"Donde hay dos corazones felices siempre habrá un tercero roto"
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Sentado frente a ella, estaba él, sus oscuros ojos la miraban fijamente mientras un pequeño brillo se lograba apreciar en lo oscuro de su iris. Su rostro estaba serio y de no ser porque él mismo se lo había dicho hacia una semana, ella realmente no lo creería.
Uchiha Sasuke enamorado de ella. Esa era la locura y estupidez más grande que siquiera hubiera podido imaginar.
Incómoda se removió en su asiento, realmente nunca había sido buena en ese tipo de situaciones. Llevaban sentados en la mesa de una pequeña cafetería desde hacía unos diez minutos y ninguno había dicho palabra alguna más que para pedir su orden.
Apretando fuertemente sus manos, suspiro intentando darse valor, necesitaba hacer eso, de estar ella en el lugar de Uchiha Sasuke también lo hubiera deseado.
—Uchi…
—¿Me vas a rechazar?.—la interrumpió Sasuke con una pequeña sonrisa confiada en sus labios.—No es necesario, era obvio después de todo, más aún así te dije que no me rendiría. No soy la clase de hombre cursi y romántico, tampoco soy la clase de hombre que entablará alguna conversación casual; yo soy la clase de hombre que va por lo que quiere, la clase de hombre que una vez tomada una decisión no se retracta. Dije que te conquistaría y eso haré, por lo tanto esté rechazo, no lo aceptó, recházame cuando después de haberme esforzado aún sigues enamorada de Naruto, recházame después de conocerme, no antes.
Sintió su rostro calentarse ante cada una de la palabras de Sasuke, y en el fondo de su pecho también sintió admiración y respeto por sus sentimientos y valentía.
Él se levantó de donde estaba y ella solo lo observó, él la miraba fijamente, como si ella fuera la única persona en aquella pequeña cafetería, y su rostro de ser posible se calentó aún más.
Él sonrió y ella fue incapaz de poder sostenerle la mirada unos segundos más.
—Ya eres consiente de mí, aunque no lo quieras admitir Hi-na-ta.
Y de inmediato después de escuchar su nombre ser dicho por el supo que aquella reunión para rechazarlo había sido un fracaso completo.
…
Verlo esperándolo fuera de su oficina al terminar su día no le sorprendió en absoluto, de hecho le sorprendía lo que había durado en aparecer.
Sus ojos azules lo observaba con resentimiento y rencor.—¿Lo sabes?.—pregunto en un gruñido abriéndose paso hacia su oficina, y sentándose en unos de sus sofá.
Él solo lo observó de reojo, aquel rubio de mirada rencorosa no era el mismo con el que compartió risas en su infancia y adolescencia, él lo sabía, ese rubio que gritaba a los cuatro vientos que eran mejores amigos probablemente jamás regresaría.
Suspirando entro nuevamente a su oficina, asegurándose de cerrar la puerta tras él. En silencio camino hasta el sofá enfrente de Naruto, quedando así ambos cara cara.
—Esto no es algo que puedas ocultar Naruto.—aseguro, observando cómo todo su cuerpo se tensó en automático.
La mirada azul de Naruto se afiló, y todo su rostro se tornó sombrío, más aún así una sonrisa adorno sus labios, una sonrisa pequeña y altanera.
¿Era Naruto capaz de hacer semejante sonrisa?
Naruto suspiro y se encogió de hombros.—Y qué, el que lo sepas no cambiará en nada las cosas… yo puedo simplemente negar todo, ¿Y a quién crees que Hinata le creerá? ¿A ti?, un chico que nunca a significado nada para ella o ¿a mí?, su primer amor, su prometido, el hombre con el que creará una familia en el futuro.—pregunto casi con burla, más aún así él permaneció sereno, no se dejaría provocar.—Shion es solo un desliz, y ese niño es solo un error. La ventaja que creías tener sobre mi, no es más que una ilusión. No te cederé a Hinata, ella es mía.—gruño levantándose del sofá, sin dejar de mirarlo amenazante.
—¿Siempre fuiste está clase de hombre Naruto?.—preguntó un poco sorprendido haciendo que la sonrisa desapareciera de los labios de Naruto.— Ahora más que nunca, no perderé ante a ti, tú no te mereces a Hinata y yo se lo haré entender a ella, ¿Crees que un corazón no puede cambiar? Mira tú reflejo en el, volviste a enamorarte después de que Sakura fuera tu primer amor. ¿Qué te asegura que Hinata no se enamorará de mí?.—pregunto sonriendo de medio lado, Naruto lo miro estupefacto unos segundos antes de simplemente maldecir y abalanzarse sobre él.
Su espalda choco contra el sofá, mientras Naruto lo sostenía por el cuello de su blanca y pulcra camisa arrugando la tela entre sus dedos.
—¿Por qué Hinata?.—gruño con ira, sus ojos azules parecían furiosos relámpagos en una tormenta.—¡Puedes tener a la chica que quieras! ¡Tienes a Sakura! ¿¡Porque demonios me quieres quitar a la única chica que me ha elegido a mí!? ¡La única chica que de verdad me ama a mí! ¿¡Por qué!?.—grito sacudiéndolo.
Molesto se soltó del agarré de Naruto empujándolo lejos de él.
—¡Por que yo la amé antes que tú! ¡Y lo sabías! ¡Mi compromiso con Sakura no fue algo que yo planeé! Y el que quiera quitártela no es algo personal, solo estoy tomando de vuelta algo que ya era mío.—dijo levantándose y arreglándose la camisa, mientras los ojos de Naruto lo perforaban.—Tuviste tu oportunidad Naruto, y la desaprovechaste, no me vengas llorando ahora, porque ya no me haré aún lado, me gusta Hinata, estoy enamorado de ella, sabías de mis sentimientos y aún así te comprometiste con ella, tú y solo tú eres el creador de este estúpido triángulo amoroso.
Naruto lo miro con furia y rencor y antes de que el pudiera reaccionar, nuevamente Naruto se abalanzó sobre él.
—¡BASTARDO!...—grito tacleándolo al suelo e impactando un fuerte derechazo en su pómulo, furioso lo observó casi incrédulo y esta vez fue él quién le devolvió el golpe seguido de una patada.
Ni en sus mejores momentos como amigos se había dejado golpear, mucho menos ahora que prácticamente eran enemigos, el dolor de los golpes de Naruto no era algo nuevo para él y viceversa, durante su adolescencia habían tenido más peleas de las que pudiera contar con los dedos de sus manos, aunque no es que hubiera ganado alguna siempre quedaban inconclusas por una razón u otra. Esta vez fue por el grito de una voz furiosa y potente.
—¡Ya basta!.—con el rostro golpeado tanto él como Naruto voltearon en dirección a la molesta voz, helándoseles la sangre cuando vieron a quien tenían frente a ellos.
Uchiha Itachi los observaba molesto, sus oscuros ojos brillaban de ira y él reprimió un escalofrío cuando aquella mirada se posó sobre su pobre alma.
—Esta no es manera de arreglar sus estúpidos problemas, ya no son dos críos pubertos para andar metiéndose en problemas, y más aún por una mujer..—los regañó Itachi con seriedad, más antes de que el pudiera decir algo Naruto lo interrumpió.
—Metete en tus problemas Itachi.—gruño Naruto pasando junto a su hermano, pero antes de que siquiera diera un paso más Itachi lo cogió del antebrazo y por el ceño fruncido en el rostro de Naruto supo que aquel agarré dolía.
—Es mi problema, porque si hubiese querido quién sería el prometido de Hinata sería yo.—confeso su hermano entre dientes, Naruto lo miro sorprendidos y él simplemente suspiro.—Hyūga Hinata hubiera sido mi prometida si yo no me hubiera negado. Pero dime Naruto-chan ¿Qué crees que pasaría si yo, el heredero de los Uchiha pido de vuelta a Hinata?.—pregunto su hermano sonriendo y haciendo que un escalofrío le recorriera el cuerpo entero.
Naruto lo miro estupefacto mientras negaba.—N-no te atreverías…
Itachi solo sonrió y aún sin soltar a Naruto negó.—Para suerte de ustedes no soy estúpido y tampoco me gustan los problemas, Hinata, no es de mi interés, solo les estoy dando una advertencia, está clase de cosas en mi empresa no es algo que me guste y si no quieren tener otro rival más compórtense.—ordeno con voz fría, en contra de su voluntad Naruto asintió y él solo suspiro encogiéndose de hombros.
Satisfecho su hermano asintió y soltó a Naruto.—Ahora regresen a sus casas, y tú Sasuke limpia tu rostro si no quieres que mamá se preocupe. —le ordenó a lo que él simplemente asintió.