(N/A situar este fic durante y después del epílogo de mi fanfic attack on cats, por lo que recomiendo leerlo previamente.)

Nico se estaba preparando en una de las habitaciones del centro ornitológico para ir hasta la estatua del Cristo de Corcovado, allí le esperaban sus amigos y su pareja, Ziel, después de haber vencido a los gatos de Río todo había vuelto a la normalidad, más o menos, aún quedaban algunos seguidores de Parker que se habían exiliado en la selva y huido de la cuidad, pero ahora las aves de Río podían estar tranquilas y caminar sin miedo por la ciudad; Perla había tenido tres crías, hembras casi idénticas a su madre; y él, tras todos los problemas causados y al haber conocido al capitán Ziel en la resistencia por fin iba a realizar uno de sus objetivos personales ,iba a casarse, y no con cualquier ave, con el capitán de la resistencia, Ziel. El pájaro negro le propuso matrimonio al sanarse ambos del enfrentamiento final con Parker en el centro ornitoló , el día de la boda por fin había llegado.

- Nico ya han llegado todos los invitados, solo quedamos nosotros.- Dijo perla tras él.-

Enseguida voy.- Dijo el canario echándose un último vistazo ene l espejo de mesa que tenía frente a él.

- Se que la novia habitúa a llegar tarde, pero no tanto.- se rió la guacamaya en tono de broma.

- No es eso lo que me preocupa.- dijo Nico dándose la vuelta.- Es que me gustaría que mi hermana estuviese aquí.

- sé que la echas de menos, pero no puedes hacer nada.

- Lo sé.- Dijo Nico secándose las lágrimas, sus alas rozaron el colgante de tela blanca con un corazón metálico en el que estaba inscrito el nombre de Ziel.- Vámonos Perla.

En la estatua del Cristo de Corcovado, Ziel, que estaba junto a su padrino, Blu, y el resto de invitados vio a Nico acercarse, llevaba el collar blanco y unos mitones en las patas del mismo color. El llevaba los mismos accesorios, pero de color negro, que apenas se distinguían en su plumaje oscuro, y en el corazón de plata de su collar se podía leer el nombre de "Nico" inscrito en corazón. Rafael, se puso entre ambos canarios para oficiar la boda.

-Nico.- Comenzó.- ¿quieres a Ziel como tu legítimo esposo, para amarlo y respetarlo hasta que la muerte o el divorcio os separe.- Ambos pájaros le miraron extrañado.- ¿Qué? Podría pasar.

Nico rondó los ojos.- Si, quiero.

¿ Y tú Ziel quieres a Nico como tu legítimo esposo, para amarlo y respetarlo hasta que la muerte o el divorcio os separe?

-Sí quiero.

- Pues yo os declaro marido y marido.

Ziel sujetó a Nico por la cintura y lo giró para posicionarlo en diagonal mientras le sujetaba con su ala y le besaba en el pico, por desgracia el ala del pájaro negro seguía sin curarse del todo, y al notar un leve pinchazo en los músculos aflojó el agarre sobre Nico, tirándolo al suelo y cayendo con él.

- ¿estáis bien?- preguntó Pedro. Ambos canarios se levantaron.

_ ¿ qué pasó?- preguntó Nico.

-Un pequeño pinchazo en el ala pero ya se pasó.-

-¿ estás bien para volar?

Ziel asintió, ese era el día de su boda y nada iba a estropearlo. Ambos canarios se despidieron de sus amigos y se dirigieron a la zona del bosque cercana a la ciudad donde habían establecido su nido; era el hueco de un nogal bastante grande que conectaba con la copa del árbol en donde se juntaban las ramas, formando una especie de terraza donde las hojas dejaban pasar un poco de luz si llegar al exceso de iluminación, en el segundo piso había una cama de paja grande con trozos de tela y por último la entrada, con un rincón con comida para emergencias y una pequeña alcoba con otra cama.

Ambos aterrizaron en su nido y Nico echó un vistazo a la habitación, Ziel la había estado arreglando, ese era el nido del pájaro negro antes del conflicto con los felinos, lejos de la ciudad, al menos, lo suficiente para no necesitar ser discreto con la actividad de ocio "romántico" por decirlo así.

-¿ Qué hacemos ahora?- Preguntó a Nico. Se giró hacia atrás para ver a Ziel apoyando su cuerpo contra la pared del hueco con una mirada seductora.- Ah, no…. Eso todavía no, quiero hacer algo especial esta vez. Salgamos a algún sitio.- Ziel le dio una mirada de fastidio.

- ¿ es qué no piensas en otra cosa?- preguntó Nico.

-Cuando estoy contigo no.

Ziel agarró a Nico de las caderas y lo acercó a su cuerpo para besuquear su cuello, Nico gimió de la impresión para recibir después un beso de Ziel en el pico.

-Cerca de aquí hay un pequeño estanque.- Dijo Nico sonrojado.- ¿te apetece darte un baño?

Ziel asintió con la cabeza.

La pareja voló apenas seis metros en línea recta hacia el este de su hueco para encontrar un claro del bosque con un pequeño estanque de agua fresca y cristalina con una espesa vegetación alrededor. Ambos se metieron en el agua refrescándose las plumas al instante. Nico vio como su compañero se metía bajo el agua y le perdió de vista, pero entonces notó como algo lamía su entrepierna debajo del agua. - ¡ZIEL!- gimió Nico al notar las potentes lamidas de su amante sobre su miembro. Ziel lo empujo contra la orilla del estanque para seguir con la sesión hasta que no pudo contener la respiración y empujó a Nico fuera del agua, dejándolo tumbado en el suelo, Ziel se puso encima de él con una sonrisa lasciva.

-Vamos al hueco.- dijo Nico con las mejillas sonrojadas.- Por favor.

Ziel salió del agua junto a Nico y volaron hasta el nido. Nada más entrar Ziel empujó a Nico al suelo y le posicionó arrodillado ante él, corrió una cortina de hojas verdes para tapar la entrada y arrimo la cabeza de Nico al enorme apéndice que poseía entre sus patas; el pájaro amarillo no se lo pensó dos veces, comenzó a lamer más deprisa el pene de su compañero con su saliva caliente mientras Ziel lo empujaba con sus alas en la nuca para profundizar en su boca. Ziel emitió leves gemidos suaves mientras sus caderas se movían fuertemente contra él, cada vez más deprisa y profundo. No aguantaría mucho más esa primera ronda, liberó parte de su esencia dentro de la garganta de Nico, caliente y espesa hasta su estómago. El canario más pequeño se retiró para tumbarse de espaldas en el suelo con las patas abiertas ante él y con una mirada de deseo destacada por sus sonrojadas mejillas.

- Vamos date prisa.-

Ziel no se distrajo más, se puso sentado sobre su compañero y recorrió la parte delantera del cuerpo de Nico con su ala izquierda hasta la entrepierna para masajearlo, provocando los gemidos de su compañero.

-Ziel, la entrada….- dijo un poco tímido Nico. El canario negro se dio la vuelta y tapó la entrada con una cortina improvisada con una tela roja clavada en la zona de la entrada, dejando un ambiente interior rojizo en el hueco como en los clubs de alterne.

Ziel se puso encima y estuvieron un rato besándose, jugando con sus lenguas en el interior de sus picos mientras exploraban el cuerpo del otro con sus alas, el amarillo y el negro de sus plumas se mezclaba junto con las plumas y telas que componían la cama de su nido, Ziel descendió sus besos por el rostro y cuello de Nico sustituyéndolos lentamente por lamidas suaves hasta llegar a la entrepierna, donde dio un par de lametones fuertes antes de levantar su cabeza y ver a Nico rojo como un tomate. Nico empezó a gemir de forma cada vez más fuerte sin poder reprimir su gemidos, Ziel estaba lamiéndolo de forma cuidadosa pero rápida, asegurándose de que su compañero lo disfrutara siguió con su trabajo hasta notar que un líquido caliente, espeso y salado se introducía en garganta. Ziel lo bebió con gusto y se puso encima de Nico de nuevo.

-Ahora es tu turno…- dijo el pájaro negro con una sonrisa picarona. Lentamente, se introdujo en el interior de su amado, la sensación de calor era fantástica, como Nico ya se había adaptado a él, rápidamente comenzó a embestirlo contra la pared del hueco en el que vivían mientras su compañero gemía de placer, sus cuerpos calientes por el placer mientras ambos gemían; Ziel se agachó para dar un beso a Nico en el pico cuando este rápidamente le dio un leve mordisco en el cuello, haciendo que Ziel se liberara dentro del canario amarillo.

Una vez terminaron, ambos, sudorosos y exhaustos decidieron bajar al pequeño estanque que había a los pies del árbol.

-Oye.- Dijo Ziel.- ¿Te gustaría ir un rato a la playa?