Al principio creyó que era una coincidencia, misteriosas casualidades. Sin embargo, más fotos eran tomadas con nulo resultado.

Se dio cuenta que era una maldición. Su cara no podía ser captada por la cámara, por ninguna. No podía sacarse ninguna foto, siempre algo la tapaba, siempre algo sucedía.

Así que las lágrimas no tardaron en salir mientras se ocultaba la cara entre las rodillas. Luka que la vio acurrucada en la esquina del sofá. Se acercó a ella.

—¿Estas bien? —preguntó preocupado, su corazón sonaba en una balada deprimente. Juleka negó con la cabeza—. ¿Estas...llorando? —dijo en forma lenta—. ¿Qué paso? —sentándose a su lado.

—Estoy maldecida —Levantando levemente la cabeza, dejando que sus ojos color avellana se posaron en los azules claros de su hermano—. No puedo salir en ninguna foto.

—Eso...

—¡Es verdad! —exclamó—. Mira —Tendiéndole la cámara digital en que había probado sacar múltiples fotos.

Él la tomó y vio las fotos, la cara de Juleka no era visible, ya sea que la imagen se veía borrosa, se atravesaba algo o el brillo del sol era demasiado fuerte.

—Inténtalo si quieres —Mientras miraba fijamente a su hermano, quien luego de un rato, apretó el botón de la cámara.

Una foto, dos, tres, cuatro... todas ellas sin poder verle la cara de su hermana.

—No pudiste ¿Verdad? —dijo ella tristemente, volviendo a ocultar su cara—. Es que... ¿Soy tan fea que las cámaras no me dejan que me saque una foto?

—Claro que no, Jule—dijo acariciando dulcemente su cabeza—. Es que tu...

Al hacer una pausa, Juleka levantó la cabeza, su hermano le sonrió levemente.

—Eres demasiado linda para las cámaras.

Juleka se quedó mirándolo por un tiempo impresionada por sus palabras, luego ella volvió a ocultarse entre sus piernas, no porque estuviera triste, sino porque estaba avergonzada. Aunque no confiaba totalmente en lo dicho por su hermano, eso no significaba que sus palabras le hayan hecho feliz.

Sonrió suavemente ¿Que fue eso? Al recordar esa frase dicha por él, no podía creer que su hermano fuera el mismo que decía que era malo con las palabras.