Brócoli en salsa marina

III

Ducha


Cheelai escuchó el agua correr y miró hacia la habitación de baño. Sin poder evitarlo, tocó la puerta dos veces para preguntarle si todo estaba bien. La voz torpe del gigante le respondió que sí, se asustaba por todo, y a ella le enternecía siempre.

—¿Qué estás haciendo? —Lemo había vuelto demasiado rápido.

—¡Nada! —Cheelai se fue a la sala de estar a tomar asiento. Lemo la miró con los ojos hechos una fina línea de desconfianza, esto de tener a la chica revoloteando cerca de un hombre maduro pero con la mentalidad de un niño era una bomba de tiempo. Si al principio pensaba que existía la posibilidad que ellos acabaran en una especie de relación, ya estaba seguro que eso pasaría tal como el día le sucede a la noche.

—Esto puede ponerse peligroso —susurró para sí mismo.

—¿Qué fue lo que dijiste?

Broly salió del baño al fin, chorreando agua por todas partes. Cheelai se levantó para auxiliarlo en los modos de la civilización pero Lemo fue más rápido. Le iba explicando el uso de las toallas mientras lo guiaba hacia su habitación y lo instó a meterse mientras cerraba la puerta para que no lo espiaran.

—Deberías ser más cautelosa —le increpó él entre susurros y ella simuló demencia—, ¡ya sabes a lo que me refiero! —le dijo apuntando hacia la puerta que recién había cerrado—. Es muy pronto para que lo confundas, ¡y ya viste lo que pasa cuando se descontrola!

—¿Yo? ¡Qué cosas dices, Lemo! —dijo ella, demencial—. Sólo quiero ayudarlo, es muy inocente-

—¡Y tú no lo eres!

—Yo jamás- —Broly salía de su habitación y Cheelai olvidó que hablaba con Lemo—. ¡Broly! —sonrió ella maravillada—, es mi turno en el baño —le dijo, coqueta y se quitó la chaqueta mientras caminaba en su dirección. El gigantesco hombre no se sintió aludido ante ese movimiento hasta que ella dejó caer la chaqueta en su dirección. Broly la recibió pero no supo qué hacer con la chaqueta femenina más que tomarla y mirar a la chica que meneaba las caderas hasta encerrarse en el baño.

Bastaría mucho más que eso para hacerlo comprender sus intenciones.


Nota de la Autora: Aún sigo aquí.