Capítulo 2

LA CASA ES REAL

Rick estaba por terminar con sus uñas de la mano derecha, y en su mano izquierda sostenía unas hojas impresas mientras esperaba la llegada de su terapeuta, gracias a que no estaba la asistente logro entrar sin recibir preguntas.

- Rick ¿Qué? – Gloval apenas entrando a su consultorio donde Rick lo estaba esperando muy ansioso, pero el terapeuta lo ve con una mezcla de intriga y algo de mortificación – te das cuenta de que, aun no son las dos semanas, apenas pasaron tres días, ¿Qué haces aquí? – dejando su maletín esperando la respuesta.

- Volvía a soñar esa casa de nuevo, pero ahora salió una variante – hace una pausa no mencionara que ha visto a esa tal Lisa como una de las mujeres asesinadas – apareció un numero exterior, así que, lo busque y descubrí que si existe la casa, está en Salem a unos kilómetros, ve, aquí está la dirección- entrega entusiasmado las hojas que trae a Gloval

- Esto ¿Qué demuestra exactamente? Hunter- pregunta Henry Gloval antes de leer las hojas

- Que si existe la casa y por lógica el homicidio también fue real, y ahí lo dice, anda lee – señala casi poniendo en la cara las hojas al terapeuta

Henry comienza a leer y analizar las hojas que le muestra Rick, arruga un poco la frente algo está llamando mucho su atención

- Es verdad, ya recuerdo esto paso hace unos tres años, - comienza a hablar - fue una de los homicidios más violentos de Salem, en efecto fue el veinticinco de abril a las ocho de la mañana fueron encontrados los cuerpos desmembrados de dos mujeres, ambas hermanas, procedentes de Europa, según el parte médico fueron asesinadas por la madrugada, las encontró la mujer que les hacia el aseo – Rick respira aliviado al fin sus sueños comienzan a tener un poco de luz pero el terapeuta Gloval no piensa igual - Pero esto no muestra nada Hunter – alza la vista para ver a un intrigado Rick

- ¿Cómo de que no? ¿No lo entiendes? Eso, eso debe decir algo, como por ejemplo ¿Por qué sueño ese homicidio? – antes de que pueda continuar Gloval lo interrumpe encendiendo su pipa

- Mira Rick, hay suceso que por ser traumáticos se quedan almacenados en nuestro subconsciente y por algún motivo similar los sacamos de nuevo, en ocasiones por medio de sueños, o por estar con demasiado estrés los traemos de vuelta, así que – entregando las hojas – debiste de haberlo visto estuvo en las noticias por casi tres meses sin contra la de leyendas e historias de fantasmas que le siguieron – responde confiado buscando su agenda de citas

- Henry eso fue hace tres años aquí, yo vivía en Sacramento, California, tengo viviendo aquí un año ¿Cómo sabría yo de ese homicidio? Vivía en una zona rural haciendo experimentos ahí me descubrió el Decano del MIT y me trajo para acá, directo a Cambridge no a Salem – responde molesto y a la vez algo dolido por no creer en su preocupación.

Como no resolvió nada Rick sale frustrado del consultorio hasta su auto arroja las hojas al asiento del copiloto respira profundamente y toma una decisión arranca su auto y sigue la carretera rumbo a Salem, antes envía un mensaje a su amigo Max para que lo cubra unas horas en el MIT.

Aparcado el auto unas calles antes camina por la parte de frente para evitar que alguien lo llame curioso o algo por el estilo si decide acercarse a esa casa, a escasos 20 metros ve a una chica de espaldas, ella está mirando a la entrada de esa casa sus largos cabellos cafés vuelan al compas del viento, camina un poco para tratar de ver a lo lejos de quien se trata y su corazón da un vuelco al reconocer a Lisa, la extraña chica de aquel día en el consultorio y que de manera inexplicable aparece en sus sueños, se acerca despacio a ella tratando de que no crea que es un acosador

- Sabia que también vendrías – la escucho hablar, la observo en silencio – te vi en mis sueños, te he visto en ellos y sabia que no tardarías en venir – gira a ver a Rick dando una leve sonrisa quita un travieso cabello que hacia cosquillas en su rostro – LASCIATE OGNE SPERANZA… - continuo Lisa

- VOI CH'INTRATE- Rick termino la frase

A Henry Gloval casi le da un infarto al escuchar a Rick diciendo en donde estaba en esos momento y con quien estaba, lo esperarían para entrar a esa casa, así que, sin pensarlo cancelo citas y a gran velocidad se dirigió hasta ellos en Salem para detenerlos o en todo caso persuadirlos de que no cometan una estupidez y sean arrestados, con eso su prestigio y su trabajo en el MIT se vendrían abajo y la reputación de Lisa y su familia también se verían afectados. A penas los vio a ambos recargados en una enorme abeto se acerco a ellos corriendo

- ¿La trajiste aquí? – pregunta acercándose a ellos

- Yo no la traje, ella estaba aquí, al parecer ella también ha tenido los mismos sueños- responde Rick perdido en esos ojos verdes

- Es cierto, ella también ha tenido esos sueños, los mismos que tu Hunter, los mismos homicidios, casi todo es igual a lo que tu sueñas- respondió

- Ay que entrar- y Lisa comenzó a caminar hacia la parte trasera de la enorme casa y ellos detrás procurando que no sean vistos por policías o algún vecino curioso.

La parte trasera estaba cubierta con una enorme enredadera, parecían brazos aprisionando fuertemente los barrotes de la reja que protegía la mansión, abriéndose paso por debajo de ellas encuentran una pequeña abertura, entrando despacio tratando de que no haga mucho ruido y que ninguno de ellos e lastime por los barrotes oxidados llegan hasta el jardín donde se asomaba una enorme fuente de mármol en la punta una gárgola rodeada de figuras que aunque grotescas llenaban tus sentidos de fascinación, despacio pero con seguridad caminan hasta la entrada principal y ahí estaban las enormes puertas de madera talladas con extraños símbolos, Gloval recordó el detalle con el que Rick llego a mencionarle del como era el grabado de dichas puertas, tomando su teléfono toma algunas fotografías, antes de tratar de abrirlas para entrar a esa casa en la parte superior hay unas palabras

- ¿Y eso que es?- señala Gloval unas palabras a la entrada talladas en el marco de la casa

- Lasciate ogne speranza, voi ch'intrate, es perder toda esperanza los que entran aquí, es lo que marca el libro de Dante a la entrada de los infiernos de su novela – responde Rick abriendo las enormes puertas de madera

- Espera ¿Qué haces? No podemos entrar así como así es allanamiento – reclama Gloval

- Lo siento pero si no lo hago, si no que es eso del porque aparece en mis sueños, si no obtengo una mínima respuesta, la seguiré soñando toda mi vida y Lisa también, necesitamos respuestas esas están aquí dentro, si quiere irse, hágalo – y Rick junto a ella entraron a esa enorme mansión, Gloval entra tras de ellos.

- En mis sueños, Una noche antes vino ese hombre, el mismo que las asesino y hablo con las dos, pero con una de ellas discutió de una manera tan violenta que terminó en que él se marcho – decía Lisa entrando a la enorme casa con los pisos de mármol - ¿recuerdas los bustos? Rick- pregunta Lisa

- Si, son seis de Aristóteles, la Venus, Zeus, Poseidón, Atenea y Hades, el Atlas estaba en la habitación de una de ellas – responde Rick

- De acuerdo basta, vámonos de aquí esto no está bien vámonos – tratan de persuadirlo a subir las escaleras pero a esas horas era poco prudente estar ahí, siendo uno de los homicidios más violentos es obvio que algún vecino curioso tal vez los haya visto y estaría llamando a la policía – vendremos después por la noche si gustan o con una orden, hare unas llamadas a mis colegas y los traeré de vuelta ahora vámonos – resignados salen junto a Gloval hasta la calle

De regreso todos a sus respectivos hogares, Gloval hablaría con su colega y amiga ese médico que le envió desde un principio a Lisa y que sus sueños eran los mismos que los de Rick, mientras Hunter regreso a su casa lleno de más dudas y preguntas que antes ahora los tres sabían que todo era real, entre los sueños vividos de Lisa y los de él comenzaban a formar una historia de lo que paso en ese lugar y del porque las muertes, esa era la gran incógnita, que llevo a la locura a ese hombre para asesinarlas? ¿Qué relación tenían los tres? ¿Por qué vinieron para empezar ellos desde Europa? ¿Huían de alguien? ¿Tal vez espías? ¿Tal vez el las traiciono? Las preguntan seguían pero no las respuestas y ambos incluido Gloval tenían la certeza de que en esa casa encontrarían la clave y algunas respuestas más.

Sobresaltado Rick despertó empapado en sudor al lado de su cama estaban esos somníferos que ahora ya no ayudaban a nada, tomo el frasco y vacio el contenido en el inodoro fue hasta su cocina y se preparo un café, a estas alturas era mejor mantenerse despierto que dormir y soñar de nuevo con ese homicidio, el estrepitoso trueno llamo la atención de Rick, guiado por una fuerza invisible se acerco a la ventana y ahí frente a él en una esquina bajo un farol estaba empapada por la lluvia, era Lisa mirándolo fijamente, apresurado tomo una gabardina un paraguas y corrió hasta ella en la calle

- Lisa, ¿Qué haces aquí? – Frente a ella

- No quiero estar sola, no puedo, no esta noche – respondió

- Ven, entra, debes secarte – En casa, Rick le prestó unos pants y un suéter preparo un té caliente y la acerco a la chimenea

- Los sueños aumentaron, ahora son más violentos, yo antes soñaba con la casa, sus detalles, la decoración, la discusión entre ellos tres pero, en mis sueños solo las veía las paredes antes blancas manchadas de sangre y ellas cubiertas con una sábana blanca, las luces rojas y azules de los servicios de emergencia pero ahora, veo como lo hace, siento su dolor y no quiero que me lastime no lo soportaría de nuevo – Mirándola en silencio Lisa muestra las cicatrices en sus brazos, sus manos, su cuello, antes de que pudiera decirle algo lo que ella revelo le paralizo el corazón unos segundos – Rick, en mis sueños tu eres el asesino y yo soy ella, por favor debemos regresar a esa casa – esos ojos esmeralda derritieron la voluntad de Rick y accedió de inmediato a salir con ella rumbo a Salem de nuevo a esa casa.

Aun bajo la torrencial lluvia de nuevo frente a esa enorme mansión estudian como entrar, bajando del auto se acercan a la entrada antes de que Rick camine hacia la parte trasera Lisa lo detiene tomando su mano

- Están abiertas, la reja y la puerta – dijo Lisa apretando con fuerza la mano de Rick.

Suspirado abren las rejas que en la mañana estaban cerradas con un enorme candado y pesadas cadenas ahora no había rastro de ellas, estando frente a la entrada ambas manos abrieron de nuevo esas pesadas puertas de madera dentro podía sentirse un hogar cálido ya no era frio, pero aun así se sentía una pesadez como si fuesen observados por alguien o por algo, en silencio recorrer la estancia las pinturas, los bustos, el mármol, las cortinas danzando por las pequeñas aberturas de las ventanas se colaba una ráfaga de aire helado haciéndoles erizar la piel, como si se tratase de un soplo alrededor de sus cuerpos

Lisa detiene su paso mirando un enorme libro de pastas negras con algún grabado, Rick se aleja de ella unos pasos comprobando cada detalle de esa casa que a través de sus sueños le mostraban.

- No dejes que te toquen – escucha la voz de Lisa tras de el

- ¿Qué te toquen? ¿Quiénes? – pregunta sin mirarla mirando a través del ventanal que da al jardín frente a él una figura incorpórea color negro comienza a alzarse - ¿Qué te toquen quien? ¿lisa? – Gira a verla y como trance tiene los ojos en blanco mirando al techo el libro negro a caído a sus pies

- Las Damas – responde y cae inconsciente

- ¡Lisa No! – antes de que toque el frió piso de mármol, logra sostenerla, tomándolo en brazos camina a la entrada de la enorme casa pero un ruido seco de algo que cae pesadamente lo hace girar, fijar su mirada a las enormes escaleras de mármol

- Las damas – seguía repitiendo Lisa inconsciente

Desde la profundidad de la espesa oscuridad ese ruido pesado sigue bajando un leve relámpago ilumina mostrando el torso de una mujer bajando escalón por escalón, Rick cierra y abre los ojos trata de que eso sea un sueño mas y que está en su casa pero la cruel realidad le recuerda que está pasando, ese torso baja despacio, otro golpe seco gira su vista y esa cosa incorpórea negra que vio en el jardín ahora está atravesando el ventanal, de nuevo su mirada el torso, sostiene con fuerza a Lisa, obligando a sus piernas a moverse juntando toda su fuerza de voluntad para huir de ahí, no solo su vida está en peligro también la de ella.

- ¿Qué haces aquí? – una mano lo jala desde su hombre hacia afuera es Gloval frente a él empapado por la lluvia

- -debemos irnos, ahora – Grita Rick y cual espectro una mano negra como humo quiere tomarlos, Gloval logra cerrar las enormes puertas de madera seguidas de un grito aterrador de una mujer y desde las profundidades de la enorme mansión alguien grita

- ¡LAS DAMAS… SON TRECE!-