Lo siento mucho por la demora pero aquí está.


"Sólo cierra tus ojos

El sol se está poniendo

Estarás bien

Nadie puede herirte ahora"

-Safe and Sound – Taylor Swift (Cover de Alex Goot)-

Capítulo 5

-Está bien- Dijo -¿Reyna?- Le hizo una seña para que avanzara, observando como Poseidón empezaba a caminar.

Las semidiosas lo siguieron.

-Chicas, recuerden que no debes forzar su memoria- le decía Poseidón mientras caminaban -No quiero que empeore-.

Reyna asintió.

-Ya lo sé- respondió Annabeth mirando hacia donde las llevaba el dios del mar. "Ya lo sé".

Siguieron a Poseidón hasta donde estaba Apolo, después de muchos cuartos, llegaron a uno que parecía un consultorio normal, excepto que este estaba implementado con piezas de oro, y otros artilugios que Annabeth no reconoció.

Apolo estaba sentado en una silla que Annabeth supuso, también era de oro. Will estaba sentado en una esquina.

Al verlos, Apolo dio su diagnóstico.

-Sinceramente tío P, tu chico no está de lo mejor, tampoco está mal- Suspiró Apolo.

-No te entiendo, ¿Está bien o no?- Preguntó preocupado Poseidón.

Annabeth sólo podía mirar a la camilla, Percy, sesos de alga, el idiota del que había caído enamorada; Grover, el dulce Grover que sólo quería ayudar, su mejor amigo. Sólo verlos en esas malditas camillas le dejaba todos los nervios de punta.

-Chica, ¿puedes relajarte?- Le dijo Apolo a Annabeth al sentirla tan tensa -Como decía antes; sus recuerdos han sido arrebatados y si estoy en lo correcto, es por una buena razón- .

-Entonces, ¿está bien?- Preguntó Poseidón por segunda vez.

-Sí, pero creo que estaría mejor si esto no hubiera pasado- Dijo cansado Apolo, el chico estaba bien, sí; pero por poco no.

-¿Qué?- Annabeth y Reyna salieron de su trance. Will suspiró.

-¿Qué quiere decir ahora?- Preguntó Reyna que, igual que Annabeth había estado pensando en todo lo que Percy significaba para el campamento.

-Quiero decir que esto, el plan de las Moiras, no estaba en el plan de Hera- Habló el dios –Hera no esperaba que el chico estuviera expuesto a su pasado, no de esta manera.

-¿Estás diciendo que Percy estaría mejor si lo mandamos a casa?- Preguntó Reyna preocupada.

-Sí, pero- Miró a Poseidón (que tenía toda la intención de mandar a Percy a casa) –¿Dónde lo mandarías? ¿Al Campamento Júpiter? ¿Al Campamento Mestizo?-

-No pienso dejar que mi hijo muera- Poseidón desafió con la mirada a Apolo.

Annabeth y Reyna vieron la discusión, Annabeth quería gritar que Percy obviamente se iría al Campamento Mestizo.

-Yo tampoco tío- Afirmó Apolo –Pero nadie ignora a las Moiras, ni siquiera los dioses-.

-Por otro lado, el sátiro- Suspiró Apolo -Está bien, sólo se desmayó por el dolor, los sátiros son criaturas pacíficas, no están para recibir esa cantidad de dolor y para evitarlo, su sistema se apagó.

-Hay que dejarlos descansar- Concluyó el dios, le hizo señas a Reyna y a Will para que lo siguieran, dejando a Poseidón y Annabeth con Percy y Grover.


Estaba en un lugar oscuro, parecía un pasillo, habían puertas, todas cerradas menos una.

Había un cartel en la puerta que decía "Sr. Brunner" y el único retazo de luz, salía de esa puerta. Percy empezó a caminar.

Estaba a tres pasos de la manija cuando escuchó voces dentro de la oficina.

Una voz gruesa preguntó algo que Percy no entendió, la otra voz era más chillona.

-….preocupado por Percy señor-.

Percy se quedó congelado.

-Tendrá que resolverse sin él, Grover- Bramó la voz más gruesa -Déjalo disfrutar su ignorancia mientras todavía puede-.

Grover, el sátiro, Percy no sabía mucho de él ya que recién había llegado. Ahora Percy supuso (porque no sabía si esto era un recuerdo o un sueño) que Grover y él se conocían, iba a entrar a la habitación para ver quién era la otra persona cuando sintió un jalón en el estómago. Justo como cuando usaba sus poderes, se sintió más fuerte, más energizado, más libre.

El recuerdo/sueño se esfumó y él quedó en un remolino de color verde/azul, dando vueltas, tenía la misma sensación que cuando las Moiras los llevaron a la sala de tronos.


-Papá, ¿qué crees que es lo mejor para Percy?- Preguntó Will cuando salieron del cuarto.

-Ese es el problema, pienso que lo mejor para él es descansar, ir a casa y eso- Apolo soltó aire –Sin embargo, lo mejor para el plan de las Moiras, es que se quede y termine la lectura. Es un plan muy arriesgado pero, dependemos de él; espero que Percy Jackson resista.

-Es fuerte, resistirá- Habló Reyna, estaba convencida de la fuerza de su amigo.

Will miró a su padre, se veía más adulto de lo que alguna vez lo había visto; no porque había modificado su apariencia (era un dios después de todo) sino porque estaba tomando una decisión y eso, se veía reflejado en su rostro.

-¿Qué harás?-

-Dejaré que se tome un descanso, se quedará- Apolo miró a su hijo –Sé que estoy arriesgando demasiado, pero es por todos nosotros-.

-Confío en ti, Padre-.

Will se encaminó a la sala principal, Apolo y Reyna lo siguieron.

-Will, después tengo que hablar contigo- Habló seriamente el dios.

Will sólo suspiró y asintió, saliendo de la sala seguido de Reyna.


Annabeth miraba con ansias, desde que Apolo, Reyna y Will habían dejado la sala, no hubo intercambio de palabras entre ella y Poseidón. Después Poseidón se había acercado a la camilla donde estaba Percy y se lo había quedado mirando.

-Creo que es momento de volver a la lectura- Dijo Poseidón después de un rato, tomó la mano de Percy y un aura verde-azul los rodeó a ambos.

Annabeth entró en pánico, era obvio que Poseidón no haría nada para dañar a Percy ¿o sí?, sea como fuere, en el momento que ella pensaba "actuar", Poseidón se separó de la camilla.

-Ahora todo depende de ti hijo- Suspiró Poseidón –Vamos, ¿Annabeth?-.

-Y-Yo, claro- Reaccionó la rubia.

Fue hasta las camillas, depositó un beso en la frente de su novio, uno en la de su mejor amigo y apresuró el paso para alcanzar al dios.


-Tu madre es una reina entre las mujeres- Percy se encontró frente a Poseidón, estaba en la sala de tronos –No he conocido una mortal como ella en mil años. Aun así…lamento que nacieras, niño. Te he deparado un destino de héroe, y el destino de los héroes, nunca es feliz. Es trágico como en todas las ocasiones.

Percy se siguió preguntando si eran sueños o recuerdos, algo profundo en él, quería que fueran recuerdos porque, eso significaría que se estaba recuperando, que estaba mejor.

En ese tiempo que pasó pensando, Poseidón había seguido hablando.

-Perseus- Había fuego en sus ojos, una especie de orgullo fiero –Lo has hecho muy bien, Perseus. No me malinterpretes, hagas lo que hagas, debes saber que eres hijo mío. Eres un auténtico hijo del dios del mar.

Las palabras de su padre lo reconfortaron, sintió que podía hacer cualquier cosa, y que nadie lo detendría.


-Aquí están- Dijo Rachel al ver que Poseidón y Annabeth entraban a la sala.

-Supongo que leeremos un capítulo más- Dijo Hestia a los semidioses (que habían ido por comida y bebida mientras esperaban a Poseidón y Annabeth).

-¿Qué pasó con él?-

-¿Está bien?-

-Apolo quiere que descanse un rato, dice que estará bien- Explicó rápidamente Annabeth, a todos los que le hacían preguntas del bienestar de Percy.

-Así que, ¿quién lee?- Trató de llamar la atención Hestia.

-Ya que, yo leeré- Dijo Will, en parte porque nadie se ofrecía y en parte porque quería olvidar que la salud mental de Percy estaba en juego.

-Capítulo 5- Leyó el hijo de Apolo –Conduzco a mi perro a un árbol-.

La señorita O´Leary

-Buen nombre- Susurró Leo.

-Él no se lo puso- Rodó los ojos Piper.

Leo miró a Jason y éste se encogió de hombros.

me vio antes que yo la viera a ella, lo que era un muy buen truco considerando que ella era del tamaño de un camión de basura. Caminé en la arena, y un muro de oscuridad cayó sobre mí.

-Eso último puede ser la descripción de una batalla- Observó Will.

Leo repitió la última línea con un tono oscuro, Jason rió y Piper los golpeó en la cabeza.

¡WOOF!

Lo siguiente que supe fue que estaba tirado en el suelo con una pata enorme sobre mi pecho y una gran lengua brillosa lamía mi cara.

-¡Ow! -dije -¡Hey chica! También me da gusto verte. ¡Ow! -

Le tomó unos minutos a la señorita O´Leary calmarse y liberarme. Para entonces estaba bien empapado en baba de perro. Ella quería jugar atrapadas, así que tomó un escudo de bronce y lo lancé a través de la arena.

Por cierto, la señorita O´Leary es el único perro del infierno amistoso.

-Toma nota, Valdez- Dijo Clarisse.

Leo ni se inmutó, había pasado suficiente tiempo con Clarisse para saber que la mejor opción era ignorarla.

Digamos que la heredé de su anterior propietario. Ella vivía en el campamento pero Beckendorf...bueno, Beckendorf solía cuidarla siempre que yo no estaba.

Las hijas de Deméter sonrieron.

Él había fundido el hueso de mascar de bronce favorito de la señorita O´Leary. Él forjó su collar con la pequeña carita sonriente y un par de huesos cruzados donde ponía el nombre.

-Era muy lindo, entiendo por qué Silena se enamoró de él- Suspiró Piper, cuando ella había llegado al campamento, esas muertes ya habían pasado y ella no podía sufrirlas ya que nunca los conoció. Pero ahora, leyendo de ellos, sentía que los había conocido y pudo compartir el pesar de sus muertes.

Después de mí, Beckendorf había sido su mejor amigo.

Pensar en eso me hizo sentirme triste de nuevo, pero lancé el escudo algunas veces más porque la señorita O´Leary insistió. Pronto comenzó a ladrar- un sonido ligeramente ruidoso, como un arma de artillería- como si necesitara dar un paseo.

-Ay no- Se quejó medio campamento, incluido Quirón.

A los otros campistas no les parecía divertido cuando ella iba al baño en la arena. Eso había causado más de un desafortunado accidente de resbalón y caída,

-Muchísimos más que uno- Se quejó indignado Connor.

Todo el campamento rió.

así que abrí las puertas de la arena y ella se encaminó al bosque.

Corrí tras ella, sin cuestionarme demasiado a donde iría. Nada en el bosque podía amenazar a la señorita O´Leary. Aún los dragones y escorpiones gigantes huían cuando ella se acercaba.

-Suerte que sólo hemos visto dragones- Dijo Piper.

-No sabes la suerte que tienes- Sonrió nostálgica Annabeth, recordando el episodio que vivió con Beckendorf, Silena y el mismo Percy.

Cuando finalmente la alcancé, no estaba haciendo sus necesidades.

El Campamento Mestizo suspiró aliviado.

Estaba en un claro del bosque muy familiar, donde el Consejo de Sabios Ungulados una vez había sometido a Grover a juicio.

El lugar no lucía muy bien. El césped se había vuelto amarillo. Los tres tronos habían perdido todas sus hojas. Pero eso no fue lo que me sorprendió.

En medio del claro se encontraba el más extraño trío que hubiera visto: Enebro, la ninfa de los árboles,

Nico di Angelo

Muchos voltearon a ver a Nico di Angelo que en ese momento, trataba de esconderse detrás de Frank.

y un sátiro muy viejo y muy gordo.

Nico fue el único que no se alteró con la aparición de la señorita O´Leary. Se veía justo como lo vi en mi sueño - una chaqueta de aviador, vaqueros negros y una camiseta con esqueletos bailando, como esas imágenes del Día de Muertos. Su espada de hierro estigio colgaba de su costado. Solo tenía 12, pero se veía mucho más grande y triste.

Eso era verdad, desde que Bianca se fue, Nico maduró de forma brusca.

Cabeceó al verme, y fue a rascarle las orejas a la señorita O´Leary. Ella olfateó sus piernas como si fuera la cosa más interesante desde los filetes ribeye. Siendo hijo de Hades probablemente había viajado a muchos lugares agradables a los perros del infierno.

Hazel miró a su hermano y suspiró.

El viejo sátiro no se veía para nada contento. -¿Puede alguien...? ¿Qué está haciendo esa criatura del inframundo en mi bosque?-

-¿El bosque es del fauno?- Preguntó Dakota sorprendido.

-Es sátiro y, no, no era de él- Respondió Katie con una sonrisa (le había parecido tierna la sorpresa del romano).

Miranda sonrió maliciosamente.

Sacudía los brazos y saltaba sobre sus pezuñas como si el pasto estuviera caliente. -¡Tú, Percy Jackson! ¿Es esta tu bestia?-

-Lo siento, Leneus.- dije -Ese es su nombre, ¿cierto?-

El sátiro puso los ojos en blanco. Su pelo era de un polvoso color gris-conejo, y traía una telaraña entre sus cuernos. Su panza podía haberlo hecho un invencible parachoques.

-Sí, por supuesto que soy Leneus. No me digas que olvidaste a un miembro del Consejo tan pronto. Ahora llama a tu bestia.-

-Qué grosero- Se indignó Perséfone.

¡WOOF! dijo la señorita O´Leary, feliz.

El viejo sátiro tragó saliva -¡Que se aleje! ¡Enebro, no puedo ayudarte en estas circunstancias!-

Enebro volteó hacia mí. Era bonita en el estilo de las driadas, con su vestido púrpura de hilo de telaraña y su rostro élfico, pero sus ojos estaban teñidos de verde por la clorofila que lloraba.

-¿Y por qué lloraba?- Preguntó Reyna.

-Supongo que lo dirán- Se encogió de hombros Frank.

A Hazel no le pudo parecer más tierno.

-Percy, -sollozó -Solo preguntaba por Grover. Sé que algo ha pasado.

Frank sonrió.

Hazel bajó la cabeza para que no la vieran sonreír.

No se habría ausentado tanto si no estuviera en problemas. Esperaba que Leneus...-

-¡Ya te lo dije!- protestó el sátiro -Estás mejor sin ese traidor.-

Enebro pateó el suelo

-¿Cómo pateas el suelo?- Le preguntó Connor a su gemelo.

-Te enseño- Dijo Katie.

-¿Enserio?- Preguntaron Connor, Miranda, Travis y todo el Campamento Mestizo.

-Si tú haces de suelo- Rió Katie.

Todos los griegos se burlaron de Connor pero, nadie superaba la carcajada de Travis.

-Buena esa, hermanita- Susurró Connor.

Will se aclaró la garganta y siguió leyendo.

-¡Él no es un traidor! ¡Es el más valiente sátiro de todos, y quiero saber dónde está!-

¡WOOOFF!

Las rodillas de Leneus empezaron a temblar -Yo...yo... ¡No contestaré preguntas con este perro del infierno olfateando mi cola!-

Nico parecía tratar de no doblarse de la risa.

Will sonrió inconscientemente "¿Una sonrisa en el rostro de Nico diAngelo? Me apunto a ver ese suceso histórico" bromeó el chico en su mente.

Mientras Nico trataba de no sonreír, cómo extrañaba las risas con Percy.

-Me llevaré al perro.- se ofreció voluntario. Silbó, y la señorita O´Leary lo siguió hasta el final de la arboleda. Leneus bufó indignado y sacudió las ramitas de su camisa.

- Ahora, como estaba tratando de explicarte, jovencita, tu novio no ha enviado ningún mensaje desde que votamos por exiliarlo.-

-Trataron de votar para exiliarlo,- corregí -Dioniso y Quirón no los dejaron.-

-¡Bah, ellos son miembros honorarios del Consejo, no fue un voto real!-

-Le diré a Dioniso que dijiste eso.-

-Yo también- Dijo Dionisio indignado.

Leneus palideció. -Solo quiero decir...ahora mira, Jackson. Esto no es asunto tuyo.-

-Grover es mi amigo, -dije- no les mentía acerca de la muerte de Pan. Yo mismo lo vi. Ustedes solo están muy asustados para aceptar la verdad.-

-Así que por eso era- Suspiró Rachel.

Leneus apretó los labios.- ¡No! ¡Grover es un mentiroso y fin del asunto! Estamos mejor sin él.-

Apunté a los tronos resecos. -Si las cosas están tan bien, ¿Dónde están tus amigos? Parece como si el Consejo no se hubiera reunido últimamente.-

-Bien notado- Dijo Atenea, luego frunció el ceño.

-Maron y Silenus...yo...estoy seguro que volverán.- dijo, pero podía escuchar el pánico en su voz.- Solo se están tomando un tiempo libre para pensar. Ha sido un año muy ajetreado.-

-Se va a poner mucho más ajetreado.- le aseguré.

Los Stoll empezaron a reír y a susurrar entre ellos.

Las hijas de Deméter sólo suspiraron antes de pegarle un golpe a cada uno.

-Leneus, necesitamos a Grover. Debe haber una manera de que lo localices con tu magia.- Los ojos del viejo sátiro bizquearon.

-Ya se los dije. No he escuchado nada. Quizás esté muerto.- Enebro emitió un sollozo. -No está muerto, -dije- lo puedo sentir.-

-Lazos de empatía, -dije Leneus desdeñosamente.- muy poco confiables.-

-Pues, parece que la vieja cabra estúpida tenía razón- Suspiró Thalia.

-Entonces pregunte. -insistí- Encuéntrelo. Una guerra se aproxima. Grover estaba preparando a los espíritus de la naturaleza.-

-Al final, se sabrá que no eres un mentiroso niño cabra- Suspiró Annabeth.

-¡Sin mi permiso! Y no es nuestra guerra.-

Lo tomé de la camisa, lo que no era para nada mi estilo, pero la vieja cabra estúpida me sacaba de mis casillas.

Annabeth (que había escuchado el comentario de Thalia) sólo se reía, mientras esta se lamentaba por pensar como Percy.

-Como si no fuera suficiente con los romanos diciendo "fauno"- Se lamentó Dionisio.

-Escucha Leneus. Cuando Cronos ataque, va a traer manadas de perros del infierno. Va a destruir todo a su paso-mortales, dioses, semidioses- ¿Crees que va a dejar a los sátiros en paz? Se supone que eres un líder. Pues DIRIGE. Lárgate de aquí y ve que puedes averiguar. Encuentra a Grover y tráele a Enebro buenas noticias. ¡Ahora, vete!-

No lo empujé muy fuerte, pero él era bastante pesado.

Cayó sobre su peludo trasero,

-¡Eso quiere decir que sí lo empujaste muy fuerte Perseo!- Reyna hizo un palmface.

luego se incorporó sobre sus pezuñas y echó a correr con su panza bamboleándose.

-¡Grover nunca será aceptado! ¡Morirá como exiliado!-

Todos negaron con la cabeza, sabían que ese era uno de sus más grandes miedos.

Annabeth suspiró (de nuevo).

Cuando él desapareció entre los arbustos, Enebro se secó los ojos. - Lo siento, Percy, no quería que te vieras involucrado. Leneus es aún un Señor de lo salvaje. No querrás hacerte de enemigos como él.-

-No hay problema.- dije -Tengo peores enemigos que sátiros pasados de peso.-

-Y que lo digas- Se lamentó Hazel.

Nico regresó con nosotros. -Buen trabajo, Percy. A juzgar por el rastro de excremento de cabra, diría que le diste una buena sacudida.- Temo que sabía por qué Nico estaba ahí, pero traté de sonreír. -Bienvenido. ¿Viniste a ver a Enebro?-

-Uh, no. Eso fue un accidente. Yo...digamos que caí en medio de esa conversación.-

-¡Nos dio un susto de muerte!- dije Enebro -Justo de entre las sombras.

-Eso es ser maleducado- Le riñó Hazel a Nico.

Nico rodó los ojos.

Pero Nico, tú eres el hijo de Hades y todo. ¿Estás seguro que no has oído nada acerca de Grover?

Nico cambió su peso de un pie a otro. -Enebro, como ya traté de decirte...aún si Grover muriera, podría reencarnar en algo más de la naturaleza. No puedo sentir esas cosas, solo almas mortales.-

-¿Pero y si escuchas a Grover?-

-¡Suplica porque no lo escuche mujer!- Se exasperó Leo –Lo siento, me… exasperé-.

Piper lo miró sorprendida.

-¿Qué?- Preguntó Leo.

-¿Cuándo aprendiste esa palabra?- Preguntó asombrada Piper. Jason se rió.

-Yo sé algunas cosas- Rodó los ojos Leo, indignado. Piper lo miró raro.

-Jason me lo dijo- Aceptó el Hijo de Hefesto –¿Contenta?-.

Jason y Piper rieron.

ella imploró, poniendo su mano en el brazo de Nico. - ¿Nada en absoluto?-

-Lo encontraremos, Enebro. –prometí- Grover está vivo, estoy seguro. Debe haber alguna sencilla razón por la que no nos ha contactado.-

-Una muy buena razón- Se estremeció Nico.

Ella asintió sombríamente.- Odio no poder dejar el bosque. Él podría estar en cualquier parte, y yo estoy atascada aquí esperando. ¡Oh, si ésa tonta cabra se ha lastimado!-

La señorita O´Leary dio la vuelta y tomó interés por el vestido de Enebro.

Enebro dio un gritito. -¡Oh, no, no lo harás! Ya sé acerca de los perros y los árboles. ¡Me voy!-

-Chica lista- Se rió Hestia.

Se desvaneció en una niebla verde. La señorita O´Leary se veía decepcionada, pero se puso a olfatear por otro objetivo, dejándonos a Nico y a mí solos.

Nico golpeó su espada en el suelo. Un pequeño montón de huesos de animales brotó del polvo. Se unieron por sí mismos en el esqueleto de una rata de campo y se desarmaron de nuevo.

-Siento lo de Beckendorf.-

Un nudo se formó en mi garganta. -¿Como...?-

-¿Enserio Percy?- Ahora se exasperó Thalia.

-Hablé con su fantasma.-

-Oh...cierto.- Nunca me acostumbraría al hecho de que ése chico de 12 años pasaba más tiempo hablando con muertos que con vivos. -¿Dijo algo?-

-No te culpa. Supuso que estaría martirizándote, y dice que no deberías.-

-¿Está tratando de renacer?-

Nico sacudió la cabeza. - Está en los Elíseos. Dice que espera a alguien. No estoy seguro a que se refiere, pero parece a gusto con la muerte.-

Todo el campamento griego soltó una lágrima.

Eso no era muy reconfortante, pero era algo.

-Tuve una visión tuya de que estabas en el monte Tamalpais.-le dije a Nico.- ¿Era...?-

-Real- dijo él- No pretendía espiar a los Titanes, pero estaba en el vecindario.-

-¿Haciendo qué?-

Nico tiró del cinturón de su espada. -Siguiendo una pista...ya sabes, de mi familia.-

Asentí. Sabía que su pasado era un tema doloroso.

Nico se incomodó.

Hasta hacía dos años, él y su hermana Bianca habían sido congelados en el tiempo en un lugar llamado Hotel y Casino Lotus. Estuvieron ahí como por setenta años.

Los que no sabían esa información se sorprendieron, pero trataron de disimular ya que al hijo de Hades se le veía incluso más incómodo que antes.

Eventualmente un misterioso abogado los rescató e inscribió en una escuela internado, pero Nico no tenía recuerdos de su vida antes del casino. No sabía nada de su madre. No sabía quién era el abogado, por qué los habían congelado en el tiempo o permitido que se marcharan. Después que Bianca muriera y dejara a Nico solo él estaba obsesionado con encontrar respuestas.

Hazel miró preocupada a su hermano.

Frank le palmeó el hombro a Nico.

-Te entiendo- Le dijo en voz baja.

Nico sólo asintió con la cabeza, se sentía bien que alguien te entendiera, sin embargo seguía siendo incómodo para él.

- ¿Y qué tal fue?- pregunté- ¿Hubo suerte?-

-No- murmuró -Pero tendré una nueva pista pronto.-

-¿Cuál es la pista?-

Nico se mordió el labio. -Eso no importa ahora. Sabes por qué estoy aquí.-

Una sensación de pavor comenzó a crecer en mi pecho.

"Así que no es impávido" Pensó Hera "Contra todo pronóstico, el chico es prudente, perfecto para el plan supongo".

Desde que Nico propuso su plan para derrotar a Cronos por primera vez el verano pasado, había tenido pesadillas acerca de ello.

"¿Qué tan malo pudo ser?" Pensó Jason "Para que un tipo como Percy Jackson tenga pesadillas acerca de ello"

Él se aparecía ocasionalmente y me presionaba por una respuesta, pero yo seguía evadiéndolo.

-Nico, no lo sé...-dije- Parece demasiado extremo.-

-Parece una discusión de pareja- Susurró Will, Thalia y Rachel rieron y Annabeth las codeó.

Tienes a Tifón llegando en, que... ¿Una semana? La mayoría de los demás Titanes están libres ahora y del lado de Cronos. Tal vez es tiempo de pensar extremo.-

Los dioses estaban incómodos, ¿Dónde se supone que estaban ellos en el futuro?

Miré de vuelta al campamento. Aún con la distancia podía escuchar a los campistas de Ares y Apolo peleando de nuevo, gritando maldiciones y escupiendo mala poesía.

-Ellos no son rivales para el ejército Titán.-dijo Nico-

El Campamento miró mal a Nico.

Hazel miró mal al Campamento.

Lo sabes. Esto se reduce a ti y a Luke. Y solo hay una manera de que puedas vencer a Luke.-

Recordé la pelea en el Princesa Andrómeda.

"Aquí empieza a martirizarse" Suspiró Annabeth.

Yo había sido desesperanzadoramente derrotado. Cronos casi me mató con un simple corte en el brazo,

Annabeth se estremeció.

y yo ni siquiera pude herirlo. Riptide había sido desviada de su piel.

-¿Es eso siquiera posible?- Preguntó Leo a Quirón, todos lo voltearon a ver.

-Bueno, hay una forma pero es muy arriesgada- Los dioses, Nico y Annabeth asintieron.

-Podemos darte el mismo poder.- presionó Nico- Ya escuchaste la Gran Profecía. A menos que quieras que tu alma sea desgarrada por una hoja maldita...-

Me pregunté cómo es que Nico escuchó la Gran Profecía- probablemente de algún fantasma.

Todos miraron a Nico. Él asintió.

-No puedes evitar una profecía.- dije.

-Pero puedes combatirla.- dijo Nico, con una extraña y voraz luz en los ojos. Puedes volverte invencible.-

-Y a qué precio- Suspiró Quirón. Luke siempre había sido de sus favoritos, con su sonrisa marca Hermes.

-Tal vez deberíamos esperar. Tratar de pelear sin...-

-¡No! - rugió Nico- ¡Debe ser ahora!-

Lo observé. No había visto a su temperamento estallar de ésa forma en mucho tiempo. -¿Eh, seguro que estás bien?-

-Igual que todos en ese momento, supongo- Dijo Will.

-Fue difícil- Suspiraron los Stoll.

Él inspiró profundo. -¨Percy, lo que quiero decir...cuando la pelea comience ya no podremos hacer el viaje. Ésta es nuestra última oportunidad. Siento presionarte tanto, pero dos años atrás mi hermana dio su vida para protegerte. Quiero que honres eso".

Hazel se quedó paralizada, luego se planteó hablar con Nico cuando pudiera.

Que hagas lo que se deba hacer para mantenerte con vida y derrotar a Cronos.-

No me gustaba la idea. Pero entonces pensé en Annabeth llamándome cobarde y me puse furioso.

-¿Siempre le haces entrar en razón? ¿Aunque no estés presente?- Sonrió Piper.

-No siempre- Rió Annabeth.

-Siempre- Rodaron los ojos Thalia y Rachel.

Nico tenía razón. Si Cronos atacaba New York, los campistas no serían rival para sus fuerzas.

Los campistas entrecerraron sus ojos.

Tenía que hacer algo. El plan de Nico era peligroso-quizás incluso mortal. Pero podía darme un margen de pelea.

-Al menos sé que eso lo ha protegido en el otro campamento-suspiró Annabeth.

Reyna, Frank y Hazel se preguntaban de qué hablaba la rubia.

-Está bien.- decidí -¿Que hacemos primero?-

Su fría y tétrica sonrisa me hizo arrepentirme de acceder. -Primero tenemos que seguir los pasos de Luke- Tenemos que saber más de su pasado, su niñez.-

Me estremecí, pensando en la pintura de Rachel de mi sueño- un Luke sonriente de 9 años.

Rachel se encogió de hombros.

-¿Por qué necesitamos saber eso?-

-Te explicaré cuando lleguemos.- dijo Nico -Ya he rastreado a su madre. Vive en Connecticut.-

Lo miré. Nunca había pensado mucho en los parientes mortales de Luke. Conocí a su padre, Hermes,

El dios levantó su mirada, su hijo, Luke, el chico que casi destruye el Olimpo, el que se alió con su Padre esperando destruir a los dioses.

¿Qué tan mal padre había sido?

Apolo le dio una palmada en la espalda a Hermes, no sabía cómo sentirse al respecto.

pero su mamá...

-Luke huyó de casa cuando era realmente joven- dije - No creo que su madre esté viva.-

Hermes cerró los ojos.

-Oh, está viva. -El modo en que lo dijo me hizo preguntarme que estaría mal con ella. ¿Qué clase de horrible persona podía ser?

Thalia y Annabeth sonrieron con pena.

-Está bien. -dije -¿Y cómo llegamos a Connecticut? Puedo llamar a Blackjack...-

-No- Nico masculló- Los pegasos no me gustan, y el sentimiento es mutuo.

-Blackjack solía decir que apestabas a muerte- rió Annabeth tristemente.

-Culpable- Dijeron Poseidón y Atenea. Ella lo señalaba y él se señalaba así mismo.

–Tuve una discusión con Hades- Se encogió de hombros el dios.

Pero no hay necesidad de volar.- él silbó, y la señorita O´Leary vino corriendo desde el bosque. Tu amiga aquí presente puede ayudar. -Nico palmeó su cabeza -¿Nunca has intentado el viaje sombra antes?-

-¿Viaje sombra?-

Nico murmuró en la oreja de la señorita O´Leary. Ella inclinó la cabeza, súbitamente alerta.

-Monta en ella.- me dijo Nico.

-Sexual- Canturrearon los Stoll.

Nunca antes consideré montar a un perro,

-Nadie, Percy, nadie- Rió Dakota.

pero la señorita O´Leary ciertamente tenía el tamaño adecuado.

-Muy sexual- Volvieron a canturrear los Stoll.

Las hijas de Deméter les halaron el cabello.

Deméter entrecerró los ojos.

Subí a su lomo y me sujeté del collar.

-Esto la hará cansarse demasiado,- me advirtió Nico -así que no puedes hacerlo muy seguido. Y funciona mejor de noche.

Los Stoll se miraron y se rieron.

Pero todas las sombras son parte de la misma sustancia. Solo hay una oscuridad, y las criaturas del inframundo pueden usarla como un camino, o una puerta.-

-No comprendo.- dije.

-No, dijo Nico -me tomó un largo tiempo aprender. Pero la señorita O´Leary sabe. Dile a donde ir, dile "Westport, el hogar de May Castellan".-

-¿Tú no vienes?-

-No te preocupes, -me dijo- te veré ahí.-

Estaba un poco nervioso, pero me incliné hacia la oreja de la señorita O´Leary. -Bien, chica. Uh... ¿Puedes llevarme a Westport, Connecticut? ¿A casa de May Castellan?-

"Así que siempre ha sido así de amable" Sonrió Frank.

La señorita O´Leary olisqueó el aire. Miró hacia lo profundo del bosque. Entonces avanzó, directo hacia un roble. Justo antes de golpearlo, pasamos entre unas sombras frías como el lado oscuro de la luna.

-Ese es el final- Anunció Will.

-Semidioses fuera, los olímpicos tendremos un charla- Dijo Zeus.

-Bueno, apuesto a que quieren ver a Percy- Dijo Apolo.


Ya sé que es un capítulo corto, pero es lo que hay xd

¡Nos leemos pronto!