Skip Beat! no me pertenece, es de la Genial Nakamura-Sensei.


Igual que una pila enorme de platos suena ruidosamente cuando cae al piso, así resonó con gran estruendo dentro de ella la verdad que no podía seguir negando. Por fin, las palabras de todos: Kanae, el Presidente, Yashiro e incluso Shoutaro (Sin contar con los innumerables comentarios de colegas que le insinuaban de una y otra forma que Ren y ella eran "cercanos") cobraban sentido. Por fin, ella no podía negar lo que acallaba una y otra vez dentro de sí: Ren sentía algo por ella, Ren la miraba especial, Ren compartía su tiempo, sus energías con ella, ella era la única que recibía ese trato.
¿Y ahora? Pensó, ¿Qué voy a hacer?

Estaba desesperada. Empezó a temblar, el color huyó de su rostro, quería correr, soltar esa mano que sostenía la suya. Pero el dueño de esa mano la miró fijamente y con preocupación.

- Mogami-san, ¿Te sientes mal?.

Ella negó con la cabeza, mientras miraba el amor de esos ojos proyectados en los de ella. Bajó la mirada.

- Pero estas llorando y sacó un pañuelo para secar su lágrimas.

- No es nada Tsuruga-san, es la lluvia.

- ¿Quieres que suelte tu mano?

- ¡No! y la respuesta se escapó llena de amor y anhelo, mientras rogaba porque ÉL no notara su desesperación.

- Mogami-san, le dijo él mientras acariciaba su rostro, si tú me lo permites no te dejo ir jamás.

El color de su rostro cambió rápidamente y un leve "sí" fue todo lo que él recibió por respuesta.

Y pensar que no fue un gran gesto lo que la hizo darse cuenta de lo que él sentía por ella, fue el hecho de gentilmente tomar su mano para guiarla a su carro bajo el mismo paraguas, porque llovía copiosamente y no quería que se cayera o se mojara. Pero esa calidez e interés se sumó a todos los miles de detalles, de expresiones, de muestras de afecto y tanto sumó, que ya no pudo negar lo que para todos era evidente: "me quiere" así que apretó su mano y decidió a arriesgarse a compartir la vida con él.