Buenas :)


Disclaimer: One Piece pertenece a Eiichiro Oda.


Lo veían y no lo creían, frente a ellos estaba su amigo cerrando los ojos, traía el collar en las manos y estaba visiblemente emocionado. Abrió los ojos lentamente y, por un momento volteó a los lados, analizando su entorno. Su mirada era de asombro y aún no notaba a los presentes.

-No… funcionó. –Dijo Kid desanimado. –Te dije que eran patrañas, solo era un mito, por eso a nadie le importaba esa estúpida leyenda, pero ese tonto lo creyó solo por haberlo escuchado en un bar. Yo le dije: "No lo creas, es una vieja leyenda que nadie ha comprobado" Pero no nadie le cree al sabio Kid, solo escuchó a los demás y ahora…

-Pero él se ve… diferente. –Dijo Law interrumpiendo a su amigo. Le prestaron más atención. – ¿Y la barba? ¿Qué hay de esa ropa? –Luffy escuchó que dos personas conversaban y se acercó al reconocerlos.

-¿Torao? ¿Cabeza de punta? –Dijo. – ¡Sugoi! ¡Funcionó! –Dio salto en el aire celebrando.

-¿Torao? –A Law le tembló un párpado.

-¿Cabeza de punta? –A Kid también.

-Miren. –Se les acercó. –Robin dijo que este collar era mágico y te llevaba a un lugar desconocido, que era una leyenda. Nadie le creyó pero yo sí, se escuchaba genial. Nadie quiso arriesgarse pero como me pareció genial yo dije que sí, entonces dije reno… no sé qué y aquí estoy. No creí que este collar mágico me llevaría a ustedes shishishi. –Law y Kid no dejaban de ver a Luffy como si este fuera un fenómeno, ¿Qué demonios había pasado con el pelinegro quien ahora se comportaba como un niño?

-Junta. –Dijo Kid. – ¿Quién demonios es ese y qué hizo con nuestro idiota?

-¿Y cómo puedo yo saberlo? –Susurró. Kid suspiró.

-Aunque odie admitirlo, eres el más inteligente de los tres, ¡Debes hacer algo! –Continuaron hablando a escondidas. –Ese no parece tener ni la más mínima idea de qué pasó o por qué está aquí. Por como se ve, estoy seguro que no recuerda la "Leyenda" que "Robin", quien por cierto ya no existe, le contó. –Voltearon a verlo. Se estaba hurgando la nariz descaradamente, al ver eso volvieron a juntarse. –Tal vez se volvió loco cuando el plan falló, está fingiendo para no mostrar tristeza o qué se yo.

-No, es obvio que este sujeto no es el Luffy-ya que conocemos, hay una gran diferencia en su comportamiento.

-Y en su IQ. –Dijo Kid. Law lo fulminó con la mirada. – ¿Qué? Sé que lo pensaste. –Law carraspeó.

-Aunque este Luffy-ya sea diferente no podemos negar la posibilidad de que sea el nuestro. Tal vez le sucedió algo en los pocos segundos que desapareció o simplemente el tiempo no transcurra de igual manera en esa dimensión. Otra hipótesis es que el tiempo no sea normal allá y haya olvidado todo sobre esta dimensión. Tal vez este sea un Luffy diferente y…–Law hablaba solo, su amigo solo observaba cómo se perdía en sus palabras. A veces solía hacerlo.

-Por eso no me gustan los nerds. –Dijo viéndolo raro.

-¿Qué? ¿Dijiste algo?

-Nada. –Suspiró. – ¿Qué hacemos, entonces?

-Por el momento deberíamos averiguar quién es o de dónde viene, o si al menos recuerda algo de la leyenda. Y sobre Robin… sobre sus nakamas…

-No diremos nada –Dijeron los dos.

-Bien, eso haremos. –Dijo Kid. Asintieron y voltearon. Los dos se sorprendieron cuando no encontraron a nadie. El viento sopló donde antes estuvo la silueta de Luffy.

-No está…

-Gracias, ya lo había notado. –Voltearon hacia sus tripulaciones, quienes señalaron un lugar: El pueblo. Dejaron a cargo a sus segundos al mando y corrieron tras él.

Por alguna razón tuvieron un mal presentimiento con la llegada de aquel chico. Lo que ellos no sabían era el problema en el que se habían metido y que ese pueblo tan pacífico, dejaría de serlo, al menos por ese día.


Era una tarde llena de nubes y fuertes vientos en Sabaody y al no querer empaparse con la tormenta que se avecinaba, nadie estaba en las calles, eso al menos era en las áreas "pacíficas" del archipiélago, o donde menos violencia había.

En una zona sin ley dos hombres peleaban mientras varios más los veían y los animaban a seguir peleando.

-¡Que yo seré el próximo rey de los piratas! Tengo hasta el nombre para serlo. –Gritó uno de ellos.

-¡Quiero verte intentándolo, Roger! –Le decía su contrincante con la respiración entrecortada. –Pero eso será sobre mi cadáver. –Sonrió.

-Me parece perfecto, de cualquier forma no puedo perder el tiempo con alguien como tú. –Comenzó a hacer ademanes. – ¿Sabes? Ya estoy listo para ser el nuevo rey pirata, ese puesto solo me está esperando.

-Pero tienes que derrotar a Monkey D. Luffy, quien por cierto es el actual Rey Pirata, por si ya lo habías olvidado, y déjame decirte que para que eso pase estás a años luz. –Recalcó lo último. Roger arqueó una ceja.

-¿Y quién dice que estoy a años luz? ¿Un pobre idiota como tú, Tom? Deja de decir estupideces y mejor pelea.

-Como quieras, pero lo he visto pelear y tú, hermano, no eres digno siquiera de verlo. –Sonrió y siguió con su ataque.

De repente, frente a ellos apareció una luz que hizo que retrocedieran un poco, una que desapareció casi inmediatamente, como si de un flash se tratase. Al desaparecer esa luz notaron una nueva silueta.

Luffy comenzó a analizar su entorno, no estaba en la isla de donde había partido, el viaje había sido un éxito.

-"Genial" –Pensó. Reconocía esa isla, podría asegurar que se trataba de Sabaody, aunque no supiera si ahí tenía el mismo nombre.

Una ráfaga hizo que su capucha cayera y, por alguna razón, todos lo observaron con terror. Se sentía como si estuviera en su mundo, visitando algún lugar bajo el título de Rey Pirata, las personas que no lo conocían y más los otros piratas lo veían como si fuera a matarlos en cualquier momento.

Nadie se movía, pareciera que el tiempo se hubiera detenido, él sabía que no era así porque pequeñas gotas de agua comenzaban a caer a su alrededor.

-Mo… Mo… Mo… Mo… –Empezó a decir Tom.

-¿Mo, Mo, Mo, Mo? –Luffy arqueó una ceja.

-Mo… Mo… ¡Monkey D. Luffy! –Gritó Roger y todos tomaron una pose defensiva, algunos querían salir corriendo, pero eso los haría ver como unos cobardes, por lo que siguieron ahí, con las piernas temblando. –A ti es a quien estaba buscando. –Su voz salió un poco cortada por el nerviosismo. Luffy recordó lo que Law le había dicho de pasar desapercibido.

-¡Yo no soy Monkey D. Luffy, tonto! –Lo golpeó. Tenía los ojos en forma de tiburón, lo había adoptado de Nami.

-¡Eres exactamente igual a él, no mientas! ¡Incluso tienes un sombrero de paja! –Reclamó. Los demás no se movían, aún temían por sus vidas. Si resultaba ser el original, él era hombre muerto.

-¡Pero no soy yo! –Negó visiblemente más tranquilo.

-Mugiwara siempre está acompañado por alguien de su tripulación o alguien peligroso, Roger. –Tom apoyó por un momento. Luffy sonrió, ellos estaban vivos.

-¿Entonces quién eres? ¡Porque nadie normal aparece después de un rayo! –Esa fue la explicación que su cabeza le dio a la luz.

-Yo soy… "Piensa Luffy, ¿Qué debías hacer en esta situación? ¿Qué debes decir?" –No podía decir el nombre de algún conocido o de sus nakamas, ni inventar alguno en ese momento, no era bueno improvisando. En ese momento estaba feliz de haber averiguado que por lo menos allí sus nakamas seguían con vida y con motivo de averiguar si sus hermanos existieron en ese mundo no pensó en decir otra cosa. –Portgas D. Ace.

El silencio se vio interrumpido por sonoras carcajadas. No supo lo que significaban las risas, tal vez era un "Ace si existió" o un "Qué clase de nombre es ese".

-¿Portgas D. Ace? ¿Acaso quieres morir? –Dijo Roger riendo. –Has de ser muy idiota o muy inocente para auto proclamarte el hermano del Rey Pirata. –Sonrió. –Me agradas.

-¿Por qué? –Siguió indagando, al menos uno de sus hermanos había existido en ese mundo, y ahora comprobaría si el otro también. – ¿Acaso debería llamarme Sabo? –Rió pensando que los demás harían lo mismo, cuál fue su sorpresa cuando todos callaron.

-Amigo, deberías dejar de bromear, si hacerse pasar por el muerto hermano de mugiwara es pasarse, burlarse de su otro hermano es cavar tu propia tumba ¿Acaso olvidaste quién es Sabo? –Cuando Luffy no contestó y lo observó interrogante, el hombre solo optó por suspirar. – ¿Sabo? ¿El segundo al mando del ejército revolucionario? ¿Prácticamente un hijo más de Monkey D. Dragon, el revolucionario? Quien por cierto es padre de mugiwara… lo digo por si el rayo te volvió más loco de lo usual o si decidiste que morir es la mejor opción.

Luffy se quedó helado, ¿Dragon el revolucionario SU padre? No, eso debía ser un error… Ellos solo eran conocidos, charlaron un par de veces y solo para firmar acuerdos ¿y ese rubio con el que siempre estaba era su hermano Sabo? No… nunca… eso estaba… mal. Él estaba muerto.

La lluvia intensificó y Roger lo llamó.

-Vamos, no es necesario que entres en shock, sí, dijiste algo estúpido pero nadie de aquí es un soplón. Todos somos amigos y nos protegemos.

-Sí, creo que es eso. –Susurró Luffy. Él le tocó el hombro. Todos los demás corrieron a un bar cercano para refugiarse de la lluvia, un bar que estaba en una colina.

-¿Qué esperas? ¿Te vas a quedar ahí parado o vas a venir con nosotros?

Luffy siguió a esos hombres, de cualquier forma no tenía a dónde ir en ese momento y había muchas cosas que asimilar, así que debía descansar un poco.

-Roger, ese tipo no me da confianza. –Comenzaron a hablar como si nada, aquellos que antes estuvieron peleando. Se parecía a la relación que tenían Zoro y Sanji. Luffy los podía escuchar perfectamente, aunque ellos pensaran lo contrario. –Ya te lo dije, yo vi pelear a mugiwara, es igual a él, la única diferencia es la barba de este.

-"Barba…" –Pensó Luffy tocándose. Se tenía que afeitar, cierto.

-No le des vueltas al asunto, Tom. Este es un buen tipo. Además, ambos somos fuertes, no eres mi hermano y segundo al mando por nada, y si él fuera mugiwara, ya nos hubiera matado.

-Yo he oído que Monkey es un estúpido impulsivo, así que supongo que tienes razón. –Luffy arqueó una ceja al oír esos comentarios, ¿Estúpido impulsivo? ¿Él? Muy pocos le habían dicho así, y esos eran sus nakamas, nadie más, porque no actuaba de esa forma frente a nadie más. A los ojos del mundo, él era un hombre inteligente, calculador y un aventurero empedernido, nunca un estúpido. Casi siempre era un poco impulsivo, pero eso era natural. Entró en el bar sintiendo una nueva interrogante llegar a él… ¿Cómo era Monkey D. Luffy en ese mundo?

Sintió que las miradas de todos se clavaban en él. Lo analizaban de pies a cabeza. Volteó incomodo hacia otro lado y observó a la dueña del lugar, quien lo veía tan sorprendida como él al reconocerlo.

-¿Qué haces ahí parado? ¿Acaso eres una decoración? –Susurró Roger animándolo a sentarse. –Amigos, él es…

-Monkey D. Luffy. –Dijo un cliente asustado. Luffy rodó los ojos.

Ahí iba otra vez.

CONTINUARÁ…


Hasta aquí el capítulo. Nos leemos en el siguiente.

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