Hola a todos! He aquí traigo un pequeño one-shot de esta pareja que adoro tanto. Así que mientras esperamos a la cuarta temporada, aquí estamos todo el fandom! Y bueno, sin más qué decir aparte de que ABAJO LA LEY COPPA!... COMENZAMOS!

Tarea titánica.
Capítulo único.

El despertar cada día era todo un reto. Es decir, además de desvelarse tras revisar ciertos asuntos de último momento de la oficina y las patrullas nocturnas, estas podían ser una tortura para alguien que no estuviese acostumbrado a ese tipo de vida, pero años de perfeccionar y entrenar su cuerpo le habían ayudado a manejar este tipo de cosas. Sin embargo, el abandonar su suave cama, no era tentación suficiente como la persona que tenía su cabeza sobre su pecho. Bridgette dormía profundamente a su lado. Sonrió enternecido. Cada día daba gracias por tener a esa mujer a su lado después tanta mala suerte por culpa del anillo y de su propia estupidez al casi perderla. No quería tener que levantarse y dejarla pero tenía una junta ese día y era prescindible su presencia.
Algo lo sujetó con fuerza. Suspiró al ver los brazos de Bridgette en torno a él.
-Bridgette, suéltame.
-Nooooo...- respondió somnolienta.
-Bridgette.- intentó sentarse con esfuerzo.
-Eres tan cálido... Y hace frio afuera.
-Sabes que tengo junta.
-Quédate un poquito más...
Al fin logró sentarse pero la somnolienta Bridgette se había prendado a su espalda como si fuese un koala.
-Bridgette, te lo advierto, no me haré responsable.- podía sentir como lo jalaba de vuelta a la cama pero eso no podía ser. Tuvo que sujetarse de la orilla de la cama para que no le venciera esta vez.
-Minoooooou.
-Bien, tú lo has querido. A la ducha.- Bridgette era muy ligera pero cuando se lo proponía podía dificultarle caminar siquiera. Tenía que usar toda su fuerza y destreza para arrastrarse fuera de la cama hacia el baño, donde su mano fue a la llave de la regadera.
-¡AAAAAAH! ¡Félix!
Por supuesto sus mañanas eran siempre así, y luego contentaba a su bichito en el rápido desayuno que tenían. Claro que él nunca pensó que el reto sería mayor en unos años, cuando nacieran dos pequeños rubios que heredarían el sueño pesado de su madre causándole problemas a la hora de levantarse y tener que arrastrarse al vestidor. Sí, definitivamente era una tarea titánica levantarse con Bridgette, pero era igualmente satisfactoria como amanecer siempre a su lado.

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Y… espero que les haya gustado! Gracias a todos por leer. Dejen review, nada de tomatazos, agradezco de todo corazón que lean a esta escritora amateur. Y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!