.

En el instante en que sus miradas se unieron. Sus ojos brillaron con un dorado intenso y la necesidad de ir por la bruja se hizo presente con tal brutalidad que le robo de nuevo el aliento. Torpemente reacciono a aferrarse de la mesa en un torpe intento por evitar moverse de su sitio aun cuando sabía que desea hacerlo con todo su ser.

Sus ojos no volvieron a la normalidad pero aun así se forzó a dejar de ver a la morena y atontada miro a la pizarra donde apenas si pudo tomar algunas palabras. El retumbe de su corazón se volvió más intenso a la vez que sintió como si alguien le hubiera golpeado en la boca del estómago.

Sintió que pasaban minutos hasta que logro retomar el completo control de su cuerpo pero realmente solo fueron unos segundos en los cuales Dorian perdió el color de su rostro al ver como la tribrida parecía alterada y sus ojos destellaban con tal fuerza que era imposible ignorarlos.

Ella lo miro con fiereza y le gruño mostrándole sus colmillos pero pronto lo dejo para guardar sus cosas tan rápido como podía mientras sus ojos se volvían a unir con los de Josie.

La morena sentía su corazón retumbar en sus oídos y el aire era tan denso que apenas servía para que siguiera respirando pero el aroma era suave y cálido. Reconfortante. Especialmente para el momento que le estaba dando algo de pánico.

Su dedo rodeado por el hilo mágico cimbraba al ritmo de su pulso acelerado pero brillaba con intensidad. Como si se encontrara en una habitación a oscuras y este fuera fosforescente.

Vio los ojos dorados de Hope y no se atemorizo. Solo pudo pensar en que eran hermosos pero su mente que apenas comenzaba a dejar la ensoñación de pronto fue irrumpida.

-Pero ¿Qué demon...? –. Lizzie había tratado de hablar al ver la magia que desprendía su hermana y que la unía con la loba pero antes de que terminara de hablar, Josie reacciono y le apretó el interior de su muslo con todas sus fuerzas –Espera. Espera... Me rindo...

El lloriqueo de Lizzie termino de romper la burbuja de Hope que se había detenido en su escape por unos segundos más.

El pánico la invadió y sin pensar en nada más. Se apresuró a correr fuera del aula sin atreverse a mirar de nuevo a la bruja que bajo la mirada aturdida aunque con cierta tristeza en el fondo que presiono su pecho.

Penélope resoplo al igual que sus compañeros –Realmente una completa pérdida de tiempo. Una lástima ¿no? JoJo.

Escuchar su nombre reventó su burbuja. Sintiendo como su hermana golpeaba sin fuerza su hombro una y otra vez mientras algunas lagrimillas ya escapaban y le soltó al instante a la vez que dejaba escapar una pesada exclamación sintiendo como su cuerpo volvía a la normalidad.

Bueno, al menos la mayoría.

El hilo y su calidez no se fueron.