Shotmon: ¡Hey! ¡Me alegra mucho que te guste el fic! Realmente me disculpo por la tardanza, ya que abajo se aclara el motivo de tanta perdida de tiempo. Espero puedas disfrutarlo ahora.
Espero atentamente sus Reviews, gente. Un bezazo... y hasta pronto (Tri-line mode xd)
(Bio: Solo he sacado esto por partes para dejar constancia de que estoy trabajando en este fic y no lo he abandonado. La parte dos estará en desarrollo en brevedad. Gracias por la espera.)
Una brutal tormenta azotaba Elmore como ya hace semanas hacía tras el inicio de la temporada de temporales en la ciudad. El salvajismo nato de esta tapaba el manto del sol que se hallaba sumido en una pequeña depresión al no poder ver al muchacho que ha estado siguiendo desde hace ya tres años junto a sus hermanos los astros.
En la casa de la familia Watterson, más específicamente en la habitación del tejado, el sonido de las gotas chocando contra el techo de la habitación hacia un relajante resonar del tormentoso día reflejado en la ventana. El olor a madera barnizada le daba un toque de cabaña divina al lugar.
En una solitaria cama familiar, un bulto rebosante entre cómodas y gruesas sabanas descansaba con una solida tranquilidad. Roncando suavemente, el azulado felino reposaba hasta que un relámpago dió su reflejo contra la ventana, y así contra su rostro, despertándolo con pesadez.
- Hmmm... Maldigo a aquél que ame los lunes - Murmuró el felino de rostro completamente apagado por el cansancio que sostenía de su habitual mala costumbre de dormir pocas horas.
Vibración. Una pequeña luz resaltó sobre una pequeña mesa de madera hecha a mano y comenzó a sacudir todo sobre la estructura del mismo. Su pata tanteó repetidas veces el pedazo de madera hasta lograr hallar el causante del escándalo. Lo tomó en sus patas y lo aproximó a su rostro, manteniendo una distancia segura para sus agotados ojos, incluso cuando lo usaba con el brillo casi al mínimo.
¡Buenas, buenas, grupo! ¡¿Qué tal todos el día de hoy?! (?)
La foto de perfil no le sorprendió en absoluto. Se trataba de Carrie obviamente, ya que nadie pondría de foto de perfil de un gatito azúl que claramente viene a referenciarlo y ponía "Ghosty" de nombre de usuario.
(Gumball) Vete a dormir. Aún es temprano.
Casi al segundo que bloqueó la pantalla del teléfono, su mensaje fue contestado. Eso le provocó un sobresalto por la sorpresa que le hizo bailar el teléfono de entre sus dedos, dando contra su rostro. Al lograr recuperar los nervios, así como se despertó completamente, observó el mensaje.
¡Son las 7:30, Watterson! ¡Levántate o apareceré bajo tu cama en este instante! ¡Oh! ¡Te ves sensual en esa foto de perfil!(Carrie)
Mostró amplia sorpresa y disgusto ante el comentario que dejaba en evidencia el acoso y observación de la muchacha.
(Gumball) Si amenazas así, no quiero saber como das afecto... ¡Momento! ¡Deja de indagar en mi privacidad!
¿Quieres saberlo? ( ͡° ͜ʖ ͡°) ¡Es contenido libre! ¡Tú fotografía es de contenido libre para todos al estar en Internet! (Carrie)
(Gumball) No. lol
Para procurar no permitirle verla más, Gumball bloqueó la imagen, impidiendo a cualquier persona visualizarla.
Siempre rompes mi corazón TuT. ¡Ja! ¡Hippitie, hoppitie, your picture is now my propety! (Carrie)
(Gumball) ¡No puede ser! ¡Solo me descuide un segundo! Un momento, ¿Cómo lo reparo? ¿Necesitas cinta, tablas... Remaches?
¿Por qué suenas un vendedor ilegal? ¡¿En qué te metiste ahora?!(Carrie)
(Gumball) ¡No estoy en ninguna actividad ilícita contra la ley, idiota! ¡Estoy más puro que la heroína que le vendí a... ! Oh, espera...
┬┴┬┴┤ ͜ʖ ͡°) ├┬┴┬┴ (Poweredby "TextFat") (Alan)
(Gumball) Viejo, debes borrar el código publicitario al usarlo (ノಠ益ಠ)ノ彡┻━┻
| (•◡•)| (Terrie)
(❍ᴥ❍ʋ) (Masami)
(Gumball) ¡Dejen de mezclar universos! ლ(ಠ益ಠლ)
Aguafiestas (ง'̀-'́)ง (Carrie)
(Gumball) ¿Es esa una sorpresa? ¯\_(ツ)_/¯
( ͡°( ͡° ͜ʖ( ͡° ͜ʖ ͡°)ʖ ͡°) ͡°) (Boberto)
(Gumball) Boberto, ¿Cómo puedes usar un teléfono? No, mejor aún, ¿Desde hace cuánto llevas con uno?
¡Miren a la gatita princesita! ¡Recién se despierta! ¡Ja, ja, ja!(Damien)
"Ahora eres administrador"
Mensaje privado. Al observarlo desde la barra de notificaciones, sonrió vagamente al ver que se trataba de Boberto.
"Si preguntan, yo me estaba cargando. No supe nada."
Debía admitir que le caía mucho mejor que antaño. Claro, si obviamos que alguna vez intentó robar su vida de una manera tan patética que casi lo lograba.
Volvió a la pantalla, notando que Damien escribía seguramente un testamento de burlas y comparaciones hacia su persona. Sonrió con maldad ante lo que su mente pensaba en ese momento. El demonio dentro de su mente se alimentaba de odio y la burla que ponía sobre otros.
Has eliminado a +1 507 8732-2817.
(Gumball) GetREKT, m8. Retard. ~ ᕕ(ᐛ)ᕗ
ಠ_ಠ (Carrie)
(゚ヮ゚ )
(Gumball) ( ゚ヮ゚)
(Banana Joe) Los tres gusanos magos vinieron hace unos minutos a mi casa y tenían mucho frío, así que les dí una manta a cada uno... tenían bastante sed y les dí tres vasos de agua, vinieron con mucha hambre y les dí tres bocadillos, querían tener sexo... ¡Y LES DÍ TU NÚMERO! jajaja
¡Manda este mensaje a 15 contactos o los tres te visitarán a la cama!
... (Masami)
... (Carmen)
entienden?! buscan SEXO! LES DI SUS NÚMEROS! QJSANXKSJDKANFDHDZ! (Banana Joe)
... (Carrie)
ಠ_ಠ (Molly)
Gumball... ¿Podrías? (Masami)
(Gumball) No digas más...
Has eliminado a "Retrasado como su padre"
Soltó el teléfono contra su pecho, aburrido y sin ganas de hacer algo con respecto a su rutina estudiantil. Suspiró y se levantó de una vez, comprendiendo que una falta desperdiciada no haría una utilidad benéfica para su hábito anual de faltar brutalmente las últimas semanas del año. Avanzar hacia su tablero de dibujos le permitió tomar su ropa, tironenando con algo de pereza, mientras se notaba en la mesa una serie de dibujos y diseños de distintas cosas que había estado trabajando.
- Aww, shit. Here we go again...
El querido felino caminaba como una especie de pandillero por las calles bajo la tormenta. Su andar iba en relativa tranquilidad, a pesar de que estaba a unos 20 minutos de llegar tarde.
Siguió su andar, gozando de alejar el paraguas un poco para poder mojarse la punta de su naríz, disfrutando la sensación de vez en cuando.
Sensación de peligro. Gumball dió un salto largo al costado, evadiendo dócilmente, con el paraguas de escudo, una ola de agua causada por un vehículo que se detuvo justo a su lado en la esquina. Al verse intacto, elevó el paraguas para ocultarse de las gotas del cielo, notando que se trataba del vehículo escolar. Se aproximó con una sonrisa algo cínica y notó que la puerta se abrió, subiendo Carmen y Alan. Aprovechando el ascenso de ambos, se asomó para hablar con el conductor que no le costó reconocer.
- Justo a tiempo, Rocky... ¿Qué tal el día? - Dijo al guardar el paraguas a un lado mientras ascendía dos escalones, permitiendo al conductor proseguir el curso de su labor.
- Gumbal... Mojado, como ves. La situación está algo molesta aquí por el clima... Te aviso antes de que me olvide. Papá me habló en la mañana. Quiere que vengas a cenar a casa... - Declaró sin dejar de mirar el camino.
- ¿Hmm? ¿Y eso? La única vez que me invitó a su casa fue por el ascenso que obtuvo. Siendo que se encuentra al borde de la jubilación, debería relajarse... - Consultó mientras se acomodó de espaldas al frente, sostenido por sus codos, observándolo con algo de gracia ante la repentina propuesta.
- La naturaleza de mis padres es la ira. Remueve eso y se morirán de aburrimiento.
- "Los seres vivos inteligentes nos destacamos por ser expertos en la supervivencia. Quita eso y verás como muere de aburrimiento. La vida es un chiste, el destino es flexible, y los seres vivos, lamentables..." - Divagó mirando el techo con un rostro algo apagado.
- Contad Flatus. "La caída de la utopía más prometedora". - Dijo mientras giraba lentamente una esquina.
- O como él le decía... - Prosiguió con curiosidad y cautela.
- ... El descenso de Rapture... - Completó sin mera dificultad.
- ¡Vaya! ¡El decepcionante Rocky Robinson lee filosofía! Si tu madre viera esto pensaría que eres un futuro universitario. - Le recriminó con burla e ironía mientras le daba un leve golpe al hombro con el dorso de su mano.
- No es mala idea, pero soy muy bueno para esa mierda... - Siguió la broma mientras se detenía lentamente.
- Dices eso, pero aún no contestaste el motivo por el cual debo asistir a la cena...
- "Las respuestas más vagas, son las que más aclaran. Deja que el intérprete dé la duda y el receptor cierre la idea." Mi padre tiene un solo hobbie en este mundo... Con eso digo todo... Y ya que estamos, esta es tu parada...
Al observar hacía la izquierda, él pudo notar que Rocky lo dejó cerca de un supermercado que se le hacía fácilmente conocido.
- Me aterras, Rocky.
- ¿Yo ahora aterro? Que yo sepa, hace pocos días atrás, medio mundo temía de ti al oír que terminaste en la comisaría.
- ¿Tengo cara de alguien insensible, capaz de bromear con cosas así?
- ¿Quieres sinceridad o seguimos siendo amigos?
El felino observó a todos los presentes en el autobús. Rio una vez con burla al notar a una fantasma dormida en uno de los asientos, siendo que cada ronquido generaba una extraña discrepancia en su composición.
- Tienes razón... Cuídate. - Dijo mientras abría el paraguas nuevamente, girando el arco para remover el agua, bajando.
- Llega a tiempo o yo seré quien te vigilará en detención. - Declaró con seriedad mientras se preparaba para avanzar.
- Seguro... - Dijo alzando la mano vagamente desde atrás, despidiéndose sin detener los pasos.
Al entrar al supermercado, el olor a vegetales y aire fresco gobernó sus fosas nasales. Estaban usando los ventiladores para remover el olor por seguro, pero esto solo ocasionaba que aquel que entrara solo quisiera morirse.
- ¿Eso que huelo es... Jasmin? - Consultó a la nada, para agacharse justo a tiempo, evadiendo un abrazo en tackle de una fantasma que venía a toda velocidad. Sin embargo, pasó de largo, chocando contra una pila de latas que le cayó encima. - Ouch... Eso debió doler.
- ¿Gumball?
Este volteó, encontrándose con Larry que sonreía con tradicional amabilidad y serenidad. Este solo lo miró con su habitual seriedad y los brazos en sus bolsillos, apoyando el codo sobre su paraguas para sostenerse de pie.
- Yo', Larry. ¿Qué tal todo?
- Las ventas andan bien. Siendo vísperas de pleno invierno, estamos teniendo ventas bien crecientes. Pero, ¿Qué tal tú? Te ves demacrado...
En una fijación más ilusionada, pero de temática realista del muchacho, pudo notar que tenía los bigotes realmente descuidados y casi pegados entre sí por alguna sustancia marrón, su pelaje tenía poco orden y parecía no tocar el naranja por un buen tiempo. Sus ojos estaban llenos de ojeras y arrugas ampliamente fuera de la razón, así como lagañas bien amarillas. Su boca estaba casi plagada de bacterias y le faltaban muchos dientes de manera irracional, de dónde escapaban moscas, así como contenía un rastro de comida de Dios sabe cuanto tiempo.
- ¡Oye! ¡Oye! ¡¿Qué clase de cosas imaginas que soy?! - Declaró el felino ofendido por, aparentemente, lograr ver dicha imágen que el vendedor tenía de él. Ante la concentración de la charla, ignoró al fantasma que estaba detrás suyo, y que terminó abrazándolo desde atrás, por debajo del brazo derecho.
- ¡Hola Gumball~!
- Sí, sí. Hola a ti también, loca mediática.
- ¿Y bien? ¿Qué vinieron a buscar hoy?
- ¡Comi-!
- Dinero.
Silencio. Carrie sonreía felizmente, aún abrazándolo desde abajo de su brazo, y el felino sostenía un rostro de muerte.
- Chico, si que eres un codicioso...
- ¡No empieces!
- No tengo trabajo para hoy, ni mañana. Puedes tomarte un descanso de todo lo que haces por una semana de hecho. No tengo más trabajos por ahora... Toma, la paga del trabajo de ayer.
Al darse la vuelta, el helado se horrorizó al ver a Gumball aparentemente muerto en su asiento, casi derretido, mientras que Carrie sonreía como normalmente hacía.
- Emm... ¿Qué diablos le pasó?
- ¿Hmm? ¿Gumball?
- *Insertar chillidos horribles mientras babea la mesa y se asemeja a un niño de 9 años con grandes discapacidades mentales*
Clases. Todos estaban en el aula, esperando a que Simian entrara... Fue entonces cuando todos se fijaron en cierto felino que casi parecía muerto en su banco, repleto de moscas y una expresión bien parecida a un enfermo mental psicótico y adicto al crack contra el pupitre, descargando saliva desde la larga lengua contra la mesa, con una reluciente y sonriente Carrie a su lado.
- ¡¿Qué esperas que nos digan hoy, Gumball?!
- *Sonidos indescriptibles e intraducibles de trastornado mental en plena decadencia física, moral y mental*
- ¡Yo también lo creo! ¡¿Sería buena idea esperar algún cambio de cronograma?!
- *Insertar gruñidos agónicos característicos de los zombies de "Half Life 2"*
- Sí. Mejor esperemos... ¡Oh! ¡Gumball! ¡Me olvidé de contarte, pero la escuela organizó algo increíble que están por contarnos ahora mismo!
La invocación fue impuesta. Simian entró al salón con una expresión de auténtica desquiciada, aproximándose a su asiento tradicional de profesora. Al acomodar sus cosas, alzó la vista y se encontró con el, aparentemente, difunto felino. Hizo una expresión de horror y asco ante esto.
- ¡Cielos, Watterson! ¡Pareces un muerto!
Risas enlatadas en las inmediaciones, sin sentido o razón, aparecieron ante el comentario. Simian, que se mostró sorprendida al inicio, que no entendía que ocurría, alzó los puños, silenciandolas repentinamente.
- Bien. ¿Puedes hablar?
- *Insertar gruñidos de zombie de "Minecraft"*
- Esto es grave. ¿Qué le pasó? - Consultó a Carrie, que lo miró con algo de pena.
- No tiene trabajo que hacer en una semana, así que se encuentra en estas condiciones... Es algo lamentable.
- *Insertar gruñidos de zombies de "Unturned" con tonalidad ofendida*
- ¡Mientras no intervenga la clase, puede incluso entrar en coma ahora mismo! Oh, casi lo olvidaba. ¡Mocosos! ¡El equipo directivo acaba de organizar un evento general nocturno! ¡Se trata de una noche de talentos en el teatro de Elmore!
Gritos y chillidos. Los alumnos comenzaron a emocionarse excesivamente ante la noticia, moviéndose como marionetas en 3D recién implementado y maltrecho.
- ¡SIIIIILEEEEEENCIOOOOOO! ¡Como decía! ¡El evento se hará en una semana y todos deberán preparar sus talentos, mientras traigo a sus padres al evento! ¡Ya quiero ver sus rostros decepcionados y desilusionados por sus fracasos! ¡Ja, ja, ja! ¡Será perfecto!
- ¡Hey, Gumball! ¿Qué talento te destaca? - Consultó ella mientras se asomaba apoyada sobre el pupitre justo a su lado.
- *Gruñidos imposibles de interpretar en 8 bits ultra saturados que pixelaban su figura por cada tonalidad*
- Emm... ¿Qué talentos tienes tú, Tina?
- Puedo generar más de 30 toneladas de fuerza en mis dientes y partir todo a mi paso con ellos... También puedo hacer un cubo rubik sin verlo.
- ¿Cómo diablos puedes hacer eso? - Consultó ella incapaz de creerlo.
- Práctica... Y alguien que corrobore si lo logré.
Silencio. Casi nadie podría comprender una capacidad como esa.
- ¿Tú, Boberto?
- Puedo procesar miles de reacciones por microsegundo y distinguir las emociones crecientes en los seres vivos que me rodean en un radio de 5 metros.
- Wow... Que específico... ¡¿Puedes leer-?!
- Estás enamorada.
- ¡Aaaah~! ¡Que efectivo~! - Exclamó la avergonzada fantasma revolcándose sobre su banco.
- De hecho, estaba bromeando. Era fácil deducirlo, ya que nunca evitas dejarlo denotado.
- Heh~. Patético~. - Dijo Gumball mientras se tapaba la boca para ocultar débilmente la sonrisa burlona que tenía en los labios, mientras veía a otro lado con pena, aparentemente en condiciones normales.
- ¡No te repongas repentinamente para burlarte de mí, Gumball Watterson!
- ¡¿CÓMO QUE NO SABES MIS TALENTOS?!
Repentinamente, un grito lleno de colera interrumpió la charla, desviando todas las miradas a la enfurecida chica con cornamenta que se había levantado del asiento, haciendo un escándalo que logró que su novio estuviera intimidado y casi derretido en su asiento por el pánico de semejante enojo. Carrie obviamente la reconoció y miró a Gumball para estudiar sus reacciones. Este miraba todo apático, como siempre.
- Heh~. Patético~. Dijo, repitiendo el paso anterior. Ante estos actos, cierto intento de diosa inútil se sentía orgullosa de él.
- ¡Gumball! ¡Compórtate!
- ¡Señorita Fitzgerald! ¡Entiendo, y envidio en todo sentido, su enfado a raíz del aparente error que cometió su pareja! Más que nada por qué no logré nada con Niguel estos últimos años... ¡Pero si vuelve a repetir ese comportamiento, me veré en la obligación de enviarla a detención! - Comentó entre susurros y algo de molestia.
Gumball alzó la mano en son de consulta. Ella lo miró, con aparente duda y relativa sospecha por su expresión seria y convencida.
- ¿Sí, Watterson?
- ¿Hay diferencia con el de la preparatoria?
- No.
- Vaya mala manera de perder el tiempo... - Declaró derritiéndose en su asiento, retomando su deforme composición nuevamente.
- ¡Compórtate y eso se evitará, mocoso! ¡Ejem! ¡Ya informados del evento, saquen sus libros! ¡Empieza la clase!
- ¡¿Pueden creerlo?! ¡Presentar nuestros talentos ante nuestros seres queridos! Bueno, ustedes, ya que solo tengo a Simian allí... ¡¿Qué tal tú, Gumball?! ¡¿Traerás a tus padres?!
El grupo avanzaba hacia la cafetería. Siendo sinceros, todos seguían a Gumball y este estaba más concentrado en pensar que hacer esos días libres que enfocarse en el evento... O en dónde iba. De hecho, le preocupaba que la cena con los Robinson fuera por el motivo tan obvio como este.
- Vendrán de todos modos. Te recuerdo que Darwin va a nuestro curso, por lo que verás como merodean a su alrededor con orgullo de su hijo...
- ¿Y tú? Digo, también eres su hijo... - Consultó Tina con cierta cautela, casi suponiendo algo feo o por experiencia.
- Eso pensaba yo... Hasta que me fallaron cuando los invité a la feria de ciencias en la otra escuela, cuando me juraron estar presentes...
- ¿Qué ocurrió? - Indagó Boberto, intrigado.
- Mi hermana fue la única que apareció...
Gumball aceleró el paso, sin querer indagar más al respecto, dejando a Carrie en shock, detenida en medio de los pasillos ante el acontecimiento.
- Oh, no... ¿Qué he hecho esta vez?
Se acomodó el flequillo con una mano, ya que las miradas y murmuros por su aparente reacción la pusieron nerviosa, y se acercó al grupo nuevamente, intentando olvidar esa conversación.
- ¡¿Se separaron?! - Comentó Gumball genuinamente sorprendido por las palabras de Boberto y Tina.
- Si... Pasó muchas veces. Penny se enoja, Tobías vuelve a conquistarla y todo sigue su curso.
- Es un círculo vicioso con futuros problemas emocionales graves. Esa relación tiene una efectividad del 15%, lo que no está bien. - Comentó Boberto con sus tradiciones estadísticas matemáticas.
- ¡¿Puedes indagar en la de Gumball y la mía?!
El felino escupió a un costado por la sorpresa, para luego señalar al androide enfurecido, amenazándolo.
- ¡Ni se te ocu-!
- 5%
Silencio. Carrie sentía partirse a si misma como un espejo desmoronado a pedazos. Gumball parpadeó dos veces, serpenteando con la lengua, algo incómodo. Tina se levantó lentamente, sin poderse ver sus ojos, más si su rostro serio, y pisó veloz y brutalmente al robot contra el suelo, levantando el banco en el proceso, así como generaba una brutal presión que devastó el área. Curiosamente, nadie le prestaba atención a esto.
- Tina, tus actos agresivamente intensivos, con intenciones homicidas, generan una presión abundante de alrededor de unos... - No pudo proseguir en su informe, ya que la fuerza lo enterraba lentamente en el suelo, imposibilitando su habla.
- Entonces... ¿Cuál es tu talento, Gumball?
- E-Este... Mi talento es un poco extraño, incluso algo desproporcionado para tratarse de mí.
- ¡No creo que sea más extraño que tú!
Todos dirigieron la mirada a Damien, que observaba a Gumball con una sonrisa altanera y sosteniendo una especie de engrudo en su bandeja. Estaba parado sobre la mesa, mientras que sus amigos lo observaban, y Darwin miraba la comida, incómodo, al lado de su novia.
- Bájate de la mesa. Te ves ridículo, intento de sol con déficit de personalidad. ¿Estuvo buena la caminata hacia la escuela, Daniel? Ví que no tenías tu super bicicleta ahí en el patio.
Carrie no pudo evitar tener que taparse la boca para evitar estallar de la risa por ese comentario. Boberto resonó un audio que reproducía los gritos de burla de un centenar de alumnos ante ese comentario, escapando un brazo con un alto parlante desde la pata de Tina, que solo se sorprendió al ver dicho acto.
- ¡Soy Damien, Watterson! ¡Y eso es debido a que alguien me la destruyó! ¡¿Tienes idea de quién?!
- En absoluto, Miguel...
- ¡Mi nombre no... es... MIGUEL! ¡NI TAMPOCO ES DANIEL! ¡ME LLAMO DAMIEN, PEDAZO DE ALCORNOQUE!
- Lo siento, Diego. No tengo tiempo para recordar nombres lamentables.
- ¡Tú eres el lamentable! ¡Tus padres no te quieren! ¡Prefieren a Darwin!
- ¡Oye, mal no estás! Lastima que no te lo había preguntado...
- ¡Desgraciado!
Bajando de la mesa, el muchacho se encaminó hacia Gumball, quien soltó la cuchara de plástico contra la mesa con fuerza, para levantarse mientras terminaba de comer el último bocado de postre. Evadió un obvio puñetazo al rostro y decidió dar un toque rápido con el dorso de su mano al oído de este, siendo que cayó mareado contra el suelo, algo desorientado por el duro aturdimiento.
- ¿Sabes, Gabriel? Los golpes en partes sensibles del rostro son, comúnmente, las más capaces de generar una terrible confusión y desorientación. Incluso un tacto sencillo puede generar un brutal...
Al intentar pararse, Damien casi se desplomó por el esfuerzo repentino.
- ... Mareo. Eso es manejo básico de reducción de manos. No sé mucho de esto, ya que recién lo estoy estudiando, pero ya ves los pros. Ahora, en lo que soy bueno es en Taekwondo. ¿Quieres que te lo muestre?
Justo cuando la cosa se podía poner fea, una voz dió una introducción desde los altos parlantes de la cafetería.
"Atención, estudiantes. Atención, estudiantes. Luego del receso, los estudiantes designados para el show de talentos nocturno deberán presentarse en el teatro de la escuela... Se solicita la presencia de Gumball Watterson en la dirección. Acuda con el reporte de labores obligatorios."
Tras esto, cientas de miradas y sonoros abucheos burlescos por un aparente regaño del personal hicieron resonar el área tras el acto. Gumball se encogió de hombros, algo incómodo por el presentimiento de la gente que ya le generaba algo de pavor, y se dirigió hacia la sala del director, no sin antes dirigir una mirada a su pandilla, dejando a entender que fuera lo que fuera, no tardaría mucho.
El timbre de fin del receso sonó y todos comenzaron a retirarse. Los amigos de Damien lo levantaron y retiraron hacia el teatro, siendo que el muchacho le lanzaba un aparente gesto romántico a la fantasma. Carrie suspiró, alzando levemente el flequillo que cubría su ojo, para acercarse a Tina y subir a su espalda, anhelando que el día terminara y Gumball no se metiera en más problemas.
Luego de volver a su salón, retirando el cuaderno de obligaciones de su antigua escuela, que el muchacho portaba desde que Niguel le dijo que debía traerlo por alguna intervención educativa, este llegó a la sala directiva. Tras golpear suavemente, se pudo oír un aprobatorio para acceder al lugar.
- Gumball. Adelante. - Comentó el hombre con aparente seriedad. Atrás de él estaban dos sujetos parecidos a una escuadra y un lápiz que observaban unos documentos de él.
- ¿He hecho algo malo?
- Gumball Watterson. Mi nombre es Math Squad. Mi compañero es Dirty Straight.
- ¿Por qué uno llama al repudio educativo y el otro incita a una acción indecente y perturbadora?
- Larga historia. Venimos por la libreta en tus manos y algunos testimonios tras el caso de corrupción de la institución "Mirar al Futuro". Tenemos sabido que eras un joven con grandes méritos en el centro y has sufrido bastante observación por parte de sus directivos mal administrados...
- ¿Entonces...?
- Al grano, Math. El chico tiene clases... Dentro de unos días comenzará un juicio contra los directivos implicados en este desastre... Hemos ido por muchos jóvenes que han dicho que tú has tenido un mayor acercamiento al director por tus obligaciones y buscamos obtener información para señalar.
El felino solo observó a ambos hombres que usaban lentes de sol y suspiró. Recordaba vagamente algunas cosas que pasaban en ese entonces, ya que no quería recordar nada de ese lugar.
- El director siempre estaba firmando y contando cosas frente a mí. No sabía de qué o qué, pero noté el nombre de una compañía... "Flores y regalías". Eso es todo lo que puedo hacer por ustedes, señores.
Dicho esto, el jóven entregó el libreto de actividades que tuvo en el instituto anterior y vió como los hombres lo ojeaban y asentían.
- Esto nos será útil. Muchas gracias a ambos. - Luego de esto, ambos hombres se retiraron del edificio.
- ¿Y esos qué?
- Federales, Gumball. Aparecieron con un informe de inspección luego del papeleo que me diste tras tu integración al ciclo lectivo. - Comentó el hombre mientras se masajeaba las sien. - Por cierto, te perderás la descripción del teatro... El evento es solo para tapar esta situación. Después de todo, el alcalde nos exigió una junta para indagar en algunos casos especiales.
- ¿Casos especiales? De todos modos, ¿Está bien que me lo cuente?
- Mira, Gumball, no eres idiota. Te tienen en ojo. Fuiste alguien muy condecorado en ese lugar y no harán más que estudiar tus avances para saber en qué posición estabas cuando andabas allí... Anda con ojo a tu espalda. Es consejo de persona, no de director... Puedes irte.
El muchacho asintió con muchos nervios ante la seriedad del hombre. Sin más, se retiró luego de esta situación.
- Es... Demasiado grande.
Carrie tragó saliva mientras todos sus compañeros y ella estaban en el centro del espectáculo, frente a un enorme salón de asientos para que todas las familias pudieran ver a todo el que se presente allí, así como arriba también se hicieron varios implementos de estos.
Resulta que la ciudad no contaba con un teatro, por lo que utilizaron la antigua sala de conferencias estudiantiles de la escuela y emitieron obras en las vacaciones. Ahora, para promover e incentivar el arte, la escuela comenzaba este proyecto.
En uno de los asientos, la profesora Lucy Simian veía a sus alumnos en el escenario con apatía y una nueva similar a una sonrisa burlona mientras sus ojos amarillos verdosos observaban a cada uno con mucha gracia. Realmente, a pesar de los cambios que había tenido en el paso del tiempo, seguía disfrutando de ver a sus alumnos torturados por la presión o algún problema.
El consejero de orientación escolar/espiritual Steve Small estaba sentado a su lado, observando con obvia pena a los jóvenes que se encontraban aterrados en el escenario. Seguramente, si practicaba sus rituales de relajación místicas que aprendió en su tiempo de adolescencia, los jóvenes solo sentirían un extenso estrés y se alterarían.
- Emm... ¿Profesora Simian? ¿Por qué debo estar aquí?
- Esos mocosos necesitan pensar que tienen una imágen para evitar asustarse o avergonzarse... Obvio, es solo una farsa.
La risa diabólica del primate resonó en la sala, espantando a todos en el escenario. La frecuencia fue tan aterradora, que Boberto "murió" instantáneamente al recibir un corto circuito y caer tieso sobre la madera.
- ¡BOBERTO! ¡RESISTE! - Fue el grito devastador de una Carrie que lloraba exageradamente al recrear una escena de una típica película de acción trágica.
- Sigue siendo tan cruel como en antaño...
- ¡Y tú te ves muy confiado ante mí, mocoso! ¡Yo te enseñé y te convertí en lo que eres!
- Válgame el cielo. Agradezco que el municipio nos obligó a cambiar los métodos de enseñanza desde lo del chico.
- Oh, no lo sabes, pero...
- Jamás ví tanta caca junta. Es un espectáculo. - Fue el murmuro que oyeron ambos profesionales que voltearon, encontrándose con el felino que veía al resto de sus compañeros con burla.
- ¡Gumball! - Reclamó Carrie, ofendida por ser juntada con dicho montón.
- ¡¿Gumball Watterson?! - Consultó el hippie, sorprendido por ver al muchacho en el establecimiento.
- Yo', señor pequeño. Ha pasado tiempo... Se ve más alto. ¿Ha estado dejando las marchas de reformas?
- ¡¿Qué haces aquí?! ¡¿Qué hace él aquí?! - Apuntó el hombre, sorprendido por su presencia.
- Entré gracias a él...
Apuntado en la lejanía, los tres vieron a Rocky durmiendo en los asientos, roncando como un rotundo infeliz que no hace más que molestar. A su lado había un trapeador y un balde.
- Un momento. ¡ROCKWELL! ¡HAZ LO TUYO!
Aún dormido, el plomero/conductor/cocinero aparentemente acató la orden y comenzó a silbar. Sin embargo, sus labios no se movían.
- Momento, ¿Cómo diablos hace eso? - Consultó Simian sorprendida y asqueada por la más posible imágen en su mente.
- Su trasero. Es un clásico... ¡Ya que estamos, ese ejemplo es perfecto para explicar la situación! ¡¿Qué es toda esta payasada?! - Exclamó el felino con evidente enfado.
- ¡WATTERSON! ¡AL ESCENARIO!
- Sí, señorita... - Murmuró el muchacho, encogido de hombros y andando hacia el lugar, amargado porque su persuasión no funcionó.
El muchacho se acercó al área, notando como por obviedad estaban todos sus compañeros, observándolo entre seriedad, intriga y nata sorpresa por su clara diferencia a lo que alguna vez había sido de niño.
- Sabía que era atractivo... No esperaba que todos tuvieran que verme para caer ante mis ojos. - Comentó con obvia burla mientras caminaba hacia el ascenso del escenario.
- ¡Púdrete, Watterson! - Escupió Damien aún resentido por lo ocurrido en la cafetería, detenido por sus amigos, que no querían ver más problemas.
- ¡Uuuh~! ¡Estoy asustado~! ¡¿Qué es lo que harás?! ¡¿Qué es lo que el solecito hará al respecto?! - Declaró con notorio resentimiento mientras que Carrie agarraba sus brazos desde atrás para que dejara de acercarse hacia él con intensiones agresivas.
- ¿No debería detenerlos? Están por comenzar una pelea. - Consultó el consejero al ver la hostilidad entre ambos alumnos.
- ¡Shh! ¡Viene la mejor parte, consejero de cuarta! ¡Dale con la silla, Watterson! - Exclamó la profesora mientras comía unas palomitas y observaba el enfrentamiento con unos lentes 3D.
Detonación. Todos se detuvieron y vieron a lo lejos como Rocky comenzaba una escalada de gases al estar pedorreándose en el rincón de una manera bien audible y removiéndose como marioneta por estos.
El silencio abrumó el área, mientras que los ventiladores del área se encendían automáticamente y comenzaban a circular el aire nuevamente para distribuir la contaminación propagada fuera del teatro.
- ¡Bien! ¡Ya que terminaron de ser tan infantiles, comenzaré a explicar esto! ¡El gobierno cree que ustedes tienen talentos increíbles y quiere que los muestren! ¡Por eso, todos ustedes mostrarán sus habilidades ante toda la ciudad! ¡En estas dos semanas, se esforzarán por demostrar lo "grandiosos" que son! ¡Así como se postularán varios clubes para buscar alguna actividad conjunta con ustedes!
- ¡Oh! ¡Genial! - Murmuró Darwin mientras su novia sonreía en conjunto.
Dos toques en el hombro de Gumball hicieron que se volteara hacia Carrie que lo miraba con curiosidad.
- Gumball, ¿Desde hace cuánto tiempo Rachel lleva con Darwin?
- ¿Hmm? Oh... Bueno... Emm... Creo que fue cuando teníamos doce. Rachel invitó a todos a su fiesta de cumpleaños y dos personas se infiltraron. No recuerdo quienes eran, pero hicieron que la música se volviera salvaje y crearon un desastre en la casa de Tobías. Por esto, ella lloró de la frustración y el miedo de que sus padres se enteraran. Darwin vió esto y la calmó para luego limpiar la casa rápidamente. Luego se ganó su aprecio y ambos comenzaron a hacerse amigos... Del resto, no tengo idea.
- ¿Recuerdas algo de la fiesta? Yo creo que no había ido...
- No. Es curioso, pero no habías ido... De hecho, ¿Por qué la pregunta de todo esto?
- No recordaba nada de eso... Si ella tiene nuestra edad, ¿Su cumpleaños no está cerca?
- ¿Me preguntas a mí? No tengo idea de eso. Desaparecí desde Sexto Grado y ahora en Noveno vienes a preguntarme esto...
- ¡Solo curioseaba! Diablos... Eres todo un Tsundere... ¿Hmm? Es curioso, recién noto que no tienes pestañas.
- ¡NO SOY UN TSUNDERE! ¡Y NO DESVÍES EL TEMA, SI TENGO PESTAÑAS! ¡¿VÉS?!
Carrie se sorprendió completamente al verlo parpadear dos veces, resaltando unas femeninas pestañas que desaparecieron por completo.
- ¿Cómo diablos haces eso?
- No tengo idea. Oh. También puedo hacer esto.
Comenzó a silbar de una manera sorpresiva y encantadora mientras cerraba los ojos con concentración, despertando a Rocky, que se removió cuál sonámbulo y se dirigió hacia su trapeador y comenzó a limpiar el suelo sin razón alguna. Todos miraban esto sorprendidos.
- Técnicamente, todos mis talentos son ridículos.
Al finalizar el cántico, Rocky se desplomó de cara al suelo, echando un gas antes de seguir roncando.
- ¡Bien! ¡Ya que Watterson Azul nos mostró sus talentos! ¡Todos harán lo mismo! ¡Adelante, pescadito! ¡Muéstranos que puedes hacer!
Darwin se mostró nervioso ante las miradas de todos sobre él. Rascó el aro en su aleta con nerviosismo. Tragó profundo y suspiró, listo.
- Puedo respirar en agua y en aire. Soy Multilingüe. Puedo comunicarme con animales. Soy ambidiestro. Puedo correr y nadar muy rápido. Soy bueno tocando el ukelele, aunque nunca tuve uno. Dibujo cuando me dan ganas. Puedo gritar a un nivel increíblemente agudo...
Las alarmas sensoriales de Gumball se dispararon rápidamente al oír eso último. Al notar como este tomaba aire, se cubrió las orejas y miró a sus amigos.
- ¡Cúbranse!
Ninguno dudó al notar que Darwin inmediatamente soltó un grito tan agudo y potente que comenzó a destrozar todas las ventanas de la escuela a un nivel infernal.
- ¡DETENTE! ¡DETENTE! ¡DETENTE, PEZ LUNÁTICO! ¡YA BASTAAAAAA!
El muchacho se detuvo repentinamente y sonrió.
- ... También puedo reparar cosas si se introducen todas sus partes dentro de mi boca y tengo capas de grasa tan gruesas que hasta un golpe no podría sentirlo.
Todos miraron al pez con sorpresa absoluta, mientras que Gumball era observado por sus amigos.
- No miente. Él es realmente sorprendente.
- ¡Penny! ¡Tú sigues!
La muchacha había crecido notoriamente, siendo más alta que Tobías. Su cornamenta sobresalía de los huevos a los lados de su cabeza, así como sus ojos seguían huecos, pero su cuerpo ahora era más delgado. Su cornamenta era más grande y sobresalían algunos cuernos extras.
Ante el aviso de Simian, ella asintió con una sonrisa y dió dos pasos al frente.
- Puedo perder mis extremidades y volverán a crecer en el tiempo. Cantar. Animar y posar...
- ¡Ugh! ¡Siguiente! ¡Tú, arcoiris enano! ¡Tu turno!
Tobías no había cambiado mucho. Su aspecto grumoso ahora era más esponjoso y delgado. La cinta en su cabeza sostenía su cabello grumoso, ahora mas prolijo y asemejando a un cabello enrulado.
- ¡Sí! ¡Soy fuerte, guapo...!
- Sí, sí, sí. Ya te oímos. ¡Siguiente!
- ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Estaba bromeando! ¡Tengo tres dedos! ¡Puedo cambiar mis colores a voluntad! ¡Soy olvidadizo! De hecho, ¿De qué estábamos hablando?
- Eso explica muchas cosas. - Dijo Carrie con cierta burla.
- ¡Siguiente! ¡Joe!
- Aquí vamos... - Anunció Gumball desganado.
Banana Joe no había cambiado nada. Sin embargo, su mirada sería y andar firme y correcto le hicieron sentir algo cohibido.
- Puedo invocar una segunda cabeza. - Declaró de una manera seria, tétrica y siniestra.
Silencio. Las miradas estaban sobre él, espectantes y traumatizadas por como otro rostro aparecía por su trasero y desaparecía sin más.
- También puedo hacer esto...
Como era de esperar por todos, este se desnudó inmediatamente. Pisó su propia cáscara y se cayó al suelo, riendo a carcajadas por su supuesta buena broma.
- ¡Siguiente! ¡Masami!
La forma de ella había cambiado bastante. Era una nube grande que podía rivalizar con el ancho de Tina. Era blanca, pero su parte inferior era gris completamente.
- Puedo crear tormentas y descargas electricas si lo deseo. También piernas y brazos.
Como si fuese algo normal, brazos y piernas grumosas, pareciendo mucho a músculos, aparecieron en los alrededores del cuerpo de la muchacha.
- Está mamadísima. - Susurró Tina completamente anonadada.
- ¡S-Siguiente! ¡Teri!
Con dos pasos al frente, la joven de papel se mostró con un aspecto menos infantil, siendo que su "uniforme escolar" se cambió por una falda con camisa corta pintada, mientras tenía un lápiz aferrado a una especie de gancho en su camisa.
- ¡Puedo deslizarme por lugares extremadamente estrechos! ¡Puedo doblarme y arrugarme como quiera sin dolor alguno! ¡Puedo alterar mi apariencia y rasgos con un lápiz y una goma de borrar! ¡Hago Origami y artesanías con papel! ¡Toco el Xilófono!
Abrumado. Casi un par de personas se sintieron realmente abrumadas por la increíble capacidad de hacer tantas cosas de ella.
- ¡Siguiente! ¡Molly!
La mencionada caminó dos pasos, denotando ante Gumball como esta alcanzaba la altura de Tina sin problema alguno, siendo que antes apenas le llegaba.
- Puedo estirar mi cuello unos dos metros más de lo que normalmente debería.
Luego de esto, la muchacha estiró el cuello de manera irracional. Al volver a acomodarse, miró al felino de su grupo con un sonrojo notorio, tocándose las patas constantemente para no ponerse nerviosa.
- ¡Siguiente! ¡Carrie!
- G-Gumball...
- ¿Hmm? Sí, Molly. - Consultó mientras alzaba la vista bien alto para verla, más no para perderse todo lo que ocurría con Carrie.
- T-Te extrañé mucho... Las clases no eran las mismas sin tí...
El muchacho se sorprendió por eso y la miró a los ojos con seriedad. Hasta ahora, solo la fantasma y Boberto le habían contado sobre los efectos de su retirada en la escuela.
- Molly. ¿Quisieras hablar conmigo en el retorno a casa? Quisiera saber algunas cosas...
Carrie, quien obviamente oía todo esto, no pudo evitar mostrarse frustrada y enojada por la evidente atracción que sentía la muchacha hacia su amigo.
~ Era de esperar. Ya tengo a una detrás de él.
- ¡Carrie!
- Lo lamento. Ejem. Yo tengo la capacidad de poder poseer cuerpos y hacerme invisible.
- ¡Siguiente! ¡Damien!
El chico sol se aproximó al centro y sonrió. Gumball ya suponía que haría este
- Yo puedo... ¡CANTAAAAAAR~! - Declaró mientras se arrancaba la camiseta y se arrodillaba con intensidad.
- Oh, por amor de... ¡Siguiente! ¡Carmen!
Dejando al muchacho hacer su show, ignorándolo, la muchacha cactus que ahora tenía una considerable cantidad de tallos sonrió y avanzó con relativa calma.
- Puedo resolver cálculos relativamente difíciles en tan solo segundos...
- Era de esperar de la número uno de la clase en la selección femenina. - Murmuró Boberto al lado de Gumball, sorprendiéndolo levemente.
- Aburrido... ¡Siguiente! ¡Leslie!
Carmen se acercó a Alan, que la veía con orgullo, y se acercó. Sin embargo, calculó mal la cercanía al rostro y se pinchó con una de las espinas de esta, muriendo terriblemente.
Silencio. Los pedazos de globos se dispersaron terriblemente, siendo el rostro de este que que dió con el hocico de Gumball.
- Oh. Que horror.
El felino devolvió el pedazo entre sus dos dedos, algo trastornado por lo acontecido. La muchacha lloriqueó un poco, pero no dudó en tomar los pedazos y largarse a la enfermería.
Leslie alzó levemente su maceta para poder caminar y avanzó con sus cuatro patas hasta el centro del lugar. Tosió levemente y suspiró.
- ¡Me ciento agraciado por esta oportunidad! ¡Pudo tocar flauta y violín! ¡Pudo bailar!
Gumball miró esto con desagrado al completo.
- ¿Por qué diablos habla así?
- Leslie tiene un problema de malapropismos. Al grado de confundir todas las palabras que dice.
- Por todos los cielos. Que agonía.
- ¡Siguiente! ¡Boberto!
- Abran paso a una estrella. - Declaró el robot burlesco mientras daba un paso muy estirado hacia el centro, impulsándose hasta allí.
Los dos enorme ojos de Boberto y su sistema de comunicación fueron una sorpresa para Gumball, más que verlo con seis brazos y más alto y delgado.
- Puedo activar un modo de combate capaz de arrasar con la ciudad fácilmente. Puedo levantar pesos irracionales. Puedo volar con los propulsores de mis pies. Puedo tocar cualquier instrumento en mis manos. Cada mes obtengo mejoras en mi software del sistema operativo "Windows Prometeus", para poder hacer cosas aún más increíbles.
- Increíble... ¡Siguiente! ¡Tina!
La enorme tiranosaurio se acercó al escenario desde afuera, a sabiendas de que su peso destruiría el escenario.
- Puedo patinar. Puedo armar un cubo Rubik sin verlo. Puedo demoler casi todo con mis dientes.
Silencio.
- ¿Cómo diablos puedes hacer lo del cubo?
- No lo sé. Supongo que práctica.
- ¡Siguiente! ¡Héctor! Oh, cierto...
Simian se dirigió a la salida del teatro, en búsqueda del gigante. Gumball claramente no pensaba quedarse quieto sin hacer nada, así que la siguió. Evidentemente, más gente de sumó a la búsqueda.
Al llegar al patio escolar, todos pudieron ver al solitario gigante parado en el patio escolar, mirando el cielo. Desde la posición de ellos, podían notar como claramente era imposible llegar a hasta Héctor sin tener que trepar su cuerpo. Dos aves-avión que sobrevolaban cerca se chocaron con sus nalgas y cayeron al suelo brutalmente.
- Supongo que nadie podría hacerle la pregunta...
- ¡Yo si puedo!
- Yo también.
Boberto y Carrie no esperaron respuesta y se mandaron en una carrera aérea hacia el gigante. El resto de alumnos observaba el enfrentamiento, abrumados.
- Mientras esperamos... ¡Sussie! ¡Tú sigues!
La chinikin dió dos pasos al frente con seriedad, para sonreír.
- Me gusta comer.
Silencio.
- ¡Siguiente! ¡Juke!
El muchacho de cabeza de radio estereo ahora era un joven con un equipo de música con disquera y dos parlantes a los lados, sostenidos por sus hombros.
Tocó una especie de botón que estaba en su frente y tosió suavemente.
- Puedo hacer Beatbox y replicar instrumentos desde mi boca.
- Hmm... Siguiente. Ala-. Cierto, se murió. ¿Alguien sabe que talentos tiene?
- ¡Volar! ¡Es bueno en el Ajedrez! ¡Es increíble~! - Comentó Masami con un brillo increíble en su composición.
~ Está enamorada de él. - Fue el obvio resultado del pensamiento grupal que todos hicieron al verla expresar sus pensamientos tan intensamente.
- ¡Siguiente! ¡Anton!
El chico tostada dió dos pasos, sintiendo miedo por las miradas. Estaba por hablar, cuando Héctor lo pisó brutalmente por accidente. Carrie y Boberto aparecieron a ambos lados de su pata, anunciando que Héctor es completamente normal y no tiene talento alguno.
- ¡Siguiente! ¡Idaho!
- ¿Nadie va decir nada por-? - Consultó Gumball por lo que acababa de pasar.
- ¡Silencio, Watterson! ¡Muestra respeto hacia tus compañeros!
La papa ahora era más grande, curiosamente seguía siendo enano y el resto de su "enorme" cuerpo era su frente. Avanzó con una sonrisa que mostraba los únicos tres dientes que tenía dibujados y suspiró.
- ¡Puedo cantar! ¡Puedo-!
El pobre también fue interrumpido abruptamente por otro pisotón de Héctor, que buscaba la manera de posicionarse para ver a sus compañeros.
- ¡Siguiente! ¡Clayton!
- ¡¿Pero qué diablos?! ¡Acaban de-!
- ¡Gumball! ¡Respeta a los demás! ¡Todos están dando de sí! - Regañó Tina con algo de enojo por las faltas de respeto de su compañero.
- ¡P-Pero! ¡Es que! ¡No ven que...!
- ¡Shhh!
El felino se arrugó por completo ante el pedido de una gran cantidad de personas y se calló. La bola de arcilla saltó dos veces y sonrió hacia la profesora.
- ¡Puedo transformarme en lo que quiera! ¡También puedo inmovilizar a la gente!
Creó un largo brazo hasta el hombro de Damien, presionando una sección de su cuello levemente, desmayando al muchacho increíblemente.
- ¡ÚNETE A MÍ! - Exclamó Gumball con una rabua inhumana, desparramando espuma de su boca, y abruptas intensiones asesinas hacia el inmovilizado compañero de clases. Boberto lo había inmovilizado a él para no lastimar al joven sol.
- Gumball. Detente. - Declaraba Boberto mientras era arrastrado por la brutal fuerza de sus compañero.
- ¡Siguiente! ¡Ocho!
- Soy fuerte. Puedo usar trucos en la vida real. Puedo volar. Puedo disparar rayos desde mi boca.
- Hmm... Hmm... Perfecto. ¡Siguiente! ¡Jamie!
La acosadora suspiró amargada mientras miraba a Gumball de reojo con cierto recelo.
- Toco el violín.
Silencio.
- ¿Eso es todo? ¡Bien! ¡Rachel! ¡Eres la última!
La joven por otra parte sonrió con algo de ilusión y se aproximó al centro.
- ¡Puedo cantar, bailar y tocar la guitarra!
Al oír eso último, Gumball notó como la joven fantasma se encogía de hombros levemente.
- ¿Qué te ocurre?
- ¿Hmm? ¡N-Nada! ¡Solo estaba pensando!
Día terminado. El atardecer aferró el horizonte con lujo y los alumnos se retiraron con férrea desesperación.
- ¡Gumball! ¡Aquí!
Ya que el pobre felino no tenía vehículo para ir a su casa, debía tomar el autobús. El felino no llegó a notar a Carrie cuando si notó a Molly que estaba sentada a dos asientos enfrente.
- Molly. ¿Es buen momento para las preguntas?
La dinosaurio asintió sonrojada, permitiéndole sentarse a su lado. El muchacho sacó una especie de anotador y se lo cedió a ella, sorprendiéndola.
- ¿Solo debo anotar las respuestas?
- Tal y como quieras.
El viaje iba en silencio. El muchacho comenzó a silbar suavemente, disfrutando del momento de paz a su alrededor.
En tiempos de guerra, la música siempre era una salvación.
Claro, si ignoramos la declaración de guerra que Carrie le hizo a la pobre muchacha
Llegada. El autobús se detuvo en la casa de los Watterson y los tres jóvenes de la familia bajaron. Claro, Gumball tardó un poco más al despedirse de Carrie que, con un abrazo muy afectivo, lo tenía aferrado por un buen rato.
- Te veo en la cena, Rocky.
Desde las ventanas, todos los que quedaron en el vehículo veían a Gumball conversando con su hermana, quien lo veía con sospecha y cierto recelo, y a Darwin, que luchaba por abrir la puerta de la casa, que tenía una manija redonda.
Los hermanos entraron. Darwin fue inmediatamente escaleras arriba. Anaís suspiró y fue a la cocina y Gumball solo se quedó observando la sala.
El sofá había sido reparado numerosas veces en el pasado. Recuerdo legítimo del sin fin de travesuras que toleró de él y su hermano. La lámpara también. Incluso el televisor, que ahora era un pantalla plana.
Suspiró levemente y comenzó a caminar hacia el baño. Su hermana había estado indagando en saber quién era la chica que había estado con él en el incidente desde un principio. Hay veces en que lo olvidaba, pero siempre buscaba saber quién era cuando podía.
- No te preocupes. Es una genio, pero no una asesina.
Decir eso solo no fue suficiente para Carrie para que no se estremeciera del horror ante las veces que llegó a ver a la coneja con un rostro de muerte ante toda mujer que estaba cerca de su hermano.
Tras ascender al primer piso, Gumball notó su antigua habitación, ahora solo de Darwin y la miró con algo de nostalgia.
- Viejos tiempos... - Murmuró mientras se dirigía a la habitación de sus padres.
Al abrir la puerta, lo único que notó fue a su padre durmiendo tranquilamente. Suspiró y se adentró, apagando el aire acondicionado. El hombre amaba los climas frescos y también amaba amplificarlos.
Salió del cuarto y se dirigió al baño. Al acceder, observó que todo era exactamente igual a los tiempos anteriores, a excepción de una pequeña ventana polarizada que había sido agregada para ventilar el lugar.
Se adentró y abrió el agua del lavamanos. Se miró al espejo unos segundos, notando su estado tan deteriorado con algo más de amargura.
Se juntó un poco de agua en las patas, ignorando como su buzo negro se mojaba y sus mangas se volvían absorbentes esponjas. Finalmente, se echó el conjunto al rostro y suspiró.
Se removió el enorme atuendo, mostrando una camiseta blanca mangas cortas con el símbolo de una calavera floreada que Carrie portaba cuando era niña.
Gumball observó el espejo nuevamente, con detenimiento y seriedad. Cerró los ojos con algo de lentitud y los abrió con firmeza.
Puerta trabada. Cerró con la llave interna, preparó el agua de la bañera y finalmente comenzó a desnudarse.
Al terminar, el felino abrió la cabina pequeña del espejo y retiró una sola cosa: una navaja. Al abrirla, pudo notar su reflejo en la hoja.
Rápidamente, la acercó a su cuello y la sostuvo a centímetros de su piel, sosteniéndola con firmeza y manos temblorosas.
Comenzó a hacer quejidos por la presión, buscando el valor para poder hacer el corte fino que dejaría la situación más que irreversible.
Presión. Dolor. Ira. Desagrado. Repulsión. Melancolía...
Miró su reflejo al espejo. El agua caía a una velocidad insesante contra la bañera, generando un único ruido abrumador en el área, así como también chocaba contra la boquilla de salida que tenía una ligera desviación, generando un sonido agudo y potente que se mantenía constante.
- Uno...
El sonido se hacía más y más agudo. El latir del corazón resuena y retumba con brutalidad mientras el pelaje de todo su cuerpo se eriza con agresividad mientras siente que el momento se hace más inevitable.
- D-Dos...
El momento se vuelve sofocante. Quiere gritar. Quiere vomitar. Quiere acabar todo de inmediato.
La agonía se vuelve intermitente y comprende que esto no es una solución. Es una perdida más en el mundo. Una ligera mariposa perdida en el basto jardín de armas de fuego oxidadas que se desvanecía con el humo de cigarrillos y pólvora. Tóxico e infrecuente. Algo claro y desvanecedor.
- Tre-...
Golpes a la puerta. El muchacho quedó completamente estático mientras oía los llamados a la puerta. Al observarla, solo llegó a oír la voz de su hermana.
- ¡Gumball! ¡Apúrate con el agua! ¡No te tardes!
La navaja cae. Para suerte, su pie retiene el mango y no genera ruido alguno. Se sostiene del lavamanos, tambaleante, sudando y respirando agitado.
- S-Sí. Ya termino...
Abandonando el área, la hermana desaparece con sonoros pasos, devuelta a la cocina. Su aparición oportuna cuál ángel guardián o demonio torturador.
Cae de rodillas. Lágrimas caen de sus ojos mientras sigue aferrado al lavamanos. Él solo hecho de seguir vivo le pesaba. Él solo hecho de estar aquí le dolía...
El solo hecho de ser lo que era le parecía irremediable.
Segundo piso. Con una toalla envuelta alrededor de sus caderas anchas, el muchacho llegó a su cuarto y se adentró con su ropa sucia en manos.
El área era relajante y, en cierto grado, encantadora. Su aspecto vacío era lo que podía generar ciertos puntos en contra.
Lanzó todo a la cama destendida y se acostó sobre esta, mirando el techo.
~ Otro día sin lograrlo...
Cerró los ojos para relajarse un momento y simplemente descansar, más no duró mucho hasta que su teléfono comenzó a vibrar desde su pantalón, que estaba cerca de su almohada.
- ¿No puedo sumergirme en paz por solo 5 minutos?
Pues no. Más bien, cierta fantasma se lo impidió. Su mensaje privado era el único que destacaba entre los de su hermana y el grupo escolar, dónde volvieron a incluir a Damien.
Si te veo coquetear con otra chica, me enfadaré (ง'̀-'́)ง (Carrie)
Vena enmarcada en la frente. Gumball, avergonzado y enfurecido, no dudó en reacomodarse y comenzar a escribir.
¡¿Acaso eres mi novia?! ¡Ni siquiera te me acerques! (Gumball)
Tras dicho comentario, recibió un repentino archivo de texto que, al abrirlo, contenía una serie de instrucciones y cosas varias que el muchacho no comprendía.
¡Tenemos que hacer que tus talentos se luzcan en la noche! ¡Entrenaremos juntos! ¡Nos vemos en el basurero mañana! (Carrie)
¡Ni creas que apareceré! (Gumball)
¡Oh, Watterson! ¡Sé que lo harás! (Carrie)
El contacto acabó y él solo suspiró avergonzado. El celular cayó a su lado, rebotando del colchón hacia el suelo, desplomándose en un golpe seco.
- Fuck...
Él solo suspiró nuevamente. ¿Qué podía ser peor que una Carrie acosadora? Una Carrie Yandere.
Nuevo día, nuevo comienzo. Gumball estaba parado en la entrada del basurero de la ciudad. Miró dicho lugar con cierto recelo y curiosidad...
Esta no había sido la primera vez que había ido a este lugar, y seguramente no sería la última.
Avanzó unos cuantos pasos, pateando una lata en el proceso hacia una montaña, notando que se podía notar a Tina roncando en un monticulo similar a un nido que estaba cerca de un almacén enorme.
Él tenía una camiseta larga y ajustada de color negro, rota en una manga que parecía haber sido rasgada por un forcejeo. Su pantalón era un deportivo largo y negro. Seguía viniendo sin calzado a donde fuera.
- ¡Yoh! ¡Gatito guapo! ¡Sabía que vendrías!
Alzó la vista hacia una montaña, sintiendo como su garganta se secaba al completo y su rostro enrojecía brutalmente.
En la cima, flotando con una mano en su gorra y la otra en un látigo, Carrie sonreía traviesa mientras denotaba un atuendo parecido al de un general de las armadas comunistas. Su falda ahora era una especie de calza ajustada que solo dejaba sobresalir la punta de su cola. Llevaba una musculosa, una chaqueta, una gorra, un listón al hombro rojo con el símbolo de su calavera y un látigo que Dios sabe dónde sacó.
- ¡¿Q-Q-Q-Q-Q-Q-?!
- "¡¿Q-Q-Q-Q-Q-Q-?!" ¿Qué ocurre, soldado? ¿Acaso le parezco atractiva?
Se tomó un momento para alzar el látigo y tomarlo desde su nuca, dejando lucir una sencilla faceta sensual mientras relucía de frente sus pechos. El felino tuvo que voltear mientras se cubría la sangre de la nariz.
- ¡PARA NADA! ¿Eh?
Mirando a lo lejos, notó a Boberto pintado con los colores del traje marrón de Carrie y portando un ridículamente enorme sombrero de la misma armada golpeando suavemente a Tina, que tenía un pequeño chaleco ridículamente estirado y a casi romperse, así como un diminuto sombrero de la armada, en un intento de despertarla.
- ¿Por qué diablos los sombreros están tan mal distribuidos entre ustedes?
- Perdí "Piedra, Papel, Tijeras". Quiero morirme de una manera tan poco sensible posible. - Declaró el robot con un aparente protocolo automático, pero con una tonalidad depresiva.
- Imagino que Carrie ganó... - Dedujo al notar que ella era la única en sostener un sombrero acorde a su tamaño.
- ¿Hmm? Ganó Tina. Tuve que rogarle porque me diera el liderazgo en lo que llegabas...
Silencio.
- Eso quiere decir que Carrie fue la primera en perder... ¡Momento! ¿Cómo diablos un tiranosaurio con tres dedos puede ganarles a ustedes sin ver sus propios dedos? ¿Cómo es que Boberto...? ¡No tiene dedos! ¡Ni siquiera tú! ¿Sabes qué? Ya ni voy a intentar buscar respuestas, si quedo con más preguntas en el camino.
Suspiró con pesadez, se colocó la capucha, apretando con los cordones para que su rostro apenas fuera visible, y se acostó cerca del hocico de Tina. Boberto y Carrie vieron esto con cierta envidia y se fueron buscando un rincón para acomodarse. Ya el solo verlo relajado era algo que les generaba agotamiento.
- ¡Hey, Gumball! - Comentó ella mientras descansaba, tomando la cola del dinosaurio para posarla sobre sus rodillas y acariciarla.
- Hmm... - Respondió vagamente mientras seguía con los brazos detrás de su nuca, descansando en el pecho de la tiranosaurio, cerca de su hocico.
- ¿Anoche tuviste una cena con la familia de Rocky?
- Sí... Fue algo que no quiero volver a experimentar. - Susurró con una mueca tensa, en lo que veía a Boberto desactivar sus brazos y piernas, quedando como un pedazo de hojalata apoyado sobre el animal.
- ¿Tan malo fue? - Consultó con cautela al notar ese gesto.
- Ignoramos el hecho de que el objetivo de la cena era para incentivarme a algo bastante distinto a lo que suelo hacer, entonces tuve una cena normal.
- ¡Cuentanos algo bueno de ello entonces!
- No hicimos mucho. Solo discutimos con respecto a la noche de talentos y después recordamos cosas...
- ¿Cómo cuáles?
- Cuando yo estaba en la otra escuela y comenzaba a trabajar de medio tiempo, los padres de Rocky fueron mis primeros clientes...
- ¡Oh! Imagino diste una gran impresi-.
- Apenas me vió el señor Robinson, me echaron a escobazos.
- Oh...
- El punto es que logré obtener el trabajo gracias a su esposa. Su marido dudaba de que fuera una persona buena y reformada, lo que derivó a unas discusiones y algunos problemas. Yo trabajaría en el frente y patio, pero no entraría a la casa en absoluto.
- ¿Desenlace?
- Las cosas fueron bien... Hasta que la podadora que tomé, y me dejó, se incendió.
- Bien. Ya me cae mal ese hombre...
- Pero aquí llega la mejor parte. Cuando la máquina dejo de funcionar, me quedaban 2 metros de largo para terminar. Sin embargo no me quedaba nada para hacerlo, ya que mi podadora se había hecho pomada en ese entonces... O asi lo creí... Dentro del armario de la casa...
- ¡Entraste a la casa! ¡¿A pesar de que te dijo que no!?
- Si. Pero la intención no era mala, solo quería conseguir algo para terminar el trabajo. Luego de buscar por 12 minutos, encontré una antigua podadora de mano, la cual estaba dañada, sucia y oxidada. Claramente me puse a repararla. Luego de un tiempo que olvidé por completo, me puse a podar rápidamente. El señor Robinson esperaba que hiciera algo así. Luego de una discusión, él confesó sus planes de intentar demostrar que yo era "malvado" y no me pagó. Generalmente debí que haber ido a discutirlo con mis padres, pero no hice nada, ya que las cosas estaban mal entre nosotros. Unas semanas después, alguien llamó a la puerta de la casa cuando mis padres fueron a un evento con mi hermano.
- ¿Quién era?
- Al atender, apareció su esposa, con un rostro de muerte, el cabello desarreglado y un paquete de dinero en manos. Lo único que me dijo fue "Gran trabajo, muchacho" y sin más, se retiró. Al abrir el paquete, encontre una nota por en medio de la paga. Era el señor Robinson, discupandose por su actitud inmadura y su desconfianza, asumiendo que hice un buen trabajo. Acepté las disculpas y tiempo después me convertí en su más importante trabajador hogareño y la persona de más confianza que conoció en sus alrededores.
- Eres muy bueno, Gumball. - Afirmó Carrie mientras demostraba gestos de quedarse claramente dormida.
- ¿Buena? No, Carrie. Soy todo, menos bueno... Soy un avaricioso, desconfiado y cruel chico que solo busca salvarse de cualquier problema sin importar si es a costa del otro... O incluso si se puede ganar dinero por ello.
Esperaba una respuesta, pero notó que Carrie se había dormido por completo. Soltó una suave risa hueca, notando que el sol comenzaba a elevarse levemente en el cielo.
- Quizás... Pueda disfrutar esto más seguido. - Declaró suavemente al reconocer que ni siquiera preguntó el motivo por el cual había venido hasta allí, siendo que esperaba comprender aún más por qué usaban atuendos de una era militar.
~ Momento... ¿Será que me dejaron uno para mí?
Hello xd. ¿Qué les está pareciendo la historia? ¿Ando atrayendo gente o las estoy espantando?
Como han de esperar, viene la excusa. Mi queridísimo Wattpad de toda la vida no guardó el capítulo casi terminado de Diciembre de 2019. Por ende, tuve que empezar de cero. Perdón por la demora.
¿Les gustó el desarrollo brevemente ridículo de "Whatsapp"? (ya estoy buscando un nombre en condiciones para parodiarlo xd)
¿Qué piensan de Rocky que aparentemente es más inteligente de lo que parece (además de su talento extraño)?
¿Qué les parece la amistad tóxica de Gumball y su pandilla? Xd
¿Cómo reaccionaron ante las cosas extrañas que fuí implementando? ¿Les gustó que mantenga la escencia de la serie?
Ya he dejado constancia de la rivalidad de Damien y Gumball, al menos eso creo. ¿Les parece interesante? Tendrá un gran parecido a cuando lo tenía con Tobías.
Los secretos de la otra escuela comienzan a salir lentamente. ¿Qué fue lo que pasó allí y qué tan involucrado estuvo Gumball en eso?
¿Qué piensan de la interacción de Simian y Sr. Small? ¿Debí mantener un profesionalismo más claro entre ambos?
Ya que he mostrado al curso de compañía de Gumball, ¿Qué les pareció? ¿Notaron alguna discrepancia?
¿Molly presenta un desafío para Carrie? Ya lo veremos...
¿Les gustó la interacción de Gumball y sus amigos al final?
Gumball tiene novedades de los cambios que han acontecido su alrededor. Es hora de ponerlos en frente y comenzar a afrontarlos.
Finalmente, el intento de suicidio de Gumball. Claro me basé en un intento real de mi vida, por lo que espero sea tan abrumador y expectante para ustedes, dejando en claro el estado lamentable en el que se encuentra la psique de nuestro protagonista.
Nada más gente, espero me disculpen por tardar y que disfruten esto en el tiempo de cuarentena. Cuídense, lavense las manos y no salgan de sus casas. Los quiero uwu
Nadas más. Nos leemos prontos. (Apu mode)
