Disclaimer: Boku no hero es propiedad de Kōhei Horikoshi, el man que está más bueno que el pan y de su respectiva casa animadora. Este fic es sin fines de lucro.


Advertencias: Ooc, Violencia, Agresiones, Violación, lemon.


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Una vez instalados en las pequeñas cabañas cerca de las costas de Hong Kong, Iida, Todoroki, Bakugou y Midoriya arrojaron con cansancio sus pertenencias en el suelo, cansados, hambrientos, pero sobre todo, enojados.

Enojados por las ordenes que el coronel Rikugun-Taisa había enviado al teniente coronel, Aizawa Shota.

Si bien, Sir Mark Young había permitido la ocupación japonesa en sus tierras sin mayor problema una vez que sus líneas fueron vencidas, el resto del batallón reiteraron, que al ser hombres pertenecientes a la Armada del Gran Imperio Japonés, tenían el derecho de tomar lo que quisiesen.

-Esto es una mierda –murmuro Bakugou con frustración-. Supongo que en la mañana nos ordenaran reorganizarnos para seguir con ese ridículo plan de expansión.

-Es lo más obvio –dijo Todoroki monótonamente, mientras comprobaba que ningún soldado seguía en las calles.

-¿Alguien tiene un poco de pan? Me muero de hambre –comento Iida con mejor ánimo que sus compañeros, agradeciendo instantáneamente cuando el más pequeño del grupo le ofreció un pequeño trozo de pan que le había sobrado. -Me pregunto cómo estarán mis padres y mi hermano.

-Dijiste que tu hermano esta en primera línea de la guerra ¿Verdad? –pregunto Shouto con interés.

-Sí, mi hermano fue uno de los estrategas involucrados en el hundimiento del HMS Prince of Wales –contó con orgullo-. Espero verlo pronto cuando ganemos.

El pecoso asintió con entusiasmo. Desde que la guerra había comenzado, deseo que al termino de esta se reencontraría con su madre con la cabeza en alto. Pero por ahora, solo podía enviarle la mayoría de su sueldo para su manutención y la de su primo Kouta y su prima Eri.

Un toquido frenético interrumpió la conversación.

-Buenas noches. Soy Uta Hakabane del tercer grupo del batallón –saludo un soldado de complexión robusta-. Vengo a informar que se requiere la presencia de todo el cuerpo militar en el hotel que se tomó para la administración.

-¿Para qué? –pregunto altivamente el rubio, intimidando al otro.

-No tengo esa información.

El resto del grupo asintió y siguieron al asustadizo soldado.

Una vez dentro del hotel, los demás soldados no dejaban de murmurar con sonrisas cínicas y altivas. La ocupación estaba siendo un éxito, por lo que todos mantenían un buen humor.

-¡El Coronel esta por entrar! –enfatizo Aizawa Shota, teniente coronel del batallón instalado en la región.

El resto de los soldados se enderezo y saludo cuando la figura más importante ingreso, seguido de cientos de niñas de entre 13 y 28 años.

-Descansen, soldados –dijo el coronel, impasible-. Como ya han de saber, tenemos absoluto control en todo Hong Kong, son embargo, la guerra está lejos de llegar a una conclusión. Aún faltan muchas batallas que ganar, así que para no desmotivarlos, hemos trabajado para instalar lugares recreativos para que ustedes, nuestros soldados, sacien sus necesidades. Y ellas… –señalo-. Son nuestras voluntarias.

Izuku, Katsuki, Todoroki y Iida agrandaron sus ojos al escuchar como el resto de los hombres se entusiasmaban al ver de reojo a todas las jovencitas que estaban en el hotel.

-A partir de mañana, todos los ustedes podrán hacer fila en las estaciones de consuelo que se encuentran en los edificios públicos. Rompan filas

Izuku no pudo describir el pánico de las jovencitas que comprendieron el diabólico trasfondo del discurso del coronel y sintiendo un profundo asco, fue el primero en abandonar el hotel.

Desde la esquina y cruzado de brazos, Shota vio con interés el semblante decepcionado del chico de cabellos verdes y ojos bonitos que salió corriendo del edificio.

-Investiga quién es ese joven –ordeno Aizawa a Shinso, su fiel asistente.

-En seguida.


-¿En verdad creen que nos obliguen a abusar de esas niñas? –pregunto el más alto con temor. No quería violar a nadie. De ser necesario, ni siquiera quería lastimar a un civil.

-No me importan las jodidas órdenes. Yo no voy a tocar a nadie –bramo el rubio, colérico.

Todoroki e Izuku asintieron, mostrando apoyo a Iida y Bakugou.

-¡Ya es hora de que vayamos con las mujeres!

Los cuatro giraron en dirección de los gritos entusiasmados del resto de batallón.


No sabían cuántos golpes e insultos habían recibido.

Al no querer perpetrar y desahogarse en las estaciones designadas por sus superiores, rápidamente fueron señalados y acusados de Dōseiaisha (1), pero al menos no habían sido los únicos. Otros muchos soldados se habían negado a tomar a las mujeres, por lo que el castigo no fue tan severo.

-Espero que cambien de opinión –escupió con veneno uno de los superiores-. Necesitamos que estén en óptimas condiciones para las batallas venideras y solo lo estarán si complacen su instinto carnal.

-Midoriya ¿Estas bien? –pregunto Todoroki amablemente a su amigo.

-Estoy bien Todoroki –kun –respondió con una sonrisa en su rostro-. ¿Tu como estas?

-Creo que tengo un moretón muy grande en la espalda y no me deja respirar –dijo resintiendo el dolor en todo su cuerpo-. ¿Podrías revisar?

-¡Por supuesto!

-De verdad me alegro que no se ensañaran contigo –Iida sonrió cuando noto que en el rostro de Izuku solo se reflejaba culpabilidad.

Con cuidado, el pecoso reviso la contusión del heterocromatico y las heridas abiertas de Bakugou. Al ser el más joven, Izuku recibió muchos menos golpes que sus amigos, por lo que no requería tanta atención médica.


Recién llegada la noche, Izuku cubrió con las pocas mantas que había a Tenya, Shouto y katsuki. Si bien, todos resistieron el castigo con honor, esas heridas siempre podían infectarse severamente si continuaban ignorando las órdenes.

No quería morir. No quería dejar sola a su madre y a sus dos pequeños primos, pero tampoco quería lastimar a las jovencitas que se encontraban a prisioneras por sus superiores.

Sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar un ligero toquido en la puerta.

-Midoriya Izuku – pregunto seriamente un chico casi de su edad, con visibles ojeras.

-¿Si?

-El teniente coronel lo ha mandado a llamar a su residencia

-¿P-Por qué?

-Sígueme.

Sin darle tiempo de replicar, el extraño joven se adelantó, obligándolo a salir de la comodidad de la residencia para alcanzarlo.

-¿T-Tu eres?

-Hitoshi Shinso. No es necesario que mantengamos una conversación.

Izuku trago saliva.

¿Acaso Aizawa Shota iba a castigarle?


-Entra –ordeno.

Izuku se inclinó con respeto, frunciendo el ceño al ver que Shinso se alejaba de la casa del teniente.

Al entrar al edificio, miro con interés los cuadros que alguna vez adornaron el salón y el comedor.

-Te estaba esperando

El pecoso se encontró con los intimidantes ojos del teniente coronel. Con temor, se enderezo e inclino tratando de no lucir nervioso.

-Vamos a mi despacho –dijo señalando la única habitación con iluminación.

Una vez dentro, el mayor se sentó en su escritorio mientras reacomodaba sus papeles.

-¿Por qué tus compañeros y tú se negaron a mantener relaciones con las mujeres del pueblo?

Izuku se crispo ante la pregunta.

-¿Son homosexuales?

-No lo somos, señor.

-¿Entonces? -Aizawa alzo la mirada.

-No queremos violar a las mujeres. Eso no es correcto.

Aizawa sonrió de lado, concordando con la respuesta del menor.

-Si quiere castigarme otra vez…

-Desnúdate.

-¿Eh?

-Es una orden.

Izuku cerró sus ojos, aceptando mentalmente de que el mismo teniente coronel se encargaría de reformarlo a base de golpes. Seguramente el mayor planeaba humillarlo cuando terminara de azotarlo.

Al terminar de quitarse la última prenda, noto que Aizawa Shota no despegaba su vista de sus documentos.

-Dime, Midoriya Izuku, ¿Conoces la antigua tradición del shudō?

El pecoso parpadeo confundido mientras trataba de hacer memoria.

¿Por qué le estaba preguntando eso?

Aizawa despego momentáneamente sus ojos de sus documentos.

-Te hice una pregunta, soldado.

-E-Entre los samuráis existía una tradición conocida como shudo, en el cual un guerrero experimentado tomaba a uno más joven como aprendiz.

-Supongo que sabrás que esta tradición siempre estaba implicada una relación sexual - El azabache retomo su trabajo una vez que el chico dio su respuesta.

-N-No comprendo, señor.

Aizawa bufo con cansancio.

-Escuche que tienes el potencial para ser un buen estratega –dijo con desinterés-. Pero que necesitas un buen asesoramiento.

Izuku comprendió rápidamente las dobles intenciones en las palabras de su superior. Su mente comenzó a darle vueltas.

No comprendía. Estaba aturdido y asustado. Ni siquiera sabía como responder.

¿Por qué Aizawa Shota estaba interesado en él aun cuando las mujeres de consuelo (2) estaban a su más entera disposición?

-Al igual que ustedes, no estoy interesado en violar niñas –menciono el azabache como si supiera lo que rondaba en su mente.

-Y-Yo… yo no

-Piénsalo, niño –dijo mientras abandonaba su escritorio para aproximarse a su persona-. Si aceptas ser mi amante, me encargare de ayudar económicamente a tu familia y seré indulgente con tus compañeros por evadir órdenes.

El pecoso bajo la mirada, atónito, gritando al sentir una mano en su trasero.

-No quiero forzarte tampoco –susurro el mayor contra su oído -. Al contrario, quiero que supliques para que te folle.

Quería cubrirse. Quería gritar y huir.

-¿Y-Y si me niego?

Shota se separó de él, con una mirada impasible.

-Está bien si te niegas –dijo-. Pero tendré que pedirte comprensión cuando envié un par de soldados a tu casa para que hagan una visita a tu madre y le recuerden su traición hacia la patria.

Izuku alzo con rapidez la mirada, encontrándose con los perforadores ojos del teniente. Sintiendo temor cuando los labios fríos y rasposos del otro chocaron contra los suyos.

-¿Vamos a la habitación?

Con miedo e impotencia, Izuku asintió.

Definitivamente, se había metido en la boca del lobo.

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(1) Dōseiaisha: Homosexual.

(2) Las mujeres de consuelo fueron un grupo enorme de mujeres que fueron reclutadas con bajo una promesa falsa de trabajo en fábricas, pero en realidad, eran llevadas a campos militar para satisfacer a los soldados. Incluso muchos chicos con apariencia andrógina o muy jóvenes fueron capturados para satisfacer a los soldados de otra orientación sexual.

Las/Los invito a ver una entrevista de una de las sobrevivientes:

watch?v=jsLZvMTVyYQ

(No se deja poner completo, q sad)

Notas finales:

Desde hace un buen, mi conciencia me gritaba para que escribiera algo toxico xd

Y bueno, si este fic tiene por lo menos un review, si subo el siguiente capitulo, pero si no, pues… también, pero con el autoestima hasta abajo xd. Así que porfa, no dejen que esta pobre chica se desmotive :´v

Disculpen si se me paso una falta de ortografía o algo :0

Y para incentivarlos a dejar un comentario, el siguiente capitulo va a tener lemmon juas juas :v Un lemmon feo, se los advierto de una vez :´c

Finalmente para el ultimo capitulo daré algunas opiniones controversiales (o no) sobre los datos históricos mencionados en este primer capitulo *Guiño, Guiño*

Posdata:

También actualice Young and Batifil por si alguien de por aquí lo lee :D

Un review hace a un ficker feliz :D

Gracias por leer ~(*-*~)