Explicación

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El término hanahaki proviene de las palabras japonesas hana (花), que significa "flor", y hakimasu (吐 き ま す), que significa "vomitar".

La enfermedad de Hanahaki es una enfermedad ficticia nacida de un amor no correspondido, donde el paciente tose y/o vómita pétalos de flores cuando sufren un amor unilateral.

Las flores que aparecen en el corazón y pulmones de la persona enamorada representan el dolor que sufre dicha persona por no ser correspondidos por su persona amada, haciéndole víctima de una gran ansiedad, produciéndole dificultad en la inhalación de oxígeno.

La versión final feliz es cuando la persona que ama a la víctima le devuelve sus afectos, haciendo así que el amor ya no sea irreconocible. Es decir, desaparecen las flores y raíces en su interior. La víctima es curada de la enfermedad.

La versión más común es cuando los pulmones de la víctima se llenan con las flores y en su sistema respiratorio crecen raíces. Se ahogan con su propia sangre, y pétalos, y mueren. Su popularidad se debe a la angustia que viene con la muerte del personaje.

Otra versión es cuando las flores se quitan quirúrgicamente, al igual que los sentimientos de la víctima de amor, lo que significa que ya no puede amar a la persona que una vez amó. A veces esto también elimina la capacidad de la víctima para volver a amar. Se puede curar sin efectos secundarios sólo cuando los sentimientos son devueltos.

En el fandom occidental las flores usadas para la víctima cambian acorde al autor debido al simbolismo que desean usar (aunque las más usadas son las flores de cerezo)

La anémona era una flor cargada de simbolismo en la Grecia antigua y donde su nombre significa «la hija del viento». Si hacemos caso de la mitología, Céfiro, el dios del viento que anuncia la primavera, se enamoró perdidamente de una ninfa, a la que, la celosa esposa de éste, convirtió en flor. Hoy en día su simbolismo se traduce por un amor intenso pero frágil, momentáneo o amenazado.

En este corto fic, la enfermedad es un misterio tanto para nuestro Ciel como para Sebastián, por eso no se dan cuenta de que el darse afecto curó la enfermedad. Ni conocen la opción de resolverlo mediante cirugía ya que los doctores no saben qué es ni cómo curarla.

A/N: Quiero agradecerle a Soy Sierra por su colaboración como beta reader y por sus comentarios durante el proceso de escritura de este corto relato. Honestamente lo hubiese dejado a medio camino si no fuese por su ayuda.