Está es la segunda historia que hará parte de una colección con un tema en particular.

Así que sin más que decir vamos a continuar. Espero disfruten la lectura.

Descargo de responsabilidad: Naruto no me pertenece, pertenece a su creador Masashi Kishimoto.

- No va a pasar nada 'ttebayo - Persona hablando

" Esto no puede ser real" Pensamietos

- Me las vas a pagar Naruto - Bijuu

Los secretos del Hokage

Capitulo 1: La misión que lo cambiara todo

Un nuevo día llegaba a la prospera aldea de la hoja, los días en los que las guerras eran una constante en el mundo shinobi habían quedado atrás hache ya mucho tiempo.

Konoha había prosperado mucho y su crecimiento era sinónimo de todo aquello por lo que habían tenido que pasar para llegar hasta donde estaban en la actualidad y mucho de ello se había logrado gracias al héroe de Konoha y hoy actual Hokage el cual se encontraba ya en su oficina haciéndose cargo de los asuntos de la aldea como todos los días desde que asumió el cargo.

- Esto no es lo que esperaba de ser Hokage 'ttebayo - Fue el lastimero quejido de Naruto quien luego de horas de trabajo se encontraba cansado y aburrido y lo peor era que la fila de documentos sobre su escritorio parecía no disminuir en lo mas mínimo.

No es que se arrepintiera de ser el Hokage, después de todo fue su mas grande sueño desde que tenia memoria y verlo finalmente realizado ciertamente le llenaba de satisfacción y por ello se comprometía en su totalidad con el cargo, sin embargo dada su naturaleza tan extrovertida y enérgica, la realidad es que el no poder hacer tantas misiones como antaño para quedarse tras un escritorio no le hacia gracia, pero lo aguantaba como podía.

Quizás lo que mas le dolía era que dada su posición ya no podía pasar tanto tiempo con sus seres queridos como antes y eso lo frustraba pues no quería dejar a su familia ausente, el mejor que nadie entendía lo que era estar sin familia y no quería que la que había formado pasara por algo similar, por ello cada vez que podía dejaba su cargo para pasar tiempo con ellos, aunque su hijo mayor parecía renuente a pasar tiempo con su padre, sin embargo lo dejaba estar ya que parecía que solo quería encontrar su camino lejos de la sombra de su padre y no seria el quien truncara sus sueños.

Su hija menor por otro lado adoraba pasar tiempo con el y era tan tierna que a veces se preguntaba si no usaba su ternura para manipularlo como quisiera, algo que desestimo pues no creía capaz de eso a una niña que a todas luces era la copia exacta de su madre a esa edad, tímida, tierna y amable, claro esta que se diferenciaban no solo en la permanente sonrisa de la niña cosa que a su edad su madre rara vez lograba mostrar dada su situación, pero era lo único que las diferenciaba en su carácter, su físico por otro lado si que mostraba diferencias, en especial los ojos que no eran perlados como los de su madre sino como los suyos, al menos hasta que activaba su Byakugan, entonces era una fiel copia de su madre actualmente llegando a ser muy aterradora, el lo sabia de primera mano y Kurama también.

- Algún día te voy a hacer pagar por lo que me hizo tu hija Naruto, te lo puedo asegurar - Escucho la voz de Kurama en su interior y un escalofrió le recorrió, tal vez ya fueran amigos, pero cuando entraban en esa competencia de quien era mejor, rara vez salia librado de la ira de su amigo de nueve colas y esta vez era personal para el zorro quien sentía herido el orgullo de que una pequeña y tierna niña lo haya noqueado de un golpe a través del sello que lo unía a su padre.

Regresando a sus pensamientos ahora que su amigo había decidido regresar a dormir recordó a la ultima miembro de la familia, su hermosa y sexy esposa, la mujer por la cual se enfrento a un Otsutsuki, pese a que el sujeto parecía invencible, tal vez se dio cuenta tarde de lo que sentía por ella o quizás es que había sabido calmar esa parte de si mismo que la reclamaban como suyo en su juventud, pero daba gracias por no haber dejado que esa mujer se fuera de su lado, después de todo pese a los secretos que tenia cuando decidió casarse con ella, lo acepto y le permitió compartir su vida con ella, no le ocultaba nada a su ahora esposa y ella tampoco lo hacia con el.

Descubrió mucho de la tímida Hinata en los años posteriores, empezando con el cuerpo de escándalo que escondía la joven y del cual ahora gozaba cada que podía, de hecho gracias a ello encontró también su posesividad y sus celos ya que en algún punto la idea de que alguien pudiera siquiera adivinar las curvas de su mujer le hacia enojar y fue por ello que le pidió a su esposa que vistiera prendas mas holgadas y que en cierta medida escondiera lo que solo el podía ver, algo que dada la naturaleza complaciente de Hinata acepto gustosa, aunque estaba seguro que también influyo en ella su propia timidez natural ante la vergonzosa idea de que alguien la viera así, claro esta aparte de su esposo.

Sonriendo al recordar eso se dio cuenta que hace mucho que no compartía adecuadamente especialmente con ella y decidió cambiar tal cosa y planeaba hacerlo esta noche.

- Llevare a Hinata a una cena romántica, hace mucho que no salemos solo los dos y al terminar de cenar podemos ir a nuestro lugar secreto y entonces... - la sonrisa lasciva que continuo su linea de pensamientos mas las imágenes en su mente le distrajeron un momento mientras una fuerte erección se apretaba contra su pantalón.

Jamas encontró el gusto del sabio pervertido que tenia por maestro de espiar a las mujeres, al menos hasta que descubrió los placeres que solo una mujer puede dar, sin embargo se prometió a si mismo y sobre todo a ella que esa perversión que nació en el solo seria cuando estuvieran a solas, algo que el acepto en ese momento y que con el tiempo le demostró ser la decisión correcta al ver como apaleaban en mas de una ocasión a su sensei, mas porque muchas de esas palizas acababan con Jiraiya agarrándose con fuerza la entrepierna mientras lagrimas salían de sus amoratados ojos luego de la masacre que cometían las furiosas victimas contra dicha zona a punta de patadas. Ahora su perversión propia hacia que le fuera inevitable desear yacer en su cama con su mujer y no precisamente durmiendo, algo que en el pasado ya le había demostrado al hacerlo hasta amanecer el sol y aun así no querer detenerse.

- Eres un maldito pervertido, igual que ese Sannin - fue el comentario con el cual salio de sus ensoñaciones de lo que le haría esta noche a Hinata y lo cual lo molesto por la sarta de insultos a su nombre por parte del huésped que residía en su interior, algo que lo hizo enojar y rápidamente le recordó la realidad de su propia naturaleza.

"¡De que te quejas maldito zorro, es por tu culpa que mi libido es así, tu y tu maldito chakra!" ese grito que dio en su mente callo al zorro quien resoplo fastidiado pues cada vez que el tema salia el rubio le recordaba el porque era así y es que en cuanto entro en la adolescencia y con el despertar de sus hormonas, la influencia del chakra del zorro no había hecho mas que aumentar la libido de Naruto debido a la propia naturaleza instintiva de su huésped, algo que se mantenía incluso ahora y por lo cual era a palabras de ella una bestia lujuriosa e insaciable.

- Oh Naruto, que bueno que sigue aquí, acaba de llegar un documento muy importante para que lo revises - El comentario de su amigo y mano derecha Shikamaru lo saco de su lucha interna con el zorro solo para que al escuchar que traía mas papeles su expresión pasase a una de derrota al tener mas trabajo por hacer. "A este paso jamas podre ir con Hinata a nuestro lugar especial" se quejo mentalmente Naruto, pues no quería que Shikamaru escuchara sus quejas, la ultima vez fue un verdadero fastidio escucharlo como lo regañaba sobre no tomarse sus responsabilidades en serio, pero estaba ansioso de volver a casa y pedirle a su mujer que atendiera la dolorosa erección que ahora tenia.

- Maldito pervertido - Fue el ultimo comentario del zorro antes de cortar la conexión con el y prestarle atención a Shikamaru quien se acerco a el con el documento extendido.

- Te sugiero que lo tomes como una prioridad en este caso - esas palabras llamaron su atención, por lo que recomponiendo su actitud a lo que debía ser un Hokage tomo el documento y lo empezó a leer rápidamente.

Conforme leía el documento su expresión se fue tornando mas seria, pero para Shikamaru era clara la ira en sus ojos, algo natural si consideraba la información que venia en esos papeles y que dada la condición de Naruto era algo que le implicaba a el de manera indirecta. Verlo tan concentrado mientras pasaba pagina y pagina mientras intentaba reprimir su ira le dijo todo lo que necesitaba saber y en su mente ya empezaba a considerar las posibilidades del accionar de su Hokage y como ayudarlo en lo mas que pudiera, por lo que cuando Naruto bajo los papeles y lo vio, supo que era momento de actuar.

- ¿Esta información es verídica? - fue la pregunta del rubio a la cual solo obtuvo un asentimiento de su amigo, - Esto es grave, esperaba que dado lo que paso la ultima vez ya no ambicionaran encerrarlos, pero parece que aun hay quienes están ebrios de poder - fue el comentario tranquilo de Naruto, aunque para su amigo era clara la ira escondida en el mismo.

- Naruto, debes ayudar a Isobu y Kokuo, son mis hermanos y tu responsabilidad dada por padre - fueron las palabras de Kurama, algo que Naruto tenia muy presente, pues prometió cuidar de Kurama y sus hermanos, algo que hasta ahora había resultado sencillo dado que los dejaban tranquilos, pero sabia que tarde o temprano alguien intentaría apresarlos de nuevo y usar su poder para su beneficio, algo que el no iba a permitir, había aprendido mucho de ellos una vez que desarrollo su relación de confianza con Kurama y no permitiría que mientras viva fuesen vistos como armas de nuevo.

Cruzo sus dedos entre si apoyando sus codos sobre el escritorio mientras escondía tras sus manos entrelazadas parte de su rostro y su mirada se tornaba seria e incluso un tanto peligrosa. Curioso si lo pensaba pues ahora se encontraba en una posición idéntica a la que solía usar Tsunade cuando las cosas se tornaban serias y que en el pasado el solía criticar como la posición de una anciana que ya no puede quedarse erguida, ahora entendía el porque lo hacía y la seriedad y peligro que se escondía tras esa posición realmente.

- Shikamaru, ¿donde fueron vistos esos dos? - la frialdad con la que hizo la pregunta daba a entender que no quería juegos ni que se anduviera con rodeos, quería una respuesta directa y la quería ya. Por lo que adoptando una posición igual de seria decidió responderle a su Hokage.

- El Sanbi y el Gobi fueron vistos cerca de las fronteras de con Kiri, en un lago que delimita los terrenos de ambos países - respondió directamente aunque dada la rapidez con la que lo hizo no se percato de el ligero ceño fruncido que apareció en el rostro de su amigo rubio luego de que mencionara a los dos biju, algo que rápidamente le haría notar su líder.

- Shikamaru, te pediré que los trates con mas respeto, los días en los que eran vistos solo como bestias sin uso de razón para usarse como armas quedaron en el pasado y no permitiré que nadie, mucho menos alguien de mi aldea degrade a los hermanos de Kurama de nuevo, ¿quedo claro? - la amenaza implícita en su pregunta ademas del tono frio usado por el rubio lo alerto y recordó que ante todo el era un Jinchuriki, uno que habia logrado hacer amistad con el mas fuerte de todos los biju y que los respetaba por encima de todo.

- Lo lamento Hokage-sama, pero es difícil dejar atrás las viejas formas, en especial cuando estos mismos biju parece que odian que los shinobi se dirijan a ellos por sus nombres, solo dejan que tu y Bee-sama les llamen por ellos - se aventuro a decir el ninja estratega de la aldea de la hoja, palabras cargadas de razón pues era la actual relación del mundo shinobi con los hijos del Rikudo Sennin, aunque como culparlos cuando toda su vida desde su encierro por parte del Shodaime Hokage los habían tratado solo como armas para mantener el equilibrio entre las cinco grandes naciones shinobi.

Con un asentimiento de parte de su amigo, dio por aludido que dejaría pasar al menos por esta ocasión el tema, pero se recordó a si mismo no volver a cometer ese error, después de todo si de verdad querían cambiar el mundo, debían dejar de lado los prejuicios contra esos seres o de lo contrario tarde o temprano algo como la actual situación se volvería a presentar. Sacudió su cabeza para dejar esos pensamientos de lado y centrarse en como responder a la ayuda que pedían, lo mas adecuado era enviar a un equipo de anbu para que controlaran la situación rápidamente y de la manera mas discreta, lo ultimo que se requería era una confrontación abierta que acabara con destrozos contra terceros que fracturaran la paz actual entre aldeas.

- Shikamaru, ya lo decidí. ¡Vamos a ayudar a los hermanos de Kurama y lo haremos lo mas rápido posible! - esa declaración saco una sonrisa al pelinegro quien le alegraba ver que pese a todo su rubio amigo seguía siendo el impertinente y arrojado chico que fue en su juventud a la hora de ayudar a quienes eran importantes para el, por lo cual decidió plantearle su idea.

- Muy bien, entonces creo que lo mas adecuado sea que enviemos una fuerza anbu a la zona, se encargaran de acabar con quienes estén causando problemas y minimizaran las bajas para evitar roces con la soberanía de dichos territorios - esperaba que la idea le agradara pues era a su parecer lo mas lógico que debía de hacerse, tal vez fuera la misma Kiri quien solicitaba ayuda de Naruto como representante de los biju, pero eso no significaba que les dejarían hacer lo que quisiesen en sus terrenos.

- ¡NO! - eso sorprendió a Shikamaru, ¿que impulso a Naruto a oponerse a lo que claramente era la opción mas lógica y prudente?, estaba desconcertado y por alguna razón también muy aterrado, después de todo conocía a su Hokage desde niño y podía a ser un completo lunático y si la idea que empezaba a formarse en su mente era la razón de la negativa del rubio su miedo estaría bien fundamentado entonces. - Este asunto lo manejare personalmente Shikamaru, es mi responsabilidad velar por ellos después de todo, así que iré yo en persona a arreglar esto y fin de la discusión - su boca no podía abrirse mas sin romper u quijada en el proceso, era justo lo que temía y el hecho de que le viera con esa sonrisa de suficiencia al acabar de hablar demostraba que no daría su brazo a torcer en esto.

Si, esto acabaría mal y el lo sabía, pero su amigo era demasiado obstinado, no importa que dijera ahora, el ya no escucharía razones ni atendería suplicas para que cambiara de idea, lo tenia muy claro por lo que con un suspiro y un asentimiento de cabeza de su parte accedió a esta locura, aun así debía hacer una pregunta, - entonces, ¿cuando saldrás y hasta entonces quien atenderá los asuntos de la aldea? - fue la pregunta de Shikamaru quien suponía que se encargaría el de tal cosa, aunque esperaba que le dejara algo de ayuda extra.

- Se que eres perfectamente capaz de atender los autos de la aldea en mi ausencia, sin embargo le pediré a Shizune nee-chan que te ayude, ella esta familiarizada con los por menores de ayudar en los temas concernientes al Hokage - escuchar eso le alivio en cierto grado, pues esa mujer había sabido atender muy bien dichas diligencias, en especial cuando Tsunade desaparecía de su oficina por horas, lo que muchos suponían era para esconderse a beber hasta el cansancio dejando a la chica de cabello negro atendiendo los asuntos de la Godaime. - En cuanto a cuando partiré, lo haré mañana al salir el sol, debo preparar todo lo necesario y despedirme de mi familia - asintió a eso con una sonrisa, después de todo pese a que no lo dejase notar, para Naruto su familia siempre era primero y pese a sus obligaciones con jefe de la aldea cada vez que obtenía un espacio libre lo usaba para pasarlo con ellos.

Con el tema concluido por ahora sobre como actuar ante esta situación, ambos decidieron continuar con el trabajo, algo a lo que rápidamente Naruto puso una expresión de desesperación pues había olvidado todo en cuanto recibió el documento, aunque por otro lado eso era bueno, pues también le ayudo a calmar su erección y evitar que lo descubrieran teniendo pensamientos sucios en el lugar menos adecuado.


La cena en casa del rubio estuvo tensa en un principio cuando anuncio su pequeña incursión a las fronteras de Kiri para encontrarse con los hermanos de Kurama y ayudarlos en su situación, después de todo Hinata sabia que si bien los biju podían cuidarse solos el que los estuviesen cazando era peligroso, lo ultimo que necesitaban era revivir la era de Akatsuki, Himawari tenia miedo por su padre, no quería que le hicieran daño, con el tiempo se había convertido en una consentida y el ojito derecho de su padre dada su ternura, salvo en los casos en los que se enojaba.

Por otro lado Boruto trataba de fingir indiferencia a la situación, pero le resultaba muy difícil pues el también había visto los horrores de la ambición de aquellos que ansían el poder de los nueve bijus y la ultima vez eso hizo sufrir a su madre, que una vez mas su padre se colocara en una situación en la que podría ser un objetivo le hacia temer por el y pos el resto de su familia.

- Entonces Naruto, ¿de verdad tienes que ir?, ¿no puedes enviar un equipo anbu para que se encargue de los revoltosos? - la preocupación era palpable en el tono de voz de su esposa y eso lo hacia sonreír, después de tantos años ella aun se preocupaba por el aun en las situaciones mas sencillas, en cierta forma le demostraba la dependencia emocional que tenia hacia el y le daba un motivo para hacerse mas fuerte, pues no permitiría que su familia sufriera mientras el tuviese la fuerza para evitarlo.

- Se que te preocupa Hinata, pero esto es algo que debo hacer, lo prometí después de todo y pienso cumplir mi promesa con Kurama y sus hermanos - la vio asentir, aunque aun podía ver el miedo en sus ojos, entonces tomo la mano de su esposa y la apretó con cariño en un intento de tranquilizar su corazón, algo que pareció funcionar pues la vio relajar su gesto, aunque sabia que solo era un intento de mostrarse fuerte, así que decidió que esa noche la dedicaría a ella y le haría saber que volvería a su lado y el de los suyos.

- Oto-san no podemos ir también, quiero conocer a los hermanas de Kurama-chan - la inocente pregunta de Himawari le saco una sonrisa a Naruto y un suspiro de fastidio al biju pues le sorprendía la impertinencia del menor de los cachorros de su compañero para llamarlo con tanta familiaridad, aunque le agradaba sentirse parte de la familia, claro que jamas lo admitiría abiertamente.

- No seas ridícula hermana, lo que to-chan hará no es un día de campo, podrías salir herida - la mirada dura de Naruto fue todo el reproche que le dirigía a su hijo por hablar de manera tan brusca con su hermana, pero entendía la necesidad de su hijo de evitar que salieran heridos los miembros de su familia, aun tenia mucho que aprender, pero un día seria un buen hombre de eso estaba seguro.

- Boruto tiene razón hija, lamento no poder llevarte pero será peligroso y no quiero que salgas lastimada - su hija asintió en comprensión pero su mirada denotaba su tristeza por no poder ir, - sin embargo quizás para la próxima te lleve a conocerlos, estoy seguro de que les agradaras Hima-chan - al terminar pudo ver como su hija recuperaba la sonrisa y el animo al saber que la llevaría la próxima vez a conocer a los demás bijus.

- Chicos, su padre debe de levantarse temprano mañana así que una vez terminen de cenar quiero que vallan a su cuarto y se acuesten, subiremos en un momento para despedirnos, ¿esta bien? - el comentario de su madre los desalentó pues esperaban poder desvelarse un rato mas, pero dada la situación era comprensible su pedido por lo que con un asentimiento continuaron comiendo para luego irse a la cama.

Claro esta que Naruto tenia otros planes, planes que incluían sellos de silencio y no tenia a sus hijos incluidos en los mismos, por lo que agradeció la decisión de Hinata y se lo hizo saber con un ligero apretón al tiempo que le dedicaba una cálida mirada y una sonrisa, aunque tras dicha expresión se encontraba todo lo que planeaba hacer con su mujer esa noche y que ella no llego a percibir dado el sonrojo que le provoco tan tierna expresión de parte de su esposo.

Para cuando acabaron de comer y los niños se retiraron, ambos se quedaron un rato mas en la sala, en el caso del rubio esperando a que su esposa terminara de guardar las cosas luego de que entre los dos limpiaran el lugar, la habría ayudado de no ser por la insistencia de la misma por que no era necesario y que ella podía hacerlo sola, pidiéndole que se fuera a la cama y descansara, aunque el se negó y si no lo dejaba ayudarla entonces al menos dejo claro que le haría compañía hasta que terminara su labor.

Subieron juntos y se dirigieron al cuarto de los chicos, encontrándolos despiertos aun para su sorpresa y ellos alegando que querían despedirse antes de dormir pues seguramente para mañana cuando despertaran su adre ya se habría ido y no lo verían en un tiempo. Naruto sonrió antes de entrar y despedirse de sus hijos empezando con Boruto que con su clásica actitud prefirió fingir que no le importaba pero aun así abrazo a su padre y le deseo un buen viaje y luego paso a su pequeña quien lo abrazo de inmediato pidiéndole que se cuide y que la lleve la próxima vez con el a ver a los hermanos de Kurama, algo en lo que la pequeña era muy insistente lo que le saco una risa nerviosa a su padre y le causo curiosidad al biju dentro de el, luego el rubio le dio un beso en la frente a su hija seguido por un beso de su hija en la mejilla y una sonrisa antes de arroparla y desearse mutuamente buenas noches, se acerco hasta la puerta desde donde espero a su mujer quien era la que se despedía ahora de sus hijos que ya estaban cayendo en brazos de Morfeo y veía la interacción con una sonrisa, recordó entonces que siempre quiso una familia y ahora finalmente la tenia, una gran familia y no dejaría que alguien los lastimara.

Estaba inmerso en sus pensamientos hasta que sintió a su esposa tomar su mano con suavidad por lo que dirigió su mirada a la de ella la cual lo veía con preocupación al verlo tan distraído, algo que rápidamente se aseguro de alejar de la mente de su esposa al volver en si y darle una sonrisa de agradecimiento por preocuparse tanto por el. Ambos se quedaron en la puerta un segundo viéndolos dormir y no pudieron evitar esbozar una sonrisa fraternal ante tan acogedora escena protagonizada por sus hijos se vieron una vez mas antes de apagar las luces y salir de la habitación para dejarlos descansar y dirigirse a su habitación propia para hacer lo mismo.


Claro esta que Naruto tenia planes diferentes, y los hizo saber una vez llegaron a su habitación, pues ni bien cruzaron la puerta el rubio ataco a su esposa y reclamo ansioso sus labios, acción que sorprendió a Hinata, pero a la cual no se negó en ningún momento, de hecho jamas se negaba a sus caricias ni a sus besos y gracias a ello habían estado cerca de meterse en problemas en el pasado.

- N-Naruto, no debemos, mañana debes levantarte temprano y tienes que descansar todo lo que p-puedas - fue el relamo de Hinata en un vano intento por evitar que las cosas escalaran mas, sin embargo en ningún momento impidió el acceso a su cuello donde Naruto ahora se encontraba besando y lamiendo con devoción ni tampoco intentaba detener las inquietas manos del rubio que empezaron en sus caderas y que poco a poco subían por sus costados con un objetivo mas que claro, sus grandes pechos.

Curioso, pues de joven siempre le disgustaron sus prominentes pechos, incluso cuando estos empezaban a dibujarse sobre su anatomía pues siempre creyó que a Naruto le gustaban las chicas mas planas debido a su enamoramiento por Sakura en su momento, pero cuando iniciaron su relación y empezaron a tener contacto intimo rápidamente sus creencias fueron desmentidas pues era mas que claro que el rubio tenia debilidad por los pechos grandes y eso la llevo a que inconscientemente quisiese que los mismos creciesen aun mas llegando a desear tenerlos como Tsunade, ahora sus pechos eran enormes, no al nivel de Tsunade claro, pero no tenían nada que envidiarle y su marido se lo había demostrado ya incontables veces.

- No me estas convenciendo de que no lo quieres en realidad Hinata - le dijo con sonrisa burlona el rubio a la oji perla, antes de continuar su asalto de nueva cuenta contra sus labios, podía sentir el deseo de la mujer con facilidad debido a la necesidad con la que ella reclamaba sus besos como el aire que se necesita para vivir, pero fiel a su naturaleza traviesa, quiso jugar un poco con su esposa y hacerla aceptar que lo deseaba tanto como el, - sin embargo no quiero forzarte Hinata y si de verdad no quieres hacerlo, no seré yo quien te obligue - fue lo ultimo que dijo antes de separarse de la mujer frente a el a la espera de su siguiente movimiento, el cual esperaba fuera el que el deseaba o de lo contrario no sabia como lidiaría con la dolorosa erección que ahora ocupaba en su pantalón.

Hinata estaba luchando, de verdad lo hacia para no caer en la tentación, pero se maldecía a si misma pues no estaba sirviendo de nada, le encantaban esos momentos con el y no quería que se detuviera, en especial porque se percato de la erección en sus pantalones y eso solo la estaba calentando mas, lo podía sentir en sus bragas cada vez mas húmedas, por lo que mandando su recato al demonio cedió a lo que de verdad quería, por mas vergonzoso que fuera aceptarlo.

- C-continua - lo dijo en un leve susurro ahora muerta de vergüenza, no por hacerlo con el, sino porque no quería que sus hijos despertaran a causa del ruido, - lo siento Hinata-chan, pero no te escuche, ¿puedes repetirlo mas alto? - oía la burla en su voz, quería avergonzarla mas y contrario a lo que se esperaría de una mujer recatada ella hizo justo lo que le pidió su esposo y grito, - ¡CONTINUA POR FAVOR, NARUTO-KUN! - la vergüenza a invadió por completo al sentirse de nuevo como la chica que fue en el pasado.

Lo siguiente que sintió fue a su rubio atraparla de nuevo en un beso, esta vez mas fogoso que antes y mas cargado de necesidad y deseo que antes y sin darse cuenta sintió las manos de su esposo esta vez bajo su ropa y dirigiéndose de inmediato a sus pechos desnudos, en cuanto sintió ese toque agradeció que sus labios estuviesen sellados con los del rubio porque de verdad quiso gemir muy fuerte.

- No tienes que contenerte Hinata-chan, coloque un sello de supresión de ruido como el de mi oficina, nadie fuera de esta habitación va a escucharte gemir, así que no me prives de escucharte gemir de placer - en cuanto termino de decir eso se lanzo de nuevo contra su boca y saco sus manos de los pechos de su esposa para retirar su ropa, a partir de este momento cualquier cosa que le impidiera tener una visión completa del desnudo y glorioso cuerpo de su mujer lo consideraba su enemigo y se disponía a deshacerse de el.

Por su parte para Hinata escuchar eso ultimo fue el detonante para liberar toda su lujuria por su esposo de inmediato sin contenerse en lo mas mínimo y lo demostró haciendo mas exigentes los besos al tiempo que dirigía sus manos al interior del pantalón de Naruto, y al igual que en el caso del rubio, rápidamente empezó a buscar deshacerse de la ropa de su marido, aunque eso significo separarse un momento.

Naruto bebió del ahora desnudo cuerpo de su esposa y ver tal belleza solo le causo una mayor dureza en su miembro, le dolía no estar dentro de ella justo en este momento, por lo que extendió su mano hacia su mujer ansioso de llevarla a la cama. Por su parte Hinata no podía dejar de humedecerse, ver a su esposo desnudo y luciendo tan poderosa erección en su gran miembro aun después de tantos años elevaba su ego como mujer y la hacia desearlo mas por lo cual en cuanto vio al rubio extender su mano no dudo un segundo en aceptarla para juntos dirigirse a la cama mientras ya no dejaban de besarse.

- En serio eres un maldito pervertido Naruto, mas vale que no te quedes dormido mañana por pasarte la noche copulando con tu hembra o me encargare de devorarte personalmente - fue el molesto comentario del Kyubi no Yoko recordandole la situación y haciendo nota mental de vengarse por intentar arruinar su momento con su esposa y antes de que continuara con sus quejidos, el rubio corto la conexión por completo.

En definitiva seria una noche mágica para ambos que les recordaría a ambos lo mucho que se amaban.


El sol estaba pronto a salir y en la casa del Nanadaime Hokage ya había movimiento, mas precisamente del rubio Hokage quien se preparaba para partir en su misión auto asignada luego de una fantástica noche con su esposa la cual ahora se encontraba dormida bajo unas mantas que se pegaban y resaltaban su exquisita figura y tentaban al rubio con volver a la cama y continuar con lo que hicieron la noche pasada.

- Maldito pervertido, ¿que no fue suficiente con todo lo que hiciste con ella anoche? - fue el reproche de su biju, al cual claro esta no presto atención irritándolo mas al sentirse ignorado, pero rápidamente se calmo al ver como se terminaba de preparar y se disponía a salir. Aunque antes de salir vio como se detenía y regresaba con su esposa ara darle un beso en los labios a modo de despedida haciéndolo suspirar de fastidio, - sigh, jamas entenderé los rituales de cortejo humano - fue el comentario final de Kurama luego de ver como el beso terminaba y la mujer bajo las mantas despertaba.

- Para la buena suerte - dijo el rubio mientras le sonreía a su esposa quien le devolvió la sonrisa con amor, antes de cambiar su expresión a una de preocupación cosa que extraño al rubio antes de entender a que se debía y tratar de tranquilizarla, - no te preocupes, tendré cuidado y regresare lo mas pronto posible, ¿de acuerdo? - sin embargo su esposa negó haciendo que se confunda pues creía que a eso se debía la situación actual con su esposa.

- No es eso, solo me preguntaba, que pasa con... bueno tu sabes - el rubor que acompaño a Hinata junto con su comentario, le hizo entender finalmente a que se refería y lo hizo sonreír por la preocupación de su esposa incluso en esos temas, - no te preocupes Hinata, me encargue de dejar todo resuelto antes de llegar a casa ayer - eso la sorprendió pero al mismo tiempo le dio tranquilidad a la oji perla quien asintió.

El rubio luego torno su sonrisa un tanto mas traviesa para acercarse al oído de su esposa y susurrarle algo, cosa que la sorprendió y avergonzó pues su marido se tomo el tiempo de ser muy grafico con sus palabras y aunque lo negase, la idea de que eso ocurriese le encantaba.

Luego de lograr avergonzar a su esposa una ultima vez le dio un beso mas y se despidió de ella para ir a su misión, paso por la habitación de sus hijos y los vio dormir aun, sonrió calidamente al ver la paz en sus rostros y una vez mas se juro proteger esa paz para ellos, lo cual implicaba mantener a lunáticos ebrios de poder lejos de cualquier cosa que pudiesen usar como armas, especialmente los bijus.

salio de su casa y el frio de la mañana calo hondo en su cuerpo pero lo despertó lo suficiente para encaminarse rápidamente hacia la puerta de la aldea, en el trayecto vio los edificios de la misma y rememoro todo lo que había ocurrido a lo largo de su vida hasta llegar a este punto en especifico y como la propia aldea fue cambiando para adaptarse a las nuevas normas, los nuevos tratados, las nuevas alianzas, los nuevos visitantes y sobre todo la nueva y floreciente paz que el mundo había alcanzado pese a las pequeñas confrontaciones que habían tenido en el pasado luego de la guerra mientras se acostumbraban a la nueva situación.

Ahora alguien estaba tratando de romper este nuevo equilibrio y el no lo permitiría, por lo que al llegar a la puerta su resolución era fuerte y no perdió mas tiempo, - ¿estas listo Kurama para patear unos cuantos traseros? - fue la pregunta del rubio a su biju antes de salir con paso veloz hacia su destino.

- Por supuesto, es hora de enseñarles lo aterrador que puede llegar a ser un biju cuando se meten con su familia y nos aseguraremos de que no lo olviden jamas - la amenaza implícita en el tono de Kurama le hizo sonreír pues era evidente que el biju se preocupaba por sus hermanos mas de lo que admitiría abiertamente y que al igual que para el rubio, para el zorro el concepto de familia era algo con lo que nadie debía meterse a riesgo de desatar su furia.

- Así se habla amigo, vamos a ayudar a tus hermanos entonces - y con ese ultimo comentario acelero el paso aun mas hacia el lugar donde se habían visto a los dos biju que ahora se encontraban siendo cazados. Aunque le causaba curiosidad ahora que lo pensaba porque ese par de Bijus se habían dirigido a esa zona en especifico, entre el país del fuego y el agua, pero eso seria lo de monos en esta misión.

Poco sabia lo mucho que cambiaría su vida a partir de esa misión y lo mucho que disfrutar de lo que ocurriría luego de la misma.

-CONTINUARA-