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Capítulo 9
La Madre de Toda la Oscuridad
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—Esta cosa es más pesada de lo que parece— la voz de Chloe salió mientras hacía algo de esfuerzo en ayudar a Naruto a quitarse su armadura de placas negras, el peto de la armadura siendo sostenido por sus manos con algo de esfuerzo aún cuando el peliplata le ayudaba sosteniéndola.
Una pequeña risa se le escapó de la boca al Ootsutsuki—No es tan mala cuando te acostumbras— indico el Ojimixto mientras dejaba la armadura en el suelo.
Alrededor de una fogata, las monjas se encontraban durmiendo en lo que parecía ser unas tiendas de campamento, la única despierta siendo la elfa oscura enfrente quien le estaba ayudando a quitarse la armadura Berserk—No veo como puedes acostumbrarte algo así— declaró ella viendo como Naruto ahora solo estaba con una camisa negra llena de sangre
El peliplata se encogió de hombros, más que nada porque ahora podía, mientras se estiraba un poco—En todo caso, gracias, cuesta quitarse eso cuando la tienes completamente puesta. Puedes irte a descansar ahora orejona— declaró Naruto mientras se paraba y empezaba a caminar.
—¿A dónde vas?
—Iré a vigilar el campamento, será mejor que vayas a descansar— indico el Ootsutsuki sin siquiera darse la vuelta.
—…¿Y a dónde es que iremos después de esto? Aún no me haz explicado que es lo que haremos ahora que Olga-sama está con la diosa Nualia.
El peliplata se quedó callado antes eso, antes de girarse para ver a Chloe—Si las Kunoichi de antes son algo que pueda suponer, ellas son una especie de espías la cual nos pueden ayudar a saber a dónde estarán los demás perros— declaró Naruto mientras volvía a sonreír, pero esta vez, solo de un lado, dejando ver sus dientes nuevamente afilados como navajas—. Nada me costaría ir bombardeando país por país todo el planeta hasta acabar con ellos, pero no soy de jugar este tipo mierda.
—Las Kunoichi al mando de esa zorra no son de fiar— declaró Chloe seriamente—. No son mejores que los mercenarios que matan por el mejor postor.
Naruto alzo una ceja mientras le daba una pequeña sonrisa—Vaya, parece que estar tan suave contigo te hizo olvidar que yo tampoco soy mejor que eso.
—También está que secuestran niños y adultos varones que les interesan, lo único que las pone dónde están ahora es meterse la semilla de algún guerrero con alguna fuerza y que sus hijas repitan eso buscando mejorar sus genes. Podrías terminar siendo sólo usado para ayudarlas a darles un ejército de seres iguales como tú.
—Un híbrido apenas hereda menos de la mitad de la fuerza de su progenitor, no creo que me den problemas en lo más mínimo como para que eso me pase, y tendría que cambiar muchas cosas en mi cuerpo como para que se pueda tener un híbrido con una humana, cosas que harían qué fuera más humana que Ootsutsuki— explico el peliplata cruzado de brazos—. Te preocupas demasiado, no se han separado mucho desde que nos fuimos— declaró Naruto mientras movía su cabeza a un lado un par de veces.
—…¿Nos han estado siguiendo?
—Escoltando es una palabra más acordé a lo que hacen, señalan el camino que debemos seguir, pero parece que tienen algunas cuantas buenas enseñanzas como para cubrir sus presencias de una orejuda como tú— declaró Naruto con una sonrisa burlona.
—¡Deja de llamarme así!— exclamó Chloe enojada con el peliplata.
Naruto se inclino enfrente de ella y le sonrió levemente—Oblígame— le reto con sorna en su voz, haciendo que la rubia se le quedará viendo con la cara enojada.
—…Mi señora siente algo por ti, algo fuerte y que desearía que sintiera por mi— declaró ella mientras la ira se iba de su cara—. Tiene sus propios problemas, así que será mejor que entiendas eso para por lo menos ayudarla.
—Es mi invocadora, y respondí porque necesitaba ayuda— declaró Naruto sin más, su cara serenándose—. No hay nada más que eso, si ella quiere que le ayude, lo haré. Si no, la dejaré hacer lo que quiera— respondió mientras caminaba hacia un árbol cercano en el bosque y se apoyaba contra el.
—…¿Así de simple?
—Así de simple.
—…
La rubia se quedó callada unos momentos al escuchar eso, mientras miraban hacía el suelo y se quedaba meditativa por minutos—Tu eres… a quien ella ama, su esperanza— declaró Chloe en voz baja mientras caminaba hacía él—. Olga-sama es lo más importante que hay en mi vida, la amo.
—El amor y la adoración pueden ser similares, sería mejor para ti si pudieras aprender a diferenciarlos.
—Suena como si fueras experto en el amor.
—…Como ya te dije antes, somos más similares de lo que crees— declaró Naruto mientras miraba hacia arriba—. Un anciano de mierda que hizo la espada que llevo me dijo que el odio es un lugar donde aquellos que no pueden lidiar con el dolor van, ambos estábamos en el mismo barco, supongo— declaró mientras se reía levemente, de manera sarcástica.
—Je— se rió ella cuando ya estaban el uno enfrente del otro mientras se sonreían levemente—. Quien diría que alguien similar a mi sería el que me ganará en esto— murmuró Chloe mientras lo veía con una expresión muy diferente a la de antes—. Lamento haberte llamado un perro antes.
—No lamento haberte llamado orejona, es de cariño— respondió el Ootsutsuki con una sonrisa divertida.
—Idiota— murmuró ella mientras ponía las manos sobre el pecho de Naruto—. Supongo entonces que si tú serías el amor de mi señora, entonces debo servirte con la misma devoción que a ella.
Este parpadeo y abrió los ojos con sorpresa.
La boca de Chloe se puso contra la suya, de manera suave y tranquila, mientras ponía las manos sobre su pecho y juntaban sus bocas, el peliplata la miro confuso por varios momentos mientras ella continuaba con ese tacto.
No era tan inexperta como Olga, podía sentirlo en como ella movía su boca, pero era de un movimiento casi rudo, que no sabía cuidado o nada más que juntar sus bocas por puro placer.
Puso una mano detrás de su espalda desnuda y la sujeto, mientras empezaba a devolver el beso, moviendo sus bocas y adentrando su lengua adentro de ella, haciendo que la rubia se quedará sin aliento cuando Naruto empezó a morder sus labios y juntar sus lenguas, no habiéndose esperado en lo más mínimo—Haaa…haaa…haaa— apenas le dio tiempo se separó de él.
—Creo que ya sabes porque a Olga le gusta esto— declaró el peliplata divertido antes de inclinarse suavemente y besarle el cuello a ella suavemente, haciendo que temblará suavemente por eso.
—O-Oye, no allí, esa parte es sensible— murmuro ella sintiendo como las manos de Naruto acariciaban suavemente su espalda desnuda.
—Lo puedo notar— susurro el peliplata con una pequeña sonrisa mientras tocaba una parte en la espalda de ella, haciendo que se crispara—. Pareces algo dura en algunas partes, pero suave en otras— notó el Ootsutsuki divertido antes de llevar su boca a la oreja puntiaguda de ella—. Me gusta~— declaró antes de morderle la oreja a la elfa oscura, escuchando el gemido que soltaba después de eso—. Al paso que vamos, llegaríamos a nuestro objetivo en 3 días, no creo que no podamos hacer unas cuantas cosas mientras tanto.
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En la ciudad de Feoh, las cosas estaban bastante bien para una ciudad que había sido atacada recientemente, en particular, gracias a las oscuras criaturas creadas por cierto peliplata.
Naruto no había dejado la ciudad sola, obviamente, había dejado un clon especial con sus compañeras normales para hacer que las cosas se mantuvieran normal, no es que hubiera nadie para siquiera notar que era un clon.
Para cierta princesa guerrera, las cosas eran… complicadas.
El Ootsutsuki había empezado a entrenar a sus guerreras como nunca antes en su vida, de maneras que ella nunca habría contemplado, pero lejos de ser un maestro implacable, el peliplata era estricto sin ser despiadado, cuidaba a cada guerrera y se aseguraba de que estuvieran bien, con una actitud tan calmada que daba un aire de refinado.
Eso al instante atrajo la atención de todas las guerreras de Feoh, haciendo que en cuestión de unos cuantos días, estuviera enamorando sin siquiera saberlo a decenas de mujeres, no ayudaba su apariencia atractiva y que, cuando no estaba actuando como un animal peleando era de hecho alguien agradable.
Junto a eso, estaban las tres compañeras que tenía, que se mostraban incluso más atraídas a él de un modo u otro.
Belén Vellatri era una nigromante que se encontraba maravillada con las monstruosidades no-muertas que eran los Malebolgias y las demás invocaciones de Naruto, con que este le compartiera sus conocimientos en nigromancia era suficiente para que ella quisiera dedicar su alma y sobretodo su cuerpo a él.
Astrid Flamel era una alquimista que estaba sorprendida con las habilidades y conocimientos de Naruto en alquimia. También estaba que como cualquier alquimista ella era curiosa, y tenía un gran conocimiento de artes de la magia que tenían que ver con la reproducción sexual, su mente sólo podía vagar en lo que podían hacer en cuestión de magia la semilla de un dios en su cuerpo mortal.
Y la última, Diana, una amazona que simplemente seguía a Naruto debido a que quería combatir también a las tropas de Kuroinu, ella era mucho más simple que las demás, a las Amazonas se les enseñaba desde que eran niñas que si debían tener descendencia con un hombre debía ser con el hombre más fuerte que conocieran para mantener siempre fuerte los genes de ellas, lo cual significaba tener su vista fija en el peliplata.
Respecto a Alicia misma…ella quería pensar que no tenia pensamientos con el peliplata.
Que no se confunda, no estaba atraída al peliplata en lo más mínimo, sus enseñanzas como caballero prevalecían sobre cualquier atracción física hacia alguien tan vicioso en el arte de la matanza sin piedad como el Ootsutsuki.
No, lo que le sucedía era otra cosa.
Habían rumores de que el peliplata se encontraba demasiado cercano a Prim, su hermana menor, a la cual había cuidado desde la muerte de sus padres.
No podía pensar en lo más mínimo en que ese… ese ser pusiera sus manos manchadas de sangre sobre su hermana pura.
Estaba agradecida con su vida con Naruto por haber salvado a tantas personas, pero algo muy diferente era el siquiera dejar que alguien así estuviera con su hermana, y ella no sólo era de escuchar los rumores que decían algo, siempre vigilando a Prim le habían permitido mantenerse escondida de las mejores maneras.
La miraba salir a diferentes horas del castillo y saliendo a diferentes lugares para encontrarse con él, el peliplata repartía su tiempo entre ayudar a la ciudad fortaleza de distintos métodos, entrenar a sus guardianas, pasar el tiempo con sus compañeras y luego… ir con Prim.
La pregunta era… ¿Por qué?
¿Qué podía tener su hermana que ese llamado "dios" quería con su hermana inocente?
Sabía que el dios patrón de los elfos oscuros decencia 1000 años al mundo mortal para dejar su semilla en la reina elfo oscura y que daría a luz a la nueva diosa, y aunque el peliplata no era un dios elfo en lo más mínimo, no significaba que cierta superstición religiosa se metía en su mente.
Ahora mismo ella estaba siguiéndolos después de que salieran de un restaurante, simplemente riendo y hablando de algo que ella no podía escucharles, se encontraba en una esquina donde las sombras la cubrían, ocultándose a la vista de ellos y viéndolos desde atrás.
Continuo siguiéndolos lentamente, viendo como daban la vuelta a un callejón oscuro.
La boca se le seco cuando sus sentidos se afilaron viendo las siluetas que dejaban sus sombras en el callejón.
El peliplata ponía a Prim contra la pared más cercana con extrema rudeza para seguidamente levantarle el vestido y rasgarlo, luego le arrancaba las bragas y podía ver como su silueta se bajaba los pantalones.
Sus ojos se abrieron con horror al ver como algo… algo enorme entre las piernas del Ootsutsuki se empezaba a frotar contra Prim, y luego veía como las siluetas se unían, como el vientre de Prim se estiraba, escuchaba sus gritos del callejón, escuchaba la carne chocar con la carne, escuchaba al peliplata llamarla por nombres sucios mientras empezaba a mover sus caderas de manera descuidada y despiadada.
Se había quedado congelada, antes de reaccionar mientras su cara se doblaba por la ira, e iba corriendo rápidamente al callejón donde estaban, escuchando como la voz de su hermana se volvía más ruidosa, como el movimiento era más rápido, con cada paso era otro grito de Prim, otra embestida, hasta que hubo una ultima que siguió de un grito largo que le dejó los oídos zumbando y la silueta teniendo el vientre siendo hinchado en gran medida.
Justo cuando ella dio la vuelta por el callejón y vio…
Nada…
No había nada…
No había gritos, no había siluetas, no había nada ni nadie, solo un simple callejón sin salida.
—¿Cómo dices que se llama esto?
—Genjutsu, engaña a los cinco sentidos haciendo ver, escuchar, oler, sentir y saborear las cosas que aquel que crea el Genjutsu quiera— en lo alto de un edificio, la princesa pelirrosada y el peliplata se encontraban viendo a una alarmada Alicia que veía a todos lados con la respiración agitada.
—¿Y cual es el propósito que le hagas algo así a Nee-sama?— cuestionó la pelirrosada con el ceño fruncido y viendo al Ootsutsuki que se encontraba simplemente sentado en una silla y reclinando las piernas en el borde del edificio.
—Particularmente, dándole imágenes algo tentadoras de ti a ella, fíjate bien en el área entre sus muslos— dijo Naruto mientras sacaba de un portal negro una bolsa de color rojo y blanco con palomitas.
Los ojos azules de Prim se esforzaron en ver a esa distancia, sus mejillas ganando un tono rosado al notar como algo de humedad caía de la feminidad de su hermana—¿A…A Nee-sama le gusta eso?
—Tu hermana es tan moral que no tiene atracción con nadie de su propio sexo o del contrario, sin embargo, sigue siendo una mujer que acaba de contemplar una ilusión donde te hago algo que ella apenas comprende— explicó el peliplata mientras empezaba a comer las palomitas y Prim le miraba sorprendida al saber que es lo que su hermana veía—. Simplemente la estoy empujando lento pero constante a lo que quieres, por mientras podemos seguir este acto de parejita de mentiras hasta que ella llegue al punto de quiebre.
—…¿Aceleraría el proceso hacerlo de verdad?— murmuro Prim viendo a Alicia ponerse contra una pared mientras respiraba agitada, tratando de tapar la vergüenza que tenía de soltar líquidos de esa parte.
—No soy como el anciano al que le vendiste tu pueblo, siento tanta atracción sexual a ti o tu hermana como lo sientes tu a un simio sin pelo— explicó el peliplata mientras se terminaba las palomitas, no poniendo atención a como Alicia empezaba a tocar más y más en su feminidad.
—Si puede hacer que Alicia-Neesama y yo estemos juntas, entonces haré lo que sea, no importa que. Juro que dedicaré mi vida completa a ti, te serviré como una esclava, lo juro. ¡Lo prometo con mi vida!
—En verdad que estas loca por tu hermana— notó el peliplata mientras golpeaba la parte de atrás de la bolsa para ver si quedó alguna palomita, antes de pararse y ponerle una mano en el hombro—. Así que mejor disfruta del espectáculo, por ahora, quien sabe cuando lo tengas más cerca— declaró divertido el peliplata mientras Prim volvía a ver a Alicia.
Sus ojos se abrieron, su cara se puso roja y su boca goteo mientras veía a su hermana empezar a tocarse de una manera muy similar a como ella hacia en las noches en las que había pensado en ella.
Naruto se quedo viendo eso un momento, antes de simplemente encogerse de hombros y empezar a caminar.
Dejando a la pelirrosada atrás, el Ootsutsuki se adentro dentro del edificio, que era realmente una casa deshabitada donde él y las demás podían hospedarse, además de que era un lugar que ayudaba a las personas que habían sido atacadas por los mercenarios.
Como tal, Naruto sabía bien lo mucho que podía dañar en la mente de alguien algo como una violación, no había podido tocar a nadie por años sin sentir terror o asco, pesadillas y recuerdos vividos de eso.
Y él más que nadie sabía por haber sufrido algo mayor significaba que el sufrimiento de otras personas quedaba sin valor, así que lo único que podía hacer era darles atención a quienes habían sido asaltadas y despojadas de todo.
Una pequeña parte de su mente conectada al Naruto principal noto que eso se conectaba bastante a como probablemente había estado Chloe cuando eso paso, cuando le sucedió a él… recordaba simplemente que había actuado como un animal, violento y queriendo alejarse de todos.
Cambio los platos de cada habitación donde estaban las otras habitantes de la casa, no querían salir de sus cuartos –que afortunadamente eran muchos– y los primeros días ellas no habían querido comer, así que Naruto mismo sólo podía tratar de ayudar dejando los platos de comida afuera de sus puertas y que ellas salieran para volver a entrar.
—Haaaa… en verdad debería dejar de preocuparme tanto por estas cosas, no es mi problema— murmuro al finalmente haber llegado a su cuarto y tirarse a la cama, no particularmente cansado físicamente, pero si mentalmente.
—No te voy a mentir, maestro Naruto, es algo bastante hermoso que te preocupes por otras personas— la sedosa voz de voz de Belén hizo que Naruto suspirara contra el colchón antes de sentir como los enormes senos de la nigromante empezaban a aplastar se contra su espalda.
Sin siquiera levantar la cabeza, el peliplata hablo—Ponte ropa mujer, ¿Qué va a decir alguien si viene y te encuentra desnuda?
—¿Quién dice que solo soy yo?— murmuro la castaña rojiza a su oído antes de mordérselo, sacando más un gruñido molesto que nada del peliplata al sentir otros dos pesos en la cama, una piel suave y sedosa, y curvilínea agarrando su brazo derecho, del lado izquierdo un cuerpo musculoso y torneado pero todavía sensual.
—La parte hentai de este mundo parece querer alcanzarme más pronto de lo que creí y no me importa lo suficiente como para negarme— murmuro el peliplata para si mismo mientras levantaba la cabeza un poco.
—Necesito varias muestras de ti si quiero poder hacer que los planes que tengo con tu semen, las pociones mágicas que podrías hacer son algo que ni los más legendarios maestros al químicos podrían ambicionar.
—Yo solo quiero relacionarme un poco con mi futuro compañero antes de empezar a tener descendencia— declaró Diana sosteniendo el brazo de Naruto con fuerza.
—Ya recordé porque no, y a riesgo de parecer princeso…— el peliplata volvió a meter la cabeza en el colchón mientras sentía como ellas se empezaba a frotar contra él, haciendo que suspirara largamente—. Este va a ser un largo tramoooooo…
La voz a Naruto se le fue cuando una aura de color verde la cubría, haciendo que flotara y se diera la vuelta, haciendo que viera como Morgan entraba al cuarto y veía como estaban todas encima suyo—¿Empiezan sin mi? Que falta de modales— comentó la pelinegra con enojo mientras caminaba hacia la cama.
Las cejas del Ootsutsuki se alzaron mientras veía como ella se quitaba lentamente las prendas que le cubrían el cuerpo, desnudándose de manera lenta y ante los ojos de Naruto, revelando su cuerpo curvilíneo y sensual.
—…Yyyyyy, allí va mi auto-control— declaró Naruto justo cuando ella se puso encima suyo.
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—Muy bien, por lo que sabemos la princesa guerrera de esta ciudad se llama Ruu-Ruu, una Halfling con el cuerpo y actitud de una niña pero una edad mayor, parece ser experta en combate con hacha y alabarda, pero más allá de eso la situación de la ciudad no es particularmente buena, mis dolls han podido mapear el lugar pero no sabemos que hacen cada una— indicó cierto pelinegro mostrando el mapa de la ciudad llamada Ansur.
Naruto vio el mapa que Axel les había dado sobre eso, haciendo que se quedará analizando de manera detenida cada una de las cosas que veía en el mapa.
—¿Estás seguro que es aquí donde las Kunoichi residen?— pregunto Chloe a su lado, viendo el mapa de igual manera que el aquel mapa en busca de algo, el pelinegro presente notando la forma tan suave que le hablo y como ahora estaban más cerca que antes.
—Si no me crees, puedes preguntarles— declaró el Ootsutsuki antes de que detrás de ellos un tornado de hojas se crearán las figuras de ciertas Kunoichis al comando de la Kitsune Kohaku.
La primera en dar un paso al frente fue la pelinaranja llamada Sakura mientras ponía una mano en donde iría su corazón y se arrodillada enfrente del peliplata—Puedo asegurarle que Kohaku-sama se encuentra allí, la ciudad de Ansur es conocida por albergar a especies semihumanas, siendo el lugar perfecto para residir una base— explicó la Kunoichi mientras esperaba la respuesta de Naruto.
—No deberías darle tanta información a alguien que no haz confirmado si es tu aliado o no— le aconsejo este mientras terminaba de ver el mapa—. Muy bien, ¿crees que podrías hacer lo mismo con las otras ciudades? La más cercanas son Rad y Thorn, parece que los mercenarios se están concentrando bastante en esas áreas.
—Seguro, también haré mi parte de la limpieza si no te molesta— declaró Axel con una pequeña sonrisa divertida.
Naruto chasqueo los dedos, y ante los ojos de los demás aparecieron lo que solo podrían ser llamados animales de metal.
Un lobo bípedo con la piel celeste, ojos rojos y con las patas delanteras extendiendo dos cuchillas de hielo listas para matar, midiendo un 1.60 m aún encorvado, del otro lado era una especie de mantis religiosa verde con ojos amarillos, con un cuerpo mínimamente humanoide y con largas cuchillas.
—¿Y esos son?
—M.C.A. Marionetas de Combate Autónomas, Frostbite y Slashjoper tienen los mejores métodos de rastreo y asesinato silencioso— explicó el peliplata simplemente.
—…Wow, que nombres tan complejos de parte del dios— dijo una de las Dolls de Axel, la que llevaba un rifle, con obvio sarcasmo.
Una risa le salió a Naruto mientras veía como las dolls y el pelinegro se empezaban a hundir en sus sombras—Ten cuidado, siento que algo malo se esta aproximando.
—Tu también— declaró el peliplata mientras cerraba el mapa y veía como el pelinegro finalmente desaparecía junto con las marionetas autónomas—. Bien, entonces una vez que entre allí no se como me podré llevar bien con la princesa, usualmente sólo mató a los perros y eso hace que nos llevemos bien… relativamente— comentó Naruto rascándose la nuca.
La pelimorada que sería Asagi dio un paso al frente, aunque se notaba que quería actuar sería, estar ante la mirada analítica y seria del Ojimixto la hacia sentir como una estudiante no queriendo fallar—Si me permite hablar, lord Ootsutsuki, por lo que sabemos la ciudad de Rad fue atacada, pero para evitar el conflicto la princesa guerrera de allí escapo.
Los ojos de Naruto se entrecerraron por eso—¿Y eso se debe a?
—Antes la princesa de dicho país formaba parte del escuadrón Kuroinu, como una venganza, los mercenarios consideraban atraparla a ella como máxima prioridad, su ciudad no está tan protegida por lo que consideraron el dejarla para otro día mientras la perseguían, y debe estar buscando refugio en la ciudad más protegida por los semihumanos que hay en Ansur.
Escuchando detenidamente cada palabra el peliplata se permitió leer entre líneas—Asumo que no me estas diciendo esto gratis, ¿verdad?
—Las Kunoichi estamos en todos lados en Eostia, simplemente le estoy mostrando que no hay una pieza de información que nosotras no podamos proveerle si decide ayudarnos— explicó Asagi haciendo que Naruto simplemente se quedará callado al procesar eso.
—No nos falta mucho para llegar a Ansur— indicó Naruto mientras se daba la vuelta—. Ya veremos lo que pasa después, por ahora, se agradece tu ayuda.
Ella sonrió después de que emplear lo que él les había dicho y no ser criticada, viendo que estaba mejorando en eso, simplemente asintió y ella y sus hermanas desaparecieron en vórtices de hojas.
—¿Con cuantas putas del bajo mundo estas enredado? ¡Tu en verdad eres un ser negro y sin vergüenza!— cierta princesa caballero rubia que habían llevado con ellos le grito eso atada con cadenas a un árbol, haciendo que Naruto rodará los ojos al oírla.
Los ojos rojos de Chloe se quedaron fijos en ella—Recuérdame porque debemos mantenerla viva y aun más importante, con nosotros.
—Puede tener algo de uso a futuro, siendo la princesa de un país importante y todo eso, junto a la sacerdotisa son símbolos para todo el mundo que pueden ser usados de distintos modos— dijo Naruto encogiéndose de hombros y haciendo que la rubia se restregara con desagrado al oír la forma en la que hablaban de ella y su sacerdotisa.
—¡Maldito seas espadachín negro! ¡Te haré pagar con tu vida e…!
Antes de que ella pudiera terminar, Naruto giro su cabeza tan rápido que ella se asustó de haberlo provocado, pero los oídos del Ootsutsuki se movieron otro poco—Hmmm… con que era por eso, las mocosa de hecho están aprendiendo a ser buenas ninjas.
—¿De que hablas?— pregunto Chloe girándose a verlo.
—No creo que la princesa de Rad simplemente este escapando por días sin descanso, así que debió haber sido pronto, hay una alta probabilidad de que simplemente ellas hayan podido interceptarla mientras me seguían y la hacen ver como una clase de información especial cuando llegaría a encontrarla simplemente por seguir el mismo camino— declaró Naruto antes de entrecerrar los ojos mientras las venas alrededor de su cara empezaban a resaltarse.
El Byakugan de Naruto era capaz de ver hasta 275 km en un área de 365 grados, pero su objetivo no parecía en lo más mínimo estar tan lejos—2 kilómetros, tal vez menos, a la velocidad que va su caballo debería llegar aquí en minutos— indicó el peliplata mientras sus ojos volvían a la normalidad.
—¿Eso no está bien? Encontrarnos con otra princesa guerrera podría terminar ayudándonos— pregunto Chloe mientras la cabeza de Farasha se giraba al escuchar eso.
—Está siendo perseguida por monstruos— declaró Naruto mientras llevaba la mano al mango de la Dragonslayer—. No está muy lejos, puedo interceptarles.
—La princesa guerrera de Rad antes era parte de los mercenarios Kuroinu, puede que la quieran por desertar… o puede que los este liderando a Ansur, no hay una certeza de que ella no esté del lado de los enemigos— Eleonora, la mujer sacerdotisa de antes, le hablo a Naruto mientras esté simplemente empezaba a caminar, y se ponía en una posición para empezar a correr con una mano en el mango de la espada—. Incluso aunque seas un demonio, no estas exento de inteligencia, ella podría ser enemigo tanto tuyo como nuestro.
—Te equivocas en pensar realmente que tu iglesia no está exenta de sus propios secretos oscuros, y en pensar que no soy lo suficientemente idiota para que no me importe eso— declaró Naruto con burla antes de que el suelo debajo suyo se quebrara levemente cuando puso más fuerte en sus pies, y lo siguiente que sabían era que Naruto desapareció en una onda de sonido.
A una gran distancia de allí, una mujer de cabello rojizo claro estaba en su caballo, cabalgando a toda velocidad mientras el sudor la cubría, detrás de ellas, hordas enteras de orcos se encontraban siguiéndola, su caballo se miraba igual de cansado que ella mientras los enormes adefesios les empezaban a alcanzar.
Una embestida de parte de un orco fue suficiente como para que su caballo fuera tirado en el suelo, y ella como consecuencia, no tuvo mucho tiempo para procesar que pasaba mientras caía al suelo, raspándose el cuerpo antes de que los orcos pasarán justo sobre su caballo caído.
No tuvo nada de tiempo para gritar al ver como era pateado y aplastado en la estampida de bestias, mientras los orcos la rodeaban por completo. Al verse rodeada por completo de esos seres, se quedo viendo a su alrededor para cualquier forma de salir y al no ver nada, sonrió con burla—¿Quien diría que Direc realmente caería tan bajo como para aliarse con pestes como ustedes? ¡Si creen que podrán llevarme así de fácil están muy equivocados!— exclamó la pelirroja mientras sacaba dos espadas gemelas de su espalda y se preparaba para pelear.
Los orcos parecieron no entenderle, o no les parecía importar en lo más mínimo mientras sonreían con baba saliendo de sus bocas, y con desagrado, la pelirroja podía ver como ellos debajo de la ropa que les tapaba el torso tenían una erección grotesca al por fin tenerla a su merced.
Trago con fuerza mientras se ponía en guardia, teniendo cuidado de que ninguno se acercará por ningún lado, no podía ganarles, no contra tantos, no contra orcos. Sabía que sin importar que cosa estaba perdida, pero no iba a rendirse sin pelear, prefería meter las espadas en su cuello antes que esas cosas la tocarán.
Dio un paso hacia atrás mientras se preparaba para lanzarse al cuello del más cercano, mientras trataba de controlar los temblores en su cuerpo.
No hubo necesidad.
Un borrón negro apareció encima de todos, extendiendo su sombra alrededor de los orcos que allí se encontraban, en su espalda una capa negra moviéndose como si tuviera vida propia, o eso fue lo que la pelirroja pudo ver antes de que ese pensamiento se volviera una realidad.
Puntas se forjaron de la capa negra, y como picos, fueron contra sus enemigos, la voz se le fue a la pelirroja cuando sangre salpicó por doquier ante las púas atravesando las cabezas de los orcos que apenas tuvieron tiempo de reaccionar.
Con un largo sonido pegajoso y sangriento, cráneos fueron penetrados de manera grotesca mientras Genshiku se extendía desde la espalda del peliplata hacia afuera, mientras una figura de ojos rojos era todo lo que la pelirroja podía ver bajar sobre ella.
Naruto ni siquiera había volteado para donde ella estaba mientras veía hacia adelante, notando como la horda de monstruos de distintos tipos seguían donde se encontraban, manteniendo la Dragonslayer sostenida en una mano, el Ojimixto se quedo callado antes de hablar—Sigue corriendo y no te detengas— hablo mientras sostenía su espada con ambas manos en una posición horizontal.
La mujer detrás suyo parpadeo anonadada—¡E-Espera! ¿¡Quién eres tu!? ¡No puedes solo…!
167 monstruos. 36 licántropos, 49 cíclopes, 65 ghouls menores y 17 orcos de los que ya había matado Naruto.
No tenía el tiempo ni ganas para perder con ese tipo de cosas, por lo que sus ojos al instante se tornaron de color morado con anillos en él, estampando las manos contra el suelo en el que círculos con extraños símbolos aparecieron.
Un rugido vino después justo cuando un león de tres cabezas y una extraña ave con seis alas de tamaños colosales se formaron enfrente del peliplata, quien simplemente suspiro al ver como las invocaciones del camino animal empezarán a arrasar contra los animales, suspiro un poco mientras su mano izquierda se empezaban a tornar de color negro.
—¿Acaso tartamudee?— pregunto girando la mirada para verla fijamente, su mano tornándose en un cañón de color negro.
Ni siquiera espero una respuesta en lo más mínimo.
Lanzó la espada con una fuerza desproporcionada, la tierra abriéndose ante la velocidad del trozo de metal partiendo el aire en una fracción de segundo, al mismo tiempo que Naruto desaparecía para aparecer detrás de las tropas de monstruos.
Un hombre lobo se lanzó contra él apenas lo vio antes de que el cañón se metiera en sus fauces y disparará, volando su cráneo en una explosión de color naranja, al frente la Dragonslayer atravesando en línea recta los monstruos antes de llegar con Naruto, quien alzó su mano restante y la espada fue atrapada por él.
La espada fue cubierta por un aura roja, haciendo que cuando el Ootsutsuki enviará un tajo hacia adelante una onda de color rojo saliera volando.
La carne fue partida a la mitad como un cuchillo caliente a la mantequilla, la sangre volando mientras los órganos se regaban, el Ojimixto vio como los ghouls menores que habían evitado el ataque ahora se lanzaban hacia él con dagas en mano.
Su boca se abrió de manera antinatural mientras sus dientes afilados como cierras se mostraban, moviendo su cuello a una velocidad de vértigo.
La carne fue atravesada y devorada en un simple movimiento mientras sus ojos brillaban todavía en morado, mientras los pequeños demonios caían a su alrededor, el peliplata extendió sus manos a los lados y las movió como si arrancará algo. Tendo.
Cualquier otro usuario de los ojos de samsara se abría limitado a lo más simple que podía hacer el camino de los dioses, empujar y jalar.
Naruto levantaba, bajaba, torcía, apretaba y doblaba la gravedad misma a su alrededor mientras la carne a su alrededor era tratada como arcilla entre sus manos, esta vez terminando de matar todo a su alrededor con una facilidad pasmosa.
Suspirando largamente, los ojos del peliplata volvieron a la normalidad mientras el vapor salía de su boca, y alzaba la vista finalmente.
La mujer de antes seguía allí.
La vista del peliplata seguía fija en la dirección donde ella estaba.
Llevaba unos zapatos de tacón alto, hechos de piel café y medias azules que le daban un aspecto similar al de una vaquera, las medias le llegaban hasta los muslos, y estaban jugados por un delgado cinturón, dejando al descubierto sus muslos y sus nalgas redondas, un cinturón café sostenía las fundas para sus espadas mientras una especie de leotardo anaranjado-rojizo que se estiraba en gran medida y con pelaje dorado en el cuello, el cierre del leotardo estaba hasta abajo, dejando al aire libre sus enormes tetas de copa EE y haciendo ver un poco de los pezones de ella y que el cierre bajaba hasta llegar casi a su vagina, su cabello rojo claro estaba corto, haciendo juego con sus ojos del mismo tono.
Maia estaba congelada al ver ese mar de sangre del que el peliplata estaba saliendo, y como se le quedaba mirando de manera fija.
Naruto dio un paso hacia adelante, mientras sus zapatos se llenaban de sangre y seguía caminando, con un leve sonido de chapoteo siendo seguido por el metal moviéndose.
La pelirroja alzó sus manos asustada, soltando sus armas—M-Me rindo, ¡no planeo hacerte nada! ¡Me iré!— se defendió ella después de haber visto la masacre que el peliplata había hecho sin apenas tener algo de dificultad en menos de unos cuantos segundos.
Todo lo que ella podía ver era dos ojos rojos cubiertos por la neblina roja que había dejado lo que acababa de hacer, y los ojos del peliplata no parecían ver nada en particular—…
Al no encontrar ninguna otra cosa que hacer, Maia se arrodilló, sintiendo que el filo de la muerte le estaba a punto de llegar al ver como nada de lo que podía hacer la sacaría de eso.
Un dedo de Naruto se alzó mientras una esfera negra se formaba en la punta, segundos antes de que esta empezará a brillar en un tono verdoso—Tienes 10 segundos para mostrar tu fétido culo antes de que lo vuele átomo por átomo.
—Vaya, vaya, para ser uno de los nuestros en verdad eres muy violento y salvaje.
Una figura nueva apareció justamente detrás de Maia, haciendo que ella se quedará congelada cuando lo sintió.
Algo que no era humano.
El aire a su alrededor se enfrió, al punto que sintiera un escalofrío por toda la piel, todo su cuerpo sintió la misma sensación de terror cuando su cuello tieso como una piedra volteo a ver a su lado.
Era alguien irónicamente bastante similar a Naruto en apariencia, con cabello plateado azulado, y ojos azules, tenía medias de color blancas con detalles negros y con encaje en los muslos, tenía muslos carnosos y gruesos, anchas caderas de las que un velo blanco se sujetaban a los lados de sus piernas largas, llevaba un leotardo blanco con delgadas rayas negras incluso más corto que el de Maia, tan delgado que dejaba ver mínimamente sus labios vaginales y que subía hasta dejar ver la carne de sus pechos copa F, dejando la carne de sus tetas visible a los lados, largas mangas blancas con accesorios naranja estaban en sus brazos, dejando ver aún más sus hombros y piel de porcelana.
Algo que era destacable en ella eran las orejas puntiagudas, y el par de cuernos que salían a los lados de su cabeza, denotando que en verdad no era humana—Yo no soy nada tuyo, así que mejor date la vuelta antes de que te mate— declaró el peliplata con voz sin emociones.
La peliblanca tomó el velo a los lados de sus piernas y la uso para inclinarse suavemente—Lamento diferir, mi señor, pero tenemos muchas cosas que ver. Tengo mucho de que hablar con usted, y mensajes de gran importancia que debe escuchar— hablo ella con la más posible de las obediencias.
—Puedo explotar una luna con esto, así que dame una razón para no soltarlo contra tu cabeza.
—Nuestra señora quiere hablar con usted. El Rey Demonio Mahilus quiere hablar con aquel ser que despertó su interés— explicó la peliblanca tranquilamente mientras veía el brillo verde aumentar su intensidad.
—No conozco ese nombre, si tanto quisiera hablar conmigo habría traído su culo aquí mismo— declaró Naruto mientras la Gudodama en la punta de su dedo preparándose para lanzar.
Aun tranquila como si su vida no peligrara, la Ojiazul hablo—Cómo un gesto de confianza mi señora quería saber más de usted, y quería que quien le informará fuera su propia sangre como extensión de su persona. Yo soy Mizude Lavenkang, y en el nombre de mi progenitora, me inclino ante usted y pido comprensión a lo que busco informarle.
Al escuchar eso Maia giro la cabeza—¿El Rey Demonio tiene una hija?
La Gudodama dejo de brillar mientras el Ojimixto bajaba su mano, quedándose callado unos segundos antes de hablar—No soy uno de ustedes, así que más vale que lo que escuche sea importante.
—Aun cuando quiera decir eso, la sulfurante esencia demoníaca que deja en esta tierra es algo que no se puede evitar notar, más aún una fuerza tan grande como la suya— la peliblanca alzó la mirada pues había estado viendo hacia el suelo en toda la charla—. Sabemos que ha sido invocado desde algún otro reino muy lejano al nuestro, traer a un ser con tanto poder es algo que no pasa a menudo y desconozco las razones por las que mi madre quiere verlo, pero por mi parte… deseo mencionarles que su llegada a este mundo ha dejado una apertura en la tela de este mundo por el que seres como usted han logrado pasar.
—…Leyendo entre líneas y traduciendo tu jerga, ¿acabas de decir que cosas de mi mundo han llegado hasta aquí?— pregunto el peliplata entrecerrando los ojos.
La peliblanca nuevamente se inclino—Así es, mi señor.
—¿Dónde?
—No muy lejos en la ciudad más cercana de por aquí se están conglomerando desde los últimos días, parecen ser pequeños gnomos deformes y peludos, aunque con las mismas costumbres que la mayoría de criaturas masculinas de este mundo— explicó Mizude.
Los ojos de Naruto se abrieron al escuchar eso, viendo en la dirección donde fueron Chloe y las demás.
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—¿Q-Que demonios es esto?
El murmuro de Chloe fue seguido de ver una imagen que ella había contemplado gran cantidad de veces, pero esta vez mucho más perturbadora ante las criaturas desconocidas que allí estaban haciendo algo que había contemplado muchas veces pero que está vez la mantenía asqueada.
Eran seres cubiertos de pelo negro, humanoides peludos, simiescos, con pelaje negro y caras que parecían una mezcla de cerdos y roedores. Sus ojos eran anchos y abultados y sus hocicos gruesos y carnosos con varias protuberancias similares a verrugas.
Los muros de la ciudad de Ansur estaban siendo atacados por dichas criaturas, y podía ya ver lo que habían empezado a hacer, con sus armas toscas y primitivas atacando a las personas por doquier, Chloe sintió náuseas al ver como cuando por fin lograban matar a una de esas cosas, los demás simplemente devoraban los cadáveres de los caídos y seguían saqueando.
No había otra manera de llamarlo, niñas y mujeres de todas las edades estaban siendo violadas enfrente de ellos en el tumulto de pelaje negro, desde la distancia pudo ver como una mujer que había quedado demacrada y con la feminidad sangrando se arrastraba lejos de ellos y al ver como estaban llegando alzó débilmente la mano hacia ellos.
—Po…favor… ayu…ayu…¡Ugh…ngghu!
Vieron como se sostenía el estomago de repente, como si algo ardiera, si algo doliera dentro de ella, su vientre parecía sacudirse de manera nada natural mientras la mujer empezaba a chillar audiblemente.
Un grito vino de las monjas detrás suyo al ver como el vientre de la mujer explotaba en una mancha negra antes de ver como tumultos de carne empezaban a salir de su vientre bañados en sangre, empezando a comer a la mujer desde adentro mientras sus gritos lentamente eran ahogados.
Chloe sintió el vómito subir por su garganta al ver eso, pero aguanto las náuseas antes de que se girará para ver a la encadenada Farasha mirando todo eso con un horror igual de grande que ella y las demás.
Las cadenas de ella fueron quebradas cuando la espada que llevaba las corto, haciendo que se volteara a verla antes de que le lanzará otra espada—No tengo ni idea que sean esas cosas pero con nuestra situación actual tu y la sacerdotisa son las únicas que van a servir para pelear.
—¿Tu… crees que ayudaría a una sierva de la reina negra en lo más mínimo?— cuestionó la rubia apuntando su espada contra la rubia, haciendo que esta simplemente se diera la vuelta.
—Ahora mismo acaban de notar nuestra posición, no te estoy pidiendo que me salves la vida, humana. Pero valora un poco más la tuya si no quieres terminar así, las monjas vayan a resguardarse— declaró mientras tomaba con dos manos su espada.
Al escuchar eso, la princesa guerrera se quedo callada y vio como las monstruosidades que estaban saqueando la ciudad empezaban a correr hacia ellas, haciendo que chasqueara la lengua antes de hacer lo mismo que la elfa oscura y romper las cadenas de Eleonora—¿No se te hace más fácil simplemente invocar a ese demonio para que pelee?
—No puedes esperar a que te salven el culo cada ves que estas en problemas, así que cierra el agujero séptico que tienes por boca y empieza a matar a los bastardos— declaró antes de empezar a correr hacia las criaturas peludas.
—Señora Eleonora, se que es mucho pedir, pero la amenaza que aguarda aquí es mucha, pido su asistencia humildemente— declaró Farasha mientras se inclinaba suavemente ante la sacerdotisa.
La mujer de cabello castaño se quedo callada mientras veía hacia la dirección de las criaturas, pálida como un muerto, trago mientras el sudor le bajaba por la cara—Haré todo lo que pueda— indicó con apenas un hilo de voz mientras alzaba las manos y círculos mágicos de color verde se formaban en ellos—. Pero siento como algo muy terrible se aproxima, princesa Clusch.
La mencionada no dijo nada, antes de respirar largamente y seguir a Chloe, balanceando su espada al monstruo más cerca mientras sentía como partía la carne en dos, apenas sintiendo hueso entre la pared de carne al partir el cráneo en dos.
Chloe era mucho más viciosa en su ataque, apuntando a áreas bajas de las criaturas, partiendo desde sus estómagos y regando los intestinos al aire como si fuera agua.
Empezaron a pasar a través de las hordas, no eran para demasiado difíciles de matar, pero lo que perdían en calidad lo compensaban en cantidad, cuando mataban a uno diez más les tomaban el lugar, haciendo que a ambas se les tornará difícil moverse sin tener que cuidarse la espalda de uno de ellos, pero en eso ayudaban los hechizos que la sacerdotisa estaba soltando, curando su cansancio y heridas, atacando a los monstruos con la poca magia ofensiva que sabía, poniendo barreras para evitar que escaparan.
—¿Qué carajo…? ¡Ack!— Chloe miro hacia abajo en su vientre como una especie de ciempiés del tamaño de una serpiente y con una boca en vez de cabeza se le montaba encima de la pierna, apuñalado a la criatura antes de que la mordiera.
—¡Más de estas cosas están saliendo por doquier!— exclamó Farasha mientras alzaba la pierna y aplastaba a un ser que parecía un ojo humano rodeado de patas de araña largas y afiladas, incluso del suelo mismo, hongos con caras humanas empezaban a salir del suelo, chillando ensordecedoramente.
—…Por los dioses en lo alto.
Notaron como no era sólo que aparecieran de la nada, todo a su alrededor estaba empezando, los árboles empezaban a tomar forma de carne, el suelo parecía tener caras agonizantes, insectos gigantes proliferando por doquier, un tumulto de cabezas sin cara y unidos por varios brazos se arrastraba, las rocas formadas en vasijas con ojos de los que dedos sobresalían sobre lo que parecían bocas, medusas de un solo ojo flotando en el aire.
Era como ver algo salido de las peores pesadillas humanas.
Y la Pesadilla sólo estaba empezando.
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Recordaba como se sentía esa de perder a algo importante para si mismo, o a alguien.
Esa cuchillada en el pecho que apenas le dejaba respirar.
Ese dolor en el cráneo que le destrozaba la mente.
Dolor, mucho, mucho dolor.
Era algo que la hija del Rey demonio enfrente suyo no iba a poder comprender, el como simplemente se fue a una velocidad de vértigo de allí, como un borrón negro, la respiración agitada, el aire doblándose ante sus movimientos, la tierra sacudiéndose.
Estaba asustado.
Esa emoción era algo que Naruto había sentido tantas veces por tantas cosas diferentes que había perdido la cuenta.
Pero desde que era un Ootsutsuki.
Esa era la segunda vez en su vida que había sentido miedo.
Y justo después de que esa sensación de terror absoluto llegó, algo más vino con eso.
Ira.
Sus dientes crujieron entre si justo al sentir un ardor fuerte en la espalda, sangre empezaba a salir de un tatuaje en él mientras empezaba a alentar su paso, haciendo que se quedará viendo como a la lejanía donde suponía que estaría Ansur, el sonido de la batalla y una nube de humo se veía a lo lejos.
—No puedes hacer esto sin mi, lo sabes demasiaaaado bien~
Una silueta negra empezaba a formarse justo sobre su hombro, haciendo al peliplata regular su respiración al escuchar eso, haciendo que entrecerrara los ojos.
—Ambos sabemos lo que está sensación nos da, solo hay unos cuantos seres que hacen a la marca actuar así, sigues peleando como ellos te enseñaron, pero ellos están muertos, y tu igual si sigues así.
Aquella bestia hablo con una sonrisa formada por sus afilados dientes, mientras sacaba la lengua al reírse notando la cólera de Naruto, sus ojos rojos brillando cuando el peliplata se le giro a ver—…— luego de unos segundos de ver al lobo negro, Naruto se saco la camisa mientras un tatuaje en su espalda con varios símbolos y la imagen de un ángel con las alas rotas chorreaba sangre, haciendo que se quedará viendo hacia Ansur, sus ojos entrecerrándose al ver como el sol empezaba a ponerse negro—…Tienes razón.
La bestia de la oscuridad no dijo nada mientras veía a Naruto, como una mascota esperando una simple acción de su dueño, mientras que el peliplata creaba un portal negro del que salió su armadura—Entooonceees~— susurro al ver como el peliplata preparaba la armadura berserk—. ¿Planeas dejar que me divierta un poco? Quien sabe, tal vez para cuando te despiertes ya me este divirtiendo con esa elfo.
—Ninguno de los dos va a sobrevivir si se lanza a lo idiota disparando por doquier, y lo sabes— le indicó antes de quedarse callado unos momentos, sabía que en esencia estaba hablando consigo mismo, pero sabía aún mejor que necesitaba decir esas palabras—. Si esos hijos de puta están aquí, un pequeño idiota agitando un cuchillo enorme no va a arreglar nada.
—¿Qué propones~?
El silencio que había en el bosque prevaleció por varios segundos antes de que la misma sonrisa que había en la bestia de la oscuridad—Vamos directo al punto, ir por todo el camino sin mirar atrás, ¿Qué te parece eso, cachorrito?— pregunto Naruto mientras los ojos de ambos brillaban en rojo.
Una pequeña risa salió de la bestia.
Subió.
Subió.
Y siguió subiendo de intensidad hasta que las carcajadas se volvieran ensordecedoras mientras se alzaba al aire antes de descender sobre la armadura.
Como si esta cobrará vida misma, el metal se abrió como una máquina de tortura, mostrando las púas que tenía en su interior, antes de que prácticamente volará hacia Naruto y se cerrará a su alrededor, la risa de la bestia seguía, y seguía.
Y seguía.
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—Ohhhhhhh~~~~ ¡A llegado!
No sabia como describir lo que miraba a su alrededor como más que una enorme cantidad de criaturas que parecían humanoides pero que mantenían rostros y ojos que denotaban que no eran humanos, sus voces graves y chillonas hacia que le dolieran los oídos, en medio de un charco de intestinos de las criaturas que mato, tanto Farasha como Chloe se encontraban espalda con espalda, agotadas, sudadas y cubiertas de sangre.
—¡El tiempo ha llegado!
—¡El tiempo para el gran festival de carne!
—¡Ellos vienen!
—¡Ellos vienen!
—¡Los soberanos de los seres supremos!
—¡Han llegado a este mundo nuestros ángeles!
Y entonces, entendieron que era de lo que hablaban aquellas monstruosidades cuando empezó.
Del suelo mismo algo se levantó.
De las montañas mismas que habían estado por miles de años en el mundo, un cuerpo se alzó, el cuerpo de una mujer.
Su cabello era de color verde se movía como tentáculos vivos, su piel era pálida como la de un cadáver y sus ojos de color plata tenían la pupila rasgada cual animal fiero, a los lados de su cadera crecían alas que soltaban plumas negras como una lluvia, y con cada pluma caída sus alas ganaban cada vez un aspecto más reptiliano, más demoníaco, solo llevando un collar alrededor del cuello y por encima de los hombros que no hacía nada para tapar su desnudes.
Los seres humanoides que acababan de aparecer de la nada misma empezaban a alzar sus manos y gritar emocionados, diciendo su nombre.
—¡Slan!
—¡Slan!
—¡Slan!
—¡Slan!
Una risa salió de la mujer, suave y calmada mientras su cuerpo empezaba a perder tamaño, pasando las manos por su cuerpo, desde sus piernas pasando por su vientre y sus senos hasta ponerlas detrás de su cabeza—Haaaa~~ Se siente tan bien manifestarse de manera física nuevamente, este mundo es tan precioso y lleno de oscuridad, me siento conmovida~— hablo ella con una voz lujuriosa y seductora.
—¿Qué es… esa cosa?— pregunto Farasha mientras apuntaba de manera asustada a la mujer que acababa de aparecer.
—Parece que los otros aún no se han manifestado completamente en este mundo, una lástima en verdad, con la misma razón de porque el pequeño ángel de alas rotas aún no aparece— mencionó la llamada "Slan" al aire mientras tarareaba tranquilamente una melodía para si misma—. Pero que curioso es que con las primeras con las que me encuentre sean mujeres impregnadas con su esencia, que curioso giro de la causalidad.
—¿¡D-De que demonios estas hablando, criatura asquerosa!?— pregunto en una exclamación Chloe mientras la espada le temblaba.
La lengua de Slan salió mientras relamía sus labios mientras las veía a ambas de manera depravada—Ohhh que criaturas tan interesantes en verdad, me pregunto cómo liberará el angelito roto cuando las vea destrozadas, tanta ira y odios liberados será majestuoso de contemplar— hablo ella, pareciendo conmovida—. Mi cuerpo apenas puede aguantar antes de volver a ver como esa bestia se libera nuevamente~
—Creo que esta hablando del demonio, ¿crees que hayan venido con él?— pregunto Farasha asustada y tratando de mantener la compostura.
—¡Se llama Naruto!— exclamó, más fuerte de lo pensó que le saldría, antes de tragar al captar la atención de tantos monstruos—. ¡Y apenas aparezca va a matarte a ti y a todos estos fenómenos!
—¡Ohhh, nada me gustaría más que sentir su ira y su violencia! Algo que ustedes compartirán más pronto de lo que creen— declaró Slan emocionada mientras ponía sus manos sobre su vientre mientras los seres humanoides parecían empezar a caminar hacia ellas, rodeándolas de todos lados—. ¡Deléitense con el placer y el sufrimiento hasta que sus cuerpos no puedan más y sus almas se quiebren, este es el máximo…!
Un haz de energía roja curso el cielo.
Rápido como un destello de luz, la oscuridad que había allí se partió cuando aquella cosa llegó hasta Slan, apuntando contra su vientre y pasando de lado a lado en ella, la sorpresa que cambio el gesto de ella paso a una sonrisa mientras veía eso.
Se escuchó un chillido viniendo de los monstruos cuando eso paso, mientras el humo cubría a lo que alguna vez era el vientre de la mujer—Caliente…— susurro ella con una sonrisa—. Caliente— repitió—. Demasiado caliente~, este sentimiento que me parte el cuerpo~— declaró ella mientras pasaba la mano por su vientre en donde había un gran agujero empezaba a cerrarse—. Pero aún no ha acabado. Eso no es todo. Más… ¡Dame más!
Una figura con una capa negra en lo alto de las montañas se hizo visible para los que estaban allí, con un simple dedo extendido del que todavía salía humo, mientras bajaba la mano y sus ojos eran cubiertos por una capucha negra—De los dioses que reinan en lo alto a los demonios que viven en lo bajo, nunca me arrodillé a la voluntad de ningún ser— empezó a hablar mientras la gigantesca espada que llevaba era clavada en el suelo—. Princesa Puta del Océano Uterino de la que toda la vida negra nace y que no conoce la muerte, tu existencia es pero un hueco descanso. Jinete de la Muerte. Maldad nacida de la perversión del hombre, ídolo creado por el falso demiurgo, tantos títulos sin valor más que para predicar la miseria.
Una enorme flama de energía plateada y negra cubrió a la figura, mientras la tierra y el cielo parecían sacudirse por eso, antes de que aquella figura cambiará nuevamente.
Su cabello plateado se alargó en gran medida, cada hebra erizada como púas mientras su piel se tornaba pálida como el mármol, cuernos negros aparecieron en su frente y giraban hacia atrás, mientras el resto de su cuerpo parecía llenarse de placas negras asemejando escamas, aumentando su tamaño en gran medida mientras un tercer ojo aparecía en su frente, rojo, anillado y tomoes en cada anillo, sus ojos volviéndose ambos de color morado con una flor negra alrededor de la pupila.
—Desde el negro abismo del Naraka me he arrastrado y conmigo sólo traigo tu destrucción, Naruto Ootsutsuki, el Cuarto y Ultimo Chakravartin ha venido para dar su juicio sobre ti.