Cuando Tsu era pequeña pensó que su hogar era la casa en Japón en la que vivía con su Madre y hermana mayor. Cuando sus padres se divorciaron y su Papá se la llevó a Italia al pensar en su hogar seguía recordando aquella casa, no fue hasta que conoció a sus tíos que ese lugar dejó de ser su hogar.

Su hogar se convirtió en el lugar donde sea que estuvieran Massimo, Federico y Enrico, sus tíos o como preferiría decirles, sus hermanos mayores. Incluso después de sus muertes su hogar permaneció como el mismo, sólo que se volvió un lugar al que ella no podía acceder sin importar cuánto lo intentará.

Sinceramente no pensó verlos al morir porque sus hermanos a pesar de ser mafiosos fueron la luz de su existencia y la de muchos más, ellos eran esperanza, eran paz... Eran el sol, la luna y las estrellas. Mientras que Tsu se convirtió en la encarnación del diablo sobre la tierra, independiente de su propósito hizo cosas que nadie podría perdonar por lo que dudo que terminará en el mismo lugar que su hogar. Cuando se dio cuenta de que reencarno su teoría sólo fue probada, pasó de ser un monstruo moralmente hablando a ser uno más literal con su estúpidamente fuerte quirk.

Ni siquiera en su segunda vida se permitió creer que al morir podría encontrar aquello que le arrebataron por eso cuando la oscuridad la consumió tan solo se sentó en silencio esperando por la eternidad o su castigo divino, lo que llegará primero.

— ¿Desde cuando eres tan negativa? Sabía que juntarte mucho con Lal te haría mal. — Una voz amable y cálida hizo que levantará a cabeza. Por unos instantes una luz la cegó y tuvo que arrugar el entrecejo para enfocar mejor.

— Creo que ella le llamaba ser "realista" — Añadió una segunda voz a medida que el lugar se iba iluminando y llenando de color a su alrededor.

— Puras tonterías después de todo somos Vongola ¿no? — Se sumó una última voz y finalmente Ange logró ver a las personas frente a ella.

Ahí parados uno al lado de otro en un campo con flores de todos los colores y pétalos naranjas cayendo del cielo como una lluvia pasajera estaba su hogar. Tsu se quedó sin palabras por unos instantes temiendo que al hablar todo desapareciera y estaría solo en aquella oscuridad de nuevo.

— ¿Que? ¿No hay un abrazo?

— ¿Tienes idea de cuánto te hemos esperado?

— ¡Exacto! Hemos esperado mucho, exigimos un abrazo. — Demandó Federico y eso fue todo lo que Ange necesito para colocarse de pie y correr a sus brazos siendo abrazada por los tres.

— L-Lo siento... Yo... Lo extrañe tanto... — Murmuró entre lágrimas sin saber que decir o como decirlo con sollozos que no paraban de brotar de ella.

— No tienes que disculparte por nada. — Le consoló Enrico acariciando su cabello.

— Fue nuestra culpa, nosotros debimos protegerte y no hacerte llevar lo que era nuestra carga para iniciar. — Añadió Massimo intentan limpiar sus lágrimas que no paraban de correr por sus mejillas.

— Lo sentimos... Por todo lo que tuviste que pasar... Por todo lo que soportas te en nombre de nuestro sueño. — beso su frente Federico con una sonrisa amable. — Pero ya no estas sola.

— Nos tienes a nosotros ahora. — le soltó el mayor acariciando su mejilla.

— y ahora jamás nos vamos a separar de nuevo.

— Yo no estoy sola... — Susurro sintiendo su memoria algo confusa ¿porque no estaba sola? Ella... Ella tenía a sus hermanos, su hogar con ella de nuevo, por eso ¿no?

— Ahora vamos, tenemos mucho que mostrarte y de que hablar — sus hermanos comenzaron a caminar al frente pero ella se mantuvo en su lugar.

—¿Ange? — Cuestionó el menor de los hermanos Vongola. — ¿que pasa?

— Yo... — contestó apretando los puños para luego relajarse y respirar con profundidad con ambos ojos cerrados intentando concentrarse.

¿Porque no estaba yendo donde su hogar se encontraba?

¿Su hogar?

Al pensar en este una nueva imagen apareció en su mente, en esta aparecían sus elementos molestando a Katsuki con un divertido Sho-chan a su lado riendo por comentario de Shi-chan..

Cierto.

Ya tenía un nuevo hogar.

— No puedo ir. — contestó de forma firme con una sonrisa de disculpas. — Todavía hay personas que me necesitan.

— Ya hiciste suficiente Ange.

— ¡Exacto! Mereces descansar...

— Sólo ven con nosotros y toda la oscuridad y el dolor se irán. — Los tres extendieron sus manos en su dirección.

— Los amo con todo mi corazón y aun los sigo extrañando cada día como el primero... Pero ya tengo un nuevo hogar al que volver, espero que puedan entender mi egoísmo. — se disculpo inclinando la cabeza.

— Esta bien ser egoísta de vez en cuando ¿recuerdas? — Le recordo Enrico acariciando su cabello.

— Estaremos esperando por ti y por tu nuevo hogar.

— El tiempo que sea necesario así que tomate tu tiempo y está vez vive una larga y feliz vida por nosotros ¿entendido? — Tsu sintió las lágrimas formarse en sus ojos nuevamente pero las contuvo tan solo levantando laa cabeza para sonreír mientras asentía.

— ¡Lo haré! ¡Lo prometo! — Dijo sintiendo su corazón en su garganta al ver la imagen desaparecer frente a sus ojos siendo sus hermanos despidiéndose lo último que vio ante de que todo el lugar se volviera blanco, y está vez no fue la oscuridad la que la trago sino una cálida luz.

Todo dolía y en especial su cabeza pero aún así pestañeo un par de veces acostumbrándose a la luz a su alrededor siendo un techo blanco lo primero que registró.

Giro su cabeza y dormidos sobre parte de la camilla estaban Sho-chan, Shi-chan, junto con Skull y Colonnello. En unos sillones detrás podía ver a Reborn dormido en el hombro de Fon, con Verde durmiendo en su regazo y Lal en su propia silla individual.

— Te demoraste. — Susurró Bermuda a su otro lado y ella Sonrió suavemente. — También está el novio de Shouto pero fue a comprar algo de café junto con Viper.

— Que dulce de su parte. — contestó sintiendo su garganta bastante seca y al notar esto la noche le sirvió un vaso de agua que le ayudó a tomar despacio. — Gracias...

— Eso pasa cuando te pasas una semana en coma. — Aquello hizo que se sorprendiera bastante para ella todo sucedió hace solo unos instantes.

— Pará evitar que murieras desangrada Shouto te congeló lo que te compró tiempo, luego a Verde le tomó un par de días hacer tu nuevo bracelete, luego el descongelar te tomó otro día y una cirugía después de eso para finalmente estar en coma por cuatro días. — Resumió para la morena quien se tomó su tiempo para procesar todo.

— Bueno... Yo tuve un sueño. — Dijo levantando su mano para acariciar el cabello de su estudiante.

— ¿fue uno bueno?

— El mejor. — Respondió para luego sonreír ligeramente. — Pero me gusta más éste. — Susurro notando cómo de un rostro preocupado Shouto pasaba a tener una sonrisa calmada ante sus caricias.

Nota: Pienso en hacer un fic donde Tsu pase por varios animes encontrando a sus elementos que Byakuron abandono a su suerte en distintos mundos ¿sugerencias con que animes debería usar?